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Pautas para mejorar las relaciones desde la escuela

con la familia de un niño con deficiencia mental

 

Diplomado en Magisterio. Educación Primaria

Especialista Universitario en Educación Infantil

Licenciado en Psicopedagogía

Diplomado en Educación Física

Roberto Machín Casañas

roberto_m_c@yahoo.es

(España)

 

 

 

Resumen

          Se proponen pautas para mejorar las relaciones desde la escuela con la familia de un niño con deficiencia mental.

          Palabras clave: Deficiencia mental. Relación escuela-familia

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 136 - Septiembre de 2009

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Justificación sobre la importancia de la relación con la familia

Roberto Machín Casañas    Familia y escuela son dos baluartes fundamentales en el desarrollo de los niños. No cabe duda que el niño pasa la mayor parte de su tiempo con la familia o en la escuela.

    La educación no se genera a través de compartimentos estancos. Se necesitan canales de comunicación y una acción coordinada para que los niños se desarrollen intelectual, emocional y socialmente en las mejores condiciones. Este desarrollo depende en gran parte de la interacción de la labor de padres y docentes. La sintonía entre los dos ámbitos vitales del niño, además de generar confianza entre padres, madres y profesores, estimulará la idea de que se encuentra en dos espacios diferentes pero complementarios.

    No cabe duda de que el hecho de tener un hijo con Deficiencia Mental supone un gran impacto, pero necesariamente esto no significa que todas las familias respondan negativamente a esta situación, cada familia tiene una manera de reaccionar y enfrentarse al nuevo miembro. Incluso algunas familias sólo requieren ayuda en momentos puntuales, ya que tienen la suficiente competencia para actuar de forma autónoma en la educación y cuidado de sus hijos.

    Las características de la familia, la calidad de vida familiar, las interacciones padre-hijo, el tipo de educación, el apoyo emocional y afectivo del resto de familiares,… influyen en el hijo.

    Los niños que tienen deficiencia, al igual que ocurre con todos los niños, cuyos padres participan en su educación, se coordinan con los profesores, colaboran en la solución de problemas, etc. obtienen mejores resultados y su rendimiento es mayor que aquellos cuyos padres no se preocupan de conocer los progresos que su hijo está realizando (bien por no aceptar la situación, bien porque consideran que no pueden hacer nada, etc.).

    Por lo tanto queda claramente justificado porque es fundamental mejorar las relaciones desde la escuela con la familia.

Objetivos para promover dichas relaciones

  1. Ofrecer apoyo y orientación a los miembros de la familia. (Ser escuchados y comprendidos.)

  2. Dotar a la familia de estrategias adecuadas de intervención con su hijo evitando conductas inadecuadas (sobreprotección,…)

  3. Implicar a los padres en la educación de su hijo. (participación directa en el colegio, AMPAS,…).

  4. Poner en contacto a los padres con asociaciones de niños que tengan las mismas características con los que puedan compartir experiencias y abordar temas que son motivo de preocupación.

  5. Ofrecer a la familia información de recursos propios y externos y la promoción de programas y actividades de apoyo.

Estrategias que concretan esta relación

Referente al objetivo número 1: Ofrecer apoyo y orientación a los miembros de la familia

    Una de las necesidades que suelen pasar este tipo de padres suele ser la necesidad de ser escuchados y comprendidos. Sin sentirse víctimas de la situación. El objetivo fundamental de la primera reunión será la de escuchar las versiones de los padres y ofrecerle toda la ayuda realista, apoyarlos en las dificultades que tengan y normalizar al máximo la situación. Suele ser habitual que los padres perciban actitudes negativas de los demás hacia sus hijos, miradas de compasión de otras personas,…

    También parece que su madre pueda presentar unos sentimientos de pena o de culpa y por ello constantemente asume tareas que podría realizar el niño solo, sobreprotegiéndole y disculpándole.

    Una vez se ha oído detenidamente a ambos padres, informar de las posibilidades que tiene su hijo (sin dejar a un lado las limitaciones que presenta).

    Explicarle lo que se está haciendo en el colegio, así como los pequeños avances que ha conseguido hasta el momento.

    Un aspecto fundamental será que los padres comprendan que el mejor camino es el de trabajar juntos (escuela y familia).

Referente al objetivo número 2: Dotar a la familia de estrategias adecuadas de intervención con su hijo evitando conductas inadecuadas (sobreprotección,…)

    Se mantendrán varias reuniones con los padres. En éstas los puntos a tratar serán los siguientes:

    Pautas para mejorar y favorecer la autonomía del menor:

  • Sugerir, en un principio, actividades que el niño pueda superar con facilidad.

  • Alentar la independencia evitando la excesiva sobreprotección, es decir, permitiendo que el niño haga todo lo que pueda y deba hacer de acuerdo con su maduración.

  • Las habilidades de autonomía (vestirse, lavarse, ir al baño, comer...) se encuentran entre las conductas más importantes que el niño debe adquirir en estas edades.

  • Ayudar al menor no es realizarle la tarea.

  • Permitirle que realice tareas sencillas de la casa, tales como ayudar a poner la mesa, hacer un pequeño recado, etc... Siempre teniendo en cuenta sus posibilidades, es decir, no pidiéndoles cosas que no sea capaz de hacer.

  • Aceptar al niño tal cual es, cada niño es un ser distinto e irrepetible por lo que hay que evitar en todo momento aquellas comparaciones con su hermano u otras personas en las que éste salga desfavorecido.

  • Pedirle un poco más de lo que sabe hacer, pero con flexibilidad. No pasarse ni de blando ni de exigente.

    Pautas para mejorar la seguridad y autoestima del menor.

  • Si directa o subliminalmente enviamos constantes mensajes a los niños, dándoles a entender que no creemos que puedan hacer correctamente las cosas y ni tan siquiera les permitimos intentarlo, estamos potenciando que los chicos abriguen múltiples dudas sobre sí mismos, sobre sus posibilidades de autorrealización y afianzamiento. El niño actuará entonces con miedo, temor incertidumbre. En ocasiones se bloqueará o buscará el refugio en la timidez excesiva. Toda inseguridad genera descontrol y angustia.

  • Comenzar dándole pequeñas responsabilidades que pueda realizar siempre relacionada con sus posibilidades.

  • La autonomía está estrechamente relacionada con la autoestima y la seguridad.

  • Reforzarle verbalmente cuando haga las cosas bien y evitar en todo momento cualquier expresión negativa como: “tú no sabes, déjame, no puedes,…”

  • En un primer momento que el niño note cercana la presencia de sus padres ante la realización de cualquier tarea que le entrañe cierta dificultad. Posteriormente y a medida que éste vaya realizándola adecuadamente y vaya adquiriendo mayor seguridad en sí mismo ir alejando esa presencia.

Referente al objetivo 3: Implicar a los padres en la educación de su hijo

    Informar a los padres de las opciones que tienen para establecer un contacto más directo en la escuela (AMPAS,…) y en el aula (tutorías,…). Se intentará implicar a los padres en la realización de actividades escolares y extraescolares (excursiones, visitas,…).

    Se les darán pautas didácticas que le faciliten a los padres a la hora de realizar la tarea con su hijo (técnicas de estudio, "no puedo jugar hasta que no me esfuerce un poco y termine la tarea", "la tarea la debe de hacer él, no los padres"…).

Referente al objetivo 4: Poner en contacto a los padres con asociaciones de niños que tengan las mismas características

    Con los que puedan compartir experiencias y abordar temas que son motivo de preocupación. En estas asociaciones es usual compartir con otros adultos sus sentimientos (miedo, angustia, esperanza,...).

    Informar a los padres de las asociaciones que existen, facilitándole teléfonos y direcciones de los mismos. Puede ser ésta una vía de desahogo de los padres en la que puedan compartir con otros padres, cuyos hijos tengan características similares, diversas vivencias (que vean que no son los únicos padres que tienen un hijo con estas características).

Referente al objetivo 5: Ofrecer a la familia información de recursos propios y externos y la promoción de programas y actividades de apoyo

    A parte de ofrecer a los padres estrategias de intervención directa con su hijo (anteriormente citadas), también se les ofrecerán aquellos recursos externos que también ayudarán en el desarrollo del mismo (actividades de manualidades para mejorar la motricidad fina, clases de apoyo, etc). Se pretende ofertar a la familia aquellos recursos disponibles (programas de intervención, servicios y ayudas existentes).

    También sería interesante ver las opciones que existen de implicar en alguna medida a sus familiares en las tareas de educación y ayuda del niño (que los padres no sean los únicos responsables de la educación de su hijo deficiente). Se hablaría con sus padres y ver que posibilidades existen (si fuera necesario también se tendría una reunión en la que estuviera presente algún miembro familiar).

Temporalización

    Se llevarán a acabo 5 sesiones con los padres. Una cada semana:

    Primera reunión con los padres: Consistirá básicamente en escucharlos y mostrarle su apoyo en todo momento. También desde una perspectiva real se abordarán las posibilidades y limitaciones que presenta su hijo. Será necesaria la voluntad de los padres de ser ayudados en la educación de su hijo. Se destacará la importancia del trabajo conjunto entre familia y escuela. Se pretende por tanto, implicar a los padres en la tarea educativa, hacerlos participar y estimular el cambio de actitud.

    Segunda y tercera reunión con los padres: En un primer momento se informará a los padres sobre el proceso educativo que se ha diseñado para su hijo. En las dos semanas siguientes se comienza el programa de orientación o de pautas para una adecuada intervención de los padres con su hijo (mejorar la autonomía, reforzar su autoestima,…).

    Cuarta reunión con los padres: Se les ofrecerá el apoyo externo necesario con el que pueden contar (Asociaciones, clases de apoyo,…). De este modo podrán aprovechar los múltiples entornos y sus posibilidades, conocer los recursos a su alcance.

    Quinta reunión: Puesta en común de los avances y progresos del niño (desde la visión de los padres, y desde la visión del aula). Conocer como se sienten los padres, si se sienten útiles en la educación de su hijo,…

    Finalmente se les invita a los padres a seguir manteniendo contacto directo con la escuela (al igual que el resto de padres) mediante las tutorías semanales que el tutor brinda a su disposición.

Bibliografía

  • GARRIDO LANDÍVAR, J. Atención educativa al alumnado con dificultades de cognición. Málaga: Aljibe.

  • MOLINA GARCÍA, S. Deficiencia mental. Aspectos psicoevolutivos y educativos. Málaga: Aljibe.

  • PAULA PÉREZ, I. (2003). Educación Especial. Técnicas de Intervención. Madrid: McGraw Hill.

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