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Estudio descriptivo del desarrollo madurativo

mediante el test talla sentado

 

*Doctor y Profesor. Departamento de Didáctica de la

Expresión Musical, Plástica y Corporal (Área de Corporal) de la

Facultad de Humanidades y Educación de Melilla

Universidad de Granada.

**Doctor y Profesor Titular. Área de Corporal de la

Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Granada.

***Licenciada en Farmacia. Universidad de Granada.

****Maestro Especialista en Educación Física. Universidad de Granada

Félix Zurita Ortega*

Daniel Linares Gírela**

Ana Zurita Ortega***

David Zurita Martínez****

felixzo@ugr.es

(España)

 

 

 

Resumen

          El desarrollo madurativo ha sido y es en la actualidad una de las principales preocupaciones para los padres y educadores; así son numerosas las patologías tanto físicas como neuropsicológicas que surgen al inicio de esta etapa. El test de talla sentado es un método fácil de usar y valorar por los principales responsables, en el cual se mide la longitud del tronco. En los casos en que los chicos superen los 78 cm. y las chicas los 75 cm. se puede decir que han comenzado su inicio de desarrollo.

En este estudio de 410 sujetos de 6 a 30 años de Granada y Almería (España) con 238 chicas (58%) y 172 chicos (42%), de los cuales el 43,2% (n=177) procedían de la etapa de Primaria, se ha encontrado que el 57,81% (n=273) ha superado el inicio del desarrollo madurativo. Atendiendo al criterio del sexo, los chicos que han iniciado este periodo son 96 (55,8%), comenzándolo en rango 4 (12-13 años). Asimismo, las chicas que comienzan su periodo de crecimiento rápido es de 177 (74,4%), siendo en el rango 3 (10-11 años) cuando se establece su inicio de desarrollo madurativo. En conclusión se puede afirmar que las chicas comienzan el inicio de desarrollo más precozmente que los varones, siendo a los 10-11 años en chicas y a los 12-13 años en sujetos masculinos.

          Palabras clave: Crecimiento. Desarrollo. Escolares. Prepúber

 

Abstract

          The madurative development has been and is currently a major concern for parents and educators; there are numerous pathologies both physical and neuropsychological that arise at the beginning of development. The sitting height test is an easy to use and value method by the main specialists, through which the length of the trunk is measured. In those cases where boys exceed 78 cm and girls 75 cm it can be said that they have begun their beginning of development. In this study of 410 subjects from 6 to 30 years from Granada and Almería (Spain) with 238 girls (58%) and 172 boys (42%), of which 43,2% (n = 177) came from the Elementary stage, it was found that the 57,81% (n = 273) have overcome the beginning of the madurative development. According to sex, the number of boys who have initiated this period is 96 (55,8%), beginning the period in rank 4 (12 -13 years). At the same time, the number of girls who begin their rapid growth period is 177 (74,4%). It is in the range 3 (10-11 years) when it is established their beginning of madurative development. In conclusion, it can be stated that girls start the development beginning earlier than boys; where girls start with 10-11 years, boys do the same with 12-13 years.

          Keywords: Growth. Development. School. Preadolescent

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 139 - Diciembre de 2009

1 / 1

Introducción

    El ser humano va superando a lo largo de su vida una serie de etapas, que se hallan alargadas o disminuidas en relación a otros seres del reino animal, esta longevidad implica la gran importancia que tienen los programas de salud, donde una detección precoz y una buena educación sanitaria son las principales armas de trabajo (Cuadrado, 1993), para el control de niños en edad escolar.

    Así la escuela supone para el preadolescente una experiencia de socialización primordial, donde la influencia de la familia es necesaria, y permitirá una educación sanitaria controlada desde la misma siendo optimistas en cuanto a la mejora de la salud pública para estos jóvenes.

    El período escolar es cuando existe un mayor riesgo de producirse alteraciones raquídeas con presencia de deformidades y algias que posteriormente sufrirán un agravamiento en la edad adulta, así Vallejos, Rositto y Legarreta (2005) y Zurita, Moreno, Ruiz, Martínez y Zurita (2008), citan la frecuencia con que pacientes jóvenes y adolescentes, llegan a su primera consulta con deformidades graves (columna, obesidad,…) que ya comprometen incluso la función respiratoria y cardiaca, demostrando una falta en el diagnóstico y prevención.

    En cuanto al concepto de crecimiento Antón (1989), establece que es un aumento en el número y tamaño de las células (hiperplasia e hipertrofia respectivamente), manifestándose en el aumento del tamaño corporal, término unido a otros conceptos como desarrollo y maduración; así desarrollo, indica la diferenciación progresiva de órganos y tejidos con adquisición y perfeccionamiento de sus funciones y la maduración es el nivel de desarrollo alcanzado en un momento dado.

    El patrón general de crecimiento del niño/a sigue un ritmo irregular, como citan Zarco (1992) y Zurita (2000), estableciendo que durante un primer periodo, hasta los 5-6 años, el crecimiento es rápido, siendo entre los 6-9 años cuando se produce el mayor periodo de estabilidad en el crecimiento infantil; y a partir de ahí se vuelve a acelerar, manifestándose más acentuada dicha tendencia entre las niñas que en los niños, hasta alcanzar la madurez total donde vuelve a estabilizarse.

    Existe una serie de agentes que regulan de una manera más o menos estándar el crecimiento y el desarrollo del ser humano, estos factores inciden en mayor o menor medida en función del individuo.

    En el transcurso de los años se ha producido un aumento significativo en el crecimiento longitudinal (altura media), debido a las condiciones más favorables para el hombre (alimentación, materiales médicos,…), así en la antigüedad la vida media de una persona era muy inferior a la que se produce en la actualidad; los factores extrínsecos (recursos nutricionales, higiénicos, educativos y recreativos) han contribuido fundamentalmente a ello como citan: Van Wiering (1979), Bogin (1988) y Marrodán, Flores, Pérez-Magdaleno y Moreno (2000), añadiendo Gorgojo et al. (1999) que la alimentación actual es más equilibrada que la de antaño, lo que ha traído consigo que los niños/as hayan aumentado su talla media, del mismo modo los hijos únicos son mas altos que los de familias numerosas siendo cada vez más bajo el índice de natalidad; los niños de los medios socialmente favorecidos son más altos que los desfavorecidos, la desaparición de enfermedades infecciosas, mejor nivel de vida, etc. son factores que influyen en mayor o menor medida en el aumento de la talla media definitiva, el adelanto de la pubertad y una mayor vida media.

    En cuanto al género en la niña, el inicio de la pubertad con talla de sedestación de 75 cm. viene asociada con el desarrollo mamario, apareciendo posteriormente el vello púbico y el vello axilar por último. La aceleración del crecimiento tiene el pico sobre los 12 años, apareciendo la menarquia (aproximadamente en los 12,9 años), con esta fase se ha producido el 90 % del crecimiento, faltándole aun 12 cm. por crecer. La pubertad tiene dos vertientes, una primera ascendente, que es la fase de crecimiento rápido, donde aumenta los primeros 7 cm. en un tiempo de 18 meses, y una segunda descendente, en que los últimos 5 cm. los alcanza lentamente en unos 3 años como exponen Dimeglio y Bonnel (1990), añadiendo que en los varones aparece vello en la cara supralabial lateral y en la base del pene, junto con un aumento del tamaño de los testículos. El brote de crecimiento rápido en el género masculino ocurre más tarde que en las niñas y por tanto, y generalmente son más altos al llegar a la pubertad (a partir de los 78 cm. de talla en sedestación), debido a un más largo período de crecimiento prepuberal. El cambio de timbre de voz indica la superación del pico de crecimiento, aun les queda por crecer 13 cm, el brote de crecimiento de estos se dividen en dos etapas:

  • Una primera ascendente caracterizada por una fase de crecimiento rápido, extendida desde la aparición del sesamoideo del pulgar (inicio de la pubertad) hasta el cierre del cartílago del codo, dura unos 15 meses donde ganaría unos 8cm.,

  • Una segunda descendente determinada por un ralentecimiento del crecimiento, donde las falanges distales se fusionan, el Risser aparece y simultáneamente las eyaculaciones. Se crece unos 5 cm. durante un período de 36 meses.

    En plena pubertad se ralentiza el crecimiento en los miembros inferiores de niños y niñas y se acelera el crecimiento del tronco, en contra de lo que sucede entre los 5 -10 años, donde las extremidades crecen más que el tronco, en una proporción de 2/3, invirtiéndose las proporciones hacia los 11 años en la chica y 13 años en el chico, en consecuencia, la inversión de la relación de crecimiento miembros-tronco es lo que señala el comienzo de la pubertad según Quintana (2004).

    La infancia y adolescencia son fases de la vida que se caracterizan por el crecimiento y desarrollo del cuerpo, provocando desequilibrios del sistema óseo y muscular, circunstancia que supone un serio peligro para el surgimiento de deformidades raquídeas según Jiménez, Herrera, Romero y Martínez (1996), en el mismo sentido Pinto y Lopes (2001), citan el excesivo crecimiento de la columna en estas fases, provocando en ocasiones un crecimiento desigual de las vértebras y desarrollo desequilibrado de la musculatura dorsal, teniendo mayor probabilidad de padecer problemas en la columna.

    Es importante el control de salud de los niños, a lo largo de su crecimiento y no solamente cuando son pequeños o bebés, aunque los padres y responsables escolares vean a los niños sanos o libres de enfermedad es importante el control de la salud por parte de educadores y personal sanitario, para detectar precozmente problemas que aparecen al inicio del estirón puberal como alteraciones de columna (escoliosis e hipercifosis), niveles de obesidad y deformidades plantares como citan Vallejos el al. (2005), Zurita (2007) y Zurita et al (2008); por lo que examinar el inicio de desarrollo madurativo origina una ventaja en su control y tratamiento con la intervención de un equipo multidisciplinario, que permita anticipar patologías que afectan a las estructuras músculo esqueléticas del ser humano y que se acentúan en edades mas adultas.

    Este trabajo del inicio de desarrollo madurativo presenta los siguientes objetivos:

  • Establecer en qué rango de edad se produce el inicio del desarrollo madurativo en la muestra de Granada y Almería.

  • Analizar en qué género aparece antes el inicio del desarrollo madurativo.

  • Determinar en qué etapa de educación comienza la maduración y la adecuación de la implantación del test de talla sentado en los niveles educativos.

2.     Metodología

2.1.     Tipo de estudio

    El diseño de este trabajo fue de tipo descriptivo transversal donde la variable de estudio vino representada por el inicio del desarrollo madurativo medido por el test talla sentado, el principal problema de contaminación del estudio radicó en la obtención de una buena fiabilidad en las medidas efectuadas de dicha variable; para el control de esta se seleccionaron unos expertos científicos (fisioterapeutas y profesores de Educación Física) que presentaron un protocolo de medición altamente normalizado. Del mismo modo fueron efectuadas las correspondientes pruebas de fiabilidad para el test, estableciendo la correspondiente prueba de correlación intraclase (r = 0,92) que estableció la baja variabilidad interexaminador. El programa estadístico empleado para el análisis de datos fue el programa informático SSPS 15.0., utilizando para el análisis de datos, los descriptivos y tablas de contingencia, así como para establecer las asociaciones se empleó el chi cuadrado de Pearson.

2.2.     Participantes

    La determinación de los participantes se fundamentó en los criterios establecidos en los trabajos de Casajús (1990), Ureña (1996) y Zurita (2007), en cuanto a los objetivos de tipo pedagógico en el campo de la salud escolar. La selección de la muestra en la población escolar y universitaria de Granada y Almería, se realizó atendiendo a una combinación de las técnicas de estratificación, proporcionalidad y aleatorización de las siguientes variables:

  • Sexo: Masculino y Femenino.

  • Grupos de edades: 6 a 30 años.

  • Nivel de estudio: Primaria, Secundaria y Universidad.

    El universo de población que constituyó la muestra fueron los escolares y universitarios de las provincias de Granada y Almería, centrándose el estudio en la Capital de Almería y dos centros escolares del área metropolitana de Granada (España).

    Los registros se realizaron durante los meses de febrero y marzo del 2008, así la selección de los participantes se realizó por muestreo atendiendo a la composición natural de los grupos en los centros solicitados, sin existir ningún otro criterio de inclusión ni exclusión que la conformidad en la participación en el estudio reclutando los grupos al 100%, de los tres niveles educativos.

2.3.     Instrumentos y procedimientos de medición

    El control de la variable de estudio se realiza mediante la prueba del test talla sentado empleada por autores de reconocido prestigio como Dimeglio y Bonnel (1990), Quintana (2004) y Molano, Zuñiga, Rengifo y Montealegre (2006), para ello se sitúa el sujeto sentado en un banco de madera de altura conocida, cabeza en el plano de Frankfort, tronco erecto formando un ángulo de 90º con los muslos al igual que la articulación de la rodilla, manos apoyadas en aquellos y los pies apoyados en el suelo o plano de sustentación, la espalda y la región occipital quedan en contacto con el plano vertical del tallímetro o del antropómetro. La lectura de la valoración se realizó tomando el cero del instrumento de medida a nivel de la superficie del banco. El material utilizado fue el tallímetro “Siber Hegner” así como una banqueta.

    La valoración de dicho test, consiste en determinar el inicio del desarrollo de un individuo donde la pubertad en el niño se inicia a partir de los 78 cm. en sedestación y en la niña en la misma posición se inicia con una talla de 75 cm., como citan Dimeglio y Bonnel (1990) y Zurita (2007).

    Se establecen cuatro categorías en función del género e inicio del desarrollo

  • Categoría “VI”, sujetos del género masculino con índice talla sentado inferior o igual a 78cm., donde V representa al género y I, es la niñez.

  • Categoría “FI”, sujetos femeninos, con índice de talla sentado inferior o igual a 75 cm., donde F, es el género e I, es la niñez.

  • Categoría “VII”, sujetos masculinos con un índice de talla sentado superior a 78 cm., donde V representa el género y II, conlleva el inicio del desarrollo.

  • Categoría “FII”, sujetos femeninos, con índice de talla sentado superior a 75cm., donde F es el género y II, representa el inicio del desarrollo (Figura 1).

Figura 1. Visión del test talla sentado

3.     Resultados

    La muestra final utilizada en el estudio fue de 410 participantes de 6 a 30 años de la provincia de Granada y Almería; en cuanto al género, la muestra reflejó la composición natural de los grupos, con una proporción de 42% de varones (n=172) y un 58 % de féminas (n=238) (Figura 2).

Figura 2. Proporcionalidad del género de la muestra

    La edad de los individuos de este estudio (6 a 30 años) se agrupó en rangos de dos años naturales para de esta forma presentar una mayor proporción de individuos en cada uno de los grupos, asimismo se escogió hasta los 30 años por ser la edad mas alta de los sujetos universitarios (Tabla 1).

Rango

Edad

Frecuencia

Porcentaje

1

6-7 años

44

10,57%

2

8-9 años

46

11,17%

3

10-11 años

87

21,50%

4

12-13 años

53

13,12%

5

14-15 años

63

15,51%

6

16-17 años

35

8,53%

7

18-19 años

39

9,51%

8

20-21 años

19

4,44%

9

22-23 años

8

2,00%

10

24-25 años

6

1,35%

11

26-27 años

5

1,15%

12

28-30 años

5

1,15%

Tabla 1. Frecuencias y proporcionalidad de los rangos de edad.

    Como se muestra en la tabla anterior el rango 3 (10-11 años) es el más representado (n=87), siendo por el contrario los rangos 10, 11 y 12 con proporciones en torno al 1 % los que menos participantes presentaron.

    La distribución de sujetos de 6 a 30 años por centro de procedencia fue bastante homogénea, como se muestra en la Tabla 2, considerando que la muestra fue tomada en 1er, 2º y 3er ciclo de Primaria (n=177), Secundaria (1º y 2º ciclo de ESO) con 116 alumnos/as (28,3%) y 1º, 2º y 3er curso de Fisioterapia (n=117); sin embargo, en este último grupo existen rangos de edad muy poco representados aunque se tuvieron en cuenta y se incluyeron en el estudio para establecer los grupos en su totalidad (Tabla 2).

Nivel de enseñanza

Frecuencia

Porcentaje

Primaria

177

43,2

Secundaria

116

28,3

Universidad

117

28,5

Total

410

100,0

Tabla 2. Distribución de la población de estudio por etapa de procedencia.

    Se establecieron dos categorías dentro del crecimiento que determinaban el desarrollo de los sujetos de estudio:

  • Categoría I, cuando los sujetos están encuadrados en la etapa de la niñez.

  • Categoría II, donde se considera el comienzo del desarrollo puberal de los individuos (inicio del desarrollo madurativo) (Tabla 3).

Crecimiento

Frecuencia

Porcentaje

Categoría I

137

42,19%

Categoría II

273

57,81%

Total

410

100 %

Tabla 3. Frecuencia y porcentaje del crecimiento de la población total

    La tabla 3 determinó que de la muestra de 410 escolares y universitarios, 137 individuos (61 chicas y 76 niños) según índice de talla sentado no han comenzado su periodo de desarrollo mientras que el resto (n=273) están en el periodo del inicio del desarrollo madurativo o bien ya lo han superado, teniendo en cuenta que dicho índice fue aplicado a sujetos de entre 6 y 30 años (Figura 3).

Figura 3. Incidencia del inicio del crecimiento en la población de estudio

    En la siguiente tabla se analiza el desarrollo de los individuos, en función del género de la muestra, para ello se distribuyeron los sujetos en cuatro categorías que permitieron identificarlos según su género (“V” para masculino y “F” para femenino) y su grado de maduración (Tabla 4 y Figura 4).

Sexo

Crecimiento

Total

VI

FI

VII

FII

Masculino

Recuento

76

0

96

0

172

% de Sexo

44,2%

,0%

55,8%

,0%

100,0%

 

Femenino

Recuento

0

61

0

177

238

% de Sexo

,0%

25,6%

,0%

74,4%

100,0%

Total

Recuento

76

61

96

177

410

% de Sexo

18,5%

14,9%

23,4%

43,2%

100,0%

Tabla 4 . Distribución del desarrollo de los individuos según el género de la población (p=0,000).

 

Figura 4. Incidencia del crecimiento según género en la población de estudio

    En el último apartado se analiza las categorías de crecimiento en función del rango de edad, de esta forma determinamos qué niños o niñas han pasado a la etapa de desarrollo, así como analizamos si en los niveles de enseñanza existen cambios en función de la edad. (TABLA 5)

Rango de edad

Crecimiento

Total

VI

FI

VII

FII

1

Recuento

22

20

1

1

44

% de Rango

50,0%

45,5%

2,3%

2,3%

100,0%

2

Recuento

22

21

2

1

46

% de Rango

47,8%

45,7%

4,3%

2,2%

100,0%

3

Recuento

24

17

19

27

87

% de Rango

27,6%

19,5%

21,8%

31,0%

100,0%

4

Recuento

7

2

15

29

53

% de Rango

13,2%

3,8%

28,3%

54,7%

100,0%

5

Recuento

1

1

28

33

63

% de Rango

1,6%

1,6%

44,4%

52,4%

100,0%

6

Recuento

0

0

6

29

35

% de Rango

,0%

,0%

17,1%

82,9%

100,0%

7

Recuento

0

0

9

30

39

% de Rango

,0%

,0%

23,1%

76,9%

100,0%

8

Recuento

0

0

4

15

19

% de Rango

,0%

,0%

21,1%

78,9%

100,0%

9

Recuento

0

0

4

4

8

% de Rango

,0%

,0%

50,0%

50,0%

100,0%

10

Recuento

0

0

1

5

6

% de Rango

,0%

,0%

16,7%

83,3%

100,0%

11

Recuento

0

0

3

2

5

% de Rango

,0%

,0%

60,0%

40,0%

100,0%

12

Recuento

0

0

4

1

5

% de Rango

,0%

,0%

80,0%

20,0%

100,0%

Total

Recuento

76

61

96

177

410

% de Rango

18,5%

14,9%

23,4%

43,2%

100,0%

Tabla 5. Distribución de las categorías del crecimiento en función del rango de edad de la población (p=0,000)

    En la siguiente tabla se establece la correlación entre el crecimiento y los niveles de enseñanza, teniendo en cuenta que la etapa de Primaria engloba a los sujetos de 6 a 12 años; a partir de esa edad y hasta los 17 entran a formar parte de la ESO y al llegar a los 18 años es cuando comienza la etapa universitaria (Tabla 6). 

Nivel de Enseñanza

Crecimiento

Total

VI

FI

VII

FII

Primaria

Recuento

68

58

22

29

177

% de nivel

38,4%

32,8%

12,4%

16,4%

100,0%

% de Crecim

89,5%

95,1%

22,9%

16,4%

43,2%

Secundaria

Recuento

8

3

43

62

116

% de nivel

6,9%

2,6%

37,1%

53,4%

100,0%

% de Crecim

10,5%

4,9%

44,8%

35,0%

28,3%

Universidad

Recuento

0

0

31

86

117

% de nivel

,0%

,0%

26,5%

73,5%

100,0%

% de Crecim

,0%

,0%

32,3%

48,6%

28,5%

Total

Recuento

76

61

96

177

410

% de nivel

18,5%

14,9%

23,4%

43,2%

100,0%

% de Crecim

100,0%

100,0%

100,0%

100,0%

100,0%

Tabla 6. Distribución de los rangos de crecimiento en función de los niveles de enseñanza

4.     Discusión

    Los 410 sujetos analizados depararon que las mujeres (58%) eran mayoría sobre los varones (42%); asimismo por edades la muestra fue muy homogénea exceptuando del rango 8 en adelante que correspondía a los alumnos universitarios con porcentajes más escasos.

    La figura 3 y tabla 3 mostraron cómo un 42,19% presentan un índice que los engloba en la etapa de la niñez por un 57,81% que han superado dicha etapa, lo que denota que la mayoría de la muestra ha desarrollado físicamente de una forma generalizada, estas cifras son confirmadas por los autores consultados (ver en el siguiente apartado) que citan la edad de comienzo de desarrollo entre los 11-15 años, aunque en algunos casos esta puede estar adelantada, aspectos verificados por la cifra del 57,81% de sujetos que han alcanzado dicha etapa.

    En la tabla 4 se determina cómo los individuos que están en la etapa previa al inicio del desarrollo madurativo presentan valores muy similares por géneros (18,5% para varones frente al 14,9% de mujeres), sin embargo donde sí hallamos diferencias (p=0,000) es en los individuos que han comenzado el desarrollo madurativo o que ya son adultos, así la categoría FII (femenino con 43,2% como valor superior) frente al 23,4% de la categoría VII (masculino), dato determinado por la mayor presencia de féminas en el estudio.

    Se aprecian también diferencias estadísticamente significativas (p=0,000), en cuanto al inicio del estirón puberal por géneros, así las chicas presentan un 25,6% de FI, frente al 74,4% de FII, por el contrario los valores porcentuales en individuos masculinos son mas equitativos con 44,2% de VI frente al 55,8% de chicos que han comenzado su desarrollo (VII), como observamos en la figura 4; confirmando el dato de que los varones comienzan mas tardíamente.

    El dato más importante de la tabla 4, es que las chicas alcanzan antes el periodo de desarrollo, aspecto que coincide con la totalidad de autores consultados (Bueno, Sarría, Bueno-Lozano y Bueno-Lozano (1993); Arvis, Forest y Sizonenko (1993); Herrera, Pavía e Yturriaga (1994) y Garagorri, 2004), que cifran el estirón puberal y desarrollo en los 11 años, frente a los valores de sujetos masculinos que está cifrado en los 14 años según Vendrely y Dadoune (1993) y Garagorri (2004).

    Existen diferencias estadísticamente significativas (p=0,000) en la relación crecimiento y rango de edad (tabla 5), como es lógico a mayor edad, más posibilidades de haber comenzado el desarrollo o ser ya adulto, así en la población objeto de estudio los niños/as conforme aumenta la edad van disminuyendo sus porcentajes, de tal forma que en el rango 1 y 2 (6-10 años) los valores de los individuos en niñez alcanzan valores superiores al 92 % (50% y 45 % de VI y FI frente al 2,3% de VII y FII) y es a partir del rango 6 cuando no aparece ningún sujeto encuadrado dentro de ninguna categoría.

    Del mismo modo es en rango 3 (10-11 años) donde se produce el cambio de FI a FII (19% frente al 31%) y al llegar a los 12-13 años (rango 4) es de 3,8% y 54,7%, lo que determina que las chicas comienzan a desarrollar en este rango. Algunos autores como Arvis et al. (1993) y Cabezali, Sala y Sánchez (1996) dicen que la etapa de maduración comienza en el mayor de los casos a los 11 años, y según se avanza en la edad cronológica habrá más sujetos adolescentes y otros como: Bueno et al. (1993); Vendrely y Dadoune (1993); Herrera et al. (1994) y Garagorri (2004) citan que en las niñas el inicio puberal aparece hacia los 11 años extendiéndose hasta los 13, mientras que en los niños se alarga durante dos años, llegando a los 15; del mismo modo los chicos inician su desarrollo en el rango 4 (12-13 años) donde los VI (13,2%) frente al 28,3% de VII (que han iniciado el crecimiento) aumentando sus porcentajes estos últimos (VII) conforme se incrementa en edad cronológica, llegando al rango 5 con casi todos los sujetos en estirón puberal, como se apreció en la figura 5, así en esta gráfica se ve cómo van modificando las tendencias siendo en el rango 3 (10-11 años) donde las chicas (FII) comienzan a aumentar considerablemente y los chicos (VII) aumentan significativamente en el rango 4, aspectos que coinciden con los aportados por diversos autores como Dimeglio y Bonnel (1990) que nos citan que la edad del crecimiento comienza entre los 11 y 13 años en niñas y Buckler (1990), que la edad es a partir de los 10 años.

    En la tabla 6 se establecieron diferencias estadísticamente muy significativas (p=0,000) motivadas por el inicio de desarrollo madurativo producido en la etapa de Primaria, así en este nivel los valores de VI y FI (89,5% y 95,1%) frente a los VI y FI de la Secundaria y Universitarios, en este último los valores son del 0%, de igual forma en lo referente a VII y FII se produce un incremento constante, pasando de 12,4% y 16,4% en la Primaria, a 37,1% y 53,4% de Secundaria para finalizar con un 26,5% (solamente había 31 sujetos masculinos) y un 73,5% de féminas universitarias. Estos datos coinciden con los autores consultados (Herrera et al, 1994 y Garagorri, 2004) estableciendo que 410 sujetos del estudio comienzan su desarrollo madurativo en la etapa de Primaria, que en la Secundaria ya ha finalizado y que el escaso porcentaje que aparece (6,9% en VI y 2,6% en FI) viene originado por estar en primer curso de la secundaria obligatoria; así mismo en la etapa universitaria los individuos son ya adultos, por lo que no se encuentra ningún caso de falta de crecimiento, corroborando que este método debe ser aplicado en las etapas escolares.

    Estos resultados permiten confirmar la adecuación de este test en las etapas de Primaria y comienzo de la Secundaria, y que es el personal cualificado en este campo (profesor de Educación Física) el que dentro de su currículo (Bloque de Salud), debe saber detectar así como poner en conocimiento del personal sanitario las medidas a adoptar ante la aparición de posibles patologías sobretodo de índole raquídeo.

5.     Conclusiones

    Las conclusiones que se extraen de este estudio son las siguientes:

  • En el estudio de 410 sujetos de 6 a 30 años, los sujetos del rango 3 (10-11 años) son los que establecen el inicio del desarrollo madurativo en el género femenino, siendo a los 12-13 años en los varones.

  • El estirón puberal aparece antes en las féminas que en los varones, y observando la importancia y adecuación de este test para su aplicación en el conocimiento del inicio del crecimiento rápido en niños/as, para evitar posibles patologías que afecten al escolar, así como afectaciones en las estructuras músculo-esqueléticas.

  • La etapa de Primaria es donde se desarrolla en casi su totalidad el inicio del desarrollo madurativo, no apareciendo ningún caso en la etapa universitaria, por lo que no debería usarse en esta etapa.

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