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Proyecto de programa de actividades acuáticas 

y gestión de las instalaciones deportivas

 

Licenciado en Educación Física

Diplomado en Profesorado de Educación General Básica

Licenciado en Psicología

Miguel Ignacio Salmerón Sánchez

salmeronmiguel@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Los proyectos son procesos planificadores en sí mismos dentro de otros procesos planificadores más generales y amplios; de hecho existe coherencia y semejanza entre la anterior delimitación conceptual de proyecto con la que se puede obtener del concepto de planificación. La planificación cumple dos propósitos principales en las organizaciones: el protector y el afirmativo. El propósito protector consiste en minimizar el riesgo reduciendo la incertidumbre que rodea al mundo de los negocios y definiendo las consecuencias de una acción administrativa determinada.

          Palabras clave: Gestión. Programación. Planificación. Programas acuáticos.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 171, Agosto de 2012. http://www.efdeportes.com

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I.     Introducción

    Los proyectos son procesos planificadores en sí mismos dentro de otros procesos planificadores más generales y amplios; de hecho existe coherencia y semejanza entre la anterior delimitación conceptual de proyecto con la que se puede obtener del concepto de planificación. Una breve revisión representativa de este último concepto puede ser la siguiente: 1º) la planificación puede entenderse como “ (...) el conjunto de actividades coordinadas y sucesivas, unitariamente encaminadas a la consecución de un logro y no exentas de continuos controles y reajustes” (Mestre Sancho, 1995: 41); o como 2ª) la primera tarea administrativa con la que se establecen “(...) un/os objetivo/s para determinar el curso de acciones que se deben seguir para alcanzarlo “ (Redondo, 2002); o como 3º) “(...) la acción consistente en utilizar un conjunto de procedimientos mediante los cuales se introduce una mayor racionalidad y organización en un conjunto de actividades y acciones articuladas entre sí que, previstas anticipadamente, tienen el propósito de influir en el curso de determinados acontecimientos, con el fin de alcanzar una situación elegida como deseable, mediante el uso eficiente de medios y recursos escasos o limitados” (Martín González y cols, 2000: 2, citado de Ander-Egg).

    La planificación cumple dos propósitos principales en las organizaciones: el protector y el afirmativo. El propósito protector consiste en minimizar el riesgo reduciendo la incertidumbre que rodea al mundo de los negocios y definiendo las consecuencias de una acción administrativa determinada. El propósito afirmativo de la planificación consiste en elevar el nivel de éxito organizacional. Un propósito adicional de la planificación consiste en coordinar los esfuerzos y los recursos dentro de las organizaciones. Se ha dicho que la planificación es como una locomotora que arrastra el tren de las actividades de la organización, la dirección y el control. Por otro lado, se puede considerar a la planificación como el tronco fundamental de un árbol imponente, del que crecen las ramas de la organización, la dirección y el control. Sin embargo, el propósito fundamental es facilitar el logro de los objetivos de la empresa. Implica tomar en cuenta la naturaleza del ámbito futuro en el cual deberán ejecutarse las acciones planificadas.

Tipos de planificación y características

    Existen diversas clasificaciones acerca de la planificación. Según Stoner, los gerentes usan dos tipos básicos de planificación. La planificación estratégica y la planificación operativa. La planificación estratégica está diseñada para satisfacer las metas generales de la organización, mientras la planificación operativa muestra cómo se pueden aplicar los planes estratégicos en el quehacer diario. Los planes estratégicos y los planes operativos están vinculados a la definición de la misión de una organización, la meta general que justifica la existencia de una organización. Los planes estratégicos difieren de los planes operativos en cuanto a su horizonte de tiempo, alcance y grado de detalle.

    La planificación estratégica es planificación a largo plazo que enfoca a la organización como un todo. Muy vinculados al concepto de planificación estratégica se encuentran los siguientes conceptos: a) estrategia, b) administración estratégica, c) cómo formular una estrategia.

    Estrategia: es un plan amplio, unificado e integrado que relaciona las ventajas estratégicas de una firma con los desafíos del ambiente y se le diseña para alcanzar los objetivos de la organización a largo plazo; es la respuesta de la organización a su entorno en el transcurso del tiempo, además es el resultado final de la planificación estratégica. Asimismo, para que una estrategia sea útil debe ser consistente con los objetivos organizacionales.

    Administración estratégica: es el proceso que se sigue para que una organización realice la planificación estratégica y después actúe de acuerdo con dichos planes. En forma general se piensa que el proceso de administración estratégica consiste en cuatro pasos secuénciales continuos: a) formulación de la estrategia; b) implantación de la estrategia; c) medición de los resultados de la estrategia y d) evaluación de la estrategia.

    Cómo formular una estrategia: es un proceso que consiste en responder cuatro preguntas básicas. Estas preguntas son las siguientes: ¿Cuáles son el propósito y los objetivos de la organización?, ¿A dónde se dirige actualmente la organización?, ¿En que tipo de ambiente está la organización?, ¿Qué puede hacerse para alcanzar en una forma mejor los objetivos organizacionales en el futuro?

    La planificación operativa consiste en formular planes a corto plazo que pongan de relieve las diversas partes de la organización. Se utiliza para describir lo que las diversas partes de la organización deben hacer para que la empresa tenga éxito a corto plazo. Según Wilburg Jiménez Castro la planificación puede clasificarse, según sus propósitos en tres tipos fundamentales no excluyentes, que son: a) Planificación Operativa, b) Planificación Económica y Social, c) Planificación Física o Territorial. Según el período que abarque puede ser: a) de corto plazo, b) de Mediano plazo, c) de largo plazo.

    Según Cortés, los planes se pueden clasificar también de acuerdo al área funcional responsable de su cumplimiento: Plan de Producción, Plan de Mantenimiento, Plan de mercadeo, Plan de Finanzas, Plan de Negocios.

    Según el alcance, los planes se pueden clasificar como:

Para toda la organización. Ejemplo: Presupuesto

    También pueden ser considerados como planes las políticas, los procedimientos, las normas y los métodos de trabajo. Las políticas son líneas generales o directivas amplias que establecen orientación para la toma de decisiones. Ejemplo: promoción interna del personal.

    Los procedimientos son reglas que establecen la forma convencional de organizar actividades para cumplir una meta. Ejemplo: cierre de un ejercicio comercial.

    Los métodos son formas sistemáticas y estructuradas para realizar actividades en forma eficiente.

    Las normas son regulaciones estrechas que definen con detalle los pasos y acciones para realizar actividades repetitivas.

    Entre las diversas clasificaciones de las actividades acuáticas encontramos la que Reyes (1990) establece con un carácter eminentemente deportivo. Diferente es la establecida por Caragol (1990) donde clasifica las actividades acuáticas según los objetivos que ésta persigue (utilitarios, educativos, recreativos, higiénicos y terapéuticos y competitivos) y considerando factores determinantes en el diseño de programas acuáticos (población, entorno de desarrollo y otros factores). Algo más estructural es la de López (1991), donde se clasifican las actividades acuáticas bajo cinco modalidades (natación competición, natación educativa, natación recreativa y otros deportes entre los que se encuentran el waterpolo, saltos, natación sincronizada, salvamento y socorrismo, etc.). Algo más reciente, García Dorado (1993) nos ofrece en “Guía para la gestión de las piscinas” otra clasificación más diversificada, de igual forma la de Joven y Lloret (1993) aplicada a las actividades acuáticas recreativas, la de Lloret y Violán (1991 b) aplicada a las actividades acuáticas y salud, la de Cabanes, Conde y Palleja (Villareal, 1992) dando explicación a otro grupo de actividades o la de Moreno y Gutiérrez (1995 a, 1995 b) abarcando casi la totalidad de las mismas. A pesar de ello, constantemente nos encontramos expuestos a la posible confusión entre el significado de actividades acuáticas y el de natación.

    Por ello, y en un intento de clarificar posibles confusiones conceptuales, a continuación proponemos una panorámica de los diferentes programas de actividades acuáticas, aplicados a grupos concretos de población; un intento de clasificación no totalmente exento de que algunas actividades acuáticas queden insuficientemente delimitadas. En tal clasificación, no incluimos aquellas actividades en las que el agua es necesaria pero de forma complementaria y no principal. El participante, por lo tanto, está efectuando una actividad recreativa en la que el agua es el elemento que le permite realizar dicha práctica. Entre las actividades acuáticas no analizadas y sí contempladas por otros autores (Valls, 1989; Reyes, 1990) encontramos el rafting, el kayak-polo, el surf en piscina, submarinismo, etc.

II.     Programas acuáticos

    La continua interacción del ser humano con el medio acuático a lo largo de los tiempos, ha generado el trabajo físico acuático. Este, con el paso del tiempo y la continua especialización en el ámbito deportivo, ha dado lugar a la formación de programas acuáticos que, a su vez, se dirigen a cada uno de los grupos de población: bebés, infantil, primaria, secundaria, universitarios, adultos y tercera edad. Los programas acuáticos pueden llevar asociados otros objetivos que estarían relacionados con otros campos a trabajar en el medio acuático. Por ejemplo, según los intereses, se pueden agrupar los alumnos en distintos planteamientos y programas (Rosell, 1991): utilitario, educativo, competitivo, recreativo, terapéutico e higiénico.

    Pero si partimos de una clasificación posterior (Moreno, Tella y Camarero, 1995), observamos un planteamiento clásico en el que las actividades acuáticas se dividen en tres ámbitos (educativas, recreativas y competitivas), cada uno de estos ámbitos está subdividido en otro tipo de programas. Entre algunos de ellos, destacamos principalmente los siguientes: utilitario, deportivo, recreativo, salud, terapéutico y/o mantenimiento-entrenamiento. Pero, antes de introducirse en la abundante gama de programas existentes en el mercado, a nuestro entender, los programas acuáticos educativos son un escalón previo que todo sujeto debe pasar, según los grupos de población analizados anteriormente.

1.     Educativo

    En el ámbito educativo encontramos los programas para bebés, infantiles, primaria, secundaria y universitario. En cada uno de ellos se persigue un objetivo educativo, aunque muchos de los programas que se encuentran aplicados a estas edades pueden incluirse en el resto de ámbitos. Por ejemplo, los programas infantiles pueden tener un objetivo educativo, utilitario, competitivo o terapéutico.

    Las actividades acuáticas desarrolladas en este ámbito son aquellas que van especialmente encaminadas a poblaciones que se encuentran inmersas en el sistema educativo, aunque toda programación convenientemente planificada y desarrollada tiene su componente educativo y en consecuencia un impacto en el desarrollo personal del individuo como ser humano. Una programación que tiene como objetivo educar y formar apunta la intención de abarcar al individuo como un todo indisoluble, como un ser multidimensional cuyas capacidades se quieren desarrollar. Las principales características de un planteamiento educativo son las siguientes (Rosell, 1991):

  • Dominio integral del medio.

  • Facilita la continuidad en cualquier otro planteamiento (incluido el competitivo).

  • Incide en la formación integral del alumno, a nivel cognoscitivo, motriz y socio-afectivo.

  • Trabajo planteado a medio y largo plazo.

  • Utilización de material didáctico no convencional.

  • Utilización de los métodos de enseñanza recíproca, asignación de tareas y descubrimiento guiado.

  • Formación plural del educador: psicología, pedagogía, recursos humanos.

  • No exclusividad de objetivos técnicos a alcanzar.

  • Requiere mayor creatividad por parte del enseñante y del alumno.

  • Agrupación de los alumnos por edades homogéneas.

    Se entiende, de esta manera, que un planteamiento educativo tiene que pretender ordenar los aprendizajes de hechos, conceptos, actitudes, valores y normas, para conseguir el máximo desarrollo de las capacidades cognoscitivas, motrices, de equilibrio personal, de relación interpersonal y de inserción y actuación social, los contenidos (hábitos higiénicos, habilidades motoras, determinadas conceptualizaciones, etc.), los procedimientos (las situaciones didácticas creadas, la pedagogía empleada) y los objetivos (los resultados finales que se pretenden).

    Es necesario establecer un correcto orden de los contenidos de los programas respetando el proceso de maduración y desarrollo de los destinatarios del programa, adaptándonos a las individualidades. Un planteamiento de este tipo requiere una perspectiva multidisciplinar: padres, escuela y técnicos acuáticos.

    Como ya indicamos en otro lugar (Moreno y Gutiérrez, 1995 a, 1995 b) podemos encontrar los siguientes programas en el campo educativo: infantiles, primaria, secundaria y universitario-adulto, quedando el programa de bebés fuera de la escuela y enmarcado en entornos privados de formación.

Bebés

    Se denomina así al programa de actividades acuáticas que se realiza con el fin de enseñar a los niños de edades comprendidas entre 8 semanas y 3 años o desde el nacimiento hasta los 2 años (Badia y Capellas, 1990). Con él se pretende, entre otras cosas, enseñar a estos niños a subsistir en el agua ante una caída fortuita.

    Los objetivos que persigue este tipo de programa son múltiples, entre los que destacan el desarrollo psicomotor del bebé, enriquecer sus experiencias sensoriales y motrices, ofrecerle un momento de relación rica, intensa y privilegiada con sus padres y favorecer un principio de socialización (Diem y cols., 1974; Franco y Navarro, 1980; Bolzan, 1984; Pallera, 1985; Cirigliano, 1989; Alcalde, 1990, 1991; Pena, 1992; Roman y Rueda, 1993; González y cols., 1993; Camus, 1993; Graupera y Ruiz, 1994; Gutiérrez, 1996).

Educación Infantil

    Este programa recoge el conjunto de actividades acuáticas que se imparte a los alumnos con edades comprendidas entre los 3 y 5 años. El trabajo con estos grupos mejora sus resultados con la presencia de los padres. Joven (1990) indica que el principal objetivo que se debe conseguir en estas edades es el establecimiento de una correcta familiarización-descubrimiento del agua, que a su vez, se engloba en la fase de conocimiento del medio (Le Boulch, 1995).

Educación Primaria

    Programa que se desarrolla con niños de 6 a 12 años. El trabajo que se realiza con éstos es la enseñanza de las habilidades motrices acuáticas y el inicio a las habilidades deportivas acuáticas (Moreno, 1995 c). En relación con anteriores trabajos (Moreno y Gutiérrez, 1994) ya destacábamos como principales habilidades a conseguir las siguientes: flotación, respiración, propulsión, desplazamientos básicos, deslizamientos básicos, saltos básicos y complejos, equilibrios, giros, lanzamientos, impactos, recepciones, ritmos, arrastre e inicio al trabajo de la técnica de desplazamientos.

    Si se utiliza un programa de actividades acuáticas, como el anteriormente descrito, conseguiremos, sin duda alguna, unos objetivos básicos que permitirán a posteriori la adquisición de diversas habilidades deportivas acuáticas.

Educación Secundaria Obligatoria

    Se denomina así al programa de actividades acuáticas que se desarrolla en el sistema educativo para alumnos con edades comprendidas entre los 12 y 16 años. El objetivo que se persigue en estas edades es la continua mejora de las habilidades motrices y deportivas acuáticas (Camarero, 1995).

2.     Utilitario

    Las actividades acuáticas con un enfoque utilitario son entendidas como el aprendizaje de un conjunto de técnicas que permiten al alumno adquirir un dominio elemental en el medio acuático, a través de la mecanización de gestos encaminados a fijar una conducta motora, en un período de tiempo más o menos breve. Las características de este planteamiento se resumen de la siguiente forma (Rosell, 1991):

  • Dominio elemental del medio.

  • Es un paso previo al planteamiento competitivo.

  • Persigue dotar al alumno, lo antes posible, de un conocimiento del medio suficiente para evitar el peligro.

  • Es un trabajo a corto plazo.

  • Se utiliza material didáctico tradicional.

  • Existe una clara tendencia a la especialización temprana.

  • Se utiliza el método de enseñanza directa.

  • La formación del educador es predominantemente técnica.

  • Las tareas están muy estructuradas y encaminadas a conseguir objetivos técnicos.

  • Existe una agrupación heterogénea de edades de los alumnos.

    Los programas acuáticos a desarrollar en el ámbito utilitario son: tercera edad, bebés, infantiles, primaria, secundaria, jóvenes y adultos. Aunque los programas de bebés, infantiles, adultos, etc., hayan sido también incluidos en otro ámbito (educativo), ello no quiere decir que tengan un único objetivo, pues el utilitario, como su propia definición establece, es intrínseco a todos ellos.

Tercera edad

    La actividad física para este grupo de población cada día preocupa más al colectivo científico en general (Hooker, 1978; Kalish, 1983) y al de las actividades acuáticas en particular (Coutier y cols., 1990). En los programas de actividades acuáticas para la tercera edad se trabajan sencillos aprendizajes técnicos, así como aspectos de movilidad corporal que permitan al anciano aprovechar al máximo las ventajas del agua (Palleja, 1992). El programa acuático intenta favorecer la socialización del anciano (todas las situaciones a las que se enfrentan, como puede ser lavarse, desnudarse, vestirse, etc., mejoran los hábitos higiénicos), su autonomía en el agua (moverse libremente por el agua con ejercicios de actividades físicas básicas adaptadas y conseguir una relajación total del cuerpo) y aprovechar los beneficios corporales que de ella se puedan obtener, como indicábamos anteriormente (el trabajo en el medio acuático facilitará la realización de toda una serie de movimientos con mayor amplitud y elasticidad).

3.     Mantenimiento-Entrenamiento

    Estos programas son motivo principal de acercamiento de la mayoría de las personas a las instalaciones acuáticas. Los programas de mantenimiento entrenamiento son utilizados para un mantenimiento o mejora de la condición física, encontrándose en un creciente desarrollo y diversificación.

    Dentro de este grupo de actividades, se puede establecer una diferenciación entre programas dirigidos al entrenamiento de alguna cualidad física, aquellos que utilizan la música como elemento motivador para la realización de ejercicios físicos y, por último, los que tienen como objetivo el mantener en forma a los usuarios.

    Los programas acuáticos a desarrollar en el ámbito de mantenimiento-entrenamiento son: entrenamiento de la fuerza, entrenamiento de la flexibilidad, entrenamiento específico y de acondicionamiento para los deportes, entrenamiento interválico, entrenamiento en circuito, gimnasia de mantenimiento, andar en el agua, jogging en agua poco profunda, tonificación en el agua, programas de relajación, aquaerobic y natación libre.

  • Entrenamiento de fuerza. Sova (1993) lo define como un programa que se realiza en el agua destinado específicamente al desarrollo muscular. Se realizan movimientos de levantamiento de pesas (sentadillas, flexión de bíceps, extensiones de piernas, etc.).

  • Entrenamiento de flexibilidad. Los practicantes del entrenamiento de flexibilidad estiran distintos grupos musculares para mejorar su flexibilidad a largo plazo. El objetivo de una sesión de flexibilidad es aumentar el recorrido de todas las articulaciones (Sova, 1993).

  • Entrenamiento específico y de acondicionamiento para los deportes. Consiste en sesiones aeróbicas diseñadas para ayudar a los entusiastas del deporte a desarrollar la fuerza muscular y la flexibilidad, técnicas, agilidad, equilibrio y la coordinación necesarias para la práctica de sus respectivos deportes.

  • Entrenamiento interválico. Es un programa de ejercicios muy fuerte, reservado generalmente para deportistas bien preparados. No obstante, el programa puede modificarse para gente menos acondicionada. El entrenamiento interválico no es más que una sesión de ejercicios que combina las partes de alta intensidad con segmentos de moderada o baja intensidad. Durante el entrenamiento aeróbico continuo, el programa de ejercicios se organiza de modo que la intensidad de las sesiones permanece en la zona objetivo de frecuencia cardiaca durante toda la sesión. El entrenamiento interválico es único en el aspecto de que se basa en explosiones cortas de ejercicio intenso, durante los cuales la intensidad de la sesión se halla en el extremo superior de la zona objetivo. Esta técnica entrena al deportista a mantener una frecuencia cardiaca cercana al máximo durante un tiempo total más prolongado del que sería posible con el entrenamiento continuo.

  • Entrenamiento en circuito. El programa consiste en ejercicios aeróbicos que combinan el entrenamiento de fuerza y el acondicionamiento aeróbico. El entrenamiento en circuito, según Sova (1993), tiene lugar durante la parte aeróbica de un entrenamiento cardiorrespiratoria. Los practicantes ejercitan un grupo muscular, en general con material, entre 30 y 60 segundos, y luego pasan a los ejercicios aeróbicos entre 1 y 3 minutos. A continuación del intervalo aeróbico, los practicantes ejercitan otro grupo muscular, esto se continúa hasta haber ejercitado todos los grupos musculares entre 20 y 40 minutos.

  • Gimnasia de mantenimiento. Se basa en actividades físicas planificadas para la mejora de la condición física. Se caracteriza porque cuando cualquier persona empieza este programa, un servicio médico deportivo le marca las directrices básicas a seguir. La perfecta definición y planificación de este programa permite aconsejar y recomendar a cada persona las pautas progresivas de trabajo que ha de realizar para conseguir el nivel de condición física adecuado. Es necesario que cada alumno pase periódicamente por el servicio médico para controlar los posibles nuevos niveles de condición física adquiridos.

  • Tonificación en el agua. Los programas de tonificación en el agua se crean específicamente para mejorar la resistencia muscular. Los alumnos ejercitan un grupo muscular específico con un movimiento entre 15 y 60 repeticiones y luego pasan a otro grupo muscular. Los ejercicios de la parte superior e inferior del cuerpo generalmente están alternados con ejercicios de la parte media del cuerpo o tronco (oblicuos y abdominales) intercalados a lo largo de toda la sesión. Los alumnos generalmente se hallan en pie en el borde de la piscina o se sostienen mediante accesorios de flotación durante la sesión.

  • Programas de relajación. Se usan frecuentemente para aumentar o añadir variedad a las sesiones de ejercicios acuáticos. Algunas de las técnicas analizadas pueden hacerse mientras se está en el agua; otras es preciso ejecutarlas en el suelo. Es posible usar solamente partes de cualquiera de estas técnicas de relajación durante un período de dos a tres minutos al final de la sesión. En los planteamientos de este tipo, hay que considerar el control ambiental del entorno (ruidos, temperatura, luz, otros usuarios, personal específico), la necesidad de recursos materiales (pull-boys, colchonetas, implementos que favorezcan la flotación), diversos tipos de agrupamientos (parejas, tríos, etc.), y capacidad de adiestramiento (niveles de dominio del agua, habilidades motrices en el agua, etc.) (Gómez y cols., 1995).

  • Aquaerobic. Los programas de aquaerobic, aquabic o aquamúsic están formados por un conjunto de actividades aeróbicas realizadas en el agua y acompañadas por música. Por su metodología, se acomoda a todo tipo de personas, incluyendo a todas aquellas que, por prescripción facultativa, pueden tener restringido el trabajo en el medio terrestre. Así pues, el aquaerobic consiste en realizar una gimnasia acuática incentivada con música y unos ejercicios adaptados a las diferentes necesidades de los alumnos. Se podría decir que es el aeróbic trasladado al agua. Pretende introducir en el medio acuático nuevas alternativas de trabajo, sobre todo para grupos de adultos y jóvenes (Pena, 1995). En el aquaerobic se persiguen varios objetivos: desarrollo de la expresión corporal y sentido del ritmo, además de la asimilación de ejercicios, mejora de las cualidades físicas y habilidades en el medio acuático, todo ello en un ambiente distendido donde los alumnos se integran totalmente, envueltos por la música y por la atención que ésta exige. Es una actividad que pueden realizar personas de cualquier edad, género y nivel en el medio acuático, que se realiza en piscina poco profunda, aunque también puede utilizarse la parte profunda para aquellos alumnos que dominen el agua (Gourlaquen y Roulex, 1994; Cavicchioli, 1995).

  • Natación libre. Son aquellos programas a los cuales se incorporan las personas a quienes les apetece practicar deporte sin ninguna tarea dirigida. Realizan deporte por su cuenta. En estas ocasiones se da por supuesto que el practicante en cuestión está cualificado para organizar su actividad.

4.     Salud

    Como ya se señaló (Moreno y Rodríguez, 1996a), los programas de salud van destinados a personas que sin padecer ningún problema físico o de enfermedad, no obstante, pueden beneficiarse de su práctica. Es el caso, por ejemplo, de las mujeres embarazadas, cuya aplicación puede tener lugar con objeto de prepararse para el parto o bien para favorecer el proceso de recuperación después del mismo (Dussault y Demers, 1987). Estos programas se engloban en uno genérico, que es denominado “matronatación”, con la finalidad de establecer, de forma planificada, unas actividades acuáticas higiénico-preventivas en el periodo de embarazo (Lloret y Roman, 1992).

    Preparación al parto. Los programas de preparación al parto en el medio acuático se convierten en el procedimiento ideal para dicha disposición (Cirigliano, 1994).

    Combinada con actividades fuera del agua, adquiere un marco ideal para una mayor eficacia. Estos programas se caracterizan por una adaptabilidad continua a las modificaciones que experimenta la fisiología de la gestante, y centra sus finalidades en el favorecimiento de las capacidades del organismo, llegado el momento del parto (Armengol, 1990; Sánchez, 1993). En estos programas se transfieren y realizan una serie de ejercicios: unos análogos a los realizados en el medio terrestre (sobre todo en la parte de gimnasia en el agua), y otros específicos (natación aplicada), todos los cuales tienen la posibilidad de ser ejecutados con las ventajas que ofrece el medio. La actividad acuática de preparación al parto tiene cierta analogía con otras, como la gimnasia suave, o el aquagym, si bien se conforma como un programa con estructura y planteamiento diferenciado de los demás. Es aplicable, en general, a todas las gestantes, en el período para su realización, estando contraindicado, tan sólo, en situaciones específicas donde haya una reserva de tipo médico. Los objetivos de este programa son, en primer lugar, la respiración-relajación-control tónico, en segundo lugar la gimnasia en el agua y por último la natación aplicada (Guerrero, 1991).

    Post-parto. Programas planteados como soporte o complemento a la recuperación después del parto (Cirigliano, 1994). Como el parto ha ocasionado un cambio brusco, el organismo vuelve a su estado anterior, pero habiendo vivido una experiencia que ha afectado a toda su estructura corporal. Por ello, el programa pretende potenciar los aspectos que facilitan la recuperación y acondicionamiento físico, contribuyendo, adicionalmente, a un mayor bienestar psíquico. Asimismo, pretende fortalecer la estructura óseo-articular de la columna y pelvis, reforzar la musculatura de la columna, pared abdominal y pavimento pélvico, glúteos y muslos, a la vez que potencia el control postural. La estructura del programa sigue el mismo orden de trabajo que durante el embarazo: respiración-relajación-control del tono, gimnasia en el agua y natación aplicada.

5.     Terapéutico

    Son generalmente conocidos los beneficios del agua como medio curativo, aprovechando sus propiedades de temperatura, composición y presión hidrostática.

    Por ello, se han desarrollado desde la antigüedad técnicas para curar diversas dolencias o para ayudar a corregir ciertos problemas del aparato locomotor (Cardoso, 1995), incidiendo sobre un control y seguimiento (León y Lloret, 1994). Los programas acuáticos aplicados en el ámbito terapéutico son: discapacitados físicos, discapacitados psíquicos, discapacitados sensoriales, natación correctiva, natación terapéutica, aquasalus, aquacorazón, gimnasia correctiva, hidrobic, hidroterapia, hospi-sport y water shiatsu. En la actualidad, la Federación Española de Natación realiza un curso especializado en columna vertebral y medio acuático, encargándose de formar a especialistas en el tratamiento terapéutico de algunas lesiones de columna vertebral.

  • Discapacitados físicos. Este tipo de discapacitados, también denominados discapacitados motóricos, son los más abundantes debido a su gran variedad. Los programas de discapacitados físicos vienen delimitados según la propia discapacidad, planteándose diferentes objetivos a alcanzar (García de Mingo, 1992). Estas limitaciones determinan el grado de profundización en una enseñanza que sigue la misma pauta que en cualquier otro caso: familiarización, flotación, propulsión, etc. Estos programas consisten en buscar la máxima potenciación motora de los miembros no afectados del alumno, para compensar, en la medida de lo posible, las disfunciones de los miembros afectados (F.E.D.M.F., 1993).

  • Discapacitados psíquicos. Son los programas que se ocupan de trabajar con niños deficientes mentales, concretados en la enseñanza de la natación y análisis de diversas formas de trabajo. Debido a la dificultad de comprensión por parte de los alumnos, estos programas tienen una metodología algo diferente al resto de programas. Y al igual que sucede con los discapacitados físicos, las posibilidades de cada alumno están determinadas por el alcance de su afección. Sus características se basan principalmente en una mayor incitación y estimulación que en los discapacitados físicos (Vázquez, 1991; Sánchez, 1991; Stafford, 1991).

  • Discapacitados sensoriales. Se encargan de los ciegos y sordomudos. Estos programas, a su vez, se subdividen en otros dependiendo del nivel de afectación.

    El programa con ciegos se caracteriza por el uso de un gran abanico de ejercicios que hagan adquirir al alumno una mejora en la estructuración espacial, siendo el trabajo con ellos de forma individualizada. La actividad acuática proporciona a la persona ciega una capacidad de recuperación no de su sentido mermado, la vista, pero sí de unas capacidades físicas y anímicas perdidas a causa de su minusvalía. Estimula la capacidad de trabajo y, lo que es más importante, posibilita de forma puntual la interacción del individuo con la sociedad (Barberá y Franco, 1990). Los programas de sordomudos no suponen ninguna diferencia con el resto de programas, aunque existe el problema de la comunicación alumno/educador, cuestión que se resuelve bien por la lectura de los labios o mediante lectura/escritura en pizarras.

  • Natación correctiva. La natación correctiva o la hidrocinesiterapia (Santonja, 1996) se basa en el tratamiento terapéutico de las desviaciones de columna en niños y adolescentes, utilizando para ello la combinación de ejercicios de kinesiterapia (gimnasia correctiva) y ejercicios acuáticos (natación).

  • Natación terapéutica. Son programas que se dirigen a la compensación de las desviaciones de la columna vertebral (escoliosis, hiperlordosis e hipercifosis) y a la compensación de enfermedades y lesiones que pueden aparecer en la etapa adulta, utilizando para ello desplazamientos acuáticos.

  • Gimnasia correctiva. Es un programa físico de salud dirigido a personas con enfermedades del aparato locomotor, respiratorias, cardiocirculatorias, endocrinas, vasculares, y otras (Duffield, 1984). El servicio médico deportivo, a indicación de cada uno de los especialistas médicos de los abonados, traza las líneas médico-deportivas del trabajo compensador al servicio técnico físico, para que éste programe y ejecute unas actividades físicas válidas para los diferentes pacientes. El seguimiento de estas líneas metodológicas garantiza que no haya ningún ejercicio que sea perjudicial para cualquiera de las enfermedades presentadas por el alumno y orientados desde una perspectiva totalmente aeróbica (de tipo ligero). El especialista (traumatólogo, reumatólogo, rehabilitador, médico de cabecera, etc.) controla y supervisa la evolución del paciente con los informes médico-deportivos y los contactos directos que mantiene de forma periódica con los responsables del servicio médico deportivo.

  • Hidroterapia. Estos programas tratan de conseguir la recuperación de algún problema físico con la inmersión en agua caliente. Con la realización de algunos ejercicios en el agua caliente se consigue aliviar el dolor y facilitar la relajación (Duffield, 1984).

6.     Recreativo

    Las actividades recreativas tienen como objetivo intrínseco la búsqueda del placer, la diversión, la experiencia por sí misma de la realización del juego, si bien como objetivo extrínseco se pueden pretender determinadas formas de aprendizaje o mejora técnica (Moreno y Medrano, 1995). Estos programas plantean cuatro grandes objetivos: educativo (formar en el uso del tiempo libre, dotando de contenido al tiempo de ocio), socializador (favorecer un marco de relación), promoción de la actividad física acuática (dar a conocer la actividad deportiva) y de vinculación con la salud (mantener o mejorar la condición física). En esta línea, y siguiendo las aportaciones de Joven y Lloret (1993), las propuestas de programas acuáticos recreativos se pueden establecer según diferentes formas de entender este medio: el agua como un medio propiamente recreativo, las actividades acuáticas recreativas como medio para conseguir otros objetivos y las actividades acuáticas recreativas con un fin directamente recreativo.

    Este tipo de prácticas, que se suelen tratar como novedosas, han acompañado a nuestra sociedad desde siempre, aunque los estudios e investigaciones sobre los mismos sean recientes (Moreno y Medrano, 1995; Moreno y cols., 1996). En su regazo tienen cabida, y son parte importante, aquellas que poseen un componente fundamental de actividad física. Ello ha dado lugar a una cierta ambigüedad y confusionismo en lo que se refiere a su denominación, merced a su relación con el término “deporte”. De esta manera, conviven términos como “deporte para todos, deporte recreativo, deporte de tiempo libre, deporte alternativo, etc.”, todo para conceptualizar una misma cuestión y diferenciarla claramente del “deporte competición o deporte de rendimiento” (Moreno y cols., 1995 a). Sin embargo, aún proviniendo muchas prácticas físicas recreativas de algún tipo de deporte, se destaca que otras tantas tienen su procedencia en juegos populares, prácticas informales creadas en torno al medio urbano, parques, espacios naturales, gymcanas, juegos de fiestas, etc. (Martínez del Castillo, 1986).

    Pues bien, tal cuestión, independientemente del concepto que se utilice, reúne unas características propias y que la definen. Entre algunas de estas características se destacan las que De Knop en 1989 estableció: búsqueda del placer y la diversión dentro de la misma actividad (objetivo intrínseco), pueden participar todo tipo de personas, el participante puede elegir de entre una amplia gama de actividades y ausencia de normas rígidas. Los participantes, de manera consensuada, las adaptan a sus gustos y necesidades, se juega "con el compañero" no "contra él", requiere que exista aprendizaje y ha de haber esfuerzo.

7.     Deportivo

    La competición deportiva en el medio acuático es una de las posibles salidas que tiene cualquier niño que se introduce en alguna de las escuelas deportivas acuáticas (natación, waterpolo, saltos, natación sincronizada, etc.). Es necesario tener claro que la competición será consecuencia de etapas anteriores que consistirán en una formación de base que, junto con un conocimiento de la competición y una libertad de elección de la misma, pueden proporcionar los resultados previstos. De esta manera, la competición en el entrenamiento básico no debe plantearse de igual manera que la competición en el nadador, waterpolista, saltador, etc., adulto. Los programas acuáticos aplicados en el ámbito del deporte son la natación, waterpolo, saltos, natación sincronizada, natación con aletas y salvamento deportivo.

  • Natación. Es un deporte que consiste en mantenerse sobre la superficie del agua moviendo brazos y piernas. Los diferentes centros de natación (escuelas deportivas, clubes privados de entrenamiento, etc.) tienen como objetivo enseñar unas técnicas natatorias a partir de unos modelos establecidos de antemano. Estos estilos (mariposa, espalda, braza y crol) con sus correspondientes salidas y virajes junto con una correcta y rápida ejecución, son el fin de su enseñanza.

  • Waterpolo. Es un deporte que se practica entre dos equipos de siete jugadores cada uno, en un vaso de agua de una profundidad mínima de 1,80 m, con unas dimensiones máximas de 20x30 m (mínimas de 20x8). En el centro de cada una de las líneas de fondo están situadas las porterías de 0,90 m de altura y 3 m de anchura. Los jugadores, pasándose un balón con una mano, deben intentar marcar un gol, mandándolo al interior de la portería, defendida por el portero adversario. Los diferentes programas de waterpolo utilizan las técnicas de natación como base sobre la cual sustentar su enseñanza, a la cual se añaden técnicas específicas en el manejo del balón (Ralph y Itale, 1986; Moreno, 1995 a; Lloret y Zarralanga, 1990).

  • Saltos. Constituyen un deporte que consiste en realizar saltos desde una plataforma (5, 7.5 y 10 m de altura), tras los que se realizan unas determinadas acrobacias, que serán puntuadas por unos jueces. En este deporte se precisan deportistas con una gran agilidad y excelente percepción espacio-temporal.

  • Natación sincronizada. Deporte basado en el dominio del agua, combinando factores técnicos, físicos y psicomotores. Es un deporte de competición que tiene como finalidad ejecutar con un máximo de control, altura y ritmo, todos los movimientos del cuerpo con la mayor fluidez posible (incluidos desplazamientos cuando estén permitidos) pero sin aparente esfuerzo tanto en el músculo como en la, 1977; Besson y cols., 1989; Darquié, 1990).

  • Natación con aletas. Es un deporte que se puede realizar bien en piscina o en aguas libres con un programa bastante amplio. Existen dos modalidades: de superficie y de inmersión (apnea y escafandra). En todas las modalidades se pueden utilizar tanto la monoaleta como la bialeta, a elección del competidor. El estilo de nado, así como la elección del material, son libres y únicamente se limitan las características del tubo y de las botellas de aire comprimido (Sánchez y Rodríguez, 1994).

  • Salvamento deportivo. Programa compuesto por una serie de técnicas para el rescate (salvamento) y de otras para la asistencia en casos de accidente (socorrismo). Las primeras serán las habilidades a dominar en tales situaciones de peligro, y las últimas, el conjunto de conocimientos teóricos prácticos para asistir al accidentado en tales situaciones, es decir, los primeros auxilios (F.E.S.S., 1994).

III.     Elementos de gestión del programa y de la instalación

1.     Auditoria medioambiental y revisiones anuales de las instalaciones técnicas

  • Análisis de las materias de consumo (agua, electricidad, gas, productos de limpieza y desinfección).

  • Análisis de los procesos y las tecnologías (el proceso de tratamiento de agua, el funcionamiento de los motores y las bombas, la combustión de las calderas...).

  • Verificar el cumplimiento de la legislación (CEE, Nacional, Autonómicas y Municipales).

  • Análisis atmosférico (estudio atmosférico según la legislación aplicable, medidas de emisión e inmisión, el tipo de control periódico...).

  • Análisis de los ruidos (legislación aplicable, mapa acústico, estado acústico...).

  • Análisis de las aguas (estudio aguas y vertidos, medidas analíticas, controles periódicos que se realizan...).

2.     Análisis de la organización interna de gestión medioambiental (organización, mantenimiento, tipo de control...)

    Se realizan las inspecciones correspondientes de alta y baja tensión al igual que las de emisión de humos, ruidos, etc. También se mantiene una relación directa con los proveedores más importantes, especialmente de productos químicos, para comprobar que siguen la normativa vigente en transporte y almacenaje de dichos productos.

  • Control de acceso y uso de las instalaciones.

    • La implantación de un sistema de acceso a la instalación permite conocer los hábitos de utilización de los abonados y realizar una gestión administrativa eficaz.

  • Normas de uso de las instalaciones

    • Las normas de uso sitúan a los usuarios en cada espacio deportivo o servicio que realizan informándoles de las condiciones más idóneas de utilización para alcanzar un buen nivel de confort. También repercuten en el buen uso y manejo de las instalaciones que están a su disposición

3.     Implantación programa de calidad. Carta de servicios.

    Con ello se asumen una serie de compromisos para lograr el máximo bienestar en la utilización de las instalaciones.

  • Nivel técnico y profesional

    • Garantía de capacitación profesional del profesorado

    • Puntualidad en los horarios previstos para cursos y actividades

    • Control diario del mantenimiento de las instalaciones y del material

    • Equipo técnico y servicio médico de orientación a los usuarios

    • Información permanente a los usuarios sobre las actividades y de los servicios ofrecidos.

  • Nivel de comodidad de las instalaciones

    • Temperatura del agua entre 27º y 28º en la piscina cubierta y, del 1 de Mayo al 30 de Septiembre, en la piscina exterior.

    • Instalaciones accesibles a las personas discapacitadas y espacios adaptados para facilitar el uso.

    • Anuncio, en cada espacio, del nivel de saturación preestablecido.

  • Limpieza e Higiene

    • Limpieza y desinfección diaria de toda la instalación

    • Control sanitario del agua cuatro veces al día

    • Aparato de desinfección para pies en todos los vestuarios

    • Vigilancia esmerada del cumplimiento de las normas de higiene por parte de los usuarios

  • Colaboración de los usuarios

    • Todos los usuarios y usuarias estamos invitados a hacer posible, con nuestra actitud cívica y responsable, este paso más en la mejora de la calidad de este servicio a nuestra ciudad, por esto es necesario que todos respeten el Reglamento Interno y las normas de utilización de los espacios y notificamos a la dirección los desperfectos o incidencias.

  • Grupos de trabajo

    • A partir de la Carta de Servicios se ha elaborara un Manual de Calidad conjuntamente con otras instalaciones deportivas municipales para seguir en la mejora de la calidad. Como estructura interna se crearan unos grupos de trabajo para asegurar los procesos internos de control:

    • Grupo de control del estado de las instalaciones con el objetivo de conocer el funcionamiento de la instalación, especialmente de aquellos aparatos que son de contacto directo con el usuario y que merecen una atención por el uso frecuente que se hace (aparatos de la sala de musculación, grifos de las duchas, fluxores de los wc,...)

    • Grupo de control del nivel de los programas técnicos con el objetivo de conocer a fondo la aplicación de los diferentes programas de actividades acuáticas, actividades físicas, programas combinados, de salud y otros que se apliquen esporádicamente.

    • Grupo de control de atención al usuario con el objetivo de conocer la atención que recibe el usuario en cualquier de las consultas o los trámites administrativos que tenga que realizar.

    • Cada uno de estos grupos de trabajo estará formado por 6 personas que tendrán relación directa en cualquiera de los temas de trabajo y control.

  • Control de las instalaciones técnicas

    • La implantación de un sistema informático de control y mantenimiento preventivo de las instalaciones técnicas permite programar un ciclo rotativo de funcionamiento. También permite la automatización del control de las temperaturas de agua caliente sanitaria, del agua de las piscinas y de los hidromasajes; el control de la iluminación, de la puesta en marcha y el control de las temperaturas de la sauna y el baño de vapor; el control del consumo diario de las diferentes energías y el tratamiento estadístico de los datos recogidos.

Referencias bibliográficas

Otros artículos sobre Actividades Acuáticas

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 171 | Buenos Aires, Agosto de 2012  
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