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‘Poner cera y quitar cera’ en Karate Kid ¿mito o 

realidad del entrenamiento en las artes marciales?

 

Doctor en Ciencias del Deporte (Cuba) y 9º dan de Karate (USA)

Es asesor, capacitador, investigador y escritor sobre diversos

temas educativos, deportivos y marciales

Roberto González Haramboure

rayharamboure@yahoo.com

(Perú)

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo trata del entrenamiento funcional aplicado a las artes marciales, su origen, características, beneficios y principales errores que se cometen en su uso.

          Palabras clave: Entrenamiento funcional. Karate. Artes marciales. Pedagogía. Metodología. Preparación deportiva.

 

Abstract

          The article shows the main information about functional training in martial arts, its origin, characteristics, benefits and the most usual mistakes on its use.

          Keywords: Functional training. Karate. Martial arts. Pedagogy. Methodology. Sport preparation.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 177, Febrero de 2013. http://www.efdeportes.com/

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    ¿Quién no ha disfrutado de las películas de Karate kid, donde lo más atrayente era el entrenamiento usado por Miyagi sensei? Mediante el presente artículo se aborda el tema de ese entrenamiento porque, si bien es cierto que en la industria cinematográfica, aun cuando se utilizan asesores especializados en relación con los aspectos que incluyen las películas, ello no significa que necesariamente se tenga que seguir sus consejos tal cual, sino adaptarlos al contexto de la película.

Una escena de la película “Karate Kid” (1984)

    Eso fundamentalmente obedece a que:

  • Su función es entretener y no enseñar.

  • El hecho de seguir los consejos tal cual pudiera afectar la trama, u otros aspectos de la película.

    Sin ánimo de criticar la decisión de los empresarios cinematográficos, que es completamente comprensible, como profesional de las artes marciales creo de vital importancia aclarar algunos puntos porque, en muchos casos, el televidente asume como verdad absoluta la información recibida, y una utilización inadecuada pudiera traer consecuencias perjudiciales (sobre todo cuando son utilizadas por niños o maestros inexpertos)

    Con respecto al curioso entrenamiento de Miyagi he podido apreciar que en el mundo del Karate se presentan criterios polarizados como:

  • Ese entrenamiento no existe, se inventó solo para la película pero en la realidad es inútil.

  • Ese entrenamiento no existe, se inventó solo para la película pero en la realidad podría ser útil.

  • Ese entrenamiento existe hace tiempo y es útil.

Roberto González Haramboure

    De esos criterios se derivan tres aspectos a tratar en el presente artículo:

  1. Demostrar la existencia anterior o no de ese entrenamiento antes de la película.

    En caso de existir:

  1. Valorar su utilidad.

  2. Analizar algunos aspectos para su adecuado uso.

    Con relación a la existencia anterior de ese entrenamiento, cabe mencionar lo siguiente:

    Actualmente es cada vez más común ver en una clase de Karate, y de artes marciales en general, que se realicen repeticiones de movimientos altamente especializados (kihon) para lograr el nivel de perfeccionamiento deseado. Sin contradecir ese hecho, que obedece a la evolución constante del proceso de entrenamiento, creo necesario recordar que las artes marciales surgieron como una necesidad histórica de defender la vida y las propiedades, en la época medieval del continente asiático. En esa época los sistemas de lucha (luego reconocidos como artes marciales) surgieron de las actividades diarias de las personas (incluso los instrumentos de trabajo comenzaron a ser utilizados como armas, y donde igualmente se reproducían los movimientos propios de cada labor (descascarar arroz, lanzar sacos, cortar hierba, etc.).

    Esa forma de entrenamiento propio de las artes marciales, como mismo sucedió con el entrenamiento bioenergético, ha sido “redescubierto” recientemente por los médicos para mejorar el estado de salud de sus pacientes mediante acciones parecidas a las de su vida cotidiana, y de esa esfera se insertó en el mundo deportivo de manera general. Dicho entrenamiento, según Madrid, J. (2010): “es un método de entrenamiento físico que además de trabajar sobre la capacidad física, actúa sobre las capacidades coordinativas, encargadas de organizar, regular y controlar el movimiento. De esta manera conseguimos que con ejercicios divertidos y amenos trabajen al unísono nuestros sistemas perceptivo, nervioso y muscular. Se trata de una modalidad de entrenamiento físico centrada en ejercicios que imitan los movimientos y trabajos físicos reales realizados en la vida cotidiana, laboral o deportiva, de acuerdo a las necesidades específicas de cada persona, utilizando ejercicios con el propio peso corporal y accesorios adecuados”. En ese caso estamos en presencia del muy conocido: Entrenamiento funcional.

    Luego de demostrar que esa forma de entrenamiento no fue ideada para la película, sino que desde hace mucho tiempo se utilizaba en las artes marciales, a continuación se trata el tema de su utilidad.

    Bien sabido es que todo proceso es más beneficioso siempre que sea integral, por cuanto no solo beneficia cada una de sus dimensiones, sino que por su complementación se acentúa el beneficio general. En este caso el entrenamiento funcional demuestra su integralidad desde el punto de vista: Psico-físico-técnico (porque al realizarlo se necesita de varios pensamientos y movimientos de manera coordinada)

    El planteamiento anterior se sustenta en el criterio de Segura, R. (con el cual coinciden los autores consultados) quien declaró que en el entrenamiento funcional: “Son ejercicios de influencia combinada porque incluyen varias cadenas cinemáticas (acciones motoras relacionadas) eso en lo muscular desarrolla las capacidades y planos integrados, y desde el punto de vista cognitivo favorece el desarrollo de acciones técnicas y movimientos porque moviliza más neuronas y en otras forma más compleja”

    Otro aspecto también vinculado al punto de vista psicológico, pero que también influye en lo físico y técnico, es que esa forma de trabajo por salirse de la rutina habitual del proceso de entrenamiento resulta más motivador.

    Luego de demostrar su utilidad, es necesario destacar algunos aspectos para su adecuado uso.

    Al observar las películas de Karate kid, así como los imitadores que en los dojos reproducen ese entrenamiento, se ha podido observar dos aspectos que merecen especial atención:

    El primero de ellos es la despersonalización del proceso, es decir, inducir al sujeto (budoka) a realizar los movimientos sin conocer su esencia ni finalidad. En ese caso, por las razones inicialmente explicadas, no tiene mayor implicancia que Miyagi no indicara que pintar cerca arriba era imitando el Koken uke y que pintar cerca abajo era Nagashi uke, o que dar cera era Uchi uke y que quitar cera era Soto uke, pero ello sí constituye un grave error en caso de usarse de la misma manera en un dojo.

    Ese error consistente en que solo posteriormente que el alumno domine el movimiento (sin conocer su uso real) es que se le dice para que sirve, trae como consecuencia que se el incumplimiento del principio pedagógico del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del profesor. El mismo, según Luis Daniel Mozo Cañete basado en el criterio de Klinberg (1990) y Labarrere (1991): “Constituyen la esencia de este principio, dos elementos fundamentales: la asimilación consciente de los alumnos en la clase y el desarrollo de la actividad cognoscitiva. El primero de estos elementos, es condición fundamental para el aprendizaje. A veces los estudiantes realizan un aprendizaje mecánico por deficiencias en la organización y conducción del proceso de enseñanza, por eso es importante que el profesor tenga presente que no se trata de que los estudiantes simplemente recuerden lo que él explica, sino que reflexionen sobre lo que deben hacer. El segundo elemento se basa en el hecho de que la psiquis no es un reflejo pasivo de la realidad, sino que por el contrario, tiene un carácter muy activo, por lo tanto, sólo con la participación activa del estudiante en el proceso de enseñanza es posible que el comprenda los conocimientos y los pueda aplicar creativamente”.

    Otro aspecto a tener en cuenta para un adecuado uso del entrenamiento funcional, que no siempre se cumple, es la dosificación del trabajo. Es decir, por el hecho que se esté utilizando el propio peso corporal mediante movimientos relacionados con acciones de la vida diaria, ello no significa que no deba controlarse el peso a superar, la cantidad de repeticiones, la intensidad y el tiempo de ejecución. No cumplir con lo anterior, además de impedir el logro de los objetivos de desarrollo esperados, seguramente provocará lesiones psicológicas, físicas (o ambas) para el practicante.

    El tema abordado en el presente artículo es una prueba más de la necesaria integración de los aspectos tradicionales y modernos en las artes marciales, como único camino al éxito total.

Principal bibliografía utilizada

  • Heredia Elvar, J.R. Iván Chulvi, M.R. Entrenamiento funcional: revisión y replanteamientos. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 11 - N° 98 - Julio de 2006. http://www.efdeportes.com/efd98/efunc.htm

  • Madrid Boyero, Jesús. Blog de Educación Física. http://profeefclara.blogspot.com.es/2010/06/entrenamiento-funcional.html

  • Mozo, L. Particularidades de la Pedagogía del Deporte. Atleta Master.

  • Segura Falcó, Ricardo. Entrenamiento Funcional: Mitos y realidades. Alto Rendimiento.net

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