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Efecto de un programa físico de trabajo de impactos y fuerza muscular, sobre la densidad mineral ósea, en mujeres postmenopáusicas entre 55-65 años

 

Diplomado en Magisterio de Educación Física. Universidad de Almería.

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

por la Universidad de Granada

Antonio Manuel Manzaneda Martínez

manzanedachili@hotmail.com

(España)

 

 

 

Resumen

           El objetivo de este estudio es conocer las modificaciones que se producen sobre la densidad mineral ósea (DMO) al utilizar un programa de actividad física.

Para llevar a cabo la investigación, se seleccionó de forma aleatoria, una muestra de 40 mujeres postmenopáusicas con edades comprendidas entre 55-65 años. Estas realizaron un programa físico de trabajo de impactos y fuerza muscular (n= 20) y un grupo control (n= 20). Se analizaron las variables de DMO (densidad mineral ósea) a nivel del calcáneo, cadera y zona dorso lumbar. Se llevó a cabo un diseño entre sujeto y, para el estudio de los datos, se compararon las medias, aplicando la técnica de t de Student para medidas independientes. Los resultados obtenidos mostraron como la DMO en calcáneo, cadera y a nivel dorso-lumbar disminuye menos con una (p‹0,001), cuando se realiza el programa de impactos y fuerza con respecto al grupo control. El grupo del programa de trabajo de impactos y fuerza disminuye la pérdida con respecto al grupo control en las variables de DMO de calcáneo, cadera y a nivel dorso-lumbar cuando se realizan ejercicios con cierta intensidad.

          Palabras clave: Densidad mineral ósea, postmenopausia, trabajo de impactos, fuerza muscular

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010

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1.     Introducción

    Desde diferentes perspectivas científicas se han investigado aspectos relacionados con osteoporosis y práctica deportiva. Diversos estudios se han centrado en las DMO de distintas poblaciones y otros, también, en evitar pérdida o mantener sus niveles. Muchos autores han analizado la repercusión que este parámetro tiene sobre las mujeres postmenopáusicas (Chien et al, 2005; Stengel et al, 2005). Los estudios sobre DMO permiten obtener datos interesantes sobre el mantenimiento de la densidad ósea en mujeres postmenopáusicas. Estas variables ayudan a centros deportivos y de rehabilitación a evaluar las modificaciones en sus programas de ejercicios, en función de la intensidad de los impactos y de los ejercicios musculares, así como para disminuir el riesgo de fracturas por caídas (Parsons, 2005).

    Algunos estudios se han orientado a observar la variación de este parámetro (DMO) al utilizar distintos tipos de práctica deportiva. En determinados grupos de edad se suelen emplear uno u otros programas para mantener los niveles de DMO. Varios autores se han ocupado de estudiar la utilización de programas físicos sobre mujeres postmenopáusicas encontrando resultados contradictorios (Bravo et al, 1997; Golstein, Simkin, 1991: Koike, 2005; Ay, Yurtkuran, 2005).

    La mayor aportación de la actividad física de impactos y trabajo muscular está en el descenso de la pérdida de DMO. Sin embargo, debido a la variabilidad de los ejercicios, no está muy claro hasta que punto la disminución de la pérdida de DMO en mujeres postmenopáusicas se puede deber a una tensión localizada de la musculatura sobre el hueso para iniciar una respuesta del mismo.

    Se han estudiado utilizando diversos métodos para disminuir la pérdida de DMO. El trabajo de impactos y de fuerza puede presentar ciertas ventajas como la de generar cierto estrés mecánico sobre el hueso, disminuyendo de esta forma alguno de los inconvenientes que plantea trabajos en medio acuático o aeróbicos.

    Las variaciones en la DMO tras trabajo de fuerza e impacto, ya han sido estudiadas, mostrando diferencias significativas en la disminución de la pérdida de DMO (Ay, Yurtkuran, 2005; Bravo et al, 1997; Iki et al, 2006).

    Aunque dichas diferencias no son significativas en otros estudios (Ay et al, 2005) se puede pensar en la posibilidad de que la muestra así como el tiempo de duración del programa físico no sean suficientemente grandes como para que exista un efecto notorio sobre la DMO, así como para que las desviaciones típicas se reduzcan y con ello se observan diferencias significativas.

    Tras la revisión de la documentación existente sobre el problema, la hipótesis que se plantea es que; un programa de mayor duración sobre el trabajo físico de fuerza y de impacto, en una muestra más numerosa de mujeres postmenopáusicas sanas, tendrá como efecto, un descenso significativo de la pérdida de DMO, con respecto al grupo control al provocar un estrés sobre el hueso.

2.     Material y método

Sujetos

    La selección de los sujetos se realizó de forma aleatoria, partiendo de 120 mujeres sedentarias postmenopáusicas sanas de edades comprendidas entre 55-65 años (59,10 ± 4,6 años). Todos los sujetos que realizaron el estudio fueron informados de la naturaleza de este, y realizaron un escrito con su consentimiento. Compararon a los grupos con sus edades medias, años de postmenopausia, densidad de masa ósea, para comprobar la homogeneidad de todas las variables al principio del estudio (tabla 1). A los sujetos del estudio se les indicó que no tomasen medicamentos que afectasen a la homeostasis del calcio del hueso durante los 20 meses que duraría el programa de entrenamiento y 1 mes anterior al comienzo de este. El consumo diario promedio de calcio y con ello los alimentos relevantes que fueron estandarizados para cada sujeto fue seguido por nutricionistas. Todos los sujetos tomaron 1000 mg de calcio elemental al día.

    Los grupos quedaron de la siguiente forma: un grupo (n= 20) de trabajo de impactos y fuerza y (n=20) grupo control. El grupo control llevó una forma de vida sedentaria durante la duración del estudio.

Diseño

    El diseño utilizado fue un diseño entre grupo de 2 grupos con grupo control. Se consideraron como variable independiente el programa de ejercicios de trabajo de fuerza e impactos. Las variables dependientes fueron la DMO en calcáneo, cadera y a nivel dorso lumbar. Para estudiar los datos se aplicó un análisis de varianza, en concreto, la t de Student para muestras independientes.

Aparatos y material

    Las pruebas se realizarán en un laboratorio. El aparato utilizado en el registro y análisis de los datos fue DXA scanner, que media la DMO en kg/m². Todas las exploraciones fueron realizadas por un solo técnico que desconocía el estudio. Para el tratamiento estadístico de los datos se utilizó el programa SPSS 12.0 para Windows.

Procedimiento

    Los sujetos realizaron dicho test colocándose sobre el DXA scanner, registrando así los valores de DMO encontrados en calcáneo, cadera y a nivel dorso-lumbar.

    La intensidad de los ejercicios del grupo de trabajo fue ajustada a nivel submáximo (intensidad 10-13) según la escala de Borg. En la primera semana hicieron 5 minutos de calentamiento (caminando a un ritmo normal y llevando controladas las respiraciones) 10 minutos de ejercicio aeróbico (caminando rápidamente, saltando (pliometría simple y media) 10 minutos de trabajo de autocargas (sentadillas, gemelos, flexiones, abdominales y lumbares) y 5 minutos de estiramientos. En la segunda semana, el ejercicio aeróbico, de impactos, se prolongó a 15 minutos y el trabajo de autocargas a 20 minutos, a partir de la cuarta semana el ejercicio de la sesión se aumentó hasta 55 minutos quedando calentamiento (5 minutos), aeróbico o de impactos (20 minutos), el trabajo de autocargas (25 minutos) y los estiramientos (5 minutos). Los ejercicios a intensidad submáxima se realizaron 3 veces por semana. El grupo control realizaría una forma de vida sedentaria.

Escala de Borg

    Los grados del esfuerzo percibido, según la escala 6-20 son un índice de la tolerancia subjetiva del ejercicio. Según la escala de la intensidad del ejercicio, 6-7 es muy fácil, 8-9 el fácil, 10-11 es moderado, 12-13 algo duro, 14-15 es duro, 16-17 es muy duro, 18-19 es muy muy duro y 19-20 es máximo.

    Las presiones arteriales de los sujetos se comprobaron antes, durante, y después de los ejercicios y el ejercicio se paraba si existía algún efecto inesperado. Los ritmos cardiacos durante el ejercicio no aumentaron más de un 60-80 % del máximo para cada sujeto. El ritmo cardiaco máximo se calcula restando 220 menos la edad. El valor medio de las pulsaciones por minuto fue de 110 ± 10 pp/m.

3.     Resultados

    Se determinaron las diferencias existentes entre los valores medios de los grupos por su edad, periodo postmenopáusico y DMO (kg/m²). No había diferencias estadísticas significativas entre los dos grupos y se determinó su homogeneidad para realizar el experimento (tabla 1).

    Los resultados del estudio muestran que hay diferencias entre el grupo que realizaba el programa y el grupo control en cuanto a DMO encontrados en calcáneo, cadera y zona dorso-lumbar. A continuación se presenta la estadística descriptiva con la media y la desviación típica.

DMO calcáneo

    Los cambios de densidad mineral ósea para el grupo de trabajo y grupo control eran -2,13 y -6,77 respectivamente (tabla 3). Dichos cambios eran estadísticamente significativos comparando grupo de trabajo y grupo control (P ‹ 0,01). Los cambios en grupo de trabajo no eran estadísticamente significativos tras los 20 meses de práctica (duración del programa), mientras que si se observaban diferencias significativas en el grupo de control (P ‹ 0,05).

DMO cadera

    Los cambios de densidad mineral ósea para el grupo de trabajo y grupo control eran -0,98 y -6,77 respectivamente (tabla 3). Dichos cambios eran estadísticamente significativos comparando grupo de trabajo y grupo control (P ‹ 0,01). Los cambios en grupo de trabajo no eran estadísticamente significativos tras los 20 meses de práctica (duración del programa), mientras que si se observaban diferencias significativas en el grupo de control (P ‹ 0,05).

DMO en zona dorso – lumbar

    Los cambios de densidad mineral ósea para el grupo de trabajo y grupo control eran -2,03 y -6,65 respectivamente (tabla 3). Dichos cambios eran estadísticamente significativos comparando grupo de trabajo y grupo control (P ‹ 0,01). Los cambios en grupo de trabajo no eran estadísticamente significativos tras los 20 meses de práctica (duración del programa), mientras que si se observaban diferencias significativas en el grupo de control (P ‹ 0,05).

4.     Discusión

    En el estudio se han podido comprobar diferencias significativas entre las pérdidas de densidad de masa ósea entre los sujetos que realizaron el programa de ejercicios de impacto y fuerza, durante 20 meses, con respecto al grupo control.

DMO calcáneo, cadera y zona dorso lumbar

    Observando el efecto que produce dicho programa sobre el calcáneo se puede apreciar que las pérdidas de DMO se reducen considerablemente. Estos datos coinciden con los resultados de otros autores, que analizaron diferentes métodos para reducir la pérdida de densidad mineral ósea en mujeres postmenopáusicas.

    Stengel et al, (2005) estudiaron el entrenamiento de impactos sobre mujeres postmenopáusicas y encontraron diferencias significativas entre-grupo para la DMO en la zona dorso lumbar.

    Palombaro (2005) en su estudio sobre los beneficios de caminar sobre la pérdida de DMO obtuvo resultados positivos sobre la DMO a nivel lumbar, aunque sugiere que solo caminar no limita la desmineralización en toda la superficie esquelética, sugiriendo otras formas de ejercicio.

    Bravo et al, (1997) en su investigación sobre mujeres postmenopáusicas en un programa de actividad física acuático, así como Ay, Yurkuran y Merih no encontraron diferencias significativas con respecto al grupo control en las DMO. Dicho programa trataba ejercicios de impactos en el agua y ejercicios de fuerza. En cuyo caso concluyen en la necesidad de encontrar ejercicios en los cuales se ofrezca mayor tensión para la masa ósea. Aunque esto es contrastado con el estudio de Goldstein y Simkim (1994), en el cual se manifiestan mejoras significativas respecto al grupo control.

    Mi estudio ha pretendido realizar ejercicios que provoquen mayor estrés sobre el hueso durante un espacio de tiempo mayor, eliminando la hipo-gravidez del medio acuático así como aumentando el tamaño de la muestra.

    Sería interesante que nuevas investigaciones planteasen ejercicios de impacto en tren superior dirigidos a mujeres postmenopáusicas, donde sería también de interés conocer cual sería la repercusión de DMO en otras zonas de el esqueleto para evitar futuras fracturas.

5.     Conclusiones

    A través de este estudio, en el que se han analizado los efectos que producen las variables de DMO en calcáneo, cadera y a nivel dorso lumbar, tras un programa de entrenamiento de trabajo de impactos y de fuerza, se ha podido determinar que la utilización de dicho programa produce una reducción significativa en los parámetros de pérdida de DMO.

    Teniendo en cuenta estas conclusiones, se puede afirmar que un programa de entrenamiento de fuerza y trabajo de impactos produce reducción de la DMO en calcáneo, cadera y a nivel dorso – lumbar, y que por tanto dicho programa reduce las fracturas que pueden producirse.

Tabla 1. Características de edad, PMP y DMO de ambos grupos

 

G1

G2

Significativo

Edad (años)

59,05 ± 4,69

59,15 ± 4,63

NS

PMP (años)

9,23 ± 4,75

8,43 ± 5,32

NS

DMO (kg/m²)

28,94 ± 3,42

30,98 ± 9,93

NS

G1, grupo de trabajo de impactos y fuerza (n=60); G2, grupo control (n=60).

PMP, años de menopausia; DMO, densidad mineral ósea.

La significación estaba determinada p‹0,05; No existían diferencias estadísticamente significativas entre las variables de edad, PMP y DMO.

 

 

Tabla 2. Estadística descriptiva de muestras independientes para las variables de DMO en calcáneo, cadera y en la zona dorso-lumbar

Variables

Grupos

TEST INICIAL

 

POSTEST (20 meses después)

SIGNIFICATIVO

Media

Desv. Típica

Media

Desv. Típica

DMO calcáneo, Kg/m²

Grupo trabajo

30,98

±3,42

30,32

±2,68

NS

Grupo control

32,45

±5,93

30,25

±3,25

P ‹ 0,05

DMO cadera Kg/m²

Grupo trabajo

29,44

±3,93

29,15

±3,41

NS

Grupo control

30,41

1,96±

28,35

±4,54

P ‹ 0,05

DMO dorso – lumbar Kg/m²

Grupo trabajo

28,94

±4,63

28,35

±2,84

NS

Grupo control

28,92

4,57±

27,.02

± 2,41

P ‹ 0,05

 

Tabla 3. Comparación entre grupos del porcentaje de cambio de DMO de calcáneo, cadera y dorso lumbar

 

Grupo trabajo

Grupo control

Grupo trabajo-grupo control

DMO calcáneo, Kg/m² (%)

- 2,13

-6,77

P ‹ 0,01

DMO cadera, Kg/m² (%)

-0,98

- 6,77

P ‹ 0,01

DMO dorso – lumbar Kg/m² (%)

-2,03

- 6,56

P ‹ 0,01

Referencias bibliográficas

  • Ay, A.; Yurtkuran, M. (2005). Influence of Aquatic and Weight-Bearing Exercises on Quantitative Ultrasound Variables in Postmenopausal Women. American Journal of Physical Medidine & Rehabilitation. 84 (1) Pp. 52-61

  • Bravo, G.; Gauthier, P.; Roy, P.M.; Payette, H.; Gaulin, P. (1997). A weight-bearing, water-based exercise program for osteopenic women: its impact on bone, functional fitness, and well-being. Archives or physical medicine and rehabilitation. 78 (12) 1375-1380.

  • Chien, M.Y.; Yang, R.S.; Tsauo, J.Y. (2005). Home-based trunk-strengthening exercise for osteoporotic and osteopenic postmenopausal women without fracture-study. Clinical Rehabilitation. 189 (5) 579

  • Goldstein, E.; Simkim, A. (1994). The influence of weight-bearing water exercise on bone density of post.-menopausal women. Bitnu’a/Movement Journal of physical education and sport science. 2 (4)

  • Iki, M.; Saito, Y.; Kajita, E.; Nishino, E.; Kusaka, Y. (2006) Trunk Muscle Strenght is a Strong Predictor of Bone Loss in Postmenopausal Women. Clinical Orthopaedics and Related Research. 443, 66-72.

  • Parsons, L.C. (2005) Osteoporosis: incidence, prevention, and treatment of the silent killer. Nursing clinics of North america. 40 (1) 119-33.

  • Palombaro, K.M. (2005) Effects of walking-only interventions on bone mineral density at various skeletal sities: a meta-analyisis. Journal of geriatric physical therapy. 28 (3) 102-7.

  • Stengel, S.V.; Kemmler, W, Pintag, R.; Beeskow, C.; Weineck, J.; Lauber, D.; Kalender, W.A.; Engelke, K. (2005). Power training is more effective than strength training for maintaining bone mineral density in postmenopausal women. Journal of applied physiology Bethesda. 99 (1) 181-8.

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