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Maximización de los recursos utilizados
en las clases de Educación Física

 

Grado Superior en Actividades Físicas y Deportivas, IES Alfonso II Oviedo

Actualmente: Magisterio en Educación Física. Universidad Oviedo

(España)

Víctor Borja González

victorbg86@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

          En el presente artículo se expone en primer lugar una breve revisión de los diversos materiales utilizados para el desarrollo de las clases de Educación Física desde un punto de vista autocrítico, ya que en nuestra sociedad actual nos encontramos en un agitado consumismo que afecta también a los métodos docentes. Seguidamente se aportan claves para realizar una selección adecuada de dichos materiales y una optimización de su uso.

          Palabras clave: Educación Física. Material deportivo. Recursos. Selección de materiales. Reciclaje.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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    A lo largo de este artículo se abordará el uso de materiales en las clases de educación física, ya que muchas veces como docentes nos encontramos con que estos recursos son precarios o inexistentes en los centros lo cual nos impide poner en marcha actividades que forman parte del currículo de la asignatura así como lograr los objetivos marcados por este. Aunque debemos tener en cuenta que en palabas de García y Ruiz (2005) no queda duda de que los recursos materiales influyen considerablemente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero su importancia no reside tanto en los tipos y las cantidades, como en el conocimiento que los docentes poseen sobre sus potencialidades y en la forma de usarlos.

    Por ello, abordaremos tres temas principales que nos ayudarán a optimizar o maximizar dichos recursos: una selección adecuada, un uso inteligente y la elaboración de materiales propios.

    Para comenzar, haremos una clasificación de los materiales empleados en la clase de educación física:

    “Asumimos que material deportivo es todo aquel que, no estando construido de obra, ha sido añadido a una instalación para complementarla y equiparla para la práctica de actividad física (Galera, 1996), incluyendo en esta definición tanto los grandes aparatos que suelen denominarse “equipamiento deportivo”, como el material convencional y no convencional que se puede utilizar para practicar deporte en su más amplia concepción (incluye todas las vertientes: educativa, rehabilitadora, competitiva, etc.” (Rivadeneyra, 2001)

  • Por un lado, disponemos de los materiales que aporta la escuela que suelen tener un gran coste y ocupar un espacio físico considerablemente grande (no considerados equipamiento deportivo). Estos están formados principalmente por las instalaciones deportivas: patios destinados a la práctica de deporte y pistas acondicionadas especialmente para dicha práctica tales como campos de fútbol y baloncesto, pista de atletismo, polideportivo cubierto, etc. Como hemos dicho, estos espacios dependen de la escuela y por tanto del presupuesto para su mantenimiento y de la antigüedad de la misma.

  • En segundo lugar, nos encontramos con los materiales que haya podido diseñar y elaborar el docente así como los alumnos con material reciclado, produciéndose un doble aprendizaje. Retomaremos más adelante este tema.

  • Por último, disponemos también de otros materiales que los alumnos aportan ya que así se les requiere como dotación inicial por parte de la escuela. En un principio estos materiales son de bajo coste, pero pasaremos ahora a detallarlo.

    Es cierto, que el currículo contempla la enseñanza de deportes cada vez más especializados y que por tanto requieren equipamiento más específico. Pongamos el caso del bádminton que es comúnmente practicado en casi todas las escuelas españolas y en el cual los alumnos tienen que aportar la raqueta y el volante.

    Por tanto una familia debería gastarse al menos 13 euros que en principio no parecen suponer un esfuerzo. Otro ejemplo de este desembolso es el caso del hockey practicado con patines que forma parte del currículo de esta asignatura en muchos centros.

    Aunque en este caso los sticks suelen formar parte del material provisto por el colegio. Pero si tenemos en cuenta un centro en el que se practique un deporte por trimestre una familia deberá desembolsar al menos 43 euros de su presupuesto familiar y no podemos asegurar que se vaya a maximizar el uso de estos materiales fuera de nuestras clases. En el caso de que una familia decida no comprar este material no podemos dejar a alumnos sin actividad por lo que deberemos prever otra actividad lo cual complicará más aún nuestra didáctica y el sistema de evaluación.

    En definitiva, debemos apostar en dos direcciones:

    Por tanto, una selección adecuada de los materiales a emplear se basará en que su utilización no se limite sólo a una actividad o deporte. Muñoz (2003) insiste en que la práctica de la Educación Física se apoya en el uso de diferentes materiales, que deben poseer un carácter multifuncional, carentes de peligrosidad, sin que por ello deban ser sofisticados: pelotas de diferentes texturas, tamaños y colores, balones, aros, picas, bancos suecos, combas, cuerdas, banderines, instrumentos musicales diversos, etc., son elementos que favorecen notablemente la práctica de la Educación Física. A este respecto, Rivadeneyra (2001) recomienda además optar por un uso multifuncional, esto es, utilizar el material no sólo para las funciones para las que originariamente ha sido concebido, sino también para muchas otras. Esta opción es válida mientras el material está en buen estado y también cuando deja de servir para su función principal.

    En segundo lugar, nos encontramos con un uso inteligente del material deportivo disponible. Pongamos el ejemplo de los balones que hayamos entre el material proporcionado por el centro. Un balón, tiene un uso asignado para el cual fue creado pero si no le damos un uso creativo nunca irá más allá de su función y por tanto, nos limitaremos a emplearlo en juegos de pelota. Es nuestra labor como docentes, utilizar dicho material de forma creativa con alternativas al juego tradicional. Así García y Ruiz (2005) exponen que parece necesaria la reflexión sobre las funciones que pueden cumplir los recursos materiales, a partir del análisis de sus características físicas, e independientemente de la convencionalidad o no de los mismos, y aquellas que consideramos deben satisfacer

    Si nos centramos en tareas o deportes muy específicos, podemos encontrarnos con que un alumno muestre un bajo rendimiento en los mismos lo cual le desmotivará, pero si diversificamos el tipo de tarea además de optimizar el material optimizaremos también el rendimiento de los alumnos.

    Así, con un ejemplo drástico y por suerte ya difícil de encontrar pensemos en aquellos antiguos docentes que entendían la clase de educación física como un espacio para jugar al fútbol, siendo además discriminatorios y sexistas (repetimos que es un ejemplo ilustrativo y lejos de la realidad actual) los niños jugarían al fútbol y las niñas saltarían a la comba. En esta situación un niño que aborreciese el fútbol y una niña que no supiese saltar a la comba mostrarían un bajo rendimiento y llegarían a odiar las clases de Educación Física. Reiteramos que es nuestra labor evitar este tipo de situaciones.

    Con todo lo anterior, un uso creativo y multifuncional del material deportivo ayudará a abaratar los costes de la adquisición del mismo además de estimular a los alumnos e incitarles a la práctica deportiva de muchas maneras diferentes.

    Abordaremos ahora la elaboración de materiales propios que pueden ser realmente útiles en las clases de educación física y para paliar el déficit de material deportivo. Además de esto, la elaboración de dicho material nos sirve para profundizar con los alumnos en el concepto de reciclaje selectivo y la concienciación medioambiental.

    Palacios et al (2001), exponen las diversas funciones que ofrece la utilización de material no convencional:

    A continuación, en el siguiente cuadro se exponen brevemente algunos de los ejemplos que podemos realizar fácilmente con los alumnos, incluso es posible establecer un acuerdo con el docente de educación plástica para realizar estos trabajos conjuntamente en las dos asignaturas.

    Estos ejemplos son fácilmente realizables por los alumnos con la supervisión del docente y nos ofrecerán un momento de aprendizaje muy válido.

    A modo de conclusión, recordar una vez más los tres principios que deben regir el suministro de material deportivo en las clases de educación física: una selección adecuada, un uso inteligente y la elaboración de materiales propios

Referencias bibliográficas

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