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Adaptación unidad didáctica: Baloncesto en silla de ruedas

 

*Maestro de Educación Física en el Colegio Público "Gayarre"

Postgrado en Psicomotricidad Escolar

Licenciado en Comunicación Audiovisual

(España)

Jordi Gómez | Daniel Barreña

Gabriel Roset | Joan Davía*

jdavia@xtec.cat

 

 

 

Resumen

          Con este trabajo pretendemos preparar una Unidad de Programación (UP) para todos los alumnos sin movilidad en el tren inferior y que se desplacen con silla de ruedas. La UP que presentamos tiene su aplicación al Ciclo Superior de Educación Primaria. Consta de 6 sesiones en las cuales se trabajará sobre todo el tiro a canasta, el bote, coger la pelota, los desplazamientos, nociones básicas de la táctica y las reglas de este deporte.

          Palabras clave: Baloncesto en silla de ruedas. Alumnos con discapacidad motriz. NEE. Cooperación. Unidad didáctica

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 135 - Agosto de 2009

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1.     Presentación de la unidad y justificación de su importancia

    Con este trabajo pretendemos preparar una Unidad de Programación (UP) para todos los alumnos sin movilidad en el tren inferior y que se desplacen con silla de ruedas. A partir de una UP que previamente teníamos iremos haciendo los posibles ajustes a fin de que pueda atender a la diversidad del aula.

    Hipotéticamente nuestra aula constará de 28 niños, siendo uno de éste discapacitado físico.

    La UP que presentamos tiene su aplicación al Ciclo Superior de Educación Primaria. Consta de 6 sesiones en las cuales se trabajará sobre todo el tiro a canasta, el bote, coger la pelota, los desplazamientos, nociones básicas de la táctica y las reglas de este deporte.

    El principio básico de esta UP es que todos los alumnos puedan participar. Así creemos que con una previsión antes de empezar las sesiones del baloncesto y tomador las limitaciones y posibilidades de cada uno es posible dar respuesta a la diversidad de alumnos e integrar al alumno con discapacidad en el aula convencional.

    Cualquier persona con limitaciones para realizar una actividad deportiva puede practicar con normalidad juegos y deportes. A partir de actividades practicadas por alumnos convencionales, realizando las oportunas adaptaciones (instalaciones, materiales, técnica...) podemos incidir positivamente en la integración escolar. (Cumelles, M. 2000)

    Hemos escogido el baloncesto como actividad física de esta UP porque es uno de los deportes más practicados dentro del ámbito escolar y bastante importante en nuestra cultura. Eso nos facilitará la motivación del alumno y será bastante aceptado por los alumnos. El baloncesto en silla de ruedas también es interesante con el fin de hacer las adaptaciones curriculares, ya que es un deporte que se juega en una pista exactamente igual a la del baloncesto a pie, con las mismas medidas, la misma pelota, las canastas a la misma altura y la línea de triple a la misma distancia. Las reglas también son casi iguales, todavía que con las lógicas adaptaciones a los jugadores con silla de ruedas, como la regla de pasos o la falta técnica para levantarse de la silla en pleno juego. Aunque los sistemas de juego son muy similares a los del baloncesto convencional, las defensas jugador a jugador, en zona o los bloqueos tienen una gran importancia en el baloncesto en silla de ruedas.

    No se trata de que el niño en silla de ruedas no haga unas actividades paralelas a las de sus compañeros y compañeras, como si no fuera un caso aislado, sino que todos interactúen entre sí; se socialicen; aprendan los unos de los otros; y desarrollen sus capacidades. La programación que proponemos no trabaja únicamente interesantes objetivos a nivel físico y motor, sino sobre todo a nivel actitudinal. Así, fomentaremos la sensibilización hacia la aceptación de los discapacitados en silla de ruedas dentro del aula ordinaria. Está en estos aspectos donde nuestra tarea educativa puede llegar a ser interesante y motivando.

2.     Posibles ajustes de la Unidad para atender la diversidad dentro de la aula

    Una de las tareas más difíciles de que tienen los maestros no es tanto tener que realizar adaptaciones para alumnos con NEE, sino atender a la diversidad existente al aula.

    No hablemos sólo de la diversidad a causa de diferencias de raza o cultura, sino a la diversidad clara y evidente de los seres humanos. Todos tenemos unas características individuales, y por lo tanto también, unas necesidades individuales. Y es que no hay dos seres humanos iguales, esta diversidad depende de muchos factores. Tampoco se tiene que confundir la diversidad con la integración de los niños y niñas con alguna discapacidad, ni con alumnos problemáticos, porque entre ellos también existen las diferencias.

    En el momento de la realización de las diferentes actividades que componen la unidad didáctica tenemos que tener presentes una serie de factores que no se nos pueden pasar por alto si queremos realizar una enseñanza que llegue a todos los componentes del grupo clase.
Lo que intentamos decir, es que en el aula encontraremos a 28 alumnos, todos ellos diferentes, y no podemos plantear actividades para unos o para otros. Propondremos actividades que permitan a los alumnos realizarlas de acuerdo con sus posibilidades.

    En referirnos a esta unidad didáctica en concreto se tienen que tener presentes aspectos como: la diferente coordinación de los niños, la diferente constitución física, la timidez, el niño que quiere ser protagonista, los más débiles físicamente, etc.

    Pensemos que es importante que los alumnos reconozcan y acepten las características de sus compañeros, y eso haga despertar actitudes de respeto y de cooperación hacia en los otros.

    Los ajustes que creemos que son posibles en esta unidad didáctica para atender la diversidad, los separamos en diferentes apartados. Siempre intentando respetar el ritmo evolutivo y de aprendizaje de los niños.

Materiales

    Se puede ofrecer diferentes materiales o un mismo material con diferentes características (peso, volumen, consistencia, color, etc...). Se trata de que el alumnado pueda escoger lo que más le gusta o con lo cual se encuentra más cómodo, y durante la sesión lo pueda cambiar para probar uno diferente.

    Por ejemplo con los balones utilizados, hay muchas clases y eso favorecerá la riqueza de los aprendizajes. Probablemente el niño más lento o el más débil físicamente escogerá el menos pesado, y en cambio el más hábil escogerá el balón de reglamento de baloncesto.

Distancias

    Es muy importante delimitar el espacio utilizado en las actividades y juegos, y lo podremos modificar (ampliando o disminuyendo) según cada caso concreto.

    Por ejemplo se puede disminuir el espacio para compensar las dificultades de movimiento que se pueden presentar. Aumentar las distancias de los alumnos más hábiles o disminuir las de los alumnos más lentos o con dificultades de movimiento.
En las actividades donde se realizan pasadas y tiros, no todos tendrán la misma fuerza, podemos intentar facilitar que todos los alumnos consigan alguna canasta utilizando cestas de minibaloncesto y de baloncesto, con lo cual se adapta la altura de la cesta. De la misma forma, ofrecemos una variedad de distancias de lanzamiento en el tiro en canasta para que puedan escoger la qué mejor les va, y poco a poco, ir aumentándola.

    También será de utilidad marcar una distancia de seguridad para los niños más lentos, esta distancia los protegerá, impidiendo que el resto de compañeros puedan sacarles la pelota cuando ésta está en su posesión.

Metodología

    Pensamos que es importante ofrecer diferentes objetivos (con diferentes grados de dificultad a alcanzar) dentro de una misma actividad, de esta forma los alumnos podrán escoger entre diferentes alternativas. Queremos que todos los niños consigan el éxito, no sólo unos cuantos y los otros queden en segundo plano, eso será importante para la motivación y para un autoconcepto positivo al mismo tiempo de realizar futuras actividades. El sentimiento de fracaso puede actuar de forma negativa en la realización de futuras tareas.

    En los juego de equipo tenemos que intentar formar grupos lo más igualados posibles con el fin de no acentuar las diferencias. Aunque otro recurso es reducir el número de participantes en un grupo con el fin de equiparar las desventajas.

    En los juegos de pasos y tiros en canasta de cooperación y oposición, no será permitido el contacto. De forma que mientras un jugador tiene la pelota en su posesión los miembros del equipo contrario no le pueden sacar, la intercepción sólo será válida cuando ésta está en el aire. Para favorecer la participación de todos los componentes se propondrá que todos toquen la pelota antes de poder lanzar a canasta. Para igualar las diferencias entre los niños más hábiles y los más lentos, en los primeros se los puede añadir diferentes tareas a fin de que dediquen más tiempo al mismo tiempo de realizar una actividad y así reducir las diferencias. Por ejemplo hacer un giro o sentarse en el suelo y levantarse antes de hacer un tiro a canasta. De la misma forma tenemos que ofrecer más tiempo a los alumnos más lentos al mismo tiempo realizar las tareas propuestas.

    En el caso de los chicos perturbadores que constantemente están pidiendo atención, pensamos que es bueno darlas ciertas responsabilidades. Por ejemplo ser el encargado de alguna cosa, con el fin de que tenga un papel activo en el buen funcionamiento de la actividad y el resto de compañeros le tengan que consultar. Este papel importante puede ser que haga que el alumno vea de diferente manera las actividades, y que él sea visto también de diferente manera por el resto de compañeros.

    Pensamos que para atender a la diversidad se tiene que dejar escoger a los alumnos, por eso se tiene que procurar diversificar las propuestas de trabajo, los criterios de actuación y las organizaciones del espacio y del tiempo para adaptarlos a sus necesidades y a sus intereses.

    Es interesante que se llegue a un acuerdo con ellos, de forma que se vean como participantes activos también en las decisiones que les afectan directamente.

3.     Justificación del interés de la Unidad Didáctica para el alumno con discapacidad

    Primero de todo hace falta hacer una pequeña descripción de la discapacidad que presenta el niño, así como sus características principales, con el fin de conocer una pizca de más cerca esta patología.

    El alumno presenta una discapacidad física como consecuencia de una espina bífida.

    La espina bífida es una malformación congénita que consiste en un error en el cierre del tubo neural durante el periodo embrionario.

    Cuando el niño está en el útero materno, donde se forman sus órganos, músculos, huesos, etc..., en el momento que se forma la columna vertebral hay un error en el cierre de ésta, quedando unas vértebras abiertas y la médula espinal expuesta en el exterior. Como este cierre se produce durante la cuarta semana del embarazo, las secuelas producidas son frecuentemente irreversibles ya que el niño se forma con la médula espinal en situación anómala.

    Cuando el bebé nace con espina bífida, presenta una protuberancia en la espalda muy evidente, el contenido de ésta nos permite hacer una primera clasificación:

  1. Espina Bífida oculta, en este caso, no hay protuberancia ni manifestación en el exterior. No suele dar sintomatología.

  2. Meningocele, en la protuberancia hay meninges y líquido cefalorraquideo.

  3. Mielomeningocele, en la protuberancia hay médula, líquido cefalorraquideo y meninges. Ésta es la tipología más grave, la cual produce mayor número de secuelas.

    El nivel de la lesión es el lugar de la columna vertebral donde aparece la espina bífida, es decir, donde no se ha cerrado el arco posterior y se nombra según el segmento vertebral donde está situado: D vértebras dorsales, L vértebras lumbares, S vértebras sacras.

    De forma general se pueden agrupar en tres niveles:

  1. Nivel alto: Se consideran los niveles D11/D12-L1 (desde la undécima vértebra dorsal hasta la primera vértebra lumbar).

  2. Nivel medio: Niveles L2-L3-L4.

  3. Nivel bajo: Niveles L5-sacre.

    Según el nivel de la lesión habrá más o menos grupos musculares afectados que condicionarán el tipo de aparatos que utilizará, por lo tanto, su nivel de autonomía. Normalmente, como más alto es el nivel de la lesión más bajo es el nivel de autonomía. De aquí que se pueden encontrar personas con espina bífida que utilizan zapatos ortopédicos para andar cuando el nivel de la lesión es muy bajo, y de otros que necesitan la silla de ruedas para poder desplazarse.

    A continuación enumeramos las secuelas que puede tener una persona con espina bífida:

  • Parálisis irreversible de la musculatura inervada por debajo del nivel de la lesión.

  • Falta de sensibilidad en los miembros de la zona que coincide con el nivel de la parálisis. Eso puede provocar llagas, quemaduras o fracturas óseas. Pero la consecuencia más importante, es que estos niños presentan problemas en la adquisición de un esquema corporal correcto debido a la falta de sensibilidad propioceptiva en los miembros afectados.

  • Problemas con la circulación sanguínea de las zonas paralizadas. La cicatrización de las heridas o llagas es mucho más lenta.

  • Malformaciones y deformidades asociadas.

  • Hidrocefalia. Es el aumento del líquido cefalorraquideo en los ventrículos cerebrales por una descompensación entre la producción y su eliminación.

  • Incontinencia del sistema excretor. Las funciones excretoras están reguladas por la musculatura afectada con parálisis, por lo tanto, las personas no consiguen controlar de forma voluntaria ni la micción ni la defecación.

    Ahora hay que concretar las características específicas del alumno que pertenece a nuestro grupo-clase.

    Es un niño con espina bífida de nivel medio, presenta una parálisis en los miembros inferiores, por lo tanto, se desplaza en silla de ruedas. Los miembros superiores no están afectados, por lo cual, puede realizar todo tipo de movimientos y manipulaciones, así como utilizar correctamente su capacidad de prensión.

    Pensamos que la unidad didáctica propuesta nos permite hacer adaptaciones ajustadas a las características del alumno, ya que la movilidad de las extremidades superiores no está afectada y el niño puede realizar la mayoría de actividades como el resto de sus compañeros. Los objetivos propuestos son alcanzables para el alumno, no hará falta modificar o sacar ningún objetivo, sino que lo que hace falta es la adaptación en algunos juegos de las actividades. Las manipulaciones de los balones, lanzamientos, pasos, recepciones, tiros en canasta, las podrá realizar sin dificultad. Es más, el niño verá aumentada la estimulación sobre sus extremidades superiores y eso le podrá permitir ser más eficiente y más hábil en un futuro, que le repercutirá en una mejora al mismo tiempo manipular la silla de ruedas.

    La metodología que se utiliza para realizar los aprendizajes es mediante juegos y situaciones jugadas, además como el baloncesto es un deporte de equipo muchas de las actividades se realizan en pequeños o grandes grupos, cosa que hace que haya una gran participación de todos los alumnos, así como cooperación entre ellos al mismo tiempo de conseguir los objetivos propuestos. Pensamos que es importante que los alumnos colaboren entre ellos porque de esta manera van aceptando poco a poco los defectos y las virtudes propias y de los otros. También pensamos que es importante que en algunas actividades los alumnos puedan vivenciar la situación del niño con discapacidad, eso hará que puedan ver de diferente manera a este niño y entender de una forma más enfática su situación, y quizás eso los puede llevar a variar su relación con él.

    Por otra parte, siempre podemos tener como referente un deporte existente que es el baloncesto en silla de ruedas. Habrá que aportar unas pequeñas nociones sobre el reglamento y sobre aspectos más técnicos que se diferencian del baloncesto tradicional. Eso nos sirve para dar a conocer éstos deporte entre los alumnos y puede ser que el niño con espina bífida pueda participar en un futuro.

4.     Aspectos de la Unidad Didáctica que no se ajustan a las posibilidades del alumno

    En primer lugar queremos decir que pensamos que es una unidad didáctica adecuada, realizando toda una serie de adaptaciones, para un niño con estas características por todo lo que hemos mencionado en el punto anterior.
Aun así, hay diferentes aspectos que nos pueden dificultar esta adaptación y que quizás no se ajustan a las posibilidades reales del alumno. Por ejemplo, todas las actividades que impliquen desplazamientos rápidos, giros, oposiciones de los contrarios... Es evidente que el niño con discapacidad no podrá seguir el mismo ritmo que el resto de sus compañeros, pero eso se puede paliar con adaptaciones adecuadas en cada situación.

    Por otra parte, todas las manipulaciones de pelota por la cintura o miembros inferiores tampoco son adecuadas para el niño con discapacidad. En estos casos, el alumno realizará otras tareas (como manipulaciones con los miembros superiores y ninguno) que sí están al alcance de sus posibilidades y que son adecuadas para trabajar la musculatura no afectada por la lesión.
En segundo lugar, queremos decir que pensamos que antes de realizar la adaptación de la unidad didáctica, hacen falta una profunda observación y análisis, por parte del maestro, equipo docente y otros profesionales implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el fin de detectar las necesidades del alumno y del grupo-clase y así poder realizar las adaptaciones adecuadas en cada caso pero de forma global.

5.     Adaptaciones curriculares para/por un niño con discapacidad L 3 (silla de ruedas)

    La primera adaptación que realizamos consiste en modificar el objetivo didáctico en el cual se quiere que el alumnado conozca el reglamento básico del baloncesto, añadiéndole también el del reglamento básico del baloncesto en silla de ruedas y sus particularidades. Esta adaptación no es exclusiva para el alumno que se desplaza en silla de ruedas, sino que es extensible en todo el grupo clase.

Reglamento del baloncesto en silla de ruedas

    El baloncesto en silla de ruedas tiene las mismas reglas que el baloncesto practicado a pie. Las dimensiones del campo, la altura de la anilla (3,05 m.) el tiempo de juego, la línea de 6,25, la eliminación por 5 faltas personales y los tiempos muertos por equipo y periodo se aplican exactamente igual.

    De hecho, el reglamento del baloncesto en silla de ruedas está basado en el reglamento de la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto) con sólo unas pequeñas adaptaciones obligadas por el hecho de que los jugadores se desplazan por el terreno de juego sobre su silla de ruedas:

  • La silla de ruedas de baloncesto tiene unas medidas máximas permitidas: la altura del asiento no puede superar los 53 cm. Y las ruedas grandes tienen que ser de 66 cm. De diámetro como a máximo. Las sillas pueden tener 3 o 4 ruedas: 2 grandes detrás y 1 o 2 delante.

  • Ninguna parte de la silla, que no sean las ruedas, puede tocar con la pista cuando el jugador tenga la posesión de la pelota. Si eso sucede se comete una "violación".

  • El jugador no puede levantarse del asiento para ganar ventaja a la lucha por alguna pelota. Cuando eso sucede el jugador comete técnica (falta antideportiva).

  • Si la silla de un jugador que tiene la pelota toca o sobrepasa con cualquier rueda alguna de las líneas que delimitan el campo, se considerará que la pelota ha salido fuera y, por lo tanto, sacará el equipo contrario. Solo en el lanzamiento de tiros libres y desde la línea de 6,25 se permite que las ruedas pequeñas toquen o sobrepasen las líneas nombradas, pero las ruedas grandes no pueden ni siquiera tocarlas.

  • El equivalente a la regla de "pasos" se desarrolla en el baloncesto en silla de ruedas de la siguiente manera: cuando un jugador está en posesión de la pelota sólo puede dar dos impulsos a su silla, bien hacia adelante, bien hacia atrás, botar o pasar la pelota. Al dar el tercer impulso cometer una "violación".

  • Lucha o pelota entre dos: el árbitro sólo lanzará la pelota entre dos jugadores en el círculo central al inicio de cada periodo y prórrogas si las hubiera. En el resto de ocasiones, cada vez que se silba "lucha", sacará un equipo alternativamente.

    A continuación mencionamos las adaptaciones que realizaremos a las actividades que componen la unidad de programación. Concretamente ofrecemos la sesión número 1 a modo de ejemplo.

Unidad de programación: Baloncesto

Material: Balones de baloncesto

Ciclo: 3r

Trimestre:

Sesión : 1/ 6

 Fase

Descripción

Animación

Manipulación del balón: Pasar el balón en torno a la cabeza, la cintura, las piernas, entre ellas, etc.
- Pasará la pelota de una mano a la otra por encima la cabeza, ampliando el máximo que pueda el movimiento, lanzamientos en el aire, etc. mientras el resto hacen movimientos de la pelota en la cintura y en las piernas.

Parte principal

- Botes de balón: Grupos de 3 y colocados en fila realizaremos botes de balón sobre una distancia de 10 m, ida y vuelta.

- Alternamos con las dos manos. (cada vez que haga un impulso en la silla de ruedas cambiaría de mano)
- Realizaremos los ejercicios andando, trotando y por último corrientes. (Le dará más o menos fuerza al impulso proporcionado en la silla de ruedas)
- Relevos entre los grupos con bote de velocidad. (para compensar la desventaja se reduce el número de jugadores del grupo donde participa el alumno con discapacidad)
Los ejercicios de pasos se realizarán en grupos de 3 y 1º en posición estática y 2º dinámica.

Vuelta a

la calma

Pases sentados: Grupos de 3, sentados formando un triángulo, se pasan la pelota sin que caiga al suelo. Pasaremos de pecho y por encima de la cabeza. (el alumno discapacitado sobre la misma silla de ruedas)

Evaluación

Ficha de evaluación del docente

  • Es capaz de realizar un circuito integrado por los elementos técnicos trabajados.

  • Utiliza el bote en la progresión en canasta.

  • Se apoya al compañero con balón en situaciones de juego.

  • Ocupa espacios libres.

  • Impide la progresión en canasta del equipo contrario.

  • Aplica los elementos técnicos y tácticos aprendidos.

    Al alumno con discapacidad, en principio se le pedirán los mismos objetivos que a sus compañeros, ya que éste no presentan ninguna dificultad por el hecho de ser un alumno con discapacidad (la evaluación sería progresiva, observar si se ha mejorado desde la primera sesión hasta la ultima)

    Lo más importante se que el niño muestre interés, que ponga ganas, que no por el hecho de su discapacidad, pierda todo el interés y ello mismo se discrimine del resto del grupo - clase. (Colaboración activa en las clases).

6.     Evaluación de las adaptaciones

    Todas las adaptaciones son hechas para la mejor integración y plena participación del niño con discapacidad en las clases de educación física en este caso. No se trata de dar un trato especial al niño discapacitado, sino que lo qué pretendemos con acciones como: dejarlo tirar de más cerca, la cesta más baja o un marcaje especial por parte de los otros compañeros. Es su motivación personal, que se dé cuenta que puede jugar y hacer deporte, como cualquier otro niño de su edad, y que poco a poco vaya cogiendo confianza a la vez que nuevas habilidades motrices ... Aunque siempre se le tendrá que prestar más atención y tiempo (cosa que quizás no es aceptada por el resto de los alumnos), sino que éste a través de las adaptaciones correspondientes puede seguir con una cierta normalidad las clases sin tener que apartarse a la marcha de la clase a causa de la no realización de éstas.

    Con estas adaptaciones se pretende conseguir la adquisición de nuevas habilidades físicas y técnicas, que el niño sea capaz de resolver situaciones especificas gracias a los nuevos movimientos adquiridos y también a un alto grado de autoestima y motivación que se le inculcará con la plena participación en todas las actividades como uno más del grupo, no con actividades apartadas e individualizadas por el niño con discapacidad.

    En definitiva, en el área de educación física es un área en la que se pueden producir con relativa facilidad adaptaciones de objetivos, contenidos y actividades que permitirán la aplicación de diversas unidades de programación y de diversas actividades a alumnos con necesidades educativas especiales derivadas de una disminución psíquica y motora. Sencillamente se tiene que tener en cuenta los gestos técnicos de cada deporte, y, por otra parte, la necesidad de un cierto nivel de competencia cognitiva y motriz por parte del grupo de alumnos con que se piensa poner en práctica las adaptaciones.

    Por lo tanto creemos que las adaptaciones hechas, permitirán un correcto desarrollo de los objetivos y conceptos mencionados anteriormente.

7.     Conclusiones

    La realización de esta UP no ha sido un trabajo, como la gran mayoría, pleno de una teoría alejada de la práctica o de actividades pensadas para un grupo de alumnos hipotéticamente homogéneo. Todo lo contrario, hemos pasado ratos debatiendo las adaptaciones de la unidad didáctica para un grupo heterogéneo, lleno de diferencias individuales, que podría ser real.

    Durante la elaboración de la unidad hemos entrado en contradicciones más de una vez. Primero de todo, nos hemos dado cuenta de que queríamos adaptar las actividades de cabo a rabo a fin de que el alumno con discapacidad pudiera realizarlas sin ninguna dificultad. Pero de esta manera hacíamos que todo el resto de alumnos se adaptara a las posibilidades de este alumno, y que por lo tanto ya no estábamos trabajando una unidad didáctica de baloncesto, sino una unidad didáctica de cómo juega y qué posibilidades tiene mi compañero con discapacidad o de cómo adaptarme a mi compañero con discapacidad. De esta manera, pensamos que el centro de donde giraba todo era el niño con espina bífida, y eso no es lo que realmente queremos. De acuerdo que este niño tiene unas características individuales más acentuadas que los otros alumnos, pero no por eso se tiene que sentir diferente de todo el resto sino que toda persona es diferente a las otras. Sus compañeros también son diferentes entre ellos y también tienen unas características individuales. Además, no queremos rebajar el nivel de exigencia ni del alumno con discapacidad ni del resto de compañeros, sino que se trata de que cada uno trabaje de acuerdo a sus posibilidades y a su ritmo (también individual) de aprendizaje.

    Después de echar hacia atrás la adaptación de todo el grupo, hemos empezado una adaptación individual del alumno con discapacidad. Le variábamos el material, las distancias, las reglas, pero todo de forma muy individualizada de forma que también veíamos el alumno como el centro de todo, y pensamos que es muy fácil que tanto él como el resto de alumnos lo perciban como el alumno diferente del grupo.

    Por lo tanto, he ahí la duda, si no tenemos que hacer una adaptación del grupo con el fin de acercarse al alumno con discapacidad, y tampoco tenemos que hacer una adaptación individualizada a fin de que el alumno se acerque al grupo. ¿Cómo tenemos que hacer la adaptación?

    El error quizás está al ver al alumno como un conjunto de necesidades o incluso de limitaciones que te trastocan las actividades propuestas, un individuo que sale de lo normal y que obliga a retocar el trabajo. Pero esta visión individual se tiene que cambiar para una visión global del grupo. Como hemos dicho antes, todos los alumnos tienen unas características y ritmos diferentes, por lo tanto se tienen que plantear actividades que permitan que cada alumno pueda trabajar según sus posibilidades.

    También pensamos que es muy importante la cooperación entre los alumnos, y éste ha sido otro punto de discusión. Se hace difícil creer en la cooperación en una sociedad tan competitiva en la cual vivimos, y además si añadimos que el deporte (el baloncesto en éstos caso) también es competitivo al máximo. Nuestra experiencia en el pasado como niños y en el presente como docentes nos da una imagen negativa. La imagen de los niños ganadores, que no aceptan perder nunca y que sacrifican la cooperación ante una posible derrota. La imagen de un partido en el cual acaban jugando los cuatro a que dominan más la pelota, y los otros acaban haciendo de meras comparsas o abandonando el juego por aburrimiento. Por eso, creemos que no se tiene que dar importancia a las victorias (todos ganamos y perdemos alguna vez) sino que a la forma de cómo conseguir las cosas, es importante el esfuerzo y la cooperación de todos para alcanzar los objetivos. Es importante el juego, son importantes las personas, es importante que todos nos lo pasemos lo mejor posible, es importante aprender cosas de los otros, es importante poder enseñar cosas a los otros. La victoria o la derrota es un solo dato del juego, como el número de puntos, la posición ocupada en el campo, las personales hechas..., son datos que al próximo partido cambiarán.

Bibliografía

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  • SECRETARIA GENERAL de L’ESPORT (1994), Bàsquetbol en cadira de rodes. Generalitat de Catalunya, Enciclopedia Catalana. BCN

  • Agullo, C., López-Aerce, J., (1988), El niño disminuido físico. Ministerio de Asuntos Sociales, INSERSO. Madrid .

  • Pérez, J.C. (coordinador), (1994), Deportes para minusválidos físicos, psíquicos y sensoriales. COE.

  • Rios, M., (1996), Participar amb el desaventatge, Full informatiu núm. 17, BCN: COPLEFC.

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