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Claves para el desarrollo de la flexibilidad

 

*Maestra de Educación Infantil

Habilitación PT, Licenciada en Psicopedagogía

**Maestra de Educación Física y Licenciada en Psicopedagogía

Facultad de formación del Profesorado, Las Palmas de Gran Canaria.

Colegio concertado Mª Auxiliadora. Las Palmas de Gran Canaria

Vanessa Cidoncha Falcón*

vanessacidoncha@hotmail.com

Erika Díaz Rivero**

erikasport@hotmail.com

(Brasil)

 

 

 

 

Resumen

          La flexibilidad permite al cuerpo realizar movimientos con fluidez, armonía y mayor amplitud. La mejora de esta cualidad no se logra sólo con la “gimnasia de las articulaciones” sino también con el trabajo de los músculos, ya que ellos son los encargados de producir y reglamentar los movimientos.

          Palabras claves: Articulaciones. Ejercicio. Plasticidad. Elasticidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 165, Febrero de 2012. http://www.efdeportes.com/

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    La falta de flexibilidad, en la mayoría de los casos, se debe a la vida sedentaria, a la falta de actividad y a los hábitos motores impuestos al cuerpo por la vida escolar y más tarde, por la vida profesional. Las articulaciones van progresivamente perdiendo la movilidad y los músculos elasticidad. Estos, poco o demasiado ejercitados por esfuerzos del mismo género, dejan de ser eficaces auxiliares para las articulaciones.

    Por el contrario, se convierten en un obstáculo para el libre juego de los mismos. Los movimientos se mecanizan y carecen de elegancia al ser ejecutados.

    La finalidad de realizar ejercicios para mejorar la flexibilidad es la conservar o restituir su función inicial a las articulaciones y músculos. Para ello es necesario poner en función todas las posibilidades (movimientos) que la estructura articular permita.

    Los ejercicios se pueden llevar a cabo de varias formas:

  • Utilizados con la finalidad de dar flexibilidad a una sola articulación, o a varias articulaciones o grupos musculares.

  • Coordinado varios movimientos interesando de esta forma a varias articulaciones o grupos musculares

    Aunque son posibles numerosas adaptaciones, Jesús Mora (1988) dice que no hay que olvidar lo esencial: “los movimientos deben ser ejecutados con la mayor amplitud posible y tratar de estimular, aquellas articulaciones o grupos musculares sobre los cuales debe descansar el esfuerzo de flexibilidad, con el fin de evitar todo movimiento de compensación por parte de las demás articulaciones”

    Según el profesor Jesús Mora, hay tres factores que determinan el grado de dificultad de un ejercicio de flexibilidad:

  • Estructura de la articulación: Que determina la dirección y extensión de movimiento. Ej. La articulación de la rodilla sólo permite movimientos en dos direcciones (flexión y extensión) y esto es imposible modificar.

  • Dirección del movimiento: Que viene dado por la estructura de la articulación. Ej. Cuando nosotros elevamos los brazos de forma lateral hasta la altura de los hombros (abducción de hombros), este ejercicio no es un movimiento de flexibilidad, porque la estructura de la articulación permite este movimiento sin sufrir ninguna resistencia a niveles articulares y musculares. Sin embargo, un movimiento de abducción en la articulación de la cadera a partir de 90º comienza a ser intenso.

  • Principio de fijación: Hace alusión a que una actividad es mas intensa si una parte del cuerpo permanece fija mientras otra se mueve. Ej. Una flexión del tronco es más intensa estando sentado que estando de pie.

    Dentro del marco del acondicionamiento físico, es importante llevar acabo una serie de pautas para que el desarrollo de la flexibilidad sea efectivo:

A.     Respetar el principio de continuidad

    Sin un trabajo continuado, mantener o mejorar el nivel de flexibilidad no es posible. Un desarrollo específico requiere entrenamiento especial, pero para las exigencias de un acondicionamiento general es muy fácil tener continuidad, ya que los calentamientos, diez minutos al acabar la sesión y otros llamados residuales (explicado en el apartado de clasificación), pueden ser buenos momentos para a diario trabajar la flexibilidad.

    Los ejercicios de flexibilidad (stretching) pueden incorporarse a las fases de calentamiento y/o enfriamiento de las sesiones de ejercicio, o realizarse de forma independiente en cualquier momento (después del baño, cuando los músculos están relajados).

B.     Buscar estrategias de motivación

    Un problema importante es que el trabajo de flexibilidad puede resultar monótono, aburrido. Por ello, es importante buscar estrategias que motiven, sin cuestionar la calidad del trabajo, pero fundamentalmente, se buscara que el sujeto sea consciente cuanto antes de los beneficios que la flexibilidad tiene.

C.     Respetar el principio de progresión

    Progresión dentro de cada ejercicio, pero igualmente en el número de ellos que configuran un entrenamiento, en el tiempo dedicado a trabajar esta cualidad,...

    La forma preferible de mejorar la flexibilidad es realizar estiramientos específicos para trabajar y extender el arco de movimiento articular en cada parte del cuerpo

D.     Trabajarse desde una edad temprana

    La flexibilidad, es una cualidad básica y fundamental. Debe trabajarse desde las primeras edades, pero sin pasarnos. Un exceso durante la infancia podría degenerar en exceso de laxitud o contrariando el desarrollo de otras cualidades.

E.     La zona de trabajo debe estar convenientemente relajada

    El sujeto deberá percibir el trabajo para controlarlo, analizando la explicación en relación al umbral del dolor y a la respiración.

    Siempre debe mostrar una actitud positiva y conseguir la máxima concentración para el entrenamiento de la flexibilidad.

    Los ejercicios de estiramiento funcionan por medio de conseguir que los principales grupos musculares se relajen de tal manera que puedan ser alongados hasta el máximo (realizarse 2-3 veces por semana como mínimo).

F.     Trabajarse con suavidad

    A la flexibilidad hay que dedicarle el tiempo necesario, sin prisas.

    Ante un estiramiento o maniobra violenta, el organismo responde produciendo un incremento de tensión muscular en la zona, como medida de protección.

Bibliografía

  • ANDERSON B, BURKE E, PEARL B (1999). Estar en forma. Integral. Barcelona.

  • CHRISTOPHER M. NORRIS (1988). La Flexibilidad: principios y prácticas. Paidotribo. España.

  • GENERELO LANASPA, E. y TIERZ GRACIA, P. (1991). Cualidades Físicas. CEPID. España.

  • LAURENCE E. MOREHOUSE (1981). Fisiología del ejercicio. Ateneo. Buenos Aires (Argentina).

  • MORA VICENTE, J. (1988). Condición Física. Junta de Andalucía. España.

  • MORA VICENTE, J. (1988). Indicaciones y sugerencias para el desarrollo de la flexibilidad. Diputación Provincial de Cádiz. España.

  • PLATONOV V. N. y BULATOVA M. (1998) M. La Preparación Física. Editorial Paidotribo, 2ª Edición.

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