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El hockey en primaria

 

Diplomado en Educación Física por la Universidad de Zaragoza

Técnico Deportivo

(España)

José Luis Guillén Nicolás

catatico@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          En el presente artículo se pretende presentar la iniciación al hockey como un recurso más en el área de educación física a la hora de desarrollar los diferentes contenidos de esta área, y a su vez, ver la posibilidad y beneficios que conlleva la práctica de esta actividad polivalente.

          Palabras clave: Hockey. Educación Física escolar. Cooperación/oposición.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 161, Octubre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Integrar el hockey en el colegio tiene tantas posibilidades de su realización como la de alguna otra práctica deportiva. El profesor de Educación Física debe tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Educación (E)

  • Educación Física (EF)

  • Juego (J)

  • Deporte (D)

    El deporte, toma un valor instrumental para la Educación Física, colaborando con el desarrollo de los objetivos específicos de esa área en particular. Toda la práctica deportiva no es eficaz para el desarrollo de la educación física.

    En numerosas ocasiones el trabajo deportivo se desarrolla con un único punto de mira dirigido hacia los resultados competitivos, desatendiendo otros aspectos formativos. Se trata de deporte competitivo pero no educativo.

    El Deporte a su vez, se incluye en una realidad más amplia, la de juego; el Hockey está situado por muchos autores en el grupo de los juegos sociomotores, institucionalizados o, simplemente, deportivos.

    Los dos requisitos fundamentales a cumplir por la práctica deportiva en el colegio es, que debe ser:

  • Educativo: es decir, la enseñanza deportiva debe ajustarse en todo momento a los objetivos establecidos por la educación física para cada nivel escolar.

  • Recreativo: Se debe desarrollar en un ambiente agradable y placentero.

    El hockey es un juego de características similares a los deportes colectivos que configuran las actividades escolares. Pero, además, ofrece suficientes elementos y aprendizajes que pueden ser utilizados según los fines de la educación física.

Se podrían destacar los siguientes:

    Deporte que utiliza un material nuevo que:

  • Satisface en el niño la necesidad de explotación y manipulación de diferentes objetos.

  • Permite al niño desarrollar todo tipo de percepciones kinestésicas en las habilidades motrices básicas (traslada la sensibilidad de su mano a un palo, llegando a “sentir” el contacto palo-bola).

  • Hace uso del material contundente, lo que le exige un autocontrol ante las tensiones del juego. Supone el respeto hacia los demás y autocuidado.

    Deporte que desarrolla un alto nivel de habilidad, tanto en el trabajo segmentario como en la capacidad de intervención de carácter global.

    Deporte de regulación externa, en el que el entorno variable obliga al jugador a realizar continuos reajustes. Ofrece múltiples posibilidades en el desarrollo de la toma de decisión, en la expresión individual y en la creatividad.

    Deporte de asociación, en el que el niño descubre los principios básicos de la interacción entre los miembros del grupo.

    Deporte de competición, en el que se debe mostrar al niño el valor subjetivo de los resultados. Con él se aprende a ganar y perder lo que, en definitiva, es la preparación para el triunfo o el fracaso que aparecerán en otras situaciones vitales.

    Hasta ahora no se había considerado el hockey apropiado para su práctica en el ámbito escolar. Hoy las posibilidades que ofrece la capacitación del profesor de educación física se justifica sobre la base de que:

  • Conocen los objetivos de la Educación Física para cada nivel y pueden ajustar las exigencias de los aprendizajes deportivos.

  • Conocen las bases de la Didáctica Deportiva.

  • Están en condiciones de disponer de conocimientos básicos de hockey.

  • Conocen las características del niño y las actividades que pueden satisfacer sus intereses.

  • En cierto modo son responsables de las actividades del niño en su futura condición de adulto por lo que procurarán una amplia y variada oferta de actividades deportivas.

    Y las que ofrece, por su parte, el entorno escolar son las siguientes:

  • La formación deportiva se puede planificar a largo plazo.

  • Es un lugar favorable para la captación de jugadores, porque son muchos los que lo practican y casi todos lo llegan a conocer.

  • Permite organizar competiciones internas o intercentros, adaptando las reglas al nivel de aprendizaje y favoreciendo la participación mixta (coeducación).

  • El niño aprende a jugar en el seno de un grupo de amigos o de conocidos.

  • El trabajo de hockey conecta y se completa con el resto de las actividades físicas y deportivas.

  • Se dispone de canchas polideportivas o de pequeños espacios donde es posible la práctica del “hockey para niños”.

    Otro aspecto importante a destacar sería la importancia de abordar el trabajo con la intención de alcanzar logros deportivos.

    En concreto se hace referencia a que los primeros contactos con esta nueva actividad supongan, ya, un fuerte estímulo para seguir practicándola.

    La edad ideal para comenzar a practicar el hockey sería a los 9 ó 10 años, por considerar esta etapa de oro para los aprendizajes deportivos y, en concreto, para los deportes colectivos.

Actitudes y valores

    La enseñanza del hockey no consiste sólo en la enseñanza de un juego, sino también a hacer deporte. Así se trata de integrar valores personales y sociales y que justifican la práctica deportiva como una actividad a tener muy en cuenta desde e punto de vista formativo. No se pretende la práctica deportiva como tal derivado en el deporte de alto rendimiento, tanto en el método como en los objetivos.

    Cuando la iniciación tiene lugar en edades cada vez más tempranas, el hecho de descuidar los efectos recreativos, los educativos y los referentes a la salud no puede estar justificado ni en el colegio ni fuera de él.

    Se busca una práctica más educativa y menos competitiva. El hockey recreativo tiene como meta la aproximación a esos valores inherentes a la práctica deportiva, o en su caso, a reconducir ciertas desviaciones en las actitudes del jugador consigo mismo o con los compañeros de juego.

    Se destacan los siguientes valores:

Un juego para todos

    La práctica recreativa tiene que asegurar la actividad básica de hockey por lo menos para el 99% de los que se inician y no llegarán a ser campeones.

Un juego para ocupar el tiempo de ocio

    El hockey recreativo, con la adaptación y flexibilidad en el cumplimiento de las normas y la posibilidad de conjuntar en pocas sesiones a un número reducido para un juego sencillo, puede ofrecer un momento de diversión a cualquier grupo que disponga de una superficie más o menos amplia.

Un juego de competición

    La práctica recreativa extraescolar parece el entorno ideal para retomar los valores educativos del deporte porque la victoria y la derrota, siendo importantes, tienen un valor más subjetivo y no llegan a constituir un único fin en la práctica. Hay que tener en cuenta la importancia del saber perder, y tan positivo es crear en los niños una actitud positiva hacia la victoria, para saber ganar.

    La competición lleva consigo el esfuerzo, la ambición, afán de superación o conocimiento de las propias posibilidades y limitaciones. Si esto es así la competición debería enfatizarse a través de la práctica deportiva, también la práctica recreativa.

Un juego de cooperación

    En la práctica recreativa, el factor cooperación se ve reforzado por la heterogeneidad de los practicantes. Por no ser una práctica selectiva, todos quieren y pueden aportar su colaboración y los más capacitados suelen ofrecerse en mayor medida al trabajo de equipo.

    Pero, además, el deporte es evidentemente un deporte de cooperación porque representa la simbiosis entre el jugador y el equipo. Cada jugador aprende a comunicarse con sus compañeros, a interpretar el juego de la misma forma y a identificarse con el equipo para conseguir un objetivo común.

Un juego de autocontrol

    Este deporte implica la capacidad de autocontrol tanto en sus propios movimientos deportivos como a la hora de asumir las diferentes normas de juego.

    El uso y manejo del stick ya implica una cierta inhibición y control, al resultar un material peligroso si es mal utilizado.

Algunas ventajas del hockey recreativo

  • El derecho a disfrutar jugando no está reñido con el derecho a desarrollar las competencias individuales que llevan a un mejor rendimiento deportivo.

  • La competición se presenta a veces con un cierto dramatismo que se proyecta en los jugadores. En el hockey recreativo no tiene sentido que esto suceda.

  • La práctica recreativa estimula la expresividad y creatividad, en el sentido de que cada jugador se ve más liberado del nivel de eficacia de la acción.

  • La no dependencia de la organización federativa supone mayor movilidad para establecer los equipos y las competiciones.

  • El tiempo no tiene una importancia excesiva, por lo que el nivel de exigencia debe ir acorde con los niveles de aprendizaje de los jugadores/as.

  • La práctica recreativa puede utilizar fórmulas competitivas más abiertas (jornadas, trofeos, festivales) que también provocan relaciones sólidas hacia la práctica deportiva.

  • La práctica recreativa asegura el “jugar por jugar” y facilita la formación de los valores formativos del deporte: solidaridad, colaboración, respeto mutuo, juego limpio, aceptación de la regla...

Conclusión

    La práctica de este deporte, el hockey, como la de otros muchos deportes colectivos aumenta y mejora la capacidad física del individuo, desarrollando la velocidad de reacción, la velocidad de traslación, la coordinación general, la coordinación óculo-manual, etc.

    Así mismo mejora las relaciones interpersonales de los alumnos-as, la comunicación e inserción social, ya que es un juego en el que la cooperación supera la individualidad favoreciendo el trabajo en grupo.

    Nos ofrece una ventaja muy a tener en cuenta en el terreno educativo en cuanto a su aplicación, que es su fácil adaptabilidad tanto a las reglas, como al nº de jugadores en función del material disponible y de las dimensiones de la instalación o terreno que tengamos para su enseñanza y práctica.

    Consideramos este deporte propicio para su práctica tanto a nivel deportivo como a nivel educativo por su gran riqueza en cuanto al desarrollo de la capacidad física del que lo practica, como en cuanto a aspectos educativos que recoge.

Bibliografía

  • BLAZQUEZ, D. (1986). “Iniciación a los deportes de equipo”. Inde Publicaciones, Barcelona.

  • CAPLLONCH, M. (1994). “Unidades didácticas para primaria III”. Ed. Inde. Barcelona.

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  • COLL, C. (1987). “Psicología y currículum”. Ed. Laia, Barcelona.

  • GARCÍA CORNEJO, E. (2009) Los juegos simplificados para la puesta en práctica de los contenidos de deportes con implemento en la ESO: hockey. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 136. http://www.efdeportes.com/efd136/deportes-con-implemento-en-la-eso-hockey.htm

  • MARTINEZ DE DIOS, M.C. (1991). “Hockey”. Ed. Gymnos. Madrid.

  • WEIN, H. (1991). “Hockey”. Ed. Comité Olímpico Español. España.

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