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Relación entre el 1RM y el peso óptimo, donde se manifiesta
el mejor valor de potencia media, tras un entrenamiento
específico de potencia muscular, aplicado a futbolistas
juveniles, según su posición en el terreno de juego

 

Lic. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

(España)

Yuri Hernando Hernández Prieto

yurichango82@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

          El objetivo, establecido para del presente estudio fue: a) Comprobar en jóvenes futbolistas, según su posición en el terreno de juego, donde se manifiesta el mejor valor de potencia media en el salto cargado SC, antes y después de un entrenamiento específico de potencia. b) Establecer la relación entre 1RM y el peso óptimo, en jóvenes futbolistas, según la posición, antes y después de un entrenamiento específico de potencia media. Se reclutaron a cuarenta jugadores juveniles españoles, con una media de edad de (17.29 ± 0.791), pertenecientes a las categorías preferente y autonómica; se formaron dos grupos: un grupo experimental (P+F), que durante ocho semanas, asociaba al entrenamiento realizado habitualmente en su club, un entrenamiento especial, destinado a elevar los niveles de potencia. El programa se diseñó, con cargas específicas de carácter individual, en los ejercicios cargados colgados, media sentadilla, salto cargado y saltos continuos de 40 -50cm (Las cargas se establecieron, según el mejor valor de potencia media, luego de una evaluación con pesos crecientes, usando el dispositivo Isocontrol 5.2). Se formó un segundo grupo denominado (F), que solo realizó su trabajo de fútbol habitual en campo; a su vez al interior de cada grupo, se dividieron los jugadores, agrupándolos según sus posiciones habituales y los duelos que más se repiten en el transcurso del juego: DD (defensores centrales y delanteros), MC (mediocampistas), JB (Jugadores de banda). Las variables evaluadas fueron: El porcentaje de 1RM donde se manifiesta, el mejor valor de potencia media en el salto cargado (%1RM), y el mejor valor la potencia media en cinco repeticiones el salto cargado (SC); se estableció un nivel de significación de p<0.05. Los resultados al final del estudio, mostraron que tras el trabajo realizado, solo los DD (P+F) y los JB (P+F), elevan el rendimiento significativamente en las variables evaluadas, no evidenciándose ninguna mejora significativa para los MC (P+F). Por lo tanto se concluye, que el entrenamiento asociado de potencia y fútbol, beneficia el rendimiento de la potencia de salto, al compararlo con el exclusivo entrenamiento del fútbol y favorece particularmente a los DD y los JB.

          Palabras clave: Movimientos explosivos. Potencia media. Fútbol. Potencia de salto. Peso óptimo.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 171, Agosto de 2012. http://www.efdeportes.com

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Introducción

    El estudio de los pesos óptimos, en los cuales se manifiestan los máximos valores de potencia, se han multiplicado; es así como con frecuencia, se busca enmarcar el peso óptimo a trabajar, en los ejercicios con halteras, en un porcentaje de carga, que tiene como referencia, el 1RM en media sentadilla, por considerarlo el ejercicio fundamental y base. Adicionalmente, en la actualidad, contamos con los sistemas de evaluación de fuerza, en los cuales se observa de forma directa, la velocidad de ejecución y podemos determinar, de una manera más fiable e individualizada, las magnitudes de las cargas, donde se hace presente el mejor resultado de potencia.

    Particularmente, en relación, al peso óptimo a utilizar en el salto cargado (SC), los hallazgos no son concluyentes y hay varios ejemplos, que evidencian la problemática, relacionada con en la diversidad en los resultados. Wilson (1993) reportó que la máxima potencia, se logra con cargas cercanas al 30% en media sentadilla; Baker y col. (2001a) del 48-63% de 1RM sentadilla. Sleivert, G. Taingahue M. y col. (2004), reportaron un rango aún más alto, el 50-80% 1RM para la máxima potencia. Más recientemente, Stone, M. y col. (2001), informaron que la carga que provocó la mayor potencia, durante los SC fue del 10% de 1RM en sentadilla.

    Según García, JM. y Mendoza, N. (2006), no es posible generalizar los pesos óptimos a toda la población, estos autores, sostienen que estos porcentajes de 1RM difieren mucho, del deporte practicado, e incluso en deportes colectivos, del puesto específico del jugador evaluado. Existen estudios, en los que comparan diferentes especialidades deportivas, en relación a la potencia mecánica desarrollada, con el peso utilizado, para lograrla como es el caso de Izquierdo, M y col. (2002); sin embargo, no tenemos conocimiento de que en deportes colectivos, se haya investigado acerca de esta situación, comparando posiciones especificas. En relación a las funciones de los jugadores en el terreno de juego, actualmente encontramos dos líneas de investigación: La primera, compara a nivel descriptivo, las distancias recorridas con sistemas como el match análisis, motion análisis. La segunda, sin realizar ningún tipo de intervención, también compara a nivel descriptivo la antropometría o las capacidades físicas entre posiciones.

    Las investigaciones que relacionen, el entrenamiento de fuerza y su efecto por posiciones específicas en el fútbol, no son predominantes en la literatura científica. Hoy no conocemos estudios experimentales, que mediante un trabajo de entrenamiento de la fuerza, busquen una relación con los puestos específicos, por lo tanto, carecemos de puntos de referencia documentados científicamente, que nos permitan realizar un contraste fiable, con nuestros hallazgos, o que nos permitan plantear un debate, para conocer, si las exigencias físicas propias del puesto especifico, son un factor que altere los efectos del entrenamiento de potencia, sobre el peso óptimo, donde se manifiesta la mejor potencia media.

    Así que este estudio, incursiona en la relación existente, entre las exigencias físicas propias del puesto específico en el fútbol y el entrenamiento de potencia, con el fin de determinar, si la actividad propia de la posición, modifica el rendimiento, al sumar o no trabajo con cargas al entrenamiento propio del fútbol.

    Como se sabe la potencia depende de la fuerza y de la velocidad generada, en este estudio, nos proponemos analizar con jugadores de fútbol juveniles, y por puestos específicos, antes y después de la intervención, cuál es la relación existente, entre los pesos óptimos donde se consiguen los mejores valores de potencia media, y el 1RM, directamente en ejercicio SC, para conocer si las adaptaciones propias, que genera el puesto específico por la exigencias de competición, son un factor que favorezca, mejores expresiones de potencia producto de la fuerza o la velocidad.

Método

Procedimiento

    El grupo fue contactado en el mes de marzo de modo, que se encontraban en la última fase periodo competitivo y había transcurrido más de la mitad de la temporada.

    Al inicio del estudio, el grupo experimental trabajó una semana de introducción; en dos sesiones de entrenamiento, conoció los ejercicios con los que iba a desarrollar el entrenamiento, durante la semana siguiente, en la primera sesión de entrenamiento, los dos grupos realizaron las evaluaciones correspondientes al pre test, en el salto en el SC, transcurridas cuarenta y ocho horas, el grupo experimental (P+F), desarrolló una evaluación con pesos crecientes en los ejercicios cargada colgado y media sentadilla, para determinar las cargas donde se encuentra el peso óptimo, para el mejor valor de potencia media en cinco repeticiones, después de cuatro semanas, se repitió esta evaluación, con el fin de reajustar las cargas; de igual forma transcurridas ocho semanas, se efectuó la evaluación post test de las variables de velocidad.

Diseño del Programa de Entrenamiento

    Duración: ocho Semanas; Frecuencia: cuatro sesiones semanales; dos sesiones de entrenamiento asociado de fuerza y fútbol, más dos sesiones de entrenamiento específico de fútbol.

Descripción del tratamiento

    El orden en el cual se ejecutaron los ejercicios fue el siguiente: cargada colgado – media sentadilla – salto cargado – saltos al banco; la dosificación de la carga, para cada ejercicio con carga, fue de cuatro series de cinco repeticiones con dos minutos de recuperación entre series. (Con el peso óptimo se manifiesta la mejor potencia media para cada ejercicio); en los saltos al banco, se realizaron tres series de veinte repeticiones, con dos minutos de recuperación entre series, los saltos se hicieron sobre un banco de (40 cm), de la semana uno, a la cuatro y sobre uno de (50 cm), de la semana cinco a la ocho. Los participantes estuvieron en todo momento bajo la supervisión de un especialista en entrenamiento de fuerza, que aseguraba la ejecución técnica correcta minimizando el riesgo de lesión.

Muestra

    La población, objeto de estudio, estuvo compuesta por cuarenta y nueve jugadores juveniles de segundo y tercer año con una edad de (17.29 ± 0.791), peso de (68.12 ± 6.84 Kg) y una talla de (175.67 ± 6.98 cm). Todos los jugadores, tenían una experiencia inferior a un año en el trabajo de fuerza, principalmente con máquinas de musculación. Se definieron dos grupos; experimental (P+F) y grupo control (F).

    A su vez al interior de cada grupo, se dividió a los jugadores en tres grupos, teniendo como criterio de selección, la posición habitual que suele ocupar el jugador en competición; los grupos se construyeron teniendo en cuenta los duelos individuales, que se presentan en mayor medida en el desarrollo del juego, que son los que marcan la tendencia de esfuerzos físicos en el campo, por lo tanto los tres grupos fueron: DD: defensores centrales y delanteros centro; MC: mediocampistas ( de este grupo hacen parte los mediocentros, medios interiores y media punta o enganche); JB: jugadores de banda (de este grupo hacen parte los defensores laterales y los medios de banda). Los grupos para el desarrollo del estudio se definieron de la siguiente manera:

  • (F) 27 sujetos (17.07 ± 0.67 años, 67.19±7.46 Kg, 175.51 ± 5.61 cm), DD (F) = 9 MC (F)= 8; JB (F)= 10.

  • (P+F) 22 sujetos (17.55 ±0.85 años, 69.27 ±5.95.Kg, 175.86 ±8.50 cm), DD (P+F)= 7; MC (P+F)= 8; JB (P+F)= 7. este grupo completo realizó el trabajo de potencia dos veces por semana

    Todos los jugadores realizaron su entrenamiento habitual, cuatro veces por semana más el partido de competición el fin de semana.

Protocolos de evaluación

Test de peso óptimo, para el mejor valor de potencia media en el salto cargado

    La evaluación, consta de dos fases, la primera, busca la carga, donde se manifiesta la mejor expresión de potencia media y la segunda, busca la repetición máxima por predicción estadística, mediante el índice de Brzicki que es 1RM=Peso Levantado/(1,0278-(0,0278 x Nº de Repeticiones). Para la primera fase, se realizó un test incremental, utilizando para la evaluación el encoder rotatorio Isocontrol 5.2 Quasar control S.L Madrid. Se realizó el ejercicio en series de cinco repeticiones, ya que según Baker, D. y col (2001), las repeticiones más potentes se encuentran entre la segunda y la quinta. La primera serie se desarrolló, tan solo con la barra, cuyo peso es de 8.4 Kg, después se le sumaron 4Kg a la barra, para el siguiente paso, se sumaron 10Kg a la barra, para un carga externa total de 18.4Kg y finalmente se sumaron 14Kg a la barra para una carga de 22.4 Kg, de media, cada sujeto tuvo un tiempo de recuperación, entre series, de cuatro a cinco minutos. El ejercicio se desarrolló, en el mismo campo, con el peso libre, sin ningún tipo de maquinaria adicional; el valor de potencia media se obtuvo, mediante el dispositivo Isocontrol 5.2; cabe anotar, que para el cálculo de potencia en el software, la carga que se introdujo fue la suma de la carga externa más el peso corporal. Adicionalmente el grupo P+F desarrolló este mismo protocolo, en los ejercicios de media sentadilla y cargada colgado, con el fin de establecer las cargas de entrenamiento.

    Para el segundo punto, relacionado con la obtención del 1RM en el mismo ejercicio, los jugadores fueron colocados en una plataforma de salto Winlaborat 4.10, se aplicó el índice de Brzicki 1RM=Peso Levantado/(1,0278-(0,0278 x Nº de Repeticiones). La fórmula consta de dos apartados: para el primero Peso Levantado, se tuvo en cuenta la sumatoria de la carga externa, más el peso corporal; la carga externa inicial, para comenzar la prueba, fue el peso óptimo obtenido en la fase anterior del test (que en ningún caso fue superior a 22.4Kg) más 10Kg.

    Se hizo así, ya que según la literatura, el peso óptimo está entre el 30% y el 60% del 1RM; en caso de que con la primera carga, el jugador no sea capaz de saltar una sola vez por encima de 20cm, repetirá la prueba, con el peso óptimo más 4Kg. Para la parte de la fórmula que se refiere al número de repeticiones, según el autor, es aconsejable que no sea superior a siete repeticiones, para mantener la fiabilidad de la fórmula estadística; por consiguiente, siguiendo las indicaciones de López, M. y col (2010), el jugador debe realizar cuantos saltos le sea posible, por encima de 20 cm (esta altura, la argumenta el autor, en que saltos menores progresivamente, decrecen la fiabilidad del salto y de esta forma se disminuye la probabilidad de lesiones). La prueba se da por terminada, una vez que alguno de los saltos, tuviera una altura inferior a 20cm. En caso de superar los siete saltos por encima de 20cm, la prueba debe repetirse; los siguientes intentos han de realizarse, con una carga superior, sumando peso de 10 en 10Kg. En caso de que exista la necesidad de repetir la prueba, por falta o exceso de carga, deberá existir un tiempo de recuperación de entre cinco y siete minutos entre un intento y otro.

Análisis Estadístico

    Para el análisis estadístico, se estableció un nivel de significación de p<0.05.

    Prueba no paramétrica de Kolmogorov – Smirnov; T de Student para muestras independientes: Aplicada entre los grupos: a) Para comparar los resultados de la evaluación inicial. b) haciendo uso de los resultados de la evaluación final; T de Student para muestras relacionadas: Aplicada a cada grupo por separado, entre los resultados de la evaluación inicial y final para determinar, los efectos del los dos programas de entrenamiento; Anova factorial para medidas repetidas con comparativo post hoc de Bonferroni.

Resultados

    En la evaluación pre test, al comparar las posiciones del grupo (F) con sus iguales del grupo (P+F), se dieron los siguientes resultados:

    Después del periodo de entrenamiento y comparando los valores pre -post test (Ver Figura 1 -2) hay diferencias significativas positivas en:

Figura 1. Potencia media generada en el SC. Por posiciones y tipo de entrenamiento. T de Student de muestras relacionadas 

Pre-Post test.*(P≤0.05), Diferencias significativas entre la evaluación inicial y final tras el entrenamiento asociado

 

Figura 2. SC %1RM, donde se da el mejor valor de potencia media, por posiciones y tipo de entrenamiento. T de Student, de muestras relacionadas

 Pre - Post test.*(P≤0.05) Diferencias significativas, entre la evaluación inicial y final tras el entrenamiento asociado de potencia

    En la evaluación post test, al comparar las posiciones del grupo (F), con sus iguales del grupo (P+F), se dieron los siguientes resultados:

    El análisis Anova, después del periodo de entrenamiento, mostró que los MC (P+F), tienen valores significativamente superiores p≤ 0.050, en relación con los JB (F) y de p≤0.033 con DD (F).

Discusión

    Al comparar nuestros resultados con otros estudios, hay factores que puntualmente hacen difícil, la posibilidad de comparar nuestros hallazgos, con la mayoría de los estudios revisados, ya que en el nuestro, hay tres condiciones que no se cumplen simultáneamente en ningún otro estudio, del que tengamos conocimiento: Primero, se sumó el peso corporal a la carga a movilizar en el salto. Segundo, se midió el mejor valor de potencia media, en cinco repeticiones y no la máxima potencia .Tercero la prueba para determinar el 1RM, se realizó con el mismo ejercicio y mediante predicción estadística, como se indicó en el protocolo; este aspecto en particular, modifica notablemente los resultados, ya que la gran parte de los estudios, toman como parámetro de 1RM, la conseguida en la media sentadilla y lo extrapolan a sentadilla con salto y a los ejercicios derivados del levantamiento de pesas.

    En relación a esto último Baker, D. y col (2001b), en jugadores de rugby, determinaron que los valores de máxima potencia en sentadilla y saltos cargados, están entre 45% y 65% de 1RM (en media sentadilla), igual sucede con Izquierdo, M. y col (2002), quienes al comparar un grupo de halterófilos con ciclistas de ruta, dedujeron, que cuando se realizaban ejercicios con la extremidad inferior, la máxima potencia, se consigue generalmente, con resistencias comprendidas entre el 60% y 70%, de 1RM en media sentadilla; cabe anotar que en el grupo de halterófilos, se encontró en el 60%, mientras que en el grupo de los ciclistas de ruta, lo consiguen con la carga del 45% de 1RM. Demostrando la importancia que tiene la especialidad deportiva, en la asignación de las cargas relacionadas con la potencia.

    Hay un grupo de autores, que después de sus hallazgos han determinado, que el rango de cargas óptimos para trabajar la potencia en los saltos cargados, está entre 30%, 60% de 1RM en media sentadilla; estas cargas estarían totalmente acordes con nuestros resultados. Deducciones similares se revelaron en el caso de Sleivert G, Taingahue M. (2004), estos investigadores encontraron, que en dos tipos de salto (SJ tradicional con carga y SJ Split, Salto SJ con una pierna adelantada), la media de potencia máxima en tres saltos, se encontraba entre el 30 y el 60% de 1RM en media sentadilla.

    Hori, N. y col. (2005), sostienen, que el entrenamiento más efectivo, es aquel que estimula todas las variables donde participen la fuerza y velocidad, por lo tanto afirma, que si utilizamos cargas por debajo del 30% de 1RM y saltos sin peso, estaremos estimulando preponderantemente la velocidad, en cambio, trabajos de sentadillas con salto o en cargadas de potencia con el 55% de 1RM, estaremos estimulando la fuerza velocidad. Es importante destacar, que estos autores toman a 1RM, en el ejercicio de sentadillas, como reflejo de la fuerza máxima del tren inferior, también Nacleiro (2008), manifiesta que en ejercicios de cadena cinética abierta, para el tren inferior como el leg extensión (o el salto cargado), la máxima potencia se encuentra, en una franja entre 30% y 50% de 1RM, en media sentadilla. A pesar de las diferencias metodológicas ya mencionadas, los resultados de este estudio, estarían en la línea de estos autores, ya que la carga donde se manifiesta, la mejor potencia media, se encuadra entre el 48% y el 55%. Dependiendo de la posición evaluada.

    Estos estudios argumentan, que la sentadilla es el ejercicio básico, que representa la fuerza del tren inferior y por eso es válido tomarlo como parámetro de referencia, en cualquier trabajo, donde la fuerza de las piernas aparezca como protagonista. Sin embargo, a nuestro modo de ver, el tipo de contracción que exige una ejercitación u otra, marca la viabilidad de extrapolación de este valor. Probablemente la relación 1RM en sentadilla y el salto cargado, tenga validez para un salto SJ, pero en este caso pensamos, que las exigencias propias del CMJ cargado a nivel de contracción muscular, requieren de una prueba específica, que muestre realmente la capacidad del sujeto, para determinar con veracidad, cuál es su fuerza máxima y así asignar realmente los pesos óptimos, donde manifiesta sus mejores valores de potencia.

    Creemos esto, porque el salto CMJ cargado, es un ejercicio que exige para su ejecución, preponderantemente del ciclo estiramiento acortamiento, totalmente distinto a la sentadilla, en donde es determinante la contracción concéntrica; por lo cual, los resultados de aplicar cargas en los saltos CMJ cargados, basados en 1RM en sentadillas, puede llevarnos a equívocos e incongruencias, entre el objetivo del trabajo y la realidad del mismo.

    Son muchos los documentos, que contrarios a nuestros resultados sugieren, que en las sentadillas con salto, se manifiesta la máxima potencia sin carga, como ejemplo esta Bevan, R. y col (2010), revelan que la máxima potencia, se manifiesta exclusivamente con el peso corporal. Cormie, P. y col (2007a, 2007b), tras desarrollar un test con pesos crecientes, también expresaron, que la carga óptima para generar potencia en el salto desde sentadilla, era el peso corporal y que la potencia generada se mostró, significativamente menor, en cargas submáximas, en un rango entre 42% y el 85% de 1RM, respecto a las cargas, entre el peso corporal y el 41% de 1RM en media sentadilla. A iguales determinaciones llegaron Dayne, M. y col (2011), quienes, con una muestra de adolecentes y deportistas jóvenes (entre quince y dieciocho años), descubrieron, que en los saltos cargados, la máxima potencia, se manifiesta al movilizar solo el peso corporal.

    En relación a los puestos específicos, basados en nuestros resultados, coincidimos con la idea de García, J. y Mendoza, N. (2006), quienes plantean, que el puesto que el jugador ocupa en competición, es un factor discriminatorio del rendimiento, porque las exigencias propias del juego en cada posición, desarrollan unas características determinadas, relacionadas con: cuánto y cuándo se aplica la fuerza, velocidad y potencia, en acciones explosivas. Este argumento justifica las conclusiones de Santi Maria, T. y col. (2007), cuando sugieren, que al realizar acciones a alta intensidad, la fuerza explosiva es utilizada y exigida de diferentes formas según el puesto específico.

    En relación a este estudio, el entrenamiento propuesto tiene unas características particulares, en cuanto a los medios y a las cargas utilizadas, al ser desarrollado el trabajo combinando con ejercicios específicos, para maximizar la potencia muscular y cargas relacionadas con la potencia media (45% -55% de 1RM). El trabajo busca mejorar la fuerza útil, enfatizando en la mejor relación fuerza velocidad, esta relación óptima, se da través de incrementos en la fuerza y la velocidad de contracción muscular, que permitan al deportista, darle una mayor aceleración a la carga para alcanzar antes la máxima velocidad y para generar mayor fuerza; en la primera parte de la curva fuerza tiempo, es decir en los primeros 200 – 250 ms, que es el tiempo en que se enmarcan las acciones explosivas como lo indican Kraemer, W. Hakkinen, K. (2006). Gonzales Badillo, J. (2002).

    Los efectos positivos del entrenamiento de la potencia en futbolistas, han sido demostrados por Sola, J. (2009), quien con futbolistas juveniles, obtiene mejoras relevantes más no significativas en la capacidad de salto del 4.21%, tras trabajar con cargas asociadas a la máxima potencia. Este trabajo está en concordancia con estudios en futbolistas, en los que se han utilizado la cargas ligadas a la máxima potencia, a su vez al ligar este tipo de trabajo con las adaptaciones espontáneas, que se dan, producto de las demandas físicas propias del puesto especifico; encontramos grandes beneficios revelados por los MC, tras desarrollar el trabajo con cargas, que pueden ser justificados por la concordancia entre el trabajo desarrollado y las exigencias, que requieren sus movimientos en competición. Según Barros, R. (2007), estos jugadores se ven inmersos en disputas aéreas, que les exigen gran capacidad de salto y fortaleza en las disputas cuerpo a cuerpo, adicionalmente al ocupar zonas del campo de juego más congestionadas, muestran patrones de carrera individuales más cortos, siendo su patrón de movimiento habitual, el relacionado con arranques, frenadas; en este estudio, en estos jugadores se observaron mejoras estadísticamente significativas, en tanto en la mejor potencia media generada, como en la carga con la cual logran dicha potencia; esta situación nos indica que en esta posición, se requiere de un mayor componente de fuerza, para expresar la potencia, esta situación pude ser debida a que esta es una posición, en la que constantemente existen choques con el adversario y disputas defensivas de 1vs 1 que obligan, a que el componente de fuerza sea mayor; es llamativo que los defensores centrales, que son jugadores, que también están continuamente inmersos en disputas y choque con el adversario no hayan incrementado el %de 1RM. Soares, H. Fragoso, I y col (2011), apuntan, que estos se ven en la obligación de contra restar todas las acciones de los delanteros; adicionalmente se ven inmersos en una gran cantidad de disputas aéreas, producto de los despejes del rival, o acciones a balón parado, tanto ofensivas como defensivas. Tal vez por agruparlos con los delanteros no se reflejaron estas mejoras.

    En el caso de los DD y JB no se dio ningún cambio significativo, en relación a la carga con la cual se manifestaba el mejor valor de potencia, pero si que mejoró dicho valor, esta situación puede ser justificable por un aumento en la aceleración en la primera parte del movimiento, por lo que podemos inferir, que en estas posiciones, se requiere de un mayor componente de velocidad para expresar, la potencia; por ejemplo en los delanteros, Metral, G. (2010), sostiene, que el patrón de movimiento se caracteriza, por cargas y disputas con cuerpo a cuerpo con sus oponentes, arranques súbitos de muy alta intensidad, con el fin de aprovechar o crear un espacio, o moverse buscando la oportunidad, de convertir gol y estos esfuerzos se dan, bajo condiciones de recuperación casi completas.

    González Rave, J. García, J. Navarro, F. (2010), sostienen, que existen evidencias, que en deportes, donde el empleo de la fuerza máxima es relevante para la actividad competitiva, el porcentaje de 1RM, donde se manifiesta, el mejor valor de potencia es mayor. Desde nuestros resultados, podríamos ampliar este argumento y llevarlo a las exigencias que demanda la competición, para cada puesto específico, y decir, que quienes solicitan mayores niveles de fuerza, manifiestan sus mejores valores de potencia con %de 1RM más grandes.

    Creemos firmemente, en que la posición que ocupa el jugador en el terreno de juego, además de afectar la distancia total recorrida, como se ha demostrado hasta el momento por Di Salvo, V. y col.(2007), también es un factor que afecta la velocidad de carrera, el salto y los tipos de desplazamiento; debido a ello estamos de acuerdo, con Rabadan, I. y col, (2007), Soares, H. Fragoso, I y col (2011), cuando manifiestan, que el entrenamiento propio del fútbol y principalmente la competición, hacen que se privilegien ciertas capacidades condicionales, en detrimento de otras, debido a una adaptación específica, que se produce para cumplir con las funciones tácticas que exige el puesto especifico.

    Consideramos, que el trabajo de fuerza con orientación a la potencia, puede incrementar positivamente los indicadores la fuerza o la velocidad, aprovechando las adaptaciones propias del jugador a sus exigencias en competición.

    Seria oportuno tomar este trabajo, como un punto de partida, para abrir una nueva línea de investigación, de tal manera, que estudiando una muestra mucho más amplia, se pueda determinar con solidez en cuáles posiciones prevalece la fuerza y en cuáles la velocidad, al momento de generar potencia.

Conclusiones

Referencias

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 171 | Buenos Aires, Agosto de 2012  
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