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Talentos, prodigios o genios

 

Licenciado en Cultura Física y Deportes. Instituto Superior de Cultura Física (ISCF)

Profesor de Geografía graduado en el Instituto Superior Pedagógico (ISP) Villa Clara

(Cuba)

José de Jesús López González

jjdelg54@yahoo.es

 

 

 

Resumen

          El talento es una configuración psicológica de la personalidad, es una estructuración muy compleja, que representa la unidad dinámica de otros componentes como son las capacidades, la creatividad y la motivación. Los niños, adolescentes y jóvenes talentosos no constituyen una población homogénea por la diversidad de los factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, e históricos que condicionan el desarrollo humano. El medio social y la educación son elementos que están presentes con fuerza creciente en los modelos actuales sobre el talento. En el prototipo de estudiante talentoso se tiene en cuenta: La capacidad intelectual y aprendizaje, el potencial creativo y la motivación. El desarrollo cognitivo de los estudiantes talentosos intelectualmente tiende a estar marcado por tres características generales: precocidad, intensidad y complejidad.

          La noción de necesidades especiales asociadas a la condición del talentoso se sustenta en las características sui generis, singulares, de este grupo de personas y en la expresión de estas en las esferas cognitivas, afectiva, y psicosocial de la personalidad, y de las regularidades para su desarrollo. La estimulación de los estudiantes talentosos en la escuela primaria no solo significa actualizar y enriquecer su potencial cognoscitivo, sino también ayudarlos a construir una vida personal y social sana y creadora.

          Palabras clave: Talento. Genios. Niños superdotados. Personalidad. Capacidad intelectual. Aprendizaje. Potencial creativo. Motivación. Inteligencia. Desarrollo cognitivo. Memoria. Pensamiento. Complejidad

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 137 - Octubre de 2009

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    Esta temática ha sido abordada por diferentes autores, han sido muchas y variadas las definiciones realizadas los cuales parten de diferentes posiciones teóricas y metodológicas. Esta diversidad de criterios no ha permitido arribar a conclusiones definitivas. Los autores se refieren con mucha frecuencia a categorías del área afectiva motivacional y volitiva de la personalidad y a la creatividad y potencial creativo de los sujetos unidos a los términos de capacidades especiales y generales incluyendo la inteligencia sobre la cual en décadas anteriores era el único ingrediente de las conductas talentosas.

    En las últimas décadas los estudios realizados han valorado otras categorías que tienen que ver con altas capacidades como son el desarrollo de habilidades potenciales o demostradas y los altos niveles de creatividad y compromiso con las tareas (Renzulli, 1978; Castellanos, 1993), incluye aspectos como la inteligencia, las capacidades especiales, los recursos personológicos, las potencialidades creadoras y los intereses en un área con la que el sujeto se halla comprometido emocionalmente (Martínez, 1997), se refiere a cualidades básicas que debe poseer el talento como por ejemplo la perseverancia, la motivación, la actividad intensa en un área específica, flexibilidad, originalidad, fluidez y un desempeño excepcional.

    A nuestro juicio, los estudios realizados en los últimos tiempos han reducido la confusión terminológica y se han ido esclareciendo los aspectos que tienen mayor peso y que son esenciales en la definición del talento.

    Se define como configuración psicológica de naturaleza cognitiva afectiva que integra, de manera dinámica, las capacidades generales y especiales del individuo con una fuerte energía motivacional que se manifiesta en los planos intra e interpersonal, expresando un alto nivel de desempeño creativo en el áreas o áreas de interés .

    El talento es una configuración psicológica de la personalidad porque es una estructuración muy compleja, pluridimensional que representa la unidad dinámica de otros componentes complejos de la personalidad, estos son las capacidades generales y especiales, la creatividad y la motivación.

    Estos tres componentes se configuran de manera muy peculiar en cada individuo a partir de su interacción con el medio social a través de la actividad. Así podemos encontrar diferentes tipos de talentos. Literarios, históricos, matemáticos, académicos, artísticos, motriz, musical, deportivo, pedagógico y social entre otros.

    En cada uno de ellos la combinación de la inteligencia como capacidad general, la creatividad y la motivación es diferente.

    La concepción tradicional del talento (marcadamente biologicista e intelectualista) ha dado paso en las últimas décadas a concepciones multidimencionales, holísticas. Estas concepciones no solamente enfatizan en la importancia de los aspectos puramente intelectuales (inteligencia y habilidad, o capacidades generales y específicas, etc.), sino también en otros como las motivaciones de los sujetos, las cualidades volitivas de supertonalidad, sus potencialidades creativas y capacidad para producir contribuciones socialmente valiosa e innovadoras, así como en las particularidades personológicas de los individuos. El papel del medio social y la educación son elementos que igualmente están presentes con fuerza creciente en los modelos actuales sobre el talento.

    Niños superdotados y con talento son aquellos identificados por personas calificadas profesionalmente que, en virtud de aptitudes excepcionales, son capaces de un alto rendimiento. Son niños que requieren programas y/o servicios educativos superiores a los que de manera habitual proporciona el programa escolar; para llevar a cabo su contribución a sí mismos y a la sociedad. Los niños capaces de altas realizaciones incluyen aquellos que han demostrado su alto rendimiento y/o potencialidad en cualquiera de las siguientes áreas, por separado o en combinación:

  • Capacidad intelectual general.

  • Aptitudes académicas específicas.

  • Pensamiento productivo o creativo.

  • Capacidad de liderazgo.

  • Capacidad para las artes visuales o representativas.

  • Capacidad psicomotriz.

    Los niños, adolescentes y jóvenes talentosos no constituyen una población homogénea. Es sumamente difícil referirse a un prototipo de talentoso. La diversidad de factores que condicionan el desarrollo humano (biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, históricos, etc.) determina la gran heterogeneidad de este grupo, como la de cualquier otro grupo humano. Sin dudas, un enfoque que tome como base la dialéctica entre lo general, lo particular y lo singular en el desarrollo de estas personas ofrecería una perspectiva mucho más objetiva y comprensiva de este proceso en relación a. La capacidad intelectual y el aprendizaje, el potencial creativo y la motivación.

    Son características o estereotipos de los talentos:

  • Tienen alto rendimiento académico.

  • Salen bien en todas las asignaturas, son buenos en todo.

  • Sobresalen por su madurez en todas las áreas el desarrollo.

  • Son disciplinados, responsables y cumplidores en la escuela.

  • Son siempre excepcionalmente inteligente.

  • Son autosuficientes y problemáticos; un poco raros, locos.

  • No necesitan estudiar: les basta con su inteligencia.

  • Son solitarios, introvertidos; no les gusta relacionarse con los demás, en particular con los de su edad.

  • Son una elite que no necesita ayuda, su talento le basta para salir adelante.

    La estimulación de los estudiantes talentosos en la escuela primaria debe tener como objetivo primordial potenciar al máximo las capacidades y las potencialidades por todos lo educadores, entrenadores e instructores propósito que se puede cumplir con eficiencia para la atención personalizada y conocer con mayor precisión las peculiaridades psicológicas individuales y de la edad de sus escolares.

    La noción de necesidades especiales asociadas a la condición del talentoso se sustenta en las características sui generis, singulares, de este grupo de personas, en la expresión de estas en las esferas cognitivas, afectiva, y psicosocial de la personalidad, y en las regularidades de su desarrollo. Es indispensable tener en cuenta que propiciar el desarrollo óptimo del talentoso no solo significa actualizar y enriquecer su potencial cognoscitivo, sino también ayudarlos a construir una vida personal y social sana y creadora.

    Aunque a los efectos de su análisis se han separado las diferentes esferas de su desarrollo, es evidente que no es posible comprender ninguna de estas áreas por separado, ni su impacto en el desarrollo de la personalidad del individuo talentoso, sin considerarlas en su unidad y en sus interacciones recíprocas. Tampoco es posible comprender su desarrollo sin integrarlo en una visión dinámica de la interacción entre el individuo y su ambiente.

    El desarrollo cognitivo de los estudiantes talentosos intelectualmente tiende a estar marcado por tres características generales: precocidad, intensidad y complejidad.

    La precocidad viene expresada usualmente en el avance, con respecto a los demás niños de su edad, en el desarrollo de las estructuras, funciones y procesos cognitivos, mientras que la intensidad se manifiesta en su nivel de activación intelectual, energía, fuerza, resistencia, así como en sus respuestas emocionales. Finalmente, la complejidad expresa a través de la alta capacidad de penetrar en la esencia de los fenómenos y de captar los multifacéticos vínculos entre estos profundidad, divergencia, flexibilidad y de manipular con mayor dominio y placer que sus coetáneos, lo abstracto-conceptual, lo posible, lo diverso.

    Se destaca que el avance y superioridad de los niños intelectualmente sobresalientes tiene que ver con diferencias cualitativas (no solo es pensar mejor, sino pensar diferente) referidas al menos a seis aspectos del sistema y funcionamiento cognitivo:

  1. Alta eficiencia en la memoria y bases de conocimiento con una implicación de la organización y grado de interconectividad de los conocimientos que adquieren.

  2. Superior desarrollo de los procesos de autorregulación y la reflexión metacognitiva.

  3. Velocidad de los procesos del pensamiento, es decir, rapidez en las operaciones básicas del procesamiento de la información, y en los componentes ejecutivos de la solución de las tareas.

  4. Conocimiento procedimental más elaborado, lo cual entraña estrategias cognitivas más eficientes y sofisticadas desarrolladas con notable precocidad.

  5. Capacidad para alcanzar una representación y categorización más esencial, relevante y completa de los problemas.

  6. Preferencia por la complejidad, junto con una orientación hacia el significado, hacia la aprehensión y el dominio de los conocimientos y temas.

  7. Flexibilidad para buscar alternativas, cambiar el curso del pensamiento cuando es necesario y aplicar en nuevas situaciones lo aprendido.

    Teniendo en cuenta las características mencionadas, los estudiantes talentosos requieren una diferenciación en las oportunidades del aprendizaje que garantice el ajuste al elevar desarrollo de sus capacidades intelectuales, a sus motivaciones e intereses y a sus necesidades de:

Desarrollar multifacéticamente su pensamiento

  • Desarrollando y aplicando el pensamiento lógico –abstracto, crítico, creativo, divergente-productivo y global, y explorando los métodos y estrategias intelectuales necesarios para poder alcanzar desempeños y contribuciones relevantes.

Procesar y manipular de manera compleja el conocimiento

  • Explorando las fronteras del conocimiento y los procesos necesarios para buscarlo, crearlo, reconstruirlo, revisarlo y aplicarlo.

  • Confrontando ideas y teorías contradictorias para ampliar su comprensión.

  • Interactuando con diferentes sistemas de pensamiento, incorporando conceptos, generalizaciones, principios, teorías.

  • Adquiriendo estrategias de investigación generales y específicas y diferentes disciplinas.

Abordar el aprendizaje desde una perspectiva sistematizadota integradora, interdisciplinaria

  • Comprendiendo los conceptos y bases de diferentes disciplinas, logrando la integración de los conocimientos para comprender un problema o tópico desde la complejidad y para obtener una visión ampliada y global de los fenómenos.

  • Adquiriendo y aplicando los aprendizajes básicos desde diferentes disciplinas o materias en la investigación y solución de problemas reales.

Desarrollar el placer y la motivación de aprender

  • Evitando la rutina y el aburrimiento proveniente de situaciones de aprendizaje reproductivas y no desafiantes, que no están al nivel del desarrollo da sus conocimientos, habilidades y capacidades.

    El desarrollo emocional del sujeto talentoso no ocurre necesariamente con mayor precocidad o más rápidamente que el del resto de sus coetáneos. Si suele caracterizarse, como planteando con antelación, por la alta intensidad afectiva, expresando en términos de una especial sensibilidad, autoconciencia, conciencia y apertura así mismo, a las demás personas, y a las situaciones que se experimentan.

    Según, intensidad y sensibilidad emocional no implica que lo talentosos sientan más que otras personas, sino que lo hacen de una manera particularmente vivida, absorbente, penetrante, compleja y profunda. Esta peculiaridad puede generar problemas y desajustes emocionales, puede hacerlos más vulnerables a ellos.

    En realidad, es frecuente que en las investigaciones sobre talentosos y potencialmente talentosos se reporten, tanto como una alta o baja autoestima, la asunción o la evitación de riesgos, la independencia o la dependencia de la aprobación de los otros, el liderazgo activo o el aislamiento social, la orientación eficiente al logro o por el contrario, el perfeccionamiento inmovilizador, el idealismo y el sentido de la justicia o la moral individualista, por sólo citar algunos ejemplos. Como ya se ha planteado, resulta imposible comprender esta variedad de manifestaciones sin indagar en las condiciones de desarrollo de cada individuo. Sin embargo, algunas de estas características socioafectivas constituyen sin dudas factores esenciales para la actualización del desempeño talentoso, a saber: un autoconcepto positivo, la perseverancia, independencia, la motivación intrínseca,

    Por todo lo anteriormente citado, los estudiantes talentosos demandan el acceso a un aprendizaje que posibilita la autocomprensión y la autoaceptación, el desarrollo de habilidades interpersonales, y de normas y valores sociales, que contribuyan a un crecimiento personal y al desarrollo de la responsabilidad, la empatía y la solidaridad con respecto a los otros y la sociedad. Pero ello implica la atención al desarrollo armónico e integral de su personalidad, reduciendo los efectos de la llamada disincronía interna y social que se manifiesta en este.

    Este tipo de aprendizaje responde, en efecto, a las necesidades del estudiante talentoso de:

Desarrollar su esfera afectiva y social al mismo tiempo que su esfera intelectual

  • Trabajando en grupos, interactuando con otros estudiantes de diferentes niveles de capacidad y culturas; apreciando los méritos y valores de cada individuo para respetar su individualidad.

  • Encontrando oportunidades de compartir con sus coetáneos para reflexionar críticamente sobre sus sistemas de ideales, convicciones y valores, sus sentimientos y preocupaciones.

  • Trabajando y desarrollándose en un clima de aceptación y confianza, que favorezca su autoconocimiento, su autoaceptación, la comprensión de sus fortalezas y debilidades, su autovaloración sana y realista.

  • Reconociendo las responsabilidades específicas relativas a sus altas capacidades y potencialidades; sensibilizándose con la necesidad que la sociedad tiene de utilizar productivamente las mismas.

    Los datos recogidos en esta sección permiten inferir la variedad de problemas y desafíos que se debe enfrentar para la educación y orientación de los talentosos.

    A través de la historia, los talentos o niños genios del ajedrez, siempre han incitado la imaginación de la comunidad de aficionados al inmortal juego. Muchos chicos arrancan sus carreras con tiempos deslumbrantes.

  • El polaco Samuel Reshevsky (1911-1992). Empezó a los 4 años, a los 7 años ofrecía exhibiciones simultáneas; ganó 6 veces el campeonato nacional de Estados Unidos, sin embargo jamás alcanzó la élite mundial.

  • José Raúl Capablanca, aprendió a mover las piezas a los 4 años y fue el mejor de Cuba a los 13 años, se coronó en campeón mundial en 1921.

  • En la época actual casos similares son los de Teimour Radjabov, Gran Maestro a los 14 años de Azerbaiyán.

  • El británico Murugan Thiruchelvam nacido en 1988 entró en el ranking internacional a los 9 años.

    En la galería de pequeños colosos se destacan:

  • El noruego Magnus Carls, 16 años llamado el príncipe de los Vikingos.

  • Serguei Kasjakin de Ucrania, en agosto del 2002 obtuvo su tercera norma de Gran Maestro, cinco meses antes de cumplir 13 años.

    Otros fenómenos triunfadores conocidos internacionalmente fueron:

  • Robert James "Bobby" Fischer. Nació en la cuidad de Chicago en 1943. Campeón del mundo desde 1972 a 1975. Tuvo contacto con el juego desde muy temprana edad. Se convirtió con 15 años en el primer Gran Maestro de la historia.

José Raúl Capablanca, en la portada de TIMES, diciembre de 1925 (ajedrez32.com)

    En Cuba, la práctica del ajedrez es reveladora de tradición y cultura, pues tiene el privilegio histórico de ser el primer país de América donde se practicó en Bayamo, en 1518, y de haber contado con un campeón mundial considerado uno de los más grandes talentos que han existido, José Raúl Capablanca y Graupera. Nació el 19 de noviembre de 1888, en el Castillo del Príncipe, Ciudad de La Habana, Hijo del comandante del ejército español, José María Capablanca y de María Graupera. Aprendió a jugar a la edad de 4 años. Fue uno de los grandes ajedrecistas de todos los tiempos y campeón mundial de 1921 a 1927. Su estilo fue muy influyente en los juegos de los campeones mundiales.

    En su libro Mi carrera de ajedrez narra sus inicios: Apenas iba a cumplir cinco años cuando por accidente entró a la oficina de su padre y lo encontré con otro caballero. Nunca había visto un juego de ajedrez, le interesó y volvió al día siguiente a verlos jugar. Al tercer día, mientras observaba, el padre, apenas un principiante, movió un caballo de un cuadro blanco a otro del mismo color. Su adversario sin dudas del nivel similar no se dio cuenta. El padre ganó y entonces el niño le dijo que era un hombre tramposo y se rió. El padre le preguntó qué sabía de ajedrez, a lo cual replicó que podría ganarle la partida. EL padre me dijo que era imposible, pues lo consideraba incapaz de colocar las piezas. Sin embargo, ensayaron y le ganó.

    La siguiente partida, jugada a los 5 años, es la más antigua que se conserva de José Raúl Capablanca y fue jugada en El Club de Ajedrez de La Habana, el 17 de noviembre de 1893, frente a Ramón Iglesias, quien ofreció al niño la dama de ventaja.

    Éste es el histórico cotejo:

Blancas: Iglesias Negras: Capablanca

1.e4 e5 2.Cf3 3.Ce5 Ce4 4.d4 d6 5.Cf3 Ae7 6.Ad3

Cf6 7.c4 0_0 8.Cc3 Cc6 9.a3 a6 10.Ad2 b6 11.0_0_0

A d7 12.Rb1 Ca5 13.Tc1 Cb3 14. Tc2 c5 15.d5 Te8 16.h4 b5

17.g4 Cd4 18.Cd4 cd4 19.Ce4 bc5 20.Cf6+Af6 21.Ac4

Af4 22.Ad3 Af3 23.Th3 Ad5 24.h5 Ae6 25.Tg3 g6 26.f4

Ah4 27.Tg1 Rh8 28.f5 Af5 29.Af5 gf5 30.Ah6 Tg8

31Tcg2 Tg2 32.Tg2 Df61 (Primera movida de damas en la partida-recuerde que las blancas cedieron esa pieza- y entra en acción Para impedir la amenaza de tablas) 33.Ag7+Dg7. 34.Tg7 Rg7 35. Rc2 Rf6 36.Rd3 Re5 37.h6 f4 38.Re2 Re5 Ramón Iglesias reconoció su derrota frente al chico

    Su récord. Jugó 37 torneos, ganó 22 y fue segundo en otros 10, seis matches, ganó 5 y perdió1, nueve series, ganó siete y entabló 2. De 619 partidas oficiales ganó 315, entabló 266 y sólo perdió 38 para un altísimo 72,4 por ciento de efectividad.

    Capablanca realizó numerosos aportes al ajedrez, tanto en la teoría como en el reglamento, lo que le llevó a crear un ajedrez superior con dos nuevas piezas (canciller y arzobispo) en tablero de 80 casillas.

    Entre sus ideas más avanzadas destaca la de promover el ajedrez como materia oficial en las escuelas.

    “El Ajedrez es algo más que un simple juego, es una diversión intelectual que tiene algo de arte y mucho de ciencia. Es además un medio de acercamiento social e intelectual. A mi juicio el Ajedrez debía formar parte del programa escolar de todos los países”, así se expresó el Campeón Cubano Capablanca en 1942.

    Sus ideas se hacen realidad, pues su enseñanza se ha extendido a todo el país y ha sido creado un Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez con la misión de proyectar, organizar y promover la alfabetización y masificación en el área latinoamericana y en particular en las escuelas de la República bolivariana de Venezuela.

Bibliografía

  • Aroca, E. La respuesta educativa a los alumnos superdotados y/o con talentos específicos, ED. Generalitat. Valencia. 1994.

  • Caballero Delgado, Elvira. Diagnóstico y diversidad, Selección de lecturas ED. pueblo y Educación. La Habana. 2002.

  • Castellanos Simona, Doris. Talento estrategias para su desarrollo. ED. pueblo y Educación. La Habana. 2003.

  • Castelló, J. Identificación de los superdotados. Material inédito. 1999.

  • Lorenzo, R. Talento para la ciencia: Estrategia para su desarrollo. ED. Academia, Colección Promet. La Habana. 1999.

  • Vera Salazar, Caridad. Atención educativa a la diversidad de los escolares talentosos en la escuela primaria. ED. pueblo y Educación. La Habana. 2002.

  • Vera Salazar, Caridad. Cómo identificar las potencialidades talentosas en la escuela primaria actual. ED. pueblo y Educación. La Habana. 2002.

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revista digital · Año 14 · N° 137 | Buenos Aires, Octubre de 2009  
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