efdeportes.com
Las Carreras de Caballos en las playas de Sanlúcar de Barrameda

 

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

por la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla

(España)

Javier Cuevas Gonzálvez

jcuegon@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          Las Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda es uno de los acontecimientos deportivos más espectaculares del mundo al celebrarse en la playa, habiéndose celebrado ya en 164 ocasiones. En este documento se hace referencia al origen de las carreras de caballos en el mundo y particularmente en España para pasar a relatar el nacimiento y la evolución de estas peculiares carreras que han dado lugar a un espectacular acontecimiento deportivo en el que se ha convertido hoy en día.

          Palabras clave: Turf. Carreras de caballos en la playa. Sanlúcar de Barrameda.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 172, Septiembre de 2012. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

Javier Cuevas Gonzálvez     Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda (España), sinónimo de espectáculo, belleza, naturaleza, tradición…más de 160 son las ediciones de este acontecimiento deportivo ecuestre anual, las cuales han demostrado a muchas personas que consideraban a las carreras como una celebración que, aunque singular, solo era una pincelada anecdótica para la oferta veraniega sanluqueña, como a día de hoy se ha convertido en una de las escasas expresiones festivas nacionales dotadas de un atractivo incluso con capacidad para poder contribuir a la promoción de la imagen turística de España por todo el mundo. En este artículo, se ha tratado de recoger los antecedentes y la historia de las competiciones ecuestres de las playas sanluqueñas, sin olvidarnos de algunos de sus protagonistas más señalados, intentando por ello de que pueda ayudarle a comprender la singularidad de esta celebración que es, a día de hoy, una de las más reconocibles y exportadas señas de identidad de Sanlúcar de Barrameda.

Breve historia de las carreras de caballos

    Antes de acercarnos a las Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda nos vamos a acercar a las circunstancias que generaron el espectáculo hípico en el mundo y la consecución de un tipo de caballo que, gracias a su predisposición para la velocidad, hizo posible el desarrollo del mundo de las carreras hípicas.

    Hasta el siglo XVIII, el caballo fue una pieza fundamental e imprescindible para las actividades cotidianas como podían ser las agrícolas, las bélicas o para el transporte de personas y mercancías. Es a partir de la Revolución Industrial cuando este animal pasa a un segundo plano, siendo sustituido por las maquinarias en las actividades antes mencionadas, produciéndose por ello un desuso del caballo llevando a éste animal a la decadencia. Solo algunas de las razas con características especiales lograron evitar dicho descenso en la población equina, siendo el pura sangre inglés algunas de ellas, gracias a su portentosa velocidad y su adecuación para las carreras.

Origen

    Aunque es una ardua tarea fijar el inicio de las carreras de caballos, se puede afirmar que en 1750, tras la creación del “Jockey Club” inglés, fundado por el duque de York, marca el inicio de las primeras carreras de caballos oficiales y reglamentadas.

    Mucha culpa de ello tuvo la consecución del “purasangre inglés”, caballo caracterizado por su velocidad que tuvo origen gracias a la mezcla entre caballos llevados a Inglaterra desde Oriente Próximo durante el siglo XVIII y los caballos autóctonos, los cuales eran descendientes de caballos españoles. Tras su mezcla, la raza de caballos “purasangre inglés” se empezó a exportar por todo el mundo, dando un gran paso para el inicio de las carreras de caballos.

Carreras de caballos en España

    Es en 1835 en la finca madrileña conocida como Alameda de Osuna, cuando una carrera de caballos anima a un grupo de aristócratas españoles a crear el 23 de abril de 1841 la “Sociedad de Fomento de la Cría Caballar en España”, siendo presidida por el duque de Osuna y teniendo como fin “la mejora de las razas caballares, el estimulo de su fomento por medio de las carreras de caballos y otras actividades análogas y la divulgación de las mismas” (García Rodríguez, 2001). Un año más tarde de la fundación de la Sociedad se elabora un Reglamento de Carreras y se instaura un primer y rudimentario hipódromo en la finca Casa de Campo de Madrid, celebrándose el 20 de abril de 1843 la primera carrera pública española, sobre una distancia de 3.000 varas y siendo el ganador el caballo “Papoola” de la cuadra marqués de Guadalcazar.

    Es a partir de 1845 cuando, tras la inauguración del nuevo hipódromo de la Casa de Campo, se expande la afición por toda España y se empiezan a formar cuadras importantes como Salvatierra o Real Yeguada de Aranjuez y nuevos hipódromos como la Dehesa de Tablada (Sevilla, 1868) o Caulina (Jerez, 1868). Además de estos acontecimientos que afianzaron el mundo de las carreras de caballos en España, cabe destacar la gran apuesta económica que se hizo con creación, en 1881, del Gran Premio de Madrid, dotado con 10.000 pesetas, conocido más tardíamente como Gran Premio Nacional, que se ha venido disputando hasta la clausura del hipódromo de la Zarzuela en Madrid.

    El estallido de la Primera Guerra Mundial supuso para el “turf” español el comienzo de una brillantísima etapa, desarrollándose numerosas e importantes carreras en el norte de España, a las cuales iban cientos de purasangres franceses a competir. Algunos de los hipódromos que se inauguración en esta época fueron los de Lasarte (San Sebastián, 1916) o Bellavista (Santander, 1917), batiéndose en el primero de estos el record mundial de dotación económica, nada menos que 500.000 pesetas y una copa de oro, para el ganador de una carrera disputada en septiembre de 1922.

    La proclamación de la II Republica supone el decaimiento de las carreras de caballos en España, viendo como muchas ciudades con tradición hípica deben suspender sus programas de carreras, e incluso desapareciendo algunos de los hipódromo de estas ciudades. Es tras la terminación de la Guerra Civil cuando se reinician las actividades de carreras equinas, inaugurándose además el hipódromo madrileño de la Zarzuela y el sevillano de Pineda.

Las competiciones hípicas en la playa de Sanlúcar de Barrameda: Origen y evolución

    No existe unanimidad acerca del origen exacto de las Carreras de Caballos en las playas de Sanlúcar de Barrameda. Algunos investigadores han pretendido relacionar el origen con las disputas de velocidad a las que eran sometidos los caballos que esperaban en la playa para transportar el pescado del puerto de Bajo de Guía a los mercados locales y a los de las poblaciones cercanas, con el único fin de darle un tono de popularidad al origen de la competición.

    De la abundante existencia de caballerías en Sanlúcar nos habla Fernando Guillamas y Galiano, en su obra publicada en 1858, donde cita como más de 200 caballos esperan en las playas sanluqueñas al anochecer la llegada de los barcos pesqueros para la posterior distribución de la mercancía. De ello se encarga de confirmarlo las “Respuestas Generales del Catastro de Ensenada”, que nos informa de la existencia de 620 ejemplares, entre caballos de paseo y padres de reproducción, y otros 700, dedicados a la carga y tiro, siendo una alta densidad debido a que, hacia 1860, Sanlúcar solo poseía 12.000 habitantes.

    Una buena parte de la población equina sanluqueña estuvo dedicada desde tiempos atrás a las actividades relacionadas con la pesca, como ayudas en las labores de desembarco del pescado, traslado de enseres y materiales, acercamientos de las barcas, etc., siendo lo más veloces y resistentes los caballos encargados de transportar el pescado de mayor calidad, y por ello más caro, a las localidades cercanas a Sanlúcar. En la presencia de estos caballos, conocidos por muchas personas como “caballos correderos”, y en sus rudimentarias y esporádicas competiciones de velocidad a las que eran sometidos por sus dueños en momentos de espera en la playa, se han basado aquellos investigadores que le dan un carácter popular y marinero a las carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda.

Las primeras carreras de caballos reglamentadas

    La primera referencia que tenemos sobre las carreras sanluqueñas es del 23 de agosto de 1845, donde mediante un acuerdo capitular es informado el Ayuntamiento de Sanlúcar de la celebración de unas carreras de caballos en las playas de la ciudad, las cuales tendrían lugar, por primera vez, el 31 de agosto de 1845.

    Además existía un bando de policía, donde obliga a la ciudadanía a adornar los balcones y limpiar la fachada de las casas por donde iba a pasar una cabalgata alegórica a la reunión hípica, donde iban las autoridades locales y provinciales, tal y como recoge un memorial incluido en el programa oficial de las carreras correspondiente al 2 de septiembre de 1975.

    Tras la celebración de las carreras, llevadas a cabo el 31 de agosto de 1875 como se ha dicho anteriormente, el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, de forma oficial, da la enhorabuena al comité organizador del evento por el enorme lucimiento que ha tenido la ciudad gracias a ellas. Así mismo, y gracias en gran medida al apoyo recibido por las administraciones y personas cercanas al mundo del caballo, este comité organizador decide fundar la Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda con fecha de 20 de septiembre de 1845, apenas tres semanas después de la celebración del espectáculo ecuestre, teniendo como único fin “el fomento de la raza caballar andaluza cuyo interesante ramo de utilidad para la agricultura de este país” según dice el prologo de los estatutos fundacionales de la Sociedad. Cabe mencionar que este comité estuvo formado por personas vinculadas en su mayoría al mundo del vino local, pieza fundamental en la economía sanluqueña tanto en aquella época como en la actual, que pretendían ampliar sus actividades exportadas en el mercado británico, y que mejor que unirse al mundo del “turf” para alcanzar más fácilmente el mercado anglosajón.

    Concretada en la tarde del 31 de agosto de 1845 como la fecha histórica que marca el inicio de las carreras de caballos sanluqueñas, con carácter de continuidad anual y dotadas de oficialidad por parte de las autoridades, son estas las que las utilizan como uno de los principales atractivos turísticos veraniegos de la ciudad.

Consolidación de las Carreras de Caballos de Sanlúcar

    Con el paso de los años, las Carreras de Caballos de Sanlúcar perfeccionaron su reglamento hasta llegar a homologarse con las normas tradicionalmente aplicadas en Inglaterra. En el “Reglamento de la Sociedad de Carreras” aprobado el 5 de marzo de 1875 se indica claramente la voluntad de seguir celebrando anualmente las carreras y que su fecha de realización será en el mes de agosto. Además, en este reglamento aparecen recogidas una serie de normas muy precisas y profesionales en cuanto a organización y desarrollo de las carreras, entre las que cabe destacar las normas alusivas a los jurados, a los premios, a los vestuarios de los jockeys, los pesos, etc.

    Cuando apenas se ha cumplido medio siglo de existencia de las carreras de caballos, el hipódromo playero sanluqueño se ha convertido en un punto de reunión inigualable para los aficionados al mundo de las carreras de caballos en España, viniendo los mejores y más prestigiosos caballos. Esto da lugar a que la ciudad de Sanlúcar de Barrameda alcanzara un tono veraniego solo comparable con ciudades como San Sebastián y Santander.

    Los palcos de los hipódromos, conocidos en aquellos tiempos como “stand”, se convirtieron en un centro social durante los veranos andaluces. Las jornadas hípicas comenzaban sobre las tres y media o cuatro de la tarde, realizándose cinco o seis carreras diarias sobre la distancia de 900-1.400 metros, teniendo los premios denominaciones muy sanluqueñas, como “Guadalquivir”, “Bajo de Guía” o “Sanlúcar”. Estas denominaciones empiezan a decaer cuando, a partir del siglo XX empiezan las marcas vinateras a patrocinar las carreras y a denominar con sus nombres los premios, como fue el caso de “Garvey” y “Casa Domecq”.

    Con respecto a los premios, la mayoría de ellos destacaban por la categoría artística de las copas y de otros objetos, como estatuillas, pitilleras, relojes de oro, etc., que eran donados por la Familia Real y los Infantes de Orleáns y Borbón. Además, se daban pequeñas dotes económicas que iban desde las 250 pesetas al ganador a las 200 y 150 al segundo y tercer clasificado del premio “Guadalquivir” en el año 1917.

    Es en el año 1930 cuando las competiciones hípicas en las playas sanluqueñas alcanzan, por fin, la ansiada consideración de “Temporada oficial de carreras de caballos” apareciendo publicadas por primera vez en el “Boletín Oficial de las Carreras de Caballos” que edita la “Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España”. Pero es el año siguiente, cuando el Ayuntamiento decide suprimir las reuniones ecuestres programadas para ese verano, debido a la situación política de España.

    Durante 1932 y 1935 se reanudaron el ciclo de carreras, aunque estuvieron mermadas de brillantez y asistencia de público tan abundante en ediciones anteriores. A parte de la ausencia de carreras de caballos de Sanlúcar del verano de 1931, y durante el periodo bélico de 1936-1939, solo en otras dos ocasiones tuvo que suspenderse estas competiciones playeras, siendo el caso de 1898, debido a la Guerra hispano-iberoamericana, y en 1921, con motivo del desastre de las tropas españolas en Annual.

    Tras la contienda civil, en el mismo año de 1949, se reinician las carreras hípicas en las playas sanluqueñas, iniciándose una nueva etapa que, con el paso del tiempo, culminarían en su esplendorosa actualidad.

El periodo de 1940-1980

    Las pujanzas y el prestigio del que hoy gozan las carreras sanluqueñas se fundamenta en una tradición alentada por la fidelidad de patrocinadores, propietarios de cuadras, entrenadores y jockeys, el propio Ayuntamiento de la ciudad, y un grupo de personas enamoradas del evento deportivo, los cuales siempre a duras penas conseguían elaborar los programas anuales siempre con la ilusión de que este espectáculo veraniego no desapareciera.

    Y no solo no desapareció, sino que tras el reinicio de las carreras tras la Guerra Civil, ningún otro año ha faltado la cita competitiva equina en los agostos sanluqueños, teniendo que dejar a un lado las crisis económicas, la desaparición de grandes aficionados o incluso, el brote de peste equina que se manifestó en 1989, sirviendo la reanudación de las carreras como una simple lógica continuación de un espectáculo muy arraigado a los sanluqueños y a los cientos y cientos de veraneantes fieles al pueblo de Sanlúcar.

    Gracias al resumen escrito de la temporada de 1941, realizada por la “Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España” podemos conocer que se realizaron un total de 8 carreras, repartidos en dos días de competición, participando 36 caballos y repartiendo 11.500 pesetas en premios, números bastante elevados viendo la situación en la que se debería encontrar el país tras los tres años de guerra. En la temporada siguiente, se decide ampliar el número de días de carreras, pasando a un ciclo de tres días.

    Con la década de los años cuarenta se afianzaba la presencia de los Orleáns y Borbón en las carreras, convirtiéndose el Infante don Alfonso en figura respetada y querida de la ciudad de Sanlúcar, gran amante de las carreras sanluqueñas, que ostentó la presidencia de honor de las reuniones hípicas hasta su fallecimiento, erigiéndose como una de las personalidades que más han contribuido a prestigiar las carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda a lo largo de su historia. Cabe destacar, el pesar que la Sociedad de Carreras sanluqueña manifestó tras el fallecimiento de don Alfonso de Orleans y Borbón en el programa oficial de la temporada hípica de 1975, año de su muerte, reconociendo su encomendable labor.

    Ya dijimos que los días de carreras en Sanlúcar eran sinónimo de días grandes para la ciudad, marcando el punto y final de unos veranos repletos de festejos. El numeroso público asistente a la playa siempre destacó por su enorme respeto a los caballos y por el trato que daba a las playas de la desembocadura del río Guadalquivir como un hipódromo oficial.

    Con respecto a el público asistente a las carreras de caballos hace unos veinticinco años, Isidro García del Barrio realizó un cálculo estadístico concretando que un día normal de carreras se podían reunir en torno a siete mil quinientas personas en las playas gaditanas, estando a parte las personas que se encontraban en el paseo marítimo y en el recinto de llegada, pudiendo por ello ascender el número a diez mil personas. En la actualidad, gracias a los cálculos de las fuerzas de seguridad que velan por el perfecto desarrollo del programa hípico, esa cifra se triplica llegando a las treinta mil personas las que asisten diariamente a tal evento hípico.

    Iniciada la década de los sesenta, los problemas económicas del Ayuntamiento hacen reflejo en los sucesivos programas de las temporadas de carreras, reflejándose, en primer lugar, en las anticuadas instalaciones propias de la Sociedad de Carreras, como los palcos o los recintos para jockeys y caballos; y en segundo lugar, en los premios, los cuales se estancaron, convirtiéndose en dotaciones ridículas o, incluso, simbólicas. Esto provoca la disminución del número de inscripciones y del número de cuadras de afuera de Sanlúcar que vienen a la ciudad gaditana para competir.

    Sin embargo, esta decadencia acaba en 1980, coincidiendo con el traslado del recinto de llegada, desde la playa de Bajo de Guía a la de las Piletas, donde actualmente se siguen encontrando. Además, el fin de la decadencia e inicio de los años más gloriosos de las carreras de caballos coincidió también con el año en el que la temporada de carreras ha sido la más larga, un total de nueve días divididos en tres ciclos. Esto solo duraría un año, ya que a partir de 1981 se redujo a dos ciclos de tres jornadas cada uno, tal y como se desarrollan en la actualidad.

    Es en el exitoso año 1980 cuando el Premio Ciudad de Sanlúcar cuadruplica su dote económico, pasando a trescientas mil pesetas para el ganador, aumentando a la actualidad hasta cerca de los nueve mil euros (un millón y medio de pesetas), convirtiéndose en uno de los mayores premios del “turf” español. Este grandioso año que evita la desaparición de estas míticas carreras de caballos se aprovechó para la refundación de la Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda.

El 150 Aniversario

    La celebración en el año 1995 del “150 Aniversario de las Carreras de Caballos en la playa de Sanlúcar” quedó marcada en la historia del espectáculo ecuestre sanluqueño como el punto de partida para entender la enorme trascendencia alcanzada por las ediciones posteriores. El programa elaborado para esta edición tan especial, estuvo cargado de exposiciones, concurso de dibujos y fotografías, ciclos de conferencia, etc., además de la propia celebración de la temporada de carreras, intentando con ello conseguir un mayor aprecio de los sanluqueños como un reconocimiento de la ciudad y sus festejos por las personas de fuera de Sanlúcar. Dicha temporada de carreras fue la más prestigiosa en cuanto a cuadras y a jockeys se refiera, ya que la enorme calidad de los inscritos que habían comprometido su presencia convirtió al hipódromo de Sanlúcar como uno de los más acreditados del país. Entre las cuadras participantes destacaron “La Gitana”, “Pineda”, “Cuadra Madrileña” o “Celso Méndez”, entre otras, trayendo ejemplares tan importantes como “Snowy Panda”, “Alcino”, “Vértice” o “Partipral”, considerado este último como el mejor caballo español que corrió. En jockeys, destacaron la presencia de J.L. Martínez y los colombianos Jorge Horcajada y O.L. Carrasco.

    Esta temporada tan especial tuvo su desarrollo en los días 8,9 y 10 de agosto (primer ciclo) y 23,24 y 25 agosto (segundo ciclo), disputándose veinticuatro premios con un total de dieciocho millones y medio de pesetas en dotaciones. El “Premio Ciudad de Sanlúcar”, conocido a partir de esa temporada como “Gran Premio Ciudad de Sanlúcar”, se lo adjudicó “Snowy Panda”, caballo perteneciente a la cuadra “La Gitana” y montado por O.L. Carrasco, mientras que el “150 Aniversario- Gran Premio Cepsa”, dotado con la mayor cantidad económica de la historia de las carreras de caballos de Sanlúcar con un millón y medio para el ganador, se lo llevó la yegua “Laura”, de la cuadra “Casa Neves” con la monta de Beca R..

    El éxito de la celebración del “150 Aniversario” supuso una ampliación de los programas hípicos programados anualmente por la “Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda”, realizándose competiciones de menor importancia como “Las Carreras de Invierno en la playa”, raids hípicos, exhibiciones de doma, concursos de saltos, etc., que se siguen desarrollando en la actualidad a lo largo del año.

Las Carreras de Caballos, hoy

    A la popularidad que vuelve a alcanzar las carreras en los años ochenta se uniría de inmediato

    Su trascendencia gracias a la presencia de los medios de comunicación, nacionales y extranjeros, que cada temporada acuden al hipódromo en mayor número. Además, se incrementa de forma considerable la afición por la hípica en la ciudad de Sanlúcar, constituyéndose cuadras locales de importancia.

    Conexiones radiofónicas en directo, amplios reportajes televisados, presencia continuada en los medios escritos, etc., ayudan a afianzar la celebración de la fiesta hípica sanluqueña, además de divulgar el nombre de Sanlúcar por todas partes. Algunos datos de la importancia y difusión alcanzada por las carreras fue recogida en el año 2000, gracias al “Análisis de Presencia en Medios de Comunicación”. Por ellos supimos que sobre las Carreras de Caballos de Sanlúcar se recogieron un total de doscientos seis titulares y se han publicado seiscientas setenta y nueve fotografías relacionadas con el evento. Con respecto a la televisión, se emitieron un total de trece horas, teniendo que destacar las retransmisiones en directo emitidas por Canal Sur 2. Y por último hace falta hacer mención especial al año 1999, cuando se ofrecieron en directo a toda España mediante el satélite Hispasat, y a todo el mundo, a través de Internet.

    Bastante claridad dan los datos señalados anteriormente para fijar la realidad de las carreras de Sanlúcar como uno de los eventos festivo-deportivos de mayor difusión de todas España.

Conclusión

    En conclusión, las Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda han evolucionado favorablemente desde los primeros transportes de pescados y mariscos hacia los mercados hasta las actuales competiciones deportivas, convirtiéndolo en un espectáculo inigualable para el disfrute de niños, jóvenes y adultos de muchas partes de España y del mundo que convierten a la localidad gaditana en uno de los puntos claves del verano español a lo que deportivamente se refiere.

Bibliografía

  • García del Barrio Ambrosy, Isidro. El veraneo en Sanlúcar, Revista “Sanlúcar de Barrameda nº 26”, Sanlúcar de Barrameda, 1990.

  • García del Barrio Ambrosy, Isidro. Las Carreras de Caballos de Sanlúcar. “Diario de Jerez”, Jerez, 28 de agosto de 1993.

  • García Rodríguez, José Carlos (2001): “Las Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda”, (Edición revisada y actualizada), Sanlúcar de Barrameda.

  • Guillamas y Galiano, Fernando (1990): “Historia de Sanlúcar de Barrameda”, (Facsímil de la primera edición de 1858), Sanlúcar de Barrameda.

Archivos consultados

  • Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda.

  • Archivo Municipal de Sanlúcar de Barrameda.

Otros artículos sobre Aventura en la Naturaleza

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 172 | Buenos Aires, Septiembre de 2012
© 1997-2012 Derechos reservados