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Principios técnicos de los ejercicios hipopresivos del Dr. Caufriez

 

*Doctoranda Europea en Actividad Física, Salud y Deporte. Universidad de Vigo

Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Diplomada Magisterio Especialidad Educación Física

Profesora Internacional del Método Hipopresivo

**Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el deporte

DEA morfología médica Universidad de Santiago de Compostela

Director Internacional de formación del Método Hipopresivo

Tamara Rial*

rialtamara@gmail.com

Piti Pinsach**

piti.pinsach@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Los ejercicios hipopresivos fueron creados por el Dr. Caufriez alrededor de 1980 en la búsqueda de un adecuado entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico para el post-parto. Parten de unas premisas técnicas y metodológicas concretas. Son ejercicios respiratorios, posturales y propioceptivos que consiguen una disminución negativa de la presión intraabdominal. En la literatura especializada se encuentran errores comunes de descripción técnica relacionados con los fundamentos. El siguiente artículo por lo tanto describe los principios básicos de los ejercicios hipopresivos según la base del Dr. Caufriez y resume los errores técnicos más comunes relatados.

          Palabras clave: Técnica hipopresiva. Abdominales. Postura. Actividad física. Marcel Caufriez.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 172, Septiembre de 2012. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción al Concepto Hipopresivo

    Las técnicas hipopresivas fueron creadas por el Doctor en Ciencias de la Motricidad y especializado en rehabilitación Marcel Caufriez, a partir de su dedicación a la reeducación uro-ginecológica (Rial, Villanueva y Fernández, 2011) En 1980 las denominó “Aspiración diafragmática” y a partir de ellas se constituyó en laboratorio la conocida “gimnasia abdominal hipopresiva” (Caufriez,1997), cuyo objetivo inicial era buscar una técnica de fortalecimiento muscular que fuese beneficiosa para la faja abdominal pero sin efectos negativos sobre el suelo pélvico (Caufriez, Fernandez, Fanzel y Snoeck, 2006)

    En 2006, ante las crecientes dudas que algunos profesionales del sector del fitness planteaban en torno a la prescripción de ejercicios hiperpresivos en el deporte (Pinsach, 2010) y al cuestionamiento de los ejercicios abdominales para la mujer descritos en la literatura (Amostegui, 1999; Calais, 2010; Gasquet, 2003; Murillo, Robles y Walker, 2006), Marcel Caufriez desarrolla las técnicas hipopresivas aplicadas al deporte y fitness, los denominados hipopresivos dinámicos (Rial et al., 2011; Serra, 2011) El objetivo planteado era la búsqueda de una actividad física en los centros deportivos que no provocara daños en el suelo pélvico femenino como señalan Caufriez, Pinsach y Fernández (2010). Al respecto de este cuestionamiento, los autores Caufriez, Fernández, Esparza y Schulmann (2007) implementaron un estudio con 16 mujeres primíparas que en su puerperio realizaron sesiones de 45 minutos de abdominales tradicionales, dos días a la semana durante seis semanas para valorar el estado del suelo pélvico después de un programa de abdominales para el post-parto. Los resultados medidos con tonimetría perineal mostraron una disminución del índice de rigidez de la musculatura del suelo pélvico de un 32,7 % (p>0,001) y del tono de base del mismo.

    Estas son algunas de las razones por las cuales Caufriez et al., (2010) inician su proyecto en torno al método hipopresivo: “sobre las cuestiones que se plantean los profesionales del deporte a propósito de los abdominales en las salas de fitness, en particular en las mujeres después de un parto”.

    Por lo tanto, los ejercicios hipopresivos nacen como una alternativa a los métodos tradicionales para tonificar la musculatura de la faja lumbopélvica sin presionar las estructuras y órganos internos.

    El método hipopresivo se caracteriza por englobar ejercicios posturales sistémicos que buscan la disminución de la presión intraabdominal (Caufriez, Fernández, Guignel y Heinemann, 2007). Lo relevante no es la cuantificación total en la reducción de presión sino la existencia de esa misma disminución en todas las cavidades del espacio barométrico: la abdominal, la torácica y la perineal que es medible con manómetros de presión intracavitarios (Caufriez, et al., 2006).

    El concepto Hipopresivo, hace alusión a la escasez de presión o disminución de la presión intraabdominal. Concretamente en las cavidades torácica, abdominal y pélvica. En relación con la variación de presión intraabdominal, se utiliza una terminología que hace mención, desde el mayor grado de presión, hiperpresivo, hasta el menor grado de presión, hipopresivo. Esparza (2001), define los términos hiperpresivo, e hipopresivo en concordancia proporcional con los aumentos de presión y bajo relación matemática entre la Diferencia de Presión (DP) y la Diferencia de Volumen (DV). En una misma situación funcional dada DV/DP = constante.

    El concepto hiperpresivo del espacio abdominal hace alusión al hecho por el cual la variación de presión es positiva tanto en la fase inspiratoria como espiratoria. En un sistema de ejes XY donde el eje de abscisas es el tiempo y el eje de ordenadas la diferencia de presión, se dice que la dinámica es hiperpresiva cuando la diferencia de presión es positiva. La hiperpresión abdominal cuantitativa es definida por Caufriez et al., (2010) como aquella diferencia de presión igual o superior a 30 mmHg.

    Por su parte, el efecto hipopresivo se manifiesta cuando la diferencia de presión obtenida es negativa. Es decir, en el sistema de ejes XY, se sitúa en el cuadrante negativo. Desde la anterior descripción se realiza una clasificación de ejercicios físicos según la media estadística de la diferencia de presión:

    Los ejercicios hipopresivos además de caracterizarse por la disminución de la presión intraabdominal, se determinan como ejercicios posturales y respiratorios asociados a un ritmo en particular. En sus inicios eran sólo posturas estáticas y, para implicar más musculatura y lograr también aumentos de fuerza y eficacia en movimientos físico-deportivos, el Dr. Caufriez creó los ejercicios en movimiento. Se realizan con un orden adaptado a las necesidades individuales y siguiendo una cadencia concreta para mantener el ritmo respiratorio controlado. Rial y Villanueva (2012) señalan que se efectúan adoptando diferentes posiciones en base a unas pautas técnicas de ejecución fundamentales (Figura 1).

2.     Principios técnicos

    Existen una serie de signos anatómicos asociados a la correcta ejecución técnica y que delatan el efecto hipopresivo como son: abertura del arco costal, movilización del ombligo hacia dentro (figura 2) y hendidura en las fosas claviculares (figura 3). Con la aparición de estos signos anatómicos el efecto hipopresivo estaría activado según describe Caufriez (1997).

    Las pautas técnicas para la realización del ejercicio según Caufriez (2010) y ampliado por Rial y Villanueva, (2012) son:

  • Autoelongación: estiramiento axial de la columna para provocar una puesta en tensión de los espinales profundos y extensores de la espalda.

  • Doble mentón: Empuje del mentón que provoca tracción de la coronilla hacia el techo (figura 4).

  • Decoaptación de la articulación glenohumeral: se provoca abducción de las escápulas y activación de los serratos.

  • Adelantamiento del eje de gravedad: desequilibrio del eje anteroposterior que implica variación del centro de gravedad (figura 5).

  • Respiración costal: respiración diafragmática con fase inspiratoria y espiratoria pautada por el monitor.

  • Apnea espiratoria: fase de espiración total de aire y apnea mantenida (entre diez y veinticinco segundos según nivel de practicante). En la fase de apnea se añade una apertura costal como simulando una inspiración costal pero sin aspiración de aire. Durante la fase de apnea espiratoria se provoca cierre de la glotis; contracción voluntaria de los serratos mayores y de los músculos elevadores de la caja torácica (músculos de las vías respiratorias superiores, intercostales, escalenos, esternocleidomastoideo). El diafragma, durante la fase de apnea espiratoria, se relaja y es succionado como consecuencia de la apertura costal y elevación de la caja torácica. La relajación tónica del diafragma (Hodges, Heijnen y Gandevia, 2001) consigue la disminución de la presión torácica y abdominal (Caufriez et al., 2007).

    Durante la ejecución del ejercicio hipopresivo se provoca la contracción voluntaria de los serratos mayores y de los músculos elevadores de la caja torácica, músculos respiratorios que dependen de los centros respiratorios supraespinales, los cuales influyen en el control tónico postural y fásico de los músculos respiratorios (músculos de las vías respiratorias superiores, intercostales, escalenos, diafragma torácico, abdominales y suelo pélvico). La realización de apnea durante la realización de los ejercicios hipopresivos, actúa aumentando el nivel de dióxido de carbono en sangre y llevando al organismo a un estado próximo a la hipercapnea, por lo que la estimulación de los centros supraespinales respiratorios es mayor (Hodges, Forster, Papanek, Dwinell y Hogen, 2002). Su activación o inhibición permite modular la tensión postural (actividad tónica) del conjunto de músculos con los que se relacionan (Rial et al., 2011)

    Cada postura articular incluida en los ejercicios ha sido diseñada para facilitar la acción hipopresiva y poder ejercitarse al máximo de las posibilidades articulares (Rial et al., 2011). Este hecho ha sido demostrado por Caufriez et al., (2007) en donde se midió la presión vía rectal captada con manómetro conectado a sonda de presión durante la ejecución de diferentes posturas hipopresivas. Hubo disminución significativa de la presión, en relación a realizar el ejercicio hipopresivo en posición bípeda sin pautas a hacerlo desde la misma posición con las pautas técnicas añadidas. Sirve de ejemplo la posición de los brazos en algunos ejercicios donde se combina rotación interna de los hombros, flexión de codos y flexión dorsal de las muñecas (figura 6). La repetición diaria de los ejercicios, debido a la situación postural, crea a largo plazo nuevos esquemas propioceptivos. La repetitiva estimulación propioceptiva crea modificaciones en el esquema corporal y en las respuestas anticipatorias ante determinados gestos y esfuerzos (Caufriez et al., 2010).

    Los ejercicios se realizan con un ritmo lento y respiración pautada por el terapeuta o monitor. Las posturas se repiten un máximo de tres veces con una duración mínima de sesión entre veinte minutos y una hora según objetivo a alcanzar.

3.     Errores más comunes

    Los ejercicios hipopresivos deben cumplir los fundamentos técnicos descritos anteriormente que conviene verificar para asegurar que realmente disminuyen la presión y provocan los efectos posturales que se persiguen. Una pequeña modificación en la descripción y realización de los ejercicios puede proporcionar una alteración de los resultados o fines perseguidos, por ello es importante buscar la ayuda de un profesional convenientemente formado en las técnicas del Dr. Caufriez que puede encontrarse en los directorios www.marcel.caufriez.net o www.metodohipopresivo.com .

    Se pueden hallar en la literatura algunas descripciones técnicas erróneas sobre el modo de ejecutar un ejercicio hipopresivo. Probablemente la confusión se deba a la observación visual del hundimiento de la faja abdominal que puede llevar a mal entendimiento pues semeja una contracción voluntaria de la faja abdominal (figura 7) pero la técnica es más compleja pues en ningún momento se requiere una contracción del abdomen sino una acción voluntaria de la musculatura inspiratoria (figura 8) como se ha descrito. Esto provocaría el efecto visual tan llamativo del hundimiento abdominal mucho más pronunciado que una maniobra de contracción abdominal.

    Este sería el caso de la descripción que hacen algunos autores en estudios experimentales (Bernardes et al. 2012; Stüpp, Resende, Petricelli, Nakamura, Alexandre, Zanett, 2011) sobre el protocolo de realización de un ejercicio hipopresivo en los que se menciona una contracción voluntaria del músculo transverso.

    Otra hipótesis planteada sobre la mala interpretación en la técnica es la observación de vídeos, imágenes o incluso lecturas sobre la temática que llevan a los usuarios o técnicos a practicar en casa o en el centro deportivo el ejercicio sin supervisión o formación previa. Hay algunos casos en que incluso se llega a confundir o a añadir la técnica hipopresiva conjuntamente con los ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico conocidos como ejercicios de Kegel. Estos son ejercicios de fortalecimiento de los músculos del periné descritos por el Doctor Kegel (1948) para tratar disfunciones sexuales como la anorgasmia, en donde no existía una adecuada percepción de la musculatura del periné. Consisten en la contracción de la musculatura estriada del suelo pélvico, específicamente el músculo puboccígeo. Inciden sobre todo en las fibras tipo II y su objetivo es mejorar la contractilidad y fuerza del periné. Objetivo diferente es el que persigue la técnica hipopresiva cuyo fin es aumentar el tono muscular e incidir en gran medida en las fibras tipo I del diafragma pelviano (Caufriez, 1997; Caufriez et al., 2010).

    Otros errores o interpretaciones particulares sobre el protocolo técnico se relacionan con la forma de realizar la apnea, es el caso de Schuster y Latorre (2011) que en su estudio de mujeres con incontinencia urinaria, el protocolo descrito para las pacientes del grupo experimental que realizaron gimnasia hipopresiva es realizado en apnea inspiratoria totalmente al contrario de la técnica detallada por Caufriez. Dicho autor define el ejercicio en apnea espiratoria, es decir con la expulsión total de aire. Los efectos de uno u otro ejercicio serían totalmente diferentes pues el ejercicio en apnea espiratoria crea efectos fisiológicos particulares debido a la hipoxia y saturación de oxígeno en sangre que pueden diferir del ejercicio realizado con oxígeno. Así mismo la posición del diafragma torácico varía sustancialmente en función de la fase respiratoria y cantidad total de oxígeno pulmonar, hecho que influye directamente en la presión intraabdominal. Por ello podría no ser exactamente hipopresivo si se realiza en apnea inspiratoria.

    Este error de interpretación se encuentra también en libros de prescripción de ejercicios abdominales como el caso de Sánchez (2009) o terapéuticos como el de Bosco (2012). El primero describe equivocadamente el procedimiento técnico de un ejercicio hipopresivo pues lo define como “una inspiración al tiempo que se activa el músculo transverso, sin perder la contracción muscular se expulsa el aire” (Sánchez, 2009) Esta descripción no guarda ninguna semejanza con el método hipopresivo del Dr. Caufriez. Descripción singular es la de Bosco (2012) que interpreta los abdominales hipopresivos sin riesgo “como un intento de ahuecar la parte superior abdominal, independientemente del momento de respiración”. Según la ejecución de los hipopresivos la apertura costal se realiza en el momento de apnea espiratoria, nunca en apnea inspiratoria como indican Sánchez (2009); Schuster y Latorre (2011) ni tampoco en ambas fases respiratorias como interpreta Bosco (2012).

4.     Conclusiones

    Los ejercicios hipopresivos del Dr. Caufriez se caracterizan por poseer principios posturales concretos como son: elongación axial; doble mentón; activación de la cintura escapular y principios respiratorios: apnea espiratoria y apertura costal. Será fundamental por parte del técnico incidir en el aprendizaje de los fundamentos técnicos y metodología para asentar los fundamentos del método desde la iniciación. En este sentido, las descripciones erróneas o descuidos metodológicos pueden llevar a una mala praxis de los practicantes.

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