Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital


DESARROLLO ESTRUCTURAL DEL ENTRENAMIENTO EN LOS DEPORTES DE CONJUNTO Y/O ACICLICOS
Jorge de Hegedüs

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Desarrollo del Entrenamiento
Tenemos que manifestar que los deportes de conjunto en su mayoría y los individuales acíclicos, se caracterizan por una variante de situaciones, las cuales determinan paralelamente también variantes en los procesos metabólicos, con exigencias tanto aeróbicas como anaeróbicas, las cuales, sin embargo se presentan de manera distinta a lo que ocurre en ciertas disciplinas atléticas; estas también se caracterizan por una demanda combinada entre los procesos aeróbicos y también los anaeróbicos. A manera de ejemplificación he aquí un aspecto comparativo entre lo que determina la alternancia metabólica en el desarrollo de un deporte de conjunto, con respecto a una carrera de 1500 m., con los mismos procesos, pero que se presentan de distinta forma:

Deportes de Conjunto
                                         
                                         
                                         

  Cargas o fases de contenido Anaeróbico (desarrolladas en las jugadas)
  Cargas o fases de contenido Aeróbico (desarrolladas entre las jugadas)


Carrera de 1500 mts.
Figura 1 Figura 1


Aquí se hace patente entonces que las distintas áreas metabólicas se combinan de manera bien distinta, lo que obviamente supone enfoques de entrenamiento bien diferenciados en relación a las exigencias cíclicas, como ser una competencia de medio fondo del atletismo.

Factores que determinan el rendimiento en los deportes de conjunto o acíclicos.- Entre los factores que coadyuvan al rendimiento en los deportes de conjunto se pueden mencionar los siguientes: la velocidad, la fuerza y la resistencia con todas sus variantes.


Velocidad en los deportes de conjunto
Quizás la capacidad física más importante de los deportistas que practican estas disciplinas. Esto significa tanto la velocidad gestual, aislada, como también la cíclica, responsable de los desplazamientos.

La velocidad estará cimentada entonces sobre una excelente coordinación intra - e intermuscular, con una calificada actividad de los analizadores cinestésicos. A esto tenemos que sumar una muy eficiente tarea del sistema energético del fosfágeno, generador de elevadas magnitudes de energía en la unidad de tiempo. Además de ello la velocidad del jugador estará relacionada con los siguientes factores: el peso corporal, relación de palancas de sus extremidades inferiores, relación muslo/pantorrilla, conformación o estructura de los pies (Joch, 1992). Los factores neuromusculares presentan también una significativa influencia para el rendimiento de la velocidad en los jugadores. Aquí es necesario citar factores vitales como:


El correcto proceso del entrenamiento que desarrolla el jugador posibilita optimizar todos estos factores limitantes y con el consecuente beneficio d el rendimiento en el juego.

Así entonces se hace necesario elevado desarrollo de velocidad en distancias específicas, las que demanda la especialidad. En el caso de los jugadores de fútbol y rugby es importante considerar los siguientes niveles:

guarismo en los 30 m. con partida detenida
Tabla Nº 1
excelente bueno regular malo deficiente
4.10 - 4.20s. 4.20 - 4.40s. 4.40 - 4.60 s. 4.60 - 4.80 s. > 4.80 s.
7.30 - 7.15 m/s 7.15 - 6.80 m/s 6.80 - 6.52 m/s 6.52 - 6.25 m/s < 6.25 m/s.


Dentro de las variantes de los deportistas en especialidades acíclicas tenemos a la agilidad, es decir, la capacidad de cambiar bruscamente de dirección de acuerdo a las circunstancias que así lo exijan. Este es un factor muy importante a tener en cuenta dado que en especialidades como por ejemplo el fútbol y rugby existe una elevada exigencia en este sentido: el correcto "dribling" o finta puede proveer al jugador de una situación muy ventajosa para su equipo. Por este motivo es necesario entrenar a los jugadores con estas características, con o sin elemento de la disciplina deportiva. Así entonces son muy utilizados ejercicios de los llamados tipo "slalom" o carrera sorteando postes o conos.

También la mejor reacción de partida favorecerá en elevada magnitud al jugador dado que las distintas situaciones del juego se deben de resolver en plazos sumamente cortos, quizás en menos de 1 sec.(!) (Bosco, 1995).

Dentro del desarrollo de la velocidad pura se hace necesario efectuar corridas hasta unos 4, 5 s. en alta intensidad y con pausas completas y pasivas lo que permitirá la mejor recuperación de los niveles del fosfágeno. Esta circunstancia debe ser muy tenida en cuenta por parte del entrenador: pausas incompletas perturban los niveles adecuados de los fosfágenos, con merma en el desarrollo de la velocidad. En el caso de la resistencia de velocidad (alactácida) los tiempos o espacios a cubrirse serán algo más prolongados: 6 - 8 s. o en su defectos se utilizarán distancias más cortas con pausas incompletas de recuperación. Ej.: 3 x 5 x 30m. (45") (8´). Si bien las micropausas son breves, esto se compensa adecuadamente con las macropausas. Aquí entonces se trata de combinar adecuadamente estas dos modalidades de recuperación.


La fuerza muscular
La fuerza muscular tiene elevada correlación con la velocidad del deportista. El desarrollo de la f.m. estará cimentada sobre los siguientes fundamentos: la coordinación intra e intermuscular. El primero de estos dos factores supone no solamente la capacidad de reclutar teóricamente todas las fibras musculares sino también de efectuarlo en el menor tiempo posible. Sin embargo esto no debe aislarse del segundo factor, la coordinación intermuscular, o el juego mancomunado y coordinado que existe entre los distintos grupos musculares.

Los medios a utilizar en este caso consiste en los distintos ejercicios de fuerza, entre ellos los de la halterofilia como ser la sentadilla profunda (Anselmi, 1998), el arranque y el envión en sus distintas modalidades, el arrastre de pesos, los multisaltos, rebotes, pliometría, press en banco, y tirones de polea en la dorsalera. El empleo de las cargas para incrementar tanto la coordinación intra como la intermuscular deben ser relativamente elevadas, es decir, por encima del 80% de la máxima capacidad. Esto configura un trabajo que se estará moviendo continuamente por el área del fosfágeno, con escasa producción de lactato. De todas maneras la musculación que adquiera el jugador se debe de orientar para un mayor dinamismo en la mecánica del juego y sin el perjuicio de la coordinación fina. Esto se puede lograr cuando se trabaja con ejercicios alternativos, es decir, alternando distintas técnicas de trabajo a la manera del entrenamiento en estaciones. Ejemplo: sentadilla, 2) press en banco, 3) "skipping" (carrera rápida con elevación de las rodillas), 4) "canguro" sobre 7 o 9 pasos, 5) abdominales, 6) carrera sobre 20 - 30 m. lateralizando los pasos, 7) "tirones" en la dorsalera, 8) carrera sobre 60 - 80 m. (90 - 95%). El descanso entre cada estación es de 1 minuto, y 3 minutos al finalizar cada ronda. Se efectúan entre 4 a 6 rondas. Se debe procurar lo siguiente:


El desarrollo de este trabajo también es conveniente realizarlo con ejercitaciones propias de la disciplina deportiva para la cual se entrena el deportista: con utilización apropiada del implemento deportivo.

Entrenamiento de la resistencia para deportes acíclicos y/ o de conjunto
Si bien existen en los deportes acíclicos elevado desarrollo de velocidad para encarar las distintas situaciones del juego, el hecho es que la mismas hay que desarrollarlas muchas veces durante el transcurso del partido. De aquí surge entonces la exaltación de la resistencia: repetir muchas veces las distintas situaciones del juego en las mejores condiciones posible. Por este motivo se hace necesario desarrollar un específico entrenamiento de la resistencia.

El entrenamiento de la resistencia proporciona al jugador entre otros factores los siguientes:

Incremento en el contenido y actividad de distintos sustratos y enzimas
Un sistemático entrenamiento de la resistencia puede producir un incremento en el contenido y actividad de distintos sustratos y enzimas. En ese sentido tenemos que destacar el incremento glucogénico tanto hepático como también el muscular. Distintas investigaciones han podido demostrar que el contenido del glucógeno hepático como el muscular puede incrementarse en más del 100% (Bergström, Hultman, 1967; Hermansen, y col. 1967). Obviamente un incrementado contenido glucogénico muscular posibilita su más rápida degradación y proveer mayores magnitudes de energía en la unidad de tiempo. Debido a que dicha degradación ocurre a través de la vía anaeróbica - glucolítica, ello supondría un incremento en la producción de lactato. Sin embargo la velocidad de descomposición por vía anaeróbica permanece constante, mientras que por el otro lado crece su metabolismo mediante la vía aeróbica oxidativa (Platonov, 1995). Esto es sumamente importante para la prosecución de trabajos relativamente prolongados dado que supone una incrementada intensidad de trabajo aún con energía proveniente por vía oxidativa, con baja formación de lactato. En partidos de fútbol "muy corridos" como también en el juego del básquetbol en donde existe elevada exigencia por la marcación individual, esto constituye gran ventaja para la eficiencia del juego. El incremento del contenido glucogénico está relacionada entonces con un mayor consumo de oxígeno. Entrenamientos a nivel aeróbico elevan las posibilidades para incrementar el contenido de mioglobina, hecho verificado en cobayos (Pattegale y Holloszy, 1967). Sin embargo estas experiencias no han arrojado luz en el caso de los seres humanos (Jansson, 1982).

Incremento de la actividad enzimática
Este es un aspecto verdaderamente importante en el desarrollo del entrenamiento por parte del deportista. Las distintas funciones metabólicas se ven incrementadas debido a la dinámica del trabajo enzimático, especialmente a nivel tanto a nivel glucolítico como también mitocondrial. Así entonces se ve incrementada la actividad de la oxidación del NADH a nivel de la cadena respiratoria, el 3 - Hidroaxil - CoA - Deshidrogenasa, Piruvato oxidasa, Glicerol - 1- Fosfato-Deshidrogenasa, Citocromoxidasa, Suscinatodeshidrogenasa (Hollmann, Hettinger, 1990).

Consumo de oxígeno (potencia aeróbica)
Por potencia aeróbica (Vo2máx) entendemos la máxima capacidad para metabolizar este gas en la unidad de tiempo. Aquí no analizaremos los distintos factores que responden al consumo de oxígeno, solamente se destaca que teóricamente cuanto mayores magnitudes de oxígeno puede metabolizar una persona en la unidad de tiempo, a mayor intensidad puede desarrollar el jugador o deportista su especialidad sin producir significativos niveles de lactato. Este es por lo tanto uno de los grandes objetivos del entrenamiento de la resistencia para los deportes acíclicos: desarrollar mayores magnitudes de trabajo en la unidad de tiempo durante un lapso relativamente prolongados, o repetidas veces, sin desviarse mayormente del mecanismo oxidativo para la obtención de energía. Los jugadores, especialmente en las especialidades en donde existe el traslado de mucha distancia durante el encuentro (básquetbol, hándball, fútbol). Así entonces deben de poseer un buen consumo de oxígeno para hacer frente a las intensas y continuas exigencias, con niveles que llegan estadísticamente a los 55 - 65 ml/kg/min. (Bosco, 1985). Existen sin embargo ciertas variantes para el máximo consumo de oxígeno teniendo en cuenta las distintas edades y como lo muestra la tabla Nº 2. en relación a jugadores de fútbol de élite de Dinamarca (Bangsbo, 1995).

Tabla Nº 2 (Bangsbo, 1995)
Edad 16 18 - 21 22 - 25 26 - 29 >29
VO2máx
(ml · min-1 Kg-1)
59.5
(53.8 - 64.2)
60.7
(56.3 - 67.7)
61.8
(54.2 - 65.9)
59.6
(52.7 - 72.0)
60.9
(51.7 - 64.5)


El entrenamiento de la resistencia se desarrolla a través de distintas áreas o ámbitos metabólicos, los cuales son los siguientes:


(basado en Maglisco, 1983; Hollmann, Hettinger, 1990; Berg y col. 1990; Mazza, 1990, Molnár, 1993, 1995).
  • área subaeróbica o bajo nivel aeróbico
  • área superaeróbica o mediano nivel aeróbico
  • área del máximo consumo de oxígeno o alto nivel aeróbico
  • área de la capacidad, tolerancia y potencia anaeróbica lactácida.

Area Subaeróbica o de Bajo Nivel Aeróbico
Deportes de alto desarrollo de velocidad como el voleibol, tenis, rugby y fútbol lo utilizan mediante el entrenamiento continuo solamente para la entrada en calor y vuelta a la calma. Debido a su desarrollo relativamente lento en la unidad de tiempo, presenta inconveniencias para disciplinas deportivas de alta intensidad (Hegedüs, 1984; Bosco, 1995). Este método de entrenamiento tiene más validez para deportes muy "corridos" como ser el básquetbol, hándball o el hockey.

Entrenamiento Fraccionado para el Area Subaeróbica
Consiste en la realización de corridas sobre trechos que pueden oscilar entre los 200 y 1600m. Las pausas, velocidades y repeticiones estarán limitadas por el área que se está trabajando como también por el nivel del jugador. La distancia base para desarrollar el entrenamiento son los 1200m. cuya duración estará íntimamente relacionada con el máximo consumo de oxígeno. El cálculo se efectúa de la siguiente forma a manera de ejemplificación y utilizando la distancia fraccionada de los 400m. (Schmolinsky, 1979; Joch, 1992).

4´00" x 60 = 240"(100%) ; 240": 3 = 80"(400m)

Todas estas áreas de trabajo se pueden trabajar mediante el método continuo y fraccionado, aunque el ámbito anaeróbico lactácido se puede desarrollar únicamente con el último.


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Año 3. Nº 11. Buenos Aires, Octubre 1998.