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Marco de referencia para el estudio de la resistencia a 

los esfuerzos lactácidos en polistas acuáticos juveniles

 

*Máster en Metodología del Entrenamiento Deportivo para la Alta Competencia

Comisionado Provincial de Polo Acuático

**Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Profesor Auxiliar en Polo Acuático.

***Doctora en Ciencias de la Cultura Física. Máster en Ciencias de la Educación Superior

Profesora Titular en Psicología del Deporte. Cuba.

****Doctora en Ciencias de la Cultura Física. Máster en Matemática Aplicada

Profesora Titular en Métodos de Análisis e Investigación

*****Máster en Biomecánica. Profesor asistente de Biomecánica

Msc. Miguel Armando Ferrer Valdés*

Drc. Luis Ángel García Vázquez**

Drc. Yanet Pérez Surita***

Drc. Magda Mesa Anoceto****

Msc. Alexander de la Celda Brovkina*****

yanetps@inder.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Se realiza un análisis de las principales exigencias que caracterizan el polo acuático contemporáneo, tomando en consideración las modificaciones realizadas por la Federación Internacional en los últimos años, se hace énfasis a la condición física especial para el rendimiento técnico-táctico en este deporte para de esta manera del análisis deriven los sustentos de un sistema de entrenamiento que desarrolle la resistencia a los esfuerzos lactácidos en los polistas juveniles cubanos.

          Palabras clave: Resistencia. Esfuerzos lactácidos. Polo acuático.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 166, Marzo de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    A partir del reconocimiento del carácter abierto de las habilidades de los deportes de cooperación-oposición es que se valora la necesidad de actualizar métodos y sistemas de entrenamiento que garanticen la condición física especial necesaria para llevar a efecto las tareas técnico-tácticas requeridas en la actualidad.

    En este empeño adquiere relevancia las investigaciones desarrolladas por Lanza (2001) al fundamentar desde lo teórico y lo metodológico que antes de organizar un sistema de preparación encaminado al desarrollo de la condición física especial, se requiere conocer hacia que orientación funcional deberá seguir el entrenamiento de acuerdo con los sistemas energéticos que suministran predominantemente la energía para el trabajo, lo que solo es posible: “si se profundiza en el estudio de la actividad específica que se realiza según la cantidad y calidad de los esfuerzos en el juego” (Lanza, 2001)

    De la revisión teórica efectuada, así como de la práctica de interrelacionarnos con el proceso de entrenamiento del polo acuático en la edad juvenil surgen argumentos que justifican acometer una investigación, dirigida al desarrollo de la capacidad láctica en polistas juveniles.

    El objetivo de este trabajo es ofrecer el marco de referencia requerido para estructurar un sistema de entrenamiento con ese fin.

Desarrollo. Las exigencias del polo acuático contemporáneo

    El polo acuático es un deporte joven que aparece a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Gran Bretaña, como un deporte de equipo más, producto de la revolución industrial.

    En el polo acuático se aprecia una lucha sentida y manifiesta entre varias potencias para mantener la hegemonía. Esta lucha se distingue por sus altos niveles de preparación y la depuración de acciones técnico-tácticas en los jugadores que permiten dotar a los sistemas de juego de características altamente distintivas.

    Este deporte ilustra modificaciones que han sido generadas por distintos factores, entre ellos encontramos el incremento de las acciones técnico-tácticas con una evidente calidad perceptiva de los jugadores, las propias reglas del juego que se van modificando y el grado de espectacularidad alcanzado a nivel mundial.

    Con mucho atino Lloret lo define como “un deporte acuático de equipo, sujeto a unas normas e institucionalizado, que se practica en una superficie limitada de piscina, entre dos conjuntos de siete jugadores, seis jugadores y un portero, con la finalidad de introducir el balón en la portería contraria” (Lloret Riera, 1998)

    García (2003) realiza un análisis de la evolución de este deporte a raíz del Mundial a celebrarse en Madrid, España en 1986 y el Campeonato Europeo en Bulgaria. Aquí se realizaron varias entrevistas y una de ellas a Petrov fue publicada bajo el título “Water Polo: improvisación dentro del esquema”.

    Según Dennerlin: “el water polo se hizo notoriamente más veloz y por ende más espectacular” (1985), señalando con posterioridad “maduró la necesidad de introducir enmiendas a las reglas” (1985)

    Rudic: “nuestro juego se ha hecho más veloz y esto es claramente visible. El waterpolista debe ser veloz, poseer elevada técnica, para no solo tirar fuerte a la portería, sino también hacer un pase ingenioso al compañero, que tome por sorpresa al adversario” ( 1985:13)

    Rusoran: “El Water Polo contemporáneo es velocidad, velocidad y otra vez velocidad. ¿A cuenta de que ha crecido? Ante todo de la mejor preparación natatoria, física y técnica que ha permitido llevar a la práctica esquemas tácticos de mucha movilidad. Hoy día, los waterpolistas nadan bien y poseen un rico arsenal técnico táctico” (1985)

    A juicio de García (2003) se hizo evidente el enfoque con un alto gradiente de la condición física y técnico-táctico, quedando atrás el juego estático y rígido, carente de versatilidad.

    Según Lloret Riera, (1998) los últimos cambios reglamentarios comportan un acercamiento de las posturas tácticas y, en determinados momentos, se llega a una convergencia ya que los requisitos físicos deben ser relevantes y por ende los parámetros técnicos y estratégicos.

    En una publicación realizada por este autor bajo el título: “Water Polo: Técnica, estrategia y táctica” analiza con agudeza la situación actual y el futuro inmediato del polo acuático.

    Él señala que desde su perspectiva a partir del acercamiento en las cotas físicas, técnicas y tácticas en equipos de la elite se da una gran igualdad entre las escuadras provocándose una situación de paridad que hace pensar en que las concepciones tácticas están agotadas por lo que “sería necesaria una nueva remodelación reglamentaria que ocasione cambios sustanciales en la estructura waterpolística, lo que dará obligatoriamente origen a una nueva revolución en nuestro deporte” (1998)

    Expresa además que “muchos técnicos consideran que los sistemas están agotados por la presencia estática del boya o avant–piquet en la zona de ataque, lo cual implica después de desarrollar intensidades vertiginosas durante el juego horizontal, ataques muy estáticos y con poca versatilidad” (1998) exponiendo además “... los recursos tácticos se terminan cuando las exclusiones temporales son cortas y sin posibilidad de segunda opción, ya que tras la pérdida de la posesión del balón, el jugador excluido ingresa de nuevo al terreno de juego, lo que atenta contra el éxito de marcar anotación en esta situación distintiva” (1998)

    Argudo y Lloret (1997) en un análisis funcional que realizan de los sistemas de juego en duelo asimétrico-estático temporal en el polo concluyen que producto de la situación imperante se está generando un deporte distintivo basado en una presión de la defensa muy agresiva.

    Otro punto de vista lo es sin lugar a dudas el de Nitkowski, director técnico del equipo norteamericano cuando señaló “será preciso trabajar en la optimización del rendimiento físico y en los recursos estratégicos si queremos avanzar” (1996).

    Kistiakovski (1996) define tres direcciones de trabajo en el polo acuático moderno como requisitos fundamentales para quien prefiere bregar con éxito en cualquier competencia que reúna lo mejor de esta disciplina a nivel mundial:

  • El establecimiento de novedosos esquemas tácticos en busca de compensar las altas intensidades en las que se desarrollan los enfrentamientos hoy día.

  • El conocimiento del poderío físico real del deportista moderno insertado en una actividad de tipo aerobio- anaerobio alternado.

  • Un perfeccionamiento consecuente de la metodología de la enseñanza de los elementos técnicos en los noveles atletas como única vía de garantizar una base sólida que permita establecer el flujo de atletas altamente calificados hacia las selecciones principales.

    Se coincide con García (2003) al apreciar que aunque el enfoque de los autores expuestos con anterioridad no es el mismo, su propuesta y direcciones acerca del trabajo futuro de este deporte se entrelazan entre sí perfilando una idea clara acerca de los retos actuales.

    El más importante de ellos por la unidad de intereses entre los técnicos es, sin lugar a dudas, la promoción de una revolución técnico-táctica que sólo podría ser posible englobando como base multifactorial: los cambios de reglamento, la concepción del poderío físico del atleta para hacer de éstos más competitivos y la dotación a los mismos, mediante la interacción entrenador-deportista, de la regulación de un modelo técnico-táctico de las acciones de juego que reflejan los modos más eficaces de realizar con efectividad los elementos contenidos en las características del deporte.

    En cuanto a la importancia de las reglas afirma este autor: “también puede decirse, en términos generales, que las reglas de juego, al establecer las condiciones en que ha de tener lugar la práctica deportiva, dotan a ésta, de forma implícita, de un grado de complejidad y de dificultad determinado. Así, el número de componentes de los equipos, la altura o tamaño del objetivo, el peso o la forma o el tamaño del implemento (raqueta, stick, jabalina) o del móvil (bola, balón, volante...) que se utilice, son factores estandarizados cuya modificación afectaría a la dificultad o a la complejidad de la práctica deportiva correspondiente”. (Velázquez Buendía, 2002)

    Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, el autor considera que se debe trabajar la condición física especial, debiendo estar su entrenamiento físico apoyado en la utilización de nuevos sistemas de entrenamiento y dirigido a desarrollar las diferentes capacidades en función de las habilidades técnico-tácticas, en concordancia con las exigencias de la competencia, haciendo énfasis en las diferentes áreas energéticas que determinan un rendimiento superior del atleta.

    Es de suma importancia para el polista la percepción del balón para efectuar los movimientos característicos del deporte, al respecto se plantea: “Al elemento se lo percibe de dos formas: una percepción táctil cuando se tiene el balón adaptado en las manos y una percepción visual, cuando el balón no se encuentra en poder del jugador, ya sea porque está en poder de otro jugador o está en el aire o en el agua” (Sívori; Perczyk y Osores, 2001)

    Dentro de las exigencias con las nuevas modificaciones al reglamento (2005-2009) que se le refieren al polista y hace que el juego sea más veloz y dinámico lo es:

  • La duración del partido que es de cuatro períodos, de ocho minutos de juego efectivo cada uno de ellos.

    • En este sentido la modificación consiste en aumentar un minuto en cada cuarto extendiéndose así los enfrentamientos.

  • Habrá dos minutos de intervalo entre el primer y el segundo período de juego y entre el tercero y el cuarto, y cinco minutos entre el segundo y el tercero. Los equipos, incluyendo jugadores, entrenadores y oficiales, cambiarán de lado antes del inicio del tercer período y del segundo período de la prórroga.

    • Se aumenta en tres minutos el descanso al inicio de los dos últimos periodos de juego.

  • Se puede marcar gol en un lanzamiento inmediato en un tiro libre señalado más allá de la línea de cinco metros.

    • Con respecto al tiro libre se disminuye en dos metros la distancia establecida para la realización del mismo. Lo que favorece un mayor número de acciones ofensivas finalizadas en lanzamiento.

  • Cuando se cometan faltas simultaneas, el equipo en posesión de la pelota debe reanudar el juego lanzando un tiro libre, saque de portería, corner, o penalti. En caso de lanzamiento neutral, el árbitro debe reanudar el juego según lo previsto.

    • Este aspecto posibilita que se eliminen las pausas prolongadas durante los encuentros.

  • Se concederá corner cuando la pelota cruce completamente la línea de gol, excluyendo la portería, y haya sido jugada o tocada en último lugar por el portero del equipo defensor o cuando un jugador de este equipo lanza deliberadamente la pelota más allá de la línea de gol.

    • En este sentido se acentúa la necesidad de una buena preparación, ya que se limitan las pausas por concepto corner, favoreciendo a un mayor número de transiciones de ofensiva a defensiva (contragolpes).

  • El jugador cuando comete falta grave es expulsado del juego 20 segundos.

    • Esto provoca que la dinámica de la línea ofensiva sea más rápida para poder mantener la ventaja dentro del juego (antes eran 35 segundos).

  • La posesión del balón es de 30 segundos de juego efectivo sin lanzar a la portería contraria.

    • Al respecto se le restaron 5 segundos al tiempo de cada equipo para lanzar, con lo que aumentan el número de situaciones de ataque y defensa.

    Todas estas exigencias marcan pautas hacia una nueva concepción a la hora de realizar la planificación de la condición física especial en correspondencia con los esfuerzos específicos necesarios para el rendimiento técnico-táctico del polo acuático contemporáneo.

La condición física especial para el rendimiento técnico-táctico en el polo acuático contemporáneo

    De acuerdo con las influencias de la actividad física sobre el organismo, Zimkin (1982) clasifica a los deportes en standard o invariables y situacionales o variables, además de la variabilidad de las acciones en los juegos deportivos y otros factores como el lugar que ocupa en la tabla de posiciones, jugar en terreno propio o del adversario, el conocimiento de estos, lo que hace que el esfuerzo varíe en diferentes partidos, dificultando el control objetivo del esfuerzo y por tanto la dosificación del entrenamiento.

    Siguiendo este análisis y tomando en consideración las características fisiológicas, bioenergéticas y biomecánicas, Dal Monte y colaboradores (1983) clasificó el modelo de prestación atlética en 6 grupos principales que a continuación relacionamos:

  1. Actividad de tipo prevalentemente aeróbico.

  2. Actividad de tipo aeróbico-anaeróbico masivo.

  3. Actividad de tipo prevalentemente anaeróbico.

  4. Actividad de tipo aeróbico-anaeróbico alternado.

  5. Actividad de potencia.

  6. Actividad de destreza.

    A continuación plasmamos las tablas donde Dal Monte distribuye y categoriza deportes y/o eventos en su modelo de prestación específica:

  1. Actividad en la que se emplea un elevado porcentaje de masa muscular.

  2. Actividad en la que se emplea un mediano porcentaje de masa muscular.

  3. Actividad en la que se emplea un bajo porcentaje de masa muscular.

  4. El requerimiento de fuerza muscular no es elevado.

  5. El requerimiento de fuerza muscular es de tipo medio.

  6. El requerimiento de fuerza muscular es elevado.

  1. Actividad en la que se emplea un elevado porcentaje de masa muscular.

  2. Actividad en la que se emplea un mediano porcentaje de masa muscular.

  3. Actividad en la que se emplea un bajo porcentaje de masa muscular.

  4. El requerimiento de fuerza muscular no es elevado.

  5. El requerimiento de fuerza muscular es de tipo medio.

  6. El requerimiento de fuerza muscular es elevado.

  1. Actividad en la que se emplea un elevado porcentaje de masa muscular.

  2. Actividad en la que se emplea un mediano porcentaje de masa muscular.

  3. Actividad en la que se emplea un bajo porcentaje de masa muscular.

  4. El requerimiento de fuerza muscular no es elevado.

  5. El requerimiento de fuerza muscular es de tipo medio.

  6. El requerimiento de fuerza muscular es elevado.

    En la categorización brindada por Dal Monte se aprecia que los deportes de cooperación oposición están insertados en la actividad de tipo aerobio-anaerobio alternado y es aquí donde se inserta el polo acuático.

    Se coincide con García (2003) al plantear que el polo acuático supone una confrontación directa entre dos equipos, y que consiste en una disputa del balón para conseguir gol o evitarlo. Para ello se deberán realizar una serie de acciones e interacciones establecidas por unos objetivos (plan o contraplan) mediante un espíritu colectivo y armonizado (cooperación y oposición)

    En función de garantizar la adecuada consumación de la habilidad, de la cual solo se aprecia su manifestación externa, se coloca entonces los demás componentes de la preparación del deportista jugando un papel de excelencia la condición física que permita realizar los esfuerzos físicos para ejecutar los distintos desplazamientos y las acciones a lo largo del partido.

    Para ilustrar, a manera de resumen, el análisis funcional del polo acuático, como deporte de equipo, se asume el esquema elaborado por Romero Cerezo (2000) donde muestra este análisis elaborado para el fútbol. En nuestra propuesta y coincidente con sus elementos funcionales lo extrapolamos al polo acuático.

    De acuerdo al análisis realizado se evidencia que una de las particularidades de la habilidad deportiva en el polo como deporte colectivo es su carácter abierto por las condiciones de incertidumbre en las que se desarrollan las acciones mientras que su manifestación motriz es de índole técnico-táctica.

    Precisamente por la constante incertidumbre en que se ven influenciadas las habilidades en esta agrupación deportiva y por la necesidad de adaptarlas a las necesidades cambiantes del juego serán tan importantes para su trascendencia y su adecuado empleo en los proyectos a realizar las fases perceptivas y de toma de decisión como las de ejecución, aspectos exigentes en el polo acuático, lo que desarrollará la manifestación motriz de las habilidades de carácter técnico-táctico.

    En esta dirección Lanza (2001) refiere en el fútbol, pero que a nuestro juicio se adapta al polo acuático, la necesidad de una preparación específica con altos índices de esfuerzo, debiendo concentrarse las cargas con dirección unilateral en periodos cortos de tiempo, que deben dirigirse al desarrollo de aquellos sistemas energéticos determinantes en el rendimiento y estar apoyadas en un incremento del trabajo específico de entrenamiento.

    Los estudios realizados por Damián (2001); García (2003); Betancourt y Rodríguez (2004) corroboran la importancia de entrenar la condición física especial de acuerdo a los requerimientos del partido en el polo acuático.

    Alternar fases de compromiso anaeróbico y fases de compromiso aeróbico es característico en el polo acuático. Esta alternancia ha generado una cierta confusión en torno a numerosos aspectos relacionados con la prestación, un ejemplo es la resistencia.

    Para algunos la resistencia está condicionada fundamentalmente por la capacidad de prestación anaeróbica (es decir la capacidad de repetir el gesto siempre a alta intensidad) para otros la resistencia en estos deportes se distingue por ser aquella típicamente de “larga duración” de rasgos esencialmente aeróbicos y métodos de entrenamiento caracterizados por cargas de trabajo uniformes y relativamente poco intensas.

    A nuestro modo de ver esto no es así porque cuando el esfuerzo se prolonga, entra en acción la vía oxidativa y dependiendo de la duración e intensidad del ejercicio, habrá una mayor participación energética mixta aeróbica-anaeróbica.

    Si lo analizamos de manera más detallada podemos decir que las cargas de competencia se ubican aproximadamente en el rango de potencia submáxima, con una alternación entre las fases activas de trabajo con pausas de breve tiempo relativamente pasivas; si se analizan solo las fases de trabajo, la fuente fundamental de atención de energía se localiza en los mecanismos anaerobios alácticos y lácticos; sin embargo la repetición reiterada de carácter intermitente (luchar, saltar, frenar, tirar, desplazarse, etc.) con períodos de restablecimiento durante intervalos de tiempo variables, que van en el partido desde los 60 a los 80 minutos, involucran en importancia el otro mecanismo.

    Por ello se puede apreciar sin temor a equivocación, que el desarrollo de la condición física durante la preparación debe dirigirse fundamentalmente a la búsqueda de sistemas de entrenamientos mediante acciones de juego que garanticen la resistencia de los sistemas de energía involucrados en los esfuerzos realizados por los polistas en el transcurso del juego, ocupando un lugar importante la resistencia a esfuerzos lactácidos.

El desarrollo de la resistencia a los esfuerzos lactácidos en el polo acuático

    En un estudio realizado por Gallozi y Ciencias de Deportes de Italia (CUNI) en “Evaluación funcional del jugador de Polo Acuático”, efectuado durante el año 1995 donde se analizan los tiempos reales de juego y de pausa, el comportamiento de la frecuencia cardiaca y la lactacidemia durante partidos controlados en el mundial de 1992, campeonato italiano de serie A y seis partidos de un torneo internacional donde participaba la selección Nacional Italiana, nos proporciona datos de incalculable valor para el análisis de las tendencias actuales del juego.

    El comportamiento de la frecuencia cardiaca y la lactacidemia durante los partidos que formaron parte del experimento, confirma la variabilidad del empeño cardiovascular con valores medios de frecuencia cardiaca que oscilan entre 150-170 pulsaciones, alcanzando valores máximos en torno a las 190 - 200 pulsaciones por minuto. El valor de la lactacidemia no es sumamente elevado, pues las acciones aunque de máxima intensidad en muchas ocasiones, no duran lo suficiente en el tiempo como para estimular el sistema lactácido de una manera máxima, sin embargo su papel es sumamente importante pues juega un papel preponderante como soporte del alactácido.

    El manejo de esta información científica permitió a García (2003) destacar la misión que le tiene reservada al polista moderno sus posibilidades lactácidas, ya que le es inherente al atleta de este deporte la realización de acciones motrices contenidas en el catálogo de juego como son: los pases, las recepciones, las fintas y los tiros, por mencionar algunos, teniendo generalmente antes o después un desplazamiento realizado a alta intensidad en distancias y tiempos variables en el campo de juego, fundamentalmente cuando se juega a balón parado.

    En otras ocasiones las acciones son mas cortas y se presentan siempre en forma de una combinación que cambia el orden de jerarquización de acuerdo a la situación específica del juego; sin embargo, se ordenen de una manera u otra, su tiempo de ejecución regularmente está contenido en el intervalo propuesto por diferentes autores como tiempo de mantenimiento de la potencia de los procesos anaeróbicos alactácidos.

    Sin embargo, la continuada alternación de estas acciones durante el tiempo que dura un partido (60-80 minutos) hace que los polistas con mucha regularidad asuman la nueva combinación con cierta concentración de lactato que se mantiene o va en aumento producto del impacto sostenido de la carga, que unido a la carencia del tiempo suficiente para su eliminación marcada, incide en que el organismo enfrente las cargas propias del juego casi siempre con determinadas concentraciones de esta sustancia.

    La posibilidad de lograr durante las interrupciones del juego una recuperación de los sistemas energéticos empleados es una misión propia del buen desarrollo del sistema aeróbico, ahí radica esencialmente la enorme importancia que se le concede al mismo en el espectro de tareas contenidas en el catálogo de direcciones condicionantes en el éxito de nuestro deporte.

    Atendiendo a lo anterior, García (2004) elaboró un test combinatorio (Lugavaz) para el diagnóstico de la resistencia anaerobio-láctica en jugadoras de polo acuático de alto nivel como medio para el control, no así para el desarrollo de la capacidad.

    Al respecto se considera que la inclusión de fundamentos técnicos con la presencia de contrarios puede atentar contra las exigencias del circuito de control, sin embargo, la adopción dentro de los contenidos del medio de control creado de estas situaciones es la única forma posible de evaluar al atleta en las condiciones especiales que proponemos ...”ninguna serie de ejercicios auxiliares podrán preparar al atleta para las condiciones que se encontrará en su actividad de competición, a menos que sea el ejercicio mismo de competición” (Verjonschanski, 1990)

    De acuerdo con González (1995) y Turpin (1998) se señala la importancia de utilizar medios especiales en un ciclo de 12 semanas, concentrando el entrenamiento en un grupo de microciclos.

    Es por ello que la investigación teniendo en cuenta los criterios que ofrece Verjonschanski (1990) defiende el criterio que al polo acuático se le plantean considerables exigencias a las posibilidades anaerobias del organismo por ser un deporte de potencia variable, en el que existe predominio de movimientos de velocidad–fuerza, de acciones de juegos de gran intensidad, con ejecución exacta de los movimientos de precisión.

    Al respecto Lanza (2001) le da prioridad a las acciones de juego, con la utilización de ejercicios especiales y competitivos que contengan situaciones reales al partido, siendo los medios específicos del deporte los fundamentales para el desarrollo de las potencialidades energéticas específicas del jugador durante el periodo de preparación.

    Atendiendo a lo expuesto con anterioridad consideramos utilizar específicamente para el desarrollo de la resistencia a los esfuerzos lactácidos acciones simplificadas de juego con el objetivo de elevar la concentración de ácido láctico en la sangre y agotar las reservas de glucógeno muscular, aumentando la capacidad glicolítica de las fibras de contracción rápida, lo que según estudios realizados por Gollnick y Hermansen (1982) elevará el contenido de glucógeno muscular (hasta 3 veces) y provocará el aumento de potencia de este sistema.

    Al respecto Godik (1989), tomado de Metrología Deportiva (1989) planteó: “La carga del ejercicio competitivo debe ser el punto sobre la base del cual se realice la selección y la distribución de los ejercicios de entrenamiento

    En sentido general las acciones de grupo y de equipo en el polo acuático se interrelacionan entre dos y seis jugadores que permiten la sincronización entre ellos para lograr una jugada de ataque o defensa. Esto supone que los polistas, identifiquen la situación de juego en forma rápida, desarrollen la percepción y realicen la ejecución lo más cercano posible a las características de la competencia.

    Uno de los principios más importantes del entrenamiento deportivo moderno lo constituye sin lugar a dudas el de modelación que propugna el enlazar las tareas de la preparación de los deportistas con las necesidades y particularidades de la competición en su deporte o especialidad deportiva. Es por ello que la imitación y simulación de la realidad construida a partir de elementos específicos, (frenazo, saltos, dribling, cambios de dirección, giros, pase, tiros, pantallas) a través de las acciones simplificadas de juego y concebidas sobre las exigencias de intensidad actuales del polo acuático juvenil, contribuyen al desarrollo de la capacidad láctica.

    En Inglaterra, Morganismoan y Adamson, crean el Entrenamiento en Circuito, basándose en el Body Building de los americanos. El método se fundamenta en la utilización de pesas, sogas y demás elementos en forma de "estaciones", donde los participantes van cambiando de una a otra y trabajan en variados grupos musculares en forma alternada, con intensidades muy altas.

    Posibilita este método el entrenamiento de varios deportistas a un mismo tiempo con el objeto de mejorar la potencia muscular y la resistencia anaerobia preferentemente.

    Al hablar de la planificación de las capacidades es necesario tener en cuenta el control de los medios y métodos para el desarrollo de las mismas, y resulta obligatorio referirse por derecho propio a uno de los procedimientos organizativos más eficientes en la aplicación de los medios con vista al logro de este objetivo, los circuitos. Sobre ellos en el folleto titulado “Entrenamiento de equipo e instrucción técnica” de Sagarra y Díaz (1995:15) se plantea: “(...) El trabajo en forma de circuito constituye un procedimiento metodológico muy importante, pues permite la rivalidad de los atletas en los distintos tramos (estaciones) de trabajo o carreras, lo cual, además de motivar la actividad, posibilita el desarrollo físico de los participantes

    En esta dirección de análisis, el autor coincide con Morales y Álvarez al plantear: “el CIRCUITO es uno de los procedimientos más generalizados y presupone una serie de repeticiones de ejer­cicios (continuadas o con intervalos) integrados en un com­plejo en correspondencia con determinado orden y con cambio sucesivo de las áreas de trabajo. El circuito se orienta como un complejo de ejercicios hacia la educación de una sola capacidad motriz, a diferencia del trabajo en estaciones, en el que en cada área se desarrolla un complejo de ejercicios relativamente independiente uno de otro” (Morales y Álvarez, 2000)

    Esto no significa que sea el único procedimiento que se emplea, ni que en las circunstancias actuales no se tenga que estudiar su adecuación.

    Es por ello que se infiere que para que el proceso de entrenamiento de los juegos deportivos en general, y en el polo acuático en particular sea efectivo, se respeten las características específicas de la competición, además de tener en cuenta la estructura del trabajo, volumen e intensidad de las cargas, complejidad de las tareas motrices, etc. Sobre la base de este principio se intenta dirigir y organizar el entrenamiento, de tal forma que sus objetivos, métodos, contenidos y procedimientos contribuyan a la simulación de los elementos de la competición.

Conclusiones

    El análisis de las principales exigencias que caracterizan el Polo Acuático contemporáneo tomando en consideración las modificaciones realizadas por la Federación Internacional en los últimos años, se constituyen sustentos para concebir un sistema de entrenamiento que desarrolle la resistencia a los esfuerzos lactácidos en los polistas juveniles.

Recomendaciones

    Diseñar un sistema de entrenamiento para el desarrollo de la resistencia a los esfuerzos lactácidos en polistas juveniles cubanos mediante la realización de ejercicios especiales y valorar la influencia de su aplicación para potenciar su generalización.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 15 · N° 166 | Buenos Aires, Marzo de 2012
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