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Rutina básica de acondicionamiento físico 

para la salud: recomendaciones del ACSM

 

*Diplomado en Educación física por la Universidad Camilo José Cela. Licenciado

en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Católica

San Antonio. Doctorando en Educación Física por la Universidad de Murcia

**Diplomado en Magisterio de Educación Física, Licenciado en Periodismo y en Publicidad

y Relaciones Públicas por la Universidad de Murcia. Diplomado en Magisterio de Inglés

y Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad

Pontificia de Salamanca. Maestro de Educación Física del C.P. Nuestra Señora

de Fátima de Molina de Segura (Murcia)

Juan José Pérez Soto*

jupeso@hotmail.com

Eliseo García Cantó**

eligar61@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo presenta una propuesta de acondicionamiento físico general siguiendo las consideraciones básicas establecidas por el American College of Sports Medicine (ACSM) en cuanto al tiempo de práctica de actividad física semanal y tipo de capacidades a desarrollar para un adecuado mantenimiento de la salud. De ese modo, se presenta un trabajo rutinario dividido en 3 días donde se trabaja fuerza resistencia, resistencia aeróbica, flexibilidad y capacidades coordinativas. Siguiendo estos parámetros se irá en la línea de la consecución de una adecuada salud física, psíquica y social utilizando el ejercicio físico como factor preventivo y curativo de las patologías que amenazan al ser humano, resultantes del estilo de vida actual.

          Palabras clave: Actividad física. Recomendaciones. Salud.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 179, Abril de 2013. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    Dentro del constructo complejo de factores que influencian el envejecimiento, encontramos el ejercicio físico con un marcado poder para prevenir y revertir las patologías propias del proceso. Si bien se conoce que un porcentaje del mismo se encuentra en nuestros genes, otro marcado porcentaje es controlable y depende de la dieta, ejercicio físico y en definitiva del estilo de vida del sujeto.

    Los beneficios del ejercicio físico han sido ampliamente estudiados y continúan en revisión. Aspectos que se pueden corroborar en numerosas investigaciones, es que el ejercicio físico se relaciona positivamente con una mejora de la función respiratoria y cardiovascular, reducción de los factores de riesgo de la arteria coronaria, disminución de la morbilidad y la mortalidad, y otras relacionadas como prevención de caídas, rendimiento laboral, funcionalidad, sensación de bienestar o prevención de ansiedad y depresión.

    A la hora de realizar ejercicio físico habrá que atender a unos parámetros en cuanto a cantidad y calidad se refiere. La cantidad viene marcada por los últimos datos recogidos ACSM (2010) donde recomienda la realización de fitness aeróbico o cardiovascular (5 días/semana intensidad moderada o 3 días/semana intensidad vigorosa o 5 días/semana una combinación); fitness muscular (2 o 3 días/semana con 48 horas de recuperación entre rutina y rutina); flexibilidad (2 o 3 días/semana); equilibrio y agilidad (recomendado 2/3 días semana). En cuanto a la calidad, ésta será marcada por el profesional encargado de la prescripción de ejercicio físico, principalmente en lo referido a la elección de ejercicios cuidando que no comprometan las estructuras músculo-tendinosas y vigilando la correcta ejecución.

    En el presente artículo se realiza una revisión de las características que ha de tener un programa de ejercicio físico basado en lo expuesto por el ACSM, además se expone una propuesta general de ejercicios seguros para un acondicionamiento físico general enfocado a la salud.

2.     Recomendaciones de ejercicio físico según la ACSM

    Entre las publicaciones que el ACSM realiza periódicamente podemos encontrar en la última edición deGuidelines for exercise testing and prescription” (Thompson, Gordon y Pescatello, 2010) las pautas mínimas en cuanto a recomendaciones para un ejercicio saludable.

    Dentro de las mismas se fija el tipo de ejercicio, la frecuencia y la intensidad, dejando libertad para la aplicación de las diversas modalidades de ejercicio del propio sujeto. Sin embargo, para un ejercicio adecuado, se ha de seleccionar cuidadosamente los ejercicios y las rutinas a seguir, sobre todo para el entrenamiento de fuerza y flexibilidad ya que una mala ejecución de ejercicios o una incorrecta periodización puede causar graves daños contra la salud. Como afirma Martínez de Haro y cols. (2012), la actividad física puede ser tratada como un medicamento, teniendo en cuenta los mismos factores: indicaciones, precauciones, contraindicaciones, efectos adversos y posología (dosificación). Sin embargo, el balance entre las posibles contraindicaciones y los beneficios siempre caerá del lado de los beneficios ya que está ampliamente contrastado y estudiado su papel en la prevención e incluso tratamiento de patologías derivadas del estilo de vida y envejecimiento.

    De ese modo, siguiendo las pautas que se exponen indicadas (tabla 1) y con una correcta elección de ejercicios se obtendrá un beneficio en la calidad de vida que ningún otro procedimiento o tratamiento puede aportar.

Tabla 1. Modificado de Thompson, Gordon y Pescatello (2010). ACSM’s Guidelines for 

exercise testing and prescription. General exercise recommendations for Healthy adults.

    Cualquier tipo de capacidad física básica expuesta en la tabla dependerá completamente de cada sujeto. En términos de edad, condición física de partida y posibilidades morfo-funcionales.

    Para el fitness aeróbico o cardiovascular, se deberá calcular de una forma estimada el consumo de oxígeno de reposo (VO2R). Para ello, se pueden observar las siguientes equivalencias (tabla 2).

Tabla 2. Modificado de Thompson, Gordon y Pescatello (2010). ACSM’s Guidelines

for exercise testing and prescription. Classification of Physical Activity Intensity

    Otra opción para conocer la intensidad relativa del ejercicio aeróbico, menos fiable que las anteriores, pero igualmente probada y validada es el “Talk Test” (Persinger y cols., 2004). Dicho test afirma que el estado en el que puedes hablar brevemente sin ir muy cómodo, simplemente puedes dar consignas mientras te ejercitas, es aquel en el que te debes mantener correspondiéndose con una intensidad de moderada a vigorosa. Por el contrario, si llevas un ritmo en el que puedes hablar con facilidad o no puedes hablar te encuentras en intensidad ligera o dura.

    En cuanto a los ejercicios de fitness muscular se refiere, se deberá calcular la repetición máxima (RM) que podemos hacer con peso para tener la referencia. Como se expone, en caso de querer ganar masa muscular se trabajará en porcentajes superiores que si simplemente se quiere favorecer la coordinación intermuscular.

    Por último, los ejercicios de flexibilidad se realizarán acorde a las indicaciones sin llegar a percibir dolor, simplemente notando cierta tirantez ya se estarán estirando las fibras. Los ejercicio de coordinación, equilibrio y agilidad también están indicados pudiendo optarse por alguna modalidad de las indicadas.

3.     Rutina básica de ejercicios

    Atendiendo al estilo de vida sedentario y carente de tiempo que presenta la sociedad actual, en el presente artículo se va a optar por la propuesta de trabajo de 3 días semanales. Siendo importante que sean 3 sesiones de trabajo y que entre sesión y sesión no pasen más de 2 días, ya que los efectos del principio de supercompensación se empiezan a desvanecer pasadas 48 horas.

Fitness Aeróbico o Cardiovascular

    Todas las sesiones se llevarán a cabo con un cronómetro para ver los tiempos de la sesión, y las primeras sesiones con un pulsómetro para adecuarse a los objetivos. En el caso de no disponer del mismo, se empleará el “Talk Test” explicado anteriormente.

    Para trabajar resistencia aeróbica, se puede elegir entre varias opciones: bicicleta, carrera continua, elíptica, marcha o nado. Como mínimo se tendrían que realizar 40 minutos para llegar a la activación del metabolismo lipídico (consumo de grasas). Durante ese tiempo, se irá entre el 64 y 76% de la FCM de cada sujeto. Una forma sencilla y estimada para saberlo es utilizando la fórmula de 220-edad. Si bien no es la forma más precisa, para el objetivo de obtener de forma rápida una noción estimada del rango de trabajo parece ser adecuada. De ese modo, no todas las personas tendrán que trabajar en el mismo rango de trabajo para estar trabajando aeróbicamente. Por ejemplo, una persona de 40 años, tendría que ir entre 115 y 136, para mantenerse en el rango que se persigue. Como ya se ha mencionado, si no se puede extraer ese cálculo se irá en el rango de trabajo jadeante donde se pueda hablar con cierta dificultad, respondiendo así al ritmo de trabajo moderado a vigoroso que estable el “Talk Test”.

    Por lo tanto, el ejercicio cardiovascular que se debería de realizar se puede observar resumido en la siguiente tabla:

Tabla 3. Posibilidades de trabajo cardiovascular de intensidad moderada

Fitness Muscular

    Dentro de la rutina semanal, se trabajará durante dos días ejercicios de fuerza resistencia con cargas livianas o autocargas. Las posibilidades para el trabajo de fuerza son trabajo con cargas libres o gomas, trabajo dirigido con máquinas o trabajo sin ningún implemento. Independientemente del estilo de trabajo por el que se opte, se deberá dar preferencia a los grandes grupos musculares, siendo de vital importancia aquellos destinados al mantenimiento de la postura (faja abdominal y lumbo-sacra). Otros grupos importantes son los gemelos, cuádriceps, pectorales o dorsales. En un segundo plano quedarán pequeños grupo musculares como son los bíceps o tríceps.

    El cálculo del RM principalmente es necesario cuando se va a trabajar en salas de máquinas dirigidas y se persiguen objetivos de ganancia de masa muscular. Si se persigue fuerza resistencia o coordinación intermuscular, lo que se conoce vulgarmente como “definir” la musculatura, con cargas de 1.5kg o 2kg suele ser suficiente.

Tabla 4. Posibilidades de trabajo de Fuerza Resistencia

    Para la rutina que se va a proponer a continuación se utilizarán solamente ejercicios de autocarga, focalización la atención en la musculatura erectora del tronco y de sostén y protección de la columna vertebral. Para la realización de los siguientes ejercicios se ha seguido lo indicado por Akuthota, Ferreiro, Moore y Fredericson (2008) y Akuthota y Nadler (2004) en sus revisiones para el fortalecimiento de la musculatura del core. Además se realizan otros ejercicios de fortalecimiento de tren inferior, dorsal y pectoral.

    Algunos de los ejercicios propuestos, serán de carácter isométrico, por ello los tiempos serán entre 15 y 20” de mantenimiento de la postura, descansando 1 minuto entre serie y serie. Se realizarán 2 series.

    Respecto al resto de ejercicios, trabajarán según lo establecido, 2 series de 25 repeticiones cada una. Se dejará un descanso de entre 45” y 1 minuto entre serie y serie.

Tabla 5. Rutina de Ejercicios con Autocargas

Flexibilidad

    La rutina de flexibilidad siempre se establecerá al final de las 3 sesiones con el objetivo de estirar y elongar la fibra lo suficiente para prevenir contracturas o lesiones futuras. Se estirará durante 30” cada grupo muscular realizándose dos series. Los grandes grupos musculares serán aquellos que convendrá más estirar. Sin embargo, de acuerdo a los estudios del Dr. McGill los músculos del core tienen una función estabilizadora y no interesa que estén laxos, siendo siempre más conveniente su tonicidad.

    Por su tendencia a acortarse y a tener repercusión sobre la postura el grupo muscular más importante a estirar serán los isquiosurales o musculatura posterior del muslo.

Tabla 6. Rutina de Estiramiento de Tren Inferior en Suelo

    Otros estiramientos, menos importantes, que se podrían realizar en la rutina además de los expuestos en la tabla son: pectoral, dorsal y, con riguroso cuidado, los esplenios del cuello.

    Por último, añadir que tanto para el trabajo de fuerza como el de flexibilidad habrá que prestar una especial atención al raquis. Respetando siempre sus curvaturas fisiológicas, focalizando la atención en la rectificación de la lordosis lumbar en algunos ejercicios ya que se pueden producir encorvamientos indeseados que perjudiquen la zona lumbar. Además, se prestará atención a la alineación de las cervicales en los ejercicios de fuerza.

4.     Consideraciones finales

    Con la presente rutina de ejercicios se da respuesta a las recomendaciones establecidas por el ACSM (2010) en cuanto a ejercicio físico para una adecuada salud y calidad de vida.

    El trabajo combinado de las 4 capacidades físicas básicas, sobre todo de fitness aeróbico y muscular, se presenta básico para una adecuada salud cardiovascular. El trabajo de las capacidades físicas de forma aislada es mucho menos efectivo según la literatura científica, de ahí la importancia del trabajo combinado de fuerza y resistencia aeróbica, incluyendo también ejercicios de flexibilidad y otros que impliquen coordinación y equilibrio en las rutinas.

    Los ejercicios propuestos, si bien no son de ejecución muy compleja, en sujetos principiantes precisarían de una ayuda para una adecuada higiene postural durante las tareas. Con la sistematización del ejercicio y conocimiento gradual de las estructuras corporales implicadas, el sujeto iría ganando confianza y transcurrido un tiempo, sería capaz de desarrollar los ejercicios de forma rutinaria de forma autónoma.

Bibliografía

  • Akuthota V, y Nadler SF (2004). Core strengthening. Arch Phys Med Rehabil, 85(3 Suppl 1):S86–92.

  • Akuthota V, Ferreiro A, Moore T, Fredericson M. (2008). Core stability exercise principles. Curr Sports Med Rep, 7(1), 39-44.

  • Martínez de Haro, V., Cid, L., Álvarez, M.J., Del Campo, J. y Sanz, I. (2012). Posibles riesgos de la actividad física sobre la salud. En Actividad Física en Poblaciones Especiales. Salud y Calidad de Vida, 1, 11-12.

  • Persinger R, Foster C, Gibson M, Fater DC, Porcari JP. (2004). Consistency of the talk test for exercise prescription. Med Sci Sports Exerc, 36, 1632–6.

  • Thompson, W.R., Gordon, N.F. y Pescatello, L.S. (2010). ACSM’s Guidelines for exercise testing and prescription (8ª Edition). Wolters Kluwer Health.

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