Con emoción, se efectuó un minuto de silencio que se rompió con un aplauso para los que allí lucharon por sus vidas, mientras tomaba verdadera dimensión el sufrimiento de aquella gente que casi tres meses debieron soportar el rigor del frío, los vientos, aludes, el hambre y la incertidumbre.

Dos mulas de Gendarmería transportaron el equipo pesado, cemento, antenas, equipo de comunicaciones, generador y la comida para los casi cuatro días que se permanecería en el lugar. Ya con el campamento base armado, comenzaron las actividades previstas de la construcción de un monolito de 2,50 mts de altura y la instalación de una estación de radio HF, con la cual se pudieron confirmar más de 90 comunicados en bandas de radioaficionados con 5 países desde tan significativo lugar.