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El tiempo de reacción en la salida y su relación

con los resultados en velocistas de alto nivel

 

Universidad Federal de Paraná, UFPR

Departamento de Educación Física

Jardín Botánico, Curitiba, PR

(Brasil)

Dr. Vidal Palacios Calderón

Lic. Plinio Gonçalves de Azevedo

Lic. Alain Palacios Hernández

yendy2005@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

          El objetivo del presente artículo es analizar la influencia del tiempo de reacción sobre el resultado de los velocistas de elite participantes en los Campeonatos Mundiales de Atletismo. La muestra fue de 654 atletas de las distancias de 60m hasta 400m. Con la utilización de los métodos de la estadística descriptiva e inferencial se pudo comprobar que no siempre el tiempo de reacción es la variable decisiva para un alto resultado deportivo y que no todos los atletas vencedores de las pruebas fueron los que tuvieron el mejor tiempo de reacción. A su vez, se comprobó que esta variable no correlaciona con el resultado de las pruebas de velocidad p<0.05. Finalmente, a pesar de los hombres presentar mejores tiempo de reacción, no se encontraron diferencias significativas con relación a los de las mujeres p<0.05.

          Palabras clave: Campeonato Mundial de Atletismo. Pruebas de velocidad. Tiempo de reacción.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 147, Agosto de 2010

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Introducción

    De acuerdo con Jomenkov (1987) el resultado en las carreras de velocidad depende de los siguientes factores:

  1. La habilidad para responder rápidamente al disparo

  2. Capacidad de aceleración

  3. Nivel máximo de velocidad

  4. Conservación de este nivel máximo de velocidad(resistencia especial)

    De todos estos factores Ozolin (1986) considera que la velocidad de la carrera es el más importante. No obstante, mucho antes del velocista abandonar los bloques de partida y realizar el primer paso después de la línea de salida, la ventaja o fracaso de los corredores ya pueden estar determinados. Por eso, el tiempo de reacción durante la partida es un elemento importante para el resultado final (MAKSIMENKO y TABACHNIK, 1985, MANSO, 1996). Al mismo tiempo, poseer una buena reacción permite al velocista superar la inercia de reposo y acelerarse en los primeros metros de la carrera.

    De acuerdo con Jomenkov (1987) cuanto menor es la distancia mayor es la contribución del tiempo de reacción en el resultado de la carrera. Para este autor en las distancia de 50m y 60m se observa un menor tiempo de reacción de los competidores (Gráfico 1).

    Estudios realizados por Manso (1996) sobre el tiempo de reacción en diversas competiciones de alto nivel celebradas entre 1978 y 1995 confirmaron los resultados presentados por Jomenkov (1987), es decir, el tiempo de reacción medio aumenta conforme aumenta la distancia a recorrer. A su vez, el estudio reveló que:

  1. En idénticas distancias, el promedio en tiempos de reacción de las mujeres es sensiblemente superior

  2. El tiempo de reacción no se correlaciona con el nivel de actuación o el resultado final de las pruebas

  3. Para los mejores corredores la estabilidad y la reproductividad de los tiempos de reacción es mayor

  4. El tiempo de reacción no varía de forma considerable entre los velocistas de élite y los de mediana cualificación

    De igual modo, si tomamos en cuenta que en la distancia de 60m generalmente participan los mismos atletas que en 100 y 200m, podemos comprobar que existe una mayor concentración de la atención de los velocistas en la arrancada de las distancias más cortas, así como un aumento de la responsabilidad por su correcta ejecución ya que las pérdidas de milésimas de segundos pueden influir decisivamente el desempeño de los competidores.

    No obstante, un análisis preliminar permitió constatar algunas individualidades en el tiempo de reacción de atletas elites en las distancias de velocidad durante los Campeonatos Mundiales de Atletismo.

    Por tanto, el objetivo de este artículo es definir en qué medida los tiempos de reacción de los mejores atletas de velocidad participantes de los Campeonatos Mundiales de Atletismo incidieron en sus desempeños deportivos.

Material y métodos

    La muestra fueron los resultados de 654 velocistas finalistas en los Campeonatos Mundiales de Atletismo desde el año 1997 hasta el año 2009 en los sexos femenino y masculino. Los eventos analizados fueron las distancias de 60m, 100m, 200m, 400m, 100m con vallas, 110m con vallas y 400m con vallas. Los datos de las distancias de 60m llanos y 60 m con vallas fueron obtenidos del Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo. Se utilizaron los métodos de estadística descriptiva e inferencial para el procesamiento de los datos. La estadística inferencial, con la utilización del coeficiente de correlación Bravais-Pearson, permitió evaluar la interrelación entre el tiempo de reacción y el resultado deportivo, mientras que el cálculo de criterio t de Student analizó las diferencias estadísticas de los tiempos de reacción de los hombres y mujeres en las pruebas analizadas

Desarrollo

Tiempo de reacción

    Las cualidades de velocidad de los deportistas se manifiestan en la capacidad de ejecutar los movimientos en el menor período de tiempo.

    De acuerdo con Godik, citado por Zatsiorski (1989) se distinguen las formas elementales e integrales de manifestación de las cualidades de velocidad. Las formas elementales abarcan:

  1. El tiempo de reacción

  2. El tiempo de un movimiento

  3. La frecuencia (tempo) de los movimientos locales

    A pesar de los criterios contradictorios existentes en la literatura científica sobre los términos rapidez y velocidad en la práctica del entrenamiento deportivo cuando hablamos de rapidez nos referimos a los ejercicios de velocidad (VERKOSHANSKI, 1985).

    La rapidez de reacción expresa la disponibilidad orgánica para enfrentar aquellas situaciones se reacciona ante diferentes estímulos. Es una propiedad del Sistema Nervioso Central que se manifiesta de forma pura durante el tiempo de la reacción motora y la realización de simples movimientos sin sobrecargas (VERKOSHANSKI, 1985).

    De acuerdo con Zakharov (1992) y Verkoshanski (1985), la rapidez es una cualidad física que está condicionada por el genotipo del atleta, de ahí que son muy limitadas las posibilidades de su desarrollo con las incidencias del entrenamiento. Por el contrario, la cualidad velocidad puede ser desarrollada en un diapasón más amplio, pues su expresión está determinada no solo por la rapidez, sino por la influencia de otras capacidades (fuerza, resistencia, flexibilidad y las capacidades coordinativas) y por la capacidad del atleta para coordinar racionalmente los movimientos en correspondencia con las condiciones externas donde se asume la tarea.

    Por otro lado, Zatsiorski (1966) señala que la rapidez sólo tiene lugar cuando la tarea motora dura poco tiempo y durante su ejecución el cansancio no se manifiesta. Para tanto, es condición indispensable tener suficientes reservas energéticas, sobre todo de ATP y fosfato de creatina para garantizar el trabajo muscular.

    Dentro de la rapidez se deben distinguir dos aspectos, que juntos configuran lo que Zatsiorski (1989) denominó tiempo de ejecución:

  1. El tiempo de reacción motora

  2. La velocidad de un movimiento simple

    Es posible definir el tiempo de reacción como la cualidad que permite iniciar una respuesta dinámica lo más rápidamente posible como consecuencia de un estímulo perceptible. Este tiempo, también llamado velocidad de reacción, Manso (1996) lo define como el tiempo que transcurre entre el inicio de un estímulo y el inicio de la respuesta solicitada al sujeto; en otras palabras, es el tiempo que media entre la estimulación de un órgano sensorial y el inicio de una respuesta o una reacción.

    Según Zatsiorski (1966), citado por Manso (1996), el tiempo de reacción se divide en cinco fases:

  1. Tiempo que el receptor tarda en captar el estímulo; es decir, el tiempo que tarda en llegar el estímulo desde donde se produce hasta el receptor correspondiente

  2. Tiempo que el estímulo tarda en recorrer la vía aferente; o sea, tiempo que tarda en llegar el estímulo desde el receptor a la zona del cerebro correspondiente a cada sentido

  3. Tiempo de elaboración de la respuesta; es decir, selección de una respuesta correcta idónea entre toda la gama de experiencias almacenadas en la memoria

  4. Tiempo que el estímulo tarda en recorrer la vía eferente hasta llegar a la placa motriz

  5. Tiempo que tarda en estimularse el músculo; o sea, en iniciarse la contracción

    Podemos hablar de dos tipos diferentes de tiempo de reacción (ZATSIORSKI, 1966 y MANSO, 1996, ZAKHAROV, 1992):

  1. El tiempo de reacción simple

  2. El tiempo de reacción discriminativo (compleja)

    Varios autores (ZATSIORSKI, 1966, PLATONOV, 1987) coinciden en denominar este último tiempo como de reacción compleja. Paralelamente Zatsiorski (1966) señala que la reacción puede manifestarse tanto en forma simple (rapidez de reacción simple) como compleja (rapidez de reacción compleja). El tiempo de reacción simple se mide en determinadas condiciones, cuando se conoce con anterioridad tanto el tipo de señal, como la forma de respuesta; es decir, cuando se usa un único estímulo y se mide el tiempo transcurrido entre este y el comienzo de la respuesta. Un ejemplo típico de reacción simple puede ser la respuesta al disparo del juez de la salida en la carrera de velocidad. Por otro lado, Manso (1996) lo define como el tiempo que separa una excitación sensorial de una respuesta motriz que el sujeto ya conoce de antemano, implicando una respuesta única a un estímulo ya conocido. Con relación a los valores del tiempo de reacción en sujetos que practican deportes y aquellos que no practican Platonov (1987) y Zatsiorski (1989) señalan que el tiempo de reacción simple en sujetos que no practican deportes es de 0,2-0,3 segundos aproximadamente y en los deportistas de elite oscila entre 0,1-0,2 segundos. Igualmente, Zakharov (1992) advierte que el valor del tiempo de reacción latente en las personas que no practican deporte varia de 0,2 a 0,4 segundos. En este sentido, la duración del período latente de la reacción simple constituye el 60-65% del tiempo de reacción y el componente motor ocupa el 35-40%.

    Los valores del tiempo de reacción dependen en gran escala del estado funcional de los deportistas. Por ejemplo: el cansancio, como resultado de la aplicación de grandes cargas de entrenamiento, aumenta el tiempo de reacción en 0,02-0,05 segundos. El tiempo de reacción se ve afectado también por la atención y por el estado general del organismo; por ejemplo: enfermedades, somnolencia, estado anímico y emocional, nivel de estrés, etc. Por otro lado, Zakharov (1992) subraya que el tiempo de reacción depende del lapso entre la percepción de la señal y la reacción del organismo, así el tiempo óptimo para la salida establece entre 1 y 1,5 segundos entre la orden de aviso y la ejecución de la arrancada.

    Un período más prolongado de espera provoca la disminución de la concentración de excitación en el Sistema Nervioso Central y empeora el tiempo de reacción. Es importante señalar que el tiempo de reacción ante un estímulo se incrementa en función de la cantidad de información que necesite procesarse, esto implica que un tiempo de reacción complejo será generalmente mayor que un tiempo de reacción simple en un mismo individuo. Otro factor que afecta el tiempo de reacción es la modalidad sensorial a través de la cual se presente el estímulo, ya que algunas vías sensoriales requieren mayor procesamiento que otras. Por ejemplo, un estímulo presentado en la modalidad visual requiere un mayor procesamiento que otro presentado en la modalidad auditiva.

    Manso (1996) apunta que el tiempo de reacción disminuye con la edad, para alcanzar sus mejores valores entre los 18 y 25 años para posteriormente empeorar. Por tanto, es una cualidad íntimamente ligada a la maduración del Sistema Nervioso Central, así, desde edades muy tempranas los valores se asemejan a los que alcanza el adulto. Esto incide en que el tiempo de reacción no puede mejorar más de 0,1 segundos con las incidencias del entrenamiento (ZAKHAROV, 1992). Igualmente, Manso (1996) señala que la mejoría del tiempo de reacción con los estímulos de entrenamiento puede ser entre un 10-18%. Consecuentemente, solo de forma muy limitada el entrenamiento puede mejorar el tiempo en que el receptor tarda en captar el estímulo y, en mayor medida, el tiempo de elaboración de la respuesta

    El período latente del tiempo de reacción depende del tipo de señal pues la sensibilidad de los diversos analizadores no es igual y, por eso, el período latente a las señales sonoras es algo más corto que en las señales visuales por basarse en una estimulación mecánica, pero también son más rápidos que los táctiles, al estar más cerca del cerebro con lo que se acorta el recorrido del estímulo.

    De igual modo el período latente depende de la intensidad de la señal: mientras más intenso es el estímulo (hasta determinados límites) mucho menor será el tiempo de reacción. Por ejemplo: la reacción visual es más lenta si aumenta la intensidad de la luz. Por otro lado, las señales extremadamente fuertes frenan la respuesta de reacción.

    Los investigadores han descubierto que cuanto más cerca se esté del disparo de arrancada, más posibilidades habrá de que el velocista se demore menos en reaccionar, lo cual se traduce en una salida más rápida. En los eventos de velocidad, donde una centésima de segundo puede marcar la diferencia entre la medalla de oro y la de plata, minimizar el tiempo de reacción puede ser la clave para el éxito de un atleta. Por tanto, los procedimientos actuales para comenzar las competencias de velocidad proporcionan a los corredores más cercanos a la señal la ventaja de escuchar el disparo más fuerte, por lo que reaccionan más rápido que sus competidores.

    El disparo del juez en la salida es la señal para el comienzo de las acciones de los corredores, pero antes de que estas comiencen transcurre un determinado tiempo para cada atleta. Es lo que se conoce también como tiempo de reacción motriz (fase de ejecución), y abarca desde que el impulso traspasa la placa motriz hasta el inicio del movimiento. Ocupa del 15 al 25% del tiempo de reacción total. A esta fase Grosser (1992) citado por Manso (1996) le llamó tiempo latente, es decir, el intervalo temporal que media entre la presentación del estímulo y el desencadenamiento de la respuesta. En fin, es el tiempo que tarda la acetilcolina, que parte del botón sináptico hacia la placa motriz del músculo, en iniciar el proceso de contracción muscular. Este lapso, denominado tiempo de latencia dura entre 0.004 y 0.01 segundos en función del tipo de fibra, grado de tensión, viscosidad y temperatura del músculo.

    La distribución de las ondas sonoras, la transformación de las vibraciones mecánicas en impulso nervioso, la transmisión del impulso nervioso e instalación de la actividad de las fibras musculares, constituyen el contenido del período latente de la reacción motora el cual dura de 0,10 a 0,18 segundos en los deportistas de alta calificación (OZOLIN, 1986).

    El período latente(o sensorial) de la reacción motora está compuesto por las cuatro primeras fases citadas y el período motor solo se refiere a la quinta fase de contracción muscular.

    El tiempo invertido por el atleta desde el comienzo de la presión en los bloques de partida hasta la separación de las piernas de estos, es llamado período motor de la arrancada.

    El tiempo que demora el velocista en los bloques de partida depende de la rapidez de los movimientos con los brazos, de la técnica de la arrancada y de la fuerza del despegue en los bloques de partida y la media de este proceso está alrededor de los 0,22 – 0,45 segundos.

    De acuerdo con los resultados de algunas investigaciones en deportistas de igual calificación, la diferencia del tiempo de reacción (período latente y motor), o sea, desde el momento del disparo hasta la separación de las piernas de los tacos de partida puede alcanzar 0,1 segundos. Por otro lado, Zakharov (1992) advierte que en los mejores velocistas el tiempo entre la señal de salida y el inicio de los movimientos es aproximadamente de 0,1 seg. En este sentido, el tiempo de reacción en las mujeres es 10-15% mayor que el de los hombres. Sin embargo, la comparación entre los mejores velocistas hombres y mujeres no corrobora estas diferencias

    En los velocistas de alta calificación bien entrenados la duración de cada uno de estos períodos es de 0,30-0,40 seg. De este tiempo total 0,06-0,10 segundos pertenecen al período latente y 0,24-0,30 segundos al período motor de la arrancada.

    De acuerdo con Jomenkov (1987) gracias al perfeccionamiento de estos componentes de la arrancada se puede mejorar el resultado general en 0,05-0,08 seg.

    La secuencia de las acciones y el tiempo medio que utiliza el velocista en cada una de ellas, de acuerdo con estudios de Ozolin (1986), es la siguiente:

  • Disparo

  • Período latente de la reacción motora: 0,14 segundos

  • Separación de los brazos de la superficie de la tierra: 0,15 segundos

  • Separación de la pierna que se encuentra en el bloque trasero: 0,25 segundos

  • Separación de la pierna que se encuentra en el bloque delantero: 0,38 segundos

    En los deportes de carácter cíclico el aporte del tiempo de reacción al resultado es relativamente pequeño; por ejemplo, en la carrera de 100m representa el 2-3% mientras que en la carrera de 1000m, el 0,02% (ZATSIORSKI, 1989).

    La importancia del tiempo de reacción resulta ser mayor en aquellos ejercicios, donde sus valores son comparables con el tiempo de los movimientos que preceden a la reacción.

    La velocidad de un movimiento simple (rapidez de los movimientos) se puede manifestar como un movimiento único o como un movimiento repetido varias veces. En este último caso se refiere a la frecuencia de los movimientos.

    Por otro lado, entre las formas elementales de la manifestación de la rapidez no existe una alta correlación (PLATONOV, 1987 y ZAKHAROV, 1992). Esto significa que el atleta puede tener un período corto de la reacción motora y no mostrar resultados altos en el sprint debido a una baja frecuencia de los movimientos.

Análisis de los resultados

Análisis del tiempo de reacción en los finalistas en el Campeonato Mundial de Atletismo

    En la Tabla 1 se recogen los resultados record del tiempo de reacción en la arrancada y los resultados medios de los velocistas participantes en los Campeonatos Mundiales de Atletismo realizados desde el año 1999 hasta el 2009. Cabe destacar que la excepción fueron los analizados en la distancia de 60m llanos y 60m con vallas para los dos sexos. Estas dos modalidades no están incluidas en el programa de los Campeonatos Mundiales de Atletismo al aire libre. Por eso, para realizar el correspondiente análisis de los tiempos de reacción fue necesario tomar los resultados de los Campeonatos Mundiales de Atletismo bajo techo desde el año 1999 hasta el 2008.

    En la Tabla 1 se advierte que el mejor tiempo de reacción correspondió a la norteamericana Michelle Perry, en la prueba de 100m con vallas femenino. El tiempo record en la salida de la vallista fue registrado en el décimo primer Campeonato Mundial de Atletismo (1997) con 0,105 segundos cuando marcó 12,46 segundos y consiguió la medalla de oro. Este tiempo de reacción es el mejor entre todas las pruebas analizadas e inclusive superó el alcanzado en la distancia de 60m llanos de los Campeonatos Mundiales de Atletismo bajo techo. En este sentido, se advierte que en esta última prueba el mejor tiempo de reacción en el sexo femenino correspondió a la velocista de Grecia Ekateríni Thánou, con 0,106 segundos, en el séptimo Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo celebrado en la ciudad de Maebashi, Japón (1999) para conquistar la medalla de oro con un registro de 6,96 segundos. Es importante destacar que fue la única atleta en marcar menos de 7,00 segundos en estos certámenes. Por su parte, los hombres por medio del velocista jamaicano Donovan Powell, registraron el mejor tiempo de reacción con 0,107 segundos en este mismo campeonato, pero tuvo que conformarse con un sexto lugar pues solo marcó 6,59 segundos.

Tabla 1. Tiempos de reacción record en cada prueba de velocidad y las correspondientes medias en velocistas de alta calificación (n=654)

    Un detalle que debe destacarse en este análisis es el tiempo de reacción alcanzado en la prueba de 400m llanos por la rusa Olesya Zykina con 0,107 segundos, en el noveno Campeonato Mundial de Atletismo (2003). Este registro le valió el sexto lugar de la competición con 50,59 segundos. No obstante fue mejor que los logrados por velocistas de distancias inferiores como 60m con vallas (0,110 segundos), 100m llanos (0,113 segundos) y 200m llanos (0,124 segundos). Es decir, a pesar de la evidente supremacía de este indicador en las distancias más cortas, como fue demostrado por Jomenkov (1987), podemos encontrar muchos atletas con tiempos de reacción que contradicen los criterios anteriores. Este detalle, según los resultados presentados en la Tabla 1, no tuvo un comportamiento similar en los hombres.

    Si comparamos los resultados individuales entre las mujeres y hombres, observamos que los tiempos de reacción de las mujeres fueron mejores que los alcanzados por los hombres, con excepción de la prueba de 100m llanos en la que el inglés Darren Campbell, en la novena edición, consiguió 0,112 segundos contra el 0,113 segundos de la velocista Chandra Sturrup, de Bahamas, en el décimo campeonato (2005). De forma general en la Tabla se observa que la media de los tiempos de reacción en los hombres corroboran los resultados de investigaciones realizadas por Manso (1996), aunque las mujeres superaron los indicadores de los hombres en las pruebas de las carreras con vallas analizadas en este estudio.

    Un análisis comparativo del tiempo de reacción presentado en la Tabla 2 para las distancias de 100m, 200m, 100m con vallas y 110m con vallas de los Juegos Olímpicos del 2000, 2004 y 2008 y los Campeonatos Mundiales de Atletismo desde el año 1999 hasta el 2009, permitió constatar que:

  1. Los tiempos de reacción de las distancias analizadas en la Tabla fueron mejores en los velocistas que participaron en los Campeonatos Mundiales de Atletismo

  2. Los resultados deportivos en las pruebas analizadas fueron superiores en los participantes de los Campeonatos Mundiales de Atletismo, con excepción de la prueba de 200m femenino y 100m con vallas femenino

  3. Las únicas pruebas con mejores tiempos de reacción que no consiguieron medallas de algún color fue la de 100m llanos para hombres y para mujeres

Tabla 2. Mejores tiempos de reacción en las pruebas de velocidad y los lugares alcanzados en los Juegos Olímpicos (n=135) y Campeonatos Mundiales de Atletismo (n=276)

    Por otro lado, el análisis individual de los resultados del recordista del mundo Usain Bolt, en estas dos relevantes competencias mostró que no siempre el tiempo de reacción es una garantía del resultado deportivo. Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Pekín, China en el 2008, el atleta jamaiquino alcanzó la medalla de oro con un record del mundo de 9,69 segundos en los 100m llanos y su tiempo de reacción fue de 0,165 segundos, es decir, consiguió apenas el séptimo tiempo de todos los finalistas de la prueba. Posteriormente, en el décimo segundo Campeonato Mundial de Atletismo celebrado en la ciudad de Berlín, Alemania en el año 2009, el nuevo record del mundo con 9,58 segundos, tuvo un tiempo de reacción de 0,146 segundos, es decir, el sexto entre todos los finalistas. Por tanto, existen otros factores de mayor importancia que deben ser tratados durante la preparación de los velocistas en las etapas del entrenamiento a largo plazo.

    A pesar de las diferencias individuales presentadas, la importancia del tiempo de reacción para el resultado en las pruebas de velocidad fue confirmada por numerosos autores (MAKSIMENKO y TABACHNIK, 1985; OZOLIN, 1986; JOMENKOV, 1987; MANSO, 1996). Sin embargo, no siempre los atletas con mejor tiempo de reacción en las pruebas analizadas quedaron entre los tres primeros lugares de la competencia. Por ejemplo, en el Gráfico 2 presentamos las medallas de oro, plata y bronce alcanzadas por los atletas que hicieron el mejor tiempo de reacción en los seis Campeonatos Mundiales de Atletismo analizados.

    En este sentido, observamos que de las 84 medallas de oro disputadas entre todas las pruebas sólo en 20 ocasiones (23,80%) los competidores con mejores tiempos de reacción quedaron en el primer lugar. Las restantes actuaciones en el gráfico son evidentes y no necesitan ser explicadas. Es importante destacar que la prueba que presentó mayor correspondencia del tiempo de reacción con el desempeño deportivo fue los 100m con vallas femeninos con tres atletas (15%) durante los campeonatos del 1999, 2001 y 2007. De igual modo, un hecho contradictorio, de acuerdo con los criterios encontrados en la bibliografía sobre nuestro objeto de estudio, es que en las pruebas más cortas (60m llanos y 60m con vallas) solo seis atletas (7,14%) con los mejores tiempos de reacción consiguieron la medalla de oro del total de las 84 disputadas. Esto reitera que no siempre el mejor tiempo de reacción, incluso en las distancias más cortas, garantiza el éxito de las carreras de velocidad.

    De forma general fueron confrontados los mejores resultados promedio de la prueba con los mejores tiempos promedio de reacción en las pruebas analizadas. Estos resultados aparecen en la Tabla 3.

    Podemos observar que en seis de las pruebas analizadas (42,85%) el resultado promedio de los finalistas correspondió con el resultado promedio del tiempo de reacción. Es importante destacar que esta situación fue favorable para las distancias más cortas con excepción de la prueba de 400m llanos para hombres. Paralelamente se muestran los peores tiempos de reacción promedio en todas las pruebas de 400m para ambos sexos.

Tabla 3. Ocasiones en que el mejor resultado promedio de los finalistas correspondió con el mejor tiempo de reacción de la prueba (n=638)

Leyenda: TR: Tiempo de reacción; M: Mujeres; H: Hombres

    Finalmente se percibe que a pesar de las distancias de 60m con vallas ser las más cortas de las escogidas para el análisis, los resultados promedio de los finalistas, tanto en el sexo femenino como en el masculino, quedaron apenas en el cuarto y quinto lugar respectivamente, es decir, los resultados de los vallistas fueron más influenciados por otros factores que pudieran estar relacionados con los componentes de la preparación física como la fuerza, velocidad, flexibilidad y de la preparación técnica en el sentido del pase rápido de la valla, el descenso activo de la pierna de ataque y el ritmo entre las vallas.

    Si volvemos la vista hacia el Gráfico 3 corroboraremos los resultados de los estudios realizados por Zatsiorski (1989) sobre el aporte del tiempo de reacción al resultado final. Por ejemplo, de acuerdo con este autor el porcentaje de contribución podía llegar hasta el 3%, sin embargo, podemos percibir que las mayores contribuciones fueron marcadas de forma general para las distancia de 60m llanos con valores de apenas 2,08%. En el gráfico se observa una dinámica descendente de la contribución de tiempo de reacción a medida que aumenta la distancia de competencia; o sea, cuánto mayor es la distancia a recorrer, menor el porcentaje de contribución al resultado.

    Conviene recordar que el recordista en este indicador fue el cubano Joel Hernández con 3,14% de contribución en su resultado de 7,91 segundos y un tiempo de reacción de 0,249 segundos en la distancia de 60m llanos en el décimo segundo Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo celebrado en la ciudad de Valencia, España (2008). Este atleta y la velocista ucraniana Zhanna Block, durante el décimo primer Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo celebrado en la ciudad de Moscú, Rusia (2006) en la prueba de 60m llanos fueron los únicos en conseguir un 3% de contribución al resultado. No obstante, estos elevados por cientos de contribución del tiempo de reacción le proporcionaron a esos atletas apenas el octavo y sexto lugares de la competición.

    Por tanto, existe un determinado por ciento de contribución del tiempo de reacción individual para cada atleta que sería el ideal de acuerdo con la distancia y resultado de la prueba. Por ejemplo, en los récords mundiales implantados por el velocista jamaicano Usain Bolt en las distancias de 100m y 200m llanos durante el décimo segundo Campeonato Mundial de Atletismo los por cientos de contribución no llegaron al 50% de la cifra estipulada por Zatsiorski, es decir, los valores fueron de 0,152% segundos para los 100m llanos (tiempo de reacción 0,146 segundos) y 0,69% segundos para los 200m (0,133 segundos). Este último por ciento fue el peor de todos los participantes de la final.

Gráfico 3. Porcentaje que representa el tiempo de reacción en el resultado final en cada prueba de velocidad

    Consideramos en este estudio analizar las interrelaciones estadísticas entre los resultados de las pruebas de velocidad y los tiempos de reacción. En este sentido se utilizó el coeficiente de correlación Bravais-Pearson (Esquema 1). Evidentemente el tiempo de reacción no se correlaciona con el resultado de las pruebas de velocidad en la muestra de velocistas de alta calificación p<0.05.

    Estos resultados del coeficiente de correlación no niegan, sin embargo, la importancia del tiempo de reacción para el resultado final, sino que apuntan al significado de otros factores para mejorar el desempeño de los atletas.

    Es importante señalar que existen algunos atletas vencedores de las pruebas de velocidad que obtuvieron el peor tiempo de reacción entre todos los finalistas y otros que sus tiempos de reacción ocuparon del cuarto al sexto entre todos los finalistas. Por ejemplo, la velocista la kazaja Olga Shishigina (0,149 segundos) en la prueba de 60m llanos del séptimo Campeonato Mundial de Atletismo (1999), el norteamericano Terrence Trammell (0,268 segundos) en el 2001. Para insistir sobre los tiempos de reacción alcanzados por los primeros lugares de las pruebas analizadas podemos recurrir a los datos mostrados en el Gráfico 2, para hacer las correspondientes comparaciones.

Esquema 1. Coeficiente de correlación entre el resultado de las pruebas de velocidad y el tiempo de reacción en la salida (n=638)

    Otro aspecto que llama la atención en este análisis son las diferencias del tiempo de reacción para los velocistas de los sexos masculino y femenino en las distancias únicas y, además, entre las distancias más largas como es el caso de los 400m. Por ejemplo, el criterio t de Student en la Tabla 4 revela que aunque los hombres muestran mejores tiempos promedios de reacción en las pruebas analizadas (Ver Tabla 1) las diferencias entre los resultados no son estadísticamente significativos p<0.05. La única excepción en esta análisis fue la prueba de 200m llanos t=3,07 p>0.05. De igual modo, cuando analizamos las diferencias entre todos los resultados de los tiempos de reacción de las pruebas de 60m, tanto llanos como con vallas y los resultados de las pruebas de 400m, encontramos diferencias altamente significativas en este indicador a medida que aumenta la distancia tanto para el sexo femenino t=4,02 p>0.05 y para el sexo masculino t=5,7 p>0.05.

Tabla 4. El criterio t de Student de los tiempos de reacción en las pruebas de velocidad en hombres y mujeres

    Sería importante responder en este trabajo la siguiente pregunta ¿Realmente los atletas que están situados en los carriles más cerca del juez de salida son los que presentan mejor tiempo de reacción? Algunos estudiosos del tema opinan que la distancia entre la señal y el receptor auditivo podría afectar el desempeño de algunos atletas. Para solucionar esta pregunta decidimos clasificar condicionalmente las distancias entre los ocho carriles y el juez de partida en:

  1. Próxima (incluye a los atletas de los tres primeros carriles)

  2. Mediana (incluye a los atletas de los carriles 4 y 5)

  3. Larga (incluye a los atletas de los carriles 6,7 y 8)

    En la Tabla 5 presentamos para cada una de las pruebas las distancias que correspondieron a los mejores tiempos de reacción en las finales. Se observa que de los 84 atletas muestreados 34 (40,4%) arrancaron en uno de los tres primeros carriles. Esta cifra fue superior a la alcanzada en las distancias mediana con 26 atletas (30,9%) y larga con 24 atletas (28,57%). Llama la atención en nuestro análisis que de todos los atletas que arrancaron en los tres primeros carriles, solo siete (20,5%) pertenecieron al primer carril, tres de ellos en la prueba de 60m con vallas. Por tanto, los atletas que alcanzaron mejores tiempos de reacción en este estudio arrancaron en los carriles 2 y 3. También se aprecia que en las pruebas de 60m y 400m llanos ninguno de los atletas con mejor tiempo de reacción arrancó en el primer carril. Finalmente, se apunta que en este indicador no se observó una diferencia marcada entre el número de atletas que arrancó en los carriles del medio (4 y 5) y los que arrancaron en los carriles 6, 7 y 8.

Tabla 5. Número de atletas con mejores tiempos de reacción por cada prueba de velocidad en cada una de las distancias (n=84)

Consideraciones finales

    Los resultados en las pruebas de velocidad han experimentado un salto cualitativo en las últimas décadas. El tiempo de reacción ha sido objeto de atención por los especialistas con el propósito de mejorar el resultado deportivo. Las primeras investigaciones en la década del 80 confirmaron este hecho. Sin embargo, el análisis estadístico realizado aquí no apoya el papel decisivo otorgado a esta variable en los velocistas que compiten en las distancias más cortas. Los récords mundiales implantados por Usain Bolt en las pruebas de 100m y 200m durante los Campeonatos Mundiales de Atletismo no apoyan los resultados de las primeras investigaciones. No obstante, no menospreciamos el papel del tiempo de reacción como factor, incluso de valor psicológico, durante el inicio de la carrera. Evidentemente, la ventaja inicial lograda después del disparo, pudiera provocar esfuerzos innecesarios en los competidores para alcanzar a los más aventajados y, consecuentemente, mayores pérdidas de energía. Por tanto, este puede ser un elemento de preocupación para los atletas más rezagados; por eso los trabajos para mejorar algunas de las fases del tiempo de reacción deben estar presentes en las sesiones de entrenamiento de técnica y velocidad. Sin embargo, aquellos factores como velocidad, potencia y resistencia de la velocidad son, a nuestro modo de ver, la mejor alternativa para el desempeño final de las pruebas aquí analizadas. Como se demostró en este análisis no siempre el mejor tiempo de reacción correspondió al ganador de la prueba e incluso atletas con peores tiempos de reacción consiguieron la medalla de oro en la competición.

    Por último, es posible pensar, de acuerdo con los resultados analizados, que los atletas que están más cerca del juez de partida, poseen aparentemente una ligera ventaja para reaccionar ante el disparo cuando son comparados con los que se encuentran en los carriles más distantes.

Referencias

  • IAAF: International Association of Athletics Federations: World Championships in Athletics, (disponível em http://www.iaaf.org/history/index.html#WCH), acesso em 12 de outubro de 2009.

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  • ZATSIORSKI, V.M. Metrología Deportiva. Editorial Planeta, Moscú, 1989.

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revista digital · Año 15 · N° 147 | Buenos Aires, Agosto de 2010  
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