Consideraciones metodológicas sobre  el juego en las clases de Educación Física
	Maestro de Educación Física (España)	Ramón Rivera Perejil raymon_r_p@hotmail.com
	Resumen           En el presente artículo daremos algunos consejos y estrategias para desarrollar los juegos en las clases de Educación Física, teniendo en cuenta todos los factores que pueden influir para la práctica de los mismos en nuestras clases.           Palabras clave: Juego. Sesión. Jugadores. Material. Presentación del juego. Valoración del juego. Elementos constitutivos del juego
	http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010

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    Antes de citar las consideraciones metodologías que hay que tener presentes para desarrollar los juegos en las sesiones de Educación Física, es fundamental incidir en que en el área de Educación Física, la estructura de la sesión contempla varias partes diferenciadas, y en cada una de ellas el juego cumple un objetivo determinado:

Fases de la sesión

1. Fase Inicial

   • Se pretende lograr una correcta preparación del alumno/a para el objetivo principal que se plantea.

   • Realizaremos juegos activos, dinámicos, en los que todos los alumnos se vayan progresivamente involucrando.

2. Fase Principal

   • Se pretende que el alumno alcance los objetivos previstos con antelación.

   • Participación constante de nuestros alumnos. Para ello es conveniente obligar a los niños y niñas que traigan su botella de agua, o en su defecto ir a beber ordenadamente a los vestuarios.

3. Fase Final

   • Garantizar una recuperación física y psíquica del esfuerzo realizado.

   • Los juegos deben ser muy tranquilos y relajantes. Deben terminar prácticamente igual, en el mismo estado que llegaron. En este punto resaltaremos en cuidar la higiene y el aseo en los alumnos y alumnas.

    A continuación, veremos las principales consideraciones que hay que tener presentes a la hora de desarrollar los juegos en las sesiones de Educación Física:

Sobre la presentación del juego se recomienda

1. Conseguir Una buena situación y reclamar la atención. Por muy bien que expliquemos un juego, si nos situamos dando la espalda a los alumnos y alumnas difícilmente conseguiremos motivarles.

2. Dar un nombre a cada juego. No parece importante pero a los participantes de estas edades sí les motiva llamar a cada juego por su nombre.

3. Explicarlo con claridad. Este punto es fundamental. Si ya de por sí tenemos muy poco tiempo para realizar nuestras clases, si no ponemos especial énfasis en explicar los juegos a realizar con claridad perderemos muchísimo tiempo durante el transcurso del mismo. Por el contrario, si lo explicamos adecuadamente, ganaremos tiempo y motivación por parte del alumnado.

4. Tener constancia de que los alumnos y alumnas lo han entendido perfectamente. Siguiendo con la menor pérdida de tiempo posible, es mucho más exitoso perder cinco segundos o un minuto en preguntar y en explicar lo que no se haya entendido que ya durante el transcurso del juego tener que parar una y otra vez el mismo para volverles a explicar qué deben hacer.

5. Entonación de voz adecuada. Para la presentación de un juego es muy importante el estado de ánimo, la entonación de voz con el que lo presentamos; es decir, podemos realizar el juego más impresionante y mejor trabajado del mundo, que si lo explicamos de forma aburrida monótona los alumnos antes de empezar ya lo apreciarán como un juego aburrido y las ganas adecuadas para realizarlo.

6. Estar atentos a la seguridad de los jugadores, así como al entorno, al material, etc. Este punto es el más importante para nosotros, ya que como maestros y maestras, lo básico siempre es cuidar de la seguridad e integridad de nuestros niños y niñas.

Sobre la valoración del juego, reflexionar sobre:

1. Objetivos del juego. No podemos proponer juegos por el simple hecho de practicarlos, sino que dichos juegos deberán servir para conseguir nuestros objetivos marcados en cada etapa o momento del curso.

2. Dar distintas posibilidades de actuación o estrategias. Con ello conseguiremos que los niños y niñas investiguen y por consiguiente aumentaremos el grado de motivación.

3. Valorar las intervenciones de los alumnos y alumnas. Aunque en el juego valoraremos mucho más los comportamientos y actitudes que el producto.

4. Proponer variantes. Siempre que vayan de lo fácil a lo difícil para seguir conservando la motivación en el alumnado.

Sobre los elementos constitutivos del juego

1. El espacio del juego

   • Adaptar el juego propuesto al espacio disponible. Con imaginación cualquier terreno nos puede servir para conseguir nuestros objetivos.

   • Si tenemos espacios grandes, debemos utilizarlos. Si tenemos la gran fortuna de tenerlos, es una pena y una falta de interés por nuestra parte el no utilizarlos y aprovecharlos.

   • Si se utilizan espacios naturales, es necesario prepararlos. Debemos conocer y acondicionar el terreno en el que vayamos hacer nuestra sesión o actividad para que cuando los alumnos/as lo utilicen lo tengamos todo controlado.

2. Los imperativos temporales

   • Tener un amplio repertorio de juegos. A qué maestro no le ha pasado que propone un juego programado a 5 ó 10 minutos y en la práctica real no puede llegar a dicho tiempo porque no sale como tenía previsto ya sea por falta de organización, falta de interés, etc. En estos casos, si llevamos una amplia gama de juegos, pasaríamos al siguiente sin ningún problema y aprenderíamos y corregiríamos lo que ha fallado en el juego anterior para que no se repita la próxima ocasión.

   • Cuanto más organizado sea el juego, mayor tiempo se precisa para prepararlo. Es necesario comprender esto para velar por el tiempo de práctica real.

   • Es muy importante velar por el tiempo de práctica real. Este tiempo resulta obligatorio que se cumpla para así conseguir nuestros objetivos previstos. Para ello, es necesario preparar toda la sesión y repasar todos los puntos para que nada quede a la improvisación.

3. El material

   • Cuanto más alumnos, se necesitará más material.

   • A alumnos más pequeños, material más grande. Este punto se explica porque para los niños pequeños, los materiales grandes les llaman más la atención y se motivan más; además les resulta más fácil jugar con ellos que con objetos pequeños.

   • El material debe cuidar de la seguridad de los niños. Para ello, debemos hacer una supervisión antes de comenzar el curso, revisando todos y cada uno de ellos. Al finalizar el trimestre o periódicamente lo volveremos hacer, eliminado aquellos que veamos que pueda suponer un peligro para los alumnos y alumnas.

4. Los jugadores

   • Utilizar a todos los jugadores siempre. En las clases de Educación Física resulta fundamental que los juegos que practiquemos sirvan para que todos y cada uno de nuestros alumnos estén constantemente participando y jugando con sus compañeros.

   • Diferenciar a los equipos con algún distintivo. El simple hecho de darles a los niños/as un lazo de algún color o un peto ya les despierta más interés que si no se lo diéramos.

   • Si el juego es cansador, realizar recuperaciones activas. No nos podemos olvidar que estamos trabajando con niños y niñas y no con adultos o deportistas.

Bibliografía

• GARAIGORDOBIL, M. (1990). Juego y desarrollo infantil. Madrid. Seco Oleas, ed.

• NAVARRO, V. (2002). El afán de jugar. Teoría y práctica de los juegos motores. INDE. Barcelona.

• SÁENZ-LÓPEZ, P. (1997). La Educación Física y su didáctica. Manual para el profesor. Sevilla: Wanceulen.

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