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La escritura: un problema latente en los 

estudiantes de la carrera de Cultura Física

 

Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

“Manuel Fajardo”, Facultad Guantánamo

(Cuba)

Lic. Tania Pérez Mompié

yumarkigl@fcf.gu.rimed.cu

 

 

 

 

Resumen

          La habilidad de escritura constituye uno de los aspectos esenciales a tener en cuenta para la formación integral de todo egresado universitario por lo que se precisa potenciar la misma, máxime cuando nuestros educandos reciben la asignatura de Español solo en el primer semestre de primer año de la carrera resultando muy escaso el tiempo para el tratamiento a tan necesaria habilidad durante todo el transcurso de la carrera y por supuesto una vez graduados en su vida profesional. El presente trabajo tiene como objetivo brindar a los docentes herramientas para lograr que los estudiantes desarrollen esta habilidad en cualquiera de las materias del currículo. Con este material se pretende además de enseñar a los estudiantes a que sean cada vez más conscientes de los conocimientos que ponen en juego cuando redactan textos, saber sobre escribir, y que en el mismo proceso lleguen a sentir que se puede hacer, poder de escribir. Que se rompan esquemas que interfieren en el desarrollo del lenguaje escrito, proporcionar la creatividad sin que se pierda el sentido de lo que se quiere transmitir y que por ende llegue el mensaje con la claridad adecuada. Para el desarrollo de este material se utilizaron métodos que ayudaron a detectar las dificultades existentes, dentro del nivel teórico: histórico – lógico, análisis documental, análisis- síntesis; y dentro del nivel empírico: la observación.

          Palabras clave: Escritura. Carrera de Cultura Física. Habilidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 159, Agosto de 2011. http://www.efdeportes.com

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Introducción

    Una de las mayores problemáticas que enfrentan nuestros estudiantes en el desarrollo del idioma es el trabajo con la escritura. Con frecuencia se escucha a los estudiantes plantear “no sé redactar”, “no sé cómo hacerlo”. Un gran número de nuestros estudiantes habla con torpeza, escribe con dificultad, con errores de concordancia, de construcción general y con un vocabulario pobre y vacilante. Lo más preocupante de esto es el poco desarrollo de la habilidad en el uso del lenguaje lo cual refleja una paralela torpeza en el pensamiento. Quien habla y escribe mal, también en su lenguaje interior es confuso y vacilante. La ineptitud al usar el lenguaje frena el desarrollo del pensamiento.

    Hoy en día el propio desarrollo científico- técnico precisa de una constante preparación y actualización de nuestros profesionales donde la búsqueda de información y la comprensión de lo que se investiga deriva en un posterior trabajo de redacción final que conlleva a que se realice de forma eficiente. Por lo que todo lo anteriormente expuesto exige de un encomiable trabajo en aras de preparar a nuestros educandos en el desarrollo de la habilidad de escritura.

    Muchos han sido los métodos empleados para potenciar este trabajo pero aún son insuficientes y se necesita de una continua búsqueda de actividades variadas que promuevan el mismo, eleven el interés y la motivación en nuestros estudiantes para que escriban con más frecuencia y de esta manera lograr que mejoren su ortografía, su caligrafía así como su redacción.

    De manera general lograr una actitud favorable al uso de la lengua escrita, lo que permite una comunicación y expresión más matizadas y fieles al pensamiento que la oral, vencer el rechazo, tan generalizado, al uso de la palabra escrita, no parecen metas sencillas de alcanzarse pero tampoco imposibles de lograr.

    Los momentos actuales precisan la formación integral del futuro egresado que además de ser un buen investigador sepa plasmar de manera clara y precisa el mensaje que quiere trasmitir y que el mismo llegue al que lo lea sin perder el sentido.

    Es por ello que se propone con el presente trabajo hacer un bosquejo de cómo el docente puede darle tratamiento a un aspecto tan importante como es el escribir, redactar lo más adecuado posible y de acuerdo al nivel de enseñanza en el que se encuentra el estudiante.

    Enseñar a escribir no es tarea fácil, pero si lo realizamos de forma sistemática se pueden lograr marcados resultados a medianos y largos plazos, definiéndose diferentes vías, actividades que propicien fortalecer el desarrollo de esta habilidad.

    Todos conocemos de antemano que numerosos son los trabajos independientes en los que nuestros estudiantes tienen que ponerla en práctica, donde tienen que hacer composiciones, ponencias, entre otras cosas, así como hacer valoraciones, emitir juicios, opiniones, todo a través de un informe escrito con su adecuada estructura y redacción.

Desarrollo

Diferentes formas de escritura

    Debemos comenzar planteando que un estudiante debe poseer diversas habilidades en el uso de la lengua escrita, que suponen capacidades específicas, conocimiento del idioma y una actitud favorable a esta forma de expresión, entre ellas podemos mencionar:

  1. Comunicarse por escrito de manera clara, sencilla y eficiente, de acuerdo con las normas del idioma.

  2. Resumir un artículo, un capítulo de algún libro, en general un escrito de mediana complejidad.

  3. Asimilar algunos conocimientos de estructuras y estilos literarios, en forma funcional, para mejorar su estilo de escribir.

  4. Mejorar la primera redacción de un trabajo, cuando no lo encuentre bien, e incorporar a su técnica de escribir esta autocrítica.

    Algo que preocupa hoy a los docentes es el hecho de a una gran parte de nuestros estudiantes les disgustan dos de los principales instrumentos del pensar: la matemática y el empleo consciente de su lengua nativa en forma escrita. Ambos son medios para organizar el pensamiento sobre las cosas y sobre otros pensamientos. Quizás la mejor manera de lograr que estos instrumentos resulten agradables para nuestros educandos sea hacerlos más poderosos en las manos de los que los emplean.

¿Redacción versus composición?

    La primera no es más que el ejercicio de poner por escrito el material recogido en el acto de la invención, elaborado y ordenado en el de la disposición, en tanto que la composición, asimilada a un arte de pensar, entraña el proceso retórico de invención, disposición y elocución. Sin lugar a dudas, composición y redacción se refieren a lo mismo: relacionar el pensamiento con la palabra, organizar mentalmente lo que se quiere decir y comprometerse con unas palabras y sus combinaciones sintácticas.

    A pesar de ello, todos decimos “redactar un resumen”, “redactar un informe”, un acta y no parecería conveniente usar en tales casos el verbo componer. Ahora bien, si quisiéramos mantener la distinción entre la composición y la redacción, deberíamos observar que “componer” hace pensar más en la invención y disposición y “redactar” en el ordenamiento lingüístico y su definitiva organización en palabras y oraciones. La enseñanza de la lengua escrita pondrá énfasis en ocasiones en la creación- en un trabajo libre donde el alumno pueda crear- y en otras ocasiones en la elaboración del párrafo, en la estructura lingüística. No obstante es inútil el querer separar la composición de la redacción, ya que ambas están indisolublemente relacionadas

    Hoy ambos términos se conocen por composición y expresión escrita, para referirse lo mismo a la elaboración de un resumen, que de un informe o ponencia.

Composición creadora

    El estudiante debe tener la oportunidad de escribir de manera creadora, con cierta frecuencia, sobre los temas que más le interesan y en la forma que mejor estime conveniente; pero a su vez, debe recibir orientación específica sobre la elaboración de ciertos tipos de composiciones formales: informes, cartas, etc.

    La composición creadora al enfatizar en la invención, obliga al estudiante a buscar en su experiencia o fantasía, a ser originales, claros, etc.

    Se debe considerar dentro de este tipo de composición trabajos diversos como los que a continuación mencionamos:

  1. Las composiciones de tratamiento original y libre sobre un tema común para todo el grupo o elegido individualmente.

  2. Los trabajos sobre obras leídas en forma de comentarios o ensayos personales.

Composición libre

    La misma permite formar la personalidad del estudiante, ya que en el desarrollo de los temas íntimos le va dando el perfil de sus predilecciones y el cuadro de valores y principios en la forma que él los ha asimilado. La composición libre es sencillamente eso, una composición libre, algo semejante en pequeño y con la modestia del trabajo docente, a lo que hace el escritor original. Es importante empezar por lo que se hace y no por lo que se enseña o sea después que se escribe una composición, comienza en verdad lo que se le puede enseñar al estudiante. Es además de relevante importancia la crítica colectiva, pues de ella cada estudiante sacará sus conclusiones particulares y la apropiación de normas y nuevas estructuras, lo adecuado de algunas expresiones, los recursos que permiten la comprensión de lo que se quiere trasmitir, que potencian la expresión y matizan además con diversos tonos el lenguaje.

    Existen aspectos de vital importancia como son:

  • La motivación para escribir.

  • La estructura de la composición.

  • La crítica de los trabajos.

    En la primera el estudiante comprobará que al escribir sobre algo que realmente le compete, le agrada, surgen las ideas, palabras con más facilidad. Si el profesor desatiende la motivación para escribir, la clase puede ser improductiva. Es por eso que si el profesor propone a sus estudiantes para la composición temas abstractos sobre los cuales el estudiante tiene muy poca información, conduce a trabajos fríos sin vida y a algo peor, a consolidar la falsedad y la referencia vaga como procedimientos de composición. Es posible permitir que cada estudiante escoja el título de su composición, pero sería conveniente en algunas ocasiones, para que sea más efectiva la crítica colectiva y se traduzca fácilmente en la autocrítica funcional de cada estudiante, es de ayuda ponerse de acuerdo todo el grupo en un determinado tema o título, o dos o tres, de los cuales cada estudiante seleccionará el que más le agrade. Esto en nada limita la espontaneidad ni le hace perder el carácter de libre a la composición. Si los temas que se sugieren son interesantes, la elección de más de un tema para todo el grupo más que limitar, facilita la creación. Los temas sugeridos que muevan lo afectivo e inciten al alumno a expresarse espontáneamente y con originalidad, dentro del marco de su realidad, resultan ser un estímulo para escribir.

Estructura de la composición

    Una composición no es una suma de oraciones que se agrupan en un párrafo. El que escribe debe saber dónde termina cada párrafo y cómo usar los signos de puntuación de forma que su pensamiento pueda ser bien entendido, debe elaborar un buen párrafo final, adecuado para el efecto que se propone.

    Una de las vías que ayudan en el trabajo con la escritura de una composición sería la redacción colectiva y que la misma se haga en la pizarra, estas pueden ser dos o tres composiciones de manera que los estudiantes las analicen y puedan observar la gradación, la claridad, la puntuación, el final. Esta variante resugiere para las primeras clases lo cual propiciará que los estudiantes aprendan:

  • Que el trabajo debe tener una organización.

  • Que existen variados recursos para expresar lo que se quiere decir, y que todos no son en cada caso apropiados.

  • Que la puntuación ayuda a que otros entiendan lo que uno quiere decir con la entonación aproximada y las pausas con que lo quiso expresar.

  • El alumno puede hacer un boceto de su composición, de manera que disponga de una primera organización del pensamiento expresable.

  • Otros estudiantes pueden escribir directamente el trabajo.

    En el caso de los estudiantes que realizan sus bocetos no requieren copiar oraciones completas sino auxiliarse de frases y palabras claves, las cuales le permiten anticipar un orden y algunas ideas, y admiten además tachaduras y adiciones.

    Durante este trabajo el profesor puede acercarse a los alumnos para tener una idea de cómo marcha el proceso.

Valoración del trabajo

    Este es un aspecto de importancia por cuanto es el momento en que se hace una crítica de lo realizado, aunque algunos docentes hacen una exhaustiva revisión de lo realizado por los estudiantes y consideran que todas las faltas han de ser señaladas por ellos mismos, sin embargo este redunda en una pérdida enorme de tiempo y por ende en una ineficacia en el aprendizaje. Esta práctica tiende hacerse mecánica y propicia la aparición de nuevos errores, lo que complicaría un tanto la revisión.

    Se ha demostrado que una crítica estimulante da mejores resultados que una detallada y severa, esto cuando se hace de forma oral. La que se realiza en la pizarra es una verdadera clase de redacción y la misma debe realizarse de de forma impersonal, sin tener que evaluar mediante la misma el trabajo.

    La crítica de los trabajos contribuye a fortalecer el juicio y valoración crítica de los estudiantes y posibilita mejorar la redacción de los estudiantes en la forma de expresión propia de cada uno. Además esta vinculación de todo el grupo con lo que ha escrito cada estudiante le permite a este aprovechar las experiencias y juicios de los otros, apropiarse de los conocimientos y alcanzar las habilidades que colectivamente parecen necesarios. Esto ayuda también a lograr el trabajo grupal, la crítica colectiva y que esta modifique hábitos y habilidades y proporcionar conocimientos necesarios y aprovechables por cada alumno. Todo esto debe el profesor realizarlo de forma paulatina ya que conduce a aprender a pensar tanto como a hablar y escribir.

    Se sugiere que las mejores composiciones sean archivadas y al terminar el curso, resultan muy útil para comparar el progreso que se ha ido obteniendo.

Autocrítica funcional

    Cuando el alumno realiza su composición, esta primera redacción no va estar exenta de errores y esto conduce inexorablemente a una actitud altamente educativa: la inconformidad por esos errores cometidos. El deseo de mejorar lo hecho, de ajustar la palabra al pensamiento, conduce a la reelaboración de los párrafos, a la corrección de vocablos, etc. Aquí juega un papel importante el uso del diccionario.

    A partir de la crítica colectiva el estudiante debe repetir su trabajo con lo aprendido, es a esta actitud de inconformidad, el afán de perfeccionamiento sin extremos, a lo que se llama autocrítica funcional. Una buena técnica para el desarrollo de la misma es de luego de concluida la crítica colectiva, que cada cual revise nuevamente su trabajo. Deben realizarse varias revisiones, tantas como sean necesarias, este hábito propicia ganar en la calidad de lo que el alumno escribe.

Escribiendo un párrafo

    Una de las actividades que con más frecuencia realizan nuestros estudiantes en este nivel a través de los trabajos independientes que se les orientan por las asignaturas que reciben en el año es precisamente la redacción sobre lo leído ya sea de un párrafo o de varios. Ahora bien, en muchos casos los docentes no brindamos las herramientas necesarias para que los estudiantes logren una adecuada redacción y ganar en aspectos esenciales de la escritura. Es recomendable realizar este trabajo en la pizarra comenzando con una oración que exprese un tema, y a partir de esta los estudiantes elaboren en conjunto otras que apoyen la primera con elementos y detalles relacionados con la misma. Es meritorio señalar que se debe dejar bien definido el propósito del párrafo o sea si se va a definir, argumentar, narrar, etc. Se recomienda que se deje libremente a los estudiantes para que relacionen la oración principal con las que ellos entiendan que son las más adecuadas de las que se han ido exponiendo en la pizarra, corrigiendo o agregando los vocablos que quieran. Se le debe prestar atención al ordenamiento de las oraciones que apoyan la primera – las cuales amplían, esclarecen o le dan un matiz a esa idea.

    Una vez que todos los estudiantes hayan terminado, se precisa de leer numerosos párrafos y que los estudiantes les hagan la crítica de manera que se gane en el mejoramiento de la redacción.

    Se hace necesario que este trabajo se realice de manera sistemática hasta lograr que los estudiantes adquieran la habilidad con el trabajo de redacción y por ende se eleve la calidad de los escritos que realicen nuestros estudiantes en diferentes momentos.

    Este trabajo se sugiere que se mantenga su control y análisis de forma oral para que se escuchen sus errores y en la pizarra para que puedan observar el resultado final del producto y de esta manera continuar enriqueciendo el desarrollo de la habilidad revirtiéndose en calidad al trabajar de forma independiente sin la ayuda del docente.

Evaluación del lenguaje escrito

    La evaluación es un aspecto de gran importancia y a la que hay que prestarle una adecuada atención, podemos mencionar que existen dos instancias al evaluar y son el diseño de la tarea y la calidad de lo producido a la luz de la tarea en cuestión.

    Con respecto a lo antes mencionado, la primera relacionada con el diseño no es más que el tener en cuenta las etapas que conlleva la misma: planificación, desarrollo y evaluación. Ahora bien, la evaluación de la calidad se realiza de diversas maneras teniendo en cuenta el propósito que se persigue con el escrito que se orienta por el docente. A nuestro juicio si queremos potenciar la escritura en nuestros estudiantes debemos evaluar el trabajo desde una óptica organizacional, estructural guiando el proceso de corrección y revisión del texto escrito como ya anteriormente planteamos de forma oral y escrita en la pizarra, que los estudiantes observen en qué se equivocaron, el conocimiento de los errores es válido tanto para hablar como para escribir. A pesar de que se necesita del pensamiento para ambas acciones, generalmente nos esforzamos más para escribir que para hablar, ya que el escribir queda y puede ser leído por varias personas. Todo lo anterior debe ser llevado a cabo hasta que los estudiantes demuestren la habilidad adquirida y aquí se tendría en cuenta aspectos que también son de vital importancia como la coherencia, cohesión de las ideas que se redactan a partir de una idea temática o por libre elección.

    Teniendo en cuenta la importancia que se le concede a la ortografía a través de la circular 01, se puntualizará también en este aspecto. No obstante de forma general se enfatiza en el control de la destreza que poseen nuestros estudiantes para: el desarrollo de un razonamiento lógico, la formulación de las ideas relacionadas con la tarea asignada, la organización de las ideas de acuerdo a la categoría de principales o secundarias de forma coherente, pero siempre enseñándole como hacerlo antes que evaluarlo, pues con regularidad los docentes controlan lejos de mostrarle las vías para llegar a cumplir el objetivo trazado.

    Las constantes transformaciones que se vienen operando hoy por hoy en nuestra sociedad precisan de un cambio en la mentalidad de nuestros docentes de manera que los estudiantes no se vean controlados con estructuras rígidas que no permiten el desarrollo del sentido de creatividad de los mismos. Esto a modo de ver de las autoras constituye una vía para desinhibir el desenvolvimiento de nuestros estudiantes frente a las tareas que les orientamos y propiciaría que los mismos redacten de acuerdo a sus intereses, motivaciones, no obstante se les indique tópicos de otra índole teniendo en cuenta el contenido de las diferentes asignaturas que reciben en el año.

    El papel del docente en los inicios es el de guiar al estudiante por pasos a llegar a redactar con la calidad requerida, es por ello que en esta etapa no se debe centrar la atención en el resultado final sino en la forma en la que los mismos llegan al escribir. El trabajo grupal es una forma de lograr este objetivo cuando estamos dándole tratamiento a la habilidad aún cuando al final la evaluación sea de manera individual. Con todo lo anteriormente expuesto se hace énfasis en que se le de un verdadero tratamiento al trabajo con el lenguaje escrito si queremos realmente lograr que nuestros estudiantes desarrollen de forma eficiente la misma conociéndose de antemano el rechazo que muestran los estudiantes cuando se les orienta redactar algún escrito.

Conclusiones

    Al expresarnos, no siempre se hace oralmente. En muchos casos nos servimos de la palabra escrita. Por tanto, se precisa de saber escribir y de hacerlo correctamente. Los escritos al no estar la persona presente, hablan por ella, son sus embajadores por lo que hay que hacerlo de manera adecuada. El escribir exige qué decir y cómo decirlo, tanto en contenido como en forma.

    Enseñar a escribir no es una tarea fácil de lograr y requiere de un tratamiento sistemático. La falta de ejercicio en la lengua escrita provoca un empobrecimiento del pensamiento, que cuando se estimula a que se realice de manera espontánea se obtienen resultados sorprendentes.

    Es tarea del docente la búsqueda de variantes que propicien elevar la habilidad de nuestros estudiantes para redactar cualquier escrito que se le oriente y en los inicios no inhibir a los mismos con estructuras esquemáticas.

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