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Conflictos y alianzas entre hinchadas argentinas: apuntes metodológicos 

para el testeo de hipótesis mediante Análisis de Redes Sociales

 

Facultad de Filosofía y Letras

Cursando Licenciatura en Ciencias Antropológicas

y Profesorado en Antropología y Arqueología

Javier Sebastian Bundio

negroel_8@hotmail.com

(Argentina)

 

 

 

 

Resumen

          Este trabajo presenta el estado actual de una investigación más amplia que intenta aplicar el análisis de redes sociales al estudio del conflicto y las alianzas entre las hinchadas de fútbol argentinas. Creemos que estos grupos sociales se relacionan mediante una red social de enemistades y amistades que atraviesan todo el territorio nacional. La importancia de este trabajo radica en que, si bien tenemos un conocimiento de las relaciones que mantiene cada hinchada entre sí, desconocemos la forma global que adquiere ese entramado de relaciones. Y aunque las etnografías de hinchadas de fútbol han dado cuenta de los principios organizadores básicos de estos grupos sociales, no hemos sido capaces de articular esas particularidades en un marco global que tenga en cuenta a todas las hinchadas y a la dinámica general de la red que conforman. Entender esa dinámica implica plantear que "la estructura existente (de la red) sólo se puede comprender de forma adecuada en términos de la naturaleza de los procesos que condujeron a ella" (Watts, 2006). Para el presente trabajo nuestros objetivos son, por una parte, reflexionar sobre cómo la aplicación de una perspectiva reticular (de red) al fenómeno de las relaciones entre hinchadas de fútbol puede contribuir al conocimiento de ese fenómeno al sortear obstáculos insuperables desde otras perspectivas, en donde se ha reconocido la dificultad de “cartografiar” el mapa de las enemistades y amistades (Garriga Zucal, 2002). Por otra parte, mostrar que el ARS puede ser una importante herramienta validadora de hipótesis derivadas de otros estudios en ciencias sociales, que a su vez funciona como una heurística para el descubrimiento de los factores que influyen en la estructura de las relaciones sociales existentes.

          Palabras clave: Análisis de Redes Sociales. Mundo pequeño. Hinchadas. Enemistades. Amistades. Fútbol argentino.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 155, Abril de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Las hinchadas de fútbol argentinas han sido objeto de importantes investigaciones etnográficas en los últimos años. Sin embargo no existen trabajos que tomen al conjunto de las hinchadas como objeto de estudio. El tamaño del campo desanima todo intento de relevamientos estadísticos de amplitud. Sin embargo creemos vislumbrar un fértil campo de análisis donde nuevos enfoques teóricos y metodológicos pueden ayudar a testear hipótesis ya formuladas dentro de otras perspectivas y a descubrir nuevas líneas de indagación.

    Este trabajo presenta el estado actual de una investigación más amplia que intenta aplicar el análisis de redes sociales al estudio del conflicto y las alianzas entre las hinchadas de fútbol argentinas. Creemos que estos grupos sociales se relacionan mediante una red social de enemistades y amistades que atraviesan todo el territorio nacional. La importancia de este trabajo radica en que, si bien tenemos un conocimiento de las relaciones que mantiene cada hinchada entre sí, desconocemos la forma global que adquiere ese entramado de relaciones. Y aunque las etnografías de hinchadas de fútbol han dado cuenta de los principios organizadores básicos de estos grupos sociales, no hemos sido capaces de articular esas particularidades en un marco global que tenga en cuenta a todas las hinchadas y a la dinámica general de la red que conforman. Entender esa dinámica implica plantear que "la estructura existente (de la red) sólo se puede comprender de forma adecuada en términos de la naturaleza de los procesos que condujeron a ella" (Watts, 2006).

Ilustración 1. La Gloriosa de la Plaza Butteler, barra brava del club

San Lorenzo de Almagro y objeto de estudio de nuestra tesis de licenciatura

    Para el presente trabajo nuestros objetivos son, por una parte, reflexionar sobre cómo la aplicación de una perspectiva reticular (de red) al fenómeno de las relaciones entre hinchadas de fútbol puede contribuir al conocimiento de ese fenómeno al sortear obstáculos insuperables desde otras perspectivas, en donde se ha reconocido la dificultad de “cartografiar” el mapa de las enemistades y amistades (Garriga Zucal, 2002). Por otra parte, mostrar que el ARS puede ser una importante herramienta validadora de hipótesis derivadas de otros estudios en ciencias sociales, que a su vez funciona como una heurística para el descubrimiento de los factores que influyen en la estructura de las relaciones sociales existentes. (Miceli y Abeledo, 2008).

¿Qué es una hinchada y cómo se relacionan?

    Toda investigación sobre hinchadas debe necesariamente hacer referencia a la conceptualización que Archetti hace de ellas (Alabarces, 2004). Las hinchadas constituyen grupos sociales cuyos miembros mantienen una fuerte identificación con un club de fútbol y una pertenencia territorial fundamentalmente municipal. El barrio, y más específicamente, el estadio, funcionan como centros espaciales y simbólicos a partir de los cuales se organizan las prácticas de los agentes. La identidad barrial sirve como andamiaje para este tipo de identidades locales (Ibid.). A partir de la pertenencia territorial se define un territorio propio y uno rival, de manera que la alteridad es concebida en términos territoriales. Debe distinguirse la hinchada militante del resto de los simpatizantes. Las hinchadas militantes son grupos organizados de simpatizantes que mantienen relaciones afectivas con el club y que se caracterizan por su militancia, es decir, por organizar activamente una coreografía en el contexto del partido y manifestar fidelidad concurriendo activamente a los encuentros. La hinchada militante está formada por bandas, que son grupos más pequeños con una pertenencia territorial restringida a lugares específicos dentro del barrio como las plazas o las esquinas (Dodaro, 2006). La hinchada militante se organiza alrededor de un núcleo central conocido como la barra. A diferencia de la hinchada militante, la barra mantiene relaciones económicas con el club o con cierto sector de la dirigencia.

Ilustración 2. Ilustración del concepto de Hinchada basada en Alabarces (2004). La hinchada se compone de barras, militantes 

y espectadores. La distribución en el gráfico simula la distribución en la tribuna popular local de cada uno de los sectores

    El aguante es la categoría nativa que organiza las prácticas sociales de las hinchadas. Alabarces sostiene que el concepto remite a una estética que exalta el cuerpo masculino resistente como forma de belleza, una ética que funciona como categoría moral que permite entender el mundo y categorizarlo en amigos y enemigos, y una forma de nombrar al código de honor que organiza al colectivo y a sus prácticas (Alabarces, 2004). En éste último sentido, el aguante es un principio organizador de la vida grupal, que delimita una forma de honor y de vergüenza, funcionando como un mecanismo que mediante las prácticas violentas permite una competencia por el honor (Moreira, 2006b). Las posiciones de liderazgo al interior de la barra solo puede conseguirse y mantenerse mediante la práctica violenta ya que sólo mediante ella se es capaz de demostrar la posesión del aguante (Garriga Zucal, 2007). El aguante constituye el concepto central de una cultura compartida por las hinchadas, organizada para dar sentido y legitimidad a las prácticas violentas. (Alabarces, 2004).

    Las enemistades entre las hinchadas pueden ser pensadas como una forma competencia para probar la posesión del aguante (Ibid.). Esta competencia se manifiesta simbólica y coreográficamente en el contexto del partido pero la forma principal que adquiere la enemistad entre hinchadas militantes es mediante las prácticas violentas. Esta competencia lleva a una secuencia de desafíos y contradesafíos que pueden desembocar en una relación de reciprocidad negativa (Moreira, 2006b). De esta manera las hinchadas hacen de la rivalidad futbolística un antagonismo recíproco entre grupos.

    Las amistades, en cambio, suponen una suspensión momentánea de las manifestaciones de rivalidad, la ayuda mutua en los combates, el intercambio de dones como las camisetas y banderas, y ritos de comensalidad compartida (Moreira, 2006a). La formación de una amistad se produce por distintos motivos, siendo uno de ellos la existencia de un enemigo común entre ambas hinchadas (Ibid.). Por eso las amistades pueden entenderse como un tipo de alianza estratégica entre grupos sociales, ya que su objetivo es fundamentalmente enfrentar a un enemigo superior numéricamente o superior en capacidad combativa (Garriga Zucal, 2002)

    Podemos entender la manera en que las hinchadas se vinculan remitiéndonos a la Teoría Realista del Conflicto Social, elaborada por el matrimonio Sherif (Sherif y Sherif, 1961). Estos investigadores han tratado ampliamente las relaciones intergrupales, recopilando en varios trabajos los datos del famoso experimento de Robber’s Cave. El experimento consistió en formar grupos colaborativos y producir experimentalmente una fricción entre esos grupos. La definición mínima de grupo involucra a una unidad social formada por un número de individuos, los cuáles mantienen entre sí relaciones de status y rol, y poseen un conjunto de normas y valores que regulan el comportamiento de los miembros (Ibid.). Una relación intergrupal se define como aquel conjunto de actitudes y comportamientos intergrupales que son manifestados por los miembros del grupo de manera individual o colectiva (Ibid.).

Ilustración 3. El experimento de Robber's Cave del matrimonio Sherif sentó las bases de los estudios sobre conflictos intergrupales. 

En la imagen observamos la disposición de los campamentos de los dos grupos que intervinieron: los Rattlers y los Eagles

    Durante la primera parte del experimento, se dividieron a 24 jóvenes en dos grupos, y se le encargaron tareas comunes que involucraban a todo el grupo en actividades cooperativas dentro del propio campamento, sin tener contacto con el otro grupo. En una segunda parte, se produjo artificialmente situaciones de competencia intergrupal en las cuáles el triunfo de un grupo implicaba la derrota del otro. Las consecuencias de esta competencia y frustración mutua se dividen en dos: 1) el establecimiento de normas y valores al interior de cada grupo, la jerarquización interna y la categorización de los individuos en tanto miembros de un grupo (los sujetos pusieron nombres a sus grupos: los Rattlers y los Eagles); 2) a la estandarización de actitudes negativas hacia el grupo rival y el comportamiento hostil intergrupal, incluyendo la agresión física.

    La tercera etapa del experimento de los Sherif (Ibid.) tuvo como objetivo reducir los niveles de tensión introduciendo metas superordinales, comunes y deseables a ambos grupos. Los resultados de la investigación mostraron que el conflicto fue solucionado al involucrar a ambos grupos en una tarea que los guiara en pos de un objetivo común. Si bien los experimentadores sólo tuvieron en cuenta las relaciones entre dos grupos, adelantaron la hipótesis de que la meta superordinal, en un contexto social no experimental, podría ser un enemigo común: el enemigo de mi enemigo es mi amigo (Ibid.).

    Las conclusiones a la que arribó el matrimonio Sherif concuerdan con las observaciones etnográficas en dos puntos: a) la competencia por un ítem particular convierte esa rivalidad en un conflicto intergrupal y genera una percepción negativa del otro, b) la meta superordinal del enemigo común en un contexto conflictivo genera alianzas entre los grupos.

Las redes sociales y su importancia para entender la estructura social

    Duncan Watts, en su conocido libro Seis grados de separación (Watts, 2006), resume sus investigaciones sobre el fenómeno de mundo pequeño. La idea del mundo pequeño se origina con los experimentos de Stanley Milgram, quién llegó a la conclusión de que cualquier persona del mundo está separada por cualquier otro por un cadena de 6 conocidos. Los estudios de Watts se proponían explicar el mecanismo por el cuál era posible generar una red del tipo que el experimento de Stanley Milgran había encontrado, una donde cada elemento de la red estaba separado de cualquier otro por una cadena de 6 pasos. No es el lugar para detenerse en este estudio, ampliamente tratado en el libro de Watts. Diremos simplemente que el modelo propuesto por Watts, a pesar de sus limitaciones, había reforzado en la comunidad sociológica la idea de que era posible encontrar, entre dos individuos cualquiera, un camino que los conectara en una sucesión pequeña de pasos.

Ilustración 4. Modelo de Mundo Pequeño de Watts y Strogatz. El fenómeno de mundo pequeño surge cuando introducimos cierto azar en una red ordenada.

    Las redes aleatorias, debido al mecanismo particular que las genera, terminan formando una componente gigante altamente conectada, en donde es posible llegar de un nodo a otro en sólo unos pocos pasos. El problema es que las redes empíricas, si bien son redes pequeñas (en el sentido de que el promedio de pasos que debe dar un mensaje para llegar a un destinatario es menor que 6), están a su vez muy agrupadas. Dos nodos que están vinculados a un tercer nodo tienen altas probabilidades de estar vinculados entre sí: las personas se vinculan con otras similares a ellas. Este fenómeno se conoce como agrupamiento, y Watts utiliza la metáfora de “islas” para referirse a ellos. Cada agrupamiento es como una isla y sus habitantes conciben a las otras islas como inmensamente alejadas. Sin embargo, si la tesis de Milgram es correcta, estas islas o clusters están conectados de alguna manera mediante atajos. Estos atajos están formados por aquellas personas que participan en más de un agrupamiento. Por ejemplo si una persona trabaja en una empresa y por la tarde concurre al gimnasio, todos sus conocidos de la empresa están vinculados con sus conocidos del gimnasio gracias a que él participa en los dos grupos. Si alguna vez un compañero de trabajo decide comenzar actividad física, es probable que esta persona le recomiende su propio gimnasio, con lo cual se genera un solapamiento de los vínculos: el amigo de mi amigo se convierte en mi amigo. A esto se lo conoce como transitividad de la red.

Ilustración 5. Red aleatoria y red libre de escala. En una red aleatoria todos los elementos tienen una cantidad similar de vínculos. 

En una red libre de escala unos pocos nodos tienen muchos vínculos mientras que la mayoría tiene solo unos pocos.

    Resumiendo, Watts (Ibid.) argumenta que las redes de mundo pequeño son redes agrupadas, con un coeficiente de agrupamiento elevado. Pero a la vez son redes pequeñas, donde el promedio de pasos para llegar de un punto a otro de la red (en un mismo componente conexo) son pocos. El autor no sólo describe este tipo de redes sino que también sintetiza distintos mecanismos por los cuáles es posible generar redes de este tipo. La conclusión a la que arriba es: siempre que los nodos se vinculen a grupos de afiliación, en virtud de los cuáles están conectados todos los que pertenecen a esos grupos, y a la vez algunos nodos participen en más de un grupo, obtendremos una red de mundo pequeño. La pertenencia a un grupo de afiliación, como una empresa o un club de fútbol, genera un alto coeficiente de agrupamiento mientras que la pertenencia a más de un grupo genera atajos entre los agrupamientos, haciendo que la red sea pequeña y agrupada.

    Otro tipo de redes de mundo pequeño son las redes libres de escala descriptas por Barábasi (Ibid.). En ellas unos pocos nodos están altamente vinculados mientras que una enorme mayoría lo está pobremente. En estas redes el mecanismo que explica su formación involucra un doble proceso: un crecimiento de la red (se agregan nuevos nodos a lo largo del tiempo) y un acoplamiento preferencial (los nodos prefieren vincularse a nodos que están bien conectados). Este modelo explica porqué la WWW tiene la estructura que tiene. Páginas como Google tiene millones de vínculos porque toda nueva página crea un link hacia Google con el objetivo de aumentar su propia conectividad. Pero páginas de la centralidad de Google hay pocas, la gran mayoría tiene tan sólo unos pocos links hacia ellas.

Planteamiento del problema de investigación

    En definitiva, como bien apunta Watts, siempre que encontremos un mecanismo que genere agrupamiento y a la vez genere atajos entre ellos, obtendremos una red de mundo pequeño. La primera hipótesis que sostenemos en este trabajo es que las redes de enemistades y amistades forman mundos pequeños. La segunda hipótesis es que la estructura del campeonato de fútbol argentino influye en la manera en que las hinchadas entran en conflicto y forman alianzas.

    Para comprobar nuestras hipótesis creamos cuatro redes: la red de enemistades, la red de amistades, la red de cercanía geográfica y la red de años compartidos en una misma categoría. Los datos necesarios para construir la red de enemistades y la red de amistades fueron obtenidos de la página web Barras-Bravas.com. La particularidad de esta página es que los simpatizantes de cada club puede enviar la "ficha" de su hinchada en donde figuran datos como: nombre de la hinchada, ubicación de su estadio, medios de transporte para llegar a él, últimos combates con otras hinchadas, hinchadas enemigas, hinchadas amigas, "trapos" robados, etc. La elaboración de estos datos es una obra colectiva de los mismos hinchas, ya que la información de cada ficha es actualizada diariamente con los aportes de los simpatizantes.

Ilustración 6. Web Barra-Bravas (http://www.barra-bravas.com.ar), en esta página están todos los datos disponibles para construir una red de hinchadas

    Los datos que nos interesan no se encuentran en formato reticular, por lo que es necesario procesarlos de alguna manera para poder construir las matrices. La decisión que se tomó fue construir redes egocéntricas a partir de la información suministrada por cada una de las 186 fichas que se encuentran en la web, y luego unirlas para generar una gran red. Ambas redes, la de enemigos y amigos, son asimétricas ya que no todas las hinchadas reconocen o interpretan de la misma manera las relaciones que mantienen. Tomamos la decisión de simetrizar las redes con el método mínimo. De esta manera se obtiene una matriz simétrica en donde el vínculo existe siempre que sea admitido por las dos hinchadas involucradas.

    Para construir la red de distancias geográficas generamos una red de afiliación que vincula dos tipos de nodos: clubes y territorios. Para ese efecto elaboramos una base de datos donde ingresamos la provincia y la ciudad en donde se ubican los estadios y/o sedes de cada equipo. De esta manera la cercanía geográfica entre dos hinchadas estaría dada por la pertenencia de sus clubes a un grupo de afiliación en común (provincia, ciudad). El método más económico para generar esta red consiste en elaborar una tabla atributiva donde los atributos de los nodos son la provincia y la ciudad de origen. Luego es posible generar redes que vinculen a los nodos según uno u otro atributo.

    La red de años compartidos fue obtenida generando una red de 2 modos, en donde se vincularon equipos de fútbol con campeonatos. Los campeonatos considerados como nodos fueron todos aquellos jugados desde 1967 hasta 2007 en todas las divisiones del futbol argentino. Los datos fueron tomados de la página de la RSSSF. Posteriormente convertimos esta red de dos modos a una red de un modo, obteniendo una red que vincula a los equipos con vínculos valuados según la cantidad de años compartidos en una misma división. Esta red fue dicotomizada en umbrales de cortes de 0, 5, 10, ..., 40 años compartidos para llevar a cabo el análisis.

Análisis de los datos

    Como se puede observar en la Tabla 1, nuestras redes pueden considerarse redes de mundo pequeño ya que son muy agrupadas pero a la vez cada nodo está separado por una distancia corta. La pregunta que nos hacemos entonces es ¿qué mecanismo puede explicar que las redes de enemigos y amigos tengan esta estructura?

Ilustración 7. Red de amistades entre hinchadas. Su densidad es baja y muchas hinchadas no se conectan porque no tienen amistades. Las que sí se conectan forman una única componente

 

Ilustración 8. Red de enemistades entre hinchadas. Es mucho más densa que la red de amistades. Se observa a simple 

vista el elevado agrupamiento. En el campo de relaciones entre hinchadas es más común el conflicto que las alianzas

 

Tabla 1. N: cantidad de nodos; D: densidad de la red; L: promedio de pasos entre los nodos; Lrand: promedio de pasos aleatorio; C: coeficiente de agrupamiento; P: C obs. / esp.

Redes

N

D

L

Lrand

C

P

Enemistad

186

0.026

4.255

3.473

0.269

0.000

Amistad

186

0.006

6.122

4.204

0.053

0.013

    Para responder a esta pregunta nos parece absolutamente necesaria una breve descripción del sistema de ascensos y descensos del fútbol argentino. Una de las características de este sistema de categorías deportivas es que existen muchas divisiones vinculadas entre sí con distinta jerarquía. Como categoría máxima figura la Primera A. La segunda categoría corresponde a la Primera Nacional B. Estas dos categorías son las únicas que aglutinan equipos de todo el país. A partir de aquí el sistema se divide en dos ramas: una metropolitana que incorpora clubes de Capital Federal y Gran Buenos Aires junto a algunos equipos de Santa Fe (Primera B, Primera C y Primera D), y una del resto del país (Torneo Argentino A, Torneo Argentino B y las ligas regionales).

Ilustración 9. Diagrama del sistema de categorías del fútbol argentino. La Primera A y el Nacional B son las únicas divisiones nacionales, los clubes que descienden 

del Nacional B van a dos ramas distintas dependiendo de su zona: Capital y Gran Buenos Aires, o el resto del país. Este sistema de categorías 

fue instaurado en el 2005 cuando se reglamenta el quinto nivel del interior: el sistema de ligas regionales o Torneo Argentino C

    Planteamos que la pertenencia territorial de los clubes y la organización de los campeonatos de la A.F.A. en divisiones deportivas que respetan las divisiones regionales, condicionan el agrupamiento que observamos en las redes de enemistades y amistades. El pequeño promedio de pasos entre un nodo y otro estaría dado por el sistema de ascensos y descensos del fútbol argentino que logran vincular todas las divisiones, ya que un equipo del quinto nivel como la Primera D está separado de un equipo del primer nivel por solo 4 pasos. Nuestra hipótesis es que las hinchadas sólo se relacionan con aquellas con las que están en contacto. Lo que determina que dos hinchadas puedan relacionarse es el sistema de categorías deportivas. Este sistema funciona como el contexto o vecindario dentro del cual las hinchadas se relacionan. Por otra parte sostenemos que las amistades se dan fuera del vecindario local inmediato definido por la división y el territorio de una hinchada. Todas nuestras hipótesis son testeables mediante el ARS.

    En esta formulación está involucrado el supuesto de que ciertas divisiones territoriales y deportivas funcionan como grupos de afiliación agrupando a las hinchadas por su pertenencia a uno o a otro a lo largo del tiempo. Y que dentro de estos grupos de afiliación las hinchadas establecen vínculos de manera aleatoria. Vale aclarar que las redes de frecuencia de contactos y las redes de cercanía geográfica no vinculan a las hinchadas directamente, sino que vinculan a los clubes de fútbol con los cuáles ellas se identifican. Para los efectos de este trabajo, consideraremos que las hinchadas y las instituciones deportivas constituyen el mismo tipo de nodo. La pertenencia a un territorio no cambia (salvo casos excepcionales en dónde las instituciones cambian el emplazamiento de sus estadios), pero la pertenencia a una división deportiva sí lo hace mediante la mecánica de ascensos y descensos que dependen de los triunfos deportivos. De manera que la pertenencia territorial podemos plantearla como una tabla atributiva dónde se vinculan instituciones con regiones, y la pertenencia divisional en términos reticulares como frecuencia de contactos entre equipos de fútbol.

    Argumentamos que mientras más se hayan encontrado dos hinchadas en una misma división, más probabilidades existen que ambas sean enemigas. Para comprobarlo necesitamos saber qué proporción de hinchadas enemigas/frecuentes existen sobre el total de hinchadas frecuentes. Puesto que la frecuencia cambia a lo largo del tiempo, debemos realizar la comparación dicotomizando la red de frecuencia de contactos en distintos umbrales de corte. La dicotomización es un proceso mediante el cuál se simplifican los datos a partir de un cierto criterio. Por ejemplo nos pueden interesar sólo aquellos vínculos de más de 5 años (este sería nuestro umbral de corte), si dicotomizamos la red en 5 entonces sólo realizaremos el análisis con los vínculos mayores a 5. Para este trabajo tomamos distintos umbrales de corte: 1, 5, 10, 15, 20, 25, 30, 35 y 40. Sólo unas pocas hinchadas compartieron más de 40 años en una misma división, como veremos el conflicto entre estas hinchadas es de los más elevados.

    Por otra parte necesitamos comparar la cantidad de hinchadas enemigas/cercanas sobre el total de hinchadas cercanas, ya que nuestra hipótesis sostiene que mientras más cercanos se encuentren dos clubes más probabilidades existen de que sus hinchadas sean enemigas. La cercanía está pensada como pertenencia de dos hinchadas a una misma provincia y ciudad. Por lo que existen 2 criterios de cercanía: cercanía provincial (misma provincia) y cercanía local (misma ciudad). También deberíamos observar que las amistades tienden a ser interprovinciales e interlocales.

    Mediante el UCINET creamos una red de intersección a partir de las redes de enemistades/amistades y la red de frecuencia de contactos y cercanía geográfica.

Ilustración 10. Proporción de enemistades y amistades frecuentes sobre el total de enemistades y amistades. Nótese que alrededor de un %95 

de las enemistades y amistades se dan entre hinchadas que compartieron al menos 1 año en una división. El porcentaje se reduce 

como efecto de que pocas hinchadas compartieron muchos años entre sí. La Ilustración 11 es más útil para describir los datos.

 

Ilustración 11. Proporción de enemistades y amistades frecuentes sobre el total de relaciones frecuentes. Observamos que mientras más años hayan 

compartido dos hinchadas, más probabilidades existen que sean enemigas. Las amistades en cambio parecen darse entre hinchadas que compartieron un rango intermedio 

de años, entre 5 y 25. Esto demuestra que las amistades no se dan entre hinchadas que no interactúan pero tampoco se dan entre hinchadas que interactúan demasiado.

    Podemos observar en la Ilustración 10 que una gran proporción de enemistades y amistades se dan entre hinchadas que tuvieron contacto previo al menos durante 1 año (alrededor del %95). Esto demuestra que las hinchadas interaccionan con otras con las cuales están en contacto. También observamos que una alta proporción de las hinchadas que tuvieron contacto por más de 35 años son enemigas. Se puede concluir que existe una tendencia a que las hinchadas que se encontraron muchas veces en una misma división sean enemigas, mientras que las amistades se establecen entre hinchadas que no tienen mucho contacto entre sí dentro de una misma división.

    En el caso de la cercanía geográfica notamos que no existe una tendencia a buscar enemigos dentro de la misma provincia o ciudad. Si en cambio existe una tendencia a no aliarse con hinchadas de la misma provincia, y menos de la misma ciudad. Las amistades tienden a establecerse fuera de la provincia y la ciudad donde se radica una hinchada.

Ilustración 12. Comparación de vínculos de enemistad dentro de las provincias y ciudades

 

Ilustración 13. Comparación de vínculos de amistad dentro de las provincias y ciudades

Hacia una teoría de las relaciones entre hinchadas

    El hecho de que existan grandes agrupamientos de clubes en ciertas regiones del país es resultado del proceso histórico de concentración demográfica y económica en las grandes ciudades a lo largo de la historia nacional. Desde la profesionalización de este deporte en 1930, los primeros clubes que participaron de la primera división del fútbol argentino vieron incrementada la cantidad de simpatizantes fruto de los procesos de inmigración y migración asociadas además a éxitos deportivos, dando como resultado una verdadera Ley de Paretto entre los clubes, donde una pequeña parte de ellos concentran una enorme cantidad de simpatizantes mientras que la amplia mayoría tiene muy pocos. Según la encuesta más reciente de la consultora equis, el %98,6 de los encuestados dicen simpatizar con sólo 15 equipos. Dejando de lado el hecho obvio de que existen instituciones que comparten simpatizantes, esta concentración es abrumadora. Por otra parte, estos 15 clubes que concentran una amplia mayoría de hinchas son precisamente los 15 clubes que más éxitos deportivos obtuvieron y que participaron la mayor parte de su historia en las dos primeras categorías. Mientras más hinchas tenga un club, mayor es su ingreso de capitales y por lo tanto mayor la capacidad de invertir en plantel, inferiores, infraestructura, etc., por lo que aumenta sus probabilidades de mantenerse en las primeras divisiones del fútbol argentino.

    Estos 15 equipos, todos fundados antes de 1930, participaron activamente en los torneos de la A.F.A. desde el principio de la profesionalización en el fútbol. A medida que nuevos equipos se agregaban al sistema de campeonatos, se fueron creando nuevas categorías deportivas. Se pasa de una a tres en 1935, a cuatro en 1950 y a cinco en 1986, y sólo contando las divisiones metropolitanas, el proceso es más complicado en el caso del interior. A medida que nuevos equipos comienzan a afiliarse directa o indirectamente a la A.F.A. los cupos en las primeras dos divisiones son monopolizados por las instituciones con más cantidad de socios y mayor poder adquisitivo, mientras que las más humildes se desempeñan en divisiones de menor jerarquía.

    La manera en que se organizaron y se organizan los campeonatos de la A.F.A es regional en el caso de los torneos del interior del país y local en el caso de los campeonatos metropolitanos, exceptuando las dos divisiones nacionales. De esta manera el agrupamiento observado en las redes se pueden considerar fruto de un mismo proceso.

Ilustración 14. Distribución de clubes por provincia. La amplia mayoría de los clubes de las hinchadas de nuestra red radican en las tres provincias más populosas

    La pertenencia de un club a varias categorías a lo largo del tiempo y a un territorio en particular, nos puede estar indicando el mecanismo por el cual las redes de enemistades y amistades adquieren las características de redes de mundo pequeño. Las categorías funcionan como grupos de afiliación de equipos mientras que los descensos y ascensos son los atajos que permiten que la red sea pequeña y a la vez, muy agrupada. Las hinchadas, al identificarse con un equipo, siguen la trayectoria de éste a lo largo de su historia deportiva, entrando en contacto con otras hinchadas. Muchas de ellas son conocidas, viejos rivales, otras completamente desconocidas. En este sentido, los contactos entre hinchadas no dependen de la voluntad de los hinchas, sino que dependen de los éxitos o fracasos deportivos, que a le vez están relacionados con el poderío económico de los clubes. El sistema de categorías podría funcionar generando agrupamientos relativamente estables de hinchadas, dentro de los cuáles las hinchadas establecen enemigos y amigos.

Ilustración 15. Distribución de simpatizantes por club. Boca y River son los dos clubes con más hinchas

    Sólo entendiendo cómo se transformó el contexto de los torneos argentinos, entenderemos cómo evolucionaron las redes de enemistades y amistades entre hinchadas, ya que pensamos que el campo de las hinchadas se estructura a partir de este proceso exógeno. Según análisis aún no concluidos, las hinchadas grandes (rankeadas según cantidad de simpatizantes y años jugados en las primeras categorías), identificadas con clubes con gran poder económico y con importantes triunfos deportivos, monopolizan los cupos de las primeras divisiones deportivas. Y como en estas divisiones entran en contacto con hinchadas de todo el país, las rivalidades que mantienen son entonces a nivel nacional y regional. La existencia de limitaciones objetivas al incremento del tamaño de una hinchada, lleva a que las hinchadas más chicas, sólo puedan relacionarse en el contexto de las divisiones inferiores organizadas regionalmente, por lo cual sólo pueden establecer rivalidades a nivel local y con otras hinchadas chicas. Las hinchadas intermedias, al tener la posibilidad de llegar a la segunda división (también organizada nacionalmente), pueden establecer relaciones de los dos tipos. La necesidad de viajar fuera de su región para los encuentros deportivos obliga a que estas hinchadas, al establecer enemistades a nivel nacional, formen alianzas interprovinciales para contar con un aliado cada vez que tengan que salir de su ciudad natal. 

Conclusiones

    En este trabajo nos preguntamos de qué manera se puede usar el ARS para entender las relaciones entre las hinchadas de fútbol. Creemos que las observaciones etnográficas y los aportes de otras disciplinas pueden generar hipótesis testeables mediante el ARS y servir de marco teórico desde el cuál interpretar los datos reticulares. Por otra parte, el ARS también nos suministra un enfoque global del fenómeno cuya descripción supone una contribución teórica significativa al ofrecer un mapa de la totalidad del “campo de las hinchadas” (Moreira, 2006b; Garriga Zucal, 2002).

    El papel de la competencia en la transformación del adversario en un enemigo fue reconocida por antropólogos que trabajan en el tema (Alabarces, 2004), y se presentan como parte del fenómeno más amplio de conflictos intergrupales entre grupos sociales. Nuestro análisis concluye que mientras más hayan convivido dos hinchadas en una misma categoría, más probabilidades existen que sean enemigas. También concluimos que las alianzas se dan entre hinchadas que no tuvieron mucho contacto entre sí, y tienden a ser alianzas por fuera de la provincia y ciudad de pertenencia.

Ilustración 16. Grafo donde el color de los nodos y lazos depende de la provincia del club

    El mapa de las relaciones entre las hinchadas no está cartografiado sólo mediante coordenadas geográficas, sino que posee varios niveles o dimensiones. Dicho de otra manera, el sistema de categorías del fútbol argentino es el contexto dentro del cual las hinchadas declaran hostilidades y forjan alianzas, ya que el contexto determina aquellas hinchadas con las cuáles es posible entrar en contacto. Si logramos entender cómo cambio el contexto a lo largo de su historia, entenderemos mejor cómo evolucionó la red de relaciones entre estos grupos sociales. A partir de la experiencia local dentro de su vecindario, una hinchada establece alianzas y entabla disputas. El proceso de generación de las redes de enemistades y amistades plantea interrogantes muy interesantes acerca de la relación entre las interacciones sociales y la identidad social. Debemos correlacionar las interacciones entre hinchadas con su particular producción discursiva y preponderancia de ciertos diacríticos identitarios y relaciones semánticas manifestadas en los cantos y discursos mediante los cuales las hinchadas fijan los límites de su propia identidad.

Bibliografía

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