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El espectáculo salvaje. Los inicios del boxeo en Costa Rica (1906-1929)

 

Maestría en Ciencias Sociales

(Costa Rica)

Chester Urbina Gaitán

chesterurbina@yahoo.com

 

 

 

 

Resumen

          Debido a la rudeza con que se practicaba el boxeo a principios del siglo XX este fue prohibido durante varios períodos presidenciales en Costa Rica lo que no permitió su desarrollo e identificación con el público a un nivel nacional. Además, no recibió un fuerte apoyo estatal porque no permitió generar buena imagen y clientelismo a los políticos como si lo hacía el fútbol.

          Palabras clave: Deporte. Prohibición. Boxeo. Costa Rica.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 159, Agosto de 2011. http://www.efdeportes.com

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    En Costa Rica hacia finales del siglo XIX ascienden al poder un grupo de gobernantes liberales que acentúan un proceso de moderación en las costumbres, con el objeto de convertir a los sectores populares en personas más educadas y menos violentas, ilustrándose esto con la prohibición de las riñas de gallos y la reglamentación que controlaba el comportamiento del público en el redondel de toros de San Jose. Si bien es cierto, dicha visión del mundo se transmitió e impuso al resto de la sociedad, sería impreciso afirmar que todos los sectores se plegaron a esa política gubernamental, ya que a algunos sectores sí fue posible trastocar sus valores, a otros sólo en forma parcial y a una minoría en casi nada: sobresaliendo entre los primeros los sectores de trabajadores y artesanos urbanos, y entre los últimos, los grupos de inmigrantes afrocaribeños llegados al país con la construcción del Ferrocarril al Atlántico y el cultivo y exportación del banano, así como los pueblos indígenas existente en el territorio nacional.1

    Anteriormente he señalado que la prohibición de la práctica del fútbol en las escuelas de Costa Rica de 1931 se enmarca dentro de la aguda crisis económica que experimentaron lo sectores trabajadores ante la Gran Depresión de 1929. Lo que impulsó a estos sectores en unión con algunos intelectuales a fundar en junio de 1931 el Partido Comunista de Costa Rica. Producto de este contexto histórico es que se llega a la conclusión de que esta prohibición tenía como objetivo impedir que los niños se identificaran con las ideas socialistas que circulaban entre los sectores trabajadores, con el fin de debilitar al movimiento popular costarricense.2

    Con respecto al atletismo se tiene que la maratón que se efectuaba entre San José y el puerto de Puntarenas desde 1914 - de más de 100 kilómetros – a partir de inicios de la década de 1930 empezó a ser cuestionada por diferentes sectores de la sociedad ya que no veían en ella resultados efectivo, y más bien la catalogaban como una prueba ineficiente y falta de objetivo. Debido a los nuevos conocimientos de la visión del deporte internacional y la incursión constante en la opinión pública de médicos, dirigentes deportivos y periodistas, se empezó a cuestionar la validez de la prueba y su importancia social, llegando finalmente en 1938 a suspenderse su práctica completamente al considerarse inhumana, sin objetivo alguno y al ser sustituida por nuevas propuestas de carreras pedestres de distancias más cortas que eran respaldadas por la medicina y los nuevos conocimientos de la preparación física y la competición internacional.3 Fundamentado en todo lo anterior es que el presente artículo tiene como objetivo estudiar los orígenes del boxeo en el país entre los años de 1906 a 1929 y conocer cuáles fueron las causas de su prohibición.

    Sobre los inicios del pugilismo en el país se tiene que esta disciplina comienza por el año 1906, siendo organizada las actividades por los promotores de esa época (manager de programaciones o contratistas de boxeadores)4. En junio de 1906 se estaba formando entre los aficionados al deporte en San José un club atlético, el cual se dedicaría a la práctica del fútbol, beisbol, tenis, cricket, etc., así como al boxeo con todas sus reglas, en ese momento las de Queensberry Rulis.5 La forma principal en que este deporte se dio a conocer al público fue en la organización de eventos en las celebraciones populares como las fiestas patrias. Para el jueves 15 de setiembre de 1910 en la ciudad de Alajuela entre los actos de celebración de la independencia nacional, que se realizarían a las tres de la tarde se anunciaron algunos ejercicios de box en el quiosco de esa localidad.6 Uno de los primeros pugilistas de los que se tiene conocimiento fue el jamaiquino residente en Puerto Limón llamado Charles Broklen, quien a principios de abril de 1911, puso en evidencia su fuerza y destreza en esta disciplina, lo que dio mucho que hablar en ese momento.7

    Para el jueves 25 de mayo de 1922 el boxeador cubano Cesar M. Guzmán, de 130 libras, lanzó un reto a cualquier contendiente que fuera de su peso, para un encuentro en público, a beneficio de los niños rusos. Al día siguiente el reto fue aceptado por el púgil costarricense Johnny Orfila de 118 libras (peso pluma) cruzándose entre ellos una apuesta de una suma regular de dólares. En la pelea actuó como juez don Juan M. Victory. El señor Guzmán entrenaba en su gimnasio del Hotel Cuba, en tanto que el señor Orfila se preparaba en el frontón Beti-Jai en compañía de sus entrenadores Hernán Roa y Roberto Ugalde, que serian sus seconds cuando se efectuara la contienda.8 No se dispone de información acerca de la realización de este evento.

    A las nueve de la mañana del domingo 4 de junio del año en mención se realizó una pelea entre dos jóvenes costarricenses. La contienda se llevó a cabo en el “Gimnasio Carpentier” donde se congregó bastante público. Actuó como Juez de tiempo J.M. Victory y como Juez de lucha Johnny Orfila. En el tercer minuto del primer round Ugalde le propinó a su contrincante un “uper cut” fracturándole un diente. Según el Diario de Costa Rica a raíz de este golpe la pelea perdió interés ya que no se prolongó lo suficiente para que el público conociera mejor este deporte.9

    El domingo 11 de mes antes citado se realizó otra contienda entre Hernán Roa, de 125 libras, y Roberto Ugalde de 135 libras. La pelea se fijo por decisión a los 6 rounds. En otra pelea Roa había vencido a Ugalde por lo que era una pelea de revancha de este último. Al igual que la contienda anterior la lucha se efectuaría en el mismo lugar y la entrada era gratis.10 La pelea fue ganada por Ugalde.11

    El miércoles 11 de junio de 1924 la Gobernación de la Provincia de San José concedió un permiso para que Roberto Jiménez y Juan Orfila construyeran un ring de boxeo. Durante el gobierno del Lic. Julio Acosta García (1920-1924) el boxeo no fue permitido al igual que las corridas de toros.12

    El cronista “Orígenes” se opuso a esta disposición y expuso un artículo titulado: “Cosas de yanquis” del libro de Antonio Zozaya llamado: Por los cauces serenos, en el resalta que: “el hombre no paro el rayo con el puño, sino con la aguja de Franklin; no horado la montaña a topetazos, sino el auxilio de la química; no venció a la gacela a saltos sino discrecionando el vapor. Al cabo de los siglos aún perdura la violencia; pero tiene para subsistir que cubrirse con el manto de la racionalidad”.13

Antonio Zozaya y Jou. Escritor español (1859-1943)

    La respuesta del Gobernador don Rogelio Sotela fue la siguiente: “El boxeo como especulación es infame; pero como deporte, domésticamente, es un estímulo para el perfeccionamiento físico… La Gobernación trabaja duro por el bien de los demás y muy principalmente por la moral; pero no cree que ese ejercicio familiar del boxeo lleve perjuicio. Hay hombres para todo: unos se dedican a orar, otros cantan o escriben versos. Pues señor, que quien desee cambiar unos golpes, sin afán de lucro y con guantes, que los cambie…”14

    Sobre la figura de Rogelio Sotela Bonilla se sabe que fue abogado, escritor y poeta. Siendo Gobernador de San José durante la segunda administración del Lic. Ricardo Jiménez Oreamuno (1924-1928) le tocó contemplar en el Teatro Moderno una pelea donde vio como uno de los boxeadores golpeaba al otro en forma brutal y, como el árbitro se limitaba a mirar y no suspendía la pelea, mientras que el inerme púgil, debido a la golpiza había bajado los brazos y brotaba sangre por todas partes, subiéndose al ring, y alzando el bastón que siempre llevaba, exclamó: “En mi condición de Gobernador, doy por terminada esta pelea”. En esa época cuando uno de los contrincantes estaba golpeando al otro en forma inmisericorde, el árbitro no los separaba, ni podía, como hoy, dar por terminado el encuentro otorgándole el triunfo al púgil que estaba propinando la paliza. Había que esperar que el adversario cayera para contarle los diez segundos.15 El hecho de que las reglas del boxeo de ese entonces permitieran esto influyó para considerarlo como una diversión brutal.

Lic. Rogelio Sotela Bonilla (1894-1943)

    En la noche del sábado 4 de abril de 1925, se llevaron a cabo en el San José Central Stadium ubicado en el Teatro Olimpia tres peleas, la primera entre Luis Portela y Armando Calero ganando el primero por puntos. La segunda entre Manuel Hines y Alfonso Binda la cual ganada por el primero. La última contienda la realizaron los campeones de peso gallo, de Costa Rica, Juan Orfila, y de la Armada Americana de la Zona del Canal, Juan Sánchez Sereno “Serenito”. Esta pelea quedo empatada.16 Como referee fungió el promotor don Manolo Díaz y como anunciador y Time Keeper don Roberto Azuela. Las entradas al lado del ring tenían un valor de dos colones y las de general un colón con cincuenta centavos.17

    En setiembre de 1929 se realizó una pelea sin el respectivo permiso del Gobernador de San José por lo que un periódico nacional acotaba que existían varios aficionados al boxeo empeñados en introducirlo en el país. Pese a que varias personas le solicitaron a esa autoridad el permiso para realizar varias peleas el mismo fue denegado. El gobernador estimaba que si las peleas entre animales – como las de gallos – fueron prohibidas por inmorales, no había razón alguna para permitirlas entre personas. Además, de su criterio personal el funcionario se fundamentaba en la nota No.1047 del 30 de junio de 1914 donde se prohibían las peleas de boxeo por considerarse que reñía con los principios de civilización y de humanidad amén de tildársele como un espectáculo salvaje.18

    La legislación anterior era aplicable a San José – que era la capital y el principal centro de espectáculos deportivos a nivel nacional – sin embargo; no se puede generalizar que en zonas diferentes a la del Valle Central, donde, el control era menor, estas vieran sometidas sus diversiones y costumbres tan fuertemente, demostrándose así lo inacabado del proyecto político-cultural de los gobernantes. En conclusión se tiene que la rudeza con que se ejecutaba el boxeo a principios del siglo XX influyó en las diversas prohibiciones que se emitieron en su contra en Costa Rica durante varios períodos presidenciales, lo que no permitió su desarrollo e identificación a un nivel nacional. Además, el boxeo no recibió un fuerte apoyo estatal durante los años de estudio ya que no permitió crear buena imagen y clientelismo a los políticos como si lo hacía el fútbol.19

Notas

  1. Urbina Gaitán, Chester. “Homogeneizando Culturas. Peleas de Gallos, Corridas de Toros y Estado en Costa Rica (1883-1914)”. En: Revista de Ciencias Sociales. San Pedro de Montes de Oca: EUCR. Año 43. Nº 89, 2000-II. pp.59-67.

  2. Urbina Gaitán, Chester. “La prohibición de la práctica del fútbol en Costa Rica de 1931”. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires: Argentina. Año 16. Nº 156. Mayo de 2011. http://www.efdeportes.com/efd156/la-prohibicion-del-futbol-en-costa-rica.htm

  3. Lobo di Palma, Jorge. “La carrera pedestre por la línea del tren, San José-Puntarenas 1914-1938”. Diálogos. Revista Electrónica de Historia. Vol. 11. Nº 1. Febrero-agosto, 2010. pp. 1-19.

  4. Asociación Costarricense de Boxeo. En: http://www.boxeocostarica.org/p/inicios-del-boxeo-en-costa-rica.html

  5. El Noticiero. 23 de junio de 1906. p.3.

  6. El Correo del Poás. 15 de setiembre de 1910. p.3.

  7. El Noticiero. 6 de abril de 1911. p.3.

  8. Diario de Costa Rica. Sábado 27 de mayo de 1922. Año III. Nº 864. p.7.

  9. ibid. Martes 6 de junio de 1922. Año III. Nº 872. p.4.

  10. ibid. Viernes 9 de junio de 1922. Año III. Nº 875. p.3.

  11. ibid. Jueves 15 de junio de 1922. Año III. Nº 880. p.3.

  12. ibid. Jueves 12 de junio de 1924. Año V. Nº 1475. p.8.

  13. ibid. Miércoles 25 de junio de 1924. Año V. Nº 1485. p.3.

  14. ibid. Jueves 26 de junio de 1924. Año V. Nº 1486. p.2.

  15. Información tomada de: http://rogeliosotela.com/about/

  16. Diario de Costa Rica. Domingo 5 de abril de 1925. Año VI. Nº 1721. p.1.

  17. ibid. Sábado 4 de abril de 1925. Año VI. Nº 1720. p.5.

  18. ibid. Viernes 20 de setiembre de 1929. Año XI. Nº 305. p.5.

  19. Para más información véase: Urbina Gaitán, Chester. Costa Rica y el Deporte 1873-1921. Un estudio acerca del origen del fútbol y la construcción de un deporte nacional. Heredia: EUNA, 2001.

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