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¿Qué clase de Historia necesita la Universidad

de Cultura Física y Deportes en la actualidad?

 

*Lic. Educación. Profesora instructor. Metodóloga de Trabajo Educativo

en la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, Filial Nuevitas

Profesora de Historia de esta Universidad y de la Universidad

de Cultura Física y Deportes de Camagüey

**Lic. Lourdes Felicia Lastre Pérez. Profesora asistente

Lic. Educación. Profesora Instructor. Metodóloga de Trabajo Educativo

en la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, Filial Nuevitas

Profesora de Historia de esta Universidad y de la Universidad

de Cultura Física y Deportes de Camagüey

Lic. Silvia de la Caridad Rodríguez Selpa*

Lic. Lourdes Felicia Lastre Pérez**

yeni@finlay.cmw.sld.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Fundamentación: En el actual contexto en que se desarrolla la Universidad Cubana tiene relevante importancia el estudio de la Historia en la Licenciatura de Cultura Física y Deportes. Objetivo: caracterizar la clase de Historia que necesitan los estudiantes de la Universidad de Cultura Física y Deportes en la actualidad. Métodos: se realizó un estudio descriptivo, que permitió conocer las deficiencias que se presentan en las clases de Historia en la Universidad de Cultura Física y Deportes en el Municipio de Nuevitas. Se emplearon de los métodos empíricos el análisis documental, y de los teóricos el análisis-síntesis e inducción- deducción. Conclusiones: En la clase de Historia debe lograrse que los estudiantes transiten de la pasividad a la actividad y de la participación a la reflexión, que piensen y sientan, lograr la unidad entre la educación y la instrucción, entre lo cognitivo y lo afectivo.

          Palabras clave: Proceso de enseñanza-aprendizaje. Clase desarrolladora. Clase de historia.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 153, Febrero de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En el campo internacional se evidencia que aún se mantienen en las instituciones escolares elementos negativos de una enseñanza tradicional, donde prevalece que los docentes desarrollen un proceso direccional, pasivo, autoritario, caracterizado por:

  • Transmisión y reproducción de los conocimientos, casi siempre no centrados en los elementos no esenciales.

  • Carencia de oportunidades para la reflexión.

  • No uso de los conocimientos previos (antecedentes cognitivos y socio – educativos). No utilización integral del diagnóstico.

  • Falta de vínculo con el contexto, lo que limita la interacción de experiencias.

  • No se aprovecha la discusión en pequeños grupos, ni el diálogo para analizar y problematizar diversos puntos de vista.

  • Uso de técnicas preferentemente expositivas.1

    Esta problemática, fundamentalmente en Latinoamérica, afecta la calidad educativa, entendida hoy por muchos especialistas como la Calidad de la Educación.

    Nosotros no podemos excluirnos de esta situación, sino que también encontramos estas deficiencias en el proceso de enseñanza aprendizaje de la asignatura Historia que se desarrolla en la Universidad de Cultura Física y deportes, aunque las exigencias sean otras muy diferentes.

    En la actualidad, una fuerte barrera para la asimilación consecuente del contenido histórico, es la desmotivación de algunos estudiantes hacia esta ciencia, que pueden estar originados por la falta de vínculos con el presente y las proyecciones sociales futuras y, fundamentalmente por convertir al alumno en un receptor de información, de interpretaciones lineales efectuadas por el docente, carentes de una correcta contextualización de conflictos propios del devenir histórico, donde la interpretación individual de cada alumno no encuentra espacio.

    El reto que debe enfrentar la asignatura Historia en la Universidad de Cultura Física y deportes es determinar qué historia se necesita en los momentos actuales y cómo contribuir a lograr un aprendizaje desarrollador de los jóvenes en correspondencia con las exigencias y condiciones históricas del mundo actual.

    A partir de estudios que se realizaron a las actas de visitas realizadas a las clases de la asignatura Historia nos propusimos realizar este trabajo con el propósito de caracterizar la clase de Historia que necesitan los estudiantes de la Universidad de Cultura Física y deportes en la actualidad.

Desarrollo

    El proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia tiene lugar en el plan de estudio de la carrera de Licenciatura en Cultura Física y Deportes para los estudiantes de primer año de esta Universidad y tiene como línea esencial contribuir a la formación integral de los estudiantes.

    En el contexto en el que desarrollamos el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia consideramos que no puede ser otro que el desarrollador, es decir aquel que “... constituye la vía mediatizadora esencial para la apropiación de conocimientos, habilidades, normas de relación emocional, de comportamiento y valores, legados por la humanidad, que se expresan en el contenido de la enseñanza, en estrecho vínculo con el resto de las actividades docentes y extradocentes que realizan los estudiantes”. 2

    La clase como vía fundamental de este proceso debe ser desarrolladora, aquella que logra integrar las funciones instructiva, educativa y desarrolladora, “para lo cual es preciso que centre su atención en la dirección científica por parte del profesor de la actividad práctica, cognoscitiva y valorativa de los alumnos”.3

    La clase desarrolladora es “aquella que propicia la apropiación por el alumno de la parte de la experiencia histórico social (cultura), que responde al encargo social,” que partiendo de su nivel de desarrollo real, el estudiante participe activa, creadora y afectivamente, bajo la dirección del profesor y en interacción y comunicación con los otros alumnos, para asimilar los conocimientos y métodos, modos de actuación, valores y sentimientos; que expresan el nivel de desarrollo potencial pronosticado.3

    La clase de Historia debe responder tanto a las exigencias del contenido de instrucción y educación como a las características y nivel de desarrollo real de los alumnos (conocimientos, habilidades, motivaciones, intereses, normas de conductas, valores, etc).

    La Historia es una asignatura que debe coadyuvar a revelar el carácter integrador de la historia como ciencia y contribuir al desarrollo de la identidad nacional, elevar la calidad cultural y de vida, fortalecer la memoria histórica, en fin, incidir en la formación de una conciencia histórica que repercuta en el desarrollo ideopolítico y cultural general integral de los estudiantes por las lecciones que aporta el aprendizaje histórico para la vida.

    Es esta tarea de la docencia enseñar a descubrir el “engranaje” interno que existe bajo la diversidad de hechos que se estudian; enseñar a reflexionar sobre el pasado para contribuir a asumir el presente con voluntad transformadora.

    Más si en este sentido la enseñanza de la Historia no educa en el razonamiento, en el ejercicio de pensar, no rebasará el papel de crónica descriptiva y estará muy limitada para cumplir con plenitud su función de orientación ciudadana. Por lo tanto, una de las importantes misiones de la asignatura es lograr que los estudiantes puedan explicarse lo acontecido. Historia pensada es ante todo, saber explicarse, saber formularse el porqué de las cosas y seguir encontrando y formulándose nuevas interrogantes.

    Este estudio del proceso histórico en su desarrollo supone la reflexión de los orígenes, de las raíces de lo estudiado, hasta su devenir, teniendo en cuenta sus relaciones causales, temporales y espaciales. Es evidente así el papel de la relaciones pasado-presente- futuro en el estudio de la historia. Hacemos énfasis en esta relación dialéctica por el valor cognoscitivo que tiene esta visión retrospectiva para explicarse el desarrollo de la sociedad.

    La Historia está obligada a buscar las causas del movimiento social y no solo a relatar y describir sus resultados, sino investigar los fenómenos históricos en su esencia, mediante una interpretación científica.

    En los momentos actuales la enseñanza de la Historia no es simple acumulación de la información, es lograr que los alumnos hagan valoraciones científicas de los fenómenos históricos, es decir, las conclusiones y si no cultivamos en el estudiante la facultad de elaborarlo; no habremos cumplido con el objetivo humanista, científico y creador de la enseñanza. No son los postulados generales ofrecidos por el docente los que resulten convincentes para el alumno, sino aquellos a los cuales ha llegado como consecuencia de una actividad mental dinámica y de vivencias emocionales.

    En nuestra asignatura esto supone la utilización de métodos científicos de la Historia, asumir una lógica histórica en los razonamientos, una actitud histórica, trabajar con fuentes históricas y del conocimiento histórico. O sea, la clase de Historia debe aportar herramientas y recursos intelectuales para pensar, debe entrenar en una metodología de indagación histórico-social, y debe aportar también vías para el enjuiciamiento ético, debe dejar una lección humana que enriquezca al alumno integralmente, que permita el crecimiento de su personalidad, el mejoramiento individual en su inserción social.

    En la Universidad, las clases, correctamente estructuradas, deben conducir a los estudiantes por los métodos de investigación histórica para que ellos puedan encontrar los elementos probatorios necesarios para su aprendizaje.

    Al organizar la actividad cognoscitiva en la enseñanza de la Historia debe tenerse en cuenta las acciones que permitan al alumno el dominio de las habilidades generales del trabajo con fuentes y, sobre todo, la expresión y comunicación de los conocimientos. Además, la motivación que se logre en ellos mediante la actividad hará más eficiente el aprendizaje.

    En la esencia de estas ideas está presente la necesidad de lograr el reforzamiento del papel educativo en la enseñanza de la Historia. Para lograr este propósito es necesario presentar los hechos históricos de forma convincente y emotiva, con el fin de que los estudiantes lleguen al conocimiento como resultado de una actividad intelectual intensa y a través de vivencias que hayan podido experimentar.

    Cada clase que se imparta debe tener como objetivo que el estudiante piense, razone y sienta.

    En una conferencia, la palabra del profesor y demás medios de enseñanza les corresponde un importante papel en la utilización de la influencia emocional. La historia como asignatura, tiene que adueñarse del corazón de los estudiantes si quiere influir en su fortalecimiento humano y espiritual, lo que no contradice la presencia constante de reflexiones y demostraciones científicas.

    No deberá desconocerse ese maravilloso oficio que desempeña la palabra oral para narrar, explicar, problematizar, mover idead, convencer. La originalidad legítima, que no hay que confundir con el verbalismo estéril, la oralidad culta, con base sólida en el conocimiento de la historia y de las tendencias más eficaces de su metodología de la enseñanza.

    Porque a su vez, ese buen profesor que es capaz de emocionar con su manera de decir, sabe que todo alumno tiene condiciones para ser agente de su propio aprendizaje, para desempeñar un papel protagónico en la maravillosa aventura del conocimiento y la autoformación y, por lo tanto, las formas y métodos que utilizará en su docencia propiciará un tipo de clase que no tiene que decirlo “todo” al estudiante, sino trazarle pautas para que este indague, busque, discuta; una forma de organización de la enseñanza que estimule el ejercicio del pensar.

    La clase de historia, dentro de sus propósitos educativos, debe ser expresión cotidiana de una cultura del diálogo. Por ahí pasa el camino del convencimiento, para el intercambio de argumentos, de razonamientos y por la reflexión.

    También es factible en el nivel universitario utilizar en las clases de Historia como forma de organización de la enseñanza, la clase taller.

    La clase taller está encaminada a la búsqueda parcial de carácter investigativo o al desarrollo de habilidades generales del modelo del profesional, que no tiene necesariamente que responder al contenido de una disciplina particular, pues trasciende y se encuentran en los niveles del año.4

    Opera en el marco de la extensión universitaria o en la relación formación del profesional-comunidad, con un nivel de ascenso gradual en los años superiores amanera de complementación y contextualización.

    La independencia cognoscitiva a la que está expuesto el estudiante universitario debe ser potenciada por el accionar del claustro docente, el cual debe orientarse tanto a ofrecerle al profesional en formación los conocimientos científicos para la explicación y previsión de su desenvolvimiento social y de su adecuada inserción, como a incidir en la conformación de su capacidad de valoración de la realidad.

Conclusiones

    La clase de Historia en la Universidad de Cultura Física y deportes está llamada a:

  • Revolucionarse desde el punto de vista didáctico y metodológico, para que los estudiantes transiten de la pasividad a la actividad y de la participación a la reflexión, utilizando métodos y formas de organización adecuadas.

  • Debe lograrse la unidad entre lo instructivo y lo educativo, es decir, aprovechar las potencialidades que nos brinda el contenido histórico para educar a los estudiantes. También lograrse la unidad entre lo cognitivo y lo afectivo, de manera que al mismo tiempo que conozca se motive por ese conocimiento.

  • Planificarse, ejecutarse y controlarse para que los estudiantes tengan la posibilidad de pensar, reflexionar y sentir.

Notas

  1. Días, H. Enseñanza de la Historia: Selección de lecturas. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 2006, 1 – 40pp.

  2. Zilberstein, J. Problemas actuales del aprendizaje escolar: ¿Enseñamos a nuestros alumnos a reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje? Desafío Escolar La Habana, noviembre – diciembre, 1997, 3(1)3p.

  3. Silvestre, M, Zilberstein, J. Hacia una didáctica desarrolladora. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 2002, 44p.

  4. Puga, A, Madiedo, M. Consideraciones sobre la clase taller en la formación del profesional en Ciencias Médicas. Educ. Medic.

Bibliografía

  • Addine, F. Didáctica: teoría y práctica. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 2004

  • Álvarez, C. Hacia una escuela de excelencia. La Habana, Ed. Academia, 1996.

  • Días, H. Enseñanza de la Historia: Selección de lecturas. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 2006.

  • Leal, H. Pensar, reflexionar y sentir en las clases de Historia. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 2000.

  • Puga, A, Madiedo M. Consideraciones sobre la clase taller en la formación del profesional en Ciencias Médicas. Educ. Medic.

  • Romero, M. Didáctica de la Historia. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 2006.

  • SIilvestre, M. Aprendizaje, educación y desarrollo. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 1999.

  • Zilberstein, J. Hacia una didáctica desarrolladora. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 2002.

  • Zilberstein, J. Problemas actuales del aprendizaje escolar: ¿Enseñamos a nuestros alumnos a reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje? Desafío Escolar. La Habana, noviembre – diciembre, 3(1), 1997.

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