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Las normativas de la composición corporal y su relación con 

la detección de talentos en el atletismo de base. Primera parte

 

Facultad de Cultura Física Villa Clara

(Cuba)

Dra. Alina Díaz Alba

Dr.C. Moraima Barroso Palmero

moraimabc@inder.cu

MSc. Modesta Mayo Abrahan

modesta@cfisica.unica.cu

 

 

 

 

Resumen

          La dimensión masiva del deporte y la recreación, con especial énfasis a escala comunitaria, es precisamente uno de los más importantes aspectos que reclama de soluciones, no solo por el estado de unas u otras instalaciones, la falta de implementos y útiles deportivos, sino por el perfeccionamiento de las concepciones y métodos de trabajo de los profesores, instructores promotores y activistas. La necesidad de la integración y la cooperación a nivel comunitario y territorial, entre los sectoriales y direcciones de educación, deportes, cultura, y demás implicados en la promoción de una cultura general integral, se vislumbra como el eje a concretar y perfeccionar en tal esfuerzo. En este sentido las escuelas primarias que radican en todas las comunidades del país, se convierten en la cantera fundamental donde se descubren y seleccionan los talentos (niños y niñas con aptitudes para la práctica deportiva), que pasan a las áreas de los diferentes deportes, donde reciben entrenamiento especializado por parte de técnicos que se encuentran en el eslabón de base de la pirámide deportiva y que radican en los Combinados Deportivos de todos los municipios del país. Para ello se recurre a las normativas de ingresos, en la que el deporte especifica parámetros a cumplimentar por cada practicante atendiendo a su edad y sexo.

          Palabras clave: Composición corporal. Detección de talentos. Atletismo.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 177, Febrero de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción. Fases y etapas de la selección de talentos deportivos

    El proceso de selección deportiva se estructura en varias etapas, consideradas por varios autores de manera diferente; entre ellos O′Bed (1975) plantea cinco etapas, Jone y Watson (1977) citado por Gutiérrez (1991) plantea cuatro etapas con una inclinación psicológica y Dreke (1982) plantea 3 etapas.

    Se expone que la valoración más completa es la de Volkov (1989) quien divide el proceso de selección deportiva en cuatro etapas:

  1. Etapa de selección preliminar (primaria) de niños y adolescentes.

  2. Etapa de comprobación a fondo de la correspondencia entre los niños seleccionados y los requisitos que se presentan en una especialidad exitosa en el deporte elegido (etapa de selección secundaria)

  3. Etapa de orientación deportiva.

  4. Etapa de selección para integrar los equipos nacionales y otros.

    La autora de esta investigación concuerda con Volkov, ya que la selección de talentos deportivos es aquel proceso biopsicosocialpedagógico que se lleva a cabo con el atleta de manera escalonada y en particular en el deporte de atletismo los prepara multilateralmente, desarrollando hábitos y habilidades motoras para su futura especialización en un área del atletismo, que le permita poseer capacidad de asimilación para someterse a niveles de cargas de entrenamiento cada vez más creciente a través de la práctica sistemática del deporte, posibilitando su promoción a los centros de alto rendimiento, con mayor posibilidad de éxito en el deporte.

    Al valorar las fases de selección de talentos deportivos, estas se describen de la siguiente manera:

  • Identificación del talento.

  • Detección de talentos.

  • Selección de talentos.

Identificación de talentos

    Léger (1986) plantea que: “consiste en predecir si un joven podrá desarrollar el potencial de adaptación al entrenamiento y su capacidad de aprendizaje técnico para aprender las posteriores etapas de entrenamiento. Es la aplicación de pruebas que miden varios parámetros con el objetivo de predecir la capacidad de rendimiento, considerando el nivel de preparación física y madurez del niño en ese momento”.

    Por su parte Peltola (1992) lo expresa como: “aquel proceso a través del cual se estimula a los niños a participar en los deportes donde tenga mayores posibilidades de triunfar, en base a los resultados de los parámetros seleccionados de pruebas”.

    Se debe señalar que entre la identificación y detección no media un proceso pedagógico especializado; sino el Programa de Educación Física que rige como una asignatura a cumplir, donde se le presta gran atención al trabajo de las capacidades físicas, para facilitar que los niños incrementen su desarrollo de acuerdo a las condiciones físicas que posean.

Detección de talentos

    Esta fase es necesaria para estimular las potencialidades desde las edades más tempranas y oportunamente planificar las estrategias de atención de acuerdo con sus necesidades especiales.

    Según Salanellas (2005): “la detección de talento es una predicción a largo plazo en cuanto a las posibilidades de que un individuo posee las capacidades y atributos necesarios dado, para alcanzar un nivel de performance dado en un deporte determinado”.

    La detección precoz hay que entenderla como descubrir, dar a conocer posibilidades que no se conocen, pero que están en el individuo. La precocidad supone una anticipación de la maduración de los procesos de desarrollo tanto fisiológico como psíquico, respecto a los niveles medios de los niños de la misma edad y sexo.

    Sin embargo, no es suficiente con identificar o detectar el talento, sino también desarrollarlo a través de la aplicación de acertados programas de entrenamiento en las distintas etapas de desarrollo. (Navarro, 1992; Torres, 1998).

    En definitiva, el objetivo inmediato del proceso de detección del talento deportivo (Harre y Bompa, 1987; Torres, 1998), consiste en predecir con un alto grado de probabilidad si un niño o adolescente podrá o no completar con buenos resultados el programa de entrenamiento para jóvenes en una disciplina dada, para que pueda, con razonable dosis de certidumbre, emprender las posteriores etapas de entrenamiento específico.

    Lo anteriormente expresado permite considerar que este estudio está enmarcado, en esta etapa, pues en ella se consideran aspectos médicos para aplicar a niños que realizan la práctica deportiva, bajo un proceso pedagógico especializado, y le permite al entrenador de base tener mayor confiabilidad al predecir las probabilidades reales que este pequeño atleta tiene de transitar por todo el proceso de selección deportiva.

La composición corporal en la selección de talentos en el atletismo

    Carter (1982), William D. Ross y col. (1988) definieron la Cineantropometría como el estudio del tamaño, proporción, maduración, forma y composición corporal, y funciones generales del organismo, con el objetivo de describir las características físicas, evaluar y monitorear el crecimiento, nutrición y los efectos del entrenamiento.

    De igual manera esta rama de la ciencia proporciona las herramientas para determinar la condición óptima por categoría de peso en los deportes, así como la selección de talentos. La Cineantropometría es una disciplina científica aliada a la Educación Física, Antropología Física, Medicina, Fisiología, Nutrición y Gerontología.

    La Cineantropometría nace como un nuevo campo de estudio científico interdisciplinario con el propósito de unificar criterios y métodos en el estudio de la evaluación del hombre en movimiento, se busca la correspondencia entre las características morfológicas y las respuestas fisiológicas, considerándose como un puente entre la relación estructura-función. La composición corporal también está implícita en la Cineantropometría y su determinación se realiza a través de diferentes métodos, ella considera los cambios y adaptaciones fisiológicas del organismo ante un estímulo determinado como lo es la actividad física intensa y definida, en el caso del deporte.

    Según lo planteado en esta definición una de las características que se estudia en los atletas es la composición corporal; aspecto de importancia en esta investigación. La determinación de la misma resulta de gran interés ya que es un indicador de los criterios médico–biológicos a tener presente en el proceso de selección de talentos deportivos desde una óptica científica, con el fin de preservar el bienestar físico y la salud. Además, esta información es de gran utilidad para la planificación de programas médicos y deportivos, teniendo en cuenta que la grasa corporal mantiene estrecha relación con la capacidad funcional del organismo. En término general, debe esperarse que una concentración de grasa ideal sea fundamental para el desarrollo físico y los resultados de las competencias en la totalidad de las especialidades deportivas.

    La composición corporal se puede definir como la distribución proporcional de los diferentes tejidos que componen el cuerpo humano, entre ellos: tejido óseo, muscular, graso y residual; o sea, mediante ella es posible valorar la cantidad de tejido adiposo o tejido de reserva energética del organismo y la cantidad de tejido activo o masa corporal.

    En la actualidad existe una gran variedad de métodos para estimar la composición corporal y se han agrupado en base a criterios metodológicos en tres grades categorías:

  1. Método directo: Disección de cadáveres.

  2. Método indirecto: Físico-químico, Exploración de Imágenes y Densitometría.

  3. Métodos doblemente indirectos: Conductividad eléctrica total, Impedancia bioeléctrica, Reactancia de luz subinfrarroja y Antropometría

    Considerándose como el más exacto la densitometría, el cual estima la densidad del cuerpo a través del pesaje hidrostático; este modelo se utiliza como referencia para valorar las demás técnicas. Sin embargo, las limitaciones derivadas de la necesidad de realizar estas mediciones en un ambiente de laboratorio y lo incómodo que resulta para muchos sujetos someterse a esta técnica, ha dado lugar al desarrollo de métodos de campo para valorar la composición corporal, dentro de los cuales el más ampliamente utilizado es la medición de los pliegues cutáneos.

    En la composición corporal los componentes de mayor importancia lo constituyen el porcentaje de músculos y el porcentaje de grasa, ya que dichos parámetros pueden ser modificados proporcionalmente por medio del entrenamiento; en cambio el peso óseo y el residual son poco modificables.

    Las grasas no tienen jerarquía en el orden de producción de energía que aportan al organismo y en el deporte su exceso constituye un factor negativo, por lo que es importante conocer el contenido de las mismas en los atletas para poder definir las características de cada una de las disciplinas deportivas. La determinación de los componentes corporales: masa corporal activa (M.C.A) y el porciento de grasa proporcionan una valiosa información de la influencia del ejercicio físico sobre el organismo.

    Entre los primeros estudios referentes a la composición corporal reportados por la literatura se encuentran los realizados por Zelensk (1882), Witting H., Bogdonen (1885), efectuados con perímetros corporales. Sin embargo, fueron los trabajos de Matiegka (1921), los que permitieron realizar el primer estimado de los distintos componentes del peso del cuerpo, basándose en las mediciones antropométricas y la disección de cadáveres. (Rodríguez, 2004). Tittler, en 1967, estudia en Alemania el aspecto del contenido de grasa en deportistas de alto rendimiento.

    Janin (1954), Chagoneu (1957), Pariskova, Sadenov (1962) y Stopinin (1984), formularon que el peso específico es una característica más exacta del desarrollo físico del hombre, que el peso corporal. Thompson, Buskirk y Goldman determinaron la grasa corporal por medio de los pliegues cutáneos en 14 jugadores universitarios de Baloncesto y 10 de Hockey, antes y después de una temporada de entrenamiento.

    Durnin y Arman efectuaron mediciones antropométricas del grosor del pliegue cutáneo en cuatro lugares del cuerpo y la dimensión corporal y obtuvieron ecuaciones de regresión para determinar el contenido de grasa en el cuerpo a partir de los pliegues cutáneos.

    Mediante estos métodos es posible de una manera sencilla y eficaz determinar el control de la masa corporal activa y el porciento de grasa; sin embargo, existen otros más exactos, pero con carácter más complejo y costoso entre los que se encuentran: la pesa hidrostática, el método ultrasónico y con radio isótopos del tipo K.

    De acuerdo con Rodríguez (1992), el tejido adiposo se deposita en el cuerpo de dos formas diferentes denominadas:

  1. Grasa esencial: formada por los lípidos tales como fosfolípidos, requeridos por el organismo para el funcionamiento fisiológico adecuado. Dichos lípidos se almacenan en los huesos, el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, el bazo, los intestinos, el músculo y tejidos lipídicos localizados en el sistema nervioso central; además en el sexo femenino se localiza también, en las caderas, las glándulas mamarias y en la región inferior del cuerpo.

  2. Grasa de depósito: se localiza fundamentalmente en la región subcutánea debajo de la piel (panículo adiposo), la cual sirve como protección a los órganos internos y de reserva energética al acumularse en los adipositos como moléculas complejas (triglicéridos), cambios estos asociados con el balance energético del individuo, los cuales varían según el sexo y la edad.

    Lohman (1981), Ortega y col. (1990), Rodríguez (1992), Pérez (1998), señalan que aproximadamente la mitad (50%) de esta grasa se encuentra alojada en el tejido adiposo subcutáneo y presenta una alta correlación con la grasa total del cuerpo, por ello el espesor de los panículos adiposos, ha sido tomado como criterio cuantitativo para medir la relación entre los tejidos magro y graso del cuerpo. (Rodríguez, 2004).

    El inicio de los estudios relacionados con la composición corporal en atletas ocurre en Cuba en la década de 1960, luego de creado el Policlínico del Deporte, desarrollándose estos significativamente en la década de 1970, con la creación del Instituto de Medicina Deportiva. Entre las investigaciones realizadas en dicha institución podemos mencionar el estudio de la composición corporal en gimnastas, llevado a cabo por Rodríguez, Rojas y Sánchez quienes comparando dos métodos diferentes plantean la necesidad de establecer ecuaciones propias para nuestra población deportiva. Además estudiaron el contenido de grasa en atletas de alto rendimiento de cinco deportes, determinando las diferencias entre ellos. Así como, se realizó el estudio longitudinal sobre el crecimiento y desarrollo en nadadores y sobre la composición corporal y el somatotipo de la selección nacional de lucha libre.

    De igual manera, Pérez Caballero dirige su investigación hacia las características somatométricas de los corredores de fondo y medio fondo del Equipo Nacional de Atletismo y en esta misma dirección López y Rodríguez caracterizaron el somatotipo de los clavadistas jóvenes de alto rendimiento.

    Se debe señalar que estas investigaciones llevadas a cabo en Cuba en la década de 1970 tuvieron como objetivo caracterizar la composición corporal de poblaciones deportivas y expresar las diferencias entre ellas. En la actualidad se continúan investigaciones en diferentes deportes que permiten a los entrenadores obtener datos con mayor confiabilidad para proyectar el trabajo con sus atletas a largo plazo.

    Toda disciplina deportiva exige de cada individuo cierta estructura y silueta corporal para lograr un buen desempeño. En consecuencia, un adecuado control y vigilancia de la composición corporal se puede traducir en importantes beneficios para los atletas, tanto en la optimización de su rendimiento, como en la salud.

    La autora, teniendo en cuenta los aspectos que se detallan en cuanto a esta temática, considera que a pesar de lo planteado se hace necesario llevar a cabo trabajos investigativos que caractericen la composición corporal de los practicantes de atletismo en la edad comprendida entre los 10 y 11 años, pues en el Programa de Iniciación en la Etapa de Formación Básica del Atletismo Cubano en las edades entre 8 y 11 años, se plantea de una manera escueta que el entrenador debe realizar una oportuna observación del somatotipo, con tendencia longilínea; o sea, predominio del componente ectomórfico y un buen desarrollo músculo-esquelético.

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