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La actividad y su papel en la comprensión del proceso de planificación
de la preparación psicológica del deportista. Criterios científicos

 

*Profesor Principal en la asignatura Psicología del Deporte

en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

**Investigador y profesor de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

***Director del Centro de Estudio de Deporte de Combate

(Cuba)

MSc. Leonel Russell González*

Dr.C. Misael Salvador González Rodríguez**

Dr.C. Carlos Rafael Núñez Peña***

misaelsgr@uci.cu

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo tiene como objetivo brindar una propuesta en el análisis del concepto de la actividad y su papel en la comprensión del proceso de planificación de la preparación psicológica del deportista. Este problema se ha convertido en una de las necesidades más acuciantes que enfrentan los entrenadores como consecuencia de no contar con algún instrumento operativo que le viabilice la puesta en práctica de los contenido psicológicos al proceso del entrenamiento, la competencia y el período de tránsito.

          Palabra clave: Preparación psicológica del deportista.

 

Abstract

          This paper aims to provide a proposal for the analysis of the concept of the activity and its role in understanding the process of planning the psychological preparation of athletes. This problem has become one of the most pressing needs faced by coaches as a result of not having a viable operational tool that implementation of psychological content to the process of training, competition and transit time.

          Keywords: Psychological training of the athlete.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 174, Noviembre de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Desarrollo

    El enfoque histórico cultural de Vigotsky, acerca del desarrollo de los procesos psíquicos del hombre, constituye un fundamento básico para una mejor comprensión de la personalidad “...como sujeto regulador que inmerso en diferentes tipos de actividad, no sólo se transforma por ellas, sino que es capaz de mantener sus aspectos esenciales, trascendiendo lo inmediato a través de fines y objetivos socio históricos formados en su desarrollo.” (González Rey, 1982. p 3), citado por Núñez (2001).

    La categoría actividad, planteada y desarrollada por los científicos de la antigua Unión Soviética, constituyó el principal argumento para discernir y enfrentar las concepciones idealistas y del materialismo metafísico que los antecedió. Una gran responsabilidad en este sentido correspondió a Rubinstein (1964, p. 104).

    Leontiev (1981) y otros, argumentaron el problema de la actividad a lo largo de toda sus obras; fundamentos que mantienen aún su vigencia, tanto para la orientación de las investigaciones, como para el rechazo a las corrientes idealistas contemporáneas, que tratan de ocultar, minimizar o distorsionar, el carácter de unidad del hombre con su actividad, el rol que verdaderamente desempeña esta última en la formación y desarrollo de la personalidad, incluyendo su carácter eminentemente activo y social.

    Núñez (2001, p. 11) señala que “…el proceso pedagógico del entrenamiento deportivo constituye una unidad, donde el estudio del deportista debe comprender el análisis integral de lo interno y lo externo del sujeto en su actividad, de la conciencia del practicante y la conducta manifiesta en su tipo concreto de deporte. Tales fundamentos no son exclusivos a la Psicología, sino que constituyen una línea general para el resto de las ciencias que estudian al deportista.”

    Petrovski (1979) al tratar el problema de la manifestación activa de la personalidad dejó aclarado, como esta se forma en el proceso de la interacción activa del sujeto en el mundo que le rodea, gracias al proceso de su actividad. Por su parte Leontiev (1981, p. 70) “enfocó la actividad como un sistema dentro del sistema de relaciones del hombre en sociedad, puntualizando en el contenido social y determinante de la actividad del individuo, como génesis de su conciencia, comprendida como un producto subjetivo como la forma transformada de manifestarse las relaciones por su naturaleza social, generadas por la actividad del hombre dentro del mundo de los objetos.” El propio Leontiev fue el primero en argumentar acerca del carácter objetal de la actividad. En su obra “Actividad, Conciencia y Personalidad.” Asimismo justifica como en el surgimiento de la actividad y el reflejo psíquico, queda implícito su naturaleza de objeto. El objeto de la actividad es quien determina la dirección de la conducta del sujeto, por lo tanto éste, está estrechamente vinculado a su motivo.

    Al aclarar el concepto de actividad deportiva, Rudik (1988, p. 468), destaca la distinción entre esta y otros tipos de acciones motoras tomadas en la esfera militar y laboral. Al comprender el contenido de la actividad deportiva propiamente dicha, se contempla claramente, el cambio del motivo de participación del sujeto, pues el objeto de la actividad cambia, de la misma forma que cambia su motivo. Este autor señala cambios en el tipo de satisfacción que experimenta el sujeto al practicar su deporte, enfatizando en que las acciones del deportista están “...acompañadas de la conciencia matizada emocionalmente de la perfección de su ejecución.”

    El propio Núñez (2001, p. 12), citando a Rudik expresa que “entre las principales finalidades del deportista aparece la de ser el campeón del torneo, superar a sus rivales, dominar a la perfección posible, las ejecuciones técnicas, lograr una marca determinada, marcar puntos a su contrario, etc.; aspectos que caracterizan a cada objeto de la actividad, llámense implementos, selección de movimientos, contrario u otro cualesquiera de su actividad competitiva. Sigue diciendo el autor que durante el proceso de aprendizaje y dominio de los elementos técnicos, el deportista se enfrenta a los contenidos teóricos y prácticos, a través de las explicaciones, demostraciones, láminas, videos y otros medios presentados por el entrenador. Asimismo, en la mayor parte del tiempo dedicada a su preparación, el deportista repite innumerable de veces, los movimientos específicos determinados. Tales contenidos son vivenciados de distintas formas por cada sujeto, por cuanto la finalidad de unos y otros, nunca son idénticos.” De esta forma Rudik (1988, p. 345) reconoce las exigencias que el deporte le presenta a los procesos de información y su procesamiento, a la memoria y a la atención del deportista, a sus acciones volitivas y sus estados emocionales.

    Se deduce por tanto, que la influencia de la actividad deportiva no se limita a los procesos cognoscitivos, sino que se extiende a las demás esferas psíquicas y facetas de la personalidad del individuo, sin embargo esta influencia es recíproca, pues el deportista emprende un proceso dialéctico de transformación de su actividad, de sus contenidos y objetos.

    El deportista responde de forma activa ante las variadas exigencias que la actividad le presenta, a la vez que, al reflejar objetivamente tales estímulos, ello le permite penetrar en la esencia de los objetos propios de su deporte. Como se ha visto, el término de actividad, se ha tratado no solo desde su enfoque general, sino en especial, referido al ámbito deportivo, como un modo particular de la conducta del sujeto que practica actividad deportiva. Este tipo de actividad es reconocida socialmente como una de las formas más complejas y exigentes de la manifestación humana; causante de elevados y continuos niveles de tensión psíquica en los practicantes y en los espectadores, por sólo citar algunas de sus particularidades. Para comprender el desarrollo psicológico del deportista vinculado esencialmente con la planificación de la preparación, es necesaria la interpretación objetiva y científica de su actividad específica, pues este desarrollo no es generalizado, sino que se debe tener en cuenta, como bien planteó Rudik (1988), la especificidad de cada tipo de deporte por separado, aspecto retomado también por Russell y Portuondo (1996).

    En el propio contenido que ofrece Rudik (1988) acerca del objeto de estudio de la Psicología del Deporte, Núñez (2001, p. 15) expresa que se puede contemplar que en la obra “Psicología” aparecen dos aspectos como distinciones de estudio, que aunque no se tratan como fenómenos contrapuestos, sí son evidentemente distintos; uno hacia el estudio de las peculiaridades del deporte y otro, hacia las particularidades de la personalidad del deportista. El hecho de separar estos dos aspectos como objetos de estudio, puede provocar confusiones metodológicas importantes; incluso estimular el erróneo tratamiento a alguno de ellos por separado, desprovisto de su carácter de unidad.

    Gorbunov (1988), en su obra “Psicopedagogía del deporte” brinda un amplio grupo de argumentos científicos y de recomendaciones de gran utilidad para entrenadores, psicólogos y deportistas, en cuanto a los procesos de auto educación y educación de estos últimos para el proceso de entrenamiento y de la competencia; así como de los medios y métodos para quienes ejercen una influencia pedagógica al respecto; sin embargo, el autor no incluye el estudio de la actividad específica y sus particularidades dentro del sistema de tareas de la Psicopedagogía del Deporte por él presentada. En tal caso, y aunque éste no deja de revelar su vínculo estrecho con la actividad práctica del deportista, consideramos necesario puntualizar en lo señalado por Rubinstein (1964, p. 340) cuando expresó que...“la interiorización no parte de una actividad externa carente de componentes psíquicos internos...” No es oportuno, según los argumentos de Leontiev (1979, p. 273), "... considerar que la actividad objetal externa... y la investigación psicológica propiamente dicha, se desarrollan sin pasar al plano del estudio de la propia actividad externa, de su estructura.”

    Los planteamientos de Pupo (1990), citado por Núñez (2001, p. 16), nos permiten revelar por su parte, que la actividad práctica del deportista es condicionante respecto a su actividad psíquica interna, a su preparación psicológica; cuya objetivación sólo es posible, partiendo de la comprensión de los contenidos psicológicos propios de la actividad externa. Un ejemplo claro lo expone Núñez (2001, p. 16) cuando nos dice que “la acción de atacar a un contrario experimentado, rápido o de alto nivel, requiere de la formación de un alto grado de decisión como cualidad volitiva por ejemplo del taekwondista, formada sobre la base de la actividad práctica del entrenamiento sistemático, perfeccionada bajo diferentes condiciones pedagógicas, que expresan la realidad de los obstáculos y dificultades que impone dicho contrario, las cuales nunca son idénticas, pues se presentan en cada momento condiciones cambiantes de la actividad concreta. Continúa el referido autor planteando que entrenadores y deportistas deben comprender y estudiar las características físicas, biomecánicas, psicológicas, entre otras no menos importantes, que se aprecian como causales de la aparición de los estados de inquietud o quietud, desorientación y desconfianza en los sujetos, etcétera; lo cual presupone la potenciación de los componentes intelectuales, motivacionales y volitivos de la esfera psíquica para enfrentar y vencer tales dificultades.”

    Otros como Cagigal (1975), han concebido con tendencias dualistas el problema del estudio de la actividad psíquica de los deportistas, alejándose del verdadero carácter de unidad de los procesos actividad- reflejo psíquico; pues el citado autor, presenta por un lado a la psicología y por otro a la actividad deportiva, cuestión que como expresa Núñez, evidencia su estructura bifronte. Existen entonces, de acuerdo a los argumentos presentados, tendencias unilaterales, dualistas y otras, en cuanto a la comprensión actual de la actividad deportiva como categoría rectora en la formación de la conciencia, de los procesos, cualidades y estados psíquicos de la personalidad del deportista, así como, de la imprescindible y real presencia de los componentes psíquicos internos, propios de la actividad externa del sujeto; por cuánto vale reflexionar respecto al planteamiento de S. L. Rubinstein, citado por Marta Shuare (1990, p. 113), cuando afirma que “... la actividad y la conciencia no son dos aspectos contrapuestos; forman un todo orgánico. No son una identidad, sino una unidad.”

    Consideramos que de esta forma se comprende con mayor claridad la necesidad de la elaboración por los entrenadores, psicólogos y otros especialistas, del perfil de exigencias del deporte que se trate; es decir, determinar las exigencias que le presenta el deporte al deportista (Caracterización de la Actividad), como fundamento metodológico esencial para poder interpretar la manifestación de los estados, procesos y cualidades psíquicas de la personalidad, así como enfocar con mayor objetividad su estudio y tratamiento, a fin de poder fundamentar el rol que le corresponde jugar a toda esta teoría de la actividad en el enfoque científico de la preparación psicológica del deportista.

    Para Núñez (2001, p. 18) “La actividad deportiva deviene interacción mutua deportista-deporte-deportista y deportista-entrenador-compañeros y otros; estructurándose no sólo como objeto de dominio técnico deportivo, sino como formadora de valores físicos y psicológicos, en el proceso de la práctica social y de la comunicación; todo ello integrado como un complejo proceso pedagógico, que corresponde en este caso al entrenamiento deportivo y al de competición del deportista.

    Desde hace ya mucho tiempo Puni (1959) en su obra “Ensayos de Psicología del Deporte”, abordó el problema de la relación de la carga física y su efecto en la actividad psíquica del deportista. Surkov y Gorbunov (1979), así como Puni y Dzhangarov (1979) trataron el tema “Influencia de las cargas físicas y de las clases de deportes en la esfera psíquica del individuo”, en la que citan una amplia variedad de trabajos científicos desarrollados al respecto. Un grupo de profesores del Instituto Superior de Cultura Física de Cuba, entre los que se destacan Martínez, Russell, Sánchez, Suárez, González, entre otros; han constatado en sus trabajos científicos y metodológicos distintas manifestaciones y cambios en los procesos, cualidades y estados psíquicos, bajo la influencia de determinado esfuerzo físico, propios de la actividad específica del deportista.

    González (1991) confirmó que los deportistas de mayores rendimientos en las competencias son los que han mostrado mejores expectativas de eficiencia. Tales ejemplos indican el carácter de unidad y de relación activa entre lo psíquico y lo físico (mente-cuerpo) en el hombre. Durante la búsqueda de dicha eficiencia denominada así por Serra (1982), es imprescindible que los fines y metas de entrenamiento y de competencia, mantengan una adecuada correspondencia con las posibilidades objetivas del individuo, por cuanto esto asegura un funcionamiento estable y satisfactorio de la personalidad, cuestión de significativa importancia para Bratus y Serra (1982).

    García Ucha (1989, p. 5), por su parte, al presentar la estrategia para la motivación desarrollada a través de sus estudios con las voleibolistas cubanas, enfocó los motivos como procedimientos de dirección del comportamiento de las atletas hacia la eficiencia durante los entrenamientos y las competencias. Este autor analiza con un enfoque práctico el papel que desempeñan, en la eficiencia motivacional de los deportistas, el establecimiento de metas y la adecuación objetiva de los motivos de participación en las competencias, aspecto investigado y desarrollado con taekwondistas por Núñez, Russell y Rodríguez Báxter (1991, p. 21).

    De acuerdo a los argumentos señalados y a la revisión bibliográfica realizada, podemos afirmar que la actividad deportiva puede ser concebida, como la actitud generalizada del sujeto, practicante de un deporte; mediada por objetos que lo distinguen, que orientan su conducta de manera consciente hacia la consecución de los objetivos, fines y metas trazadas, con vistas a satisfacer las necesidades surgidas de la propia actividad deportiva y que sólo a través de ella pueden ser objetivadas por el sujeto. En resumen es a partir de esta concepción sobre la actividad y específicamente la deportiva que se puede interpretar los fundamentos científicos de la preparación psicológica del deportista.

Conclusiones

  1. Luego de realizar una valoración integral de los diferentes aspectos estudiados en esta investigación, en la que se han conjugados elementos de psicológicos de la actividad y su papel en la comprensión del proceso de planificación en la preparación psicológica del deportista.

  2. La propuesta para la planificación de la preparación psicológica de los deportistas, resulta un modelo alternativo asumido en la planificación y dirección de la preparación psicológica desde la óptica del entrenador deportivo.

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