efdeportes.com
Hábitos de actividad física y demandas de
servicios de actividad física de las mujeres adultas

   
*Departamento de Psicopedagogía y EF, Universidad de Alcalá.
**Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del
Deporte-INEF, Universidad Politécnica de Madrid.
(España)
 
 
José Emilio Jiménez-Beatty Navarro*  
María Dolores González Rivera* | María Martín Rodríguez**  
David Del Hierro Pinés** | Jesús Martínez del Castillo**
emilio.beatty@uah.es
 

 

 

 

 
Resumen
     Diferentes estudios han mostrado la menor práctica de las mujeres en comparación a los varones. Sin embargo también se han detectado cambios en los modos de vida de las mujeres adultas en las sociedades económicamente desarrolladas, encontrándose entre estos cambios la incorporación de la actividad física a sus estilos de vida o el deseo de incorporarla. Pues bien los objetivos del estudio persiguen con respecto a las mujeres adultas del municipio de Madrid (España): conocer las necesidades de actividad física o su ausencia; identificar las actividades físicas realizadas y deseadas; y conocer las características de los servicios de actividad física utilizados o deseados. La metodología ha sido cuantitativa, efectuándose una encuesta mediante cuestionario a una muestra representativa de dichas mujeres.
    Palabras clave: Actividad física. Hábitos. Demandas. Mujeres adultas.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 118 - Marzo de 2008

1 / 1


Introducción

Estudios precedentes y objetivos del estudio

    Las mujeres representan en España más del 50% de su población. Sin embargo llama la atención, en comparación a los varones, su menor incorporación a los diferentes ámbitos de la actividad física y el deporte. Así puede comprobarse en los siguientes datos sobre la presencia de la mujer en el deporte español a comienzos de siglo XXI (Vázquez, 2002):

  • Hábitos deportivos de la población general (García Ferrando, M., 2001).
    27,0 % de mujeres y 46,0 % de hombres.

  • Deporte de juventud (Elzo, J., y col., 2000).
    58,8 % de mujeres y 81 % de hombres.

  • Deporte universitario (París, F., 1999).
    25 % de mujeres y 75 % de hombres.

  • Deporte escolar (Consejo Superior de Deportes, 1998).
    30 % de mujeres y 70 % de hombres.

  • Licencias federativas deportivas (Consejo Superior de Deportes, 2000).
    25,8 % de mujeres y 74,2 % de hombres.

  • Deporte de Alta Competición (Participación en Sydney, 2000).
    32,5 % de mujeres y 67,5, % de hombres.

    Estos datos confirman, una vez más, que son el género junto a la edad y la condición socioeconómica los factores que más discriminan en la práctica deportiva con gran diferencia sobre otros factores (García Ferrando, 2006; Mosquera, Puig, 2002; Vázquez, 1993, 2002). El análisis de género aplicado al deporte ha puesto de manifiesto no sólo las diferencias cuantitativas, sino también diferencias en el tipo de actividad física o deporte practicado, en su frecuencia e intensidad, en su forma de asociarse, en sus motivaciones y expectativas (Buñuel, 1992, 994; Vázquez, B., 1993; Puig, Soler, 2004; García Ferrando, 2006) por lo que puede afirmarse que en relación con la práctica de actividades físico-deportivas, las mujeres mantienen hábitos deportivos diferentes a los de los hombres.

    Así por ejemplo en la tabla 1 puede apreciarse como las "gimnasias de la forma" bien en su modelo instrumental, bien en su modelo expresivo (Buñuel, 1994), son en las mujeres las actividades más practicadas junto con las actividades incluidas en la etiqueta "Natación" (y que probablemente además de la Natación como Deporte, incluya de manera preponderante nadar para aprender, mantenerse en forma, rehabilitarse, o divertirse y las nuevas gimnasias en el medio acuático - acuagym, aquaerobic, hydrorider,...-). Por el contrario en los hombres se sigue apreciando una práctica más "deportiva".

    Ahora bien el colectivo femenino, no es un colectivo homogéneo, por lo que es necesario profundizar en otras variables sociales, como la edad, la educación o el status sociolaboral y económico (Vázquez, 1993, 2002; Jiménez-Beatty, Graupera, Martínez del Castillo, 2002; Mosquera, Puig, 2002). Y además el colectivo femenino no solamente no es homogéneo sino que se ha diversificado en el sentido de que hoy conviven diferentes formas de ser mujer, por lo que muchos de los estereotipos tradicionales también se han roto (Vázquez, 2002). Esto unido a los procesos de individualización de las sociedades avanzadas, permite a las mujeres construir su identidad de acuerdo con sus deseos en mayor medida que tradicionalmente. En ese sentido Alberdi (2000) destacaba como factores de la nueva identidad femenina entre las mujeres jóvenes españolas, la independencia, la actividad, la mayor seguridad en sí mismas y un mayor sentimiento de igualdad respecto de los hombres.

    Sin embargo, a pesar de estos avances y otros relacionados con el nivel educativo y con una mayor incorporación al trabajo, la práctica deportiva de la mujer, según los últimos sondeos, sigue siendo inferior a las de los hombres y además parece estar estabilizada (Tabla 2). Hay que destacar, además, que, a pesar de que las mujeres españolas hayan aumentado su nivel educativo, dispongan de más recursos e incluso tengan índices de natalidad muy bajos, no han aumentado su práctica deportiva de tiempo libre, como cabría esperar. Por todo ello se hace necesario profundizar en las causas sobre todo si se tienen en cuenta los beneficios asociados a la práctica del ejercicio físico, de los que las mujeres también deben disfrutar, avanzando en las soluciones a esta otra fuente y ámbito de desigualdades sociales relacionadas con el género.

    Pues bien en este contexto y con respecto a la población de mujeres adultas residentes en el municipio de Madrid, los objetivos del artículo son:

  1. Conocer las necesidades de actividad física o su ausencia, estableciendo la demanda establecida, latente y ausente de servicios de actividad física.

  2. Identificar las actividades físicas realizadas y deseadas

  3. Conocer las características de los servicios de actividad física utilizados o deseados.


Metodología

    El diseño metodológico ha consistido en efectuar entrevistas estructuradas aplicando un cuestionario a una muestra representativa de las mujeres de 30 a 64 años, residentes en el municipio de Madrid, (794.650, según el Censo de 2001). Dicha muestra tiene las siguientes características:

  • El tamaño, con un intervalo de confianza del 95,5%, un margen de error permitido de muestro del +- 4 % y suponiendo en la varianza poblacional el caso más desfavorable, es de 660 mujeres.

  • El muestreo ha sido probabilístico de tipo polietápico (Distrito, barrio, calle y "criterios ruta aleatoria").

    El trabajo de campo se llevó a cabo durante el mes de enero de 2005. Fueron efectuados los siguientes tipos de análisis de datos mediante el paquete informático de programas SPSS para WINDOWS (V 13.0.1):

  • Análisis descriptivo: Análisis univariable mediante gráficas de distribución de frecuencias relativas (porcentajes); Análisis bivariable mediante tablas de frecuencias relativas. En las variables con múltiples ítem y/o categorías, tablas con la media de las respuestas y su desviación típica.

  • Análisis inferencial: Análisis de tablas de contingencia, incluyendo las frecuencias absolutas, el valor de Chi-cuadrado de Pearson y su significación, así como el coeficiente de correlación Phi.


Necesidades de actividad física de las mujeres adultas madrileñas

    Los resultados obtenidos permiten desechar el planteamiento de que las mujeres constituyan un segmento homogéneo en sus necesidades de actividad física. La combinación de variables de tipo cultural, social y económico, junto con otras variables más específicas en cada mujer o grupo de mujeres, da lugar a situaciones muy variadas. Situaciones que a su vez, se corresponden con necesidades específicas, también en el ámbito de la actividad física, dando lugar a diversos subsegmentos. Entre ellos y en primer lugar, todo parece confirmar la existencia de tres grupos, tres segmentos diferenciados entre sí:

  • el segmento de la demanda establecida, existen un 40,2 % de mujeres adultas que se declaran practicantes, y que en principio tienen sus necesidades relativamente satisfechas. Si bien casi la mitad de estas mujeres, el 39,9 % desearía realizar otra actividad física además de la que ya realizan (demanda latente dentro de la establecida)

  • el segmento de la demanda latente, un 33 % del total de mujeres, no practicaban pero estaban interesadas, por lo que constituyen la demanda latente, es decir son mujeres que no tienen nada satisfechas sus necesidades de actividad física.

  • el segmento de la demanda ausente, el 26 % de las mujeres declararon ser no practicantes y no interesadas en practicar actividad física y deportiva. Si bien parte de ellas si estarían dispuestas a realizar ocasionalmente alguna actividad física de bajo esfuerzo.

    El elevado número de mujeres madrileñas que ya practican o estarían interesadas en hacerlo, tres de cada cuatro de ellas, está relacionado con que la mayoría conoce los diferentes beneficios que aporta la actividad física regular. El desconocimiento de los beneficios tiende a concentrarse en mujeres de más de cincuenta años, con estudios primarios y de la demanda ausente, es decir que ni practican ni están en interesadas en ello. De ahí la importancia, tal como recomienda la propia Organización Mundial de la Salud, de las campañas periódicas de actividad física y salud (que convendría reforzar en los citados segmentos) y de la recomendación y estimulación directa por parte de los médicos/as y resto de personal sanitario, especialmente en los centros de atención primaria, hacia estilos de vida saludables con un ocio activo. Sin embargo la mitad de las madrileñas entrevistadas expresaron que su médico/a no le había recomendado hacer actividad física, siendo aún menor el número de mujeres de la demanda ausente que declararon haber recibido dicha recomendación.


Actividades físico-deportivas practicadas y demandadas por las mujeres adultas

    En las actividades físicas realizadas por la demanda establecida (el 40% de las mujeres adultas de la ciudad), se han registrado en orden de mayor a menor incidencia las siguientes:

  • en primer lugar, la realización de ejercicio físico (bajo muy diferentes denominaciones de programas y servicios: en salas con máquinas de fitness o wellness, entrenamiento personal, acondicionamiento físico, gimnasia de mantenimiento, tonificación, estiramientos, musculación,....) en un 27,7% de estas mujeres practicantes,

  • seguida de nadar (19,1%), actividades físicas con música (aeróbic en sus diferentes variantes, bailes en sus diferentes modalidades - los más mencionados fueron los de salón -,...), el 16,87% y actividades del tipo de taichi o yoga, el 9,5%.

  • El resto de actividades físicas, tomadas en conjunto suponen un 27%. Sólo un 7,2% de las mujeres practicaban algunos deportes (de raqueta, u otros).

    Con respecto a las actividades físicas deseadas por la demanda latente, las actividades físicas que desean realizar aquellas mujeres que no practican pero les gustaría hacerlo (el 33% de las mujeres adultas de la ciudad), son de manera destacada:

  • actividades en el medio acuático, un 36,1% del total de estas mujeres (nadar, 34,2% y ejercicio acuático, 1,8%).

  • seguidas a más distancia por ejercicio físico (23,3%), y actividades con música, el 18,3%.

  • el resto de actividades deseadas suponen un 22 % del total de las respuestas en actividades deseadas por estas mujeres, diversificándose ampliamente en actividades como: deportes de raqueta (7%); desplazamientos al aire libre en la ciudad; actividades en la naturaleza; y otros deportes 2,7% (en concreto se refieren a deportes colectivos de sala, especialmente baloncesto y voleibol).

    A las mujeres de la demanda ausente (el 26 % de las mujeres adultas de la ciudad), aunque ya habían declarado que ni practicaban ni tenían interés en ello, se les preguntó no obstante si ocasionalmente desearían realizar alguna actividad de las que se les presentaron. Pues bien las principales actividades físicas que desearían realizar ocasionalmente parte de las mujeres de la demanda considerada como ausente son de mayor a menor frecuencia:

  • pasear, un 66% de dichas mujeres,

  • seguido de nadar, un 42%,

  • bailar, con un 33% de interesadas,

  • Gimnasia suave o ejercicio suave, con un 27% y 25% de menciones respectivamente,


Hábitos y características actuales y deseadas en los servicios de actividad física

    En referencia a los hábitos y características actuales de las actividades realizadas por las mujeres practicantes y comenzando por los beneficios buscados con la práctica física realizada por la demanda establecida, sólo el 7,7% de estas mujeres declaró realizar su actividad porque le gustaba competir. Para la mayoría de estas mujeres los fines por los que realizan su actividad física de ocio, están relacionados con lograr un bienestar integral: biológico, psicológico y social. Parece observarse que frente al modelo masculino tradicional del deporte y del deporte de competición, en estas mujeres consideradas en conjunto se han consolidado las tendencias ya detectadas en investigaciones precedentes de un modelo corporal y de actividad física diferente, un modelo que persigue el bienestar integral como fin y como medio, el denominado crecientemente hoy en día "Modelo Wellness".

    En cuanto al resto de características del servicio utilizado y/o la actividad realizada se han observado las siguientes:

  • En la frecuencia de práctica, se pudo observar que la mayoría son practicantes regulares de dos días o más a la semana.

  • la localización temporal de la práctica realizada, registra una gran diversificación. La mitad practica entre diario por la tarde, seguidas de un 28% que acuden por las mañanas, otro 11% por las noches, un 4% a mediodía y un 10% los fines de semana.

  • Respecto al tiempo dedicado en cada sesión de actividad, la mayoría practica una hora o algo menos.

  • En el gasto mensual en actividad física, se observa una gran dispersión. La mayoría abona cifras iguales o inferiores a los 30 €. Por encima de dicha cantidad sólo se situaban el 32 % de estas mujeres practicantes.

  • En cuanto al modo de organización de la práctica, la mayoría de estas mujeres utiliza los servicios de alguna entidad: el Ayuntamiento (26%), empresas (29%), asociaciones (14%) u otras organizaciones. Si bien hay un 28 % de mujeres que autoorganizan su actividad ellas mismas por su cuenta, o con amigos/as o familiares.

  • En cuanto a las instalaciones o espacios de práctica, la mayoría de estas mujeres practica en una instalación deportiva u otro centro que cuenta con ella. Siendo mucho menor el número de mujeres que practica en parques o lugares públicos (el 20%) o en su propio hogar (el 5%).

  • El modo de desplazamiento escogido por la mayoría para acudir al lugar donde practica, es ir andando (69%), seguido por la utilización del coche particular en el 19% de los casos. Utilizaban transporte público sólo una de cada diez mujeres.

    En las mujeres todavía no practicantes pero interesadas en hacerlo, la demanda latente, se constatan las características deseadas en los servicios y/o las actividades físicas expuestas a continuación. Con respecto a los fines y beneficios perseguidos coinciden plenamente con las mujeres ya practicantes, la práctica totalidad de estas mujeres desea realizar actividad física por: mantener o mejorar la salud, por sentirse a gusto, por estar en forma, para divertirse, para mejorar su atractivo. Y también sólo el 7,7% de estas mujeres declaró desear realizar su actividad porque le gustaría competir. Es decir que también la mayoría de estas mujeres desea realizar actividad física de ocio para lograr un bienestar integral y se inscribe plenamente en el "Modelo Wellness".

    Respecto a otras características de los servicios y/o las actividades físicas deseadas por la demanda latente, se han registrado las siguientes expectativas:

  • En la frecuencia de práctica, se pudo observar que la mayoría serían practicantes regulares si pudieran. Dos días a la semana les gustaría al 46% y tres días al 37%.

  • En la localización temporal de la práctica realizada, el 57% preferiría (o podría) entre diario por la tarde, seguidas de un 27% que prefieren por las mañanas, otro 5% por las noches, un 4% a mediodía y un 7% los fines de semana.

  • Respecto al tiempo dedicado en cada sesión de actividad, la mayoría practicaría una hora o algo menos.

  • En el gasto mensual en actividad física que realizarían, se observa una gran dispersión, si bien la mayoría abonaría cifras inferiores a los 30 €. Por encima de los 31 € sólo se sitúan el 24 % de estas mujeres. En todo caso y en relación al posible precio que fijen las entidades, debe señalarse que la mitad de estas mujeres de la demanda latente declararon en la variable ingresos, vivir con estrecheces o necesitar ayuda.

  • En cuanto al modo de organización de la práctica, la mayoría de estas mujeres preferiría utilizar los servicios de alguna entidad: especialmente el Ayuntamiento - parte de ellas quizás por tener unas expectativas de precios más adaptados a su capacidad adquisitiva - (65%), empresas (13%), asociaciones (9%) u otras organizaciones. Tan sólo un 11 % de estas mujeres preferirían autoorganizar su actividad ellas mismas por su cuenta, o con amigos/as o familiares.

  • En cuanto a las instalaciones o espacios de práctica, la mayoría de estas mujeres practicaría en una instalación deportiva u otro centro que contara con ella. Sólo el 11% preferiría practicar en parques o lugares públicos, o en su propio hogar (siendo la mayoría de estas mujeres las mismas que preferirían autoorganizar su práctica).

  • El modo de desplazamiento preferido por la mayoría para acudir al lugar donde fuera a practicar, es ir andando (88%), siendo muy escasas las preferencias por el resto de opciones. Es decir que aquellas entidades que intenten captar a esta demanda latente, deben tener muy presente una localización geográfica de prestación del servicio próxima a los lugares de residencia de estas posibles clientas. Especialmente en la ubicación de la instalación, en aquellos casos que sean las clientas quienes deban desplazarse al lugar de prestación del servicio.


Conclusiones

    Los resultados obtenidos confirman en la sociedad madrileña, los cambios detectados en estudios precedentes en los modos de vida de las mujeres adultas en las sociedades económicamente desarrolladas. Entre esos cambios se encuentra la incorporación de la actividad física a sus estilos de vida (en el 40% de los casos) o el deseo de incorporarla (en el 33% de los casos). Además parece confirmarse la tendencia ya apuntada por Buñuel, de preferencia por la mayor parte de las mujeres de las llamadas "gimnasias de la forma", y del hoy en día denominado "Modelo Wellness": sentirse más saludables, atractivas y a gusto, son los beneficios principales que buscan la mayoría de estas mujeres.


Bibliografía

  • Alberdi, I. et al. (2000). Las mujeres jóvenes en España. Barcelona: Fundación La Caixa.

  • Ayuntamiento de Madrid (2004). Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres del municipio de Madrid. Madrid: Dirección General de Igualdad de Oportunidades, en www.munimadrid.es

  • Buñuel, A. (1994). La construcción social del cuerpo de las mujeres en el deporte. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 68, 97-117.

  • Jiménez-Beatty, J. E.; Graupera, J.L. y Martínez del Castillo, J. (2002). Hábitos y demandas deportivas de las mujeres mayores en el municipio de Madrid. En B. Vázquez (comp.): Mujeres y actividades físico-deportivas (Investigaciones en Ciencias del Deporte, nº 35). Madrid: Consejo Superior de Deportes (pp. 223-253).

  • Martínez del Castillo, J. (Dir.); Vázquez, B.; Graupera, J.L.; Jiménez-Beatty, J. E.; Ríos, D.A. (2005). La actividad física y deportiva de las mujeres en el municipio de Madrid. Madrid: Editorial Ayuntamiento de Madrid.

  • García Ferrando, M. (2001). Los españoles y el deporte: Prácticas y comportamientos en la última década del siglo XX. Madrid: MEC - CSD.

  • García Ferrando, M. (2006). Posmodernidad y Deporte: Entre la individualización y la masificación. Encuesta sobre hábitos deportivos de los españoles. Madrid: MEC - CSD.

  • Mosquera, M.J. y Puig, N. (2002), Género y edad en el deporte. En García Ferrando, M.; Puig, N.; Lagardera, F. (comps.), Sociología del Deporte. Madrid: Alianza Editorial, 114-141.

  • Puig, N. (2001). La situación de la mujer en el deporte al iniciarse el siglo XXI. En Latiesa, M. Et al. Deporte y Cambio social en el umbral del siglo XXI. Madrid: Aeisad - Esteban Sanz, Vol II, 67-80.

  • Vázquez Gómez, B. (1993). Actitudes y prácticas deportivas de las mujeres españolas. Madrid: Instituto de la Mujer.

  • Vázquez Gómez, B. (comp.) (2002). Mujeres y actividades físico-deportivas (Investigaciones en Ciencias del Deporte, nº 35). Madrid: Consejo Superior de Deportes.

Otros artículos sobre Género y Mujer

  www.efdeportes.com/
Google
Web EFDeportes.com

revista digital · Año 12 · N° 118 | Buenos Aires, Marzo 2008  
© 1997-2008 Derechos reservados