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Introducción

    El tema de la valoración de aptitudes en el deporte, junto al de la reserva deportiva, han devenido en los elementos científico-técnicos indispensables para el desarrollo eficiente y coherente de los diferentes deportes, con vistas a alcanzar sólidos rendimientos competitivos, convirtiéndose en puntos medulares en las agendas de trabajo de los disímiles movimientos deportivos nacionales de numerosos países, los cuales abordan un gran número de cuestiones de carácter organizativo, metodológico y científico. En el mundo se han desarrollado importantes trabajos relacionados con la selección deportiva, manifestándose como una de las líneas de estudio de mayor interés actualmente.

    Este estudio aborda las bases teóricas del proceso de selección deportiva, centrándose en lo refenrente a los conceptos fundamentales del complejo proceso de valoración de aptitudes en el deporte. En la elaboración de dicho estudio el autor se planteo como tarea principal construir el marco teórico-conceptual y para ello se baso en los métodos teóricos de investigación análisis-síntesis y el inductivo-deductivo, realizando una profunda revisión bibliográfica y de documentos e informes de investigación relacionados con el campo de acción abordado, tanto nacionales como internacionales, que estuvieron a su alcance.

Desarrollo

    Encontrar sujetos con posibilidades de alcanzar altas prestaciones en posesión de un talento específico que les permita obtener el éxito en un área determinada, ha ocupado y ocupa el tiempo y la dedicación de numerosos investigadores. Y es que el concepto de talento ha sido tratado por diferentes especialistas, no sólo en la esfera del deporte, sino también en otros ámbitos como son las matemáticas, la física, la literatura, la música, el cine, etc.

    Por ello se convierte en una necesidad particularizar los conceptos de posible talento y talento para la práctica de las actividades deportivas, así como los de detección y selección de estos, pues constituyen procesos sistémicos ineludibles que han pasado a formar parte de la organización propia del deporte de alta competición. A continuación, se agruparán y analizarán algunas de las consideraciones dadas por diferentes estudiosos del tema, sobre los conceptos antes mencionados.

Concepto de posible talento deportivo

    Según Romero (2000) un posible talento es aquel atleta con un grado de aptitud de desarrollo potencial y que sus factores de rendimiento responden a las tendencias que se orientan positivamente hacia la referencia del estándar mundial.

    Primeramente es imprescindible plantear en torno al concepto de posible talento deportivo, que existe una ausencia casi absoluta en las fuentes consultadas, así como en las entrevistas realizadas de la utilización del mismo, y en otros casos se vuelve imprecisa la frontera entre el concepto tratado y el de talento deportivo, lo que sin duda alguna es aún una incomprensión en este sentido, puesto que el talento deportivo es único e irrepetible, ya que la interdependencia e interrelación en la que se manifiestan las dimensiones del rendimiento en ese individuo tipifica exclusivamente a este, y por ende, evidencia aspectos que no son comunes a nadie, por ello debe ser visto este como un producto singular que emerge de la ultra selección basándose en variables-criterios de medidas, a partir de las dimensiones del rendimiento, en las diferentes instancias de cada etapa de desarrollo, hasta llegar a la maestría deportiva, y que ha demostrado con sólidos rendimientos y resultados deportivos esa condición y su grado de aptitud.

    Por otro lado, debemos concientizar la necesidad del empleo del concepto de posible talento, pues toda definición es excluyente, y sería verdaderamente erróneo e injusto, para los que realmente son talentos deportivos, que personas que no posean ese grado de aptitud sean clasificados como tal. De igual forma no se debe asumir por parte de atletas y entrenadores este concepto de posible talento con menosprecio, pues al mismo se debe ver en su justa medida, es decir como una persona con un talento potencial en formación.

    Es importante plantear que algunos autores han utilizado indistintamente términos como los de expertos, dotados, etc., para distinguir entre esas personas que manifiestan aptitudes o desempeños atléticos (en el caso de los ya iniciados en la práctica de algún deporte) superiores a la media poblacional en la que estos se desarrollan, que por extensión pudiera adscribirse también dentro del concepto de posible talento, que asumimos como: aquel individuo que respondiendo a determinadas variables-criterios de medidas, manifiesta aptitudes excepcionales naturales o adquiridas para iniciarse y desarrollarse con grandes potencialidades de éxito en la práctica y especialización de un determinado deporte.

Concepto de talento deportivo

    Un talento deportivo es aquel que en un determinado estado de evolución, se caracteriza por determinadas condiciones y presupuestos físicos y psíquicos, los cuales, con mucha probabilidad, le llevarán, en un momento sucesivo, a alcanzar prestaciones de alto nivel en un determinado deporte (Gaber y Ruoff, 1979).

    Por su parte, Petroski (1980) considera que el talento es la combinación de las capacidades que dan al hombre la posibilidad de cumplir exitosamente, cualquier actividad laboral compleja. El talento constituye solo la posibilidad de adquirir una alta calificación y éxito significativo en la creación.

    Dorsh (1981) asume que el talento es un don innato o disposición natural situada por encima del nivel medio del hombre normal en un determinado ámbito.

    Define Nadori (1983) al talento como una facultad o grupo de facultades con cierta especificación, superior a la media, pero que debe aún manifestarse con lo que nos está indicando el camino a seguir o su concepción sobre la captación de los mismos.

    Para Romero (1984) el talento deportivo es aquel atleta que en poco tiempo y con un bajo nivel de desarrollo de sus capacidades de rendimiento, alcanza grandes resultados. Y además agrega, que estos cuentan con un elevado nivel de disposición y capacidad de movilización ante los esfuerzos de grandes magnitudes. Y son el producto del análisis tridimensional, del nivel de desarrollo de las capacidades del rendimiento, el tiempo utilizado para el desarrollo de estas capacidades y el rendimiento competitivo que este alcancé.

    Leger (1986) considera que el talento se puede definir como una aptitud o habilidad para una actividad particular o un deporte determinado, natural o adquirida.

    El talento para Hahn (1988) es un grupo de diferentes capacidades y habilidades procedentes de campos que posee el deportista en mayor o menor medida. Es decir que es una aptitud adecuada en una dirección, superando la media normal, que aún no está del todo desarrollada.

    Según Zatsioski (1989) el talento deportivo se caracteriza por determinadas combinaciones de las capacidades motoras y psicológicas, así como de las aptitudes anatómico-fisiológicas que crean, en conjunto, la posibilidad potencial para el logro de altos resultados deportivos en un deporte concreto.

    Borms (1994) asume que el talento es una persona supranormal, no completamente desarrollada, dotada de condiciones especiales para desempeñarse con éxito en ciertas especialidades deportivas.

    Pila (1995) afirma que el talento deportivo es toda manifestación sobresaliente del ser humano que se traduce potencialmente en altos índices de rendimiento motor y morfofuncional, que propician una adecuada iniciación y desarrollo en el desarrollo en el proceso pedagógico complejo, denominado entrenamiento deportivo.

    Para Blázquez (1995) una persona con talento, es aquella que por su capacidad de asimilación y rendimiento destaca en una especialidad deportiva determinada. El talento depende de la capacidad individual, de las motivaciones del sujeto y del medio social, expresión de interacción de estas condiciones. El talento tiene que ser no solo descubierto sino también estimulado y formado.

    García, Navarro y Ruiz (1996) defienden que el talento indica una actitud adecuada hacia una faceta superior de la vida, superiores a la media normal, que no esta del todo desarrollada y que el talento deportivo, se traduce, en capacidad de poder y querer realizar unos rendimientos elevados en el campo del deporte.

    El talento deportivo para Salanellas (1996) se puede definir como una aptitud o habilidad para una particular actividad o deporte determinado, natural o adquirida.

    Ruiz y Sánchez (1997) entienden que los sujetos superdotados o talentosos son aquellos que, por sus habilidades extraordinarias, son capaces de altas realizaciones en áreas tales como la competición intelectual general, aptitud académica, creatividad, liderazgo, competición artística y competición motriz.

    Romero (2003) conceptualiza al talento deportivo como aquella persona que sobresale por encima de la población en toda una serie de habilidades inherentes a la actividad que se trate. Y señala que esas habilidades se traducen en ritmos de crecimiento de las capacidades motrices condicionales y las marcas deportivas individuales, así como del ritmo de asimilación de las cargas de entrenamiento.

    Dentro de las posiciones que son defendidas en relación al concepto de talento deportivo, encontramos una identificación casi total con las propiedades esenciales en la que se apoyan los diferentes autores con la intención de conceptualizar a los posibles talentos para el tipo de actividad humana que se trata, ello lo demuestra el hecho de que de los conceptos analizados todos coinciden esencialmente en precisar que el talento deportivo es un sujeto con capacidades y/o habilidades por encima de una media poblacional dada, con los subsiguientes enfoques.

    Por ejemplo encontramos autores como Petroski (1981), Romero (1984), Zatsioski (1989), Blázquez (1995), Salanellas (1996), que consideran que esas capacidades y/o habilidades por encima de la media población que fuere, no pueden ser valoradas de manera aislada unas de otras sino de forma interrelacionada, combinada e integrada. Por su parte Gaber y Ruoff (1979), Dorsh (1981), Nadori (1983), Leger (1986), Hahn (1988), Borms (1994), Pila (1996), García, Navarro y Ruiz (1996), Ruiz y Sánchez (1997), Romero (2003) no hacen esta disquisición en sus definiciones teóricas, a pesar de ser esta una de esas propiedades fundamentales a la hora de comprender en última instancia la forma en que se debe llevar a cabo la valoración de la aptitud de estos sujetos.

    Sería conveniente, por las razones anteriormente dadas en relación al concepto de posible talento deportivo, reiterar el concepto que asumimos de talento deportivo: es el producto singular que emerge de la ultra selección basándose en variables-criterios de medidas, a partir de las dimensiones del rendimiento, en las diferentes instancias de cada etapa de desarrollo, hasta llegar a la maestría deportiva, y que ha demostrado con sólidos rendimientos y resultados deportivos esa condición y su grado de aptitud, encontrando pocos puntos de coincidencia con las aproximaciones al mismo dadas por los autores anteriormente referidos, pues entendemos, que estos se encargan de declarar de forma general el quién, en cambio, el autor se interesa más por el qué, el cómo, y dónde.

    Otro aspecto que se aprecia, es la incorporación del concepto de dimensiones del rendimiento, las que entendemos como una función de variables que caracterizan determinada tendencia, propiedad, etc. La introducción del empleo de este concepto se apoya en las siguientes determinaciones:

1. Caracterizar los diferentes tipos de preparaciones por el conjunto de variables que le son inherentes.

2. Necesidad de tener análisis parciales por cada una de estas y determinar cuantitativamente su aporte.

3. Posibilidad de desarrollar un enfoque sistémico-integral y a la vez dinámico.

    Asimismo es válido distinguir la absoluta ausencia de criterios en el particular del reconocimiento de la dependencia o la importancia que reviste el tener configurado las dimensiones de rendimiento para el nivel del desarrollo atlético en el que se vaya a emitir el diagnóstico de aptitud, lo que redunda en la necesidad de un ordenamiento jerárquico de estas dimensiones del rendimiento deportivo para cada uno de los estadios de la organización deportiva en la que funcione cualquier movimiento deportivo en el mundo, para garantizar un mayor grado de seguridad pedagógica, cientificidad y objetividad al llevar a cabo una valoración y por ende de tomar cualquier decisión.

Concepto de detección de talentos deportivos

    Samela y Regnier (1983) asumen la detección de talentos como una predicción a largo plazo en cuanto a las posibilidades de que el individuo posea las capacidades y los atributos necesarios para alcanzar un nivel de performance dado en un deporte determinado.

    Romero (1984) entiende que la detección se base en una observación pedagógica, donde se valoran y se contrastan los indicadores de los factores del rendimiento, para conocer el grado de aptitud.

    Para Volkov y Filin (1989) es un sistema de medidas que estipulan una selección periódica de los mejores deportistas en las distintas etapas del perfeccionamiento deportivo.

    Según Salanellas (1996) considera que la detección de talentos es una búsqueda a largo plazo. Predicción de futuras actuaciones de atletas o jóvenes que conseguirán el éxito a la edad adulta en eventos nacionales o internacionales.

    Por su parte Campos (1997) asegura que la detección de talentos se relaciona con la identificación del talento, con el reconocimiento de las habilidades potenciales que un sujeto evidencia en un momento dado y en el proceso de transformación de dichas potencialidades.

    El concepto de detección de los posibles talentos deportivos, desde nuestra concepción, no es más que una fase-lógica del proceso de selección deportiva que tiene como fundamento la observación pedagógica, permitiendo hacer predicciones mediatas acerca de las potencialidades de desarrollo y rendimiento de un posible talento. Es necesario plantear que el objetivo de esta fase es identificar aquellos sujetos posibles talentos que conformarán la población que será objeto de ulterior valoración científica de su grado de aptitud, ya que entendemos que esta fase-lógica debe desarrollarse sobre una masa de practicantes sistemáticos del deporte que fuere.

    En la definición dada, se reconoce la convergencia con el criterio de Romero (1984) al considerar a la observación pedagógica como base del proceso de detección de posibles talentos. Según otros especialistas como Volkov y Filin (1989), Campos (1996) plantean que dicho proceso es donde se identifican y reconocen determinados criterios a través de un sistema de medidas en las diferentes etapas del perfeccionamiento. Dado que resulta imposible desarrollar una adecuada observación sin un protocolo o conjunto de criterios de medida que justifiquen esa identificación o reconocimiento en el sujeto observado de determinadas cualidades deseadas, podemos plantear que por extensión estos autores están haciendo referencia igualmente a la observación como base de esta fase-lógica del proceso.

    Por su parte Salmela y Regnier (1983), así como Solamellas (1996) coinciden en comprender que la detección de posibles talentos deportivos es una predicción de las posibilidades de actuación futura de un sujeto determinado. Entendemos en este sentido como una necesidad la comprensión de esta fase como una predicción mediata para un estadio del rendimiento superior sobre la base del estado de desarrollo actual del sujeto.

Concepto de selección de talentos deportivos

    La selección deportiva, según Rozin (1980), es la búsqueda de individuos que son aptos para la práctica de un deporte determinado y entre otros, de los más dotados, talentosos y capacitados, para lograr la más alta maestría deportiva.

    Nadori (1983) plantea que por selección de talentos deportivos entendemos el proceso a través del cual se individualizan personas dotadas de talento y de actitudes favorables para el deporte, con la ayuda de métodos y de tests científicamente válidos. Y añade, también otros factores tienen un papel en la selección, como por ejemplo, la simpatía hacia el maestro o el entrenador, la influencia de los amigos y padres, la disponibilidad de aparatos deportivos que puedan suscitar en el deporte una mayor atracción hacia una disciplina determinada.

    Para Romero (1984) la selección deportiva es un proceso en constante movimiento sin normas esquemáticas, donde se observa y se contrastan pedagógicamente los indicadores del rendimiento, se valoran y posteriormente se emite el diagnóstico del grado de aptitud del posible o no talento deportivo.

    Volkov y Filin (1989) lo asumen como un sistema de medidas organizativo-metodológicas que incluyen los métodos pedagógicos, psicológicos, sociológicos y médico-biológicos, a base de los cuales se detectan las capacidades de niños, adolescentes y jóvenes para especializarse en una determinada modalidad deportiva o en un grupo de modalidades.

    Gutiérrez (1991) entiende la selección como un proceso activo, prolongado, sistematizado y riguroso, en el que el seguimiento y la enseñanza marcarán el resultado de la selección global de talentos deportivos.

    La selección de talentos deportivos, para Salanellas (1996), es una predicción de una actuación inmediata o descubrimiento de atletas que tendrán oportunidad de figurar entre los primeros finalistas.

    Por su parte Ilisástigui (1999) plantea que la selección de talentos deportivos es una categoría de la Cultura Física es, ante todo, un componente del sistema de preparación deportiva, que se da como un proceso en donde interactúan las posibilidades y condiciones de los sujetos para la práctica deportiva, que se concreta en la detección, selección y seguimiento del talento deportivo y se materializa como un sistema de medidas organizativas y metodológicas, que posibilitan la determinación de las aptitudes y capacidades de los sujetos según los criterios de selección para determinada actividad deportiva.

    Según Noa (2001) la selección del talento debe interpretarse como el acto de escoger el individuo o grupo de individuos más apropiados para llevar a cabo una tarea, dentro de un contexto específico, como puede ser para incluirlo en un determinado equipo, escuela, academia, etc., a partir de los niveles de desempeño que demuestren.

    En relación con el concepto de selección deportiva, resulta vital hacer la siguiente reflexión: que está asociada a la inadecuada utilización de este concepto como el más generalizador o integrador de todo el proceso (no visto desde su finalidad, sino como proceso en sí mismo), puesto que el término selección, en buena semántica, está más asociado a la toma de decisiones, que a la valoración de aptitudes, por tanto debe quedar claro, que a pesar de que se identifique todo el proceso de reconocimiento de individuos con mayores aptitudes para la práctica de un determinado deporte con la selección, desde nuestra concepción, este es el aspecto menos protagónico y abarcador del proceso que se está abordando, ya que este encuentra su elemento medular, reiteramos, en la valoración de aptitudes que es en esencia el fundamento que soporta la selección deportiva y al que se incorporan la detección (asociada a la observación) y la toma de decisiones. Por último ratificar que este proceso que estamos tratando tiene, a diferencia de la detección, un carácter netamente objetivo.

    Con la intención de hacer un emplazamiento teórico al concepto que estamos tratando, se ofrecerán varias aproximaciones dadas al mismo, como las de Rozin y Muklambetov (1980) cuando afirma que la selección deportiva es la búsqueda de individuos que son actos para la práctica de un deporte determinado, por su parte Noa (2003) plantea que la selección de talentos debe interpretarse como el acto de escoger individuos o grupos de individuos para llevar a cabo una tarea dentro de un contexto específico. Considerados que estas definiciones son muy generales e imprecisas a la hora de describir del proceso de valoración de aptitudes que entendemos es la base de esta fase-lógica del proceso selectivo.

    Otros autores, entre los que se encuentran Nadori (1983), Romero (1984) y Gutiérrez (1991) asumen la selección de talentos como un proceso que entre sus características es activo, prolongado, sistemático, riguroso, sin normas esquemáticas y sobre todo que se apoya en métodos y test científicamente medibles. Solamellas (1996) entienden que la selección de talentos es una operación que reposa sobre una predicción a corto plazo Volkov y Filin (1989) consideran que es un sistema de medidas organizativo-metodológico para la especialización en un determinado deporte. Estamos en total acuerdo con estas aproximaciones.

    Por su parte Ilisástigui (1999) plantea que la selección de talentos es un componente del sistema de preparación deportiva. En relación a esta conceptualización la consideramos desafortunada, en tanto si se resuelve tomando como base la definición de componentes de la preparación del deportista (Matveev, 1966), como si se pretende entender como uno el proceso de selección deportiva y el de preparación del deportista, dado que dichos procesos ciertamente están relacionados entre sí pero son independientes en su gestión particular.

    Entendemos que la selección deportiva es un proceso intercesor entre sistemas de variables-criterios de medidas estrechamente relacionados a las dimensiones del rendimiento deportivo y el conjunto de actitudes y aptitudes, científicamente medibles, que nos permiten a través de la valoración pedagógica integral, identificar a los posibles talentos deportivos para un determinado deporte.

    Se ratifica en definitiva la gran trascendencia que reviste la concepción general del proceso de valoración de aptitudes en el deporte lo que exige sintetizar la rica experiencia de los entrenadores y el extenso material teórico-experimental acumulado en el mundo para asegurar una búsqueda eficaz de esos posibles talentos deportivos.

Conclusiones

1. Existe una ausencia casi absoluta en las fuentes consultadas, así como en las entrevistas realizadas, etc., de la utilización del concepto de posible talento, y en otros casos, se vuelve imprecisa la frontera entre el concepto tratado y el de talento deportivo, lo que sin duda alguna es aún una incomprensión en este sentido.

2. Se establece la necesidad del empleo del concepto de posible talento.

3. Un posible talento es aquel individuo que respondiendo a determinadas variables-criterios de medidas, manifiesta aptitudes excepcionales naturales o adquiridas para iniciarse y desarrollarse con grandes potencialidades de éxito en la práctica y especialización de un determinado deporte.

4. Se encontró pocos puntos de coincidencia con las aproximaciones dadas al concepto de talento deportivo por los autores analizados, pues entendemos, que estos se encargan de declarar de forma general el quién, en cambio, consideramos que el interés debe dirigirse más al qué, el cómo, y dónde.

5. Asumimos al talento deportivo, como el producto singular que emerge de la ultra selección basándose en variables-criterios de medidas, a partir de las dimensiones del rendimiento, en las diferentes instancias de cada etapa de desarrollo, hasta llegar a la maestría deportiva, y que ha demostrado con sólidos rendimientos y resultados deportivos esa condición y su grado de aptitud.

6. El concepto de detección de los posibles talentos deportivos, desde nuestra concepción, no es más que una fase-lógica del proceso de selección deportiva que tiene como fundamento la observación pedagógica, permitiendo hacer predicciones acerca del éxito y la trascendencia futura de un posible talento.

7. Se pudo establecer la inadecuada utilización del concepto de selección deportiva, como el más generalizador o integrador de todo el proceso (no visto desde su finalidad, sino como proceso en sí mismo).

8. Definimos a la selección deportiva, como un proceso mediático entre sistemas de variables-criterios de medida estrechamente relacionados a las dimensiones del rendimiento deportivo y el conjunto de actitudes y aptitudes, científicamente medibles, que nos permite a través de la valoración pedagógica integral, identificar a los posibles talentos deportivos para un determinado deporte.

9. Las etapas en las que se desarrolla el proceso de selección deportiva, no pueden ser esquemáticas, ni rígidas, pues las mismas están determinadas por el modo de organización deportiva en cada país y el número de momentos de procesos de filtraje que la misma organización demande, sobre la base de las instancia que conforman dicha organización en relación a los diferentes niveles de desarrollo atlético.

10. Consideramos que las fases-lógicas en las que se divide el proceso de selección deportiva son: Detección, Valoración de Aptitudes y Toma de Decisiones.

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