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El deporte y la educación física: influencia social y cultural del hombre

 

Licenciado en Actividad Física y Deporte

(Argentina)

Germán Ruggio

germanruggio@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

          La teoría y la práctica del Deporte y la Educación Física han sufrido variaciones dentro de la historia reciente. La búsqueda de respuestas ideológicas, métodos de entrenamiento y técnicas que ayuden al progreso deportivo enfocados hacia la mercantilización del área ha provocado un desfasaje arbitrario entre la práctica, la sociedad, los beneficios y el propio hombre. Se propone una visión crítica de la influencia de la Educación Física y el Deporte, sobre el desenvolvimiento cultural y social del hombre y hacia donde están pensados la evolución y el progreso deportivo.

          Palabras clase: Iniciación deportiva. Progreso deportivo.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 16 - Nº 158 - Julio de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Desarrollo

1.     La educación física y el deporte = iniciación deportiva

    Los distintos diseños curriculares de sistema educativo nacional y provincial, en todos sus niveles, integran al deporte entre los contenidos de Educación Física.

    Jacques Florence (1), asegura que la gestación del deporte moderno y/o en conjunto se dio en el ámbito escolar de Gran Bretaña, más precisamente en la Plubic Schools, ligada a las ideas capitalistas industriales y a la filosofía política del liberalismo. La educación básica hacia el tercio del siglo XIX, se caracterizaba por el abuso y la tiranía por parte de los docentes; un sistema de prefectos que establecía actos de crueldad de los alumnos mayores sobre los más jóvenes; donde se reprimían las prácticas sexuales y la más completa independencia para administrar del tiempo libre por parte de los alumnos.

    La reforma educativa en Gran Bretaña, entre otros aspectos generales, se ocupó del tiempo libre de los jóvenes, para cuyo fin se institucionalizan los juegos populares, surgiendo así el deporte moderno. De ahí que se hable del deporte como nacido en y para la escuela, puesto que la tendencia de limitar la autonomía en el uso del tiempo libre y el paralelo encierro y control de actividades, provocó la resistencia de los jóvenes materializada en forma de múltiples rebeliones.

    El deporte vino a paliar esta situación ya que si bien el encierro (colegios de pupilos) continuaba, los alumnos mantenían su tradicional potestad con relación al tiempo libre. En ejercicio de esta autonomía, es como se comienzan a trasformar los antiguos pasatiempos o juegos populares en los modernos deportes como el fútbol o el rugby logrados a través del fruto de discusiones y debates asamblearios en relación a las normativas, las técnicas y las tácticas de dichos deportes. Así los juegos populares, devenidos en deportes de conjunto moderno constituyen un verdadero medio educativo, basándose en las lecciones morales para formar el carácter de los futuros dirigentes sociales en el esfuerzo, el cooperativismo, la unidad grupal y el sacrificio individual por una causa común; como también la exaltación del coraje y la virilidad como garantía de llegar a un objetivo determinado.

    La iniciación deportiva supone un proceso de enseñanza-aprendizaje seguido por el individuo para la adquisición del conocimiento y la capacidad de ejecución práctica de un deporte, desde que toma contacto con él hasta que es capaz de practicarlo con adecuación a su técnica, su táctica y su reglamentación. La iniciación deportiva supone también un aprendizaje no solo de contenidos conceptuales y procedimentales sino actitudinales.

    La iniciación deportiva muestra dos campos de operación:

  • Uno dedicado al éxito de la competencia deportiva, propio de los deportes de elite;

  • Otro inspirado en la práctica educativa y enmarcada en un proyecto curricular.

    Desde el punto de vista educativo, la iniciación deportiva posee algunas características determinadas que son:

  • Participación abierta de todos los alumnos sin ningún tipo de discriminación

  • La búsqueda de objetivos más amplios que las meramente motrices como son los cognitivos y los de inserción social.

  • Las actividades no están condicionadas por los propósitos educativos, siendo un proceso independiente.

    En consecuencia, la iniciación deportiva en el contexto educativo, debe suponer una conciencia crítica de lo que significa la práctica deportiva a través de una reconstrucción del conocimiento que evidencia aquellos elementos negativos que el deporte elitista y profesional encierra

2.     Los deportes: análisis sociológico de un momento histórico: el progreso deportivo

    El doctor brasileño en Ciencias del Deporte Valter Bracht (2), afirma que el deporte debe pensarse como un fenómeno socio-cultural moderno. Esta manifestación social llamada deporte se ha institucionalizado. Es un campo con prácticas específicas que proviene de regular las acciones corporales en torno a las normas y reglas producidas por un conjunto de individuos nucleados en una asociación deportiva.

    El deporte posee cierta independencia, cierta autonomía propia para mutar y desarrollarse, pero a sus vez la práctica corporal del hombre esta inserta en un contexto socio-histórico que influye directamente en el desarrollo del mismo.

    Los autores norteamericanos Elías y Dunning (3), señalan que en el campo deportivo debe pensarse en la consolidación de la elite inglesa y el consecuente desarrollo tendiente a disciplinar los cuerpos sociales. Se reemplazaron los juegos populares por los deportes en las escuelas de la burguesía inglesa, fundados bajo la delimitación de las acciones de los cuerpos ubicados en un tiempo y un espacio normado, sancionando las inconductas, premiando las actitudes positivas y los logros.

    Otro rasgo importante del deporte es la funcionalidad social que cumple. Podríamos afirmar que en sociedades altamente individualistas el deporte tiene una función complementaria, la de proporcionar ejercicios físicos a la poblaciones de ocupaciones sedentarias que poseen insuficientes oportunidades para la actividad física.

    En sociedades con mayor variabilidad en las diferencias socioeconómicas, el deporte ofrece una mayor diversidad de actitudes recreativas, como espectador, ya sea pensada para producir un descontrol controlado y expresar emociones, o como descarga emotiva. Este tipo de sociedades aprecia al deporte como el espacio de legitimación de liderazgo que ofrece, ya que por lo general este espacio, corresponde a los más hábiles y fuertes, recayendo sobre estos individuos el rol de mando y orden sobre sus pares.

    Otro elemento a analizar del campo deportivo, es la distancia social que genera el practicar ciertos deportes. Encontraremos deportes cuya práctica implica una inversión, un estatus social, por ejemplo el tenis, el golf, la navegación y otros que otorgan a los practicantes un plus de valor social, y los que no involucran una inversión determinada, como el fútbol o el básquet, denominados deportes populares.

    Sociológicamente el deporte tiene un carácter oposicional por naturaleza, es decir, el hecho de ser una lucha por el triunfo entre dos o más individuos o equipos, lo que explica su preeminencia como centro de la identificación colectiva. Esto significa que se presta a la identificación de grupos, más exactamente a la formación dentro del grupo y fuera del grupo o a la de nosotros como grupo y ellos como grupo, en una variedad de niveles tales como los de la ciudad, región o país.

    Este concepto de nosotros y ellos produce una presión social que se ejerce sobre los deportistas en todos los países del mundo para que se esfuercen por ganar en las competencias internacionales. Este es otro factor que incide en la degradación del elemento lúdico del deporte, causando que los gobiernos intervengan en el deporte, produciendo e influyendo más en la teoría de que “es la patria y nos jugamos la vida de la patria”.

    Desde este último punto, al igual que el Profesor de Educación Física brasileño Manuel Sergio (4), me pregunto ¿Cuál es el rumbo del deporte? ¿Cuál es la finalidad del espectáculo? ¿Qué, es en definitiva, el progreso deportivo?

    Podríamos afirmar, siguiendo a Manuel Sergio, que hoy en día el progreso deportivo esta a la vista de todos, representado por la rentabilidad de la industria deportiva, es decir:

  • que aumente el numero de participantes, en el ocio, en la escuela y en el deporte federado;

  • que se construyan mejores lugares para entrenar en la alta competencia, para conseguir records mundiales y altos rendimientos en las competencias internacionales;

  • que el gobierno canalice fondos para el Comité Olímpico y las Federaciones;

  • que el gobierno capacite a sus técnicos en Deporte Escolar siendo éstos el primer eslabón de la cadena deportiva;

  • que se estimule a las Asociaciones locales y regionales; que se estimule las competencias nacionales a través de medios masivos de comunicación;

  • que se creen y equipen más centros de Medicina deportiva;

  • que se creen Centros regionales de Deportes de Alta Competencia apuntando a que sus réditos deportivos incentiven el seguir invirtiendo en este progreso.

    Contraponiéndose a esta realidad, existe el continuo bombardeo publicitario, en la continua búsqueda del hallazgo de otra figura, que por su rendimiento físico y sus proezas deportivas, sin descanso, se convierte en un robot esclavo de su cuerpo, para que se pueda promover la industria y poder seguir hablando de progreso deportivo.

    Bajo esta realidad de explotación y trabajo esclavo, tendríamos que volver a preguntarnos, desde nuestro lugar de Profesores de Educación Física, ¿qué es el progreso deportivo?

    Ante esto, mi respuesta es que el progreso deportivo no debe limitarse al crecimiento del número de practicantes; ni a la consecución de extraordinarias aptitudes y habilidades físicas, ni al aumento visible del número de espectadores apasionados; ni a las competencias desenfrenadas, o a la rivalidad sin frenos; ni al implacable deseo de dominio o al infantilismo de los practicantes; o al despotismo de los dirigentes o la inmovilidad de las mentalidades; o utilizar el triunfo como justificación de los métodos para obtenerlos. Eso, sin duda no podría llamarlo progreso deportivo.

    Sólo hay progreso deportivo cuando la calidad preside a la cantidad; cuando al tener se le antepone el ser.

    Por lo tanto, es importante que a través del deporte se alcance:

  1. Salud y aptitud, es decir, la capacidad para superar con bienestar lo más perfectamente posible los obstáculos de la competencia deportiva y de la propia vida cotidiana.

  2. El Deporte debe convertirse en el espacio donde los practicantes aprendan a comulgar con su cuerpo, con su espíritu, con su alma, con la naturaleza y con la comunidad social, en definitiva aprenda a ser mejor ser humano.

  3. Inculcar a los practicantes la reflexión desde un espíritu crítico frente a la realidad cultural y social en la que viven y se desarrollan.

  4. Reconocer en el deporte un práctica trasformadora del ser humano, de la sociedad y de la historia social, económica, política y cultural de mundo.

Conclusión

    En este nuevo paradigma ideológico del siglo XXI, nos encontramos en un momento fundamental para cuestionar al Deporte y la práctica de la Educación Física formal, los cuales están influenciados por la biología, el capitalismo y el mercantilismo de las sociedades avanzadas, ofreciendo en contrapartida la práctica informal de deportes, como la tendencia mundial de la educación física, como una actividad de prevención de enfermedades.

    Hoy el deporte espectáculo ha mercantilizado la actividad y se ha adueñado de la palabra progreso.

    El negocio no hace al deporte. El deporte está, y algunos hacen negocio con él. Son dueños de la industria deportiva, que copan las ciudades con cadenas de indumentaria y accesorios complementarios para desarrollar la actividad.

    Cada deportista no debe ser esclavo del negocio, (Mundial de Francia 1998, final Francia vs. Brasil), de la publicidad y de su nuevo status social. Ronaldinho no es el “peinado” a seguir porque vende shampoo en una propaganda.

    Contrapuesto a esta idea, podríamos hacer hincapié en las generosidad de la práctica de la actividad física - deportiva informal (fútbol con amigos o ligas amateurs, práctica grupal de gimnasios o grupos de caminatas aeróbicas) subrayando que esta actividad ocupa hoy un lugar fundamental en el conjunto de diversiones de la humanidad, por su poco valor económico y sus beneficios sobre la salud.

    Pero podríamos preguntarnos: ¿porque la actividad física - deportiva despierta la fascinación masiva? (Recordemos la cantidad de ligas amateur que existen y que cada fin de semana tras fin de semana practican futbol, voley, o pedestrismo). El factor central, creo yo, lo lleva la competencia, esa sensación que provoca la adrenalina al medirse frente a otro contrincante/compañero ante los mismos factores de ludicidad, de juego.

    Los nuevos lazos de la deportividad argentina debemos construirlo desde otras representaciones teóricas y otras miradas filosóficas, que están arraigadas en el corazón de lo social, de la praxis popular, desde nuestra práctica cotidiana en los campos de deporte, desde nuestra intervención social. Debemos pensar en vivir como prioridad absoluta y desde esa experiencia, la construcción de la historia de la enseñanza física, la construcción del deporte nacional.

    Desde una mirada más amplia, la Asociación de Psicología Deportiva Argentina5, ratifica en sus publicaciones anuales, los principios que benefician la práctica continua y asidua del entrenamiento físico deportivo:

  • El mejoramiento del estado psíquico

  • El incremento del proceso de maduración psicológica

  • El desarrollo psicomotor

  • La adaptación a las distintas circunstancias de la vida diaria

  • El beneficio de la conciencia de grupo

  • La gran capacidad de aprendizaje continuo

  • La identificación con un grupo, un lugar, el sentido de pertenencia

  • El mejoramiento de la autoestima

  • La disminución del estrés

  • La disminución de la ansiedad

  • La disminución del consumo de sustancias adictivas

    Siguiendo al español Juan Antonio Ros Fuente (5), que nos habla de la actividad física como una medicina fantástica. Tomando una cita textual (pág. 33) “…estamos sin duda ante la mejor medicina del siglo XXI, la actividad física es una medicina natural, que previene y combate las enfermedades:

  • Aumenta el tamaño y capacidad del corazón.

  • Desciende la frecuencia cardiaca.

  • Disminuye la tensión arterial.

  • Aumenta el número de glóbulos rojos.

  • Mejora la circulación venosa y previene las varices.

  • Incrementa la capacidad pulmonar.

  • Aumenta la lipólisis (consumo de grasas).

  • Regula el nivel de grasas en la sangre (colesterol, triglicéridos…).

  • Incrementa la tonificación muscular

  • Aumenta el consumo máximo de oxigeno

  • Mejora la función inmunológica

  • Previene y mejora, en caso de padecerse, un gran número de enfermedades tales como: las enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, determinados tipos de cáncer (colon, mama...), enfermedades mentales (depresión, Alzheimer)...

    Es válida, según la dosis, para cualquier edad, se puede tomar en cualquier lugar (en casa, en la calle, en centros deportivos…) y además nos ayuda a vivir más y mejor. ¿Hay quien de más? Sin duda estamos ante la medicina fantástica…”

    Por último, el progreso del área esta asociado a la búsqueda de la corporeidad colectiva e individual de una sociedad como parte del universo, es decir, una persona que desarrolla una actividad física, que interactúa con su cuerpo y con el entorno, dejando de lado el significado socio-cultural que envuelve la práctica deportiva, esta buscando quebrar la simbiosis de su organismo para lograr el equilibrio total del mismo y mejorar su calidad de vida.

Bibliografía

  1. FLORENCE, J. “Tareas significativas de la Educación física”. Publicaciones INDE. 2000

  2. ELÍAS, N.; DUNNING, E. “Deporte y ocio en el proceso de civilización”. Fondo de Cultura Económica. México. 1996

  3. BRACHT, V. “Educación Física y Aprendizaje Social”. Editorial Vélez Sarsfield.1996.

  4. SERGIO, M. “¿Qué es el progreso deportivo?”. Instituto Piaget. Lisboa. 2001.

  5. ROS FUENTES, J.A. “Actividad Física + Salud. Hacia un Estilo de Vida Activo”. Diseño y maquetación: Joaquín Marín Losada. 2008.

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