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Pelé y Maradona: el periodismo y las contradicciones
entre los héroes y las sociedades

   
Universidad del Estado de Río de Janeiro
(Brasil)
 
 
Dr. Hugo Lovisolo
lovisolo@globo.com  
Dr. Ronaldo Helal
rhelal@globo.com

 

 

 

 
Resumen
    Desde la producción periodística producida en Argentina y Brasil sobre Pelé y Maradona, desarrollamos la hipótesis de que, contra la interpretación dominante, los argentinos construyen e idolatran héroes "dionisíacos" mientras los brasileños parecen optar por los "apolíneos". Partimos del conocido texto periodístico de G. Freyre donde la imagen del jugador brasileño es santificada, sobre todo la del mulato, como dionisíaco. De hecho, el texto promueve la reflexión crítica acerca de las representaciones dominantes sobre las identidades argentina (europeizada e iluminista) y la brasileña (autóctona y macunanímica).
    Palabras clave: Periodismo. Héroes. Pelé y Maradona.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 139 - Diciembre de 2009

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Introducción

     El periodismo deportivo siempre estuvo vinculado al campo de la emoción por el deporte. Los periodistas tuvieron que desarrollar el gusto por el deporte mientras socializaban conceptos técnicos. El periodismo deportivo tuvo y tiene en el deporte el espejo que él mismo creó: debe ser emocionante. Los valores de las relaciones nacionales y locales y las figuras de los héroes fueron centrales en la construcción de la emoción deportiva, retórica y polémica. Demagógica en el sentido estricto, no peyorativo, de formar las emociones y conducir las opiniones del pueblo en el campo deportivo. El periodismo deportivo es retórico, en el sentido amplio, dialéctico o argumentativo, de ahí es que produce la riqueza de las figuras utilizadas.

     Las consideraciones realizadas de modo sintético permiten que el lector siga el análisis, aunque parcial, que realizaremos sobre la construcción del debate alrededor de Pelé y Maradona. El material analizado será principalmente, pero no exclusivamente, los diarios brasileños y argentinos que cubrieron los Mundiales de 1982 a 20021. Incluiremos, sin embargo, observaciones basadas en hechos de dominio y memoria pública.


Pelé y Maradona: Rey y Héroe

     Como demostramos en otras ocasiones (Helal y Lovisolo, 2007; Helal, 2007), existe en la Argentina un sentimiento dominante: el fútbol brasileño es superior al argentino; Brasil es una fábrica de cracks, Argentina de grandes jugadores. El fútbol brasileño, según el propio Maradona, estaría un escaloncito arriba del argentino. Los discursos retóricos sobre la superioridad se estructuran bajo la forma polémica.

     La forma canónica de establecer la superioridad del estilo brasileño fue hecha por Gilberto Freyre en su conocido artículo periodístico "Foot-ball mulato", donde argumenta que la identidad brasileña es mulata. La astucia y la espontaneidad serian expresiones del mulatismo. Arte, danza y capoeira se juntan en la argumentación freyriana como núcleo dionisíaco del fútbol por asimilación del "jeito mulato" que sería rebelde "a los excesos de ordenación interna y externa, a los excesos de uniformización y geometrización, al totalitarismo que hace desaparecer a la variación individual o espontaneidad personal". Freyre concluye que "el estilo mulato, afro-brasileño, de fútbol es una forma de danza dionisíaca". Las fórmulas freyrianas tuvieron mucho éxito.

     En el Mundial 1982, no hubo comparación entre Maradona y Pelé en los diarios de los dos países. Fue al final del Mundial ganado por Argentina en 1986, en la edición de 24/06/1986 de El Gráfico , que vimos por primera vez una comparación. La nota de Juvenal bajo el título "Nace una polémica que no morirá jamás: Maradona fue más para Argentina que Pelé para Brasil" trabaja con la hipótesis de que Brasil hubiera conquistado el tricampeonato en 1970 sin Pelé mientras la Argentina no hubiera conquistado el Mundial de 1986 sin Maradona. La argumentación intuye que Maradona fue un héroe. Si Brasil hubiera sido campeón aún sin Pelé, este no hubiera sido el héroe. No se jerarquiza comparativamente las cualidades de los atletas: lo que importaría es la contribución de cada uno para su país. El eje posicional permite la construcción de la polémica alrededor del héroe, no del mejor. Surge la cuestión: ¿se puede ser el mejor del mundo y no ser héroe?

     En el análisis de la morfología del cuento popular, realizada por Vladimir Propp, el héroe pasa por adversidades y probaciones, cae y se pone de pie. Es en la capacidad de superar los desafíos de la adversidad, a partir de algún valor y de una ayuda mágica, que se hace el héroe. La historia personal y profesional de Maradona está escrita de caídas y ascensiones. Los datos son conocidos. ¿En contrapartida, donde están las caídas y ascensiones de Pelé? Es como si estuviéramos delante de una trayectoria marcada por una monótona ecuación lineal. Maradona aparece como un héroe, pasión y emoción; Pelé como un rey apolíneo, razón y técnica. El primer indicio de cambio en la polémica, significando un desplazamiento del eje, ocurrió el 29/06/1994, en columna de Néstor Straimel bajo el título "¿Brasil ya está sufriendo?" Al lado de la columna, aparece una caricatura de O Globo, con Maradona levantando la camisa y dejando ver un cinturón que le aprieta la barriga. Abajo, Maradona gordo, comiéndose la uñas. El texto "Diego, según los brasileños" dice: "En la última semana 'O Globo' publicó estas caricaturas de Maradona. Lo ridiculizan una vez más. ¿No será porque temen una final con Argentina?"

     Esta fue la primera nota provocativa a partir de la caricatura de O Globo. Fue uma nota aislada en medio del material sobre el Mundial 1994. En el centro de las narrativas, la identidad sudamericana es reforzada y la memoria del "Brasil de 70" es accionada en la final contra Italia. Los elogios a Pelé en 1994, en la Copa en la que Maradona fue suspendido por acusación de doping, demuestran que el debate entre los dos todavía no había sido "construido".

     En el Mundial 1998, Olé, que había sido fundado en 1996, publica el 10/06/1998, un cuadro sobre los Mundiales ganados por Brasil. El de 1970, con foto de Pelé, trae como título: "Algo Nunca Visto. No hubo nadie que pudiera contra la máquina brasileña de los cinco números 10. Será muy difícil que vuelva a aparecer un equipo igual". Abajo de la foto leemos que "en su último Mundial, se coronó como O Rei, con piruetas y goles de antología". Destaquemos esta narrativa, ya que Olé va a provocar a Pelé durante el Mundial 2002.

     El 20/06/2002, Clarín destaca en su tapa: "Encuesta de Clarín - ¿Inglaterra o Brasil? Que pierdan los dos". Y dice que "más de 18.000 personas votaron en la consulta del diario. Más abajo otra encuesta: "Medición de la FIFA - Diego volvió a dejar atrás a Pelé (…) La encuesta fue para armar un equipo ideal y Diego fue el más votado. Maradona: 111.035, Pelé: 107.539". Así, el debate sobre el "mejor de la historia" ya estaba "construido".

     El día 1º de julio, tras la conquista del penta campeonato de Brasil, en nota sobre los Mundiales ganados por Brasil, refiriéndose a 1970 lo define como: "El equipo Maravilla" y que "casi todos eran creadores, con un solista impresionante como Pelé. Fue acaso la mejor selección de todos los tiempos" (Olé, 1/07/2002). No hay ironías a Pelé y la "selección de 70" es reverenciada como la "mejor de la historia". Haber sido el mejor jugador de la historia no parece que hace de Pelé un héroe, pero si un Rey.

    ¿Tal vez sea más fácil identificarnos con los altibajos de Dionisio que con la altura apolínea de Pelé? Eso parece ser más simple para los argentinos. Sin embargo, una parcela de brasileños, especialmente entre los más grandes, que vieron a Garrincha y Pelé jugar, afirma que el mejor de todos fue Garrincha: un héroe dionisíaco que se involucraba en complicaciones y adversidades de varias naturalezas. Quizás por eso la sombra de Garrincha aún quite luz a la figura de Pelé. Podemos, entonces, preguntarnos, si el Brasil no pasó por un proceso de definición de sus héroes y la balanza no se inclinó gradualmente para el lado apolíneo.

     Hasta aquí pensamos la relación Pelé-Maradona a partir del material argentino. Ahora desplazaremos la mirada para el material generado en Brasil. En el Mundial 1986, las notas exaltaban a Maradona. Tras la victoria argentina sobre Inglaterra, Jornal do Brasil de 23 de junio, puso en la tapa una foto de Airton Senna, deportista claramente apolíneo, ganando la Fórmula 1 y otra, abajo, de Maradona con el texto: "Maradona da el drible final en Shilton en el gol más bello del Mundial". La victoria de Senna aparece con más destaque que la victoria Argentina, quizá para "compensar" el hecho de que Brasil había sido eliminado por Francia. En la sección deportiva tenemos el titular "Genialidad y astucia en el 'show' de Maradona"; "Detener a Dieguito era imposible y a los ingleses sólo le quedó la alternativa de cazar el dueño de la pelota y del partido". La narrativa junta "talento" con "astucia" características muy cultivadas en las historias de vida de ídolos deportivos 2. Tal vez, si la jugada hubiera sido hecha por un brasileño, la palabra "astucia" seria sustituida por "malandragem". De hecho, ambas las culturas se creen "dueñas" de esta característica.

     Igual a los análisis de Clarín y El Gráfico, entre los Mundiales de 1982 y 1998, no aparece el debate Pelé-Maradona. En 1986, las narrativas sobre Argentina son abarcadas por las de Maradona. El 29 de junio, Jornal do Brasil decía que "el fútbol tiene un nuevo rey. Talento, astucia y sorpresa hacen de él el nuevo genio de las canchas. En sus pies la pelota parece chiquita y dominada por la magia: él hace lo que quiere para la gambeta irresistible, el lanzamiento mortal o el gol diabólico." La nota habla de la trayectoria de Maradona y dice que él "está más maduro, lucha por la fundación de una clase de jugadores para organizarse y luchar por sus derechos".

     El día 30 de junio, tras la conquista del bicampeonato, Jornal do Brasil pone, en la tapa, la foto de Maradona besando el trofeo y al lado el titular: "Argentina gana el Mundial en partido de mucha emoción". En la sección deportiva, el titular decía: "Armando Diego Maradona es campeón del mundo y Argentina también". Es una narrativa volcada a un jugador y no al equipo, distinta de las narrativas argentinas sobre el Brasil del 70.

     En 1990, el encantamiento por Maradona aparece ya marcado por el enfrentamiento periodístico sobre el fútbol de ambos países, mezclándose con la mirada de que los argentinos son "catimbeiros" y "violentos".

     Tras la victoria de Argentina sobre Brasil por 1 a 0, la nota "Maradona 1 X 0 Brasil" dice que Brasil "fue castigado por un error imperdonable - relajó por un momento la marcación a Maradona (..) fue una jugada, una única y mortal jugada de Maradona en todo el partido." En "La Fibra de un Genio" leemos que, Maradona, consciente de su importancia, exigió que le hicieran una infiltración en el tobillo izquierdo, contrariando al médico. El texto dice: "la selección brasileña tuvo todo para ganar el partido de ayer, sólo no tuvo un Maradona, él juega por Argentina". Y el columnista Calazans escribió que "Maradona mostró, una vez más (...), que el talento, cuando es realmente un talento superior como el suyo, todavía destruye los esquemas de los entrenadores que exaltan la fuerza en lugar del talento".

     El 22/06/1994, tras victoria sobre Grecia por 4 a 0 leemos que "Argentina Y Maradona Brillan". Hay también una caricatura de Maradona mostrando la barriga atada por un cinturón. Fue esta caricatura que generó la nota "provocativa" en Clarín.

     El día 1º de Julio, O Globo publica una caricatura de Maradona con el dedo en la nariz: "que cosa fea Dieguito". Una "provocación" explícita al hecho de Maradona haber sido expulsado del Mundial bajo la acusación de doping. Pero las notas lamentan su salida del Mundial. Notemos que la selección brasileña, aunque vencedora, jugaba un fútbol que no agradaba a los periodistas. Maradona representaba la antítesis de este "estilo". Las dos caricaturas "provocativas" son excepciones. La memoria de Maradona es accionada en los Mundiales posteriores, principalmente en los enfrentamientos entre Argentina e Inglaterra.

     En 2002, antes del juego contra Inglaterra, las notas resaltan la rivalidad que trasciende el universo deportivo entre los dos países y "rememoran" la "conquista" de Maradona en 1986. El gol conocido como "la mano de Dios" recibe una crítica sutil, como si hubiera entrado en la historia por la "puerta de servicio", demostrando que la "viveza" del "otro" no es aceptada. El clima se pone aún más duro. El día12 de junio Arthur Dapieve escribe que "si la arrogancia fuera receta para el fracaso, el fútbol argentino simplemente no hubiera existido (...) Argentina insiste en considerar aquel gordote viciado mejor que Pelé. Para no hablar de Garrincha..." El texto es provocativo y por cierto que no hubiera sido escrito antes que los argentinos pusieron a Maradona como el mejor de la historia en la internet. Observemos, sin embargo, el "Para no hablar de Garrincha" que parece intuir su superioridad sobre Pelé. ¿Garrincha sería superior por naturaleza? ¿Superior por ser también viciado como Maradona, por ser irreverente y tan dionisiaco como el argentino?

     Las narrativas brasileñas sobre Maradona fueron semejantes a las narrativas argentinas sobre Pelé en 1970. Sin embargo, en las brasileñas no encontramos la "elección'" de un equipo como referente del fútbol argentino, como los argentinos hacen con Brasil de 1970. La narrativa sobre la selección de 1986, por ejemplo, fue centrada en la figura de Maradona. Sólo importa el héroe, entonces, ¿el periodismo brasileño está confirmando la posición argentina?


Juntando los pedazos: del Rey y del "Pibe"

     Los trabajos comparativos entre Argentina y Brasil parten del razonamiento de que Argentina seria más europeizada y Brasil tendría una mayor influencia africana, sobre todo, en el campo de las prácticas corporales. Argentina aparece como influenciada por la razón occidental, por la existencia de una escuela de masas constituida mucho más temprano que la brasileña y cuyo objetivo sería europeizar la población. Brasil habría permanecido tropical, macunaimico, mulato, antropofágico y bailarín, en fin, dionisíaco. Los argentinos exotizan Brasil y, sobre todo, Río de Janeiro. Tendríamos, entonces, una Argentina más letrada y de razón instrumental más desarrollada, que hace circular la imagen de un Brasil exótico. Los estilos de fútbol, la "parte", expresarían las diferencias presentes en los respectivos "todos". Siendo la parte manifestación y actualización del todo.

     Sin embargo, cuando miramos hacia los héroes nacionales, Argentina se caracteriza por la generación y manutención de mayor número de héroes y específicamente de héroes que parecen ser más dionisíacos que los brasileños. Un héroe literario como Martín Fierro, leído y enseñado en las escuelas, se levanta contra la autoridad, contra la prepotencia de la violencia legítima del Estado en construcción. En el universo musical no hay en Brasil una figura mitológica como Carlos Gardel, por no citar Eva Perón y Che Guevara. Varios de estos héroes no pueden ser considerados como guiados por la razón. De este modo, los héroes argentinos son muchos, aparecen en áreas distintas de actividad social y, generalmente, poseen un perfil más dionisiaco que apolíneo. Aún más: el movimiento político peronista, que desafía a los mejores analistas, tiene un pie en el mestizaje entre el indio y el español. ¿El mulato argentino es "el cabecita negra" o el morocho? ¿Maradona no pertenece a ese linaje como pertenece una parte expresiva de los "piqueteros" y de los que dionisiacamente van a las calles y destituyen presidentes, gobernadores e intendentes? ¿Y, de dónde, en un país "europeo" surge esa capacidad de ocupar las calles, de carnavalizar la política al sonido, africano o indígena, de los bombos latidos incansablemente?

     Retornemos al punto. En contraste, los héroes brasileños, que son pocos cuando consideramos el tamaño, la población y la supuesta diversidad, parecen estar concentrados en el área de los deportes y poseen un perfil apolíneo. Además, los héroes dionisiacos, macunaímicos parecerían haber sido enviados para el fondo de la historia. Es decir que el presente ¿rechazaría la identificación con ellos?

     Pelé y Airton Senna serían los héroes que vigorizan an en el presente con más fuerza. Ambos se destacaron por su enorme habilidad y competencia estratégica. Difícilmente existirá un jugador con la habilidad técnica y la competencia estratégica de Pelé. Sin embargo, todo en él parece apolíneo. Existe, no obstante, una parcela de la población que resiste, que se acuerda de Garrincha o se regocija con las frases de Romário. Pelé y Airton Senna pueden haber sido los mejores, los reyes, pero su proximidad emotiva con el pueblo es difícil de ser registrada. Maradona, en contrapartida, es el "pibe", es cada uno, y es todos. Es alguien que está cerca y que incide en el cotidiano con sus diabluras, "malandragens" y frases que se vuelven éxito editorial. ¿Y que decir de su astucia? ¿La acción de mayor "mulatice y malandragem" no habrá sido el gol con la mano? ¿Cómo hubiera sido la reacción del periodismo brasileño si un mulato, o el propio Pelé, hubiera hecho ese gol? Cuál seria el discurso de Freire: ¿elogioso de la mulatice o crítico? Pelé, no obstante, "es poeta cuando se pone callado", según Romário. El héroe dionisiaco, "el pibe", como tal vez el último gran desafío, comanda la Selección Argentina. Una paradoja más: ¿cómo un país serio y europeizado pone Maradona en el comando? ¿Como, antes, se daba al lujo de tener un director técnico definido como loco, "El Loco Bielsa"?

     Las cuestiones que surgen son tres: 1) ¿Las construcciones que enfatizan la europeización argentina versus la tropicalización brasileña sirven para dar cuenta de las elecciones culturales que construyen los héroes? 2) ¿Por que Brasil abandona a sus héroes dionisíacos, produce pocos héroes y va a definir un patrón apolíneo de ellos? ¿Será que está perseguido por la idea de ser un país serio? ¿O será que sólo puede aceptar los héroes que son consagrados internacionalmente? Por último, ¿la oposición descriptiva entre el apolíneo y el dionisiaco no sería débil y contradictoria por ser sus indicadores muy amplios y poco definidos?

     Consideramos que las cuestiones son estratégicas para pensar la dinámica de construcción de las identidades en Argentina y Brasil.


Notas
1. Este material fue recolectado por Helal, en su posdoctorado en la UBA, entre 2005 y 2006.
2. Para un análisis comparativo de las biografías de Romário e Zico ver Helal (2003).

Referencias

  • Helal, Ronaldo. "´Jogo Bonito' y Fútbol Criollo: la relación futbolística Brasil-Argentina en los medios de comunicación". In GRIMNSON, Alejandro (org.). Pasiones Nacionales: política y cultura en Brasil y Argentina. Buenos Aires, Edhasa, 2007.

  • Helal, Ronaldo. "A construção de narrativas de idolatria no futebol brasileiro". Alceu - Revista de Comunicação, cultura e Política, vol.4, n.7, p.19-36, 2003.

  • Helal, Ronaldo e Lovisolo, Hugo. "Jornalismo e futebol: argentinos e brasileiros ou do 'odiar amar' e do 'amar odiar'". In MARQUES, José Carlos (org.). Comunicação e Esporte: diálogos possíveis. São Paulo, Intercom, 2007.

  • Propp, Vladimir. Morfologia do Conto Maravilhoso. Rio de Janeiro,


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