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Identificación del somatotipo de jugadoras 

y jugadores de waterpolo de élite español

 

*Universidad Autónoma de Madrid, Madrid

**U.C.A.M. Murcia

***Universidad de Murcia, Murcia

****Universidad Alfonso X el Sabio, Madrid

(España)

Dr. Francisco Manuel Argudo Iturriaga*

Dra. Carmen Ferragut Fiol**

Dra. María Helena Vila Suárez**

Dr. José Arturo Abraldes Valeiras***

Nuria Rodríguez Suárez**

Dr. Pedro Enrique Alcaraz Ramón****

quico.argudo@uam.es

 

 

 

Resumen

          El objetivo de este estudio fue describir las características antropométricas de jugadoras y jugadores de waterpolo de élite, en función de su puesto específico. En el estudio participaron: 13 jugadoras pertenecientes a la selección española con una media de edad para las atacantes de 22.08±2.13, 23.25±4.17 para las defensas y 27.50±0.50 para las porteras; el peso y la altura han sido 60.42±3.85 y 168.50±5.79 para las atacantes; 73.10±6.97 y 177.40±7.26 para las defensas; 69.25±10.11 y 175.15±5.02 para las porteras, y 22 jugadores pertenecientes a la selección española con una media de edad de 24.77±5.69, peso 89.24±11.57, altura 187.41±6.63, envergadura 195.08±7.77 e índice de masa corporal (IMC) 25.36±2.54. El registro de datos se ha realizado conforme a las normas y técnicas de medida recomendadas por el International Working Group of Kinanthropometry (Ross y Marfell-Jones, 1991), así como a los criterios adoptados por el Grupo Español de Cineantropometría (GREC). Las jugadoras con mayor edad y experiencia son las porteras. Las jugadoras atacantes presentan un somatotipo que se sitúa en el mesomórfico equilibrado. Las defensoras y porteras presentan un somatotipo mesomórfico-endomórfico. Entre los resultados destacamos que la mesomorfia es la característica predominante para todos los jugadores. El somatotipo del jugador de waterpolo se sitúa en el mesomórfico balanceado. Por puestos específicos los atacantes presentan un somatotipo que se sitúa en el mesomórfico equilibrado. Los defensores y los jugadores boya presentan un somatotipo endo-mesomórfico.

          Palabras clave: Características antropométricas. Deporte acuático. Mesomorfia. Porcentaje graso

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 134 - Julio de 2009

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Introducción

    La cineantropometría es la aplicación de la medida en el estudio de la forma, dimensiones, composición y proporcionalidad del cuerpo humano dirigida a un mejor conocimiento del crecimiento, rendimiento y nutrición deportiva (Ross, Drinkwater, Baley, Marshall y Leahy, 1980).

    La composición corporal en los atletas, especialmente entre los atletas de élite, ha despertado desde antiguo gran interés en la comunidad científica. Buena prueba de ello son la gran cantidad de artículos que se han publicado describiendo el perfil antropométrico de poblaciones de diferentes deportes (Tsekouras et al., 2005; Monsma y Malina, 2005; Andreoli, Monteleone, Van Loan, Promenzio, Tarantino y De Lorenzo, 2001; De Lorenzo, Bertini, Iacopino, Pagliato, Testolin, y Testolin, 2000; Frenkl, Meszaros, Soliman y Mohacsi, 2001). Las características antropométricas son parte del conjunto de variables biológicas relacionadas con el rendimiento deportivo. La cineantropometría aporta una clara información de la estructura del deportista en un determinado momento y cuantifica las modificaciones causadas por el entrenamiento. Es por ello que los factores antropométricos constituyen uno de los parámetros que orientan la identificación de talentos en diversas modalidades deportivas tanto psicomotrices como sociomotrices (Bourgois et al., 2001; Rodríguez, 1999; Fujii, Demura y Matsuzawa, 2005). Los estudios realizados desde los JJ.OO. de 1928 han mostrado la correlación entre la modalidad deportiva que práctica el individuo y el papel de la constitución física como factor más de aptitud deportiva, existiendo en algunas modalidades un claro prototipo físico exigido para alcanzar en un futuro a medio y largo plazo un óptimo rendimiento en el alto nivel deportivo (De Garay, Levine y Carter, 1974).

    A través de los diferentes estudios, se ha tratado de definir un perfil ideal en cada deporte y, gracias a ellos, hoy es indudable que determinadas características físicas están ligadas al máximo rendimiento deportivo. El rendimiento óptimo requerirá por tanto, de unas ciertas características físicas que variarán en función del deporte e incluso en función de la categoría en la que se compite. De hecho, parece ser que el prototipo ideal atlético propuesto hace casi un siglo, está siendo reemplazado por uno totalmente diferente, caracterizado por una alta especialización (Norton y Olds, 2001) y se baraja la hipótesis de que cada deporte e incluso dentro del mismo deporte, la posición que ocupa el atleta, requiere de unos atributos físicos y fisiológicos únicos, que le permitirán obtener un alto rendimiento deportivo.

    Como en muchos deportes se ha advertido un aumento de los jugadores de waterpolo en corpulencia en las últimas décadas (Norton y Olds, 2001; Lozovina y Pavicic, 2004; Argudo, Vila, Ferragut, Rodríguez y Abraldes, 2008). Y, unido a ello, también hay que tener presente que las características antropométricas influyen en los niveles de fuerza (Argudo, et al., 2008; Gorostiaga, Granados, Ibáñez, y Izquierdo, 2005).

    El somatotipo es otro de los parámetros antropométricos que nos ayudan a describir al deportista y que se ha considerado como un determinante más del rendimiento deportivo general (Malina y Bouchard, 1991) y en waterpolo en particular (Smith, 1998; Bloomfield, Blanksby, Ackland y Allison, 1990; Lozovina y Pavicic, 2004).

    El somatotipo es el estudio de la forma del individuo. Concretamente Carter (1975) lo definió como la descripción numérica de la configuración morfológica de un individuo en el momento de ser estudiado. Identificado con la edad, altura y peso, el somatotipo proporciona la mejor descripción para la clasificación de la forma humana. Expresada en una clasificación tri-numeral disocia forma y composición relativa del físico. Se compone de tres números expresados siempre de manera secuencial y en el mismo orden. En general, los estudios de relación entre composición corporal y somatotipo muestran moderadas oscilaciones entre el porcentaje de grasa y la endomorfia y entre la masa muscular y la mesomorfia (García Manso, Navarro y Ruiz, 1996).

    Cabe decir que en edades de desarrollo y crecimiento tiene un valor relativo, ya que es el somatotipo adulto el que establece la mayor o menor adecuación de la constitución del deportista a su modalidad. De esta forma, habrá que tener en cuenta que el desarrollo corporal sufre la influencia de factores externos y factores biológicos, los cuales interactúan de una forma peculiar para cada individuo y determinarán el somatotipo en la edad adulta.

    El waterpolo es un deporte de contacto en el que se realizan gran cantidad de desplazamientos, cambios de dirección, pases y lanzamientos, donde se requieren niveles elevados de fuerza para la realización de bloqueos, empujes y agarres que ocurren durante la acción de juego del 1 contra 1, intercalados con momentos de mediana intensidad (Smith, 1998). De hecho, distintos estudios han mostrado que, en deportes con similitudes al waterpolo, como es el balonmano, además de las habilidades técnicas y tácticas, las características antropométricas, así como altos niveles de fuerza, potencia y velocidad de lanzamiento son los factores determinantes para el éxito competitivo (Gorostiaga, Granados, Ibáñez, González-Badillo y Izquierdo, 2006; Gorostiaga, Granados, Ibáñez y Izquierdo, 2005; Hoff y Almasbakk, 1995; Wallace y Cardinale, 1997).

    Mientras que el perfil antropométrico de los deportistas femeninas ha sido definido para ciertos deportes (Ackland, Schreiner y Kerr, 1997; Can, Yilmaz y Erden, 2004; Malousaris, Bergeles, Barzouka, Bayios, Nassis y Koskolou, 2007; Rivera, Ramirez-Marrero, Rivas y Rivera-Brown, 1994), los datos en deportistas de nivel que practican waterpolo son limitados. Recientemente, han aparecido en la bibliografía distintos estudios que muestran el perfil antropométrico de jugadoras de waterpolo de nivel (Magkos, Kavouras, Yannakoulia, Karipidou, Sidossi y Sidossis, 2007; Marrin y Bampouras, 2006; Platanou, Varamenti y Soultanakis, 2007), sin embargo, poco se conoce en relación a las características antropométricas de las jugadoras de nivel nacional españolas.

    Son escasos los estudios sobre los datos de los somatotipos de jugadores y jugadoras de waterpolo sénior (Carter y Ackland, 1994; Torras, Prats, Rodas, Riera, Viejo y Alfaro, 1995), y que caracterizan a los jugadores de este deporte, sobre todo en el ámbito español. Por ello, este estudio pretende, describir el somatotipo de las jugadoras y los jugadores de élite del waterpolo español en función de sus puestos específicos.

Material y método

Muestra

    En el estudio participaron: 13 jugadoras pertenecientes a la selección española femenina con una media de edad de 24.77±5.69, peso 89.24±11.57, altura 187.41±6.63, envergadura 195.08±7.77 e índice de masa corporal (IMC) 25.36±2.54; y, 22 jugadores pertenecientes a la selección española masculina con una media de edad de 24.77±5.69, peso 89.24±11.57, altura 187.41±6.63, envergadura 195.08±7.77 e índice de masa corporal (IMC) 25.36±2.54.

    Se analizaron aquellas dimensiones corporales consideradas como importantes para el rendimiento deportivo en general y para el rendimiento en waterpolo en particular, por las diferentes fuentes bibliográficas consultadas (Platanou y Geladas, 2006; Platanou, 2005; Smith, 1998; Carter y Ackland, 1994; Tsekouras et al. 2005).

Protocolo de recogida de datos

    En este estudio se han seguido las normas y técnicas de medida recomendadas por el International Working Group of Kinanthropometry (Ross y Marfell-Jones, 1991) y los criterios de la ISAK, adoptadas por el Grupo Español de Cineantropometría (GREC). Todos los jugadores, así como el cuerpo técnico de la selección española fueron informados del procedimiento del estudio y aceptaron participar voluntariamente en el mismo.

    Se utilizó el material específico para una valoración cineantropométrica, incluyendo: tallímetro y báscula (SECA, Germany) con una precisión de 100 g para el peso y 0.1 cm para la altura. Así mismo, se empleó un antropómetro (GPM, Swiss), un paquímetro (Holtain Ltd. United Kingdom), un compás de pliegues cutáneos o adipómetro (Holtain Ltd. United Kingdom), y una cinta antropométrica de fibra inextensible (Holtain Ltd. United Kingdom. En el momento de la recogida de los datos, se utilizó una ficha de recogida de datos ad hoc (Figura 1).

Figura 1. Plantilla de registro de datos antropométricos

    Con el fin de obtener el nivel de fiabilidad y precisión de las técnicas antropométricas se determinó previamente el error técnico de medida (ETM) de los medidores. El ETM para cada una de las variables antropométricas estudiadas no superó el margen de error admitido (un cinco por ciento en los pliegues cutáneos y un dos por ciento en el resto de medidas).

    Los métodos existentes para la determinación del somatotipo se basan en el concepto de Sheldon de clasificación en tres componentes teniendo presente el origen embrionario de los tejidos. En este estudio se ha seguido el método antropométrico utilizado por Heath y Carter (Carter, 1975).

Análisis de datos

    Los datos se almacenaron en una base de datos creada a tal efecto (Microsoft Excel) y posteriormente fueron tratados mediante un programa estadístico comercial (SPSS para Windows, versión 15.0). Con anterioridad a dicho análisis, se realizó una depuración exhaustiva de errores de trascripción. Se analizaron los datos con estadísticos descriptivos básicos (media, desviación típica, valores extremos, etc.). Para el análisis entre las diferentes variables se realizó un ANOVA con comparaciones múltiples Post Hoc Bonferroni. Se estableció un nivel de significación del 95% (P£0.05).

Resultados

    En la tabla 1 se muestran los valores medios y desviaciones típicas de los datos correspondientes a la edad media, peso, talla, envergadura, años de experiencia y ancho de la mano, de todos los jugadores, distribuidos por puestos específicos. Encontramos diferencias estadistas entre las atacantes y las porteras para la categoría edad, envergadura y experiencia.

Tabla 1. Valores medios y desviación típica () correspondientes a las características antropométricas

de la muestra de estudio. *Diferencias estadísticas (p£0.05) con respecto a la jugadora atacante

  

Edad

Peso

Talla

Envergadura

Experiencia

Atacantes

22.08±2.13

60.42±3.85

168.50±5.79

173.28±5.35

7.57±1.81

Defensas

23.25±4.17

73.10±6.97

177.40±7.26

184.35±6.76

9.75±3.68

Porteras

27.50±0.50*

69.25±10.11

175.15±5.02

183.25±1.06*

12.50±0.70*

Total

23.28±3.23

65.68±8.04

172.26±7.10

178.22±7.53

9.00±2.91

    En la tabla 2 se aprecian los valores encontrados para el porcentaje de grasa de Yuhasz (1974), índice de masa corporal, masa muscular y sumatorio de los 4 pliegues.

Tabla 2. Valores medios y desviación típica () correspondientes al porcentaje de grasa y muscular de los jugadores de waterpolo

 

Yuhasz

IMC

Masa muscular

S 4 Pliegues

Atacantes

16.07±2.12

21.30±1.44

46.30±1.91

65.32±11.65

Defensas

19.55±1.72

23.22±1.59

43.39±1.50

84.00±12.41

Porteras

16.43±6.11

22.50±2.00

45.92±5.09

61.80±29.41

Total

17.19±2.97

22.08±1.68

45.35±2.53

70.52±16.35

    En la tabla 3 se muestran los valores del somatotipo de los 13 jugadoras que participan en este estudio en función de sus puestos específicos. El somatotipo de las jugadoras atacantes se sitúa en el mesomórfico equilibrado, mientras que el de las jugadoras defensas-boyas y porteras en el mesomorfo-endomórfico.

Tabla 3. Valores medios y desviación típica () correspondientes a los valores antropométricos de los jugadores de waterpolo

 

Endomórfico

Mesomórfico

Ectomórfico

Atacantes

3.02±0.43

3.80±0.59

2.87±0.90

Defensas

3.78±0.63

3.92±1.26

2.50±0.93

Porteras

3.51±1.76

3.50±0.34

2.69±0.63

Total

3.33±0.76

3.79±0.78

2.73±0.83

    En la figura 2 podemos apreciar la representación en la somatocarta de los diferentes puestos específicos.

Figura 2. Somatocarta. Representación gráfica de la muestra en función del puesto específico

    En la tabla 4 se muestran los valores medios y desviaciones típicas de los datos correspondientes a la edad media, peso, talla, envergadura, años de experiencia y ancho de la mano, de todos los jugadores y distribuidos por puestos específicos. Encontramos diferencias estadistas entre los atacantes y el boya para la categoría peso.

Tabla 4. Valores medios y desviación típica () correspondientes a las características antropométricas 

de la muestra de estudio. *Diferencias estadísticas (p£0.05) con respecto al jugador boya

 

Edad

Peso

Talla

Envergadura

Experiencia

Ancho Mano

Atacantes

25.11±4.68

81.95±7.37*

184.42±8.66

192.20±7.71

12.89±2.80

20.70±0.71

Defensas

21.00±1.58

91.38±10.20

186.72±2.90

192.84±6.17

10.20±1.09

21.08±1.00

Boyas

24.80±7.40

102.26±10.98

192.14±4.36

202.96±7.13

12.80±4.87

21.94±1.34

Porteros

30.00±7.81

85.83±6.99

189.67±1.19

194.33±3.51

16.67±5.77

21.67±0.25

Total

24.77±5.69

89.24±11.57

187.41±6.63

195.08±7.77

12.77±3.83

21.20±1.00

    En la tabla 5 se aprecian los valores encontrados para el porcentaje de grasa de Yuhasz (1974), índice de masa corporal, masa muscular y sumatorio de los 4 pliegues. Se encuentran diferencias estadísticas para el IMC y el porcentaje de masa muscular entre los atacantes y el jugador boya.

Tabla 5. Valores medios y desviación típica () correspondientes al porcentaje de gras y muscular 

de los jugadores de waterpolo. *Diferencias estadísticas (p£0.05) con respecto al jugador boya

 

Yuhasz

IMC

Muscle Mass

S 4 Skinfolds

Atacantes

9.62±1.37

24.07±0.95*

48.52±4.06*

31.37±6.25

Defensas

10.59±2.06

26.27±3.43

55.78±6.72

37.75±10.88

Boyas

12.42±2.76

27.66±2.31

60.10±6.50

44.97±10.91

Porteros

10.75±0.79

23.86±1.95

51.68±7.33

35.39±4.89

Total

10.63±2.06

25.36±2.54

53.23±7.12

36.46±9.56

    En la tabla 6 se muestran los valores del somatotipo de los 22 jugadores que participan en este estudio en función de sus puestos específicos. El somatotipo de los jugadores atacantes se sitúa en el mesomórfico equilibrado, mientras que el de los jugadores defensas y boyas en el endo-mesomórfico.

Tabla 6. Valores medios y desviación típica () correspondientes a los valores antropométricos de los jugadores de waterpolo

 

Endomórfico

Mesomórfico

Ectomórfico

Atacantes

2.53±0.62

5.01±1.20

2.40±0.68

Defensas

3.05±0.95

5.84±1.81

1.90±1.27

Boyas

3.54±0.86

6.14±0.66

1.56±0.80

Porteros

2.80±0.44

5.00±0.86

2.87±0.84

Total

2.91±0.80

5.46±1.26

2.16±0.93

    En la figura 3 podemos apreciar la representación en la somatocarta de los diferentes puestos específicos y del total de la muestra analizada.

Figura 3. Somatocarta. Representación gráfica de la muestra en función del puesto específico

Discusión

    Los estudios encontrados sobre jugadoras de waterpolo son muy escasos, por lo que la discusión está muy limitada, y se centra básicamente en la descripción de los resultados presentados en el apartado anterior.

    Las jugadoras con mayor edad y experiencia son las porteras, pues es un puesto donde la experiencia es importante, y tiene una larga vida deportiva. Las jugadoras que realizan funciones defensivas (defensas y boyas) son las que presentan valores de peso, talla y envergadura superiores, sin encontrarse diferencias significativas (P£0.05) con respecto a los otros grupos (atacantes y porteras). Si comparamos la media de edad de nuestras jugadoras con la de otros estudios son similares. Comparando los años de experiencia de la selección española con los del estudio de Platanou et al. (2007), donde presentan una media de años de experiencia de 10, encontramos que las porteras lo superan y las atacantes las que más se alejan.

    Las jugadoras que realizan un trabajo más defensivo son las más altas, pesadas, con mayor envergadura, porcentaje graso e IMC, esto está acorde con las características de sus funciones defensivas, en las que ganar la posición, blocar balones, defender a la rival,… son acciones en las que estas variables son muy importantes, datos que coinciden con el estudio realizado con los jugadores de la selección masculina de waterpolo (Argudo et al. 2008). También son las jugadoras que menor masa muscular presentan.

    No se ha encontrado ningún estudio que analice por puestos específicos a jugadoras de waterpolo, por lo que en la tabla 7 exponemos resultados de las variables de peso, altura, edad e índice de masa corporal de equipos de ámbito nacional e internacional de países como Reino Unido y Grecia (Magkos et al. 2007; Marrin y Bampouras, 2006; Platanou, Varamenti y Soultanakis, 2007), el equipo español es más pesado que las jugadoras de Reino Unido, pero menor que el de las griegas; la talla es superior al resto de los tres equipos, son más jóvenes que las del estudio de Marrin y Bampouras (2006) y Platanou, Varamenti y Soultanakis (2007). También presentan el menor IMC de todos los equipos.

Tabla 7. Características cineantropométricas de jugadoras internacionales (media y desviación típica)

Estudios

Peso (kg)

Altura (cm)

Edad (años)

IMC

Nivel Nacional United Kingdom (Marrin y Bampouras, 2006)

64.2±5.7/63.4±5.3*

169±3.5

23±53.1

22.6±3.9/19.3±3.8*

Nivel Nacional Griegas (Magkos, et al. 2007)

66.8±1.6

170.8±1.2

22.0±0.7

22.9±0.5

Jugadoras griegas de élite (Platanou, Varamenti y Soultanakis, 2007)

66.0±8.7

171.3±5.9

26±4

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Leyenda: (*) Datos referidos al comienzo / final de la temporada.

    Referente al somatotipo, la mesomorfia es la característica predominante en las jugadoras atacantes y defensoras, seguidas de cerca por la endomorfia. En el caso de las porteras, la endomorfia es el componente predominante pero con mínimas diferencias sobre la mesomorfia. Tendencia que puede estar influenciada por la edad de las jugadoras, pues las mujeres a mayor edad el componente endomórfico tiende a aumentar (Malina y Bouchard, 1991).

    Si se comparan los resultados de este estudio con otras poblaciones de similares características de ámbito internacional (Tabla 8), se puede comprobar que los jugadores españoles en las variables de peso y altura son superiores a los jugadores de los diferentes estudios referenciados, a excepción de la altura en los estudios presentados por (Lozovina y Pavicic, 2004; Tsekouras et al., 2005 y Meszaros, Soliman, Othman y Mohácsi, 1998).

Tabla 8. Características cineantropométricas de jugadores internacionales (media y desviación típica)

 

Peso (kg)

Altura (cm)

Edad (años)

Selec. Nac. Chile (Sáez, 2005)

78.66±6.99

178±0.04

27.25±5.7

1ª Div. Griega (Platanou y Geladas, 2006)

85.2±9.82

183±0.05

22.5±3.4

Élite Croata (Lozovina y Pavicic, 2004)

85.9±6.9

189.5±5.02

-

Word Champ. 2003 (Tsekouras et al., 2005)

90.7±6.4

189.5±4.3

25.5±5

Kavouras et al. (2006)

90.1±6.4

185.3±4.6

24.6±3.7

Húngaros (Meszaros et al., 1998)

91.08±7.69

190.92±5.95

24.08±3.32

Equipo nacional griego (Sgouraki et al., 2004)

88.4±6.0

187.0±4.7

26.4±5.3

Equipo Nacional de Singapore (Aziz et al., 2002)

71.0±8.4

178.5±3.9

22.5±7.2

    El somatotipo para los 22 jugadores se sitúa en el mesomórfico balanceado, lo que ratifica la predominancia de la mesomorfía como característica de los jugadores de waterpolo de alto nivel (Enseñat, Matamal y Negro, 1992) y Toteva et al., 1989 (cit. por Aleksandrovic, Naumovski, Radovanović, Georgiev y Popovski, 2007), Carter y Ackland (1994), Torras et al. (1995). Los valores de ectomorfia los más bajos.

    Si se analizan por puestos específicos el somatotipo de todos los jugadores de este estudio, se encuentra que el puesto más específico de este deporte, el boya, junto con el de defensa presentan altos valores de mesomorfismo, influenciado por las propias características del deporte (lucha por espacio y uno contra uno) mientras que los atacantes presentan un somatotipo más lineal. Coincidiendo con el estudio presentado por Pavicic, Tomany y Lozovina (2000) para los puestos de boya y atacantes.

Conclusiones

    En el presente estudio podemos destacar, para las jugadoras de waterpolo españolas, las siguientes conclusiones:

    Y para los jugadores de waterpolo españoles las siguientes conclusiones:

Agradecimientos

    Agradecemos la colaboración prestada a la Real Federación Española de Natación y las jugadoras y jugadores que integraban la Selección Española de Waterpolo en 2007 y 2008.

Referencias bibliográficas

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