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La innovación mediante la investigación en las 

ciencias del deporte. Observaciones del caso peruano

 

Licenciado en Educación Física por la Escuela Académico Profesional

de Educación Física de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

(Perú)

Lic. Américo Salim Bravo Huaynates

salimlima@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          El deporte peruano requiere de una visión multidisciplinaria para lograr explicaciones profundas y sistemáticas que se transfieran, por medio de tecnologías, al logro de cambios sociales favorables. Sin embargo, el estado actual de las ciencias del deporte en el Perú es preocupante, debido a la escasa producción académica, que condiciona una administración ineficiente del deporte. Este artículo sugiere un conjunto de soluciones y estimula la generación de información valiosa para la reorientación de los programas deportivos desde un punto de vista ético.

          Palabras clave: Innovación deportiva. Ciencias del Deporte. Estudios. Perú.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 179, Abril de 2013. http://www.efdeportes.com/

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    El deporte, como objeto de estudio, es una actividad que involucra varios niveles de organización de la realidad; por ejemplo, el nivel molecular (Genética en el deporte), el nivel tisular (Morfología funcional en el deporte), el nivel psíquico (Psicología del deporte) y el nivel social (Sociología del deporte). Es decir, el hecho deportivo involucra un conjunto de estados, procesos, causas y efectos que se llevan a cabo en proteínas, células, tejidos corporales, sistemas neuronales y sociedades. Por tanto, para lograr una comprensión detallada y sistemática del fenómeno deportivo, la investigación en el deporte debería orientarse hacia explicaciones de tipo multinivel e internivel. La explicación del éxito de los corredores africanos de largas distancias brinda un claro ejemplo de ello (Myburgh, 2003). Pero, las explicaciones -por más exhaustivas que sean- no son útiles en sí mismas, porque ellas persiguen valores como la verdad, la profundidad conceptual, la racionalidad científica, la exactitud y la claridad. En cambio, los artefactos y los servicios (por ejemplo, un dinamómetro o la asistencia técnica durante el entrenamiento) son categorizados según la escala de valores impuesta por la factibilidad, la eficiencia, la fiabilidad, el control, la efectividad y la utilidad práctica.

    Por su parte, las innovaciones, entendidas como los cambios introducidos en la producción de la riqueza o del bienestar social, pueden ser científicas o tecnológicas, sociales o naturales, universales o locales, absolutas o relativas y genéricas o específicas. En cualquier caso, es necesario contar con un cuerpo de conocimientos obtenidos de manera sistemática que sirva de fuente para la producción de la innovación; así como de un ethos propio basado en la tolerancia, la responsabilidad y la solidaridad que guíen la transformación social (Quintanilla, 2005). Algunos estudios previos llaman la atención acerca de la necesidad de estos dos componentes. En particular, el deporte profesional como impulsor del desarrollo económico parece ser una ilusión, porque la presencia de equipos profesionales no aumenta la generación de empleo ni el ingreso per cápita de las ciudades hospedadoras, sino que redistribuye desigualmente el gasto en ocio a favor de los unos pocos (propietarios, jugadores, etc.) (Baade, 1996; Swindell & Rosentraub, 1998). Es decir, el deporte profesional es un generador de desigualdad económica y, por ello, el conocimiento y una ética deberían reorientar la administración del deporte e impulsar el bienestar social por medio de este.

La redistribución desigual de la riqueza promovida por el deporte profesional

no es compatible con los ideales olímpicos. (Imagen. Aros olímpicos)

    Dentro del panorama descrito, la innovación desde las ciencias del deporte es un problema con trascendencia cultural, económica y política que debería ser objeto de estudios sociales. La situación actual de las ciencias del deporte en el Perú es preocupante, porque se vive literalmente de “una economía de conocimiento ‘prestado’ que alberga pocos expertos locales” (Moro-Martín, 2012), lo que convierte a los peruanos en consumidores de productos importados y en ineficientes gestores del cambio porque no disponen de conocimiento ni de indicadores fidedignos de su desarrollo deportivo (Bravo, 2011). Por eso, se sugiere aumentar la información acerca de cuáles son los factores que estimulan e inhiben la innovación en el sistema deportivo peruano; es decir, a qué se debe la escasa capacidad de innovación y la baja propensión a innovar en este campo. Presumo que esto se debe a que las siguientes causas: (1) la escasa implementación y disponibilidad de tecnologías así como de profesionales no capacitados para su utilización; (2) una ideología extremadamente pragmática y economicista que ha olvidado que uno de los principales insumos para alcanzar el progreso deportivo proviene de la investigación científica y aplicada; (3) una ética basada en el consumo de productos industriales que minusvaloriza o desvaloriza la producción ideas originales, creativas, auténticas y, por tanto, únicas; (4) una actitud de desconfianza hacia la ciencia, debido a la creencia de que no puede resolver problemas prácticos; (5) una actitud que evita la incertidumbre o la asunción de riesgos, clave para la innovación en el deporte y en cualquier otro campo.

    ¿Qué es lo que deberían hacer los investigadores y los decisores políticos frente a la problemática mencionada? Primero, los investigadores deberían organizar su trabajo desde un punto de vista multidisciplinario. Por ejemplo, sabemos que el involucramiento en el deporte (variable social) es mayor generalmente cuando el capital cultural y el capital económico se incrementan (involucramiento de naturaleza biselectiva); que estas tendencias son independientes una de otra; que aquellos agentes sociales con más capital cultural son menos probables de involucrarse en los llamados “deportes del proletariado” (boxeo, levantamiento de peso, lucha, etc.); y que estas orientaciones sociales se explican a partir de preferencias, gustos, habilidades y conocimiento (variables psicológicas) (Wilson, 2002). Asimismo, los investigadores deberían empezar por atender las áreas de investigación que están más descuidadas; por ejemplo, para llevar a cabo cualquier programa social, primero se necesita saber quiénes, cuántos y dónde están los involucrados, y para responder a estas preguntas es necesario llevar a cabo investigación demográfica y geográfica, disciplinas que son inexistentes –según nuestro conocimiento– en el estudio del deporte peruano.

    Segundo, los políticos deberían entender que la actividad científica provee respuestas, aunque no siempre las respuestas esperadas; que hoy no se puede hablar de una política científica del deporte, porque gran parte del conocimiento político en este campo es intuitivo y de sentido común1. Por eso, es su deber estimular esta actividad. Sugiero las siguientes acciones: (1) la creación del primer Instituto Peruano para la Investigación en Ciencias del Deporte destinado a la producción de conocimiento e innovación, que reúna a los mejores investigadores de todas las ramas las ciencias aplicadas al deporte, divididos en las unidades de ciencias naturales, ciencias sociales y transferencia tecnológica y producción de recursos; (2) la implementación del Concurso Trianual en Ciencias del Deporte, con una amplitud nacional y sudamericana. Estas acciones, si se llevan a cabo, no serán el fruto del esfuerzo de una universidad o de empresas individuales, sino del trabajo conjunto del estado, la academia y las empresas interesadas. Es posible que esta confluencia de voluntades ocurra, porque el éxito en el deporte2, que debería ser también éxito en términos equitativos, se correlaciona positivamente con la capacidad económica y el bienestar social (Den Butter & Van Der Tak, 1995), y tanto la economía como el bienestar son objetivos perseguidos por las empresas y las políticas de estado, respectivamente. Entonces, la meta es combinar el triángulo: economía, bienestar y deporte con prudencia y responsabilidad social.

    Finalmente, Dos notas características de la técnica de nuestro tiempo son su orientación hacia la maximización de la eficiencia y la ambición de la innovación continua, ambas dependen críticamente de dos factores: nuestro conocimiento de la realidad y el de las consecuencias, benéficas o maléficas, que generen nuestros cambios. Por ello, si se quiere alcanzar el progreso deportivo como parte del progreso general, esta es la hora de ponerse a hacer, académica, política y realmente.

Notas

  1. Nótese que el único estudio peruano que reporta el Handbook of Sports Studies en su sección de trabajos latinoamericanos (Arbena, 2008) es el estudio realizado por Sánchez-León en 1994.

  2. Medido como cantidad de medallas (oro, plata y bronce) a nivel olímpico.

Referencias bibliográficas

  • Arbena, J. L. (2008). Latin America. En: Coakley J. & Dunning E. Handbook of Sports Studies. SAGE. pp.548-550.

  • Baade, R. A. (1996). Professional sports as catalysts for metropolitan economic development. Journal of Urban Affairs, 18(1), 1-17.

  • Bravo, A. (2011). La investigación aplicada a las políticas deportivas. El Peruano, Martes 8 de febrero de 2011, 22.

  • Den Butter, F. A., & Van Der Tak, C. M. (1995). Olympic medals as an indicator of social welfare. Social indicators research, 35(1), 27-37.

  • Moro-Martín, A. (2012). Spanish changes are scientific suicide. Nature, 482(7385), 277.

  • Myburgh, K. H. (2003). What makes an endurance athlete world-class? Not simply a physiological conundrum. Comparative Biochemistry and Physiology-Part A: Molecular & Integrative Physiology, 136(1), 171-190.

  • Quintanilla, M. Á. (2005). Tecnología: Un enfoque filosófico y otros ensayos de filosofía de la tecnología. Fondo De Cultura Económica.

  • Sánchez-León, Abelardo. (1994). The history of Peruvian women's volleyball. Studies in Latin American Popular Culture, 13, 143-152.

  • Swindell, D., & Rosentraub, M. S. (1998). Who benefits from the presence of professional sports teams? The implications for public funding of stadiums and arenas. Public Administration Review, 11-20.

  • Wilson, T. C. (2002). The Paradox of Social Class and Sports Involvement The Roles of Cultural and Economic Capital. International Review for the Sociology of sport, 37(1), 5-16.

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