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Fútbol y Estado en El Salvador (1944-2000)

 

Lic. en Historia

(Costa Rica)

Chester Urbina Gaitán

chesterurbina@yahoo.com

 

 

 

Resumen

          El poco apoyo del Estado salvadoreño al fútbol entre 1944-2000 se debe a la práctica de los gobiernos militares de sobreponer los mecanismos de dominación basados en la coerción, represión y eliminación ante los mecanismos de dominación ideológica. Asimismo, debe destacarse en esto la gran absorción de recursos económicos del presupuesto nacional por parte del ejército durante el periodo de estudio, principalmente durante los años del conflicto bélico, es decir de 1980 a 1992. La falta de formulación de políticas culturales y educativas claras no permitió que el Estado valorara la posibilidad de elevar el nivel de integración social y cultural en el país.

          Palabras claves: Fútbol. Estado. Políticas culturales.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 129 - Febrero de 2009

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Introducción

    El fútbol en El Salvador nace como una actividad cultural que formaba parte de la sociabilidad de la elite económica, principalmente de las ciudades de San Salvador y Santa Ana. La promoción de su práctica en sus primeros años se debe a su apropiación por parte de los infantes, trabajadores y al apoyo que algunas mujeres hicieron en el sostenimiento económico y en el mantenimiento de los clubes de balompié como unos de los principales centros de sociabilidad comunal, así como en su practica y en la inclusión del fútbol en las festividades comunales. La inserción del fútbol en las fiestas agostinas de San Salvador – principales festividades del país – hizo que el fútbol fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.

Mauricio Rodríguez acaba de convertir el tercer gol que clasifica a El Salvador

al Mundial de 1970, junio 27 de 1969. Y estalla la Guerra del Fútbol.

    El Estado a nivel económico contribuyó en forma exigua a la propagación del fútbol cono elemento de cohesión nacional. Tal situación no permitió su modernización e incidió de forma negativa en la contribución que este deporte pudo haber hecho al levantamiento del orgullo nacional, lo cual se comprueba con base en los pocos triunfos de la selección nacional. El control estatal en la práctica del balompié se reflejo en los estatutos que las asociaciones futbolísticas debían presentar al Poder Ejecutivo para su aprobación.1

    Dentro de los gobernantes salvadoreños de principios del siglo XX debe destacarse el papel desempeñado por el dictador Maximiliano Hernández Martínez en la centralización de la actividad deportiva, en la organización en el país de competencias futbolísticas regionales y en la creación de una comunidad futbolera nacional. El último punto se evidencia a partir de la instauración del campeonato nacional en 1939 donde jugadores, federativos y aficionados se reconocieron como salvadoreños. A nivel mental esta actividad contribuyo al proceso de integración nacional promovido por este gobernante. Sin embargo, el principal motivo que impulso a este dictador a promover esta actividad lo contribuyo su interés en hacer buena imagen y legitimar su régimen político. Debe destacarse que en proceso de propagación del fútbol a escala nacional jugaron un papel fundamental la publicidad y el seguimiento que a esta disciplina – tanto a nivel nacional como mundial – le otorgaron los medios de comunicación, primero la prensa escrita y luego la radio. Asimismo, merece resaltarse el apoyo que algunos militares y entusiastas le dieron a este deporte principalmente por parte del español Pablo Ferre Elías.2 A continuación se hará un análisis de la posición del Estado salvadoreño en torno en la promoción del fútbol durante el periodo que va de 1944 al 2000.

El papel del Estado en la promoción del fútbol en El Salvador 1944-2000

    Durante el período de estudio el anticomunismo creado por Hernández Martínez a partir de la matanza de 1932 no se pierde. Los hechos de ese año pasan a ser presentados como una lección para la población en general de que podían ser manipulados y esto los llevaría a otra posible matanza. En la segunda mitad de los años sesenta, momentos en los que estaba por elegirse a nuevos gobernantes, el discurso anticomunista aparece como un arma que promueve la legitimidad de los gobiernos militares y ataca a la oposición con campañas muy sucias que difamaban la oposición entonces legal. El discurso anticomunista emanado por los diferentes gobiernos y los sectores de derecha ofrecen una oportunidad de analizar desde una nueva perspectiva, a la sociedad salvadoreña y la constante violencia aplicada por los gobiernos militares en buena parte del siglo XX.3

    Con respecto a las políticas culturales del Estado se tiene que es en la década de 1950 cuando estas adquirieron una mayor institucionalización. Se creó una sección ministerial de cultura con dependencias como el Departamento Editorial, la Dirección de Artes, y la Revista Cultura. Para finales de la década de 1960, la infraestructura cultural se reforzó considerablemente. Uno de los aspectos más sobresalientes fue la popularización de la acción cultural. Por medio de espacios como la red de Casas de la cultura, el Centro Nacional de Artes y la Televisión Educativa, el accionar cultural oficial alcanzo a un número mayor de ciudadanos.4

    Estas posturas democráticas tuvieron un carácter paradójico, ya que ocurrieron en un contexto de agudización de la polarización social, que chocaría con el autoritarismo de los gobiernos militares. Muchos de estos espacios promovieron los proyectos político-culturales que rechazaban el orden institucional público.5

    Para la época de la guerra la infraestructura cultural estatal quedo en abandono y desprestigio. La creación del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), constituye un parte aguas en la elaboración de las políticas culturales del Estado salvadoreño. Este consejo ha tratado de promover una cultura nacional. Empero, debe resolver carencias urgentes como, en lo referente a su modernización y su profesionalización, la reformulación de un planteamiento que tiende a disminuir el peso cultural de los medios de comunicación masiva y las nuevas tecnologías, y la desatención de las demandas culturales de los salvadoreños emigrados.6

    Luego de conseguida la paz en 1992 la exclusión social se convierte en el factor primario en la generación de la cultura de violencia. El uso prolongado del terror y el terrorismo de Estado y la impunidad de los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la guerra civil han legitimizado el uso de la violencia como un medio para resolver conflictos sociales y han generado traumas psicosociales ligados a la creación de comportamientos y hábitos violentos.7

    A finales de noviembre de 1945 el gobierno autoriza para que venga a San Salvador un equipo de fútbol del extranjero que sostuviera encuentros con clubes balompédicos nacionales.8 Posteriormente, se emite otra autorización para la celebración de un contrato para un partido internacional de fútbol entre los clubes Juventud Olímpica de San Salvador y Universitario de Guatemala.9

    En febrero de 1946 se conoce del giro de mil colones para los gastos de representación de la Delegación que representaría al país en el III Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol.10 El mes de noviembre del mismo año aparece en el Programa General de festejos del IV Centenario de la fundación de San Salvador varios partidos de fútbol a nivel internacional.11 En la Memoria del Ministerio de Defensa de 1946 se refiere que en la Escuela Militar los cadetes recibían entrenamiento constante en varios deportes entre ellos el fútbol.12

    En mayo de 1947 se crea la Junta Nacional de Turismo entre cuyos principales objetivos se destacan la de servir de intermediario en operaciones de financiamiento para construcciones de clubes o centros deportivos. Además, fomentaría y promovería conferencias, concursos, exposiciones y todo acto cultural, artístico o deportivo que diera nombre o realce al país y lo haga conocer en el exterior.13

    A inicios de julio de 1947 se autoriza al Director General de Educación Física para celebrar contratos con representantes de equipos extranjeros de fútbol para que participaran en los eventos deportivos de las fiestas agostinas del Salvador Del Mundo de ese año.14 Por otra parte en 1959 se decreta que el comité organizador de las fiestas patronales de Santa Ana quede exento de todo impuesto fiscal o municipal causado por los eventos deportivos que se efectuarían en esas festividades.15 Lo mismo sucedió posteriormente con las fiestas patronales de la ciudad de San Miguel,16 y con los eventos deportivos organizados para conmemorar el decimoprimero aniversario de la Revolución de 1948.17

    En septiembre de 1962 se declara exento de todo impuesto fiscal o municipal el partido internacional de balompié del día 15 de dicho mes que se realizaría en el Estadio Nacional Flor Blanca.18 Para Noviembre de 1965 se emite la ley de creación de la Federación Salvadoreña de Fútbol cuyo objetivo seria el fomentar, organizar, coordinar y dirigir las actividades del fútbol del país, así como mantener relaciones con organismos internacionales de balompié a que se afiliara. La misma estaría a cargo del manejo de fondos percibidos y erogaciones de la federación sujetos a fiscalización de la Corte de Cuentas de la Republica. El Estado pondría al servicio de la federación los estadios, las canchas y las instalaciones deportivas nacionales.19

    Con respecto a la consolidación de un mercado futbolero en el país se tiene que, en para 1975 la Liga Mayor A de fútbol se estaba centralizando en San Salvador y que el mercado futbolero se ensanchaba. Esto llevo al Estado a decretar que la mencionada Liga incluyera entre sus clubes asociados a los dos mejores de la Liga B.20

    Un año después el Estado donó al Municipio de Santa Rosa de Lima un predio en el área suburbana de la mencionada ciudad donde se estaba construyendo el Estadio. La condición que se puso para la donación fue que el Municipio lo prestara para ejercicios de Educación Física y otras actividades deportivas que organizara el Ministerio de Educación.21

    En abril de 1977 se consideraba que los eventos deportivos concentraban gran cantidad de público – tanto joven como adulto – por lo que constituían grades acontecimientos sociales, ante esto se hacia necesario ejecutar el Himno Nacional antes de cualquier evento deportivo. El himno expresa las luchas libertarias del pueblo, así como sus ideales de paz, trabajo y progreso que animan a los salvadoreños. Debido a lo anterior el Estado decretaba que el Himno Nacional se ejecutaría antes del inicio de cualquier evento deportivo, tanto nacional como internacional.22

    En 1979 se crea la Escuela Superior de Educación Física, la cual era una dependencia del Ministerio de Educación. Esta escuela formaría el personal técnico especializado que atendería las actividades de educación física y deportiva del país.23

    La centralización de la actividad deportiva del país se logró en 1980 con la promulgación de la Ley General de los Deportes y la creación del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador quien sería el encargado de formular, dirigir, desarrollar y fomentar la política estatal de los deportes.24

Conclusión

    Sobre el fútbol el Estado dio su apoyo en cuanto a la modernización y centralización de la actividad balompédica, lo cual ocurrió en 1965 con la creación de la Federación Salvadoreña de Fútbol. Es a fines del período de estudio que se da la centralización de la actividad deportiva del país, con la promulgación de la Ley General de los Deportes y la creación del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador. En cuanto a la promoción del balompié en las diferentes comunidades del país el Estado tuvo una participación muy pobre.

Notas

  1. Urbina Gaitán, Chester. “Fútbol, Estado e identidad nacional en El Salvador (1897-1943)”. En: Realidad y Reflexión. Año 6. Nº 17. Primer cuatrimestre. Mayo-agosto 2006. p. 79.

  2. Ibíd. pp. 79-80.

  3. Ramírez Fuentes, José Alfredo. “El Anticomunismo en El Salvador. Las acciones del Estado y los sectores de la derecha salvadoreña como factores de la guerra civil de los años 80”. En: http://ues.edu.sv/encuentrohistoria/memoria.htm

  4. “Identidades, cultura nacional y diversidad cultural: las dimensiones olvidadas del Desarrollo Humano”. En: Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2003. San Salvador: PNUD, 2003. p. 253.

  5. Ídem.

  6. Ibíd. p. 262.

  7. Chávez Aguilar, Joaquín Mauricio. "El Estado Neoliberal y la cultura de la violencia en El Salvador (1992-2002)”. En: http://ues.edu.sv/encuentrohistoria/memoria.htm

  8. Diario Oficial. 28 de Noviembre de 1945. Tomo 139. Nº 266. p. 4116.

  9. Ibíd. 13 de Diciembre de 1945. Tomo 139. Nº 280. p. 4324.

  10. Ibíd. 15 de Febrero de 1946. Tomo 140. Nº 40. p. 609.

  11. Ibíd. 23 de Octubre de 1946. Tomo 141. Nº 247. pp. 3560-3561.

  12. Ibíd. 15 de Marzo de 1947. Tomo 142. Nº 61. pp. 788-789.

  13. Ibíd. 12 de Mayo de 1947. Tomo 142. Nº 103. p. 1521.

  14. Ibíd. 9 de Julio de 1947. Tomo 143. Nº 154. p. 2435.

  15. Ibíd. 25 de Junio de 1959. Tomo 184. Nº 119. p. 5196.

  16. Ibíd. 11 de Noviembre de 1959. Tomo 185. Nº 207. p. 8802.

  17. Ibíd. 4 de Diciembre de 1948. Tomo 185. Nº 222. p. 9529.

  18. Ibid. 13 de Septiembre de 1962. Tomo 196. Nº 172. p. 8834.

  19. Ibid. 23 de Noviembre de 1965. Tomo 209. Nº 222. pp. 12350-12352.

  20. Ibid. 22 de Enero de 1975. Tomo 246. Nº 16. p. 858.

  21. Ibid. 10 de Enero de 1976. Tomo 250. Nº 33. p. 2.

  22. Ibid. 27 de Abril de 1977. Tomo 255. Nº 83. p. 7.

  23. Ibid. 28 de Noviembre de 1978. Tomo 261. Nº 229. pp. 9-10.

  24. Ibid. 28 de Junio de 1980. Tomo 267. Nº 122. pp. 2-9.

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