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Jamaica Club: sociedad de instrucción y
recreo de los inmigrantes jamaicanos en Banes

 

Licenciada en Historia, Universidad de Oriente

Master en Cultura Latinoamericana, 2006

Historiadora del municipio Banes

MSc. Yurisay Pérez Nakao

banes@baibrama.cult.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          La sociedad Jamaica Club quedó fundada, oficialmente, el 12 de junio de 1927, aunque funcionaba desde el 1ro de agosto de 1924. Se destacó por aglutinar a los inmigrantes antillanos de habla inglesa, mayormente jamaicanos. Fue no solo una institución de instrucción y recreo, sino también de beneficencia. Desarrollaban de manera sistemática una amplia gama de actividades, agrupadas en tres categorías, sin perder su relación mutua: festivas, conmemorativas y de esparcimiento; deportivas; y de corte instructivo y benéfico. Las acciones emprendidas por el Jamaica Club, lograron crear un ambiente muy favorable entre los inmigrantes y sus descendientes, los que veían en ellas un respaldo ante las dificultades propias de su condición de extranjeros y marginados, ya que a pesar de contar con una representación a nivel consular en Cuba, la forma efectiva de proporcionarse alguna protección no era otra que esta, directa e inmediata. Desde allí conservaron e hicieron crecer su vida material y espiritual, fortaleciendo un discurso ideológico, en el que unidad y defensa de lo propio – idioma, valores, costumbres – acompañarían la necesidad de proporcionar recreo y amparo a los más necesitados. El Jamaica Club asimiló sólo a sus descendientes, manifestando una actitud cerrada, encaminada a la preservación de la cultura y la etnicidad del grupo, lo que retardó su proceso etnoasimilativo y propició que las diferentes generaciones de descendientes se sintieran fuertemente identificados con sus raíces jamaicanas, la cual constituye un referencial en las generaciones actuales. Esta sociedad ayudó a sus miembros a sobrevivir y sobreponerse a las dificultades que atravesaban en una sociedad capitalista que los despreciaba, le enseñó a las generaciones de descendientes a amar su color de piel y los educó en el orgullo por su cultura y la autoestima.

          Palabras claves: Inmigrantes. Sociedad. Etnoasimilativo.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 173, Octubre de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Seudónimo: Lurusa

    La república neocolonial se inauguró en Banes con el establecimiento de la compañía norteamericana United Fruit Company, empresa capitalista que monopolizó casi totalmente el territorio, construyó el central Boston, y propició que se produjeran importantes transformaciones, pues la plantación bananera fue cediendo paso a la industria azucarera hasta desaparecer la primera.

    Esta nueva empresa enfrentó inmediatamente un obstáculo: la insuficiente mano de obra para acometer todos sus proyectos, por lo que apelaron a su importación, fundamentalmente del área de Las Antillas, predominando los haitianos y los jamaicanos.

    No obstante, el desarrollo económico y comercial que fue adquiriendo Banes propició la llegada de otras oleadas inmigratorias espontáneas. La mayoría de estos inmigrantes se establecieron de forma permanente en el territorio. Aunque su objetivo fundamental era la búsqueda de mejores condiciones económicas, de una forma u otra su presencia incidió en la vida de la localidad, legándonos sus aportes en variados aspectos del ámbito sociocultural.

    Cuando esta empresa inició el fomento de la plantación azucarera, en 1899, enfrentó una gran escasez de fuerza de trabajo, por lo que apelaron a su importación de Las Antillas. En esa masa de inmigrantes predominaron los jamaicanos, cuyo primer grupo arribó a Banes, en 1900. En los años sucesivos la Compañía mantuvo un trasiego constante de este tipo de personal para ir cubriendo sus necesidades laborales.

    La puesta en vigor de numerosas leyes: Ley de Inmigración y Colonización, el 11 de julio de 1906; el decreto 743, de agosto de 1912; el Decreto Nº 23, del 14 de enero de 1913; Ley de Inmigración, el 3 de agosto de 1917; favorecieron a la United Fruit Company, que durante las primeras décadas del siglo XX dependió básicamente de los braceros para el desarrollo de la cosecha cañera.

    "En los años comprendidos entre 1911 y 1930, se emplearon en Banes, como promedio, unos 3000 braceros antillanos anuales" 1, arribos que muchas veces se realizaron violando los procedimientos legales existentes, motivo por el cual no se poseen registros que ofrezcan información sobre determinados indicadores sociodemográficos de estos inmigrantes. Sólo una parte de ellos se asentaron, en algunos casos con sus familias, el resto, al finalizar la zafra eran reembarcados a su país de origen.

    Los reportes anuales de la United Fruit Company muestran que de los 499 antillanos que establecieron residencia permanente en Banes 402 fueron de nacionalidad jamaicana, lo que resulta de gran importancia para valorar los índices cuantitativos poblacionales, que fueron portadores de esa cultura en el municipio. Además, de ellos solo 35 se hicieron ciudadanos cubanos, lo que demuestra una defensa de su identidad, pues a pesar de que adquiriendo la ciudadanía cubana tenían otras prerrogativas, el 91. 3 % de ellos prefirió continuar siendo ciudadanos jamaicanos, como una forma seguir identificados con sus raíces.

    Esta inmigración se caracterizó por mantener las relaciones matrimoniales endogámicas, las cuales contribuyeron a la conservación étnica y por tanto cultural de estos inmigrantes. Prefirieron cruzarse entre ellos, esta era una manera de mantener su comunidad semicerrada y no permitir la influencia de elementos de otra cultura lo cual ha favorecido la perdurabilidad de sus componentes culturales a través del tiempo. Posteriormente la mixtura étnica se fue imponiendo y aunque algunos descendientes mantuvieron este tipo de matrimonio, ya en la tercera generación se perdió totalmente la tradición, lo que facilitó el mestizaje cultural.

    Como resultado de ese asentamiento de trabajadores inmigrantes, la población de Banes creció. De igual manera crecieron sus barrios, a raíz de la colonización de la United Fruit Company, en los cuales ubicaban a los obreros de acuerdo a las nacionalidades, ocupaciones, raza y posición social, apreciándose una gran diferenciación racial, étnica y social.

    Así fundaron el barrio Antillano, comúnmente conocido como el barrio de La Güira2. En él los jamaicanos constituyeron una comunidad semicerrada, lo que contribuyó al incremento de las aportaciones culturales de acuerdo a las nuevas situaciones sociales que se gestaron. Llegaron a tener varias instituciones, entre ellas una sociedad de instrucción y recreo, el Jamaica Club, que se convirtió en el corazón de su vida sociocultural, y en la vía más eficaz para defenderse de la discriminación y el segregacionismo social, racial y étnico, además les permitió preservar desde allí su cultura y retardar su proceso etnoasimilativo.

    La sociedad Jamaica Club quedó fundada, oficialmente, el 12 de junio de 1927, aunque funcionaba desde el 1ro de agosto de 1924 [3]. Se destacó por aglutinar a los inmigrantes antillanos de habla inglesa, mayormente jamaicanos. Fue no solo una institución de instrucción y recreo, sino también de beneficencia.

    La composición de su Junta directiva estaba integrada por: 1 presidente, 1 vicepresidente, 1 secretario, 1 vicesecretario, 1 tesorero, 1 vicetesorero, 6 vocales (3 permanentes y 3 suplentes), además existía un bibliotecario.

Banquete en el Jamaica Club

    El Jamaica Club contó con su propio inmueble, ubicado en calle 5ta, a la entrada del barrio La Güira. Fue construido de mampostería y techos de zinc, con columnas sencillas, sin ningún tipo de decoración en su fachada, ni elementos que caractericen algún estilo arquitectónico. La distribución de sus espacios interiores fueron realizadas de acuerdo a las distintas actividades que en ellas se realizaría, contaba con la típica cantina, un salón amplio destinado a los juegos de esparcimiento y para las actividades bailables; y un área para la biblioteca, lo que evidencia no sólo el gusto por el juego, el baile y la música sino además sus fines instructivos, el deseo de cultivar el espíritu a través de la lectura.

    Poseía un reglamento que se ajustaba al código ético más exigente, sustentando normas de respeto por la disciplina social. En él se expresaba el interés por la preservación de su cultura y la etnicidad del grupo. De esta manera el Jamaica Club enfrentaba el rechazo de la sociedad que los criticaba y marginaba. Estuvo a la altura del resto de las sociedades de instrucción y recreo de carácter burgués, que existieron en el municipio, pues a sus salones se debía asistir correctamente vestido y mantener una estricta disciplina.

    Entre las actividades festivas celebradas por los jamaicanos se encontraban distintas fechas conmemorativas, tales como: el 1º de agosto, Día de la Independencia de Jamaica. También festejaban la Nochebuena, el Fin de Año, Año Nuevo y Día de los Reyes Magos. En ellas se mostraban sus bailes típicos: el Cuadril y el May Pole.

    Las actividades deportivas alcanzaron gran trascendencia, jugaban la variante jamaicana del cricket [4], para estos encuentros eran organizadas excursiones desde otros asentamientos relativamente cercanos como Preston, Antilla, Chaparra, Manatí, y Guantánamo.

Juego del Cricket

    Las acciones emprendidas por el Jamaica Club, lograron crear un ambiente muy favorable entre los inmigrantes y sus descendientes, los que veían en ellas un respaldo ante las dificultades propias de su condición de extranjeros y marginados, ya que a pesar de contar con una representación a nivel consular en Cuba, la forma efectiva de proporcionarse alguna protección no era otra que esta, directa e inmediata. Desde allí conservaron e hicieron crecer su vida material y espiritual, fortaleciendo un discurso ideológico, en el que unidad y defensa de lo propio – idioma, valores, costumbres – acompañarían la necesidad de proporcionar recreo y amparo a los más necesitados.

    El Jamaica Club le brindó a sus miembros protección social y espiritual, fue un paradigma en cuanto a servicios educacionales, de salud y recreación y contribuyeron a conservar y difundir las tradiciones de sus ancestros como respuestas de identidad ante el contexto de la pseudorrepública. Los ayudó a sobrevivir y sobreponerse a las dificultades que atravesaban en una sociedad capitalista que los despreciaba, le enseñó a las generaciones de descendientes a amar su color de piel y los educó en el orgullo por su cultura y la autoestima.

Notas

  1. Ariel James Figarola: Banes: Imperialismo y nación en una plantación azucarera. p. 178.

  2. La Güira: barrio fundado en la segunda década del siglo XX, considerado el principal asentamiento jamaicano del municipio Banes. Ubicado en las inmediaciones de la ciudad, separado del barrio Americano por el patio del sistema ferroviario de la plantación Lo componen las calles 1ra, 2da, 3era, 4ta y 5ta. Solo en las calles 4ta y 5ta vivían algunas familias cubanas. Tomado de Ricardo Varona Pupo: Banes. p. 143.

  3. AHPSC. Fondo Gobierno Provincial. Materia Sociedades de Recreo. Legajo 2697. Expediente 4.

  4. El cricket es un juego de pelota, de origen inglés, que data del siglo XVIII. Este juego se practica hoy en muchos países, principalmente de habla inglesa. El juego consiste en plantar a 20 metros uno de otro dos rastrillos formados por tres estacas de unos 68 cm de largo y con un travesaño en la parte superior. Los equipos constan de once jugadores cada uno; estos se distribuyen por el campo según las exigencias del juego o también las disposiciones de su capitán. Cada equipo trata de derribar con la pelota el rastrillo contrario, defendido por un jugador con una paleta de madera; éste, al rechazar la pelota, la lanza, según la situación de los jugadores en el campo, a más o menos distancia; en su ausencia, el adversario puede derribar el rastrillo con la pelota. Ambos equipos acatan los fallos de un árbitro para la puntuación. La pelota es de corcho y algodón y mide unos 23 cm de diámetro. La pala tiene un metro de largo por unos 11 cm de ancho. Tomado de Edward Phillip George Seaga: Jamaica: an overview. p. 36 – 38.

Bibliografía

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  • Varona Pupo, Ricardo: Banes (crónicas). Santiago de Cuba. Imprenta Ross, 1920, 262 p.

  • VEGA SUÑOL, José: Región e identidad. Holguín. Ediciones Holguín, 2002. 195 p

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Documentos

  • Registro Civil Banes. Libros de Ciudadanía. Tomos I-V.

  • Archivo del Club Anglocaribeño de Banes.

  • Museo Municipal de Banes. Archivo de la U.F.Co. Reportes anuales de la U.F.Co.

  • AHPSC. Fondo Gobierno Provincial. Materia Sociedades Extranjeras. Legajo 2567. Exp. 6.

  • AHPSC. Fondo Gobierno Provincial. Materia Sociedades de Recreo. Legajo 2697. Exp. 4.

Entrevistas

    A inmigrantes, descendientes y otras personas vinculadas a ellos.

  • Abel Tarragó López (Historiador empírico).

  • Asunción Cuesta López (Historiadora empírica).

  • Felicita Oakley (Descendiente de jamaicanos).

  • Lincoln Oakley (Descendiente de jamaicanos).

  • Luis Robinson (Descendiente de jamaicanos).

  • Melvin Edwards (Descendiente de jamaicanos).

  • Ramón Brown (Descendiente de jamaicanos).

  • Roberto Oakley Clark (Descendiente de jamaicano).

  • William Edwards Oakley (Descendiente de jamaicano).

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