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El acoso escolar en clase de Educación Física

 

Profesoras de Educación Física

(España)

Rocío Segura Zamora

María Dolores López García

ro11888@hotmail.com

 

 

 

Resumen

          Los conflictos que se están viviendo en nuestros centros escolares exige el planteamiento tanto de nuevos contenidos y objetivos de aprendizaje, como de nuevas maneras de enseñar. Para intentar comprender el problema que se está dando hoy en día en los centros españoles, para ello hemos recaudado información mediante la solución de los conflictos que se producen en las aulas que diseñó el noruego Olweus. Se han encuestado 60 alumnos/as de 5º 6º de educación primaria. Las principales conclusiones apuntan a la existencia de acoso escolar en colegios de la provincia de Jaén.

          Palabras clave: Bullying. Tipos de acoso. Seguridad personal. Acoso indirecto.

 

Abstract

          Conflicts that are living in our schools require the approach of both new content and learning objectives, and new ways of teaching. To try to understand the problem that is taking place today in the Spanish centers, to that end we have collected information through the settlement of conflicts that occur in classrooms who designed the Norwegian Olweus. We have surveyed 60 students from 5th and 6th primary education. The main findings point to the existence of bullying in schools in the province of Jaen.

          Keywords: Bullying. Types of bullying. Personnel security.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 122 - Julio de 2008

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Introducción

    El acoso escolar es un problema que existe hoy en día en nuestros centros educativos, pretendemos que los alumnos desarrollen hábitos y costumbres sanas, que los valoren como uno de los aspectos básicos de la calidad de vida y que comiencen a desarrollar una actitud crítica, ante comportamientos que nos lleven a la adquisición de un bienestar psicofísico, así como la valoración y aceptación de la propia realidad corporal y el aprecio de la actividad física como medio para su disfrute y mejora de su salud corporal.

    El sistema educativo contempla una educación integral de la persona, preparando a los alumnos/as para la vida; así desde la infancia deben crearse hábitos de higiene, entendidos siempre como higiene física y mental que permitan un desarrollo personal sano, un aprecio del cuerpo y su bienestar, una mejora de la calidad de vida y unas relaciones interpersonales basadas en el desarrollo de la autoestima de las personas.

    El acoso escolar consiste en la acción y efecto de acosar; perseguir, apremiar, importunar a alguien con molestias o requerimientos (Encarta 2006).

    Se define acoso indirecto o agresión social de la siguiente manera: suele ser más común entre las niñas y en general a partir de la preadolescencia. Se caracteriza por llevar al individuo a un aislamiento social. Este aislamiento se consigue mediante técnicas variadas que incluyen: difundir rumores, rechazar el contacto social con la víctima, amenazar a otros niños que se lleven bien con la víctima, criticar rasgos sociales, la manera de vestir de la víctima o su religión, raza, discapacidad... En clase de educación física se dan estos rasgos principalmente de acoso, por lo que el profesor tiene que estar muy pendiente de todos los comentarios que hagan sus alumnos en clase y castigar al que se pase de listillo con los compañeros, es decir, imponer castigos rápidamente al niño que tiene intención de meterse o acosar a algún compañero, ya que tienen que ser muy estrictos respecto a este tema.

    Según diferentes autores presentan opiniones diferentes respecto al campo del acoso escolar Olweus (1998) señala al agresor/a con temperamento agresivo e impulsivo y con deficiencias en habilidades sociales para comunicar y negociar sus deseos. Le atribuye falta de empatía hacia el sentir de la víctima y falta de sentimiento de culpabilidad. También denotan falta de control de la ira y nivel alto de los sesgos de hostilidad que hace que interprete sus relaciones con los otros como fuente de conflicto y agresión hacia su propia persona. Serían, según el autor noruego, violentos, autosuficientes y no mostrarían un bajo nivel de autoestima, mientras que Orza (1995) resalta que padecen un problema de ajuste en sus reacciones con una carga excesivamente agresiva en las interacciones sociales. En este sentido suelen ser chicos que están ubicados en grupos en los que son los mayores por haber repetido curso. Por otra parte Cerezo, 1997 nos comenta que la integración escolar, por tanto, es mucho menor. Son menos populares que los bien adaptados pero más que las víctimas. Su contacto con los padres es también inferior. Suelen carecer de fuertes lazos familiares y estar poco interesados por la escuela. A continuación Mooij (1997) nos habla de rasgos frecuentes en la víctima de niveles altos para ser intimidado directa, regular y frecuentemente y para ser intimidado indirectamente y excluidos/as por sus compañeros/as (especialmente en el caso de las chicas). También suelen ser sujetos identificados fácilmente como víctimas y ser menos apreciados.

    El papel de víctima se reparte en porciones iguales entre sexos aunque muchas investigaciones dicen que existen más chicos implicados o similar número, excepto en las realizadas en Japón en las que las intimidaciones se dirigen mayoritariamente a las chicas (Mombuso, 1994) o hay más chicas entre las víctimas (Taki, 1992). Sin embargo, según Olweus (1998) la agresividad intimidatoria entre chicas se ha estudiado mucho menos.

    Además el acoso escolar tiene frecuentemente lugar en zonas de la escuela bajo supervisión nula o mínima de los docentes: el autocar escolar, la cafetería, entre las clases, en los servicios o durante el recreo. Para ello debemos desarrollar un programa de análisis de la información (datos), que incluya un tratamiento colectivo e individual, por parte del profesorado.

Figura nº 1. Datos sobre las incidencias de acoso escolar en las aulas.

Fuente: Estudio Cisneros X 2006

    Podemos crear un Reglamento del Centro, que será elaborado por toda la comunidad educativa. No se trata de un reglamento jerárquico impuesto por el centro a los alumnos, sino consensuado a través de la participación de todos y cada uno de los sectores: padres, profesores y alumnos. Por eso deberemos basarnos en valores.

    Realizaremos un análisis y diagnóstico del problema en el centro, en este caso el bullying, en el que desarrollaremos el programa de intervención. A tal efecto se utilizarán distintos métodos y técnicas que permitan obtener datos fiables. El producto de este análisis sirve de fundamento al diseño y desarrollo del programa de intervención el cual se basa en programas de educación en valores y actitudes a través de métodos de participación activa.

    Por otro lado, la intervención individualizada, tanto para agresores como para víctimas, por lo que necesitaremos la colaboración de los demás alumnos con la finalidad de que actúen como cauces de comunicación y de enjuiciamiento del agresor. No debemos olvidar la mejora de la vigilancia en todo el centro, fundamentalmente la zona de recreo, el comedor y, en general, todas aquellas áreas o espacios que se han detectado de riesgo.

    La intervención educativa que nosotros proponemos para abordar el tema del acoso escolar en las aulas es el que desarrollo en autor noruego Olweus.

    A partir de los resultados de sus investigaciones ha diseñado y desarrollado un programa de análisis de la información (datos), que incluye tratamiento colectivo e individual y que ha servido de modelo-base para otros muchos programas de intervención, como, por ejemplo, el Modelo Sheffield de Smith y Sharp (1994), aplicado en escuelas inglesas y que podemos sintetizar en los siguientes puntos:

  1. La educación para la convivencia se incluya en el proyecto de centro.

  2. Las normas de convivencia se elaboren también democráticamente, con la participación de todos, buscando responsabilizar a los alumnos en el funcionamiento del centro.

  3. El equipo directivo del centro no funcione como un mero gestor del mismo, sino que asuma funciones como la de estimular la participación de todos sus miembros en la consecución de aquellos valores y fines que la comunidad educativa se ha marcado, favorecer el trabajo en equipo e innovador del profesorado, así como un clima de convivencia y de comunicación entre los miembros de la comunidad educativa.

  4. Los profesores adopten nuevos estilos de enseñanza. Está demostrado que los alumnos aprenden más por lo que sus profesores hacen, que por lo que dicen. Los profesores influyen en cómo aprenden los estudiantes a mirar y tratar a otras personas, con sus distintos intereses, preocupaciones y proyectos y esto no se deriva necesariamente de sus esfuerzos deliberados y planificados en el desarrollo del currículum, sino del compromiso de los profesores respecto a la vida cívica.

  5. Los profesores asuman nuevas funciones que van más allá de la enseñanza de los contenidos instructivos como puede ser:

    1. Funciones de mediadores de conflicto, entre las que destaca la de negociar normas con el alumno, ser asertivo, estimular una comunicación fluida, compartir el poder dentro del aula delegando responsabilidades en los alumnos, ayudar a alcanzar acuerdos entre las partes en conflicto. Para el desempeño de esas funciones el profesor precisa adquirir a través de su formación inicial y permanente competencias tales como la de identificación, análisis y diagnóstico de los problemas, la capacidad de identificación de los puntos de acuerdo entre las partes, la identificación de alternativas y posibles soluciones, y la creación de un clima de comunicación y confianza en el aula.

    2. Promover el aprendizaje cooperativo, que se desarrolla a través de distintos métodos y técnicas en los que los alumnos trabajan en grupo y en los que a efectos de la educación para la convivencia tanto o más importante que el contenido que se aprende es la interrelación e interdependencia de los participantes a través de la cual aprenden -desde su individualidad-, porque no se trata de anular esta a colaborar, respetarse, tener en cuenta la opinión de los demás, dialogar para superar las diferencias, consensuar opiniones, etc.

    3. Adoptar un punto de vista moral, que supone, entre otras cosas educar en valores, llegar a soluciones justas para las partes implicadas en el conflicto, educar en el respeto a los demás, a su dignidad…

    En España contamos el programa “SAVE” diseñado por Ortega, R (1997) y aplicado en algunos centros, inspirado en Olweus y en el modelo de Shieffeld. Es un proyecto de carácter fundamentalmente preventivo aunque incluye también un programa de intervención correctivo dirigido a alumnos que ya presentan problemas de violencia bien como agresores o como víctimas. Su objetivo es mejorar las relaciones interpersonales. Entre sus características destacan:

  1. Se asienta en un modelo teórico-conceptual ecológico/holístico, según el cual la violencia escolar hay que explicarla dentro de un contexto más amplio. Parte, por tanto de una consideración sistémica según la cual los sistemas abiertos no tienen una total explicación a partir de las variables intrasistémicas, sino que están condicionados por otras extra sistémicas que es preciso conocer si queremos explicar y entender el problema. La violencia escolar, por tanto, no se genera sólo en la escuela, sino que es también un reflejo de aquella que se produce en contextos más amplios: familia, medios de comunicación, amigos; esto es, en la sociedad en general.

  2. Considera la escuela como una comunidad que se construye a través de tres factores básicos, los alumnos, los profesores y la familia. De ahí que el programa de intervención involucre a los tres sectores.

  3. El programa se sistematiza en torno a tres ejes de acción, que son: la gestión democrática de la convivencia, el trabajo en grupo cooperativo y la educación en valores, actitudes y sentimientos.

  4. El proyecto incide en dos planos escolares. El de la comunidad educativa, involucrando a alumnos, profesores, padres y orientadores, y en el de la actividad curricular entendida no tanto desde la perspectiva instructiva, sino como ámbito de convivencia y de desarrollo de competencias directamente relacionadas con las relaciones interpersonales como son la de los valores, actitudes, sentimientos, habilidades sociales.

    En otras Comunidades Autónomas han desarrollado programas similares, generalmente denominados "programas de educación para la convivencia". Queremos conseguir que los niños aprendan a respetar a los demás compañeros y personas que viven a su alrededor, para conseguir así que no se produzca el acoso escolar o bullying, porque como decía Kant: “El hombre es la única criatura que ha de ser educada” y eso es lo que tenemos que hacer educar bien a los niños para que no se produzca más acoso en los colegios.

    Problemas encontrados en un colegio de la provincia de Jaén es el bullying. Se refiere este, a un grupo de personas que se dedican al asedio, persecución y agresión de alguien, o bien a una persona que atormenta, hostiga o molesta a otra. Los aspectos clave del acoso escolar son:

  • La existencia de ataques o intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, destinadas a causar miedo, dolor o daño a la víctima.

  • Abuso de poder, del más fuerte al más débil.

  • Ausencia de provocación por parte de la víctima.

  • Repetidos incidentes entre los mismos niños o jóvenes durante un tiempo largo y sostenido.

Para ello planteamos los siguientes objetivos; que tenemos que fomentar hacia nuestros alumnos:

  • Conocer si existe acoso escolar.

  • Conocer las causas por el posible acoso escolar.

    A continuación vamos hacer una valoración final de lo que hemos deducido al plantear unos cuestionarios en dos centros educativos, de la provincia de Jaén.

Método

    Para la consecución de los resultados hemos pasado unos cuestionarios a dos colegios públicos de Jaén, los cuales constaban de 20 preguntas y fueron entregados a 5º y 6º de primaria con un total de 24 alumnos por clase. Los cuestionarios eran personales y anónimos, con los cual los niños/ as podían responden con sinceridad. A la hora de mostrar los resultados hemos resumido las 20 preguntas en tres, ya que creemos que son las más importantes.

Resultados

    Los resultados obtenidos del cuestionario han sido los siguientes:

    Dependiendo del colegio donde nos encontremos se da el caso de bullying o acoso escolar, el cual aparece en el Colegio Público Nº donde encontramos que la mayoría de los niños están cómodos en clase, pero podemos observar que un 5% del alumnado ha sido acosado alguna vez e incluso conocen a compañeros suyos que están siendo acosados. Al ser un cuestionario individual y anónimo los chicos y chicas se atrevieron incluso a escribirnos el nombre del chico o chica que estaba acosada, e incluso los niños que están siendo acosados nos dicen como los demás niños les insultan.

    Sin embargo en el Colegio público nº 2 podemos observar que no ocurre esto, todos los alumnos se respetan mutuamente, no encontrando así ningún tipo de acoso.

Resultados del Cuestionario

Resultado del colegio Nº 1

Resultado del colegio Nº 2

Discusión y conclusión

    Respecto a la valoración final hemos deducido que dependiendo de cada colegio, nos encontramos con diferentes problemas; por lo que podemos decir que cada colegio y cada niño es un “mundo”. Dependiendo de la educación que reciben los niños ya sea en sus casas, el colegio, en la calle, como es lo que ven, incluye en los niños a se agresivos o no. Como podemos ver en el siguiente cuadro cuatro, la influencia de los maestros en los niños es muy importante a la hora de comportarse; En este contexto, ocurren dos situaciones diferentes, por un lado algunos alumnos deciden ellos mismos resolver esa situación aplicando la estrategia de la “negociación informal, en la medida que los mismos involucrados dialogan para "arreglar" el problema. Esto ocurre generalmente al principio de situaciones de maltrato o acoso para evitar una escalada mayor y una resolución violenta de las mismas, siempre que haya voluntad entre las partes de llegar a un acuerdo.

    Sin embargo ante aquellas situaciones que los mismos alumnos involucrados no logran remediar solicitan estrategias “resolutivas” más que educativas. Es decir, que los profesores se involucren más en los casos de maltrato, que los evalúen, que sean más "justos", que no solo se dejen guiar por lo que ven, sino que averigüen que pasa exactamente, que apliquen instancias intermedias antes de recurrir a la suspensión como único recurso, exceptuando los casos de extrema gravedad, lo cual coincide con el discurso de los profesores.

Bibliografía

  • Cerezo, F. (coord.), (1998) Conductas agresivas en la edad escolar, Ed. Pirámide, Madrid.

  • Cerezo, F. (1994) El cuestionario Bull. Un procedimiento para la medida de la agresividad entre escolares. Actas del IV Congreso Internacional de Evaluación Psicológica. Diputación de Pontevedra.

  • OLWEUS, D.1998. Bullying at school. Washington

  • www.el-refugio.net

  • www.acosomoral.org

  • www.guiainfantil.com

  • www.elperiodico.com

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