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El enfoque comunicativo en las clases de 

gramática en la carrera de español y literatura

 

*Licenciado en Español-Literatura. Master en Ciencias Pedagógicas. Profesor Asistente

de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Blas Roca Calderio de Granma

**Licenciado en Cultura Física. Master en Longevidad Satisfactoria

Profesor Auxiliar de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma

***Licenciado en Educación, en la especialidad de Educación Física. Master en Longevidad Satisfactoria. 

Profesor Auxiliar de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma

MSc. Lic. Miguel Alberto Anaya Almeida*

MSc. Lic. Dixan Alba Martínez**

MSc. Sabino Enrique Alba Martínez***

dixan7@yahoo.es

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Las universidades de ciencias pedagógicas tienen como máxima aspiración la formación de profesionales dotados de los conocimientos, habilidades y valores necesarios para interactuar exitosamente en los contextos educacionales. En este caso, la carrera Licenciatura en Educación Español-Literatura tiene como objetivo egresar un profesor que domine el sistema de la lengua y sepa utilizar los recursos lingüísticos en las diferentes situaciones comunicativas que ha de enfrentar la asignatura Gramática Española comprendida dentro de la disciplina. El presente trabajo está basado en algunas consideraciones sobre el enfoque comunicativo en las clases de Gramática para los estudiantes de primer año.

          Palabras clave: Comunicación. Gramática. Literatura.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 184, Septiembre de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La gramática como toda ciencia tiene bien delimitado su objeto de estudio, su relación con otras ciencias y sus antecedentes, porque ella es producto del desarrollo científico a través de los tiempos. La gramática de la lengua ha evolucionado hacia una gramática del discurso, que estudia las estructuras gramaticales en los distintos tipos de discursos, pues su empleo depende del significado emitido por el hablante y del contexto en que se lleve a cabo el acto comunicativo.

    En este capítulo se analizan conceptos fundamentales para el estudio de la Gramática Española como los niveles de la lengua, los niveles constructivos del discurso, así como los conceptos de macroestructura semántica, macroestructura formal y superestructura esquemática, que no pueden obviarse en una gramática que rebasa el límite de la oración y la analiza en sus relaciones en el discurso.

    La comunicación, como necesidad vital de todo ser humano, ha sido objeto de interés desde tiempos remotos por parte de hombres de ciencia, de investigadores, tanto sociólogos, como pedagogos, así como de lingüistas, entre otros.

    El término comunicación proviene del vocablo latino “communicatio, -onis” que significa comunicación y este a su vez se origina a partir del verbo communico” que significa “poner en común, compartir, recibir en común”.

    De ahí que el término comunicación sugiere inmediatamente la noción de compartir, pues si no hay, al menos, un emisor que trasmita el mensaje y un receptor que lo reciba, no puede hablarse de que se ha llevado a cabo un proceso comunicativo.

    Mediante la comunicación se trasmite información y, por supuesto, cuando la comunicación es efectiva, los sujetos que comparten esa información adquieren conocimientos y lo anteriormente ignorado pasa a formar parte de sus saberes.

    El hombre posee la capacidad de comunicarse mediante el lenguaje, instrumento de que dispone para comunicarse en sociedad. En los albores de la humanidad, los hombres, reunidos en el proceso de la actividad laboral, tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros, dada la complejidad ascendente de las faenas a realizar y las relaciones en sociedad y, mediante sucesivas transformaciones de la laringe, órgano de la boca, fueron emitiendo sonidos articulados. Puede hablarse, entonces, del lenguaje articulado.

    El enfoque comunicativo en la enseñanza de la Gramática como asignatura del currículo propio de los estudiantes que cursan la carrera de Español y Literatura, supone una estrecha relación entre el profesor que impartirá el mismo, el cual será un facilitador para la apropiación de los contenidos sin olvidar la conexión entre los nuevos conocimientos y el alumno, logrando que éste no sea un ente pasivo en el análisis gramatical.

Desarrollo

    El enfoque comunicativo como elemento esencial en este tipo de enseñanza debe poseer peculiaridades como:

  • El fin de la comunicación efectiva.

  • El estudio se basa en el aprendizaje para comunicarse.

  • Desde el inicio se encuentran los intentos para lograr una comunicación a través de situaciones comunicativas.

  • Los diálogos empleados se deben elaborar sobre la base de las funciones comunicativas.

  • La contextualización es una premisa fundamental pues los contenidos lingüísticos siempre deben estar contextualizados.

  • Lograr una pronunciación comprensible pues el objetivo es lograr una competencia comunicativa.

  • Las variaciones en el lenguaje constituyen un concepto fundamental en los materiales que se emplean y en la metodología.

  • La expresión fluida y aceptable es el objetivo fundamental, pues la corrección no sen juzga de forma abstracta sino en contexto.

  • Los estudiantes deben interactuar mediante el trabajo en parejas o en grupos, pues así se libera la expresión espontánea y creativa del alumno.

    Además posee principios que son de carácter inviolable para lograr el éxito del enfoque comunicativo. Estos son:

  • La concepción del lenguaje como sistema de signos que participan en la comunicación social.

  • La relación entre pensamiento y lenguaje (noesis y semiosis)

  • La unidad en el estudio de los hechos lingüísticos, es decir, el empleo de los medios de expresión de acuerdo con los usos funcionales y comunicativos.

  • El significado funcional comunicativo manifestado en el discurso constituye lo primario y no sus rasgos estructurales y gramaticales.

    Categorías con las que opera este enfoque:

  • La actividad comunicativa verbal.

  • El texto.

  • El significado.

  • El contexto.

  • La intención comunicativa.

  • La finalidad comunicativa,

  • La función comunicativa.

    Rasgos comunes en la enseñanza de la Gramática:

  • El fundamento metodológico: la filosofía marxista leninista.

  • Los principios teóricos.

  • La aplicación de los principios didácticos generales.

  • El enfoque comunicativo.

  • La elaboración de los contenidos y la aplicación de los métodos sobre la base de la teoría dialéctico – materialista del conocimiento.

  • La metodología.

  • El tratamiento de la expresión oral y la comprensión auditiva de textos seleccionados por el profesor.

  • El tratamiento del error.

  • La selección de las unidades lingüísticas.

  • La presencia de la interferencia.

  • El tratamiento del léxico.

    Tradicionalmente la enseñanza de la Gramática se ha centrado en el estudio de la estructura formal de la lengua. En este contexto de la enseñanza del Español como asignatura y de la gramática como componente de la lengua se ha conjugado con la enseñanza de la lectura y la redacción. Enseñar a leer y a escribir ha sido siempre una tarea esencial de la escuela. Pero… ¿qué tipo de reflexión sobre la lengua es necesario impulsar en nuestras universidades, escuelas y aulas en las cuales impartimos la Gramática.

    Intentaremos dar respuesta a lo largo del desarrollo de este trabajo y de los debates y análisis que él generará posteriormente en cada uno de nuestros lectores.

    La enseñanza de la Gramática debe combinar armónicamente tres prácticas medulares y sistemáticas con el objetivo de provocar el desarrollo y el crecimiento integral de los sujetos que aprenden. Estas prácticas son:

  • La instrumental, que presupone concebir el aprendizaje de la Gramática como herramienta que permite el desarrollo de competencias con el objetivo de poder hablar y escribir, escuchar y leer adecuadamente, ajustándose a las diversas situaciones en las que el alumno debería participar.

  • La expresiva, presupone la emisión de opiniones y juicios personales, la expresión de los afectos, así como la posibilidad de compartir con los otros, experiencias vitales que se experimentan, son necesidades básicas y esenciales del ser humano que se expresan esencialmente mediante el lenguaje.

  • La estética, presupone la peculiar índole de esta capacidad del lenguaje, puede y debe asumirse desde un tratamiento dual: el de la recepción y el de la producción.

    Lograr una recepción placentera, gozosa, y transitar por un campo de producción en el que enseñamos a nuestros alumnos a “embarrarse” las manos, la boca y el corazón con las palabras, son condiciones indispensables para lograr un aprendizaje y una enseñanza desarrolladora en la que se adquieren experiencias del lenguaje y con el lenguaje.

    Para lograr combinar armónicamente estas tres prácticas es necesario que propiciemos también, desde todas las clases tres procesos básicos: el de comprensión de los mensajes orales y escritos, lingüísticos y no lingüísticos, el de la reflexión o análisis de los elementos de la lengua y de la literatura que intervienen en estos mensajes y cuyo uso adecuado los hará más eficientes y efectivos y el de la producción, o sea, el hacer diferentes cosas con el lenguaje.

    Dado el fuerte carácter instrumental de la enseñanza de la lengua, la reflexión o el análisis podrán concebirse como un componente funcional al servicio de poder mejorar los niveles de comprensión y construcción de significados, de text6os de diversas naturaleza; procesos estos en los cuales la reflexión y el análisis actúan como mediadores desde los cuales se aporta y se profundiza en el sistema conceptual que servirá de soporte regulador de los disímiles usos y conductas verbales.

    El proceso de reflexión y análisis se verá como un proceso lógico del pensamiento, en estudiantes que ya dominan un nivel de profundización de su idioma, mediante el cual es posible descomponer el todo en sus partes. Como método lógico, no puede disociarse del proceso opuesto, es decir, de la síntesis, que permite integrar las partes en un todo armónico hasta alcanzar una visión generalizadora del aspecto de la realidad que s objeto d análisis, de reflexión, de estudio. Análisis y síntesis son los polos de un mismo proceso. El análisis y la reflexión implicarán siempre una actitud de búsqueda, de establecimiento de relaciones, de pensamiento profundo, un estado de curiosidad que incentiva la lectura profunda y el análisis.

    Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la reflexión de la Gramática? Hablamos solamente de la Gramática y de un sistema de conceptos referidos a ella. Evidentemente cuando hablamos de reflexión sobre la lengua estamos hablando de:

  • La reflexión, el análisis de un eje contextual que implica la comunicación, las lenguas, los hablantes. Desde este punto de vista es necesario que nuestras clases de Gramática propicien la reflexión sobre las variedades lingüísticas – sobre todo en países pluriétnicos y plurilingüísticos – a fin de clarificar progresivamente la realidad sociolingüística más próxima al alumno: la lengua / lenguas del entorno familiar, escolar, comunitario… y que se favorezca una posición ética, de respeto, ante ellas. El alcance y la dimensión de esta reflexión dependerá de las características del centro, de la zona en la que está ubicado, del modelo lingüístico que se sigue, del nivel sociocultural de los estudiantes. Se hará énfasis en el respeto hacia las variantes que puede asumir la lengua y hacia la coexistencia de ellas, así como a la necesidad de adoptar registros según la situación comunicativa y la relación de comunicación en que se encuentran los hablantes. También hablamos de los diversos contextos o series en los que se inserta el texto que usará el profesor para sus clases y evaluaciones.

  • La reflexión sobre el propio proceso de comunicación, lo cual implica reflexionar y analizar los diversos usos del lenguaje verbal y no verbal, así como las relaciones que se establecen entre emisor-canal-código-contexto-texto. En el caso del texto utilizado por el profesor deberá verse una especial comunicación entre un autor y los diversos lectores o receptores que se acerque a su obra; en esencia, implica ver el texto como un acto de comunicación que le permita a los estudiantes interaccionar con el texto seleccionado y con la comprensión que el profesor desea hacer de él.

  • La reflexión sobre el texto – y los textos – a partir de actividades de recreación, manipulación y transformación de textos de diferentes estilos funcionales. Se hará ver la necesidad de trascender el nivel oracional para llegar al textual. Particular interés tendrá el análisis y la reflexión sobre las relaciones texto(s)- medios de comunicación, así como los acercamientos al análisis y comprensión de textos de carácter periodísticos, publicitarios y propagandísticos. Especial interés tendrá el abordaje de la reflexión sobre el texto utilizado en clases, sus peculiaridades, sus características y rasgos distintivos.

  • La reflexión lingüística o gramatical, propiamente dicha, desde ésta perspectiva será necesario plantearse, ¿qué gramática estudiar? La gramática moderna o la gramática tradicional. ¿Por qué y para qué estudiar la gramática tradicional? Entendemos que la reflexión sobre la gramática tradicional en estos casos está en función de los usos, desde una perspectiva funcional, mucho más útil y siempre en función, además, de los procesos de comprensión y producción de significados lingüísticos y gramaticales que distinguen a los diferentes tipos de textos. Una enseñanza de la lengua centrada en el logro de la competencia lingüística y comunicativa de los estudiantes, propiciará el desarrollo de las habilidades lingüísticas y hará compatible el aprendizaje del uso de la lengua con la reflexión sobre ella, de manera que, gradualmente se fomente la conciencia lingüística de los alumnos sobre los métodos discursivos que se utilizarán en cada situación y en cada contexto de comunicación en el que como sujeto se encuentre. Especial atención habrá de concedérsele al texto escogido por el profesor y a los diversos acercamientos que en pos de su lectura, análisis y estudio se deben y pueden asumir.

    Sin embargo, una ojeada – miara pronta y ligera – a las cuestiones gramaticales y su enseñanza – en particular – nos permite percibir la adopción de diferentes enfoques entre los que se destacan:

  • Un enfoque gramatical – tradicional que concibe el estudio de la lengua desde las perspectivas normativas y descriptivas de las estructuras del lenguaje. El centro del análisis y de la reflexión en este enfoque es la oración y las llamadas categorías gramaticales (o partes de la oración), apoyado en los supuestos teóricos y normativos de la Real Academia Española. La enseñanza de la lengua, en general, descansa en la primacía del eje gramatical – oracional y la lectura y la redacción se conciben desde la decodificación, la que asegura el proceso comprensivo y productivo. Los que los conceptos de correcto / incorrecto se convierten en claves del aprendizaje.

  • Un enfoque gramatical-generativista, apoyado en el estudio de una gramática predictiva que tuvo en la oración su concepto clave y que aborda el estudio de las categorías gramaticales y de los procesos sintácticos desde una perspectiva creativa.

  • Un enfoque gramatical-comunicativo, también llamado nocional-funcional o textual o discursivo, apoyado en las aportaciones de diversos campos del saber humano (Teoría de la Comunicación, Teoría de la recepción del texto: cognitivas, pragmática, semiótica) que enfatizan en una gramática donde los conceptos sean básicos, claves y trascendentales y en el que el centro del análisis es el propio proceso comunicativo. Su aplicación didáctica parte de un concepto de aprendizaje desde perspectivas constructivistas, cognitivas y socioculturales.

    Más allá de los enfoques que se sigan, cada vez más, los especialistas y teóricos, coinciden en que el único y más importante eje de la enseñanza de la gramática es la reflexión sobre la lengua, lo que hace que haya una mejoría en los desempeños verbales y comunicativos de los estudiantes. De ahí, la imperiosa necesidad de lograr un dominio de los conceptos y de las operaciones gramaticales básicas en función de usos eficientes y eficaces de la lengua.

    Es justo, también apuntar que la defensa de un mínimo de reflexión gramatical en nuestras aulas descansa en una tradición pedagógica que nos viene desde el enfoque tradición al, desde una concepción filosófica del lenguaje y de unas reflexiones vigotskianas en torno a la relación pensamiento –lenguaje desde las que se sustentan criterios de valor como estos:

  • El conocimiento de la gramática nos aporta el conocimiento de las reglas que favorecen y regulan nuestros intercambios verbales, orales y escritos.

  • El conocimiento gramatical de una lengua favorece el proceso de adquisición de otras.

    Hoy se hace necesario subrayar, además, que la reflexión sobre la lengua deberá trascender sus estrictos límites lingüísticos para abarcar aspectos que implican lo textual y lo contextual. Y al hablar de lo textual nos estamos refiriendo al hecho cada vez más aceptado que la cultura es entendida como una transacción de textos, que enseñar lengua es enseñar a operar con el lenguaje, con los textos como unidades de comunicación mucho más ricas y complejas, dotadas de cierta estructuras y ajustadas a ciertas situaciones y condiciones pragmático-comunicativas y socio-culturales.

    Es necesario comprender que el texto no es una simple suma de oraciones, aunque estas estén correctamente construidas desde criterios gramaticalistas, sino que, existen reglas que van más allá de las palabras, de los sintagmas, de las oraciones en sí mismas; reglas que nos ayudan a dotar de coherencia, de pertinencia y de adecuación a nuestros enunciados verbales y que mucho tienen que ver con los contextos en que esa comunicación se desarrolla y con las intenciones y propósitos con que se emiten para lograr que el estudiante sea capaz de comprender en cualquier sentido lo que se quiere comunicar.

    De ahí la importancia de enseñar a nuestros alumnos que todos los textos que ellos lean o escriban van a tener propósitos comunicativos, de convecciones socioculturales, de relaciones con uno o con varios receptores. Es necesario, entones, enseñar a usar adecuadamente nuestra propia lengua, ajustarla a un determinado emisor y receptor, a una situación de comunicación particular, a unos propósitos concretos, todo lo cual afectará tanto al qué se dice como al cómo, al porqué y para qué se dice lo que se dice.

    La enseñanza de los contenidos lingüísticos gramaticales más allá del enfoque que asuma, deberán atender a estos dos principios básicos:

  • El aprovechamiento óptimo del conocimiento implícito que de las estructuras de la lengua y de su funcionamiento posee cada alumno, pues se aprende mejor y se logra un saber más duradero cuando se rescatan los saberes acumulados por cada sujeto, los saberes experienciales que lo han acompañado a los largo de su vida.

  • La vinculación de la reflexión lingüístico-gramatical con los procesos de comprensión y producción de significados, con el fin de descubrir la funcionalidad de las estructuras de la lengua, o sea, el por qué y el para qué se usan en determinados textos concretos.

    Se trata en resumen, de enseñar a pensar, a operar adecuada y eficazmente con el lenguaje, de tal modo que se perfeccione el proceso de razonamiento consciente y con él - y desde él - de las habilidades comprensivas y productivas básicas, que le permita al estudiante servirse del mismo para dominar su propio idioma.

    Y para que eso sea así, es necesario, para finalizar, esbozar algunos principios didácticos básicos en el tratamiento de la reflexión sobre la enseñanza de la Gramática. Estos principios son:

  • Principio de la asequibilidad, el cual implica ir de lo fácil a lo difícil, de lo más sencillo a lo más complejo, de la experiencia implícita en los sujetos al razonamiento y metateórico (metalingüístico) de la práctica a la teoría.

  • Principio de la accesibilidad, presupone la articulación adecuada de los contenidos a través de los diferentes períodos del aprendizaje.

  • Principio de la gradualidad, supone una gradación cada vez más ascendente de los contenidos y de los procesos cognitivos en dependencia de la edad y de la madurez intelectual que se logra en cada etapa del desarrollo, implica una gradualidad de los niveles de asimilación y de desempeño cognitivo de los sujetos.

  • Principio de la sistematicidad, implica la permanencia, le regularidad y la jerarquización al trabajar esos contendidos. Jerarquizarlos implica atribuir un orden de prioridad cuando los abordamos en cada clase - y en los sistemas de unidades y clases a lo largo de un programa, año o institución. Además, este principio supone el carácter sistémico y sistemático de la reflexión sobre la lengua a lo largo de las unidades de estudio, de los sistemas de de clases y mucha relación guarda con las etapas de formación de los conceptos. Estas etapas son: la de familiarización, la de caracterización y definición y la de enriquecimiento y profundización. Supone además una consolidación permanente para lograr la asimilación consciente de los sistemas de conceptos, leyes, juicios, habilidades, destrezas, capacidades y competencias.

  • Principio de la funcionabilidad, o sea, de la utilidad objeto de estudio, revela el porqué y el para qué se estudian determinados conceptos, en función de perfeccionar los procesos de comprensión y expresión de significados, elementos claves en el logro de la competencia comunicativa.

  • Principio de la selectividad, impone una cuidadosa selección de los textos en función de los objetivos propuestos y de las necesidades reales de los estudiantes con los cuales se trabaja.

  • Principio de la enseñanza del análisis o reflexión, o sea, en la demostración sobre cómo hacer se aprende a hacer.

Conclusiones

    La reflexión y el análisis de este trabajo implicará revelar:

  • El nivel alcanzado por los estudiantes de las habilidades para describir y explicar las características y funciones de las estructuras lingüísticas a través del análisis gramatical permitieron el aprovechamiento óptimo del conocimiento implícito que de las estructuras de la lengua necesitan aprender y aplicar en su espacio profesional.

  • El dominio de estrategias cognitivas y metacognitivas para comprender y producir significados.

  • La competencia para interactuar en diferentes contextos socioculturales principalmente en su futura formación como profesor de Español y Literatura.

Bibliografía

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