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Actividad física en el envejecimiento

 

*Profesor Auxiliar de Cultura Física Terapéutica, de la

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deportes (UCCFD) “Manuel Fajardo”

Vicerrector de Actividades Deportivas y Extensión Universitaria

**Profesora Asistente de Cultura Física Terapéutica, de la

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deportes (UCCFD) “Manuel Fajardo”

Directora de Cuadros

***Profesora Instructora de la SUM Cerro Pelado de Ciudad Habana

MSc. Reinerio Fonseca Castillo*

MSc. Marlene Hernández Torres**

Lic. Olga Ondrusikova***

reinerio@inder.cu

(Cuba)

 

 

 

Resumen

          El presente artículo parte de la experiencia cubana en el abordaje de la Actividad Física para adultos mayores desarrolla las características fundamentales que se dan en el proceso del envejecimiento y la manera en que influye la práctica de actividades físicas en los diferentes órganos y sistemas de órganos en el adulto mayor. Los autores basan sus resultados en el método de observación, al tener más de quince años de experiencia de trabajo en este tema, llegando a conclusiones sobre el papel fundamental que juega la práctica sistemática del ejercicio físico en esta etapa de la vida, en la que consideramos la mayoría de los seres humanos no están preparados.

          Palabras clave: Actividad física. Adultos mayores. Envejecimiento

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 137 - Octubre de 2009

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Introducción

    El aumento de la expectativa de vida de las personas a nivel mundial, hace que para los años futuros, el planeta posea una población mayormente envejecida. Uno de cada diez habitantes del planeta tiene hoy más de 60 años; un millón arriba mensualmente a esa edad y se estima que en los próximos diecisiete  años  serán adultos mayores  mil 200 millones de personas.

    Este fenómeno, presente sobre todo en los países desarrollados, representa un enorme desafío para cualquier nación, ya que al crecer el número de personas con 60 o más años de edad  y decrecer la población joven que trabaja,  se necesita incrementar los niveles de  productividad y esfuerzo social para enfrentar la disminución de la fuerza laboral y satisfacer las crecientes necesidades de alimentación, servicios especializados de salud, pensiones y otros gastos sociales que demandan las personas mayores. Cuba no es ajena a este fenómeno y la población cubana también envejece.

    Con este artículo pretendemos que se conozcan algunos cambios significativos de esta etapa de la vida para que sirva de ayuda a aquellos que trabajamos con este segmento poblacional, cada vez más numeroso.

    Otro aspecto importante que queremos destacar es el papel fundamental que juega la práctica sistemática del ejercicio físico en esta etapa de la vida.

    El envejecimiento poblacional es un proceso gradual en el que aumenta la cantidad de personas mayores en un país, mientras disminuye el número de niños y adolescentes.  Sus causas más importantes son la prolongación de la vida y la disminución de la natalidad.

    Fruto de los altos niveles de salud, educación, cultura, empleo y protección social alcanzado por Cuba, la esperanza de vida al nacer es hoy de 77 años; el 16.6% de la población actual está compuesta por adultos mayores y los cálculos indican que dentro de 17 años uno de cada cuatro adultos cubanos tendrá 60  años  o  más.

Desarrollo

    El Doctor en Ciencias, Jorge Luís Ceballos en su libro “El Adulto Mayor y la Actividad Física” del Instituto Superior de Cultura Física “Manuel Fajardo” señala que el envejecimiento es un fenómeno irreversible que incluye cambios estructurales y funcionales, común a todas las especies, es un proceso que comienza en el momento de la concepción después de alcanzar la madurez reproductora y es el resultado de la disminución de la capacidad de adaptación.

    Aumentan las probabilidades de muerte según pasa el tiempo, como consecuencia final del proceso.

    Por tanto el ritmo del envejecimiento varía según los individuos, es un proceso complejo y variado, individual que no depende solamente de las causas biológicas, sino de diferencias sociales, de los hábitos alimentarios y de las condiciones sociales y una serie de factores de carácter material, ambiental, etc.

    De este modo el envejecimiento es diferenciado, se observa en personas que son biológicamente más viejas y representan menos edad, esto expresa mejor capacidad de resistencia del organismo. El sujeto que practica ejercicios físicos de forma sistemática, es difícil fijarle una edad concreta y esto se debe al rejuvenecimiento biológico funcional.

    Por lo que podemos decir entonces, que el envejecimiento es propio de todas las edades, que se inicia con el nacimiento y que la vejez corresponde a una edad concreta, lo que es posible a nivel celular y para ciertas células. El envejecimiento es algo inevitable.

Algunos cambios que se producen con el envejecimiento

    En esta fase o etapa de la vida ocurren cambios biológicos, sicológicos y sociales, surgiendo así mismo limitaciones, pero que a su vez no deben verse como una etapa de la vida llena de sufrimiento y amargura, si no, como el momento idóneo para cosechar el fruto de toda una vida.

    Aparecen variados temores y entre los más comunes que tienen los ancianos están por ejemplo:

  • la jubilación

  • los sentimientos de minusvalía

  • la pérdida de seres allegados

  • y desde luego el miedo a la muerte.

    Pero estos no deben ser motivo alguno para no vivir a plenitud estos años dorados, y utilizamos éste término porque es cuando se supone sea el tiempo de descansar de una etapa laboral, de traspasar sus conocimientos y experiencias a hijos, nietos, otros familiares o amistades cercanas. Los ancianos no todos afrontan esta época de la misma manera lo que dificulta la adaptación a su propia vejez, se empeñan en vivir en el pasado y en ocasiones eso los entristece y deprime.

    De manera general podemos decir que la estructura psíquica de la persona de la tercera edad es relativamente estable y conserva sus principales características a ese período, y que esa etapa no es únicamente un retroceso, aunque si se producen cambios importantes en ella.

    En el área del conocimiento puede aparecer una disminución de la actividad intelectual y de la memoria (olvido de rutinas, reiteraciones de historias, etc.) y un deterioro de la agudeza perceptual.

    En el área motivacional puede producirse un menoscabo del interés por el mundo externo, en ocasiones no les gusta nada y quejándose constantemente. Aparece un elevado interés por las vivencias del pasado y por revalorizarlo.

    En ocasiones aumenta su interés por el cuerpo en lo relacionado con las distintas sensaciones desagradables típicas de la vejez, apareciendo a veces rasgos de hipocondría.

    En el área afectiva puede producirse un descenso en el estado de ánimo general, predominando los componentes depresivos y diferentes temores ante la soledad, el empobrecimiento y la muerte. Decae el sentimiento de satisfacción consigo mismo y la capacidad de alegrarse.

    En el área volitiva se debilita el control sobre las propias reacciones y puede manifestarse la inseguridad.

    En cuanto en la conducta motriz se hace perceptible una disminución paulatina de las posibilidades de movimiento y de las capacidades motrices. El cuadro motriz presenta determinados signos que lo diferencian perfectamente de los períodos anteriores del desarrollo motor. El afán de movimiento va reduciéndose cada vez más, mermando la rapidez, la dirección y la sucesión de los mismos, descendiendo también la habilidad de cambiar movimientos, apareciendo las pausas y las alteraciones del equilibrio, el ritmo, la fluidez, las reacciones de anticipación y predominando los movimientos aislados de las diferentes extremidades.

    La reducción de las facultades motrices explica con suficiencia la frecuente inseguridad de movimiento; el fenómeno de la senilidad motriz es en definitiva un hecho inevitable, pero puede ser atenuado con el ejercicio físico y el deporte.

    Los rasgos de la personalidad del adulto mayor son caracterizados por una tendencia de disminución de su autoestima, capacidades físicas, mentales, estéticas y del rol social.

La práctica sistemática de actividad física como promoción de salud

    La inactividad física hoy día es tan nefasta y cara que ningún país se puede dar el lujo de sostenerla. Actualmente se sabe que es la consecuencia de muchas de las llamadas enfermedades de la civilización moderna o contemporánea (sedentarismo, sobrepeso, obesidad, stress entre otras).

    Pero por el contrario hoy en día el hombre pasa mucho tiempo sentado ejecutando actividades como el mirar la televisión o transportarse, descansando o estudiando, entre muchas más actividades.

    Es un factor que ha influido de forma relevante en el aumento de la expectativa de vida y su calidad en la población es la actividad física sistemática y bien dirigida, educando y desarrollando así la voluntad y las capacidades físicas; donde ejercen un importante papel en la personalidad y el mejoramiento de su organismo. Es notable destacar el avance de la Cultura Física con el fin de desarrollar la salud de los ciudadanos.

    Por eso la prolongación de vida y la capacidad de trabajo de la persona de edad media y madura es uno de los problemas sociales más importantes que corresponde fundamentalmente a los profesionales de la Cultura Física y el Deporte en la lucha por la salud y la longevidad.

    La participación de individuos adultos mayores en actividades físicas ha evidenciado una preocupación referente a la salud, ya que no basta la ausencia de enfermedades, más un estado completo de bienestar físico, mental, social y con la calidad de vida, que propone la condición humana como resultante de un conjunto de factores individuales y socio-ambientales, pudiendo ser modificables ó no, mas que caractericen las condiciones en que vive este ser humano.

    Con el tiempo, hasta los individuos libres de enfermedades aumentan el riesgo de tornarse frágiles, ya que las reservas fisiológicas decaen y afectan la capacidad funcional. Por ello la mejora del rendimiento del organismo significa también que se estará menos propenso a sufrir enfermedades y al deterioro orgánico; por lo tanto, una vida sana y activa se alarga y los síntomas de envejecimiento se retrasan, fisiológicamente, todos los sistemas del cuerpo se benefician con el ejercicio regular.

    Los grupos de adultos mayores contienen toda la heterogeneidad que responda a la historia individual recorrida por cada uno de ellos. Tomar en consideración ante todo el estado de salud, permite planificar actividades Además de beneficiar específicamente a ciertos sistemas corporales, la buena forma física se repondrá pronto de una enfermedad, tendrá mayor resistencia a la fatiga, usará menos energía para realizar, cualquier trabajo; su tasa metabólica será mejor y más positiva que el de una persona poco entrenada.

    El ejercicio de manera general aumenta las capacidades y habilidades físicas. Sus efectos positivos pueden ayudar a combatir ciertas costumbres negativas como fumar, beber demasiado, así como demostrar cuánto mejor se encuentra el organismo sin estos excesos.

    Otro de los beneficios de la actividad física, es la interrelación entre los componentes del grupo, lo que hace que se sientan a gusto, identificados con su época de esplendor. No debemos olvidar “que recordar es volver a vivir”.

    La práctica de actividad física de forma sistemática, es ofrecer calidad de vida, es hacer más, con menos, es aportar salud y felicidad a esta parte de la población que en ocasiones se siente relegada.

Conclusiones

  1. Dada la situación actual que presenta el envejecimiento de la población a nivel mundial es que organismos internacionales y regionales, se han pronunciado en la búsqueda de alternativas para mejorar la calidad de vida, enmarcándose así en la práctica de actividad física como la solución más viable abarcándose amplias esferas como son la motriz, sicológica y social.

  2. La práctica sistemática de actividades físicas en el adulto mayor ejerce cambios y transformaciones en los diferentes órganos y sistemas del organismo, con influencia sumamente beneficiosa en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud. Podría decirse que la actividad física es el mejor reconstituyente y revitalizador posible, puesto que logra mejorar de manera general la expectativa de vida CON MEJOR CALIDAD.

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