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BALONMANO: CONDUCTAS COLECTIVAS EN EL JUEGO DE ATAQUE
EN INFERIORIDAD NUMERICA. ANALISIS Y SISTEMATIZACION.

Luis Javier Chirosa Ríos, Ignacio Chirosa Ríos (España)
lchirosa@platon.ugr.es

Departamento de E.F.
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Universidad de Granada


Resumen
Las situaciones de desigualdad numérica en balonmano tienen un espacio propio dentro del transcurso de un partido. El éxito o el fracaso de las distintas situaciones de desigualdad dependerá en gran medida de la preparación del equipo, fundamentalmente en la capacidad de adaptación de éste para con dichas situaciones. El motivo, por el cual se ha elegido la inferioridad numérica atacante como núcleo principal de éste artículo, es doble: primero por la preocupación, imaginamos compartida entre el estamento de entrenadores, que siempre nos invade en aquellos momentos de vacío conductual1 del equipo en ciertas fases del juego de ataque. Segundo, porque creemos que estas situaciones son de enorme importancia para el resultado final de un partido, hecho que no se ve reflejado en la bibliografía específica, pues su escasez no se comprende dado la manifiesta presencia de estos instantes a lo largo de un encuentro.
Palabras clave: Balonmano. Desigualdad numérica. Juego de ataque.

Introducción
La evolución que ha experimentado el Balonmano en diversos aspectos del juego, ha provocado que la clásica concepción del mantenimiento del balón hasta recuperar la igualdad (Sánchez, 1991) no sea suficiente en cuanto a un planteamiento estratégico de un equipo. Las exigencias cada vez son mayores, los incrementos cualitativos de los jugadores en la actividad defensiva obliga al entrenador a fundar una compleja estructura de ataque sistematizado y planificado. Obtener buenos resultados parciales en momentos de partido dónde el equipo actúa con un jugador menos es cada vez más importante para el éxito final. El seguimiento de los datos medios del tiempo de exclusión por partido es claramente significativo (Tabla 1).

Tabla 1: Estudio del tiempo medio de exclusión en los últimos C.M y JJ.OO (Roman, 1997)
Seguimiento Medio de Tiempo de Exclusión
JJ.OO. Seúl'88
C.M. Checoslovaquia'90
JJ.OO. Barcelona'92
C.M. Suecia'93
C.M. Islandia'95
JJ.OO. Atlanta'96
4.6 min. por equipo
4.8 min. por equipo
4.3 min. por equipo
4.9 min. por equipo
5.8 min. por equipo
6.2 min. por equipo

Estos datos vienen a demostrar el incremento, a lo largo de un encuentro, de las situaciones de desigualdad numérica (Román, 1997). Incluso podemos señalar que, en las diferentes ligas nacionales de nuestro país, en numerosas ocasiones, estas situaciones se acercan a cinco períodos de exclusiones por equipo, lo que supone una media de hasta 10 minutos de juego real en situación de inferioridad numérica respecto al contrario. Lo que significa que, en algunos partidos, casi el 20% del tiempo de juego se realiza en situación de inferioridad Por tanto queda suficientemente justificada la necesidad de sistematización de estos espacios temporales de desigualdad numérica. La cuestión es qué volumen de entrenamiento se debería dedicar a este fin. Si atendemos a los datos analizados debería emplearse el 20% del tiempo dedicado a la construcción del juego colectivo. Como se verá más adelante, esto no es necesario puesto que existen situaciones comunes básicas que el jugador debe saber solucionar en cualquier fase del encuentro, las cuales van a ocupar espacios compartidos a la hora de programar un entrenamiento.

En este artículo se va hacer un análisis de las distintas combinaciones o formas de resolución empleadas por entrenadores de alto nivel. Igualmente, se va a presentar una propuesta de sistematización del juego en inferioridad numérica. Para ello se van a seguir el siguiente esquema:


Construcción de un sistema de juego en inferioridad numérica. Hacia una filosofía propia, seña de identidad de un equipo
A la hora de construir un sistema de ataque son muchos los factores que hay que tener en cuenta. Estos factores estarán relacionados, en gran medida, con la personalidad y formación del/los entrenador/es, con la historia del club o del equipo, con los jugadores, etc... A partir de aquí, se podrá apreciar en el equipo una identidad propia, marcando algo que algunos entrenadores la conocen como filosofía de juego, otros la denominan concepción de juego. En definitiva los dos términos están explicando algo común, y esto es la forma que cada equipo tiene de asumir o no riesgos en estos momentos de partido.

¿Cómo se mide el riesgo en balonmano?
¿Cómo se puede calificar estilos de juego donde el riesgo es una variable difícil de definir?

El riesgo en Balonmano no es algo ponderable, pero sí es posible establecer unos niveles básicos. Por ejemplo, la utilización del juego aéreo en una situación de inferioridad numérica implica mayor peligrosidad que otras; puesto que exponemos al equipo a una situación muy comprometida, en la que el repliegue defensivo está totalmente debilitado.

En función del nivel de riesgo que se asuma aparecen dos formas de proceder diferentes; Concepto de juego de Riesgo y Concepto de juego Conservador. Ambos tienen un mismo objetivo: encontrar soluciones para la resolución práctica de los distintos problemas que plantean las situaciones de competición. La consecución del gol será el objetivo o la finalidad, pero para llegar a éste, el equipo debe plantearse una serie de objetivos específicos secuenciales (Antón, 1998). Estos objetivos están íntimamente relacionados con los principios generales del juego, que en definitiva van a ser los que diferencien las dos concepciones que vamos a plantear (Fig. 1).

Fig. 1
Figura 1


Diferentes conceptos de juego en el ataque en inferioridad numérica
Como se puede apreciar en la figura 1, se han diferenciado dos estilos de juego en situación de desigualdad numérica. Estos estilos tienen un mismo fin, pero una forma diferente de proceder por la cual los vamos a distinguir. El carácter de uno se basa en el principio de conservar la posesión de balón, mientras que el otro en asienta en el principio de progresar y atacar a portería. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que ambos omitan o excluyan al otro. No, lo que quiere decir es que en uno predomina un principio sobre el otro y viceversa. Ninguno de los dos renuncia al éxito, ninguno renuncia al Gol.

Los conceptos que se están tratando se resumen básicamente en dos filosofías, la del riesgo frente a la de conservación, la del reto o desafío frente a la del cuidado o la prevención. Estamos ante dos formas de vivir el juego del balonmano, una la de obedecer, la de acatar las condiciones que nos programa el contrario, la otra, la de violar o romper las normas que plantea el rival en su organización defensiva. Pero esto último no siempre es así, existen otras leyes que cumplir o por lo menos que no se deberían tener en cuenta a la hora de dirigir un partido.


Factores que determinana la utilización de una sistemática de juego en inferioridad
A. Relacionados con el juego:


B. Otros factores que intervienen:

Modelos de estructura ofensiva 5 contra 6
Básicamente se conocen dos estructuras clásicas de la partida (Fig. 2), a partir de las cuales se van a desarrollar diferentes sistemas de ataque que utilizarán funcionamientos particulares.

Si observamos los espacios que existen en estas estructuras se verá, que el reparto de responsabilidad de estos, es más flexible que si se estuviera 6 x 6. He aquí la clave del principio por el cual van a originarse distintos tipos de funcionamiento.

Figura 2: Estructuras clásicas de juego en inferioridad numérica atacante
SISTEMA 3 : 2*

* 3:2 con extremos / con pivote
SISTEMA 2 : 3*

*2:3 con laterales / con central

Dentro de los diferentes modelos que aparecen, hay que decir que existen a nuestro parecer, una serie de espacios compartidos. Espacios que corresponden a los que ha abandonado el jugador excluido, los cuales se denominan espacios de responsabilidad compartida o espacios de coorresponsabilidad. Estos espacios "representativos" tienen la característica de ser ocupados por un jugador o por varios en distintos instantes. Este/os jugador/es puede/n ser bien primera o segunda línea, dependerá fundamentalmente de la forma de juego elegida para el desarrollo de cada sistema (Fig. 3).

Los distintos sistemas de juego que un equipo puede utilizar para conseguir posibilidades eficaces de lanzamiento pueden ser desarrollados de diferentes formas2 . Todos los equipos conformados utilizan esas formas en distintos momentos de un encuentro y la proporción de uso de una u otra forma de estructura determina el concepto general de juego del equipo (Antón, J.L. 1998).

sigue F


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Año 4. Nº 14. Buenos Aires, Junio 1999