efdeportes.com

Olimpismo y participación de los atletas cubanos en los 

Juegos Olímpicos modernos en la etapa republicana

Sportmanship and Cuba athletes participation in the modern Olympic Games during the republican age

 

*Autor. Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Máster en Actividad Física en la Comunidad
Licenciado en Cultura Física. Profesor de la Universidad “Ignacio Agramonte” de Camagüey
y de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

**Coautor, Profesor Auxiliar, Máster en Educación Superior, Decano

de la Facultad de Cultura Física de Camagüey de la Universidad de Ciencias

de la Cultura Física y el Deporte. Profesor de Atletismo e Historia de la Cultura Física

***Coautora. Profesora Auxiliar, Secretaria Docente de la Facultad de Cultura Física

de Camagüey de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

Profesora de Matemática Básica, Computación y Análisis de Datos

Reynier Rodríguez González*

reynierrodriguezgonzalez@gmail.com

Reinaldo José Rodríguez Payare**

decano@fcf.camaguey.cu

Grisel María González Cid***

grisel@fcf.camaguey.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          En la actualidad, los Juegos Olímpicos modernos tienen su inspiración en la figura del pedagogo y humanista francés Pierre de Fredi, barón de Coubertin quien los reorganizó. Este pedagogo recibió una notable influencia de la filosofía y la pedagogía, en especial de la educación física y la historia, del período clásico griego. Fueron varias las acciones que emprendió para lograr la restauración de Juegos Olímpicos, como buscar apoyo gubernamental de varios países y personas. Después de tantas gestiones, se creó el Comité Olímpico Internacional (COI) el 23 de junio 1894 y se planificó el primer Juego Olímpico en la ciudad de Atenas en 1896. El objetivo fundamental de este artículo es analizar cómo se ha desarrollado el Olimpismo en Cuba a través de diferentes hechos históricos y sus deportistas en la etapa republicana. En este sentido se realiza un análisis del primer contacto de Cuba con el Olimpismo, así como los intentos por adscribirse al COI y fundar el CON, y la participación y los resultados de atletas cubanos en diferentes Juegos Olímpicos hasta el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. La historia del Olimpismo en Cuba comenzó con las polémicas sobre los Juegos Olímpicos y el teatro griego. La participación de los atletas cubanos en los Juegos Olímpicos modernos comienza con Ramón Fonts Segundo, quien se coronó como el primer iberoamericano campeón olímpico. El mejor resultado deportivo alcanzado por Cuba en Juegos Olímpicos, tercer lugar, fue en el período republicano en San Luis, Estados Unidos, en 1900. Cuba participó en siete Juegos Olímpicos y alcanzó resultados deportivos en tres durante este período.

          Palabras clave: Juegos Olímpicos. Cuba. Participación. Período republicano.

 

Abstract

          The modern Olympic Games were inspired by the French pedagogist and humanist Pierre de Fredi, baron of Coubertain, who reorganized them. He was greatly influenced by the philosophy and pedagogy of Ancient Greece, mainly concerning physical education and history. Pierre de Fredi appealed to several governments and privates for their support to revive the Olympic Games anew. After performing a number of actions to this end, the International Olympic Committee (COI) was officially established on June 23, 1894 and the first Olympiad was planned to be held in Athens in 1896. The present article assesses the development of Cuban sportmanship through different historical events and sportmen engagement during the Republican Age. In this sense, the first contact between Cuba and the International Olympic Committee and establish the National Olympic Committee, as well as the participation and outcomes of Cuba athletes in the Olympiads from the Republican Age to the triumph of the Cuba Revolution in 1959 are discussed. The history of Cuba sportmanship began with controversies about the Olympic Games and Ancient Greece theater. Ramón Fonts Segundo, the first Iberoamerican Olympic champion, initiated Cuban athletes participation in the modern Olympic Games. The highest Olympic scores reached by Cuban athletes were registered in Saint Louis, the United States, in 1900. During the Republican Age, Cuba athletes participated in seven Olympiads and reached high scores in three of them.

          Keywords: Olympic Games. Cuba. Participation. Republican age.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 167, Abril de 2012. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    En el pasado, fueron muy famosos los Juegos Olímpicos Antiguos (JOA). Estos no solo se caracterizaron por las competencias deportivas realizadas, sino por su marcado carácter ético, también se destacaron por las instalaciones deportivas, la organización, el reglamento, el programa de competencia y la técnica de los eventos deportivos. Otro aspecto relevante relacionado con estos Juegos fue la llamada tregua olímpica (en griego Ekecheiria) que establecía el cese de las guerras para realizar los Juegos en paz.

    Los JOA, casi olvidados en la historia desde su desaparición en el año 394 d. C por órdenes del emperador Teodosio I el Grande (346 – 395), tuvieron varios momentos en que parecían resurgir; sobre estos comenta García (1996, pág. 11) cómo “(…) el descubrimiento en 1829 de los restos arqueológicos correspondientes a la ciudad griega de Olimpia reavivó la leyenda – ya en el Renacimiento se había vivido en toda Europa un fuerte interés hacia la cultura griega – extendiéndose el sentimiento por el deporte en la antigüedad hasta el punto de que en Inglaterra nacieran, en 1604, unos Olympic Games de los que nos daría noticias, entre otros, el poeta Lord Byron.” También entre los años 1859 y 1889 prestigiosos atletas griegos intentaron que renaciera esta magna cita del deporte universal, pero fracasaron una y otra vez.

    En la actualidad, los Juegos Olímpicos Modernos (JOM) tienen su inspiración en la figura del pedagogo y humanista francés Pierre de Fredi, barón de Coubertin (1863 – 1937), quien los reorganizó. Este pedagogo recibió una notable influencia de la filosofía y la pedagogía, en especial de la educación física y la historia del periodo clásico griego. Tenía como objetivo “(…) renovar los métodos educativos – introduciendo la preparación física en los mismos – y el resurgimiento de la romántica figura de los Juegos Olímpicos (…)” (García, 1996, pág. 11). Fueron diversas las acciones que emprendió para lograr la restauración de Juegos Olímpicos como buscar apoyo gubernamental de varios países y personas, crear el Comité Olímpico Internacional (COI) el 23 de junio 1894 después de varias gestiones, y planificar el primer Juego Olímpico en la ciudad de Atenas en 1896. En su comienzo, el COI estuvo representado por doce países: Argentina, Bélgica, Austria – Bohemia, Estados Unidos, Francia, Grecia, Gran Bretaña, Hungría, Italia, Nueva Zelanda, Rusia y Suecia.

    Los JOM constituyen la más elevada expresión del deporte a nivel mundial. En la actualidad este evento deportivo congrega un gran número de personas que no sólo se hacen presentes en las sedes donde se celebran los Juegos, sino también participan de los mismos a través de los medios de comunicación, “(…) dispuestas a admirar, sufrir y emocionarse con las demostraciones de los mejores deportistas del planeta en sus diferentes especialidades.” (García, 1996, pág. 7). Como bien asegura Juan Antonio Samaranch en el prólogo al libro “Cuba. Sus aros de gloria”, el Olimpismo tiene una vital importancia para el desarrollo del deporte moderno porque es una “(…) filosofía de la vida, que exalta y combina en un conjunto de cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu (…) propone, crear un estilo de vida en la alegría del esfuerzo, en el valor educativo del buen ejemplo y en el repaso por los principios éticos fundamentales universales” (Capetillo, Hernández, Masjuan & Ortega, 1996). Su fin está orientado a lograr que el deporte esté en función del desarrollo integral del ser humano, así como promover una cultura de paz y respeto a la dignidad humana.

    El objetivo fundamental de este artículo es analizar cómo se ha desarrollado el Olimpismo en Cuba a través de diferentes hechos históricos y sus deportistas en la etapa republicana. En este sentido se realiza un análisis del primer contacto de Cuba con el Olimpismo, así como los intentos por adscribirse al COI y fundar el CON, y la participación y los resultados de atletas cubanos en diferentes Juegos Olímpicos hasta el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.

Participación de Cuba en los Juegos Olímpicos Modernos en la etapa republicana

Desarrollo

    El primer contacto de Cuba con el Olimpismo está recogido en el Papel Periódico de La Habana, donde se “(…) reproduce en 1792 el artículo publicado en el “Mercurio Peruano”, con el título “Examen Histórico de las Naciones”, en el que se expresa entre otras cosas, que el inicio del teatro griego es anterior a los Juegos Olímpicos” (Reig Romero, 2000, pág. 2). Ante este juicio, el científico cubano Tomás Romay, demuestra en otro artículo cómo “lo ocurrido en la historia de Grecia es todo lo contrario: primero fueron los Juegos Olímpicos y después se levantaron los teatros griegos” (Reig Romero, 2000, pág. 2). En el siglo XIX varias personalidades de la cultura cubana expresan la importancia y los beneficios de la actividad física, la educación física y los deportes para la formación integral de niños y jóvenes. Entre estas se destacan José Agustín Caballero y Rodríguez, Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Martí, Nicolás Ruiz, Rafael de Castro, Luís de Agüera y otros.

    En el período comprendido entre los años 1914 y 1918 el barón de Coubertin establece relaciones con Cuba, a partir de solicitar “(…) la organización y ejecución de los VII Juegos Olímpicos. Es la primera ocasión en que un país iberoamericano realiza, oficialmente, semejante petición” (Reig Romero, 2000, pág. 5). La candidatura de la ciudad de La Habana comienza en 1914 con la propuesta del canadiense Dr. Dick Grant al presidente de la República de Cuba, Mario Menocal, sobre la posibilidad de realizar los Juegos Olímpicos en Cuba. Lo primero que realiza el Dr. Dick Grant es comunicarle al barón de Coubertin en agosto de 1915 sobre “(…) las ventajas climáticas y geográficas de Cuba, la intención del gobierno cubano de costear el viaje de todos los atletas europeos, el deseo de que visitase La Habana en compañía de su esposa, la realización de una campaña por todos los países de América Latina para que constituyan sus Comités Olímpicos Nacionales y un club olímpico en cada provincia de la isla que agrupará a los mejores deportistas del país y que se cuenta con la cifra de un millón de pesos para la construcción del Estadio Olímpico y otras instalaciones deportivas” (Reig Romero, 2000, pág. 5). A pesar de todas las acciones realizadas con el objetivo de que Cuba fuera sede de los Juegos Olímpicos, se desestiman tras confirmar que “la decisión gubernamental de abandonar el proyecto de candidatura es la no inclusión en el presupuesto de 1917 – 1918 de gastos para la construcción del Estadio Olímpico u otro reglón vinculado con la solicitud del municipio de La Habana para la realización de los Juegos Olímpicos” (Reig Romero, 2000, pág. 7).

    En lo referido a la fundación del Comité Olímpico Cubano (COC), hay tres etapas hasta su definitiva constitución: La primera etapa desde 1926 a 1935, la segunda de 1937 a 1954 y la tercera de 1954 hasta la actualidad. (Reig Romero, 2000, pág. 11). En la primera etapa se hace referencia en la prensa a las posibilidades de constituir el COC, pero existe poco apoyo gubernamental lo que impide su constitución permanente a pesar de las gestiones del Dr. Dick y del conde Henry de Baillet Latour. Aunque es importante señalar que el 21 de agosto de 1937 la Junta Nacional crea el primer Comité Olímpico Cubano, la dependencia de la Junta hará que no tenga un carácter permanente. En la segunda etapa, se creó el COC permanente por el Decreto Ley 1509; en esta etapa se “mantiene excelentes comunicaciones y relaciones con el COI; es invitado y asiste las reuniones internacionales convocadas por el COI; los atletas cubanos se inscriben y compiten en los XIV y XV Juegos Olímpicos, en los IV, V, VI y VII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe y en los I Juegos Panamericanos; los dirigentes olímpicos cubanos son respetados y escuchados en los foros regionales e internacionales, planteando propuestas que contribuyen a una mejor organización de las lides regionales y a fortalecer las instituciones deportivas” (Reig Romero, 2000, pág. 13). Como se puede observar, en esta etapa aumentan y se desarrollan armónicamente las relaciones con el COI y las organizaciones deportivas del área. La tercera etapa tendrá como característica fundamental que a partir de los nuevos reglamentos y estatutos no podrá haber ninguna intervención gubernamental en los asuntos del COC.

    Otro aspecto relacionado con el Olimpismo es la participación y los resultados alcanzados por atletas cubanos en los Juegos Olímpicos Modernos. Cuba se destaca como el primer país iberoamericano en alcanzar medallas en esta cita del deporte mundial. En la etapa republicana, participó en siete Juegos Olímpicos y varios atletas cubanos fueron medallistas en tres ellas (ver tablas). A continuación se analizarán algunas características de cada uno de los eventos deportivos y la participación de Cuba en los mismos.

    En los segundos JOM en Paris, realizados entre el 20 de mayo y el 28 de octubre de 1900, compitieron 21 países, participaron 1077 atletas, en 14 deportes y se realizaron 97 pruebas. Este Juego Olímpico se caracterizó por problemas de índole económicas al hacer “(…) coincidir los Juegos con una gran Feria Internacional. De esta forma el show que debía representar los Juegos, se la ganó la Feria” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004, pág. 35). Este error también afectará el desempeño de los JOM en otras ediciones. Este Juego Olímpico se consideró como la peor en la historia de los Juegos Olímpicos.

    Otras situaciones que afectaron fueron “(…) los campeones dispersos, falta de instalaciones, fechas pospuestas, desorganización en las competencias, poco apoyo popular (…) No se entregaron medallas de ningún tipo ni color (…)” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004, págs. 35-36). Una de las características sobresalientes de estos JOM fue la presencia de la mujer en las competiciones. Por primera vez compitieron cinco féminas en el tenis de campo. También entre los aspectos positivos se pueden nombrar “(…) la adopción del lema del espíritu olímpico: Citius, altius, fortius” (García, 1996, pág. 15).

    Cuba fue representada por el esgrimista Ramón Fonts Segundo (1883 – 1959), quien se coronó como el primer campeón olímpico iberoamericano, iniciando la historia olímpica cubana. La esgrima masculina era deporte olímpico desde Atenas 1896. Es importante señalar que Fonts ya tenía relevantes resultados deportivos en la esgrima al llegar a este Juego Olímpico; al respecto apunta Forbes (2000, pág. 16) que a los diez años “(…) gana el primer premio en un torneo de florete realizado en el Liceo de Janson de Sailly, en Paris, y otro en un exclusivo colegio de Montecarlo.” Otro autor comenta sobre los resultados deportivos de Fonts: “A los once años fue campeón de Francia en florete, uno de los países de mayor desarrollo en ese deporte de orígenes remotos, a los 16 años, siendo casi un niño todavía, campeón mundial” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004, págs. 36-37). A continuación este mismo autor señala: “Al llegar a los Juegos de Paris 1900 no era desconocido; era el mejor espadista del mundo” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004, pág. 37). No obstante, para poder participar en este Juego Olímpico su padre le pone como reto competir contra los mejores maestros de armas de La Habana, a quienes les gana, y luego competir contra su propio padre a quien también le gana.

    Fonts era un atleta de condiciones excepcionales. A continuación se exponen algunas de sus características a partir del criterio de varios autores: “Zurdo, muy alto, gran alcance de brazos, fuerza y resistencia extraordinarias, vivió la infancia, la adolescencia y buena parte de la juventud en Francia, donde tuvo descollantes profesores de esgrima” (Capetillo, Hernández, Masjuan, & Ortega, 1996, pág. 13). También sobresalió en otros deportes: “Además de ser virtuoso en todas las armas, se destacó como tirador, practicó el ciclismo, especialmente el de carretera, y el boxeo” (Capetillo, Hernández, Masjuan, & Ortega, 1996, pág. 95).

    En los terceros JOM en San Luis (1904) compitieron 12 países, participaron 554 atletas en 17 deportes y se realizaron 102 pruebas entre el 1 de julio y el 23 de noviembre. Estos Juegos se caracterizaron por ser los más pobres “(…) tanto en el orden deportivo, como de organización (…)” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004, pág. 41). Hubo una exigua participación de Europa, solo Alemania y Hungría enviaron delegaciones, lo que convirtió a este Juego Olímpico en la de menor representación internacional. Como hecho relevante está el primer caso de dopaje conocido en los Juegos Olímpicos: “Se produjo en el maratón, y el triste protagonista fue el vencedor, el inglés afincado en Estados Unidos Tomas Hicks, que en el transcurso de la prueba fue inyectado en dos ocasiones con sulfato de estricnina. Sin embargo, y dado que en aquel momento no existían regulaciones que contemplaran irregularidades semejantes, Hicks, inscribió en aquellos Juegos su nombre en lo más alto de la prueba reina del atletismo” (García, 1996, pág. 16). Un hecho vergonzoso acontecido de forma paralela a los Juegos fueron las jornadas nombradas Días Antropológicos. Se caracterizaron por ser “(…) competencias paralelas a los Juegos, entre indios, negros, filipinos, sirios, turcos, judíos y otros considerados gente inferior” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004, pág. 42). Otro autor las describe así, “(…) llevaron hasta la ciudad estadounidense personas de distintas etnias exóticas, tales como cafres africanos, indios sioux, patagones, sirios o pigmeos. La “diversión” que se ofrecía al público residía en la contemplación burlesca de dichos hombres practicando algunos de los deportes “de blancos”, tras lo cual los indígenas practicaban algunas de las modalidades propias de su cultura, como el tiro de flecha con arco” (García, 1996, pág. 16).

    En este Juego Olímpico, Fonts también representó a Cuba; esta vez superó la actuación anterior al obtener oro en las individuales de florete y espada, y en sable y florete por equipos. Otro de los atletas cubanos participantes fue Manuel Dionisio Día que alcanzó la medalla de oro en sable individual y florete por equipos; también participó Félix Carvajal en el legendario Maratón, sobre este peculiar atleta se describe como “Cartero que recorría La Habana de punta a punta, ése era su entrenamiento. Este sui géneris atleta participó en los Juegos por sus propios medios y colectas públicas que se hicieron. Se convirtió en un perdedor fantástico, al llegar cuarto en el Maratón, vencido por una ingestión de manzanas verdes, no por contrincantes” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004). Este evento deportivo “ocupó espacios en algunos de los periódicos más importantes de la capital (…)” (Reig Romero, 2000, pág. 4). Es importante apuntar que aunque Carvajal no alcanzó ninguna presea en este Juego Olímpico “ganó 47 distinciones entre medallas y trofeos” (Capetillo, Hernández, Masjuan, & Ortega, 1996, pág. 95).

    En los octavos JOM en Paris (1924), compitieron 44 países, participaron 3075 atletas en 20 deportes y se realizaron 137 pruebas entre el 4 de mayo y el 27 de julio. El atleta cubano Ramón Fonts Segundo fue el principal promotor y abanderado de la delegación cubana en estos Juegos. También participaron los esgrimistas Alfonso López, Eduardo Alonso, Ramiro Mañalich, Salvador Quesada y Osvaldo Miranda. Los atletas Antonio Saavedra y Francisco Cisneros se presentaron en las pruebas de yatismo con la embarcación Hatuey.

    En los novenos JOM en Ámsterdam (1928), compitieron 46 países, participaron 2971 atletas en 17 deportes y se realizaron 120 pruebas desde el 17 de mayo al 12 de agosto. Uno de los principales acontecimientos de este Juego Olímpico fue la participación de las mujeres en el atletismo. Otro hecho relevante fue la polémica acerca del tema del fútbol y el profesionalismo; la oposición “(…) de alinear a futbolistas profesionales hizo que España dejara en casa a su equipo titular, mientras que Italia, que no respetó la imposición, acudió con su conjunto de gala, sin sufrir por ello sanción alguna” (García, 1996, pág. 24). En este Juego Olímpico solo participó un cubano: José Barrientos.

Medallistas olímpicos cubanos en la etapa republicana

    En los decimocuartos JOM en Londres (1948), compitieron 58 países, participaron 4067 atletas en 19 deportes y se realizaron 138 pruebas. Se efectuaron entre el 27 de julio y el 14 de agosto. En este Juego Olímpico participaron 52 atletas cubanos en 12 deportes: 3 en atletismo, 12 en baloncesto, 1 en ciclismo, 1 en clavado, 6 en esgrima, 7 en gimnástica, 3 en levantamiento de pesas, 3 en lucha libre, 2 en natación, 5 en remo, 7 en tiro deportivo, y 7 en yatismo. Los cubanos Charles de Cárdenas Cumel (padre, capitán) y Charles de Cárdenas Plá (hijo, timonel) alcanzaron medalla de plata en la competencia Star Class con la embarcación Kurush III.

    En los decimoquintos JOM Helsinki (1952), compitieron 69 países, participaron 5867 atletas en 19 deportes y se realizaron 149 pruebas entre el 19 de julio y el 3 de agosto. En este Juego Olímpico participó la antigua Unión Soviética por primera vez, la cual se había ausentado por razones de índole política. Cuba se presentó con 29 atletas. En atletismo compitió Rafael Fortún, quien llegó a semifinales en 100 y 200 metros planos, y en 4X100 junto a Ángel García, Raúl Mazorra y Evaristo Planas. Charles de Cárdenas (padre e hijo del mismo nombre) alcanzaron un loable cuarto lugar.

    En los decimosextos JOM Melbourne (1956), compitieron 67 países, participaron 3184 atletas en 19 deportes y se realizaron 148 pruebas desde el 22 de noviembre al 8 de diciembre. Por vez primera se realizaron los Juegos fuera de Europa o de los Estados Unidos. La organización de los Juegos fue una de las mejores al cumplir estrictamente lo reglamentado por la Carta Olímpica. Como dato curioso se puede citar que “hubo que trasladar la equitación para Estocolmo, la capital sueca, con cinco meses de antelación, debido a que en Australia se decretó cuarentena para los caballos, por disposiciones sanitarias. Pasaron a la historia como los únicos Juegos que han compartido sedes alternas, en diferentes países y fechas” (Martínez de Osaba y Goenaga, 2004, pág. 111). En este Juego Olímpico, la delegación cubana asistió con 16 atletas. Por primera vez participa una mujer, la velocista Bertha Díaz. Los cubanos compitieron en varios deportes: atletismo, gimnástica, natación, remo y yatismo.

Conclusiones

    La historia del Olimpismo en Cuba se inicia alrededor de las polémicas sobre los Juegos Olímpicos y el teatro griego. La participación en los Juegos Olímpicos comienza con Ramón Fonts Segundo, quien se coronó como el primer campeón olímpico iberoamericano con el mejor resultado deportivo alcanzado por Cuba en unas olimpiadas, tercer lugar, en el período republicano en San Luis (Estados Unidos) en 1900. Cuba en este período participó en siete olimpiadas y alcanzó resultados deportivos en tres de ellas.

Bibliografía

Otros artículos sobre Olimpismo

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 167 | Buenos Aires, Abril de 2012
© 1997-2012 Derechos reservados