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Adaptaciones del aula para abordar las NEE 

del alumnado con discapacidad auditiva

 

Diplomado en Magisterio. Educación Primaria

Especialista Universitario en Educación Infantil

Licenciado en Psicopedagogía

Diplomado en Educación Física

Roberto Machín Casañas

roberto_m_c@yahoo.es

(España)

 

 

 

Resumen

          Uno de los principales retos que la sociedad actual, creciente en su pluralidad, plantea al sistema educativo, y en concreto a la institución escolar, es el lograr que la acción formativa que desarrolla sea capaz de llegar a todas y a cada una de las personas que conforman la también creciente diversidad de su alumnado.

          A continuación se exponen diversas adaptaciones del aula para abordar las necesidades educativas especiales que un alumno con discapacidad auditiva presenta.

          Palabras clave: Deficiencia auditiva. Orientaciones para el aula

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 136 - Septiembre de 2009

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Introducción

    La escuela asume el tratamiento a la diversidad estableciendo estrategias y medios educativos que permitan el desarrollo óptimo de todo el alumnado, adaptando para ello los elementos del currículo y proveyéndolo de los servicios necesarios. Para lo cual, dicho currículo es abierto y flexible, que favorezca el aprender a aprender, de acuerdo con las características y peculiaridades de todos los alumnos teniendo en cuenta los principios de normalización y de integración escolar.

    Una respuesta eficaz a la diversidad exige organizar el trabajo en el aula de tal manera que el docente pueda ajustar su intervención a las peculiaridades del alumnado, aunque también supone determinadas decisiones que implican al conjunto del Centro.

Adaptaciones del aula para abordar las NEE del alumnado con discapacidad auditiva

    Serán realizadas por los profesores de ciclo después de haber concretado y adecuado, para el ciclo, los objetivos generales de la etapa y los del área, de hacer una secuenciación de contenidos y una adecuación de los criterios de evaluación.

    Va dirigida a un grupo de alumnos o a la totalidad de éstos, a los que presenten alguna dificultad de aprendizaje.

La organización del aula

  • Buena iluminación.

  • Ubicación preferencial del alumno, para poder ver las señas del docente, hacer correcta lectura labial o escuchar el habla, de acuerdo a las posibilidades de cada niño.

  • Evitar factores que distorsionan e interfieren en la correcta percepción auditiva, como por ejemplo las dimensiones del aula, la distancia entre emisor y receptor, el ruido ambiente y la reverberación. Las aulas escolares suelen presentar varios de estos factores distorsionantes, de forma que el rendimiento verbal de un alumno sordo disminuye en esta situación.

  • Cuidado del audífono. Conversar periódicamente con los padres para que el niño pueda optimizar el uso del audífono: orientar a los padres sobre duración de las pilas, reemplazo de moldes, controles del aparato, etc. El sordo debe poder hacer un buen aprovechamiento del resto auditivo.

  • Cuando estamos ante un niño con implante coclear es importante que realice los controles y la estimulación auditiva, de lo contrario el rendimiento no será el esperado.

  • Priorizar las habilidades: no es lo mismo un niño con una pérdida auditiva leve, que otro con una pérdida severa, de esto dependerá en gran parte el acceso a la lengua, ya sea de señas y/o fónica.

  • Establecer códigos de comunicación: mirar la cara y las manos, respetar turnos de comunicación y establecer que es prioritario la comprensión del mensaje, que debe pedir ayuda si no comprendió el mensaje.

  • El docente proveerá a sus alumnos de ayudas o materiales didácticos adecuados para compensar las dificultades.

  • Cuando el niño no tiene acceso la lengua fónica o su percepción auditiva es escasa y utiliza como primera lengua la de señas hay que recordar que el sordo “solo sabe lo que ve”.

  • Evitar explicaciones largas y apoyarse en la recepción del mensaje por canal visual, con apoyo de lengua de señas o lectura labial.

  • Recordar que la percepción del mensaje cesa rápidamente, esto requiere mantener niveles medios de atención, por lo tanto si las consignas son largas aparecerá la dificultad para comprender las estructuras sintácticas.

  • Debe darse una consigna por vez, acompañada por ilustraciones, es decir hay que usar sistemas de facilitación visual.

  • Cuando la consigna sea larga hay que separarla y acompañarla por secuencias de ilustraciones, es importante chequear para ver si entendió lo que tiene que hacer.

  • Cuando poseen lenguaje lecto-escrito hay que formular las instrucciones en forma secuenciada y con apoyo visual.

  • Con respecto al habla hay que recordar que el niño oyente tiene el feedback auditivo para escuchar y comprender qué le dicen y qué dice, esto no ocurre con el niño con discapacidad auditiva severa y profunda, con respecto a la articulación buscaremos el apoyo visual y propioceptivo y para estructurar las frases usamos claves visuales.

  • Cuando las características del niño lo requieran deberán instrumentarse sistemas de comunicación complementarios o alternativos, traducción a lengua de señas o computadoras con sintetizadores de voz.

Bibliografía

  • AINSCOW, M (1995). Necesidades especiales en el aula: Guía para el profesorado. Madrid. UNESCO-Narcea.

  • GARRIDO LANDIVAR J., y SANTANA HERNÁNDEZ R (1999). Como elaborar adaptaciones curriculares de centro, de aula e individuales. Madrid. Cepe.

  • TORRES M. URQUIZA DE LA ROSA y SANTANA H. (1999). Deficiencia auditiva, guía para profesionales y padres. Málaga: Aljibe.

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revista digital · Año 14 · N° 136 | Buenos Aires, Septiembre de 2009  
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