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Beneficios de la música en la práctica psicomotriz

 

Diplomada en Educación Infantil. Master en Psicomotricidad

Doctor y Licenciado en Educación Física

Profesor de la Escuela Universitaria P.E. de Ossó

(España)

Natalia González Valdés

José Antonio Prieto Saborit

josea@eupo.es

 

 

 

Resumen

          El objetivo de este estudio es comprobar si el uso de la música a la hora de realizar sesiones de psicomotricidad ayuda en la mejora de algunas de las capacidades psicomotoras en los niños de 5 años. Para ello comparamos el trabajo desarrollado por dos grupos de niños de esta edad: un grupo experimental y un grupo de control. De esta manera obtuvimos como variable dependiente las capacidades psicomotoras escogidas (coordinación dinámica manual, coordinación dinámica general, equilibrio, organización espacial, esquema corporal y adaptación al ritmo) y como variable independiente las sesiones que trabajaban la psicomotricidad, con la premisa de que al grupo control no se les hacía el trabajo psicomotriz con música y al grupo experimental sí. Durante un período de 6 semanas se les aplicó un programa de trabajo motriz con los mismos objetivos. Se realizó un test inicial para obtener el punto de partida de cada niño y una vez hechas todas las sesiones volvimos a llevar a cabo el mismo test (post-test) para ver la evolución psicomotriz y las diferencias entre un grupo y otro. Los test finales específicos muestran unos mejores resultados en el grupo que trabajó con música, llevándonos así a pensar que el uso de ésta favorece al aprendizaje, sobre todo, la de coordinación y el ritmo.

          Palabras clave: Desarrollo motor. Música. Infancia

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 139 - Diciembre de 2009

1 / 1

Introducción

    “El cuerpo, ocupa un lugar incomparable en la Educación General Básica, pues todo los aprendizajes suceden en él y a través de él. Y somos sujetos por él. Nuestra aproximación se puede producir desde diversas áreas: expresión corporal, danza, educación física, teatro, mimo, música, psicomotricidad…” (Miguel Sassano, 2003: 120)

    Y nosotros nos preguntamos, ¿por qué no juntar varias de esas áreas? “El movimiento es el elemento primordial del ritmo. De acuerdo a esto, se dice que la música, por ejemplo, es movimiento en el espacio y en el tiempo.” (Miguel Sassano, 2003: 295) “La música es el único arte basado directamente en el ritmo y la dinámica que sea capaz de estilizar los movimientos corporales.” (Dalcroze, citado por Miguel Sassano, 2003: 297)

    El procesamiento de la música ayuda a activar los dos hemisferios del cerebro. Ambos hemisferios desempeñan misiones distintas, aunque susceptibles de ser puestas simultáneamente en marcha con la realización de algunas actividades, como las musicales, cuya ejecución activa las funciones del hemisferio derecho (ligado por lo general a la emoción, la capacidad artístico-musical y espacial) y del hemisferio izquierdo (relacionado con el lenguaje y las operaciones lógicas).

    Existen 2 tipos principales de música en relación con sus efectos:

  • La música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes.

  • La música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones.

    La música influye sobre el individuo a 2 niveles primarios diferentes: la movilización y la musicalización. La música es energía y por tanto moviliza a los seres humanos a partir de su nacimiento y aún desde la etapa prenatal. A través de la escucha o la creación, la música imprime una energía de carácter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse después a través de las múltiples vías de expresión disponibles.

    Al igual que otros estímulos portadores de energía, la música produce un amplio abanico de respuestas que pueden ser inmediatas, diferidas, voluntarias o involuntarias. Dependiendo de las circunstancias personales (edad, etapa de desarrollo, estado anímico, salud psicológica, apetencia) cada estímulo sonoro o musical puede inducir una variedad de respuestas en las que se integran, tanto los aspectos biofisiológicos como los aspectos efectivos y mentales de la persona. Así, el bebé agita sus miembros cuando reconoce una canción entonada por su madre y los adolescentes se reconfortan física y anímicamente escuchando la música que les gusta, aunque a nosotros nos parezca ruidosa.

    Teniendo en cuenta todas las características que nos presenta la música parece necesario aprovecharla para incidir en un mejor desarrollo motor en edades tan importantes como la infancia.

    A través de la música se puede educar íntegra y armónicamente al niño/a. Además, es muy importante que el niño/a relacione la música con la actividad, el juego, el movimiento y la alegría, de forma que le ayude a expresar de forma espontánea y afectivamente las sensaciones musicales.

    Unir la música al aspecto físico del niño posibilita y favorece la motricidad, la coordinación y todas las funciones físicas en un contexto de relación interpersonal, pudiéndose potenciar aspectos que se trabajan en otras disciplinas como la fisioterapia, pero bajo el prisma ameno y lúdico propio de la música y los instrumentos musicales. De igual manera, en el ámbito educativo, ayuda a la formación y desarrollo personal de los alumnos con dificultades de aprendizaje, discapacidad psíquica y problemas de conducta (hiperactividad, dislexia, síndrome de down, autismo, adolescentes conflictivos, etc.)

    Según varios estudios realizados, la música es el hilo conductor para que el niño fije su atención. De esta manera, los niños prestan más atención a las actividades que realizan con la presencia de la música. Y no hay que olvidar añadir a la atención unimos el concepto de motivación, y su predisposición a realizar la actividad en cuestión.

    La música obliga a canalizar el movimiento, es decir, incita a éste, llega a "obligar" a la dramatización, la imitación, la representación… Además, ayuda a mejorar la relación del cuerpo con el entorno.

    A la hora de trabajar la vuelta a la cama, el mantener un ritmo al respirar o escuchar una melodía imaginando una escena puede ayudar al niño a calmar su ansiedad y el nivel de activación que se tiene después de realizar varias actividades

    Por lo tanto, podemos enumerar varias causas por las que la música puede ayudar a la mejora significativa de la psicomotrocidad:

A.     Psicofisiológicamente:

  • Desarrollar la coordinación motriz con movimiento de asociación y disociación, equilibrio, marcha, etc.

  • Desarrollar la discriminación auditiva aprendiendo sonidos y ruidos, recordándolos, reproduciéndolos.

  • Adquirir destrezas y medios de expresión corporales, instrumentales, gráficos, melódicos.

  • Desarrollar la locución y la expresión oral mediante la articulación, vocalización, control de la voz, el canto.

  • Controlar la respiración y las partes del cuerpo que intervienen en la fonación y el canto.

  • Dotar de vivencias musicales enriquecedoras desde el punto de vista psicológico y físico.

B.     Afectiva, emocional y cognitivamente:

  • Reforzar la autoestima y la personalidad mediante la autorrealización.

  • Elaborar pautas de conducta que faciliten la integración social.

  • Liberar la energía reprimida y conseguir el equilibrio personal a través del ritmo.

  • Sensibilizar afectiva y emocionalmente a través de los valores estéticos de la música.

  • Desarrollar capacidades del intelecto como la imaginación, la memoria, la atención, la comprensión, de conceptos, la concentración o la agilidad mental.

    Después de tener en cuenta toda esta información, nos marcamos como principales objetivos:

  • Comprobar los efectos positivos de la música sobre alguna de las distintas capacidades psicomotrices en una población específica.

  • Continuar con las actuales tendencias de trabajos experimentales que utilizan la psicomotricidad y la música como eje de trabajo.

  • Favorecer la vivencia de experiencias satisfactorias a la muestra escogida, haciendo uso de todas las posibilidades lúdicas y expresivas que abarca la música con intervención psicomotriz.

Materiales y métodos

    Para este estudio hemos escogido a 10 niños (6 niños y cuatro niñas) de 5 años con un nivel psicomotriz bastante apropiado a sus edades. Posteriormente, los sujetos fueron divididos en dos grupos de forma aleatoria: un grupo experimental, que realizaría las sesiones con música y un grupo de control, que las realizaría sin ella.

    La metodología consistió, para ambos grupos, en una serie de sesiones con unos ejercicios que se centrasen en las siguientes capacidades: coordinación dinámica manual, coordinación dinámica general, equilibrio, organización espacial, esquema corporal y adaptación al ritmo. En concreto, se realizaron 12 sesiones con cada grupo, con una duración de 50 minutos por sesión.

    A la hora de realizar las diferentes sesiones con ambos grupos contaron con el mismo material: conos, pelotas, picas, cartulinas, aros, colchonetas, etc., y las sesiones se realizaron en una sala de psicomotricidad equipada para tal actividad. De sobra está decir que el grupo experimental contó con un añadido más, que es el radiocasete y en el que contábamos con música de todo tipo (pop, jazz, rock, clásica y como no, canciones infantiles).

    En primer lugar, se planteó un protocolo de actuación realizando a cada niño una serie de test para valorar su perfil psicomotor. Posteriormente, el grupo experimental realizó 12 sesiones de juegos psicomotores con la presencia permanente de la música, mientras que el grupo control, llevó a cabo las mismas sesiones pero sin música. Concluido el periodo de trabajo de dichas sesiones, ambos grupos volvieron a pasar los mismos test que al iniciar la investigación.

    De esta manera se compararon, tanto los resultados del antes y el después en los dos grupos, como la diferencia que pudiese haber entre la evolución del grupo experimental y el grupo de control para así poder comprobar si las capacidades psicomotoras obtenían cambios más significativos con la presencia de la música.

    Cada una de las pruebas de los test se valoró de la siguiente manera: 0 = No lo hace o tiene muchas dificultades para ello, 1 = Lo hace con alguna dificultad, 2 = Lo hace bien.

Resultados

    En las tablas 1 y 2 podemos observar los resultados de todas las pruebas realizadas tanto al grupo control como al grupo experimental. La media grupal ha sido de 1,16 en el primero y 1,08 en el segundo.

Tabla 1. Resultados del test inicial del grupo control

 

Suj1

Suj2

Suj3

Suj4

Suj5

Media

Camina en una línea recta sobre una cinta o cuerda.

1

2

2

1

1

1,4

Corre alternando movimiento de piernas y brazos.

2

2

2

2

2

2

Se mantiene sobre el pie derecho sin ayuda.

0

1

1

1

1

0,8

Se mantiene sobre el pie izquierdo sin ayuda.

0

1

1

1

1

0,8

Se mantiene en un pie con los ojos cerrados (10 seg. o más)

0

1

1

1

0

0,6

Anda sobre la tabla hacia adelante, hacia atrás y de lado.

1

2

2

2

1

1,6

Salta una cuerda de 25 cm. de alto.

0

2

1

1

1

1

Salta más de 10 veces con ritmo.

0

2

2

2

1

1,4

Lanza y recibe la pelota con las dos manos a 1 metro.

1

2

1

1

1

1,2

Bota la pelota más de cuatro veces controlándola.

1

1

1

0

1

0,8

Conoce bien su cabeza, brazos, manos, piernas y pies.

2

2

1

2

2

1,8

Muestra su mano derecha y su mano izquierda cuando se le pide.

2

2

2

2

1

1,8

Toca su pierna derecha con la mano izquierda.

1

1

1

1

1

1

Toca su pierna izquierda con la mano derecha.

1

1

2

1

1

1,2

Media de las pruebas

0,7

1,5

1,4

1,2

1

1,16

 

Tabla 2. Resultados del test inicial del grupo experimental

 

Suj1

Suj2

Suj3

Suj4

Suj5

Media

Camina en una línea recta sobre una cinta o cuerda

1

2

2

1

1

1,4

Corre alternando movimiento de piernas y brazos.

2

2

2

2

2

2

Se mantiene sobre el pie derecho sin ayuda.

0

1

1

1

1

0,8

Se mantiene sobre el pie izquierdo sin ayuda.

0

1

1

1

1

0,8

Se mantiene en un pie con los ojos cerrados (10 seg. o más)

0

1

0

0

1

0,4

Anda sobre la tabla hacia adelante, hacia atrás y de lado.

1

2

2

2

2

1,8

Salta una cuerda de 25 cm. de alto.

0

2

1

1

1

1

Salta más de 10 veces con ritmo.

0

1

1

1

1

0,8

Lanza y recibe la pelota con las dos manos a 1 metro.

1

2

1

2

1

1,4

Bota la pelota más de cuatro veces controlándola.

0

1

1

1

1

0,8

Conoce bien su cabeza, brazos, manos, piernas y pies.

2

2

2

2

2

2

Muestra su mano derecha y su mano izquierda cuando se le pide.

2

1

2

1

1

1,4

Toca su pierna derecha con la mano izquierda.

1

0

1

1

1

0,8

Toca su pierna izquierda con la mano derecha.

1

0

1

1

0

0,6

Media de las pruebas

0,7

1,2

1,2

1,2

1,1

1,08

    Al finalizar las 12 sesiones se les realizó el mismo test a los dos grupos. Los resultados obtenidos se observan en las tablas 3 y 4.

Tabla 3. Resultados del test final del grupo control

  

Suj1

Suj2

Suj3

Suj4

Suj5

Media

Camina en una línea recta sobre una cinta o cuerda.

2

2

2

2

2

2

Corre alternando movimiento de piernas y brazos.

2

2

2

2

2

2

Se mantiene sobre el pie derecho sin ayuda.

1

2

2

2

1

1,6

Se mantiene sobre el pie izquierdo sin ayuda.

1

2

2

2

1

1,6

Se mantiene en un pie con los ojos cerrados (10 seg. o más)

1

2

2

2

1

1,6

Anda sobre la tabla hacia adelante, hacia atrás y de lado.

1

2

2

2

2

1,8

Salta una cuerda de 25 cm. de alto.

1

2

2

2

2

1,8

Salta más de 10 veces con ritmo.

1

2

2

2

1

1,6

Lanza y recibe la pelota con las dos manos a 1 metro.

2

2

2

2

2

2

Bota la pelota más de cuatro veces controlándola.

1

2

2

1

2

1,8

Conoce bien su cabeza, brazos, manos, piernas y pies.

2

2

2

2

2

2

Muestra su mano derecha y su mano izquierda cuando se le pide.

2

2

2

2

2

2

Toca su pierna derecha con la mano izquierda.

1

1

2

1

1

1,2

Toca su pierna izquierda con la mano derecha.

1

1

2

1

1

1,2

Media de las pruebas

1,3

1,8

2

1,7

1,5

1,6

 

Tabla 4. Resultados del test final del grupo experimental

 

Suj1

Suj2

Suj3

Suj4

Suj5

Media

Camina en una línea recta sobre una cinta o cuerda

2

2

2

2

2

2

Corre alternando movimiento de piernas y brazos.

2

2

2

2

2

2

Se mantiene sobre el pie derecho sin ayuda.

1

2

2

2

2

1,8

Se mantiene sobre el pie izquierdo sin ayuda.

1

2

2

2

2

1,8

Se mantiene en un pie con los ojos cerrados (10 seg. o más)

1

2

1

1

2

1,4

Anda sobre la tabla hacia adelante, hacia atrás y de lado.

2

2

2

2

2

2

Salta una cuerda de 25 cm. de alto.

2

2

2

2

2

2

Salta más de 10 veces con ritmo.

2

2

2

2

2

2

Lanza y recibe la pelota con las dos manos a 1 metro.

2

2

2

2

2

2

Bota la pelota más de cuatro veces controlándola.

2

2

2

2

2

2

Conoce bien su cabeza, brazos, manos, piernas y pies.

2

2

2

2

2

2

Muestra su mano derecha y su mano izquierda cuando se le pide.

2

2

2

2

2

2

Toca su pierna derecha con la mano izquierda.

1

1

1

1

1

1

Toca su pierna izquierda con la mano derecha.

1

1

1

1

1

1

Media de las pruebas

1,6

1,8

1,7

1,7

1,8

1,7

Discusión

    Las medias del test inicial (1,16 y 1,08) se sitúan justo en el límite de lo que podríamos llamar “regular”, o “lo hace con alguna dificultad”. También cabe mencionar que había un alumno en cada grupo con una nota por debajo del 1 (0,7 cada uno).

    Encontraron dificultad, sobre todo, en los ejercicios de mantenerse sobre una de las piernas y tocar con una mano la rodilla contraria. Sin embargo, las pruebas más fáciles resultaron ser las de correr alternando pies y manos y conocer su cabeza, brazos, manos, pies y piernas; seguidas de mostrar la mano que se le pida y caminar sobre una línea recta.

    Después de las 12 sesiones correspondientes podemos comprobar que hubo una gran mejora en ambos grupos. Vayamos por grupos:

    El grupo control obtuvo una media de 1,6 mejorando así notablemente el 1,16 del comienzo. Las pruebas con mayor avance fueron mantener el equilibrio con los ojos cerrados (del 0,4 al 1,6), botar la pelota (del 0,8 al 1,8) y mantener el equilibrio sobre una de las piernas (ambas del 0,8 al 1,6). El grupo experimental, por otra parte, pasó de un 1,08 a un 1,7, con una mejora de sobresaliente. Destacan las pruebas de saltar una cuerda (del 1 al 2) y saltar al ritmo (del 0,8 al 2), mantenerse en equilibrio con los ojos cerrados (del 0,4 al 1,4), y la de botar la pelota (del 0,8 al 2).

    En general y comparando los resultados de los dos grupos comprobamos que el grupo experimental ha obtenido una mayor mejoría que el grupo control (0,62 en el primero y 0,44 en el segundo), lo que nos indica que trabajar con música ayuda positivamente a la hora de adquirir el nivel psicomotriz correspondiente a cada edad.

    Centrándonos en cada prueba, podemos ver como la música parece ser una clara ventaja a favor en algunas de ella. Por ejemplo, en las actividades de coordinación y ritmo todos los niños del grupo experimental han alcanzado el nivel máximo requerido. Esto se debe a que la presencia de la música los ayuda a afinar aún más la precisión en los lanzamientos, etc., y a que para trabajar el nivel rítmico es vital el uso de la música y la falta de ésta dificulta bastante el avance (el otro grupo se quedó en un 1,6).

    Estamos de acuerdo, por lo tanto, con Guilmain (citado por Picq y Vayer, 1969) cuando dice que “La experiencia y el entrenamiento hacen que una educación psicomotriz, como la que hemos llevado a cabo con las distintas sesiones psicomusicales, pueda mejorar la coordinación dinámica manual, más aun si el trabajo se basa en lanzar y recibir objetos o en ejercicios de precisión. Por otra parte, los ejercicios de recepción, lanzamientos, etc. han sido siempre muy concretos y estructurados cada uno de ellos en progresión, de manera que consiguiéramos una línea de progresión bien definida; es decir siempre actuando de lo grande a lo pequeño, de lo ligero a lo pesado, de lo más simple a lo más complejo.”

    Uno a estos datos dos puntos tratados en la introducción: la atención y la motivación. La música ayuda muchísimo a los niños a centrar su atención y esto, sin duda alguna, ayuda a perfeccionar, ya que se concentran más en lo que están haciendo. Además, hay que añadir que el simple hecho de que haya música facilita la comunicación con ellos ya que al detenerla ellos también paran y eso es una gran ventaja para el profesor correspondiente que ve con mucha más facilidad como los niños le hacen caso. Y respecto a la motivación, creo que todos hemos visto alguna vez como actúa un niño con la música y la predisposición que tienen a realizar cualquier actividad con ella, ya sea de fondo o de manera activa con una canción con mímica, etc. Como dice Vítor Da Fonseca (1996: 398), “la vivencia corporal de la música y del ritmo facilitan la diversidad de las creaciones personales y la alegría de expresarlas, factor afectivo imprescindible en la evolución de la personalidad.” Y además, citando al mismo autor (1996: 397), “la valoración de la actividad rítmica es un excelente vehículo de comunicación no verbal que abre camino a la comunicación verbal.”

    Los resultados de este estudio demuestran como el uso de algo tan simple como la música aumenta el nivel de desarrollo motor del niño.

Conclusiones

    Un trabajo específico y más individualizado de 12 sesiones sobre niños de 5 años con un nivel psicomotriz normal produce efectos positivos en su respuesta motora, tanto con música como sin ella.

    El uso de la música en dichas sesiones facilita al niño acciones como pasar la pelota o mantener un ritmo determinado, aparte de la sencillez de este medio para aprenderse determinados contenidos. Además, la música favorece la predisposición al trabajo mejorando así la atención y la motivación, básicas para un buen rendimiento.

    Se debe tener en cuenta que el trabajo está realizado sobre 12 sesiones durante 6 semanas, por lo que un estudio que conlleve más tiempo posiblemente acarrearía un progreso mayor.

Bibliografía

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  • McCLENAGHAN y GALLAHUE, H. Movimientos fundamentales: su desarrollo y rehabilitación. Buenos Aires: Médica Panamericana, 1985, pp. 154-210.

  • MARTÍN LÓPEZ, PEDRO Y GARCÍA NÚÑEZ, JUAN A. Psicomotricidad y Educación Preescolar. Madrid: Nuestra Cultura, 1986.

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  • ODENA, PEPA. Psicomotricidad en el parvulario. Madrid: Nuestra Cultura, 1980.

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  • SASSANO, MIGUEL. Cuerpo, tiempo y espacio. Principios básicos de la psicomotricidad. Buenos Aires: Editorial Stadium, 2003.

  • ALEJANDRO CAMPS OLMEDO, SYLVIA PRINA RECÁS, JOSÉ ÁNGEL RODRÍGUEZ. “Beneficios de la música en la práctica psicomotriz del niño con Síndrome de Down.” EFDeportes.com (Junio de 2008) http://www.efdeportes.com/efd121/beneficios-de-la-musica-en-la-practica-psicomotriz-del-nino-con-sindrome-de-down.htm

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