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Influencia de la arena en los diferentes movimientos
en el voleibol de playa

 

Master en Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo
Profesora de Biomecánica y jefe de la asignatura en la Facultad

de Cultura Física "Nancy Uranga Romagoza" de Pinar del Río

MSc. Enrique Lorenzo Henríquez Hernández

ehenriquez@fcf.vega.inf.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Dentro de los deportes con balón el Voleibol tiene una gran aceptación en el mundo, una de sus variantes lo constituye el Voleibol de Playa o Voleibol de Arena como muchos lo nombran, esta modalidad ha tomado en los últimos años un gran auge sobre todo y dando lugar a su nombre en las playas, Este deporte cuando se toma con carácter competitivo requiere de sus participantes una gran preparación física ya que el medio donde deben desenvolverse los episodios competitivos tiene características muy variadas ya que la arena representa una resistencia a los desplazamientos del atleta exigiendo de ellos una gran preparación física, psicológica y volitiva. Importante es conocer las características de las arenas que se recomiendan para dichos fines ya que estas en muchas ocasiones están sometidas a la acción de agentes climatológicos que modifican su composición y compactación por lo que se requiere por todos los especialistas y patrocinadores una atención muy especializada a dichas pistas competitivas. Los atletas que se dedican a esta disciplina deportiva deben complementar su preparación en terrenos o instalaciones que no sea la arena buscando un desarrollo de algunas capacidades propias para el deporte.

          Palabras clave: Voleibol de playa. Arena. Movimientos.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Características dinámicas de la arena

    El voleibol de playa es una modalidad del voleibol de sala, que se diferencia básicamente en la superficie donde se realiza. La práctica más común es de dobles lo cual implica un mayor desgaste para los jugadores obligando a desarrollar una óptima condición física ya que su actividad se desarrolla en una superficie bastante irregular como lo es la arena, además de estar sometido a una serie de condicionantes propias del lugar donde se desarrollan.

    Las arenas son suelos sin cohesión. Desde el punto de vista de su formación son el resultado de la desintegración física y química de las rocas de la corteza terrestre. Por este motivo la composición química de estas depende de la composición química y mineralógica de la roca que le dio origen, mientras que el tamaño y las formas de sus granos dependen de la dureza de estos minerales y rocas, del grado de transporte que hayan recibido, del tiempo y la intensidad de los procesos que le dieron origen y de las condiciones estructurales de las rocas (yacencia, estratificación, agrietamiento, efecto de factores erosionantes).

    El nivel de compactación de las arenas está en función de la forma y el tamaño de las partículas (granos), influyendo además la humedad. En las arenas con granos redondeados las partículas se acomodan mejor y por tanto se compactan más que las de granos angulosos y laminares, además se debe tomar en cuanta el grado de contaminación de ese tipo de suelo con pruebas especiales. Siempre es importante calcular forma y estilo del entrenamiento y competencia sobre estos suelos con el objetivo de evitar las lesiones que se pueden producir en los miembros inferiores. Por otro lado, en las arenas donde existen partículas de todos los tamaños las más pequeñas rellenan los espacios que dejan las más grandes logrando una mejor compacidad y una mayor compactación que aquellas con marcado predominio de un tamaño uniforme.

    Las arenas de playa se forman fundamentalmente por la acción destructiva de las olas sobre las rocas que conforman la línea de costa (erosión marina) y su posterior deposición en la franja litoral. Su composición química puede ser variada en función de la composición de la roca madre, pero predominan las arenas de origen calcáreo orgánicas que se forman a partir de la destrucción de rocas calizas de origen químico y las rocas carbonatadas de origen orgánico, que se originan a su vez, a partir de los organismos de las barreras coralinas, los restos de conchas etc. Estas arenas presentan una composición granulométrica uniforme, por lo tanto son arenas muy sueltas, donde las partículas se acomodan poco. La forma de sus granos es por lo general sub-angulosa y sub-redondeada. Cuando se mojan o en el menor de los casos por la humedad relativa se compactan por entumecimiento, pero al secarse recuperan su estado inicial de ahí la necesidad que se tiene de que sean removidas periódicamente y floteadas para ser utilizadas como terreno adecuado para el voleibol de playa.

    Desde el punto de vista mecánico el comportamiento de las arenas ante el efecto de cargas dinámicas (acción del atleta sobre el medio) es muy complejo porque las partículas tienden a desplazarse en sentido contrario al esfuerzo (fuerza de fricción), lo que provoca que bajo la acción de esfuerzos dinámicos reiterados, se produzcan ondulaciones o baches en la capa de arena no permitiendo mantener un espesor constante de ahí la necesidad de mantener como principio en los terrenos artificiales tener un mínimo de 40 cm y un máximo de hasta 60 cm de espesor (horizonte), no sucediendo así en los terrenos naturales donde el espesor de la misma es mucho mayor, ya que estas se produce por deposición durante muchos años.

    En las áreas donde es menor el espesor de la capa que reposa sobre una superficie dura aumenta la estabilidad de la arena. Esto hace que cuando estamos apoyados en una capa de arena, bajo estas condiciones la superficie no ofrece la misma solidez en los dos pies, ocasionando una resistencia desigual para los miembros en apoyo y en mucho de los casos pueden ocasionar lesiones en el atleta. Por otro lado las partículas igualmente se desplazan en diferentes direcciones durante los procesos de aceleración y frenado bajo la acción de una carga que nunca es uniforme, nos referimos a los desplazamientos de los atletas y las condiciones del medio.

    El trabajo mecánico de la arena (o estabilidad), mejora sensiblemente al aumentar la humedad e incluso cuando se encuentra inundada en estos casos no se utilizan para la práctica del deporte. Este efecto se logra por el mejor acomodo de las partículas con la humedad y se comienza a hacer muy sensible a partir de rangos de humedad en el orden del 3 % del peso.

    Para el entrenamiento de atletas se recomiendan arenas finas cuyo rango granulométrico se encuentre entre 0.149 y 2 mm, ya sean arenas con predominio de cuarzo o carbonatadas organógenos (aunque son mejores estas últimas), y con valores de humedad por debajo del 3 %. Pueden ser arenas de playa o de yacimiento (como la arena sílice de la zona de Cortés en Pinar del Río), pero no debe utilizarse arenas de río o arenas de yacimiento contaminadas con arcilla por encima del 3 %. La arcilla al ser un material cohesivo aumenta la capacidad de compactación de la arena. En el caso de las arenas de río su composición química es muy heterogénea y un la mayoría de los casos el grano es algo mayor que el rango planteado.

Características de las pistas o terrenos

Consideraciones generales sobre los desplazamientos del jugador de voleibol de playa

    Los movimientos del voleibolista en la arena se caracterizan por los desplazamientos, en el espacio y en el tiempo, que se ejecutan en muchas articulaciones simultánea y consecutivamente. Los movimientos en las articulaciones, por su forma y características particulares son muy variados; dependen de la acción de la multitud de fuerzas aplicadas. Todos los movimientos están regularmente agrupados en acciones íntegras organizadas, que el atleta dirige con ayuda de los músculos. Al tener en cuenta la complejidad de los movimientos humanos, en la biomecánica se investiga tanto el aspecto mecánico como el biológico, además es obligatorio que ese estudio se realice en una estrecha relación, por lo que el campo de estudio de la biomecánica consiste en las causas mecánicas y biológicas de surgimiento de los movimientos y las particularidades de su ejecución en su medio por lo que los desplazamientos de su cuerpo respecto al apoyo los realiza fundamentalmente a partir de un mecanismo en forma oblicua (caracterizado por los desplazamientos hacia arriba y al frente del jugador en todos los movimientos de acercamiento al balón en todas sus direcciones y en sentido vertical, por las acciones que realiza para bloquear junto a la red) mediante sus propios esfuerzos musculares.

    Dichas acciones tiene una tendencia marcada hacia movimientos de frenajes rápidos y luego cambios bruscos de direcciones con desplazamientos mayormente cortos y medios, característico del trabajo pliométrico, este tipo de trabajo le permite al jugador acelerar su cuerpo para saltar, golpear, girar, rematar, lanzarse en plancha y recuperar la pelota, este trabajo pliométrico como preparación física lo debe desarrollar el atleta en una superficie que no sea la arena ya que aquí se pierde en gran medida la fuerza elástica de los miembros inferiores producto a las características del medio lo que sin dudas exige del atleta una gran preparación física.

    El entrenamiento pliométrico desarrolla en el atleta la potencia y la velocidad que conjuntamente con la agilidad le permitirá un mayor desempeño al jugador, el atleta jugará con mayor fuerza al ejecutar una mayor cantidad de trabajo en el menor tiempo posible, logrando el atleta aumentar la resistencia, fuerza máxima y resistencia a la fuerza.

    En el trabajo en la arena, ya sea en terrenos naturales como artificiales se debe exigir el cumplimiento del principio que justifica el método de entrenamiento, sin dudas en la medida que la arena este más compacta la fase excéntrica se hace más corta siendo este el caso de los terrenos artificiales y viceversa por lo que se hace necesario en el entrenamiento trabajar en este sentido para buscar un incremento de la fuerza explosiva favoreciendo grandemente el trabajo de las fibras de contracción rápida.

    Los movimientos de empujes que realizan los voleibolistas desde la arena se ejecutan mediante.

  1. El empuje propiamente con las piernas desde el apoyo.

  2. Movimientos pendulares con los miembros libres.

    Estos movimientos están estrechamente relacionados en una acción única el empuje, su magnitud depende en gran medida de la coordinación de estos movimientos.

    En los movimientos del voleibolista siempre van a existir fuerzas de frenaje (resistencias nocivas), el medio, generalmente frena el desplazamiento, y si este medio es la arena que actúa como una resistencia, no uniforme ya que bajo la acción de una fuerza externa las partículas de arena cambian de alguna forma su disposición.

    Analicemos que el atleta siempre trata de mantener una relación con el apoyo ya sea cuando se encuentra en la fase aérea que se apoya en la musculatura del tronco (apoyo central) para garantizar su dinámica o cuando se producen los diferentes despegues(apoyo inferior) para los desplazamientos y para los diferentes saltos, se manifiesta la fuerza de gravedad y la fuerza de reacción del apoyo que es la medida de la reacción del apoyo ante la acción que sobre este ejerce un cuerpo que se encuentra en contacto con él(en reposo o en movimiento) es igual a la fuerza de acción del cuerpo sobre el apoyo, esta dirigido en sentido contrario y aplicada al cuerpo del jugador hacia arriba y al frente, actúa sobre él como una fuerza de frenaje. En esa misma dirección pero de sentido contrario se presenta la fuerza de reacción de la arena (reacción de apoyo) basada en la tercera Ley de Newton de acción y reacción.

    Tendiendo en cuenta el sistema de referencia inercial (la arena), una de las fuerzas que con mayor significación se presenta en el voleibol de playa es la fuerza de fricción (medida de la reacción ante el movimiento dirigido tangencialmente a la superficie del cuerpo en contacto).La magnitud de la fuerza de fricción depende de la acción del cuerpo que se mueve o se desplaza, esta fuerza esta dirigida contra la velocidad o la fuerza de desplazamiento del atleta y esta aplicada en el lugar de contacto. Esta fuerza (resistencia) se presenta en el voleibol de playa como una fuerza dinámica de fricción por deslizamiento y se pone de manifiesto durante los movimientos del cuerpo, está aplicada al cuerpo que se desplaza y dirigida en sentido contrario a la velocidad relativa de su movimiento. Dicha fuerza no depende de la magnitud de la fuerza motriz y es aproximadamente proporcional al coeficiente dinámico de fricción por deslizamiento µ din y la fuerza de presión normal de apoyo

    La fricción está dada por muchas causas. Depende de la naturaleza y las propiedades de las superficies en contacto (tipo de grano, tamaño, compactación de la arena, humedad, etc.).

    Un elemento a tener en cuenta en el voleibol de playa que lo diferencia del voleibol de sala es lo referente a las diferencias en el apoyo plantar, en la sala la fuerza de interacción con el apoyo se transmite de forma perpendicular, es decir la fuerza sigue la misma dirección del empuje, y por tanto la reacción se produce en este mismo sentido no presentándose perdidas considerables de fuerza, aquí se debe tener en cuenta la forma de apoyo del píe, por su contrario en la arena la fuerza que se ejerce sobre el apoyo tiene una tendencia a distribuirse en varios componentes de la fuerza, lo que sin dudas provoca una perdida de fuerza considerable y en ocasiones pueden producirse o activarse algunas lesiones de tobillo y rodilla recavando la necesidad por parte del atleta de realizar un adecuado calentamiento y una mayor fuerza para lograr su objetivo ya sea en el desplazamiento como para el salto, de aquí la necesidad por parte del jugador de mantener en todo momento un apoyo en el metatarso del pie de esta forma se favorece la rápida disposición para los diferentes desplazamientos y saltos logrando vencer con esta disposición postural la inercialidad del movimiento.

    Los saltos: Los saltos en el voleibol tiene una tendencia fundamental hacia arriba (vertical), este tipo de salto se realiza en la mayoría de los casos con una fase preparación o de acercamiento de pocos pasos logrando el atleta su máxima velocidad inicial en un corto espacio y por consecuencia de tiempo, esta carrera o pasos de acercamiento tiene como objetivo solucionar dos tareas:

  1. La creación de la velocidad necesaria hacia el instante de llegada al lugar del despegue.

  2. Creación de las condiciones óptimas para la interacción de apoyo.

    Importante en este momento de preparación de la pierna de despegue para el despegue propiamente dicho, aquí un elemento importante es la fase de retención (freno) de la pierna de despegue, esto crea una disminución de la velocidad horizontal convirtiéndola en vertical (recordemos que la energía cinética lograda en la fase de acercamiento se transforma en energía potencial para el salto, en este momento se crean las condiciones óptimas de flexión de la pierna de despegue, el centro de gravedad se debe encuentra en una zona de conservación ligeramente por delante de los apoyos para el salto.

    Despegue: La tarea del despegue consiste en garantizar la magnitud máxima del vector velocidad inicial del centro de masa del cuerpo y su dirección óptima. El despegue desde el apoyo se realiza mediante la extensión de la pierna de despegue y movimientos pendulares de los brazos (garantizando la velocidad al movimiento) y el tronco (asumiendo que este le proporciona al movimiento una gran masa). En el caso del voleibol de playa por las características del apoyo (arena) ya sea en pistas naturales o artificiales el ángulo de flexión de la articulación fémuro-tibia-rotuliana (rodilla) variara, esto sin tener en cuenta las características del jugador por lo que se requiere un gran desarrollo de la fuerza en los miembros inferiores.

    En las pistas naturales el ángulo de flexión se hace un poco más pronunciado esto esta motivado fundamentalmente por la características y la capa de la arena en dicho terreno, no sucediendo así en las pistas artificiales donde el posible firme se encuentra más cerca de la su superficie de interacción, creando en ocasiones que un apoyo se produzca en la parte alta de la arena mientras el otro apoyo en el firme creando esto un desbalance muscular provocado por las diferencias de resistencias en cuanto a las capas de arenas y que con el tiempo puede acarrear posibles lesiones en el atleta.

    El vuelo: Es todo el tiempo que puede durar desde el despegue hasta la caída aquí por las propias características del deporte y las condiciones climatológicas en ocasiones el atleta se ve sometido a realizar grandes híper extensiones del tronco (arqueo) con el objetivo de lograr el contacto con el balón, acción tal que sin dudas puede producirle dolores o molestias en diferentes sectores durante el juego, de ahí la necesidad de fortalecer este apoyo central y realizar un debido calentamiento y estiramientos, recordemos que los músculos trabajan más eficaz cuando son más largos, ya que pueden ejercer mas fuerza con menos esfuerzo, esto significa que los músculos son menos propenso a lesionarse.

    La caída: Aquí lo fundamental es la fase de amortiguación consideremos la cantidad de saltos que realizan los jugadores durante un partido y que esta fuerza de impacto en los pies es de 2 a 5 veces el peso del cuerpo.

    En las caídas como en el despegue el contacto con la arena tensa y fuerza los músculos de las piernas, esto puede ser por la forma desigual de la pisada (apoyo) en ocasiones las piernas trabajan demasiado en forma pronada o supinada acarreando con el tiempo lesiones en el Tendón de Aquiles. En estos casos el riego de lesionarse el atleta puede ser por falta de amortiguación o por falta de estabilidad.

    En el primer caso nuestro sistema esquelético tiene que absorber todas las fuerzas del impacto que no absorba el metatarso del píe.

    En el segundo caso la estabilidad no es menos importante, en los casos de atletas que han tenido lesiones en los tobillos o rodilla o que no despegan con una técnica adecuada, o que en la fase de caída no encuentran una superficie uniforme esto crea un apoyo desacostumbrado y puede ocasionar o activar una lesión. De ahí la importancia de una correcta amortiguación y estabilidad en la caída en la arena.

    El entrenamiento para fortalecer la musculatura al jugador de voleibol de playa es de extrema importancia por dos razones fundamentales:

  • Primero; porque aporta el fundamento para desarrollar la potencia, su capacidad para aplicar fuerza rápidamente, como en una aproximación para saltar bloquear, rematar, sacar y otras acciones que requieren de determinadas posibilidades motrices.

  • Segundo; el entrenamiento dirigido a fortalecer al atleta lo previene de lesiones mediante la adecuación de los músculos, tendones y ligamentos que estabilizan las articulaciones.

    El juego en la arena ejerce una gran presión sobre las extremidades superiores y sobre todo las inferiores, sin dejar de descartar el trabajo de la musculatura del tronco, todo esto exige que tenga que existir un adecuado balance muscular en todos los segmentos corporales del atleta.

    En la preparación del voleibolista deben contemplarse una etapa básica o preparatoria donde debe dirigirse el trabajo hacia el fortalecimiento de las grandes cadenas biocinemáticas formadas por los músculos de:

  • Miembro inferior: Cuadriceps, isquiotibiales, glúteos, pantorrillas, aductores (parte interna del muslo) y los tensores de la cadera.

  • Músculos del tronco: abdominales (rectos, oblicuos, transverso) erectores de la columna, dorsal ancho, redondo mayor, trapecios, escálenos, pectoral mayor,

  • Músculos superiores: Dorsal ancho, trapecio, pectorales, romboide, deltoides, tríceps y bíceps.

    Los ejercicios para el fortalecimiento de la musculatura del tronco y los miembros superiores puede tomar otro camino un poco mas especifico con otros medios pero siempre manteniendo el criterio del trabajo pliométrico por sus grandes ventajas para buscar más explosividad en los movimientos no descartamos como complemento en trabajo con otros medios para los miembros inferiores, siempre teniendo presente las edades el sexo y etapa de entrenamiento.

    La forma en la que el pie interactúa con el apoyo es fundamental.

    Hay tres formas de apoyo de los píes para el despegue como para las caídas.

  1. Los pronados: Cuando el píe apoya en la parte interior. En realidad, la pronación es un movimiento natural que ayuda a repartir homogéneamente el impacto en huesos y músculos, pero cuando esta rotación es excesiva, muchas veces por la sobre carga de los kilómetros o de saltos a través de los años, se llama hiperpronación y esto si que le puede traer muchos problemas al atleta.

  2. Neutros: Apoyo completo del píe, la fuerza de impacto se reparte de forma perpendicular, transmitiéndose por completo la fuerza de empuje en el resultado del salto, el desequilibrio lateral puede ser mínimo. Sin duda es una forma segura para evitar las lesiones.

  3. Supinados: El jugador se apoya en la parte exterior del talón. Esto es una deformación que causa verdaderos problemas incluso en estados no muy avanzados.

    Los músculos trabajan de forma más eficaz cuando son más largos, ya que pueden ejercer mas fuerza con menos esfuerzo, esto significa que los músculos son menos propensos a lesiones.

Recomendaciones

  • En las pistas o terrenos artificiales la arena debe ser removida a la mayor profundidad posible y posteriormente flotearla ya que esto garantiza una mayor suavidad y mejor distribución de la arena independientemente del tamaño del grano de arena, creando además una mayor similitud a las pistas naturales.

  • Los entrenamientos deben realizarse en terrenos naturales (lentos) para buscar un mayor desarrollo y potencia en los miembros inferiores y posteriormente trabajarse en terrenos artificiales (rápidos) favoreciendo esto el trabajo de las fibras de contracción rápida.

  • Se recomienda además en el entrenamiento para buscar un mayor desarrollo de la fuerza muscular y explosividad en los miembros inferiores alternar con trotes en la arena, y en la playa con el agua a diferentes alturas (de los miembros inferiores) así como en una superficie plana y suave (césped) con carreras que tengan tendencia a la progresividad.

  • Evitar correr por la orilla de la playa (arena húmeda) esto además de constituir una superficie en ocasiones dura, la situación de correr con un cierto ángulo crea condiciones mecánicas desfavorables para el trabajo de los tobillos, rodillas y cadera.

  • Realizar trabajo pliométrico en diferentes resistencias con el objetivo de minimizar el tiempo de frenaje para la próxima aceleración. Importante velar por los requisitos para el trabajo pliométrico en las diferentes edades y sexos.

  • Utilizar tobilleras en el entrenamiento para reforzar y cuidar los ligamentos del tobillo, además de evitar las lesiones.

  • Comenzar la preparación del voleibolista por la arena y no por la sala, como es de costumbre en nuestro medio, la primera variante garantiza una preparación física que no se iguala con otro trabajo.

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