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Análisis de la competencia motriz en las edades de 12 a 14 años 

de los estudiantes matriculados en los liceos públicos de 

San Carlos, Estado Cojedes, Venezuela

 

Licenciado en Cultura Física

Entrenador de Judo y 1er. dan en Jiu Jitsu

(Venezuela)

Lic. Angel Angelevich Alonso Ojeda

angelalexei@yahoo.es

 

 

 

Resumen

          Para los profesores no resulta difícil reconocer quién es el que realiza los movimientos corporales con dificultad y le cuesta aprender las habilidades deportivas más allá de lo habitual. Sabemos que la competencia para coordinar los movimientos varía considerablemente entre los escolares y que se debe ser precavido antes de poner una etiqueta de torpeza a quien está aprendiendo a dominar sus movimientos y simplemente va algo más lento. Es en situaciones en las que a pesar de su apariencia normal, constantemente atrae nuestra atención y la de sus compañeros por sus movimientos faltos de armonía, en definitiva porque no son competentes. Este trabajo parte desde este punto de vista donde nos dimos a la tarea de aplicar el test KKTK en una muestra de estudiantes de secundaria de los liceos públicos de San Carlos, Cojedes, donde quedó demostrada la presencia de retrasos de coordinación motriz.

          Palabras clave: Competencia motriz. Torpeza motriz. Educación Física. Retrasos de coordinación motriz

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 140 - Enero de 2010

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Introducción

    En la actualidad la existencia de retrasos de coordinación motriz en los niños empieza a ser preocupante, a pesar de la existencia de la asignatura de Educación Física en el ámbito escolar. La realidad es que si no se exige por parte de los profesionales del área unos niveles adecuados de competencia motriz en los alumnos, se corre el riesgo de que gran parte de los mismos caigan en una pobreza motriz, condicionándoles su educación y su desarrollo integral. Evitar este deterioro motriz pasa por una correcta evaluación de la competencia motriz de nuestros alumnos ya que como indica Ruiz (2005): “Medimos lo que hacen nuestros escolares porque deseamos conocer si su competencia motriz se desarrolla dentro de los márgenes de normalidad que aceptamos a partir de lo que conocemos del desarrollo motor, además buscamos saber si tiene algún aspecto especial que reclame una atención más individualizada.[...}”.

    Las razones que motivan el estudio del desarrollo motor en la edad escolar suelen estar relacionadas con tratar de conocer si los escolares manifiestan unos niveles de competencia motriz adecuados a la edad cronológica que poseen y en su caso detectar a quienes manifiestan dificultades para moverse con competencia. El descuido en la edad preescolar y escolar primaria del acervo motor general y de la base motriz, son quizás los puntos más difíciles de revertir en el ámbito de la educación física y del deporte. Los profesores vinculados a la actividad física solemos detectar en nuestros alumnos problemas con las tareas motrices observando la presencia de movimientos extraños que poco ayudan en la eficacia del movimiento.

    Son escolares que presentan diferencias en comparación con sus compañeros en la evolución de su desarrollo motor (Hulme, Smart, Moran, y McKinlay, 1984), ya que manifiestan dificultades para moverse con competencia aunque no presentan un diagnóstico médico definido. Son niños y niñas que tienen dificultades de aprendizaje motor y muestran un comportamiento ineficiente cuando llevan a cabo las tareas motrices que se esperaría que cumpliesen bajo circunstancias normales conforme a su edad (Arheim y Sinclair, 1976). Para nuestro quehacer cotidiano y para la propia investigación constituye un problema importante el hecho de afrontar que un considerable número de alumnos, sin déficit mental, ni sensorial, no alcanzan rendimientos inicialmente esperables en sus aprendizajes deportivos sobre todo cuando los problemas de aprendizaje no se deben a retraso mental o a los trastornos emocionales.

Situación problémica

    Al realizar las pruebas de diagnóstico en nuestras áreas de trabajo nos percatamos que muchos de los niños entre 12 y 14 años matriculados en los liceos públicos de San Carlos, presentan problemas para ejecutar fluidamente los ejercicios de coordinación, presentando poca competencia motriz acorde a su edad.

Pregunta científica.

  • ¿Cómo se comporta el desarrollo motor en los niños de 12 a 14 de los liceos públicos de San Carlos?

Objeto de estudio

  • Proceso docente educativo de la Educación Física.

Campo de acción

  • Capacidades coordinativas.

Objetivo general

  • Analizar el comportamiento del desarrollo motor en una muestra de estudiantes de 12 a 14 años matriculados en los liceos públicos de San Carlos.

Objetivo especifico

  • Evidenciar la existencia de alumnos con problemas en el desarrollo motor en la muestra estudiada mediante la aplicación del test KKTK.

Desarrollo

    La necesidad constante de adaptarnos a nuestro entorno supone comprender el concepto de competencia como lo definió White en 1959 referido a la capacidad de un organismo para interactuar con su medio de forma eficaz. Esta forma eficaz de moverse, de controlar los objetos cuando nos enfrentamos a una tarea motora se define como competencia motriz (Connolly, 1980; Keogh y Sugden, 1985). Para Gardner (1995) la competencia motriz o inteligencia cinético-corporal (una de las siete inteligencias que plantea en su teoría), supone el control de las propias acciones para resolver problemas motrices.

    La noción de competencia motriz es como destacan Ruiz, Gutiérrez, Graupera, Linaza y Navarro (2001) la clave en la concepción teórica del Desarrollo Motor. Este campo de estudio, se centra en el progresivo cambio motor a lo largo del ciclo de la vida. Para Gallahue (1995) “comprende la continua adaptación a los cambios en las propias capacidades de movimiento en el interminable esfuerzo de alcanzar y mantener el control motor y la competencia motriz”. El desarrollo motor es “un área que estudia los cambios en las competencias motrices humanas desde el nacimiento hasta la vejez, los factores que intervienen en dichos cambios, así como su relación con los otros ámbitos de la conducta (Keogh, 1977, tomado de Ruiz, Gutiérrez, Graupera, Linaza y Navarro, 2001).

    En los últimos años los test se han centrado prioritariamente en edades comprendidas entre los 5-12 años, dada la reconocida importancia de la detección temprana.

    Los procedimientos para poder constatar este proceso de cambio son variados y oscilan desde la observación más naturalista, el empleo de instrumentos de observación hasta el empleo de instrumentos, test o baterías, especialmente construidos con este objetivo. En la actualidad existe más de un centenar de estos instrumentos, pero no todos ellos resisten los criterios motométricos necesarios para su selección y empleo adecuado.

    La Educación Física juega un papel rector para la formación de capacidades, habilidades y movimientos que el niño realiza y desarrolla en las instituciones educacionales, como son los Círculos Infantiles y las escuelas primarias. Las actividades programadas de Educación Física constituyen una de las formas fundamentales de trabajo para llevar a cabo el proceso docente-educativo y tiene como objetivo la realización de los ejercicios de forma sistemática y organizada, con el fin de lograr el correcto desarrollo físico e intelectual del niño. Para lograr los objetivos trazados en dichas actividades se debe partir de una buena preparación y estudio de los programas y orientaciones metodológicas así como de una correcta adecuación del área donde se realiza la actividad, factores primordiales para efectuar un trabajo docente-educativo con las exigencias de la pedagogía.

    Con una buena coordinación se logran respuestas más rápidas y precisas, economía de esfuerzo, mejor  utilización de la capacidad neuromuscular, gestos más puros y exactos, mejor utilización de otras propiedades físicas como son la velocidad, la fuerza, la resistencia, etc.  La coordinación es un requisito básico para el posterior desarrollo del rendimiento motor y deportivo. Una buena coordinación de movimientos presenta las siguientes cualidades:

  • Precisión del movimiento.

  • Economía del movimiento.

  • Fluidez del movimiento.

  • Elasticidad del movimiento.

  • Regularización de la tensión.

  • Aislamiento del movimiento.

  • Adaptación del movimiento.

    Por todo lo anteriormente planteado vemos como el estudiante obtiene logros en su desarrollo físico. Dichos logros los adquiere a través de la Educación Física y de las cualidades físicas básicas como son la resistencia, fuerza, rapidez, habilidades motrices básicas y capacidades coordinativas.

    Cuando analizamos la competencia motriz de los niños, en nuestras clases nos encontramos con que no todos se desenvuelven con la misma soltura, que no todos responden al rendimiento motor que se espera a determinada edad.

    Estos alumnos diagnosticados con dificultades de movimiento, en su torpeza se manifiesta por una clara falta de coordinación, tienen dificultades al atrapar objetos; su carrera, saltos, lanzamientos, son imprecisos y poco fluidos, y su impericia la muestran tanto en estas habilidades que implican una motricidad gruesa como las que implican una motricidad fina. Todo ello se constata en nuestras clases, dónde además presenciamos multitud de escenas en las que estos alumnos son a su pesar los protagonistas principales. Nadie se quiere poner con ellos, les gritan y en ocasiones les insultan. Las diferencias que exhiben con el resto de compañeros pueden ser importantes para determinar no sólo los resultados a largo plazo en el dominio motor sino también en el cognitivo, afectivo y/o social. De esta manera nos encontramos ante una situación que necesita obviar las meras especulaciones e impresiones personales y exige nuestra concientización y compromiso como profesores, ya que debemos ser conscientes que la actividad normal que nosotros planteamos puede resultar de extraordinaria dificultad para estos niños.

    Por lo que nosotros podemos definir los Retrasos de Coordinación Motriz, como “un deterioro de la coordinación motriz que interfiere en el correcto desarrollo las actividades físicas sean estas programadas o no”. Siendo el lugar más habitual de identificación las clases de educación física donde es posible el reconocimiento de una serie de características que nos ayudan a detectar a los alumnos con estos retrasos.

    Los alumnos con retrasos de coordinación motriz pueden mostrar las siguientes dificultades:

  • Sus desplazamientos (carrera, saltos...) son rígidos, no muestran soltura.

  • A menudo chocan con los objetos o con los compañeros.

  • No son capaces de mantener un ritmo en las tareas.

  • Les resulta costoso el uso coordinado de ambos lados del cuerpo (balancear un bate)

  • Incapacidad para adaptarse a actividades que requieren constantes cambios en la posición de su cuerpo (giros) o a los cambios del medio (deportes colectivos)

  • Escaso dominio en el dribling de balón de forma continuada.

  • Descontrol en los atrapes y recepciones de móviles.

  • Escaso dominio corporal en tareas que reclaman equilibrio.

  • Pobre integración intersensorial en comparación con sus compañeros de igual edad.

  • Tendencia a confiar en la visión para controlar sus movimientos.

    Además es importante considerar no sólo si son capaces de realizar la tarea, sino el tiempo y el esfuerzo que emplean en ellas.

    Es importante señalar que el alumno aprenda o no, no depende solamente de él, sino del grado en que las ayudas del profesor estén ajustadas al nivel que muestra el alumno en cada tarea de aprendizaje. Si el ajuste es apropiado el alumno aprenderá y progresará, cualquiera sea su nivel. Generalmente el diagnóstico no se realiza en las fases iniciales del rendimiento escolar, sino cuando el fracaso escolar ya es un hecho consumado. De ahí que la intervención y rehabilitación de este fracaso normalmente se lleve de forma demasiado tardía.

Diseño metodológico

Muestra

    En este estudio participaron 120 alumnos de ambos sexos, de edades comprendidas entre 12 y 14 años de los cuales el 54,2% (65) fueron varones y el 45,8% fueron hembras (55) representando a dos liceos públicos ubicados en zonas urbanas de la Comunidad de San Carlos, estado Cojedes.

Variables relevantes

Variable 1:

  • Desarrollo motor

Variables 2:

  • Categorías de cociente motor.

Variables ajenas

  • Sexo.

  • Edad.

Métodos

  • Histórico lógicos.

  • Observación estructurada y de laboratorio.

  • Medición.

  • Estadísticos matemáticos.

  • Sistémico.

  • Estructural funcional.

  • Análisis síntesis.

Instrumentos

  • Test de Coordinación Corporal Infantil (KKTK) de Kiphard y Schilling.

Procedimiento

    En primer lugar se contactó con los profesores de educación física que atienden los liceos escogidos para este estudio para explicarles el proyecto de investigación y obtener su consentimiento y colaboración, estableciéndose el calendario para la aplicación del Test KKTK.

    El Test KKTK, fue aplicado por un colaborador de la investigación a cada grupo-clase de manera individual en una zona aislada y reservada (aula y/o gimnasio), durante las sesiones de educación física. Este colaborador fue entrenado previamente en la administración de dicho test. El tiempo empleado para cada alumno fue aproximadamente de 20 minutos.

Análisis de los resultados

    El Test de Coordinación Corporal Infantil (KKTK) reúne unas condiciones óptimas para la detección de los problemas de coordinación motriz en los alumnos. Su utilización en este estado, es una aportación que hace esta investigación al estudio de los problemas coordinativos en estas edades convirtiéndose en un recurso útil en futuras investigaciones.

    Basándonos en el test motor y su clasificación de los cocientes motores, 74 de los 120 sujetos de la muestra (61,7%) se hallaban por debajo del nivel normal de coordinación motriz, entre sintomáticos y problemáticos. Por lo tanto, estos datos confirman que los retrasos de coordinación motriz no son una condición benigna y transitoria de la infancia, y que persisten en la adolescencia, lo cual coincide con otras investigaciones realizadas al respecto (Causgrove Duna y Watkinson, 1994; Geuze y Börger, 1993; Henderson, et al., 1991; Sugden y Keogh, 1990; Wall, Reid, y Paton, 1990). Esto nos hace reflexionar sobre el precario nivel de coordinación motriz de estos alumnos y la necesidad de desarrollar programas de intervención que mejoren dicha situación y sin duda es una llamada de atención para la Educación Física.

Conclusiones

    La aplicación del test nos ha confirmado la existencia de problemas coordinativos en la muestra estudiada siendo elevado el número de alumnos que se hallan en los grupos problemático y sintomático.

Recomendaciones

  1. Validar el Test de Coordinación Corporal Infantil (KKTK) con una muestra más amplia que permita el establecimiento de normas para la población escolar venezolana.

  2. Establecer estudios que analicen la existencia de las diferencias de género en la aplicación del test motor.

  3. Realizar investigaciones que ayuden a detectar estos problemas coordinativos en Educación Primaria y de forma prioritaria en Educación Infantil.

  4. Realizar investigaciones que permitan proponer posibles soluciones a los problemas de coordinación motriz detectados.

Bibliografía

  • Connolly, K. (1980). El desarrollo de la competencia motriz. En C.H. Nadeau et al. (Eds.), Psicología del comportamiento motor y el deporte 1979. Champaign: Human Kinetics.

  • Gallahue, D. L. (1995). Desarrollo motor. En J. P. Winnick (Ed.), Adaptado a la educación física y el deporte (pp. 253-269). Champaign: Human Kinetics.

  • Maeland, A. F. (1992). Identificación de niños con problemas de coordinación motriz. 9, 330-342.

  • Ruiz, L. M. (1987). Desarrollo motor y actividades físicas. Madrid: Gymnos.

  • Ruiz, L. M. (1989). Aportaciones de los estudios del desarrollo motor a la educación física y el deporte. Madrid: Serie Documentos del INEF.

  • Ruiz, L. M. (1995a). Competencia Motriz. Elementos para comprender el aprendizaje motor en Educación Física Escolar. Madrid: Gymnos. Personalización en la Educación Física (pp. 211-234). Madrid: Rialp, S. A.

  • Ruiz, L. M. (1997) Problemas de coordinación y aprendizaje motor en educación física escolar. En J. N. García (Dir.) Instrucción, aprendizaje y dificultades (pp. 397-410). Barcelona: Ediciones LU.

  • Ruiz, L. M., y Graupera, J. L. (1997b). Escala ECOMI de Observación de la Competencia Motriz. Dpto. de Fundamentos de la Motricidad y el Entrenamiento Deportivo - Universidad Europea de Madrid / INEF – Universidad Politécnica de Madrid.

  • Ruiz, L. M., Gutiérrez, M., Graupera, J. L., Linaza, J. L., y Navarro, F. (2001). Desarrollo, Comportamiento Motor y Deporte. Madrid: Síntesis.

  • Ruiz, L. M., y Linaza, J. L. (1992). Desarrollo de la competencia motriz: Constancia o variación de los contextos de práctica. Congreso Iberoamericano de Psicología. Madrid: Colegio Oficial de Psicólogos.

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