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Medición de la ansiedad de trazo competitiva
en tenistas categorías infantil y juvenil

 

*Universidad de Playa Ancha, Valparaíso (Chile)

**Universidade de São Paulo, São Paulo (Brasil)

Enrique Alejandro Cabello Contreras*

ecabelloc@gmail.com

Dante De Rose Junior**

danrose@usp.br

 

 

 

Resumen

          La ansiedad de trazo competitiva es la tendencia a percibir las situaciones competitivas como amenazadoras. El propósito de este estudio fue identificar los niveles de la ansiedad de trazo competitiva en tenistas infantiles y juveniles en la fase cronológica entre los 12 hasta los 18 años, que juegan a nivel nacional y compararlos en función de variables como el género, las diferentes fases de edad y la relación con el tiempo de práctica. El estudio fue realizado con 145 niños, divididos en las categorías de: menores de 12, menores de 14, menores de 16 y menores 18 años. El instrumento utilizado fue el Sport Competition Anxiety Test (SCAT). Los datos fueron analizados por medio de la prueba de U de Mann Withney, análisis de varianza de Kruskal – Wallis y la prueba de Spearman. Los resultados arrojaron que solamente en la categoría menores de 16 años hay una diferencia estadísticamente significativa entre damas y varones; del mismo modo no hay diferencias estadísticamente significativas entre las diferentes fases etáreas por género; por último, en lo que respecta a comparar niveles de ansiedad y tiempo de práctica, en varones hay una ausencia de correlación (menores de 14 y 16 años) y una correlación positiva débil (menores de 12 y 18 años); en damas todas las categorías presentaron una correlación positiva débil, salvo la de menores de 18 años que presentó una correlación positiva moderada. Se concluye que los niveles de ATC pueden ser considerados moderados.

          Palabras clave: Psicología del deporte. Ansiedad. Deporte infantil. Tenis.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 119 - Abril de 2008

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Introducción

    El objetivo de la presente investigación fue conocer los niveles de ansiedad de trazo competitiva en los tenistas, damas y varones en las categorías infantil y juvenil a nivel nacional, comparando los géneros y categorías y relacionar el tiempo anterior de práctica de los deportistas y el nivel de ansiedad de trazo competitiva.

    De acuerdo al estudio realizado por Kreiner – Phillips y Orlick (1993), efectuado con 17 campeones o poseedores de record mundiales, se llegó a la conclusión de que una de las habilidades más importantes para mantener niveles máximos de rendimiento durante años, fue el control de la ansiedad, la cuál será estudiada en la presente investigación.

    La ansiedad ha sido definida por Weinberg y Gould (1999), como un estado emocional negativo caracterizado por el nerviosismo, preocupación y aprensión, asociados con el arousal o activación del cuerpo. Spielberger (1988), expresa que la ansiedad puede ser clasificada como; ansiedad de trazo: que es la predisposición de una persona a percibir ciertas situaciones como amenazadoras o no, respondiendo a ellas con niveles variados de ansiedad de estado; y ansiedad de estado, que es un estado emocional inmediato, caracterizado por un sentimiento de miedo, aprensión y tensión, acompañado o asociado con la activación del sistema nervioso autónomo.

    Martens, desarrolló la teoría de la ansiedad de trazo competitiva que es la predisposición de percibir eventos deportivos como amenazadores y a responder a ellos con niveles variados de ansiedad de estado competitiva. (Martens et al, 1990).

    En el caso de la competición en el tenis, ésta, representa un desafío mental contra el adversario y contra sí mismo. Según Crespo y Milley (1999), a menudo, el estado mental del jugador puede ejercer una enorme influencia en su estado físico. Además señalan que el tenis de competición, por sus características puede llegar a ser sumamente estresante. Entre los factores que ellos mencionan como generadores de estrés encontramos: es un deporte individual, esto genera más estrés que los deportes colectivos; requiere mucha coordinación, por lo cuál puede ser sumamente frustrante no poseerla; el sistema de puntuación no permite nunca sentirse seguro del resultado; nunca se sabe cuando concluirá el partido, no hay límite de tiempo; en la mayoría de los torneos no se permite a los entrenadores dar consejo; el sistema de competición es por eliminatoria, perder significa abandonar el torneo; competiciones semanales, con desplazamientos considerables de una ciudad o de un continente a otro durante la temporada que dura todo el año; cambios diversos, tales como canchas, pelotas, clima, comida, etc.

    Si el tenis de competición a nivel profesional implica tanta presión, las implicaciones de la competencia deportiva a nivel infantil y juvenil, requiere un análisis aún mayor, siendo un tema controversial si el niño debe competir o no.

    Muchos deportistas descubren que la experiencia de la competición les causa una gran sensación de estrés. Ewing y Seefeldt citados por Weinberg y Gould (1999), señalan que de cada diez niños que comienzan una temporada deportiva, tres o cuatro se retirarán al comienzo de la próxima. Dentro de las causas por las cuales se argumenta esta situación, uno de los tres factores más importantes corresponde al estrés generado por la competición.

    Como anteriormente se mencionó, la ansiedad de trazo es un factor de la personalidad que predispone a la persona a ver la competición y la evaluación social como más o menos amenazadora. Una persona con alta ansiedad de trazo percibe la competición como más amenazadora, provocando más ansiedad que una persona con baja ansiedad de trazo.

    Las investigaciones para determinar diferencias entre hombres y mujeres en la ansiedad desde el punto de vista unidimensional, son contradictorias. De acuerdo a la revisión de Martens et al (1990), las investigaciones revelan que: a. no existen diferencias en ansiedad de trazo competitiva basadas en el sexo (Burnans et al, 1988; Feltz y Albretch, 1986; Rainey et al 1987; Smith, 1983); b. las mujeres presentan más ansiedad de trazo que los hombres (Brustad y Weiss, 1987; Gill,1988; Hogg, 1980; Krotee,1980); c. los hombres presentan más ansiedad de trazo que las mujeres (Deustch y Weiss, 1984).

    Ahora, desde el punto de vista multidimensional de la ansiedad, los resultados han mostrado que las mujeres presentan mayores niveles de ansiedad de estado antes de las competiciones que los hombres. (Jones y Cale, 1989; Martens et al, 1990, citados por Manoel, 1994).

    Siguiendo con la revisión de ansiedad de trazo competitiva, Stefanello (1990), en un estudio a fin de verificar la relación entre ansiedad competitiva y los factores de personalidad de adolescentes que practican voleibol, concluyó que las atletas parecen tener mayores niveles de ansiedad de trazo y de estado que los hombres.

    De Rose Junior et al (1991), en un estudio con jugadores y jugadoras de básquetbol demostraron que las mujeres presentaban niveles de ATC significativamente mayores que los hombres.

    Manoel (1994), demostró diferencias significativas entre los géneros practicantes de atletismo. Además informa que el ítem años de experiencia fue un antecedente significante de la ansiedad somática. Del mismo, expresa que la socialización tradicional de los géneros, lleva a la mujer a experimentar mayores niveles de ansiedad de estado frente a ambientes competitivos y que, por otra parte, para las mujeres es más favorable hablar sobre síntomas desagradables que los hombres; de esa manera es más aceptado que ellas hablen sobre sus sentimientos en mayor medida que lo que lo hacen los hombres.

    En lo que respecta a diferencias entre los grupos etáreos por géneros, De Rose Junior y Vasconcellos (1997), en un estudio con practicantes de atletismo, no reportan diferencias estadísticamente significativas entre las diferentes fases etáreas dentro del mismo género. En este estudio con atletas divididos en categorías menores de 12, 14 y 16 años, se demostró que la categoría que presentaba mayor ansiedad de trazo en damas, fue la de mayor edad (menores de 16 años).

Metodología

    Esta investigación es de tipo descriptiva (Kerlinger, 2002), con un diseño que sigue un enfoque comparativo y con un estudio de correlación, con un paradigma empírico – analítico (Thomas, 1990 en Oliva, 1999). Las variables independientes corresponden a la categoría etárea, el género y el tiempo de práctica, en tanto que la variable dependiente corresponde a la ansiedad de trazo competitiva.

Selección de los individuos

    La muestra fue de tipo probabilística estratificada seleccionando intencionalmente a 145 individuos (64 damas y 81 varones) divididos en cuatro categorías de acuerdo con la Federación Internacional de Tenis, (ITF): 34 menores de 12 años (17 damas y 17 varones); 42 menores de 14 años (19 damas y 23 varones); 40 menores de 16 años (17 damas y 23 varones) y 29 (11 damas y 18 varones) menores de 18 años y que hayan participado a lo menos en un campeonato nacional de menores reconocido en el calendario de la Federación de Tenis de Chile

Instrumento

    Se midió la ansiedad de trazo competitiva a través del “Sport Competition Anxiety Test” (SCAT) desarrollado por Martens (in Martens et al, 1990). Fue utilizado este instrumento por ser específicamente diseñado para medir la A.T.C., de tal forma que puede ser administrado en cualquier fase del proceso competitivo y además posee una versión (SCAT – C) que es especialmente construido para niños entre 10 y 14 años.

    El rango de puntaje para el SCAT se extiende desde un mínimo de 10 hasta un máximo de 30 puntos, en donde se interpreta que de 10 a 16 puntos es considerado un nivel bajo, entre 17 a 23 puntos es un nivel moderado y de 24 a 30 puntos se considera un nivel alto de ansiedad de trazo competitiva.

    Para dar respuesta al objetivo específico que dice relación a la correlación entre ansiedad de trazo competitiva y tiempo de práctica se complementó el cuestionario con la pregunta tiempo de práctica, expresada en meses.

Procedimiento

    Se evaluó a los tenistas aplicando el SCAT durante la realización del Primer Nacional de Menores desarrollado en la ciudad de Viña del Mar, en 2005. Considerando que la variable ansiedad de trazo competitiva refleja un trazo psicológico, la recolección de datos puede ser realizada en cualquier momento del proceso competitivo, según la orientación del propio autor del test.

    Los pasos a seguir para la aplicación del test fueron los siguientes:

  1. Se reunió a los jugadores de cada zona en algún lugar donde pudieran estar sentados.

  2. Se les entregó el cuestionario y lápices a todos los jugadores.

  3. Se les leyó y explicó a todos los jugadores al mismo tiempo las instrucciones del test.

  4. Se dio un máximo de 20 minutos para responder el SCAT. Pasado dicho lapso de tiempo se recopilaron los cuestionarios.

Tratamiento estadístico de los datos

    Para el análisis de los datos recolectados se trabajó con una estadística descriptiva (promedios y desviación estándar), para comparar la ansiedad de trazo competitiva de las damas con el de los varones se trabajó con la prueba U de Mann Withney con un nivel de significancia del 95%. En cuanto a la comparación de los niveles de A.T.C. entre las diferentes categorías por género se utilizó el análisis de varianza por puestos de Kruskal – Wallis. Por último para determinar la relación entre tiempo anterior de práctica y manejo de la ansiedad se empleó la prueba de significancia para el coeficiente de Correlación de Puestos de Spearman con un nivel de significancia = 0,05.

Resultados

    A partir de las respuestas de los deportistas en el SCAT fueron obtenidos los siguientes resultados:

    En primer termino los niveles de ansiedad de trazo competitiva en función del género (promedio y desviación estándar), se pueden observar en la TABLA 1.

Tabla 1. Niveles de ansiedad de trazo competitiva en función del género: promedio (x) desviación estándar (ds).

    Como se observa en la Tabla 1, las damas presentaron un mayor promedio (20,42) en la puntuación de la ansiedad de trazo competitiva que los varones (19,11).

    Para observar la distribución de los promedios y desviación estándar en damas y varones en las diferentes categorías, se presentan los resultados en la TABLA 2.

Tabla 2. Cuadro resumen de la distribución de promedios y desviación estándar en damas y varones en las diferentes categorías.

    En la Tabla 2, se puede observar lo siguiente: en primer lugar en todas las categorías, salvo en la categoría menores de 18 años, las damas presentaron mayores puntuaciones en la ansiedad de trazo competitiva que los varones. Por otra parte, en varones, la categoría que presentó mayor ansiedad de trazo competitiva fue la de menores de 18 años (20,77). En damas, la categoría que presentó el mayor nivel de ansiedad de trazo competitiva, correspondió a la de menores de 16 años (21,05).

    Para determinar si existían diferencias significativas en los niveles de ansiedad de trazo competitiva en función del género y entre las diferentes categorías de edad, se recurrió a la prueba U de Mann Whitnney.

    Los resultados de la prueba permiten concluir que no existieron diferencias estadísticamente significativas entre damas y varones en todas las categorías del estudio, excepto en la categoría debajo de 16 años.

    Los resultados en la categoría menores de 16 años, muestran un valor Z = 2,09 (donde el Z crítico = 1,69) lo que permite concluir que en esta categoría existía una diferencia estadísticamente significativa de la ansiedad de trazo competitiva de las damas con el de los varones.

    En lo que respecta al segundo objetivo específico de esta investigación que dice relación a la comparación de los niveles de ansiedad de trazo competitiva entre las diferentes categorías por género, se trabajo con el análisis de varianza de Kruskal-Wallis.

    Al analizar los resultados del género masculino (H = -107,36), estos muestran que no existirán diferencias estadísticamente significativas entre las categorías de edad (menores de 12, menores de 14, menores de 16 y menores de 18 años).

    De igual forma, al analizar los resultados del género femenino (H = -59,19), se observa que no existirán diferencias estadísticamente significativas entre las categorías de edad.

    Para dar respuesta al tercer objetivo específico de este estudio, referido a relacionar el tiempo anterior de práctica con el manejo del nivel de ansiedad de trazo competitiva, se trabajó con la prueba de significancia para el Coeficiente de Correlación de Puestos de Spearman.

    Los resultados de los varones nos indican que tanto en la categoría menores de 14 años (rs = -0,09), como en la categoría menores de 16 años (rs = -0,3), hay una ausencia de correlación.

    Por otra parte, en las categorías menores de 12 años (rs = 0,16) y menores de 18 años (rs = 0,14), existe una correlación positiva débil; pero para que sea esta correlación estadísticamente significativa el rs calculado debería haber sido igual o superior a 0,475.

    Los resultados de las damas, muestran que en todas las categorías, salvo en menores de 18 años, existe una correlación positiva débil y que en esta última categoría existe una correlación positiva moderada (12 años: rs = 0,07; 14 años: rs = 0,04; 16 años: rs = 0,12; 18 años: rs = 0,52). Por otro lado, en todas las categorías, el rs calculado no permite detectar diferencias estadísticamente significativas.

Discusión de los resultados

    Los resultados obtenidos en este estudio revelan que las damas presentan como promedio mayor ansiedad de trazo competitiva (20,42) que los varones (19,11). Estos niveles pueden ser considerados moderados, cuando son analizados globalmente de acuerdo con la escala establecida por el autor del SCAT (Martens, 1990).

    En relación a la distribución de los promedios por géneros entre las categorías etáreas, los resultados muestran que en todas las categorías, salvo en menores de 18 años, las damas presentaron mayores niveles de ansiedad. En damas la categoría que presentó mayor ansiedad fue la de menores de 16 años. Contrastados estos datos con el trabajo realizado por De Rose Junior y Vasconcellos (1997), se encuentra similitud en lo que respecta a la categoría de mayor ansiedad en damas, pero no así en varones, ya que dicho estudio encontró el mayor nivel en la categoría menores de 12 años.

    En lo que respecta a la comparación del nivel de ansiedad de trazo competitiva de las damas con el de los varones, las investigaciones son escasas, encontrándose resultados divergentes: Feltz y Albretch (1986); Rainey et al (1987); Burnans et al (1988) y Smith (1983), citados por Martens (1990), informan que no existen diferencias en la ansiedad de trazo competitiva entre los géneros. Otros estudios, tales como los de Stefanello (1990) y Manoel (1994) con practicantes de voleibol y atletismo respectivamente, De Rose Junior; Vasconcellos y Medalha (1991) con practicantes de básquetbol y De Rose Junior y Vasconcellos (1997) con practicantes de atletismo, han demostrados que las damas son más ansiosas que los varones. En este estudio no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre damas y varones, salvo en la categoría menores de 16 años.

    Realizado el análisis estadístico entre las distintas categorías por género, los resultados muestran que no hay diferencias estadísticamente significativas. Se encuentra similitud entonces con el estudio de De Rose Junior y Vasconcellos (1997).

    Respecto al tema de la ansiedad comparándola con el tiempo anterior de práctica, las investigaciones son escasas, encontrándose sólo un estudio en practicantes de atletismo de ambos géneros (Manoel, 1994), en el cuál expresa que el ítem años de experiencia, fue un antecedente significante de la ansiedad somática. En el presente estudio, los varones presentaron una ausencia de correlación (menores de 14 y menores de 16 años) y una correlación débil en las categorías menores de 12 y menores de 18 años. En lo que respecta a las damas, estas presentaron una correlación positiva débil en todas las categorías, salvo en la de menores de 18 años que presentó una correlación positiva moderada. En ambos géneros, la diferencia no fue estadísticamente significante.

Conclusiones

    Presentados y discutidos los resultados arrojados por las muestras en éste estudio, permite concluir lo siguiente:

  • El nivel de ATC en los tenistas, damas y varones a nivel nacional, se considera moderado.

  • El promedio de la ansiedad de trazo competitiva fue mayor en mujeres que en varones.

  • En damas, el grupo que presentó el promedio más alto fue el de la categoría menores de 16 años. Por otra parte en varones, correspondió a la categoría menores de 18 años.

  • Al comparar la ansiedad de trazo competitiva de las damas con la de los varones, se observó una diferencia estadísticamente significativa en la categoría menores de 16 años. No se observaron diferencias estadísticamente significativas en las restantes categorías.

  • No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre las diferentes categorías por género.

  • Al relacionar el tiempo de práctica de los deportistas y el nivel de ansiedad de trazo competitiva en varones, en las categorías menores de 14 y menores de 16 años, se observa una ausencia de correlación. En las categorías menores de 12 y menores de 18 años existe una correlación positiva débil. En damas, la categoría menores de 18 años, presentó una correlación positiva moderada; las restantes categorías presentaron una correlación positiva débil.

  • Respecto a la primera hipótesis planteada para este estudio esta es rechazada, ya que, en casi todas las categorías, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre damas y varones.

  • En base a la segunda hipótesis de éste trabajo, que expresa que las categorías inferiores (menores de 12 y menores de 14 años), tendrían niveles más altos de ansiedad de trazo competitiva que las categorías superiores (menores de 16 y menores de 18 años), esta es rechazada ya que no se detectaron diferencias estadísticamente significativas.

  • Por último, la tercera hipótesis alternativa de este estudio expresa que a mayor cantidad de meses de práctica existe un menor nivel de ansiedad de trazo competitiva. En este trabajo no se detectaron diferencias significativas. Esto puede deberse a que cantidad de meses de entrenamiento no es igual a cantidad de competencias importantes. Un jugador podría tener años de entrenamiento, pero podría carecer de competencias importantes que revelarían su real nivel competitivo.

  • Al observar la gran cantidad de niños y jóvenes que se inician en la práctica deportiva a más temprana edad, y el rol del profesional de la actividad física de mantener una mayor cantidad de personas en el deporte, se sugiere realizar estudios relacionando la ansiedad con otras variables psicológicas tales como la confianza, motivación, competitividad, entre otras. Del mismo modo es importante comparar resultados de otros deportes, ya sean estos individuales o colectivos.

Referencias bibliográficas

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  • Martens, R., Vealley, R. & Burton, D. (Eds.). (1990). Competitive anxiety in sport. Champaign, IL: Human Kinetics.

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  • Spielberger, C. D. Stress and anxiety in sports. En Hackfort, D. & Spielberger, C. D. (1988). Anxiety in Sports: An International Perspective. CA: Hemisphere Publishing Corporation.

  • Stefanello, J. (1990). Ansiedade competitiva e os factores de personalidade de adolescentes que praticam voleibol: um estudo causal-comparativo. Kinesis, 6 (2), 203-204. jul./dez.

  • Weinberg, R. & Gould, D. (1999). Foundations of sport and exercise psychology. (2. ed.). Champaign, IL: Human Kinetics.

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revista digital · Año 13 · N° 119 | Buenos Aires, Abril 2008  
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