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La ubicación espacial de los alumnos y el 

entrenador durante el entrenamiento de taekwondo

 

Profesor Auxiliar

Universidad de Ciencias de la Cultura Física (UCCF) “Manuel Fajardo”

Cinturón Negro 6to Dan. Jefe de la Comisión Nacional de Superación del Taekwondo

MSc. Roberto Fernández Fonseca

fernandez262@yahoo.es

(Cuba)

 

 

 

Resumen

          El artículo que presentamos aborda aspectos relacionados con las formas y procedimientos organizativos espaciales de los alumnos y el entrenador durante la clase o entrenamiento de Taekwondo, fundamentalmente en la forma que se ubican para desarrollar las actividades de enseñanza y/o perfeccionamiento con algunas y recomendaciones metodológicas.

          Palabras claves: Taekwondo. Procedimientos organizativos. Enseñanza. Entrenamiento

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010

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Introducción

    La clase de Taekwondo como actividad deportiva contemporánea, es el proceso pedagógico que una vez estudiado se planifica, organiza y aplica con el fin de crear y desarrollar las habilidades y las capacidades necesarias para garantizar el aprendizaje exitoso de la técnica y sus disímiles maneras de realización y aplicación. Estas clases se llevan a cabo a través de diferentes formas y tendencias de enseñanzas que tienen que ver con las corrientes pedagógicas asumidas por el entrenador; por ejemplo, Leyva (2, 9) plantea que “la enseñanza ha sido vista desde dos polos opuestos caracterizados por la tendencia a la directividad de la enseñanza (predominio de la figura del profesor) o la no directividad de los aprendizajes de los alumnos (predominio de la actividad del alumno). La directividad de la enseñanza como tendencia tiene su base en las teorías psicológicas conductistas y una pedagogía tradicional. Mientras la no directividad responde a teorías cognoscitivistas y constructivistas del aprendizaje en el plano psicológico y pedagógico”.

Tabla 1. Diferencias entre las pedagogías (López, 2003 citado por Leyva: 2, 9)

    En algunos entrenadores de Taekwondo aún persiste la pedagogía directiva, donde el entrenador es el centro del proceso docente y no el estudiante, esto se explica por la idiosincrasia misma del arte marcial que está relacionada con las “formas y procedimientos tradicionales de la enseñanza oriental”. Precisamente, una de las formas de enseñanza fundamentales del proceso pedagógico en la educación física y el deporte, es la relacionada con la ubicación espacial de los alumnos y el entrenador, durante el desarrollo de la clase. En este sentido, Álvarez (1), plantea que la “forma” en la pedagogía “es la estructuración del sistema para lograr un objetivo; es la estructura externa del proceso”. Asumiendo a este autor, entendemos que la forma en que se organizan las clases para la enseñanza en la actividad deportiva, relacionada con las formas organizativas espaciales, juega un papel desicivo en el éxito de los objetivos pedagógicos propuestos, por el hecho de que establece el orden y la estructura adecuada para realizar, cómoda y funcionalmente, las actividades metodológicas en un área limitada. Es por esa razón que en nuestro artículo reflexionaremos al respecto.

Desarrollo

Con relación a la ubicación del estudiante en el área de la clase

    En el Taekwondo todavía se utilizan algunas formas y procedimientos organizativos de enseñanza que se aplican bajo una fuerte tendencia a la pedagogía directiva que, aunque han tenido éxitos en su momento, se contradicen con la concepción actual de la práctica deportiva de este arte marcial y la tendencia contemporánea de facilitar al máximo las condiciones ideales para el aprendizaje óptimo y saludable del estudiante; por ejemplo, las formas y procedimientos organizativos espaciales que en ocasiones emplean los entrenadores para organizar a sus alumnos, le imprime un carácter rígido, prolongado y monótono. Como ejemplo tenemos el caso del procedimiento frontal en fila que tradicionalmente se utiliza para enseñar y perfeccionar las técnicas de brazos desde la postura baja de Juchum Seogi, sin variar la posición del estudiante; si bien trabajar desde esa postura se contribuye al fortalecimiento de la musculatura de las piernas, su uso prolongado crea dolor e incomodidad en dichos miembros, provocando la desviación de la atención del practicante hacia su malestar. Hemos sido testigo de entrenadores que trabajan con las categorías infantiles, exigirles a sus alumnos que mantengan la postura baja, sin tener en cuenta las consecuencias negativas para unas articulaciones en pleno desarrollo físico.

    Estos procedimientos rígidos también traen como consecuencia la aparición de las ejecuciones incorrectas de las técnicas que generalmente son producidas por la redistribución de los segmentos corporales, para buscar una posición más cómoda y menos dolorosa para el estudiante. Esa argumentación se basa, además de nuestra experiencia profesional, en lo planteado por Petrovski (4, 184), quien asegura que la concentración de la atención disminuye por consecuencia de la fatiga, ocurriendo, con mayor frecuencia en los niños, la distracción que se manifiesta en “el pase de un objeto o fenómeno a otro, sin detenerse en ninguno”. Aquí el autor menciona que el agotamiento físico, los dolores musculares, la falta de motivación, así como agentes ajenos a la clase se convierte en irritantes dominantes que distraen la atención del individuo.

    La solución a esta problemática no radica en eliminar por completo este procedimiento organizativo espacial u otro similar, sino, dosificarlo correctamente, teniendo en cuenta las características físicas y psicológicas de los estudiantes.

    Algo muy relacionado con el tema que nos ocupa, lo plantea López (3, 58) en su artículo, “La motivación y la creación de un estado psíquico favorable para el desarrollo de la clase de Educación Física”, cuando expresa que, “el profesor debe prever ejercicios y planificar actividades que sean asequibles al alumno. Esto debe permitirle poner en tensión todas sus fuerzas, cuyo esfuerzo se verá recompensado con la realización exitosa, que a su vez constituye un elemento estabilizador de la motivación. Seguidamente el propio autor resalta que “el profesor debe medir cuidadosamente el grado de dificultad del ejercicio para situarlo en el límite de lo que el alumno puede hacer, tanto las actividades demasiado fáciles como difíciles, hacen disminuir rápidamente la atención y, por consiguiente, el interés del alumno”. Es por esas razones que recomendamos a los entrenadores que alternen las formas y procedimientos organizativos de enseñanzas, en aras de lograr el máximo rendimiento de los practicantes de forma sostenible y saludable.

    A continuación, exponemos un ejemplo del procedimiento organizativo frontal combinado con posturas compensatorias y juegos que tratan de mitigar la fatiga y la monotonía, durante la enseñanza de la técnica de brazo Momtong chumock jirugui.

Procedimiento organizativo frontal combinado con posturas compensatorias y juegos

  1. Para la enseñanza del Momtong Jumeok Jireugi, inicie con la postura Naranji sogui, la cual es una parada natural y muy cómoda para el aprendizaje.

  2. Descanso activo con juegos o de tipo pasivo como pueden ser los ejercicios de flexibilidad.

  3. Reanudar los ejercicios de enseñanza desde la postura de Chuchum sogui y, ante los síntomas de cansancio, los que generalmente son visibles por los movimientos continuos hacia la posición erguida, pasar al paso 2 variando la actividad.

  4. Continuar los ejercicios, pero ahora, desde la posición de sentado con las piernas cruzadas y corrigiendo la postura erguida del tronco para incidir apropiadamente en el fortalecimiento de la musculatura de la espalda.

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Figura 1. Procedimiento frontal con diferentes posturas. Ejercicios de la técnica Jireugi, desde Narahi Seogi (1), Juchum seogi Seogi (2) y sentado (3)

    Esta sencilla combinación de posturas, permite obtener una mayor concentración de la atención, debido a que los cambios de posturas tienden a disminuir el agotamiento físico de las piernas. Es oportuno destacar que el uso indiscriminado de un mismo procedimiento combinado, sea cual fuera, puede crear el mismo efecto que las posiciones estáticas y prolongadas, por lo que el entrenador debe ser creativo en este sentido.

Con relación a la ubicación del entrenador en el área de la clase

    Ya habíamos comentado que las formas tradicionales de la enseñanza del Taekwondo por algunos entrenadores tenía un carácter rígido con relación a las formas y procedimientos organizativos espaciales de sus alumnos en la clase, cosa que también ocurre con su ubicación frente a sus estudiantes.

    Todos sabemos la importancia que tiene la demostración práctica en las clases de arte marciales por la información visual y directa que proporciona tanto para la enseñanza como para el perfeccionamiento de la técnica; sin embargo, a veces los entrenadores olvidamos los ángulos ideales para brindar las perspectivas más objetivas de la técnica, colocándonos solamente de frente y/o de espalda a los alumnos durante la clase, cuando en realidad las demostraciones desde los ángulos laterales y diagonales, aumentan el nivel de información de nuestros estudiantes llegando de una forma u otra a todos por igual. Esto está dado por el hecho de que no todos perciben por igual la información desde uno u otro ángulo de visión; no obstante, si proporcionamos la misma información visual desde diferentes ángulos, los que no pudieron entender o ver por un lado determinado, lo podrán asimilar por el otro.

    Otro aspecto no menos importante, es la ubicación espacial del entrenador cuando está perfeccionando y/o rectificando las técnicas de los estudiantes en la clase. A continuación dejamos a su consideración los siguientes aspectos a tener en cuenta en este sentido:

  1. La ubicación espacial del entrenador, debe estar en función del proceso de entrenamiento y no de su comodidad personal.

  2. La ubicación espacial del entrenador durante la clase, debe garantizar un intercambio directo que abarque a todos y a cada uno de sus estudiantes, con el fin de trasmitir los conocimientos y promover la retroinformación del proceso, en aras de controlar y mejorar la actividad que está realizando en ese momento; esto se debe a que cada entrenamiento es único e irrepetible en cada sesión de clases y, aunque lo que no se pudo resolver técnica o tácticamente en el momento, se puede rectificar o mejorar en la próxima clase o sesión de entrenamiento, nos queda claro que la situación anterior, nunca ocurre después de la misma forma, si bien, se puede repetir o modelar en condiciones similares, siempre se pierde la frescura y la inmediatez de tratar de rectificar sobre la propia marcha.

  3. La ubicación del entrenador no solo tiene un carácter espacial de tipo organizativo y metodológico, sino que también tiene una influencia psicológica sobre el estudiante, debido a que su posición física en el espacio no está exenta del reflejo de la actitud personal y profesional hacia sus discípulos. Es por ello, que el entrenador debe ser sumamente cuidadoso para que, 1) su presencia sea exigente para la ejecución correcta de los ejercicios; 2) sea bondadosa para ayudar al estudiante; 3) sea aprobatoria y estimuladora hacia los buenos comportamientos y adelantos físicos o técnicos del estudiante y 4) sea reprobatoria y educativa ante las actitudes negativas que ocurran durante el entrenamiento.

    Finalmente a modo de ejemplos, compartiremos algunas formas organizativas, que aunque no son novedosos, estamos seguros que despertarán el interés de nuestros entrenadores para rectificar y mejorar su desempeño pedagógico.

Algunas formas y procedimientos organizativos de ubicación espacial del entrenador durante las clases o entrenamientos de Taekwondo

Círculo con el entrenador dentro para la demostración de los ejercicios desde varios ángulos

    Esta ubicación del entrenador, presenta la desventaja de que no tiene el control visual de todos sus estudiantes, por lo que solo la recomendamos para las demostraciones durante la enseñanza; en cambio, tiene la ventaja de que si se realizan varias demostraciones de una técnica variando los ángulos de visión, los estudiantes tendrán diferentes vías o perspectivas de información de una misma técnica y los que no pudieron observar por un lado lo pueden hacer por el otro.

                                      

Figura 2. Círculo con el entrenador dentro para la demostración de los ejercicios desde varios ángulos

Círculo con el entrenador estacionándose al rededor de los estudiantes para controlar y rectificar los ejercicios durante la ejercitación

    El entrenador en este caso se estaciona momentáneamente por fuera del círculo para rectificar o estimular a los estudiantes que tiene más cerca, y así sucesivamente va dando la vuelta. Con esta forma, el entrenador tiene un control visual de todos sus estudiantes y puede acudir en su ayuda, sin necesidad de entorpecer el trabajo de los demás y al mismo tiempo, la rectificación realizada a un alumno o a varios en particular, puede ser observada por todos los demás, lo que estimula la auto rectificación del grupo.

Figura 3. Círculo con el entrenador estacionándose al rededor de los estudiantes para controlar y rectificar los ejercicios durante la ejercitación

La ubicación del entrenador en función del trabajo del alumno

    A veces en las categorías infantiles, el tamaño de los entrenadores impresiona a los estudiantes, principalmente a los principiantes, por otro lado, la rectificación de ayuda directa, en ocasiones, se tornan incomodas para los niños más pequeños cuando el entrenador las realiza desde una altura algo mayor que la de ellos. En una entrevista que realizamos a un grupo de taekwondistas infantiles entre seis y nueve años de la International School of Havana (ISH) para conocer en qué momento se sentían más cómodos, ¿cuando el entrenador lo ayudaba desde la posición de parado o cuado se sentaba frente a ellos? Unánimemente sus resultados se inclinaron por la segunda pregunta, que a decir verdad, su explicación fue sencillamente de porque sí, por lo que inferimos que al entrenador igualar la altura con ellos, el intercambio se convierte más íntimo y personal, además se evita que sin quererlo el mismo entrenador, fundamentalmente con las técnicas de piernas, lo empuje o lo estire demasiado provocando el desequilibrio, cosa que nos ha sucedido por experiencia propia.

   

Figura 4. El entrenador adapta la altura de su cuerpo a la de sus estudiantes durante un ejercicio de ejercitación de la técnica Bandall Chagi

Procedimiento organizativo de onda en forma de cruz con el entrenador girando en el centro, para el perfeccionamiento técnico o físico

    Con este procedimiento se puede trabajar el perfeccionamiento técnico y el desarrollo de capacidades como la rapidez de movimiento, la rapidez de reacción, así como la fuerza rápida y explosiva; todos con el empleo de pateadores portátiles. Aquí el entrenador se vira hacia cualquiera de los grupos para exigir las ejecuciones técnicas con las capacidades que necesite trabajar; por ejemplo, para la rapidez de reacción combinada con la fuerza explosiva de cualquier técnica, los alumnos de turno, se colocan sobre una rodilla en el suelo para responder al estímulo del entrenador cuando este se gire sorpresivamente hacia alguno de ellos. En este caso se recomienda para las edades tempranas y para los principiantes, que el entrenador espere a que los que le tocan realizar el ejercicio, se posicionen correctamente, pero para el caso de los adiestrados se puede complejizar el ejercicio, exigiendo que en cuanto termine el compañero que está ejecutando, deba posicionarse inmediatamente después, sino, pierde su turno. Como se puede analizar, siempre al último grupo que quede no se le puede sorprender con el giro del entrenador, pero si con alguna finta que movilice su capacidad de reacción.

Figura 5. Procedimiento organizativo de onda en forma de cruz con el entrenador girando en el centro, para el perfeccionamiento técnico o físico

Círculo concéntrico para el perfeccionamiento técnico o físico

    Esta forma organizativa se puede emplear para realizar trabajos diferentes, al mismo tiempo, con uno u otro grupo; por ejemplo, el grupo del centro hace un ejercicio diferente a los que están por fuera. Esta organización también permite trabajar, al unísono, con grupos de características desiguales, lo que permite individualizar las intensidades y/o complejidades de los ejercicios.

Figura 6. Círculo concéntrico para el perfeccionamiento técnico o físico

Conclusiones

    Finalmente, expresamos que tanto las formas organizativas, que en nuestra opinión, rigen las maneras en que se organiza al grupo (tipos de formaciones) en el lugar que se encuentra para optimizar el espacio disponible y la visualización del entrenador hacia el grupo y viceversa durante el desarrollo de la actividad de la clase, así como los procedimientos organizativos los que se refieren a la forma en que se organizan los ejercicios de los estudiantes en el lugar que se encuentra, para también, optimizar el espacio disponible y garantizar la fluidez del grupo durante el desarrollo de la actividad, que hemos tratado en nuestro artículo, debe ser de preocupación constante en la planificación y la organización del entrenamiento de Taekwondo. Nunca está demás repetir que el entrenador debe estar física y pedagógicamente capacitado para explicar y demostrar correctamente los ejercicios que posteriormente realizarán sus estudiantes; para esto el entrenador cuanta con tres herramientas fundamentales, sus conocimientos, sus habilidades psico-físicas y su cuerpo como sistema, todo lo demás son medios auxiliares del proceso, por lo que su ubicación adecuada ante los estudiantes, se debe convertir en un radar para captar, trasmitir y retrasmitir conocimientos, habilidades y comportamientos que contribuyan al desarrollo deportivo y educativo de sus pupilos.

Bibliografía

  • Álvarez de Zayas. C. M. (1996) Tecnología o Metodología en el desarrollo del Proceso Docente Educativo. Conferencia de Pedagogía para el 3er año de pregrado. La Habana ISCF “Manuel Fajardo”.

  • Leyva, R. (2006) Metodología de comprensión y decisión táctica, para el desarrollo de habilidades técnico – tácticas en la etapa inicial de formación del judoka. Tesis de grado (Doctor en Ciencias la Cultura Física) La Habana, ISCF “Manuel Fajardo”, pág 9.

  • López, Alejandro (2002) La motivación y la creación de un estado psíquico favorable para el desarrollo de la clase de educación física. en: Nápoles Salazar y col. Temas de Psicología. Imprenta “EIEFD”. Carretera de Liberación. San José de las Lajas. la Habana., Cuba, pág 54.

  • Petrovski. A (1990) A. Psicología general. Manual didáctico para los institutos de pedagogía. La Habana, Editorial Pueblo y Educación, pág. 184.

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revista digital · Año 14 · N° 141 | Buenos Aires, Febrero de 2010  
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