efdeportes.com

Cuidados en la clase de Educación Física para alumnos con hemofilia

 

*Diplomada en Enfermería y en Educación Infantil por la Universidad de Almería

**Diplomada en Enfermería por la Universidad de Murcia

(España)

Laura Nieto López*

laura13383@hotmail.com

Ana Isabel Delgado Barranco**

anaidb_88@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          Este artículo tiene como principal finalidad servir como recurso para ayudar e informar a los docentes sobre la hemofilia y así ser conscientes de los cuidados y el tratamiento que hay que llevar a cabo con alumnos que padecen esta enfermedad en las diferentes situaciones que se pueden presentar.

          Palabras clave: Educación Física. Hemofilia. Prevención.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 185, Octubre de 2013. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

1.     Introducción

    La hemofilia es una enfermedad de las consideradas raras, su incidencia es baja, la tipo A presenta una incidencia de 1/6000, mientras que la tipo B tiene una incidencia de 1/30000.

    A pesar de ello puede resultar útil el conocimiento de dicha enfermedad en caso de tener un alumno con la misma.

    La hemofilia se trata de una enfermedad hereditaria en la que se produce un problema de coagulación de la sangre, debido a la falta de factores de coagulación, los cuales son elementos necesarios para dicho acto, se trata de una enfermedad ligada al cromosoma X, por lo que las mujeres son las portadoras y los hombres la padecen.

    Existen dos tipos. La hemofilia tipo A, la cual se produce porque no es del todo funcional el factor VIII y la Hemofilia B cuando no lo es el factor IX. Lo cual puede deberse a que no haya factor, haya poco o no funcione correctamente. La gravedad vendrá determinada en función de la cantidad de factor que posean, lo que dará lugar a hemofilias leves, moderadas, las cuales presentaran un poco de factor y graves no presenta factor.

2.     Manifestaciones de la enfermedad

    Las principales manifestaciones de dicha enfermedad son hemorragias espontáneas, sangrado excesivo en caso de traumatismo, hemorragias articulares y musculares.

    Recordaremos que anatómicamente el hueso se encuentra cubierto por una capsula articular que presenta a su vez un revestimiento llamado membrana sinovial, la cual presenta gran cantidad de capilares. En su interior encontramos un líquido oleoso que facilita la movilidad de la articulación, evitando los roces.

    En las personas hemofílicas cuando se producen hemorragias en dichos capilares, se inflama la articulación y produce un dolor característico (sensación de hormigueo y calor). Los restos de sangre depositados en dicha articulación irán dañando los tejidos, se disminuye la producción de líquido sinovial con el consiguiente roce de los huesos implicados en dicha articulación. Suele ser más frecuente en la articulación de la rodilla, codo, tobillo, hombro y cadera por orden de mayor frecuencia.

    En los músculos, la hemorragia es similar a la de las articulaciones, contando con rigidez y dolor. Suele ocurrir en la pantorrilla, muslos y brazos.

    El principal problema de ambas hemorragias es que se pueden ver afectados los nervios y arterias y los daños pueden ser irreversibles.

    Estas no son las únicas ubicaciones de las hemorragias, también pueden ocurrir en la cabeza, garganta y otras localizaciones menos graves.

3.     Tratamiento

    No se cuenta con un tratamiento curativo pero sí de mejora, poniendo los factores de coagulación pertinentes. En nuestro país no se considera mortal debido a los medios sanitarios. El tratamiento se puede poner de manera domiciliaria, enseñando a la familia y al propio paciente a usar dichos medicamentos. Lo cual permite que el paciente realice una vida bastante normal.

Sistema de inyección intravenosa

4.     Dieta

    Si el pequeño no presenta ninguna otra enfermedad no requiere una dieta especial, como cualquier niño debe tomar una dieta equilibrada para evitar el sobrepeso, ya que si el niño se pasa con este puede tener daños en las rodillas. SÍ se debe tener cuidado con temas de malnutrición y desnutrición.

    Ciertos nutricionistas recomiendan un aporte extra de alimentos ricos en hierro, proteínas, cobre, vitaminas (C, E, B6, ácido fólico y B12), para ayudar a las pérdidas de sangre. Dentro del grupo de las vitaminas encontramos la C, la cual es de gran importancia en estos casos ya que aumentan la capacidad del organismo para absorber el hierro. Una de las principales fuentes de vitamina C son: frutas y jugos de cítricos (kiwi, piña, fresas, frambuesas, sandía o melón) y vegetales como: brócoli, coles de Bruselas, coliflor, pimientos, espinacas, repollos, patatas blanca y tomates.

    La vitamina K también juega un papel importante en la cascada de la coagulación. El brócoli, espinacas, coles de Bruselas y coles, son alimentos ricos en vitamina K y E. La vitamina E también se encuentra en los aceites vegetales.

    Para niños de entre 4 y 18 años el aporte extra de hierro debe ser de 10 a 12 miligramos por día. A pesar de ser necesarios los aportes debemos tener cuidado ya que los excesos pueden provocar trastornos gastrointestinales, como nauseas y estreñimiento.

5.     Cuidados en clase de Educación Física

    El ejercicio de manera moderada no supone ningún problema para los niños con hemofilia además ayuda a mejorar las relaciones sociales.

    El ejercicio programado ayuda a la prevención de la atrofia muscular. Si los músculos están ejercitados, la articulación será más estable y tendrá menos tendencia a sangrar. Con este tipo de alumnos debemos evitar las sobrecargas musculares ni forzar las articulaciones ya dañadas

    Como cualquier persona el ejercicio debe iniciarse de manera paulatina y progresiva. Y se debe terminar de manera suave con estiramientos. Además debe estar adaptado a las posibilidades del niño.

    Si apareciese molestia debe detenerse el ejercicio y reanudarlo cuando esté completamente recuperado.

    Si el niño está con tratamiento profiláctico (factor de coagulación) debe hacerlo coincidir con los días de realización de Educación física, así contara con mayor cantidad de factor de coagulación, y por ende, con menos riesgo de hemorragia.

    La Federación Mundial de Hemofilia aconseja los siguientes deportes: natación, tenis mesa, senderismo, pesca, baile, golf, bádminton, ciclismo y pádel.

    No son recomendados deportes violentos como: boxeo, motociclismo o deportes que conllevan contacto físico como el fútbol, balonmano o baloncesto.

    En las clases de Educación física los profesores suelen recomendar el uso de calzado adecuado, pues en estos niños debemos hacer hincapié debido a que un mal calzado hará que haya más impacto contra el talón y riesgos de torceduras.

    Los enfermos que están en tratamiento profiláctico pueden aprovechar los períodos con buenos niveles de factor para desarrollar actividades deportivas con más contacto, con menos riesgo de presentar complicaciones hemorrágicas.

    Dado que la mayoría de los enfermos en edad de crecimiento siguen pautas de tratamiento profiláctico, es recomendable coordinar el tratamiento y la práctica de deporte, de manera que la máxima actividad coincida con los niveles más altos de factor.

6.     Cuidados en caso de accidente

    Las rozaduras, caídas y demás traumatismos son frecuentes en los niños y no suponen ningún problema, pero en el caso de los niños hemofílicos suponen un problema adicional.

    Contamos con que en las clases de Educación física se producen la mayoría de lesiones en los centros escolares, junto con el recreo. Por este motivo consideramos de vital importancia que el profesor responsable de dicha asignatura tenga unos conocimientos mínimos sobre la enfermedad, sus cuidados y el que hacer en caso de emergencia.

    Como hemos dicho anteriormente el tratamiento se puede poner de manera domiciliaria con el entrenamiento pertinente, ya que se suele tratar de medicación intravenosa, pero es importante que contemos con medicación en el centro educativo para casos de urgencia, así igual que es importante que el docente responsable fuera capaz de administrarla, a pesar que no está dentro de las obligaciones de los docente. El hecho puede salvarle la vida o evitar complicaciones al alumno.

    Como hemos dicho debemos cuidar los golpes, traumatismos y hemorragias.

- Hematomas (cúmulo de sangre por una hemorragia interna). Se debe poner hielo, si se acompaña de inflamación que no cesa y aumenta llamar a la familia.

- Hemorragia bucal. Son frecuentes con la caída de los dientes, se puede hacer presión con una gasa mojada en Epistaxol, otra solución es poner agua fría.

- Hemartrosis (hemorragia en la articulación). Poner hielo, si se puede dar paracetamol y poner la articulación en reposo. En los casos de hemartrosis en los dedos se pueden juntar (sindactilia) para inmovilizarlos.

- Hemorragia nasal (epistaxis). Lo primero es poner un algodón o gasita en la nariz, y presionar la zona superior para ayudar a cortar la hemorragia. Depende del autor que consultemos, pondremos la cabeza en posición anatómica o inclinada hacia atrás. Se pueden poner unas gotas de Epistaxol en la gasa o algodón.

- Heridas. Lo primero a realizar en las heridas es el lavado con abundante agua y jabón, deberemos cubrir con una gasa limpia, nunca con algodón, ya que deja restos que dificultan la cicatrización, si fuera necesario porque el sangrado no cesase, se debe poner un vendaje compresivo. Una vez cese el sangrado de sebe limpiar, como cualquier herida, con un antiséptico. Existen en el mercado parches que ayudan a la cicatrización de las heridas. (Espongostan).

- Traumatismos. La gravedad va a depender de la zona anatómica. Los craneales siempre debemos observar signos de pérdida de consciencia, mareo, nauseas o somnolencia.

- Contusiones (lesión causada por un golpe sin rotura de la integridad cutánea). Poner hielo y hacer presión sobre la zona afectada.

    Se puede tener Botiquín especial con espongostan, epistaxol, compresor y la medicación del niño en el frigorífico.

    Las anteriores pautas de actuación en caso de accidente son genéricas siempre que no tengamos controlada la situación o que revista gravedad se debe avisar a los padres inmediatamente para que lo comuniquen a la unidad de hemofilia pertinente. Si la situación está controlada y no reviste gravedad deberemos avisarle cuando vengan a recoger al niño, para que en su domicilio vigilen o lo tengan en cuenta.

    Consideraciones especiales: nunca debemos dar aspirina a un niño hemofílico, ya que la aspirina es un anticoagulante.

7.     Situaciones en las que debe acudir al hospital

    Siempre que alguna de las situaciones anteriores sea de gravedad y pongan en peligro la vida del niño, pero también en casos como:

  • Hemorragia externa.

  • Hematuria (sangre en la orina).

  • Golpes en la cabeza.

  • Dolor abdominal de origen desconocido.

  • Hinchazón del cuello o en su alrededor.

  • Dolores de las articulaciones.

Referencias

Otros artículos sobre Actividades Físicas Especiales

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 18 · N° 185 | Buenos Aires, Octubre de 2013
© 1997-2013 Derechos reservados