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Visión innovadora de la Educación Física Adaptada en el contexto actual

 

Coordinador General de Extensión Universitaria “Valle del Mocotíes”

Universidad de Los Andes, Tovar

Estado Mérida

Dr. José Rafael Prado Pérez

jrpp@ula.ve

(Venezuela)

 

 

 

 

Resumen

          El tema a tratar en esta conferencia se basa en una visión contemporánea de la Educación Física. Para dar la información requerida y profundizar sobre el tema, se realizó una revisión de la literatura actual considerando los aspectos básicos referidos a la diversidad, la equidad, la calidad docente y la inclusión en el ámbito de la Educación y en especial sobre la Educación Física. El propósito de este trabajo, radica en dar un aporte de lo que significa ser un docente actualizado y preparado, para atender las exigencias de la sociedad de hoy y sobre todo las que tienen que ver con el manejo de las nuevas estratégias a tener en cuenta por el profesional del área. Basándonos en estas ideas se contribuye, en esta conferencia, sobre una reflexión básica y sencilla respecto a la necesidad de cambios centrales en la formación académica del nuevo profesional de la Educación Física, el Deporte y la Recreación apoyándonos por supuestos en temas novedosos referidos a los descriptores antes señalados, con un objetivo claro de contribuir a la formación integral del sujeto que presenta necesidades educativas especiales, tomando en consideración tanto sus potencialidades y limitaciones en el acto educativo, deportivo y recreativo entre otros.

          Palabras clave: Educación Física. Educación Especial. Diversidad. Equidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 154, Marzo de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Hoy se está ratificando que frente a la realidad de una práctica de integración que continua segregando, se está generando una nueva corriente con muchos teóricos que abandonan el concepto de integración debido a las innumerables connotaciones negativas que ha ido adquiriendo en los últimos años y se va dando paso a lo que el término inclusión inspira en el ámbito de la educación en general y en especial a lo que significa para la educación física adaptada.

    Con este nuevo término se pretende avanzar hacia la re-creación de contextos inclusivos y, en este sentido, se señala la necesidad en el área de la educación física de reestructurar la dinámica y el enfoque de trabajo en las instituciones educativas y en especial en las aulas de clase, para cambiar los diferentes procesos administrativos, organizacionales, pedagógicos, didácticos, curriculares, comunicacionales, entre otros procesos y responder a la diversidad educativa de los alumnos que acuden a las instituciones educativas.

    Sin embargo el éxito no se da solamente con la comprensión de las nuevas concepciones que evolucionan, pues se requiere la convicción de la comunidad educativa, de los directivos con su capacidad de trabajo y gestión, de los docentes en general y los de la educación física en especial pues de estos se requiere de los conocimientos, habilidades, valores y cultura del trabajo colaborativo, de la familia quienes demuestran con su compromiso y dedicación a la formación de sus hijos aportan a la tarea de la inclusión.

    Por ello, en el nuevo orden de cosas e ideas denominado “sociedad del conocimiento” tiene múltiples implicaciones: una de ellas radica en el papel de las instituciones universitarias como productoras del conocimiento y quizás la principal está en una educación acorde con las exigencias de esa sociedad (Pérez, 2002), asimismo, la relación de esos centros de producción del conocimiento con la sociedad debe reforzarse continuamente para atender los requerimientos que surgen y surgirán, dadas las necesarias adecuaciones, que, por medio de la educación, permitirán enfrentar las nuevas realidades (García, 1996).

    Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (1993) (citado por Osorio y Uzcátegui, 1995), estiman que para inicios del siglo XXI en América latina y el Caribe vivirán alrededor de 43 millones de personas con algún tipo de discapacidad, esta situación obliga a la educación en todas sus etapas y niveles a transformarse, a fin de estar a la altura de las necesidades educativas de este nuevo milenio, en tal sentido, se plantea la urgencia de investigar acerca del qué y el cómo se desempeña el docente, cuando trabaja en la modalidad de educación especial.

    En consecuencia, el propósito central de este trabajo se dirige al análisis y presentación de lo que significa ser un docente actualizado y capacitado para atender las exigencias de la sociedad de hoy y sobre todo del manejo que se hace de la educación física fundamentado en los principios de la diversidad y equidad.

    Sin exclusión de otros elementos del proceso educativo, el docente es de suma importancia y, en lo específico, el docente de educación física para la modalidad de educación especial, de ahí el valor que le damos a este trabajo, situación a la cual se suma la relevancia que un estudio de este tipo tiene para el enriquecimiento y optimización de la calidad docente, de su entorno y del estado actual de la sociedad a la que se refiere.

    A la escuela se le asigna la principal tarea de formar para la vida, no sólo en relación con el tiempo que el niño pasa en los ambientes escolares sino también por el volumen de actividades que se desarrollan allí. El profesor de educación física para la modalidad de educación especial, tiene una gran responsabilidad sobre las acciones formativas que dirige, las cuales incidirán por supuesto en la educación especial, de allí que, además del comportamiento observable y de las técnicas educativas que emplea, es importante estudiar.

    De acuerdo a los planteamientos anteriores, la escuela actual exige entonces, abrirse cada vez más a la diversidad y a la equidad, ya sea de cultura, de sexos, de religión y de capacidades, entre otras. La educación común como la educación especial deben ir buscando progresivamente esta transformación, suponiendo cambios en las actitudes y competencias de los profesores en la educación general y especial, en la organización de los centros educativos y en la concepción del currículo adaptado a la natural diversidad del alumnado. Todos estos elementos están establecidos en lo que actualmente se conoce como una educación de calidad, por cuanto centra una reorganización en el suministro de la educación, que busca la mejora cualitativa y cuantitativa de la calidad educativa en general.

    En consecuencia, lo que hoy se propone sobre la re-creación de contextos inclusivos no debe ser una moda, lo que se pretende es la re-construcción a lo que puede ser una atención a la diversidad y a la equidad educativa en el área de en la educación física para la modalidad de educación Especial

Situación actual de la Educación Especial

    Una educación demasiado centrada en el dominio de conocimientos ajenos a los niños y jóvenes, resulta estéril en el momento en que éstos se incorporen como miembros activos en la sociedad, ya que no los capacita para enfrentar la vida ni transformar el país.

    Según Vera (1992), “las políticas educativas apoyadas por organismos educativos internacionales, entre ellos la UNESCO, están promoviendo una educación pensada desde la demanda, a partir de las competencias que el educando requiere para estar en condiciones de satisfacer sus necesidades humanas” (p. 39). Integrar la escuela en una dinámica de construcción en su proyecto educativo, supone transformar una práctica educativa rutinaria y memorístico para intentar experimentar nuevas formas educativas que respondan mejor al momento que se esta viviendo. Pero supone también cambiar las maneras de pensar y de actuar de los agentes (docentes) que lleven adelante el proyecto y esto de alguna manera implica romper con los modos de producir y transmitir el conocimiento que se expresaron en la formación docente.

    Por todo lo anteriormente planteado, la UNESCO está jugando un papel relevante en la captación, difusión y profundización de todo lo relativo a las necesidades educativas especiales. Son ya muchos y ricos los documentos elaborados en este sentido, éstos permiten señalar algunos datos relevantes sobre la educación especial.

    Se puede decir entonces en términos generales, que prácticamente todos los países han introducido cambios legislativos en relación con la educación especial. Pero el cambio de mentalidad que debe conducir a cambios radicales en los planteamientos educativos, sociales y legislativos no es una tarea fácil.

    Como lo plantea Bell (1997), se está produciendo un movimiento importante de reforma educativa y curricular que redundará en beneficio de la inclusión de los alumnos con necesidades educativas especiales en la escuela ordinaria. Si a ello se une la existencia de profesionales con verdadera vocación, que necesitan ser formados en la perspectiva de la nueva conceptualización de las necesidades educativas especiales, se puede decir que existe una potencia capaz de dinamizar cambios sorprendentes en este terreno.

    Es importante señalar la necesidad de potenciar la formación y desarrollo profesional de los docentes y otros profesionales implicados en la atención de estos alumnos y de todos los alumnos en general.

La Educación Especial y la Educación Física

    De acuerdo con el Ministerio de Educación y Deportes (2000), la educación especial,

    "es una variante escolar del Sistema Educativo Venezolano bajo un enfoque humanista social que garantiza a través de un Modelo de Atención Integral el derecho a la educación integral, la calidad y permanente hacia las personas con necesidades educativas especiales o discapacidad, desde temprana edad hasta la adultez, como respuesta a los derechos constitucionales de estos ciudadanos” (p.1).

    En esta definición se conceptualiza a la persona con necesidades educativas especiales desde una visión holistica-bio-psíco-social, considerando sus potencialidades y condiciones que lo hacen diferente. Consolida elementos fundamentales para la atención integral del individuo en cada etapa de su desarrollo, constituyendo a su vez un eje vertical articulador en el continuo de atención a la persona desde el nacimiento hasta la adultez.

    Por otro lado Prado (2002), señala que la educación especial, “es responsable de la atención educativa dirigida a personas que por sus características o condiciones específicas no pueden responder a las exigencias de los programas diseñados para los diferentes Niveles del Sistema Educativo Venezolano” (p.1).

    Por lo anteriormente planteado, también es importante destacar que las directrices del Estado Venezolano en esta materia son coincidentes con las políticas y tendencias actuales a nivel internacional.

    En este sentido, el principio filosófico de Integración, derivado del principio de Modernización, constituye el pilar fundamental de las políticas educativas de la Dirección de Educación Especial en relación a la atención de los individuos con necesidades educativas especiales, donde convergen una serie de posibilidades, las cuales permiten desarrollar programaciones objetivas que sirven para ubicar al alumno en su medio familiar, escolar y social en una forma positiva, respetando sus limitaciones y enfatizando sus potencialidades. Integrar supone por otra parte aceptar y acercar al individuo al mundo circundante asegurándole el derecho que tiene como ciudadano, de utilizar los recursos con los que cuenta su grupo social sin olvidar su problemática.

La Educación Física

    Está ampliamente difundido y aceptado que la educación física es un elemento importante para la calidad de vida del ser humano. En la actualidad, debido a la visión más integradora de la educación y a los cambios en la cultura corporal y a la importancia que la sociedad le está dando a esta, se contempla como una manifestación de la construcción histórica, social y cultural en torno al cuerpo que se aplica en el ámbito educativo.

    De esta manera, la educación física, como educación, puede considerarse como una actividad escolar que se conforma con unos rasgos epistémicos de una actividad científica, ya que busca iniciar en los niños y jóvenes, conocimientos, habilidades y actitudes relacionadas con la cultura corporal.

    Por ello, como lo plantea Soto (1996), hoy día nuestra sociedad reclama una educación física y una práctica deportiva orientada hacia el desarrollo integral del hombre, atendiendo a la educación física y el deporte en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo, así como el deporte para: la salud, terapéutico, niños con necesidades especiales, rehabilitación, recreativo, para la tercera edad y el deporte de alto rendimiento, entre otros.

    La visión de este enfoque, debe ser considerada bajo una concepción Humanista, que apunta hacia el hombre para conocer sus necesidades y facilitarle su crecimiento personal, en esta concepción el hombre es un ser humano ubicado en un contexto social-biológico-político y cultural, capaz de fijar ciertas posiciones utilizando sus potencialidades psicológicas, biológicas, intelectuales y sociales para resolver los problemas que como humano lo afectan.

    El Modelo de Atención Educativo Integral establecido en la Política de la Modalidad Educación Especial se ha de fundamentar bajo un enfoque humanista social, y nos orienta a concebir la educación física, el deporte y la recreación como parte de la atención integral de la población especial, como derechos sociales de estas personas, con el objeto de desarrollar sus potencialidades más que sus limitaciones orientadas a los valores de solidaridad y cooperación más que la competitividad.

    Es por ello, que la educación física debe intervenir desde la diversidad de los cuerpos y los movimientos y no desde un “cuerpo-molde” (orgánico) donde todos, para lograr evolucionar (físicamente), deben lograr imitarlo e igualarlo.

    Ahora bien, al introducir el tema de la educación física en la modalidad de educación especial, esta se refiere, a un proceso de la actuación docente, donde se ha de planificar y actuar de tal modo que se consiga dar respuesta a esas necesidades educativas especiales de los alumnos. Se trata, por consiguiente, de un nivel de individualización de la enseñanza que contemple la necesidad del alumno de cara a su progreso.

    En este sentido la Educación Física en la Modalidad de Educación Especial, se siente en el deber de realizar una serie de aportes que ayuden en la búsqueda de la identidad de la misma en la escuela, debido a que esta, se encuentra bajo una posición más humanística y encaminada hacia un enfoque de dimensionalidad integralista.

    Es por ello, que sería importante que el profesorado que atiende a la educación física en esta modalidad sea consciente de la significación de su nivel de implicación, y de qué este va a condicionar de manera directa el progreso en las capacidades básicas de sus alumnos, así como sus niveles de desarrollo personal y social

    Por ende, el abordaje de la educación física en las personas con necesidades educativas especiales, debe ser entendido desde una perspectiva integral, una concepción holistica del individuo, igualmente debe ser sistemático, progresivo y humanista. Debe procurar independiente del compromiso especifico de cada individuo, compensar sus limitaciones a partir del desarrollo y promoción de sus potencialidades.

    En el área de la educación física hay que partir entonces del principio de que todas las personas con necesidades educativas especiales, independientemente de sus necesidades, tienen una dimensión creativa y hay que saber descubrirlas, hay que valorar muy positivamente las realizaciones que hagan por muy insignificante que parezcan. Esta valoración ha de hacerse en función a las posibilidades, competencias y sensibilidades, potenciando la dimensión creativa y divergente de los mismos y nunca comparando ni estableciendo competitividad. La educación física en la escuela tiene una función de gran importancia para ayudar a las personas con necesidades educativas especiales en su desarrollo cognitivo, afectivo y social.

La Diversidad

    Otro elemento que merece nuestra atención, lo constituye la diversidad, la cual no es fácil asumirla en la escuela. Como no resulta fácil tampoco hacerlo en otros ámbitos de la vida personal y social, como la familia, las organizaciones recreativas, religiosas, políticas y educativas. Y ello debido, en gran medida, a la comodidad con la que los seres humanos apreciamos todo aquello que nos resulta familiar, en contraste al miedo a lo desconocido, a lo diferente.

    La diversidad es un enfoque educativo postmoderno que hace referencia a las palabras de Puigdellivol (1998) cuando comenta: “individualizar, compensar y promover igualdad de oportunidades que viene a considerar como relevante desde este punto de vista la circunstancia de ser diferente” (p. 5).

    Por ello, la escuela actual quiere asumir un rol transformador, comprometiéndose a facilitar a la población que atiende, la información necesaria y propiciar una autentica equidad de oportunidades en su camino a los diferentes niveles educativos.

    Por su parte, en las Actas del 2º Congreso Internacional de Educación Física y Diversidad 2001 celebrado en España, se incluyen reflexiones acerca del concepto de la diversidad.

    Hace referencia al hecho de que todos lo alumnos tienen capacidades, intereses, expectativas, inteligencia, estilos de aprendizaje, motivaciones, aptitudes, culturas, historias de vida diferentes, que implican que cada alumno tenga también unas necesidades educativas propias y específicas, que requieren una atención pedagógica individualizada para acceder al aprendizaje (p.639)

    La atención a la diversidad implica entonces considerar a cada uno como individualidad, por razones físicas, psíquicas, de raza, de sexo, de cultura, de nivel socio-económico… Mejorar la atención a la diversidad que se da en los centros educativos supone un trabajo de colaboración de todos los docentes y además, un reto para cada uno de ellos, en la pretensión de favorecer el aprendizaje de cada uno de sus alumnos. En este sentido, la atención a la diversidad, va mas allá de carencias, ha de ser una labor de toda la comunidad educativa con la finalidad de satisfacer las demandas de todos y cada uno de los alumnos. En este sentido, la diversidad abarca muchas formas de diferencias, veamos algunas de ellas:

  • La diversidad que se aleja poco de la norma.

  • El género, el interés, la capacidad, la aptitud, la motivación del alumnado para aprender.

  • Los alumnos con necesidades educativas especiales.

  • La diversidad que es fruto de una sociedad multicultural, multilingüe y de la integración de minorías étnicas y religiosas.

    A lo anterior cabe añadir que, el actual reto de la diversidad enfrenta la escuela a situaciones que parece tender a obviar: situaciones de crecimiento “real” de los alumnos. La escuela tradicional se fundamentaba en un pretendido modelo único al que debían adaptarse los alumnos, independientemente de su procedencia, modelo que era cuestionado socialmente. En cualquier caso, los alumnos que no podían o no querían adaptarse a dicho modelo eran apartados más o menos sutilmente del sistema.

    Se trataba, en consecuencia, de un modelo que pretendía evitar conflicto y ponerle un freno al propio crecimiento personal del alumno. La postura del autor frente a lo señalado, permite asumir que la escuela actual no puede seguir moviéndose bajo la homogeneidad. Debe asumir la diversidad por dos razones:

  1. Porque se trata de una realidad socialmente ineludible. Vivimos en una sociedad progresivamente más compleja en la medida en que formamos personas y grupos con una gran diversidad social, religiosa, ideológica, lingüística, y cultural. Hoy no resulta admisible postular una disgregación (en muchos grado segregación) de la sociedad en razón de dicha diversidad.

  2. Porque en este contexto es una necesidad educativa de primer orden el que los alumnos y las alumnas se formen en la convivencia que exige un crisol de mentalidades y formas de actuar como el descrito. La educación en la diversidad constituye un excelente procedimiento para formar el espíritu crítico del alumno y su capacidad de descentración para comprender al otro.

    Como consecuencia de lo planteado anteriormente, hemos de entender la diversidad como un valor educativo que pone a nuestro alcance la posibilidad de utilizar determinados procedimientos de enseñanza difícilmente viables en situaciones de alto grado de homogeneidad.

    En efecto, las manifestaciones de la diversidad y equidad en la escuela van mucho más allá de estas diferencias. Las formulaciones requeridas por una educación que pretenda asumir la diversidad como valor y como instrumento educativo tiene repercusiones más allá de la atención o del tratamiento educativo de las poblaciones especiales.

    La diversidad, ahondando en los principios de colegialidad, democracia y participación, debe encontrar un importante lugar en las instituciones educativas. La participación del profesorado y de la comunidad es imprescindible para desarrollar esos procesos de adecuación necesarios y para ir asumiendo una actitud y una función de no dependencia.

    Por ello, Sacristán (1996) considera que la aplicación del enfoque de una educación en la diversidad incluye el éxito en el aprendizaje del alumno, los profesores fortaleciendo de esta manera, el trabajo que se desarrolla en la escuela.

    Además considera, que en las sociedades contemporáneas, cuando las diferencias culturales y sociales de los alumnos que se acercan a la escuela pública son tan escandalosas, se quiebra el principio de la homogeneidad, planteándose la necesidad de atender las diferencias individuales y colectivas de los distintos individuos, culturas y grupos sociales.

    A nuestro modo de ver, la diversidad educativa obliga a renunciar a los esquemas homogenizadores en la teoría y práctica educativa. En esencia, es responder, a través de la pluralidad de enfoques en los procesos educativos, tanto, a las diversas formas, ritmos y estilos de aprendizaje, como, a las múltiples capacidades, motivaciones e intereses que una población innegablemente diversa, puede manifestar.

    Por esto, la diversidad en los alumnos no debe considerarse como el punto de llegada de un proceso educativo, por el contrario, la diversidad en los alumnos es el punto de partida para fecundar creativamente nuevos procesos educativos.

    Estamos ante un panorama educativo, no ajeno a los fenómenos que genera una sociedad pluricultural; escenarios educativos con nuevas características que se traducen en la convivencia de grupos, de sujetos/alumnos cada vez más heterogéneos.

    Del mismo modo, el derecho a la igualdad social y educativa, el respeto a las características personales, de raza, etnia o religión exigen cada vez más a la educación en general y a las instituciones en particular, un carácter integrador, de acogida, de inclusión y en consecuencia, de respuesta y respeto a la diversidad.

    Así que, como lo plantean Marchesi y Martín (1998), la respuesta educativa a esta diversidad es tal vez, el reto más importante y difícil al que se enfrentan en la actualidad los centros docentes. Esta situación obliga a cambios radicales si lo que finalmente se pretende es que todos los alumnos, sin ningún tipo de discriminación, consigan el mayor desarrollo posible de sus capacidades personales, sociales e intelectuales.

    En este sentido, se estaría respondiendo al principio de igualdad y de equidad. Igualdad al ofrecer las mismas oportunidades educativas a todos los alumnos y, equidad, al tener presente que cada uno tiene sus necesidades y potencialidades.

    Entrevemos pues un nuevo planteamiento pedagógico de aceptación y respeto a la diferencia que puede lograrse a través del trabajo que permita valorar las opciones y se emprendan las acciones para fortalecer los procesos inclusivos que respondan a la diversidad. Es el llamado a la revolución pedagógica precedida por la revolución del pensamiento, es el paso de la integración que continua segregando, a la inclusión que acepta y comparte en igualdad con todos, es finalmente, una visión contemporánea de la educación especial.

    A mi modo de ver la atención a la diversidad educativa en la educación física en la modalidad de educación especial obliga a renunciar a los esquemas homogenizadores de la teoría y práctica educativa. En esencia, es responder, a través de enfoques en los procesos educativos, en tanto en diversas formas, ritmos y estilo de aprendizaje, como a las múltiples capacidades, motivaciones e intereses que una población innegablemente diversa, pueda manifestarse.

La equidad

    En la búsqueda de una educación de calidad que sea más participativa, es importante introducir el concepto de equidad. La equidad se refiere a la igualdad de oportunidades que brinda la sociedad a cada grupo humano de una población. Al tener igualdad de oportunidades todas las personas están siendo incluidas formalmente a través de normas internacionales o nacionales, que establecen el respeto a los derechos humanos y la justicia social. En la práctica, la equidad requiere de mecanismos institucionales financieros entre otros que permitan su implementación.

    En este sentido, una educación de calidad que propugne la equidad debería centrarse en políticas orientadas a la Educación de los sectores más excluidos o marginados como son entre otras, las poblaciones indígenas, la población rural, la población en extrema pobreza y las poblaciones con necesidades educativas especiales.

    Una educación de calidad asentada en la diversidad y en la equidad para niños y niñas con necesidades educativas especiales pasa por el desarrollo de un modelo de inclusión. Este modelo promueve el respeto de la democracia, la ley, el pluralismo, la diversidad, la tolerancia, la responsabilidad, la no violencia y la solidaridad, entre otros, alentando a los sistemas educacionales a los medios de comunicación y a las comunidades a elevar la conciencia y la comprensión de todos los aspectos de la integración social.

    El logro de la equidad, implica respetar la diversidad o las diferencias existentes entre las personas, sean estas de índoles étnicas raciales, económicas, de género, o por alguna necesidad educativa especial. Es así como entienden la necesidad en las Naciones Unidas, desde un enfoque de “derechos de las minorías” en Suecia y desde un enfoque “multicultural” en los Estados Unidos. (Defensoría del Pueblo, 2001).

    Por consiguiente, una escuela que sustenta sus labores sobre el principio de la equidad tiene que intentar desarrollar nuevas respuestas y adoptarlas consensuadamente y colegiadamente en el proyecto educativo institucional, para estimular y fomentar la participación de todos los alumnos. Es decir, una institución que posibilita la educación inclusiva, se opone a cualquier segregación, a cualquier argumento que justifique la separación en el ejercicio de los derechos de la educación.

    Lo anterior implica que las instituciones educativas deben estar preparadas para acoger a todos los alumnos y no solamente a los considerados como” educables”, pues, equidad asume la convivencia y el aprendizaje en grupo es la mejor forma de beneficiar a todos, no solo a los niños etiquetados como diferentes.

Educación de calidad

    La educación se acepta como un proceso que contribuye al crecimiento personal del hombre y al desarrollo de sus potencialidades de forma armónica para observar y transformar su realidad mediante la aplicación de la voluntad, la razón, la emoción y demás psicosociales.

    El término de calidad tiene según las diferentes ciencias y funciones vinculadas a la educación distintas acepciones. Donoso (1999) asume dos connotaciones básicas y una tercera ecléctica, las cuales se muestran a continuación.

  • Referida a un atributo de actividad escolar.

  • Referida al grado de excelencia asignada a la actividad escolar.

  • Rasgos cuantificables de la actividad escolar.

    De su exposición no se percibe una definición concreta respecto a las connotaciones que señala. De allí que para efectos de estudio, se acepta que el término de calidad se orienta en dos sentidos: en el sentido de su eficacia y de su eficiencia para el logro de sus objetivos; así como el sentido de permitir que las personas puedan desarrollarse con personas humanas. En consecuencia se asume como calidad a la naturaleza de la educación en función de la percepción individual y subjetiva de las condiciones de vida objetiva que tienen las personas.

    Aceptar la definición implicaría que, pareciera insoslayable la búsqueda de estratégias, tendentes a propiciar el cambio que la educación de alta calidad reclama. Ello igualmente implicaría docentes dispuestos a facilitar aprendizajes de calidad que propicien calidad de vida.

    El tema expuesto induce a aceptar la misión de orientar propuestas educativas orientadas a promover el cambio en la educación tradicional. Es decir, lograr un cambio más allá de los modelos y estrategias para replantear un quehacer educativo, en términos de proveer al docente de un sistema de apoyo flexible en tanto se acepta que esta última, es una exigencia del aprendizaje, de las condiciones para aprender del fortalecimiento de la interacción humana, del manejo de los contenidos, de los métodos del espacio y del horario, centrada en la necesidad del alumno.

    En consecuencia con lo expuesto, se procura un apoyo al docente, para descartar el mecanismo en el proceso de aprender y propiciar la humanización como un proceso dinámico, en el cual tal proceso educativo se desarrolle.

    En este sentido, la utilización de métodos pedagógicos, tendrían que ser acordes con el proceso personal, del universo estudiantil. En este contexto, se encontró evidencia respecto a la educación de calidad dentro del contexto de la educación especial en respuestas a las necesidades y potencialidades de las personas con necesidades educativas especiales.

    Por otro lado, la UNICEF (2000) define a la educación de calidad como:

    Aquella que posibilita que las personas desarrollen y desplieguen sus capacidades. La que genera la capacidad de aprender constante y creativamente; la que propicia una relación fluida con la personas y el entorno; la que consigues altas tasas de aprendizajes y capacita tanto para el trabajo como resolver problemas y la que nos impele a ir mas allá de los conceptos y los hace capaces de imaginar y cuestionar.

    Esta definición pone en interacción diversos tipos de pedagogías junto con los aprendizajes óptimos a alcanzar, y además integra aspectos que apuntan tanto al logro de capacidades en un mundo competitivo, como también a valores o aspectos relacionados con la ética y la formación ciudadana.

    La UNICEF presenta en su informe “Definiendo una educación de calidad”, las dimensiones básicas para una educación de calidad:

  • Estudiantes que están en buenos estados de salud bien nutridos y listos para participar y aprender. Sus familiares y comunidades los apoyan también.

  • Ambiente que son saludables, seguros, que brindan protección, tienen un enfoque de género y proveen recursos y facilidades adecuadas.

  • Contenido que refleja el currículo y material para la adquisición de habilidades básicas, especialmente en las áreas de alfabetización, números y habilidades para la vida, y conceptos sobre género, salud, nutrición, HIV, prevención y paz.

    Cabe recalcar entonces que estos elementos inciden tanto en los procesos de aprendizajes y de enseñanza como en los educandos y maestros.

    Como señala el informe de UNICEF (2000), para comprender el significado de una educación de calidad resulta crucial percibir a la educación “como un complejo sistema inmerso en un contexto político, cultural y económico” (p. 34). Ello quiere decir que la investigación educativa debe considerar el contexto venezolano tanto en sus regiones como en los aspectos locales para comprender la situación en la que vivimos.

    Además, desde el punto de vista cultural, el logro de una educación de calidad en Venezuela pasa tanto por el respeto a la plurabilidad de culturas y lenguas, como por el respeto a las personas con necesidades educativas especiales. Lamentablemente, en nuestro país existe un alto grado de discriminación y prejuicios frente a las personas con este tipo de necesidades educativas, como lo señala Save the Children (1999). Esto se convierte en un gran desafío para la puesta en marcha de políticas educativas que posibiliten el desarrollo de las capacidades y potencialidades de estos escolares.

Una gestión docente de calidad en Educación Especial

    ¿Qué entendemos por calidad de educación especial? Cuando enfocamos en forma integral todo los aspectos relacionados con la organización del sistema escolar y muchos otros que están orientados hacia el mejoramiento de la calidad de los aprendizajes de los educandos, por lo que podemos afirmar que estamos frente al punto de partida.

    En este sentido, si bien este concepto no se desliga del concepto de educación de calidad presentado, existen aspectos para la educación especial. La calidad de la educación especial comprende aspectos cruciales que efectivizan aprendizajes adecuados y una atención integral en respuestas a las necesidades y potencialidades de las personas con necesidades educativas especiales. Los aspectos cruciales de la educación especial de calidad son los siguientes: aspectos pedagógicos, aspectos relativos a la mejora de los recursos humanos, aspectos relativos a los contenidos educativos, al ambiente y la infraestructura. Además, es importante considerar como lo señala Heward (1996) aspectos relativos a la participación de los padres de familia y la comunidad, y al cambio de actitudes frente a las personas con necesidades educativas especiales. Estos dos últimos aspectos sumados a otros, son relevantes para la mejora de la calidad educativa, la educación para la vida y la educación para personas con necesidad educativa especial.

    En lo relativo a los aspectos pedagógicos, resulta imprescindible en esta modalidad la práctica de una enseñanza centrada en el educando, tal como lo establece la declaración de Salamanca (1994) y en la adaptación del currículo a las necesidades múltiples de los educandos, en respuesta a las desventajas funcionales y en la búsqueda de potencial sus capacidades. Así, en el trabajo del docente resulta clave la aplicación de una metodología activa, o la cual éste se adapta a las desventajas de los alumnos y facilita sus capacidades.

    El proceso de enseñanza y aprendizaje se debe complementar con el uso de materiales educativos adaptados, el empleo de tecnología que facilita el aprendizaje, respondiendo a las necesidades y habilidades de los educandos acuerdo con su necesidad educativa especial.

    Además, es importante recalcar que en la declaración de Salamanca con respecto a la educación de niños con necesidades educativas especiales establece que estos requieren una atención especial ya que están “doblemente desfavorecidas” pues atraviesan una doble discriminación, de género y de discapacidad. Es importante asegurar que los niños a través de la educación, obtengan “acceso a la información, orientación y modelos que les ayuden a escoger opciones realistas, preparándolos así para su futuro o papel de adultos. Incluyendo además el tema de la equidad de genero como un importante contenido del currículo actual.

    Para la UNESCO (1994) institución que ha realizado un balance de la Declaración de Salamanca, un factor crucial para la mejora de la calidad de la educación especial recae en potenciar los recursos humanos. Por ello, resulta de vital importancia esta investigación ya que se orientan a la mejora de la formación y capacitación docente, permitiendo un adecuado trabajo con la finalidad de realizar un seguimiento oportuno de los alumnos con necesidades educativas especiales.

    Se comparten los criterios expuestos y de ello se deriva como corolario que para efectos del presente estudio se acepta como educación de calidad aquella que sea capaz de tener una visión polivalente que involucre la atención a las necesidades del hombre como individuo y como integrante de un colectivo, ésto es: la necesidad de hacer apto para la vida, con una postura crítica ante el mundo que le rodea, claridad en sus creencias y valores para abordar las transformaciones que la realidad le exija.

La formación del profesional de la Educación Física, el Deporte y la Recreación para la Educación Especial de hoy y del futuro

    Valdría la pena señalar lo indicado por Pérez (2002) que ya están a la puerta las exigencias de una educación que se relacione con las necesidades de la sociedad, esa educación comienza por considerar dos aspectos principales, el primero de ellos tiene que ver con la formación que reciban los docentes. Ya se tiene precisión del papel del docente en el desarrollo de un país, al efecto, Cárdenas (1998) expresa el valor del docente al considerarlo la piedra angular del desarrollo de la educación, más aún, el autor señala la necesidad de educar para la globalización lo cual viene a significar una educación amplia, integral, que le dé al ciudadano la oportunidad de dirigir su propio destino en conjunción con los otros y sobre todo que se forme como un ser crítico, amplio y conciente de sus realidades, obligaciones y de las necesidades que tiene, frente a la sociedad del futuro y del presente, de entender la educación como acompañante permanente de su paso por la vida.

    Ha sido expresada reiteradamente la importancia del maestro para el desarrollo de un país, pero además de lo señalado anteriormente, es de la actuación de ese docente o profesor, que va a depender el éxito o fracaso de cualquier política o plan educativo, ya que en él, se centra el papel fundamental de hacer cumplir los objetivos que en las políticas o planes estén trazados, al respecto Cárdenas (1998) afirma que:

    Si no se dispone de maestros bien preparados, permanentemente actualizados, concientes de su responsabilidad y de la trascendencia de su labor, creativos, motivados y comprometidos con su trabajo, es muy difícil, casi imposible, que el país pueda tener un buen sistema escolar como fundamento de todo el sistema educativo. (p. 96).

    Uno de los elementos más exigidos y nombrados como parte fundamental de la condición de docentes, está en la autoestima, vale decir en la conciencia que este tenga de su rol y de la importancia que el mismo reviste para la sociedad.

    Dentro de esta condición y más allá del perfil que la normativa señala, está la preparación que los mismos deben tener para enfrentar el reto planteado, en ese sentido son especialmente ilustrativas las definiciones que plantea Morín (2000) en relación con los saberes que necesita desarrollar para que la sociedad esté en condiciones de enfrentar las exigencias que los nuevos tiempos le están planteándose a quienes se dedican a la noble labor de educar.

    Uno de estos saberes planteados por Morín es el “principio de un conocimiento pertinente” (p. 39) fundamentado en la globalidad, sin dejar a un lado los contextos más próximos y considerando las partes y el todo en una sola visión, no más el conocimiento de forma fragmentada.

    Unidad y diversidad de todo lo humano, estudiado en sus aspectos físicos, biológicos, psíquicos, culturales, históricos y sociales. Este es otro de los saberes, útil para enfrentar la desintegración de esa compleja condición humana con una educación que le sea pertinente, de acuerdo a este autor al “enseñar la condición humana” (p. 59).

    A partir de este nuevo siglo XXI se le reafirman al ser humano necesidades y problemas a resolver que le son comunes a todos los seres en la faz de la tierra, de ahí el saber de la “identidad terrenal” (p. 67).

    Sin la comprensión del ser humano no seria posible la vida, "enseñar la comprensión" (p. 99), como medio y fin de la comunicación y base firme de una educación para la paz con la cual enfrentar la incomunicación, el desajuste social y las incongruencias que a diario son observadas.

    Como cierre de esta exposición, Morín señala que el papel rector en una educación para hoy y el futuro, está en educar con base en la “ética del género humano” (p. 113), imprescindible atención a una antropo-ética que considere al carácter ternario de la condición humana: individuo, sociedad y especie. Esta es la vía más apropiada para garantizar una educación que se aleje cada vez más de la educación para la individualidad en función de contenidos estáticos, no relevantes, no concientes y no cooperativas.

    En este sentido, la educación física para poblaciones con necesidades educativas especiales en un futuro no muy lejano, debe estar encaminada a la preparación para el trabajo cooperativo, solidario y disciplinario. Una formación que permita integrarse en un equipo cooperativo y polivalente.

    Desde el pensamiento teórico se ha de abordar el problema, si se quiere atender a las necesidades que está demandando y demandará la sociedad actual, con una formación teórico-práctica que los capacite para planificar, actuar y reflexionar sobre los procesos de reflexión sobre la diversidad y la equidad. En un proceso dialéctico que mira hacia adentro, hacia nuestro pensamiento como docentes, y hacia fuera para transformar la situación en la que se encuentra la escuela de la diversidad y la equidad.

    La integración de las personas con necesidades educativas especiales en la vida escolar y social, supone entonces un cambio de pensamiento y de contenido en el área de la educación física entre los que podemos mencionar: evitar la competitividad, respetando la identidad, singularidad y diversidad. Es decir, esta debe tener una función de ayudar a la personas con necesidades educativas especiales a su desarrollo cognitivo, afectivo y social.

    En conclusión, los elementos señalados, configuran la formación que debe recibir el docente de educación física en la modalidad de educación especial, sólo así estará en condiciones de asumir su papel en el sistema educativo venezolano. Se justifica además, en este docente, el enriquecimiento y entrenamiento de su interioridad y de los procesos que sostienen su actuación en condiciones de calidad, pertinencia y congruencia con el rol que ocupa.

Consideraciones finales

    Estamos ante un panorama educativo, no ajeno a los fenómenos que genera una sociedad pluricultural, escenarios educativos con nuevas características que se traducen en la convivencia de grupos, de sujetos, alumnos cada vez más homogéneos.

    Del mismo modo, el derecho a la igualdad social y educativa, el respeto a las características personales, de raza, de religión, de limitaciones de potencialidades exigen cada vez más a la educación en general y a las institucionales en particular, un carácter integrador, de acogida, de inclusión y en consecuencia, de respuesta y respeto a la diversidad y equidad.

    Entrevemos un nuevo planteamiento pedagógico en la educación física, el Deporte y la recreación de aceptación y respeto a la diferencia que puede lograrse a través del trabajo en equipo para valorar así las acciones para re-crear los contextos inclusivos que respondan a la diversidad. En el llamado a la revolución pedagógica precedida por la revolución del pensamiento, es el paso a la integración que continua segregando, a la inclusión que acepta y comparte en igualdad con todos y para todos, es finalmente, una visión contemporánea de la Educación Física, el Deporte y la Recreación en la modalidad de educación especial.

Referencias

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  • UNICEF (2000). Definig quality in Education. Working Series Paper. New York: UNICEF.

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