efdeportes.com

Tratamiento a la motricidad articulatoria desde
la clase de educación física a escolares disártricos

 

*Licenciada en Educación Especial. Defectología. Especialidad Logopedia

Master en Ciencias de la Educación. Profesora Asistente. UCP “José Martí”, Camagüey

**Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular de Logopedia del Centro

de Estudios Pedagógicos de la Cultura Física y el Deporte Facultad

de Cultura Física Manuel Fajardo Camagüey

***Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Profesor Auxiliar del Centro

de Estudios Pedagógicos de la Cultura Física y el Deporte Facultad

de Cultura Física Manuel Fajardo Camagüey
****Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesora Auxiliar UCP “José Martí”
Directora del Centro de Diagnóstico y Orientación Camagüey

MSc. Odalys Galindo Socarrás*

DrC. Ángel Luis Gómez Cardoso**

DrC. Hirbins Manuel Dopico Pérez***

Dra.C. Olga Lidia Núñez Rodríguez****

barny@enet.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El artículo que se presenta constituye el empeño de la autora en la búsqueda de opciones para desarrollar desde la clase de Educación Física la motricidad articulatoria, en escolares con diagnóstico de disartria.

          Palabras clave: Motricidad. Articulación. Tratamiento. Fonética.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 172, Septiembre de 2012. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    A pesar de los extraordinarios frutos de la ciencia llegan al mundo niños no tan sanos y fuertes como se espera, pero tan seres humanos como el más perfectamente dotado. Estos niños son los escolares que están en las escuelas con tratamientos para compensar y/o corregir las dificultades. La atención a la diversidad se convierte entonces en la actualidad una tarea de primer orden para las ciencias médicas psicológicas y pedagógicas. Crece así, a intentos agigantados, la necesidad de educar para la salud y en pos de la calidad de vida. Se impone aunar esfuerzos y sincronizar conocimientos.

    En la actualidad se hace necesaria la implementación de estrategias para lograr una labor correctiva compensatoria que permita que los escolares con daños neurológicos sean atendidos en las escuelas para el desarrollo y maduración de la salud física y mental. Por lo que se concede alto valor a las clases de Educación Física donde se despliegan variedades de ejercicios para desarrollar la motricidad.

    En la provincia Camagüey se desarrolla el proyecto territorial de innovación: “Estrategia para la atención a la familia del niño/a con necesidades educativas especiales”; este establece la atención a los niños/as y escolares con discapacidad, pues su modelo revela potencialidades para esa voluntad, sin embargo en el proyecto no se tiene en cuenta la interrelación entre el desarrollo de la motricidad articulatoria en escolares con diagnóstico de disartria y las posibilidades que ofrece la clase de Educación Física en la compensación de la logopatía antes mencionada.

    La clase de Educación Física constituye el acto pedagógico en el cual se van a concretar los propósitos instructivo-educativos y las estrategias metodológicas previstas en la programación docente, último nivel de concreción del diseño y desarrollo curricular. Lo esencial en el desarrollo de la clase de Educación Física por tanto, es la interrelación que se establece entre los componentes personales (profesor y alumnos), los componentes no personales (objetivos, contenidos, métodos, medio y evaluación) y las esferas de influencia (lo cognoscitivo, lo procedimental y lo actitudinal) en el proceso enseñanza-aprendizaje. Lo cognoscitivo, se relaciona con el aprendizaje de hechos, conceptos y principios, lo procedimental, con el desarrollo de habilidades y capacidades asociadas a la acción motriz y lo actitudinal, con la formación de actitudes, normas y valores. (López, 1993)

    Lo antes expuesto sustenta la potencialidad de la clase de Educación Física para el tratamiento de la acción motriz, donde se despliegan variedades de movimientos del cuerpo, en especial a las habilidades motrices de la musculatura de la cara que posibilitan el desarrollo del lenguaje.

Desarrollo

Tratamiento de la motricidad articulatoria desde la clase de Educación Física a escolares disártricos

    En 1909, el francés Dupré, manifiesta las estrechas relaciones que unen las anomalías psíquicas y las motrices. Las investigaciones de Wallon y Piaget (1966), evidenciaron cómo la actividad motriz representa un aporte material necesario para asegurar el paso de lo sensoriomotor a lo representativo.

    Para Bernstein (1967), la base de los movimientos humanos la constituyen por una parte, un sistema de articulaciones que poseen un grado infinito de libertad y por otra, el tono constantemente cambiante de los músculos; por lo que resulta esencial, tener una sucesión plástica de inervaciones constantes que se correspondan con las diversas posturas del cuerpo. Para Bernstein (1967) la elaboración y la diferenciación de los sistemas de síntesis sensorial y sus componentes, se elaboran a través del éxito o fracaso de la acción motora.

    En consideración a lo expuesto por los autores antes mencionados la autora refiere que la presencia de hábitos fijados, en ocasiones se convierte en un serio obstáculo; principalmente cuando la estructura de un nuevo movimiento está relacionada con la corrección de un viejo hábito fuertemente fijado. Por lo que considera prudente trabajar en la compensación y/o corrección de movimientos motrices.

    Vigotski (1987) consideró que la acción es considerada la base de la elaboración de las relaciones yo-mundo, donde en niño inicia su acción a partir de sus percepciones. Así, gracias a su actividad motora y a la síntesis perceptiva que la controla, el niño construye en su sistema nervioso, una imagen objetiva de la realidad que lo rodea. Son dos las características básicas de la motricidad humana: su plasticidad y su carácter social. La plasticidad tiene que ver con la organización cerebral y de sus mecanismos morfológicos y bioquímicos y que en definitiva, regulan la motricidad; facilitan las reacciones motoras tanto primarias, como espontáneas, como voluntarias.

    Se considera destacar al autor Vigotski por considerarlo actual y abarcadora. Sus argumentos son aplicables a los escolares disártricos al tener en cuenta que ellos tienen una afectación en el sistema nervioso central que impide la organización cerebral y traen consigo limitaciones en la motricidad articulatoria, y por el valor que le atribuye a las características de motricidad humana en cuanto a la plasticidad y carácter social, al ponerse las mismas de manifiesto en estos ya que necesitan ejercicios para desarrollar la plasticidad, así como atención para desenvolverse en el contexto social.

    Por otra parte, el movimiento humano depende grandemente del medio social, el cual determina en cierta medida el contenido y las formas de la actividad motriz. Del carácter social del movimiento humano, se desprenden dos propiedades fundamentales: expresividad y transitividad.

    Refiere Le Boulch (1982) que en la expresividad del movimiento se distinguen dos aspectos: la opinión espontánea, traducción del dinamismo del organismo sin ninguna intención u objeto consciente; y la expresión como comunicación, al implicar que el ser quiere significar alguna cosa a través de sus gestos o mímica. O sea, en la expresividad, las reacciones afectivas y emocionales, son exteriorizadas a través de reacciones tónico-motrices, que pueden ser conscientes o inconscientes, espontáneas o controladas.

    Coincidimos con la definición del autor antes mencionado por la misma ser ajustable a los escolares disártricos que sienten la necesidad de trasmitir las emociones y estados de ánimos mediante la expresión facial y en ocasiones queda restringida por la poca movilidad de los músculos de la cara, de igual modo la comunicación que se limita por la deficiente articulación de los órganos articulatorios. La clase de Educación Física constituye un espacio provechoso para desarrollar los elementos antes expuestos por la posibilidad que ofrece la diversidad de ejercicios a la musculatura facial y la comunicación que mediante juegos y ejercicios mantiene el maestro y los miembros del grupo.

    Las praxias, según Piaget (1960) no son más que sistemas de movimientos coordinados en función de un resultado o de una intención. Tanto este autor, como Wallon las concibieron como inherentes al proceso de desarrollo del pensamiento y del lenguaje. Lo anterior significa que las praxias son típicas de la motricidad humana y constituyen el fruto de la experiencia individual, es decir del aprendizaje.

    La motricidad humana funciona según modelo de autorregulación en el que se agrupan diferentes estructuras que en plena capacidad de funcionamiento garantizan la postura y el movimiento. Este modelo de regulación se basa en la actividad de un conjunto de elementos: óseos, articulatorios, musculares y nerviosos que tienen como función garantizar la locomoción humana. El modelo incluye un mecanismo de control (encéfalo y médula espinal)). Un mecanismo receptor (estímulos del acto motor). Mecanismo efector de la motricidad (músculos, huesos y articulaciones) y las vías de conducción que establecen la conexión entre las estructuras receptoras y efectoras de los centros nerviosos (maestría en ciencias de la educación módulo 3).

    Bastan estas razones para comprender la importancia que se le asigna a la coordinación de los movimientos, aunque es regulada por el cerebro unido a ello los músculos y las articulaciones tales argumentos tienen valor para los maestros, profesores y personal especializado de la actividad física porque permiten orientar de forma acertada una estrategia de intervención.

    Las funciones motrices tienen en cuenta el análisis de aquellas formas complejas de los movimientos voluntarios conocidos en la neurología clínica como praxis y que pueden ser alterados en caso de lesiones en diferentes sectores de la corteza cerebral. La alteración de las formas más complejas de organización del acto motor no está separada por límites marcados de la alteración de tipos de movimientos más elementales.

    La realización exitosa de los movimientos complejos y, sobre todo, de aquellos que están compuestos de una cadena de eslabones sucesivos que transcurren como hábitos motores, exige una continua denervación de un grupo de músculos y la inclusión de otros grupos, es decir, exige una considerable movilidad de los impulsos que aseguran la estructura de los movimientos. La organización del acto motor que transcurre en el tiempo requiere cierta generalización de estas inervaciones motrices por lo que desempeña un papel importante la dinámica del movimiento. En caso de lesión de estos sectores los hábitos motores se alteran de forma particular.

    El término motricidad se refiere a la capacidad de una parte corporal o su totalidad, siendo éste un conjunto de actos voluntarios e involuntarios coordinados y sincronizados por las diferentes unidades motoras (músculos).

    Se entiende por motricidad al conjunto de relaciones motrices, que ocurre con una secuencia regular. En los primeros meses de vida se manifiesta a través de reflejos motores incondicionados, que van desapareciendo y se sustituyen por movimientos reflejos condicionados.

    Existen diferentes tipos de motricidad: Gruesa tiene que ver con marcha, carrera, salto, equilibrio, y coordinación en movimientos alternos simultáneos con y sin manejo de ritmo también conocida como proceso de Handur. Media se refiere a la estabilización de segmentos; fina se refiere a las prensiones o agarres que facilita actividades de precisión.

    Los escolares disártricos generalmente tienen afectada alguna de las motricidades antes mencionadas, en dependencia de la afectación neurológica que posean estos daños limitan la movilidad de la musculatura facial y traen como consecuencia dificultades en la articulación para emitir los sonidos del idioma.

    Como ha demostrado la lingüística moderna, los sonidos articulados se distinguen radicalmente de los no articulados. Hay dos rasgos que caracterizan el lenguaje humano: por su origen y estructura éste se forma siempre como un sistema objetivo determinado por el idioma y, por consiguiente, con sonidos especiales para la comunicación; por su carácter fisiológico constituye un complejo de sonidos producidos con la intervención del aparato fonoarticulatorio y, sin su participación, no se puede producir ni percibir con claridad.

    Según la experiencia de la autora de la investigación los escolares disártricos presentan dificultades en la movilidad de los órganos articulatorios, por lo que es deficiente la articulación de los sonidos verbales, estos se manifiestan con cambios, distorsiones por lo que se pierde la calidad de la pronunciación.

    Los órganos que el ser humano emplea en la producción de habla no son exclusivos para este fin, sino que sus funciones primarias son digestivas o respiratorias. La fonética articulatoria emplea principalmente datos facilitados por otras ciencias, especialmente la anatomía. La producción de habla se produce en tres fases: iniciación, fonación y articulación.

    Generalmente en la actualidad se le concede mayor importancia a los movimientos exteriores y menor a la praxis oral. La diferencia esencial consiste en que la organización de los movimientos de la cavidad bucal los sistemas aferentes ópticos parciales juegan un papel menor y los sistemas aferentes cenestésicos mayor por lo que en la clase de Educación física para escolares disártricos debe estar dirigido a la conservación de la organización dinámica del movimiento por lo que la atención no solo debe estar basada a movimientos corporales sino también a movimientos de labios, lengua incluyendo el conjunto de la articulación verbal.

    En los escolares disártricos influyen los trastornos de la motricidad se puede decir que los movimientos articulatorios en estos escolares son superficiales, poco fluidos, en algunos casos se inician y no llegan a realizarse totalmente, son insuficientes, débiles. El cambio de un movimiento a otro puede ser deficiente, demorado. Este tipo de escolar muchas veces busca la articulación correcta, prueba una y otra vez, pero no lo consigue. La lengua se desvía hacia la derecha o hacia la izquierda.

    Existen diferentes trastornos en la motricidad, entre los que cabe menciona: Trastornos de la pronunciación, de la respiración, y entonación. Los trastornos de la motricidad general se manifiestan en la torpeza, inexactitud, e imprecisión de los movimientos, en el aumento o disminución del tono. Frecuentemente se afecta la coordinación motriz fundamentalmente de los dedos. Estos escolares presentan dificultades para escribir, pintar, armar pirámides, desatarse los zapatos, abotonarse y desabotonarse la camisa, etc. La escritura es distorsionada, con letras desiguales e inclinadas. Es muy difícil para estos niños saltar en un pie y en ocasiones en los dos, caminar por una línea, saltar una soga, el modo de andar es inseguro con balanceos y tropiezos frecuentes.

    En relación a las alteraciones del desarrollo psíquico, los trastornos de la motricidad general limitan considerablemente su contacto directo con el mundo externo. Los trastornos de lenguaje imposibilitan el desarrollo normal de su función como regulador de la actividad y como vehículo de comunicación y relación social. Estos dos factores influyen negativamente en el desarrollo de la personalidad y la actividad cognoscitiva.

    Los estudios demuestran que en muchas ocasiones, la limitada relación del escolar disártrico con el medio que lo rodea, la poca comunicación con las demás personas y los trastornos de pronunciación entorpecen el desarrollo del vocabulario y el dominio del aspecto semántico del lenguaje. Estos escolares por lo general poseen un vocabulario muy limitado, tienen serias dificultades para comprender y utilizar palabras que expresen relaciones de tiempo y espacio.

    Las dificultades del vocabulario y el insuficiente desarrollo de los procesos superiores del pensamiento, impiden la comprensión y el uso de las estructuras gramaticales. Por todas esas razones, la insuficiencia general en el desarrollo del lenguaje que dificulta el proceso de aprendizaje en las escuelas de enseñanza general, por lo que muchos niños son ubicados en escuelas especiales para niños con trastornos del lenguaje. También presentan trastornos en la marcha que originan alteraciones en el proceso de maduración psicomotriz

    Es necesario destacar que todas las limitaciones antes descritas no están presentes absolutamente en todos los casos; dependen de muchas causas, entre las que podemos señalar la gravedad del trastorno disártrico, las particularidades de la personalidad del escolar, las posibilidades de comunicación con otros coetáneos; el ambiente verbal y nivel cultural de la familia; la atención oportuna al trastorno y otras.

    Existen trastornos en la motricidad que limitan los movimientos, entre los que cabe mencionar la espasticidad un aumento del tono muscular de tipo plástico, o sea, que al fraccionar un músculo y soltarlo, vuelve a la posición inicial. Aumenta en los estados emocionales, los estados de tensión psíquica y por el interés de realizar bien el movimiento. El lenguaje es explosivo, interrumpido por largas pausas, que en ocasiones puede quedar bloqueado por completo, pues la persona no consigue mover los órganos del mecanismo de fonación. También presentan rigidez y distonía. Se caracteriza por aumentos exaltados del tono de un grupo de músculos. En ella aparecen estados de hipotonía, hipertonía o de ambas a la vez. Cuando la distonía aparece bruscamente se denomina espasmo. Este se define como una serie de contracciones de un músculo o grupo muscular, que es rápido en su comienzo y breve en su duración, Concluido el estudio de los trastornos del tono muscular, comenzamos las alteraciones de los movimientos.

    En consideración la autora plantea los trastornos antes mencionados se ponen de manifiesto en los escolares disártricos, con consecuencias en la motricidad articulatoria, ya que debido a la afección neurológica este tipo de escolar presentan rigidez en los músculos de la cara, espasmos en su lenguaje. Aumenta la espasticidad ante los estados emocionales ya que por su defecto generalmente son inhibidos, dependientes, con afectaciones psicológicas.

    El estudio de la motricidad articulatoria se realizó por primera vez en 1853, cuando el médico inglés William J. Little, describió el cuadro sintomático de las parálisis cerebrales y consideró la existencia de trastornos del lenguaje sobre la base de esta afección.

    En plena coincidencia con el planteamiento anterior se refiere que mediante la experiencia profesional con los escolares con diagnóstico de disartria tienen una afección cerebral que afecta la motricidad articulatoria y trae como consecuencia los trastornos del lenguaje.

    Después de un análisis en la literatura revisada se pudo constatar que existen conceptos de motricidad generalmente relacionados con el movimiento, y argumentos logopédicos sobre apraxis, aparato articulatorio o fonoarticulatorio, no así de motricidad articulatoria por lo que la autora de la investigación define a la motricidad articulatoria como: Sistema de movimientos coordinados que intervienen en el funcionamiento general de los órganos que intervienen en el habla y la voz.

    La Educación Física en la época contemporánea ha experimentado un desarrollo de diversos modos para practicar el ejercicio físico que ha estado influido por múltiples factores: El impetuoso desarrollo de la ciencia y la tecnología a escala universal, los avances experimentados por las ciencias sociales, en particular, por la Psicología y la Pedagogía, el gran impacto de los juegos olímpicos de la era moderna y del deporte como fenómeno sociocultural contemporánea, la necesidad de lograr un mayor uso del tiempo libre y de luchar contra el sedentarismo que genera el desarrollo económico y la urbanización, el cuidado del medio ecológico, entre otros han permitido cambios.

    La diversidad, en educación física abarca múltiples aspectos: diferentes individuales manifiestan entre los niveles de desarrollo de los escolares, la diversidad de contextos socioculturales en que esta se desarrolla, enfoques psicopedagógicos y de currículos diferentes (cerrado o abierto), diferencias en la formación profesional de los docentes, entre otros. La integralidad, sin embargo, es entendida como una intencionalidad educativa que ha de lograrse indefectiblemente en la diversidad. El Modelo Integrador y el Enfoque Histórico Cultural en la Educación Física constituyen una unidad dialéctica porque ambos tienen como fin: Contribuir al perfeccionamiento de nuestros niños adolescentes y jóvenes mediante las actividades físicas, deportivas y recreativas y coadyuvar de esta manera a la instrucción y la educación de un joven capaz de conducirse activa y conscientemente al servicio de la construcción de la sociedad socialista.

    En la clase de Educación Física se conjuga el modelo integrador y el enfoque histórico cultura por considerar el acto pedagógico en el cual se van a concretar los propósitos instructivo-educativos y las estrategias metodológicas previstas en la programación docente, último nivel de concreción del diseño y desarrollo curricular.

    En el devenir histórico de La Cultura Física y La clase de Educación Física varios han sido los autores entre los que cabe mencionar López (1993), Vega (1994), Ruiz (1986) entre otros, que han realizado reflexiones en el enfoque tradicional con un carácter dialéctico, a modo de romper viejos esquemas e implantar un modelo integrador.

    Lo esencial en el desarrollo de la clase de Educación Física por tanto, es la interrelación que se establece entre los componentes personales (profesor y alumnos), los componentes no personales (objetivos, contenidos, métodos, medio y evaluación) y las esferas de influencia (lo cognoscitivo, lo procedimental y lo actitudinal) en el proceso enseñanza-aprendizaje. Lo cognoscitivo, se relaciona con el aprendizaje de hechos, conceptos y principios, lo procedimental, con el desarrollo de habilidades y capacidades asociadas a la acción motriz y lo actitudinal, con la formación de actitudes, normas y valores. Para López (1993) la clase de Educación Física es un factor esencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El proceso de enseñanza aprendizaje se lleva a cabo mediante numerosas y variadas actividades que se desarrollan en la escuela como respaldo, consolidación y aplicación de la instrucción y del trabajo educativo. Esta unidad en la planificación coordinada, interrelacionada e integral de la educación docente, extradocente y extraescolar, desarrolladas con un carácter sistémico constituye uno de los aportes contemporáneos de la Pedagogía.

    La clase está considerada como la forma más adecuada para el logro de los objetivos educativos, porque en ellas están dadas las condiciones necesarias para fundir, en un proceso único, la instrucción y la educación. La posición dominante de la clase está determinada por varios factores, entre los que se pueden señalar los siguientes: su carácter obligatorio dentro del currículo escolar, se rige por una programación para los distintos grados, niveles y tipos de educación, contribuye en interrelación con las demás asignaturas (relación intermaterias), y en unión con las formas extradocentes y extraescolares a la formación de personas integralmente desarrolladas.

    A reflexiones de la autora de la investigación el profesor guía la actividad instructiva educativa de sus escolares al tener en cuenta las diferencias individuales, los niveles de ayuda, la zona de desarrollo próximo, la zona de desarrollo actual para desarrollar los niveles físico motriz, cognoscitivos y de actitudes en los escolares que se desarrollan en la escuela.

    “Los objetivos constituyen los fines o resultados previamente concebidos, como proyecto abierto o flexible, que guían la actividad de profesores y escolares para alcanzar las transformaciones necesarias en los estudiantes…” (Otmara González, 1996).

    A través de los objetivos de la educación y de la enseñanza, la escuela cumple con el encargo social que le otorga la sociedad: La formación de las nuevas generaciones. La educación a la diversidad es el proyecto educativo de la sociedad que tiene en cuenta la atención de los escolares con discapacidad.

    Hernández Vázquez (1994) refiere: Las actividades físicas adaptadas son programaciones de actividades dirigidas a grupos poblacionales con determinadas particularidades: discapacitados psíquicos y físicos; trastornos de personalidad, ancianos de la tercera edad, enfermos que asumen la connotación dependiente del medio o intención con que se aplique. En concordancia con los criterios a que los hemos hecho referencia, en la Guía Curricular de la Educación Física de la Universidad de Antioquia (2000), se expone:

    (…) el propósito de la Educación Física, está planteando de acuerdo con las características especiales de los alumnos que presentan alguna particularidad en la adaptación -alguna deficiencia o condición de superioridad- con relación a la norma general que se presenta en la población regular; o en otras palabras, la Educación Física Adaptada se adecua a las carencias, las suficiencias o diferencias respecto de lo denominado normalidad.

    Se trata de la enseñanza que adapta, que modifica el programa, las tareas o los medios para que todos los escolares puedan participar de un proceso planificado y razonado para la interacción dentro del ecosistema-persona, entorno y tarea. Al tener en cuenta los análisis anteriores acerca de las modificaciones, estas son asumidas como apoyo, los cuales se aplican al currículo para que sea amplio, equilibrado, diferenciado y continuo, aportando el elemento flexibilizador.

Bibliografía

  • Azcoaga, Juan E. y otros. Los retrasos del lenguaje en el niño. Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana, 2005

  • Bell Rodríguez, Rafael. Educación Especial: razones, visión actual y desafíos. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1997

  • Cabanas Comas, Ricardo. Acerca de una teoría sobre el origen del habla en la humanidad con derivaciones terapéuticas. Nueva interpretación. Revista Hospital Psiquiátrico de La Habana. Enero, 1979.

  • Fernández Pérez de Alejo, Gudelia. Prevenir: potenciar o capacitar para la vida. IX Conferencia Latinoamericana para la Educación Especial. La Habana, 2000.

  • López Hernández, Mayda. Programa de la Especialidad de logopedia para maestros de la Educación Especial. Tesis doctoral, 2003.

  • Programa de desarrollo 2000. Logopedia y Foniatría. República de Cuba. Ministerio de Salud Pública. Editorial Ciencias Médicas, La Habana. 1987.

Otros artículos sobre Actividad Física y Salud

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 172 | Buenos Aires, Septiembre de 2012
© 1997-2012 Derechos reservados