efdeportes.com
Juguetes en la filatelia: las muñecas

 

*Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

**Dr. EF. Facultad del Deporte.

Universidad Pablo de Olavide. Sevilla

(España)

Gerardo Acosta Delgado*

gadacos@hotmail.com

Julio Ángel Herrador Sánchez**

jahersan1@upo.es

 

 

 

Resumen

          La historia de los juguetes se remonta a 3000 años antes de J.C. En el caso de las muñecas, han tenido una evolución desde tiempos remotos y han evolucionado en sus materiales y fabricación, a la vez que se han extendido por todo el mundo con el paso del tiempo. El sello postal como fuente iconográfica de gran valía representa las muñecas como juguete o elemento de diversión y ocio.

          Palabras clave: Juguete. Muñecas. Filatelia. Coleccionismo

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010

1 / 1

Introducción

    La historia de los juguetes ha sido analizada por numerosos etnógrafos y plasmada en sus lienzos por muchos artistas. Por tanto, podemos imaginar juguetes desaparecidos, apoyándonos en pinturas, bajorrelieves, tumbas, o en todos los textos documentales escritos. Según Tripero (1993) aparecen juguetes como sonajeros, miniaturas de muebles de barro cocido y muñecas en excavaciones de Mesopotamia (Irán), 3000 años antes de J.C. Algunos se han conservado en tumbas y lugares de culto, pues era costumbre incluirlos en el ajuar funerario de los pequeños, o bien consagrarlos a determinadas divinidades cuando los niños dejaban de serlo. Al ser el juego algo de todas las épocas y sociedades, no resulta sorprendente que encontremos juguetes en todos los tiempos y lugares (Sarazanas y Bandet, 1985).

    Para algunos investigadores, la evolución de los juguetes dependería tanto de las posibilidades de fabricación como del juego que los juguetes permiten, y proponen dividir la historia del juguete en tres periodos:

  • El primero es aquel en que cada uno, desde que era capaz, hacia sus propios juguetes o, al menos, los recibía de su medio ambiente.

  • El segundo es aquel en que el juguete es producido por una industria artesana.

  • Y el tercero es el que proviene de la producción industrial. En la fabricación de los juguetes interviene nuevos materiales (metales, plásticos); se multiplican las agrupaciones de fabricantes; tienen lugar diversas manifestaciones.

Las muñecas

    Las figuras humanas o de animales, y especialmente la muñeca, han tenido siempre gran relevancia en el mundo infantil (Corredor-Matheos, 1999). Los primeros vestigios sobre las muñecas aparecen ya en el antiguo Egipto, con la muñeca (pupa), donde su calidad y precio variaba en relación directa con la clase social de la niña, era, y es, toda una institución en el mundo de los juguetes. Las niñas romanas iniciaban su formación de matronas entreteniéndose con sus muñecas, de las que se encontrado varios ejemplares, incluso de brazos, cabezas y piernas articuladas; frágiles por lo general, se hacían de cera coloreada, barro, hueso o madera. Las niñas egipcias tenían casas de muñecas en las que desarrollaban las escenas que veían en realidad a sus mayores en el hogar y en su ciudad. Conservadas en sepulcros infantiles (en Terracina y Brescello), las muñecas romanas, y las griegas, como las de nuestros días, tenían su ajuar completo, con lo que se puede observar que los sofisticados complementos de las muñecas actuales tienen su inequívoco precedente en la época clásica. (Gorris, 1976).

    La idea de fecundidad vinculada a la mujer puede ser la explicación de las primeras figurillas paleolíticas. Las muñecas, desde entonces han incidido en el principio generador de la propia especie humana. A través de ellas, la niña descubría y se preparaba en su misión de futura mujer. Así se explica una mayor presencia de muñecas que de muñecos a lo largo de la historia. (Tripero, 1993)

    Se han encontrado enterramientos egipcios, griegos y romanos en los que, al lado de los huesos de la que fuera una niña, aparece una muñeca. En la Grecia antigua, las muñecas se fabricaron de barro cocido, con miembros articulados unidos al cuerpo con pequeñas y finas tiras de cuero. Según parece, las niñas llevaban estas muñecas a los templos para ofrecérselas a las diosas. En Roma debieron de utilizarse, además de las de barro, las de marfil y las muñecas de trapo. Gorris (1976) nos cuenta como en la tumba de la Emperatriz María, esposa del Emperador Honorio, que murió en el siglo V, se encontró una muñeca cuidadosamente cincelada en marfil. Las muchachas romanas, una vez alcanzada la pubertad, ofrecían como exvotos pequeñas figurillas pintadas en los altares de Venus. De nuevo, la inevitable función religiosa de las muñecas y su relación con la fertilidad. En época medieval, algunas ciudades comenzaron a destacar como centro de producción de muñecas y de juguetes en general. Especialmente importantes fueron Nuremberg, en Alemania, y Limoges y Saint-Claude, en Francia. Las muñecas medievales no estuvieron siempre destinadas a los juegos de las niñas. Con frecuencia eran fabricadas para grandes y poderosas señoras.

    En España es especialmente interesante la muñeca de marfil hallada en la sepultura de una niña hispano romana, en la necrópolis de Tarragona. Durante todo este tiempo las niñas y mujeres de familias humildes debieron conformarse con muñecas de fabricación propia: de madera, de trapo, de yeso, etc., que se mantuvieron hasta bien entrada la revolución industrial.

    El siglo XIX supuso un gran avance en el mundo de los juguetes, y de las muñecas en particular. Las nuevas técnicas y materiales aplicados en la fabricación de muñecas hicieron que estas se perfeccionasen. En la primera década del siglo comienza a utilizarse en Alemania la pasta de papel.

    Hacia 1824 las muñecas fueron capaces de pronunciar sus dos primeras palabras: “papá y mamá”. En 1826 aparecen las primeras muñecas que abren y cierran los ojos por medios de unos hilos, aunque después, lo harán con unos contrapesos de plomo. Además de las de pasta de papel y de cartón prensado, se hicieron muñecas con la cabeza, los brazos y las piernas de porcelana. Eran muy delicadas, más propias del adorno que de los imprevisibles juegos de las niñas.

    En la segunda mitad del siglo XIX se introdujeron nuevos materiales, como el caucho y el celuloide, que hicieron a las muñecas más resistentes. En España los avances fueron más tardíos, y las muñecas más importantes surgieron a partir de los años 40 destacando las “Mariquita Pérez” y “las Gisela” para las clases más pudientes y las muñecas peponas de cartón para las más humildes. (Tripero, 1993 y Gorris, 1976).

Filatelia y muñecas

    Presentamos una recopilación de estampillas o sellos postales donde aparece la muñeca. Como fuente iconográfica, junto a las fuentes documentales escritas (Literatura oral) y otras manifestaciones artísticas (pintura, dibujos, grabados, fotografía, escultura, cómics, escultura, etc.), estas estampillas nos acercan a esta actividad lúdica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Conclusión

    Los juguetes han formado parte de nuestra historia, ya que han sido elementos muy importantes en la formación de los más pequeños y transmisores de los elementos más relevantes de nuestra cultura, con lo que es conveniente que éstos no pierdan sus principales funciones.

Bibliografía

  • CORREDOR-MATHEOS, J. (1999). El juguete en España. Madrid: Espasa

  • GORRIS, J.M. (1976). El juguete y el juego: aproximación a la historia del juguete y a la psicología del juego. Valencia: Advance.

  • SARAZANAS, R. y BANDET, J. (1985). El niño y sus juguetes. Madrid: Narcea.

  • TRIPERO, T.A. (1993). Juegos, juguetes y ludotecas II. Madrid: Publicaciones Pablo Montesinos.

Otros artículos sobre Juego

  www.efdeportes.com/

revista digital · Año 14 · N° 141 | Buenos Aires, Febrero de 2010  
© 1997-2010 Derechos reservados