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Visión del Comandante en Jefe Fidel Castro sobre la importancia de 

las tradiciones patrióticas deportivas de nuestros atletas amateurs

Commander in Chief Fidel Castro’s view on the importance of sports patriotic traditions of Cuban amateur athletes

 

Profesor Auxiliar. Licenciado en Educación en la especialidad de Marxismo Leninismo

en el Instituto Superior Pedagógico “José de la Luz y Caballero “de Holguín

Actualmente profesor principal de la asignatura Historia de Cuba

de la Facultad de Cultura Física de Holguín

Msc. Esteban Juan Pérez Hernández

juan@cultfis.holguin.inf.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo sintetiza las diversas intervenciones realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro en el periodo comprendido entre 1959-2005 sobre las tradiciones patriótico deportiva que caracterizan a nuestros atletas amateurs, resaltando la admiración y respeto del pueblo cubano y el resto del mundo, por sus resultados deportivos y su actitud patriótica, sirviendo el mismo de fuente de análisis para el trabajo educativo de nuestros atletas.

          Palabras claves: Atletas amateurs. Tradiciones patrióticas deportivas. Cuba.

 

Abstract

          The article briefly summarizes various speeches by Commander in Chief Fidel Castro from 1959 to 2005 on sports patriotic traditions that characterize our amateur athletes, emphasizing the admiration and respect of the Cuban people and the world community for both sports achievements and patriotic attitude as well. This article serves itself as a source of analysis for the athletes’ educative work.

          Keywords: Amateur athletes. Sports patriotic traditions. Cuba.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Los pueblos, en su desarrollo histórico, han creado siempre tradiciones de diversa índole que les han valido para ir forjando su cultura, su unidad, la psicología de sus hijos, y para ir tramitando de generación en generación ciertas

    Particularidades, ciertas costumbres que le son propias, que hacen sentir a las nuevas generaciones una estrecha relación y estado de compromiso con lo mejor de las generaciones que le antecedieran, a la vez que se convierten en depositarias de su legado histórico social. Esto compromete a cada nueva generación a conservar, transmitir y enriquecer las tradiciones de sus antecesores en correspondencia con el momento histórico concreto que le toca vivir. Nuestro pueblo así lo reconoce, y por ello, al adoptar la actual Constitución de la República proclama en su preámbulo que somos “… ciudadanos cubanos herederos y continuadores del trabajo creador y de las tradiciones de combatividad, firmeza, heroísmo y sacrificio forjadas por nuestros antecesores.

    Tomando en consideración el papel de las tradiciones, se hace necesario sistematizar la visión de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, sobre los rasgos que identifican nuestros atletas amateurs, centrando el análisis en sus valoraciones sobre los valores patriótico deportivos que lo identifican.

    Son innumerables los análisis de Fidel sobre el deporte en general y sobre los deportistas en particular, algunos de estos han sido recopilado en el libro “Fidel y el deporte” del Licenciado en Cultura Física y periodista Mario José Torres Diego, que ya ha tenido una versión actualizada hasta el 2007. El autor de forma cronológica recopila las multifaséticas ideas, propuestas y vaticinios que hace Fidel sobre el acontecer del movimiento deportivo cubano, a partir de los albores del triunfo revolucionario de enero de 1959 hasta la actualidad. Con este trabajo, que constituye un texto imprescindible para los interesados en el tema, se abre un camino al estudio del pensamiento de Fidel sobre las diferentes áreas de actuación de la Cultura Física en el contexto socio cultural de la Revolución Cubana. Como parte de lo que aun falta por analizar en todas sus vertientes se impone un análisis de la visión de Fidel sobre los atletas cubanos que permite estudiar el papel de nuestros deportistas en el Proceso Revolucionario Cubano.

Desarrollo

    En este mundo unipolar el deporte se ha convertido en una mercancía, donde el profesionalismo prevalece y Cuba constituye una excepción con sus atletas amateurs.

    "Nosotros podríamos decir también que somos el único país del mundo de atletas amateurs y no de atletas mercenarios, y eso es lo que le ha ganado un enorme prestigio a nuestro país".1

    En las múltiples y profundas las valoraciones realizadas por Fidel sobre nuestros atletas cuyas impresiones se sintetizan en. "... de nuestros atletas me impresionan muchas cosas: me impresiona su modestia, su humildad; me impresiona extraordinariamente su espíritu patriótico, su espíritu revolucionario, demostrado siempre a lo largo de la historia de nuestros triunfos deportivos. Pero especialmente (…), me impresiona mucho la dignidad de nuestros atletas, me impresiona extraordinariamente la honradez de nuestros atletas…”2

    Sin embargo estas impresiones generales Fidel las argumenta con ejemplos que se convierten en paradigmas para el modo de actuación de un deportista revolucionario como los que hoy se forman en nuestro sistema deportivo cubano y que a continuación exponemos.

    Fidel señala que las bases de amateurismo de nuestros atletas se encuentran en los principios éticos de nuestra revolución cuando valora que:

    "Nuestro deporte, como todo lo de la Revolución, ha funcionado sobre bases morales, no sobre bases materiales, no sobre dinero; nosotros no tendríamos nunca palabras hipócritas para ganar atletas y trabajadores del atletismo ni dinero para hacerlo. Si fuera a base de dinero nosotros no podríamos tener el movimiento atlético que tenemos ni habríamos alcanzado las glorias que hemos logrado en estos años. Tenemos que hacerlo a base de moral, a base de conciencia, a base de patriotismo, a base de integridad, porque ha habido atletas -los hubo siempre y los ha habido en los últimos tiempos- que se han dejado llevar por el mercenarismo, por el comercialismo, por las ambiciones, y han cometido la vileza de traicionar al país".3

    Puntualiza que constituye una prioridad de nuestra enseñanza deportiva formar a los atletas no solo en lo físico y lo técnico, sino sobre todo en los valores de nuestra sociedad socialista

    "Los atletas reciben en nuestro país un gran apoyo, la oportunidad de estudiar en las escuelas de educación deportiva, un título universitario, ingreso modesto, y de repente les ofrecen 5 millones, 10 millones de dólares a un atleta. Es realmente abusivo, inmoral que un país forme sus atletas, los quiera tener allí para que el pueblo el disfrute, los vea, y los compre desde el exterior un país rico. Como realmente el deporte se ha profesionalizado en los últimos años y los atletas se han convertido en mercancía, no se imaginan ustedes los sacrificios de un país para mantener la moral y espíritu patriótico de sus atletas y que sean incapaces de venderse por millones de dólares".4

    La situación económica derivada del Periodo Especial, repercutió en toda la sociedad, pero pese a ello no impidió el tratamiento priorizado a la preparación de nuestros atletas. Al referirse, con respecto a esta prioridad señala: "Por los atletas hemos hecho todo lo posible en este difícil período especial. Nadie creía que podríamos mantener el movimiento atlético fuerte, y el pueblo ha hecho esfuerzos realmente para mantenerlo. Con el esfuerzo de todos, hasta de los propios atletas, de los propios instructores que van a otros países y una parte de lo que perciben lo entregan al INDER, porque el INDER no tiene divisas y tiene un gasto por año, parte de lo cual lo ha ido recaudando y ha servido para gastos indispensables de la institución; premios de los equipos que han servido para estímulo a todos los atletas, porque si bien es cierto que algunos equipos tienen ingresos relativamente altos, otros no tienen ningún ingreso, y ningún atleta quedó olvidado a la hora de asignar un estímulo mayor o un estímulo menor".5

    Este esfuerzo, del pueblo y sus atletas ha sido recompensado y en aquellas difíciles circunstancias, "... obtuvieron más del doble de las medallas de todos los países de América Latina y del Caribe juntos; baste recordar que ellos obtuvieron el doble de medallas de oro de los países de América Latina y el Caribe unidos a Canadá, que es un país grande, con recursos considerables, y ellos obtuvieron siete veces más medallas de oro que todos los demás países de América Latina y del Caribe. Por ello, como dije cuando recibí a una parte de los atletas, porque todos no llegaron juntos, algunos estaban de vacaciones ya, nosotros teníamos el privilegio de ocupar el primer lugar del mundo en medallas de oro percápita, de acuerdo con nuestra población.

    Si se midieran los resultados de una olimpiada por el oro percápita que obtiene un país, nosotros en estas olimpiadas quedamos en el primer lugar.6

    Estas proezas de los atletas cubanos son el fruto de una tradición patriótica deportiva acumulada por nuestra Revolución, donde los principios han sembrado la admiración y el respeto del mundo entero por nuestros atletas amateurs.

    "En las muy numerosas competencias de carácter internacional, de las más diversas disciplinas, en las que Cuba ha sido sede, jamás un atleta, un miembro de la delegación o un periodista, ha sido agredido físicamente; por el contrario, han gozado de todas las consideraciones y absoluto respeto. Y tampoco un atleta o un miembro de alguna delegación ha sido nunca agredido moralmente, jamás ha recibido un insulto".7

    "El respeto al atleta, la consideración máxima al atleta, a su integridad física y moral, que es parte esencial de nuestras mejores tradiciones deportivas, dice mucho de nuestro país, de nuestro pueblo, capaz de luchar valientemente contra cualquier injusticia o agresión a nuestros derechos deportivos, y capaz de rendir tributo al mérito de un atleta adversario y aplaudirlo; capaz de respetar lo máximo que pueda respetarse un atleta que nos visite".8

    Todos los meritos que nuestros atletas se han ganado con su esfuerzo son compensados con la atención a su preparación. "En nuestro país cualquier atleta que se destaque especialmente puede tener, en determinadas disciplinas, él solo un instructor. Imagínense, en Estados Unidos u otro país desarrollado, cuánto costaría un instructor dedicado a entrenar a un atleta destacado; cuánto le costaría a ese atleta, o a su familia, o a cualquier joven que quiera jugar bien tenis, practicar gimnasia, salto alto o largo, esgrima, pesa u otro deporte similar de carácter individual que requiere instrucción especializada y constante. Su costo seguramente nunca sería menos de 50 mil dólares por año".9

    Pero, a su vez nuestros atletas son reciproco con su pueblo que al regresar de cada competencia, "Se recibía la impresión de una tropa firme, organizada, combativo, valiente, heroica, con un alto espíritu revolucionario; veíamos en ustedes los mejores frutos de la Revolución, los representantes de nuestra heroica juventud, de nuestro pueblo; y tuvimos muchos motivos para sentirnos orgullosos de ustedes, sentir un mayor cariño hacia nuestros atletas, mayor simpatía, mayor admiración, lo cual, había sido siempre grande, pero en este caso se multiplicó.

    Se podía apreciar, solo mirando el rostro de nuestros atletas, que llevaban el sello de la pureza de nuestro pueblo y de Nuestra Revolución. ¡Qué lección tan grande se llevó el imperio que no pudo comprar a uno solo, no pudo sobornar a nadie, a pesar de que hay atletas nuestros que podrían ser ricos, millonarios prácticamente!; sin embargo, no lo lograron".10

    Esta admiración reciproca pueblo-atleta, no es algo circunstancial, es el fruto de una educación deportiva que se reflejan en las impresiones de Fidel, cuando señala, "Hablo aquí a atletas, pero nosotros sabemos que nuestros atletas son también soldados de la patria porque están dispuestos, como han dicho más de una vez, a defender su patria, no solo allí en el campo del deporte, sino también en los campos de batallas.

    Porque sabemos el patriotismo con que luchan nuestros atletas, la moral y el honor con que luchan nuestros atletas, el amor con que defienden nuestra hermosa bandera en cualquier lugar del mundo, la honradez y la integridad de su conducta, que ninguna presión, ninguna campaña mentirosa, pueden desviar ¡ni todo el oro del mundo es capaz de comprar!, hablo hoy, y ante ellos expreso estos sentimientos y estos pensamientos, porque la hora no es de hablar de otro tema".

    "Todo el mundo sabe que nuestros atletas no tienen honor más grande ni premios más grandes, que el reconocimiento y el aplauso de nuestro pueblo, su prestigio, el cariño. Nuestro pueblo les paga no con oro, no con dinero a los atletas, les paga con admiración, les paga con simpatía, les paga con cariño".11

    "Aquí la patria los ha recibido a ustedes, aquí la patria puede mostrar todo el orgullo de la conciencia, de la dignidad y del honor de nuestros atletas, porque el hecho de que algunos hayan sido desleales, lo contrarresta el hecho de que la inmensa mayoría, a pesar de todas las promesas, ofertas y deslumbramientos, en estos tiempos tan difíciles, haya tenido la dignidad y el sentido del honor de ser fieles y ser leales a la patria.12

    Estas ideas de Fidel sobre la importancia del componente patriótico deportivo en nuestra psicología social y su influencia en la ideología política de nuestro pueblo se refleja en el daño moral que ocasiona la traición de un atleta a la tradición sembrada por los deportistas cubanos a lo largo de estos 50 años de Revolución

    "Si recordamos la historia de nuestro deporte, historia heroica que le ha dado prestigio a Cuba, comprenderán ustedes todo el daño que le hace en todos los sentidos un traidor, aquel a quien la Revolución le ofreció todo el apoyo, todo el auxilio para el desarrollo de sus facultades, aquel por quien el país hizo todo. Traiciona a la nación, a los más nobles sentimientos de la nación; por eso a nosotros, más que medallas de oro físico, o de plata o de bronce, lo que nos interesa son las medallas morales que puedan ganar nuestros atletas. El honor de nuestros atletas nos interesa más que las medallas, el concepto que de sí mismo tenga un atleta. Y no puedo concebir qué concepto de sí mismo pueda tener un traidor".13

    Nuestros atletas amateurs que compiten en eventos internacionales se convierten en embajadores de los principios que identifican a nuestro pueblo, por eso los intentos mercenarios de los enemigos de la revolución no van dirigidos solo a la compra de talentos deportivos, llevan ante todo la intencionalidad de menoscabar nuestras tradiciones patriótica deportivas que constituyen nuestra principal fortaleza. Ven en los valores morales de nuestros atletas una amenaza al deporte profesional.

    "A nosotros nos atacan, porque ese imperio poderoso ve el enemigo en aquellos que quieren justicia para el mundo. Aquellos que están sometidos, a aquellos que no se preocupan ni por la educación, ni por la salud, ni por el deporte, ni por nada, no les hacen nada; su empeño es barrer de la tierra a aquellos que han dado un ejemplo, y ustedes en el propio campo de la actividad son testigos del ejemplo que ha dado este pueblo, de su capacidad de colocarse en el quinto lugar del mundo. Y nos quieren desalojar de ahí, a ver para dónde nos mandan, comprando atletas".14

    "Ya que no nos pueden derrotar en el campo de la lucha, en muchas disciplinas deportivas nos quieren derrotar mediante el método repugnante de invertir millones en comprar atletas que formó la Revolución, que preparó la Revolución”15

    "Tenemos el orgullo de contar con atletas a quienes les han ofrecido contratos hasta por 40 millones de dólares por jugar cinco años y los han rechazado, y esos atletas lo que tienen es un modesto apartamento y pueden llegar a tener un modesto carro como estímulo, como premio a su esfuerzo. Luego hay que asombrarse de que existan hombres capaces de rechazar, en este mundo enajenado por el dinero, 40 millones de dólares”16

    "Cuba jamás ha competido utilizando atletas extranjeros, siempre ha competido con sus propios atletas, sin una sola excepción, a lo largo de 40 años.

    Cuba jamás ha robado un atleta o un talento deportivo; por el contrario, hemos formado aquí profesores, atletas que han ido a competir por sus países. Recuerdo, entre ellos, un joven boxeador puertorriqueño que quería mucho a Cuba, se hizo aquí licenciado en educación física y deportes, era un buen boxeador, y al terminar sus estudios volvió a su tierra natal para competir con el equipo de su país, como era su deber”17

    "Nuestros atletas a lo largo de 40 años han escrito una hermosa página de desinterés material, han vivido modestamente, humildemente, apreciando por encima de todo el afecto y la admiración de su pueblo. Por sus méritos, por sus valores, por los servicios que prestan a nuestro país, por el placer que le ofrecen, por las glorias que le aportan, consideramos y estamos ya comenzando a aplicar una política de mayor atención al deporte y en especial a los deportistas”18

    "A nuestros atletas no solo hay que aplaudirlos cuando vienen con medallas de oro; hay que recibirlos con afecto de hermano, hay que recibirlos como cuando obtienen una victoria. Ellos no son atletas profesionales, son atletas que luchan por el honor de nuestro país, como han hecho muchas veces".19

    Es esa particularidad de los atletas amateurs cubanos lo que despierta tanta admiración en el mundo y sobre esto Fidel señala:

    "Quiero recordarles que ustedes han dejado en el mundo una estela de simpatía y de solidaridad. Hemos leído todos los cables desde que comenzaron las olimpiadas, y de los atletas de ningún país se dicen tantas cosas elogiosas como las que se dicen de los atletas cubanos en estas olimpiadas”20

    Los resultados deportivos cubanos no se evidencian solo en los triunfos obtenidos por nuestros atletas, sino en atletas de otros países del tercer mundo que gracias a la colaboración de nuestros técnicos y especialistas han podido situarse en el podio en algunos eventos internacionales.

Conclusiones.

    Fidel fundamenta que nuestros atletas amateurs constituyen uno de los logros más significativos de la Revolución, que la fuerza de sus triunfos radica en la tradición patriótica deportiva alcanzada por nuestro movimiento deportivo cubano.

    La admiración, solidaridad y simpatía con que el pueblo ve a nuestros atletas obedece a la actitud moral de estos en la defensa de tradición patriótica deportiva.

    La formación de nuestras atletas amateurs en las tradiciones patriótico deportivas constituye nuestra principal fortaleza moral para enfrentar las adversidades del deporte profesional y poder obtener triunfos que enaltecen al deporte cubano y siembran en la memoria histórica una tradición que se convierte en convicción de todo un pueblo.

Notas

  1. Discurso pronunciado en el acto de recibimiento al primer grupo de atletas que regresó de Sydney, Aeropuerto Internacional "José Martí", Ciudad de La Habana, 29 de septiembre de 2000.

  2. Discurso pronunciado en el acto de recibimiento a los atletas que participaron en la XXV Olimpiada de Barcelona, Palacio de la Revolución, Ciudad de La Habana, 10 de agosto de 1992.

  3. Palabras pronunciadas en el acto de despedida a la delegación de atletas cubanos que participaron en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Palacio de la Revolución, Ciudad de La Habana, 10 de julio de 1996.

  4. Conferencia Magistral en el acto convocado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Primada de América, Centro de Eventos y Convenciones, República Dominicana, 24 de agosto de 1998.

  5. Palabras pronunciadas en el acto de despedida a la delegación de atletas cubanos que participaron en las olimpiadas de Atlanta, Palacio de la Revolución, Ciudad de La Habana, 10 de julio de 1996.

  6. Discurso pronunciado en el acto por el XXXIX aniversario del asalto al cuartel Moncada y el XXXV del levantamiento de Cienfuegos, Cienfuegos, 5 de septiembre de 1992. Nota: Se refiere a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

  7. Discurso pronunciado durante el encuentro con representantes de la delegación deportiva que asistió a los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Ciudad de La Habana, 13 de agosto de 1999.

  8. Discurso pronunciado durante el encuentro con representantes de la delegación deportiva que asistió a los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Ciudad de La Habana, 13 de agosto de 1999.

  9. Discurso pronunciado durante el encuentro con representantes de la delegación deportiva que asistió a los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Ciudad de La Habana, 13 de agosto de 1999.

  10. Discurso pronunciado en el acto de reconocimiento a la delegación cubana que participó en los X Juegos Panamericanos, Sala Universal de las FAR, 16 de septiembre de 1987.

  11. Discurso pronunciado en el acto de premiación a los Atletas más Destacados del Año, Ciudad Deportiva, Ciudad de La Habana, 21 de diciembre de 1989.

  12. Discurso pronunciado en la clausura del VI Congreso de la UJC, Palacio de las Convenciones, Ciudad de La Habana, 4 de abril de 1992.

  13. Discurso pronunciado en el acto de recibimiento oficial a la delegación que participó en los XVII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, Sala Universal de las FAR, Ciudad de La Habana, 2 de diciembre de 1993.

  14. Palabras pronunciadas en el acto de despedida a la delegación de atletas cubanos que participaron en las olimpiadas de Atlanta, Palacio de la Revolución, Ciudad de La Habana, 10 de julio de 1996.

  15. Palabras pronunciadas en el acto de despedida a la delegación de atletas cubanos que participaron en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Palacio de la Revolución, Ciudad de La Habana, 10 de julio de 1996.

  16. Palabras pronunciadas en el acto de despedida a la delegación de atletas cubanos que participaron en las olimpiadas de Atlanta, Palacio de la Revolución, Ciudad de La Habana, 10 de julio de 1996.

  17. Discurso pronunciado en la clausura del II Congreso de los Pioneros, Palacio de las Convenciones, Ciudad de La Habana, 20 de julio de 1996.

  18.  Conferencia Magistral en el acto convocado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Primada de América, Centro de Eventos y Convenciones, República Dominicana, 24 de agosto de 1998.

  19. Discurso pronunciado durante el encuentro con representantes de la delegación deportiva que asistió a los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Ciudad de La Habana, 13 de agosto de 1999.

  20. Discurso pronunciado durante el encuentro con representantes de la delegación deportiva que asistió a los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Ciudad de La Habana, 13 de agosto de 1999.

  21. Discurso pronunciado en la Tribuna Abierta Antiimperialista por el aniversario 40 de la creación de los CDR, Palacio de las Convenciones, Ciudad de La Habana, 28 de septiembre de 2000.

  22. Discurso pronunciado en el acto de recibimiento al primer grupo de atletas que regresó de Sydney, Aeropuerto Internacional "José Martí", Ciudad de La Habana, 29 de septiembre de 2000.

Bibliografía

  • Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.” Versión digitalizada de los discursos pronunciados por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

  • Torres Diego Mario José” Fidel y el deporte”. Selección de pensamientos 1959-2007.Editorial Deportes, Ciudad de La Habana.

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