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Los análisis de sangre como herramienta
de valoración del entrenamiento en triatletas

   
Licenciado en Educación Física, por la Universidad de Granada. (I.N.E.F.).
Diplomado en Educación Física por la Universidad de Valladolid.
Entrenador Nacional de Atletismo. Entrenador Superior de Natación y Triatlón.
 
 
Jorge Ortega Diez
joortega@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
     En general existen muchos test de rendimiento que podemos aplicar en un deporte de resistencia como es el triatlón y que nos darán una importante información sobre el estado del deportista, pero siempre se referirá a un aspecto concreto (nivel de fuerza, estado de su capacidad aeróbica,...). Es necesario una valoración global, asequible a todo el mundo y que nos de información sobre la asimilación del programa de entrenamiento y el plan de alimentación; es aquí donde surge los análisis de sangre como una herramienta de vital importancia como medio de control del entrenamiento del triatleta
     Así, con el presente estudio se pretende dar al entrenador una información útil para interpretar una analítica de sangre de manera correcta y utilizarla a lo largo de la temporada como control del entrenamiento. De esta forma el entrenador podrá realizar un chequeo sobre la intensidad del entrenamiento, el volumen y su adaptación, analizar síntomas de sobreentrenamiento antes de que se produzcan, errores en la dieta e hidratación, diferenciar entre anemias o adaptaciones al entrenamiento de resistencia, etc..
     Para tal fin, se hace un seguimiento sobre los diferentes componentes de la sangre, realizando, bajo una base teórica, un acercamiento práctico y útil para el entrenador, y ofreciendo tablas resumen para facilitar el estudio de cada apartado.
    Palabras clave: Triatlón. Resistencia. Entrenamiento. Análisis. Sangre. Control. Valoración. Hematológica. Anemia. Deportista.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 117 - Febrero de 2008

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Introducción

    En el momento en que un triatleta decide entrenar y preparar la temporada, se propone sacrificar gran parte de su tiempo para conseguir un objetivo, y somos nosotros como entrenadores, los grandes responsables de que ese objetivo llegue a buen puerto. Desde ese momento el entrenador pone sobre la mesa todas sus experiencias y conocimientos de fisiología, biomecánica, nutrición, psicología, entrenamiento, etc. para realizar una correcta planificación y conseguir con éxito el objetivo marcado.

    Uno de los aspectos básicos de este proceso y que nunca debemos de olvidar, es la valoración y control de nuestro triatleta, una valoración que nos informe sobre su estado de salud, su condición física, su adaptación y asimilación del entrenamiento,... para que el entrenador pueda conocer al máximo al deportista y actuar en consecuencia.

    Existen muchos test de rendimiento que podemos aplicar y que nos darán una importante información sobe el estado del triatleta, pero siempre se referirá a un aspecto concreto (nivel de fuerza, estado de su capacidad aeróbica,...); es necesario una valoración global, asequible a todo el mundo y que nos de información sobre la asimilación del programa de entrenamiento y el plan de alimentación.

    Con el presente estudio se pretende dar al entrenador una información útil para interpretar una analítica de sangre de manera correcta y utilizarla a lo largo de la temporada como control del entrenamiento. De esta forma el entrenador podrá realizar un chequeo sobre la intensidad del entrenamiento, el volumen y su adaptación, analizar síntomas de sobreentrenamiento antes de que se produzcan, errores en la dieta e hidratación, diferenciar entre anemias o adaptaciones al entrenamiento de resistencia, etc.


Los análisis clínicos

    Cualquiera puede acercarse al médico de familia para pedir unos análisis de sangre para evaluar su estado general. Estos análisis pueden ser muy complejos, incluyendo incluso un estudio de los metabolitos y las hormonas, pero en la mayor parte de los casos no hacen falta este tipo de estudios; podría considerarse como un control analítico básico y que aporta gran cantidad de datos al entrenador la realización de un hemograma completo (es importante el dato de la hemoglobina), la velocidad de sedimentación globular, pruebas básicas de coagulación y un perfil bioquímico general donde necesariamente se estudia la ferritina, el hierro, el magnesio y la urea.

    Pero, ¿cada cuánto tiempo es interesante realizar una analítica? El uso de la analítica se ha de realizar como mínimo cada tres meses, ya que el periodo de vida de los eritrocitos es de 128 días y de incluso menos de 90 días para triatletas o deportistas de resistencia. Independientemente de todo esto, señalamos unos momentos importantes para la realización de estas pruebas:

  • Al inicio de temporada, para valorar nuestro estado de salud general y como índice de referencia tras un periodo de reposo.

  • Al finalizar cada periodo de entrenamiento para analizar las adaptaciones.

  • En el mesociclo de mayor volumen aeróbico para vigilar posibles anemias.

  • Al inicio de la fase de competición, a la que debemos llegar "en forma" y bien recuperados.

  • Tras la realización de una buena marca, para tener unos niveles de referencia.

  • Cuando se manifiesta algún síntoma que no tenga explicación lógica (fatiga y debilidad muscular, mareos, disminución de peso y/o rendimiento, etc.).

    Por último, antes de pasar al estudio concreto de cada apartado, señalar que toda analítica es conveniente realizarla en ayunas y disminuir el entrenamiento intensivo durante el día anterior. Asimismo hemos de procurar realizar las analíticas siempre en los mismos laboratorios, pues cada técnica analítica suele tener sus valores de referencia, valores que recordemos se ajustan a "personas normales", no a deportistas de resistencia.


1. Características y componentes de la sangre

    El cuerpo humano contiene entre 5 y 6 litros de sangre un hombre adulto y entre 4 y 5 litros una mujer, lo que supone el 8 % del peso total. Su temperatura es algo mayor a la temperatura corporal, aproximadamente de 38º C y tiene un PH ligeramente alcalino (± 7.40).

    La sangre completa está formada por dos porciones: un 55% es plasma sanguíneo, un líquido acuoso que contiene sustancias en disolución, y un 45% son elementos formes, constituidos por células y fragmentos celulares.

    Cuando se retiran los elementos formes de la sangre queda un líquido de color pajizo llamado plasma sanguíneo. El plasma contiene agua y solutos, de los cuales el mayor porcentaje corresponde a las proteínas. Algunas proteínas del plasma también se encuentran en otros lugares del organismo, pero las contenidas en la sangre se conocen como proteínas plasmáticas. Estas proteínas participan en el mantenimiento de una presión osmótica sanguínea adecuada, lo cual es muy importante para el equilibrio hídrico corporal total.

    La mayoría de las proteínas plasmáticas se sintetizan en el hígado, incluyendo la albúmina, las globulinas y el fibrinógeno. Otros solutos del plasma son productos de desecho como urea, ácido úrico, creatinina, amoniaco y bilirrubina; nutrientes; vitaminas; sustancias reguladores tales como enzimas y hormonas; gases y electrolitos.

    En el siguiente cuadro resumimos los componentes de la sangre en un adulto sano:

    PLASMA SANGUINEO (55%)

  • PROTEINAS (7 %):

    • Albúminas 54 %

    • Globulinas 38 %

    • Fibrinógeno 7 %

    • Resto 1 %


  • AGUA (91.5%)

  • OTROS SOLUTOS (1.5%):

    • Productos de desecho: Urea, ácido úrico, creatinina, creatina, bilirrubina y el amonio.

    • Vitaminas

    • Sustancias reguladoras

    • Gases: Oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno.

    • Nutrientes: Aminoácidos, glucosa y ácidos grasos.

    • Electrolitos: sales inorgánicas

    ELEMENTOS FORMES (45%)

  • TROMBOCITOS (plaquetas ) 250.000 - 400.000

  • LEUCOCITOS (glóbulos blancos) 5.000 - 10.000

    • Neutrófilos

    • Linfocitos

    • Monocitos

    • Eosinófilos

    • Basófilos


  • ERITROCITOS (glóbulos rojos) 4.8 - 5.4 millones


2. Adaptaciones cardiovasculares con el entrenamiento de resistencia

    La principal adaptación que ocurre en el triatleta al empezar la nueva temporada, tras un periodo de regeneración, es el incremento del volumen plasmático del deportista entre un 20 y un 25%, lo que supone que si su volumen en esa época es de 5 litros de sangre, por el efecto del entrenamiento de la resistencia, el volumen aumentará a los 6 litros. Este incremento se debe a la liberación de ciertas hormonas que provoca una retención neta de Na y H2O, y así el volumen de expansión de sangre y una pseudoanemia dilucional como veremos más adelante.

    Este incremento va a suponer un aumento tanto de la estabilidad cardiovascular como de la eficiencia termorreguladora. En lo referente a la termorregulación, un mayor volumen plasmático, permite mantener un flujo sanguíneo cutáneo y una tasa de sudoración más elevadas y por tanto mejorar la capacidad para perder calor a través de la evaporación.

    La mayor estabilidad cardiovascular está basada en un aumento de la reserva cardiovascular; el mayor volumen plasmático de un deportista le permite incrementar su volumen sistólico y así alcanzar intensidades de ejercicio similares con frecuencia cardiaca y demanda de oxígeno incluso menores. Por otro lado, a nivel periférico, el mayor volumen plasmático va a repercutir directamente en una mejora en el flujo sanguíneo muscular.

    Debido a este incremento del volumen plasmático, la sangre tiende a diluirse, pues la producción de hemoglobina y de hematíes evoluciona, pero en menor grado que el aumento del volumen del plasma. Tras el mes de haber comenzado los entrenamientos, la médula espinal (productora de glóbulos rojos) recibe los estímulos nerviosos para producir más glóbulos. Este proceso es más acusado al principio de la temporada, tiempo en que el triatleta puede estar susceptible a la fatiga y progresar más lentamente en un entrenamiento. Durante esta época, el principal medio de entrenamiento deberá ser el método continuo a ritmo lento lenta con distancias progresivamente mayores.

    La dilución sanguínea es el único estímulo que excita la producción de glóbulos rojos. Esta dilución debe considerarse normal dentro de programa de entrenamiento y no confundirse con un estado de anemia; sin embargo hemos de vigilar este fenómeno, pues si la cuenta de glóbulos rojos baja del 10%, querrá decir que el programa está siendo demasiado severo.


Hemograma

    Nos proporciona información sobre las células sanguíneas:


1. Serie blanca

    Los Glóbulos Blancos, en conjunto llamados Leucocitos, son células con núcleo encargados principalmente de la defensa contra los agentes patógenos, una defensa que se produce mediante fagocitosis o respuestas inmunológicas.

    En el entorno siempre existen bacterias que tienen un acceso continuo al organismo a través de la boca, la nariz y los poros de la piel. Además muchas células, especialmente las del tejido epitelial, envejecen y mueren diariamente y sus restos deben ser eliminados por los fagocitos que ingieren activamente las bacterias y los desechos, sin embargo, este proceso causa altera la actividad metabólica normal del fagocito y antes o después muere y es ingerido por otro fagocito. Así en un organismo sano, algunos GB, pueden vivir durante varios meses, pero la mayoría solo vive algunos días o solo algunas horas durante un periodo de infección.

    Los GB son mucho menos numerosos que los eritrocitos, con un promedio de 5000 a 10000 células por mm. cúbico de sangre. Por consiguiente, los GR superan en número a los leucocitos en una proporción de 700:1. El término leucocitosis hace referencia a un aumento del número de GB, así un nivel anormalmente bajo de GB recibe el nombre de leucopenia.


    A. Clasificación

    Los leucocitos se dividen en granulocitos o polimorfonucleares, los cuales poseen gránulos visibles en el citoplasma (neutrófilos, eosinófilos y basófilos), y los agranulocitos, que son los linfocitos y monocitos:

  • Granulocitos o polimorfonucleares:
    Son leucocitos de 10 - 20 micras de diámetro y que se dividen en tres subtipos según la morfología de su citoplasma:

    • Neutrófilos. Son los más numerosos y constituyen la primera barrera contra la infección. Actúan mediante fagocitosis, ingieren bacterias y desechan la sustancia muerta si bien también contienen proteínas con una actividad antibiótica frente a bacterias, hongos y virus.

    • Basófilos. Estos requieren más tiempo para llegar al lugar de la infección que los anteriores, pero lo hacen con un número mayor y destruyen más microbios.

    • Eosinófilos. Liberan encimas, como la histaminasa, que combaten las inflamaciones en las reacciones alérgicas. Los eosinófilos también fagocitan siendo eficaces frente a ciertos gusanos parásitos.

    Los precursores inmediatos de estos leucocitos se denominan cayados y se caracterizan por un núcleo menos segmentado; así en un análisis común podemos ver la presencia significativa en sangre de numerosos cayados (hiposegmentación), o por el contrario encontrar una hipersegmentación de los granulocitos., lo cual pude ser datos a tener en cuenta de posibles carencias y/o anemias como veremos posteriormente

  • Agranulocitos:

    • Linfocitos. Son células mononucleadas cuyo tamaño varía entre 6.8 y 20 micras dependiendo de su estado de activación (linfocitos grandes o pequeños). Son los principales efectores de la respuesta inmunológica y así ayudan a combatir la infección y proporcionan protección frente algunas enfermedades haciendo frente a virus, hongos, células cancerosas y algunas bacterias. También son responsables de las reacciones por transfusión, de las alergias y del rechazo de órganos transplantados.

    • Monolitos. Células de 14 - 20 micras cuya principal función es la de fagocitar restos celulares y parásitos siendo los elementos clave de la respuesta inmunológica no específica.


    B. Valores medios. Posibles alteraciones

    Una disminución del número de GB circulantes indica un estado de "bajas defensas", con lo que estaremos más indefensos frente a posibles agentes patógenos. Un aumento de estos GB suele indicar una inflamación o una infección. Dado que cada tipo de leucocito desempeña un papel diferente, la determinación del porcentaje de cada tipo en la sangre, resulta esencial para diagnosticar un posible trastorno.

    Leucocitos: 4.000, 5.000 - 10.000 por milímetro cúbico

    Cayados: 0.00 - 3.00 %
    Segmentados: 45 - 75 %
    Neutrófilos: 55 - 70 %
    Linfocitos: 16 - 45 %
    Monocitos: 3 - 12 %
    Eosinófilos: 1 - 4 %
    Basófilos: 0.5 - 2 %

    Estos valores pueden variar mínimamente según la bibliografía.

    La presencia de numerosos cayados en la sangre periférica se produce en las situaciones de infección bacteriana y en las quemaduras. La hipersegmentación de los granulocitos es característica de la anemia perniciosa y del déficit de ácido fólico.

    Un recuento elevado de neutrófilos podría deberse a infecciones bacterianas, quemaduras, estrés o inflamación, mientras que un recuento bajo podría estar causado por radiación, ciertos fármacos o déficit de vitamina B12.

    Un recuento elevado de linfocitos podría indicar infecciones víricas, enfermedades inmunológicas y algunas leucemias, Un recuento bajo podría estar causado por un a enfermedad grave prolongada o niveles altos de esteroides.

    Un recuento elevado de monolitos podría deberse a ciertas infecciones víricas, tuberculosis, algunas leucemias y enfermedades crónicas. Rara vez existe niveles de monocitos inferiores al valor normal.

    Un recuento elevado de eosinófilos, podría indicar reacciones alérgicas, infecciones parasitarias, enfermedad autoinmune. Un recuento bajo podría estar causado por ciertos fármacos o estrés.

    El recuento de basófilos podría estar elevado en algunos tipos de reacciones alérgicas, leucemias y cánceres. Podría estar disminuido durante el embarazo, la ovulación y el estrés


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    En general, el entrenamiento del triatlón puede ocasionar una serie de alteraciones en la serie blanca transitoria, pero que el entrenador debe conocer, para diferenciarlas e identificar otras alteraciones ocasionadas por agentes externos al entrenamiento intenso como los virus, bacterias, etc.

    El entrenamiento prolongado característico del triatlón causa un estrés y provoca pequeños polimicrotraumatismos y pequeños estados inflamatorios puede producirse un incremento de la cifra de LEUCOCITOS, aumentando progresivamente y de forma proporcional a la duración del ejercicio. El tiempo medio de recuperación de las cifras normales de leucocitos sanguíneos tras el esfuerzo físico, es generalmente de 24 h.

    Durante el esfuerzo submáximo prolongado, se le asocia un aumento de los NEUTROFILOS, acompañado de un descenso de los LINFOCITOS.

    También hemos de prestar atención a las células EOSINÓFILAS, sensibles al estrés prolongado, pues una fuerte caída en la concentración de estas células sanguíneas indicará que se está llevando a cabo un programa de entrenamiento muy exigente para el nivel de nuestro triatleta, por lo que habremos de adaptar rápidamente nuestra planificación y evitar el sobreentrenamiento. Podemos intuir que esto puede ocurrir si viene asociado a un valor de los LEUCOCITOS por debajo de la media ("defensas bajas").


    D. Cuadro - resumen

    Se establecen solo alguna de las posibles causas, pero será siempre el medico quien tiene la palabra


2. Serie roja

    A. Los glóbulos rojos

    Los hematíes, eritrocitos o glóbulos rojos son los elementos encargados del transporte del oxígeno a todas las células del organismo. Viven aproximadamente 120 días, debido al desgasta de sus membranas al deslizarse a través de los capilares sanguíneos. El proceso de formación de los eritrocitos recibe el nombre de eritropoyesis y se inicia en la médula ósea.

    El valor de referencia se sitúa entre 3.8 y 5.8 millones de glóbulos rojos por cada milímetro cúbico de sangre en las mujeres y entre 4.5 y 6.5 en los hombres. Los varones presentan un valor mayor debido a que tienen niveles de testosterona más elevados, la cual estimula la síntesis de eritropoyetina.

    En personas no entrenadas la dinámica general de la síntesis - interrupción continua de los glóbulos rojos es tal que cada segundo unos 233 millones de células se desprenden de la médula ósea hacia la circulación sanguínea, y un número idéntico se destruye. Esto aumenta aún más entre los triatletas entrenados, en quienes la tasa de destrucción de los glóbulos rojos se multiplica por las siguientes causas:

  • Traumatismo mecánico de los glóbulos rojos a partir de un incremento en la fuerza de impacto del pie que se hace máximo en la fase de carrera (Miller, 1988), lo que provoca la hemólisis en los capilares de la planta del pie.

  • Aumento de la inestabilidad de la membrana de los glóbulos rojos causada por la acidosis (Yoshimura; Inoue, 1980), resultante de un entrenamiento anaeróbico.

  • Traumatismo mecánico a partir del aumento de la velocidad de movimiento. Al elevarse el gasto cardiaco en entrenamientos intensos, aumenta la velocidad de movimiento de la sangre, con lo que muchos hematíes mueren.

    Estos procesos de hemólisis característicos en fondistas, provocan que la vida media del hematíe se reduzca hasta un 42%. Este procesos conlleva una destrucción acelerada de los hematíes más viejos y su cambio por reticulocitos; eritrocitos jóvenes, inmaduros pero de tamaño superior. Por tanto, el incremento de la tasa de estos macrocitos en triatletas confirma la hipótesis de que el entrenamiento de resistencia es causa de formación de nuevos glóbulos rojos circulantes.


    B. La Hemoglobina

    En la estructura de los hematíes destaca la Hemoglobina (Hb) (Hg), proteína que ocupa un tercio del volumen total del eritrocito y que otorga el color rojo de la sangre. En ella se produce la fijación del oxígeno para su transporte. Otra función secundaria es la de transporte de dióxido de carbono y de iones de H, por lo que se convierte en la principal neutralizadora de la acidosis. Se localiza en el interior del glóbulo rojo y al combinarse con el oxígeno forma la oxihemoglobina.

    Cada eritrocito contiene aproximadamente 280 millones de moléculas de hemoglobina. Estos glóbulos rojos llevan consigo unos 900 gramos de hemoglobina, es decir, 14 - 18 g / dl en el hombre y 12 - 16 g / dl en la mujer. El valor de hemoglobina en los triatletas debería de ser lo más alto posible, por encima de 16 g / dl. Si disminuye de 12 g / dl podemos estar ante una anemia como veremos posteriormente.

    Hemos de tener en cuenta que la mejora de las marcas en triatlón y del VO2 máx., es la consecuencia del incremento del producto de la hemoglobina por el volumen sanguíneo. Así el descenso del Hg acompañado de un volumen sanguíneo sin cambios reducirán el VO2 máx., y la marca conseguida, puesto que esta Hg disminuida ocasionará un incremento de la frecuencia cardiaca al realizar un ejercicio submáximo determinado.


    C. El Hematocrito

    El valor hematocrito es el % de hematíes en el volumen total de la sangre. Sus niveles medios se encuentran entre el 35 y 45 % para mujeres y entre el 40 y 50 % para los hombres. Los triatletas, al igual que otros deportistas de resistencia, suelen tener valores inferiores sin sobrepasar el límite a causa, posiblemente, del incremento del volumen sanguíneo producido por el entrenamiento específico.

    Aunque ambos valores, hemoglobina y hematocrito, descienden en la anemia, el primero de ellos, al ser obtenido mediante cuantificación directa, resulta más óptimo para la valoración de esta, si bien todo esto lo estudiaremos en profundidad más adelante.


    D. El reto de transporte de oxígeno por la sangre

    La hemoglobina se une al Oxígeno y transporta el 98.5% del Oxígeno de la circulación sanguínea. Una molécula de Hb, se compone de una proteína (globina) y 4 moléculas de un pigmento no proteico (hem); cada hem tiene un ión de Fe que puede combinarse con una molécula de oxígeno; así tenemos que mientras que el CO2 y los iones de H se unen a la porción globina de la molécula, el O2 se une al hem.

    La MIOGLOBINA es un pigmento que transporta oxígeno relacionado con la hemoglobina pero diferente. Tienen solamente una mitad de hem y una cadena de globina, por lo que su volumen equivale a una cuarta parte de la hemoglobina. La mioglobina se une a una molécula de O2, mientras la hemoglobina lo hace a cuatro, sin embargo la afinidad por el O2 de la primera es mucho mayor.

    La mioglobina se encuentra en el tejido muscular, no en la sangre, y funciona como reserva de O2 del músculo. La Hb transporta del O2 desde los pulmones a los tejidos activos y la mioglobina mantiene el suministro de O2 en el tejido muscular.

    El entrenamiento del triatlón se caracteriza entre otras cosas por un aumento del contenido de mioglobina en la musculatura implicada en la natación a crol, y principalmente en todo el tren inferior por el entrenamiento específico de la carrera y el ciclismo.


    E. Índices Eritrocitarios

  • El volumen corpuscular medio (VCM), expresa el volumen medio de la población eritrocitaria; refleja el tamaño de los hematíes y sirve para diagnosticar anemias, pues en las anemias por falta de hierro los glóbulos rojos suelen ser más pequeños de lo normal. Se obtiene mediante la siguiente fórmula:
    VCM = Hematocrito / Cifra de hematíes.
    VCM = 80 - 98 fL

  • La hemoglobina corpuscular media (HCM), expresa la cantidad media de hemoglobina presente en los hematíes; se obtiene por la fórmula:
    HCM = Hemoglobina / Cifra de hematíes.
    HCM = 27 - 32 pgr

  • La concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM), valora la concentración de hemoglobina presente en cada hematíe respecto a su volumen.
    CHCM = Hemoglobina / Hematocrito.
    CHCM = 30 - 38 g / dl

    Según hemos visto y relacionando los citados valores, observaremos que si la HCM aumenta, es porque el VCM también aumenta con lo que la CHCM permanece normal.


    F. Cuadro - resumen:


3. Serie plaquetaria

    A. Concepto: Las Plaquetas

    Las plaquetas o megalocitos son elementos formes anucleados de 1 - 3 micras de diámetro de color rosáceo y granulados. La vida plaquetaria media normal es de 7 a 10 días y su función está relacionada con la coagulación de la sangre, por lo que son las encargadas de taponar las heridas e impedir la pérdida de sangre por hemorragia.


    B. Valores medios. Alteraciones

    Su valor normal se encuentra entre 150 y 450 x 1000 mm cúbicos. Un valor por encima del indicado puede ocasionar peligrosos trastornos en la circulación sanguínea y riesgo de trombosis; hablamos de trombopenia cuando la cifra de plaquetas es inferior a 100 x 1.000 mm cúbicos, en este caso se ha de tener cuidado con las heridas y la perdida de sangre por hemorragias.


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    Con respecto al número de plaquetas se tratan de discernir si la actividad física provoca un aumento de estas. Parece no tener especial "importancia" el entrenamiento del triatlón, si bien hay estudios que parecen indicar que un entrenamiento aeróbico prolongado produce un incremento mayor del número de plaquetas que el entrenamiento anaeróbico. También se ha demostrado que la velocidad de retorno a valores basales es más rápida.


    D. Cuadro - resumen:


4. Eritrosedimentación

    Hemos de hablar también de la velocidad de sedimentación globular (V.S.G.), es una prueba útil en el diagnóstico y control de algunas enfermedades hematológicas y que indica la velocidad con la que los glóbulos rojos se sedimentan.

    Su valor normal es entre 1 y 11 mm / h en la primera hora y entre 2 y 30 mm en la segunda hora. Este valor es muy inespecífico, pues depende tanto del tamaño y del número de los hematíes, de factores plasmáticos y de otros factores como la menstruación, embarazo, edad, etc. Su incremento no indica necesariamente la existencia de una enfermedad activa, no obstante, un individuo con una VSG elevada de manera continua no puede considerarse sano y debe ser investigada la existencia de una enfermedad de base.

    La VSG aumenta en las infecciones bacterianas como las caries, en las enfermedades reumáticas, lesiones de tipo muscular y ciertas enfermedades hematológicas (como la leucemia y anemias) como hemos comentado.


    A. Cuadro - resumen:


Bioquímica general

    Nos informa sobre los distintos solutos que están siendo transportados en sangre. Puede ser en plasma o en suero. La diferencia es que en plasma a la sangre se le añade un anticoagulante, heparina, y las células quedan depositadas en el fondo, mientras que en el suero la sangre va sola y a los 5 - 10 mn esta se coagula. No hay células y no se pueden estudiar los factores de coagulación.


1. Hierro sérico y ferritina. Las anemias en los triatletas

    Pasamos a estudiar estos conceptos de forma conjunta por su intima relación; a grandes rasgos podemos decir que la ferritina es el almacén de hierro del organismo y la anemia como una alteración del metabolismo del hierro.


    A. Los almacenes del Hierro en el organismo

    El cuerpo humano posee un total de 4 gramos de hierro. La mayor parte de ello (65%) se encuentra en la hemoglobina y la mioglobina. Un 16 % en la ferritina y un 10 % en el hígado. Sólo un 0.1% de la totalidad del hierro está ligado a una proteína transportadora determinada en la sangre (transferían), es el llamado hierro sérico. Por lo tanto el hierro sérico es un indicador que no dice mucho acerca de las "reservas de hierro" en el cuerpo; sólo informa con confianza sobre la cantidad de hierro que en este momento está circulando.


    B. La Ferritina

    La ferritina es la principal molécula almacenadota de hierro en nuestro organismo. El nivel de ferritina en sangre se corresponde en gran medida con las reservas de hierro de la médula ósea. Por cada mg / mL de ferritina sérica, se almacenan 8 - 10 mg de hierro. Podemos resumir diciendo que el hierro se transporta por el plasma, por la transferrina y se deposita en los tejidos en forma de ferritina.


    C. El papel básico del hierro en el transporte y utilización del O2

    El hierro juega un papel básico en los triatletas y deportistas de resistencia por su relación con la hemoglobina y la captación y transporte de oxígeno así como en la síntesis de los glóbulos rojos. Como hemos visto en puntos anteriores, con el entrenamiento continuado de la resistencia se produce un incremento del volumen plasmático y de la masa de hematíes; recordemos que la hemoglobina ocupa un tercio del volumen de cada glóbulo rojo, de aquí que un aumento en la masa de glóbulos rojos de cómo resultado un aumento del total de hemoglobina; sin hierro no se podría fabricar la hemoglobina y además no se podrían crear las enzimas apropiadas para la síntesis de glóbulos rojos.

    Lo mismo pasa con la mioglobina; limitaciones en el suministro de hierro reducirían la disponibilidad de la reserva almacenada de O2 en los músculos motrices, lo cual nos llevaría a un descenso en el rendimiento en cualquiera de las disciplinas del triatlón.

    Suponiendo que la población de triatletas tuvieran el característico aumento del volumen plasmático, con el hematocrito y los eritrocitos más bajos que los sujetos sedentarios (por su incremento menor en relación al volumen plasmático), tienen que estar utilizando hierro adicional de sus reservas para producir la hemoglobina extra necesaria para mantener su concentración invariable, en caso contrario disminuiría la concentración de Hg al ser la proporción de hematíes menor.

    Recordemos en este punto que sólo cuando las reservas de hierro son adecuadas, la actividad de la médula ósea reacciona para satisfacer el aumento de demandas de distribución de O2, produciendo más glóbulos rojos que contienen hemoglobina.


    D. Valores medios

    Un nivel de ferritina de 20 ng / ml o menor indica que no hay reservas de hierro de la médula ósea (lo que suele coincidir con niveles bajos de hemoglobina y glóbulos rojos en sangre). Valores por debajo de 12 ng /mL, pueden indicar deficiencia en su transporte.

    Un cuadro común en los triatletas y principalmente en época competitiva preparando una competición importante es un giro y una falta de adaptación al entrenamiento sin causa aparente, noches en vela, cansancio, mala recuperación, incapacidad para realizar entrenamientos o series realizados en otras ocasiones, pérdida de calidad, actitud negativa,...Esto suele coincidir con unas bajas reservas de hierro en el cuerpo, más que una carencia de hierro que supondría niveles bajos de hemoglobina o anemia, es decir, unos niveles bajos de ferritina y aceptable de hemoglobina. Recomendamos en estos casos, siempre con control periódico de sangre y de un médico especialista, intentar aumentar sus reservas de hiero tomando un suplemento oral de éste (0.5 a 1.0 mg / kg peso), por la noche, ya que se produce antes de un periodo de reposo sin entrenamiento. Muchos deportistas de resistencia experimentan un cambio de sensaciones en dos semanas.

    Podemos ver por lo tanto que si el hierro adecuado no está disponible para satisfacer las demandas metabólicas del entrenamiento, nuestro triatleta no progresará en la adaptación del entrenamiento, lo que puede conllevar fatiga, enfermedad o lesión. Comentar también que los estudios han demostrado que en deportista de fondo con todos los parámetros dentro de la normalidad, la suplementación con hierro no reporta ningún beneficio ni aumenta la capacidad de ejercicio.


    E. Pérdidas de hierro en triatletas

    Los triatletas sufren elevadas pérdidas de hierro en comparación con la población sedentaria e incluso otros deportistas. Existen varias causas de este déficit de hierro que como veremos posteriormente podría derivar en una anemia ferropénica. Como mínimo tres vías de pérdida de hierro:

  • Por la transpiración (incremento del sudor y de la pérdida de hierro),

  • Pérdidas de hierro en la orina.

  • La hemólisis intravascular provocada por compresión de los capilares de la planta del pie en ciclismo y principalmente en carrera.

  • Si ha esto le unimos que con la llegada del calor y las competiciones el entreno se hace más intensivo y con ello aumenta la hemólisis fruto de la tensión y de la acidosis de la sangre.

  • También con este calor disminuye el apetito, que dan como resultado una ingestión menor de hierro y déficits en la dieta

  • La isquemia gastrointestinal producida por un entreno de mayor intensidad. Hay estudios que apuntan a que se produce un sangrado gastrointestinal durante la competición

  • Incremento en las necesidades de hierro: aumento del volumen plasmático, aumento de la cantidad de hemoglobina, aumento de la cantidad de encimas que contienen hierro y de la función de la cadena respiratoria.

  • En caso de la mujer fértil las pérdidas de hierro se ven incrementadas debido a la menstruación, lo que equivale según Haymes (1987), entre 12 y 18 mg por ciclo menstrual.


    F. Fuentes ricas en Hierro

    Existen dos fuentes principales de hierro. Una es el consumo de hígado y carne roja que viene acompañada de hemoglobina y mioglobina; se denomina hierro hem y se absorbe con más facilidad (Conrad, Benjamin, Williams y Fox, 1967). La otra fuente de hierro se trata de alimentos que no contienen hem, como la yema de huevo, patatas hervidas, frutos secos, brécol y coles, judías, verduras, levadura de cerveza, etc.

    La mejora de la absorción de hierro se da en presencia del ácido ascórbico y el vitamina C. Comentar también que la fibra, el te y café inhiben la absorción del hierro; asimismo el calcio y el cinc compiten con el hierro por el mismo lugar receptor.


    G. El problema de la anemia en los triatletas

    Por su interés y especial importancia dentro los triatletas, por ser el trastorno hematológico de mayor prevalencia, vemos conveniente el estudio de las anemias, incluidas en este apartado por su íntima relación con el metabolismo del hierro.

    Habitualmente se ha definido anemia como un descenso de la masa eritrocitaria habitual de una personal que tiene como consecuencia la disminución de la capacidad para aportar el oxígeno necesario a las células, aceptándose como anemia en varones adultos unos valores inferiores a los 13 g / dl y de 12 g / dl para mujeres. Sin embargo veremos que hemos de valorar otros parámetros hematológicos para diagnosticar una anemia dentro de la población de triatletas.

    Existen muchas causas de anemia; algunas de ellas son el déficit de hierro, el déficit de ciertos aminoácidos y el déficit de vitamina B12. El hierro es necesario para la porción hem de la molécula de la hemoglobina. Los aminoácidos son necesarios para la porción proteica o globina. La vitamina B12 ayuda a la médula ósea roja a producir eritrocitos. Vamos a estudiar tres tipos de anemias por ser las más comunes entre los deportistas de resistencia:


    G.1. Hemodilución o pseudoanemia

    El entrenamiento del triatlón o de cualquier deporte de predominancia aeróbica, provoca un aumento del número de eritrocitos y de la Hg circulante; sin embargo, la concentración de los eritrocitos, Hg y Hto en reposo puede descender al límite bajo o por debajo de la normalidad, debido al incremento del volumen plasmático típico de estos atletas. Esta circunstancia produce una pseudoanemia que no debemos caer en el error de diagnosticar como anemia, debido a que la cantidad total de la Hg circulante y de los eritrocitos está también incrementada, aunque en menor proporción, encontrándonos que estos sujetos tienen el Hto y los eritrocitos más bajos que los sujetos sedentarios.

    Todas estas circunstancias se van equilibrando para que el aporte de oxígeno al músculo sea al máximo:

  • Respecto al Hematocrito, el menor número de eritrocitos viene compensado por un tamaño mayor de los mismos (VCM), equilibrándose el valor del Hto.

  • Respecto a la concentración de Hemoglobina, este viene compensado por el incremento de la HCM. Hemos de tener en cuenta este parámetro, que es la cantidad de Hg que tiene un glóbulo rojo, siendo un dato de gran importancia para conocer la cantidad real de Hg que puede ser falseada por dilución, ya que es independiente de los volúmenes de sangre total y plasmático. Por lo tanto se trata de una adaptación positiva del entrenamiento de resistencia que aumenta el contenido de Hg por hematíe, paliando el menor número de eritrocitos característicos de los triatletas.

    Según todo lo citado anteriormente hemos de tener en cuenta una serie de aspectos:

  • Que el valor del hematocrito y eritrocitos tiene escaso valor para determinar las anemias puesto que su disminución no se acompaña de menor concentración de hemoglobina, que es lo que va a influir en el transporte de oxígeno al músculo., influido en su valor el VCM

  • Que debemos evaluar varios parámetros hematológicos, entre ellos la CHCM, ya que es independiente de los efectos de la hemodilución


    G.2. Anemia ferropénica o microcítica

    Este tipo de anemia clásica, provocado por la deficiencia de hierro, se trata de un complejo proceso en cadena, donde el organismo antes de que se instaure una anemia manifiesta con disminución de los niveles de Hg y por consiguiente con déficit en el transporte de oxígenos, utiliza el hierro de depósito (ferritina), y cuando las reservas escasean entonces se emplea el hierro sérico. Finalmente la disminución de los depósitos de hierro y del hierro sérico provoca el descenso del Hg circulante.

    Podemos resumir las tres fases de forma esquemática:

  • Anemia prelatente: Niveles de ferritina menores; resto de los valores normales.

  • Anemia latente: Ferritina y hierro sérico bajos unido al incremento de la capacidad total de fijación o saturación de hierro. Hto y Hg normales

  • Anemia manifiesta: A medida que se acentúa esta falta de hierro, además de los valores anteriormente citados, se produce una disminución de la hemoglobina. Nivel de la ferritina menor a 10 ng / ml. VCM Bajo.

    Los estudios parecen indicar que los deportistas de fondo en general (no se han encontrado estudios específicos sobre triatletas), y especialmente las mujeres, tienen mayor riesgo de padecer los distintos procesos de instauración de una anemia ferropénica, sin ser común la derivación hacia una anemia manifiesta, la cual derivaría sin lugar a dudas a un descenso de su capacidad aeróbica.

    Cuando el hemograma confirma la anemia por carencia de hierro, el tratamiento es laborioso y la anemia tiende a la cronicidad, pero si la diagnosticamos en sus primeras etapas, un simple tratamiento por vía oral es de gran eficacia.


    G.3. Anemia megaloblástica o macrocítica

    Para que la respuesta hematopoyética sea normal, además del hierro, es preciso la presencia de dos factores vitamínicos, la vitamina B12 y el ácido fólico. Su deficiencia impide una maduración completa de los eritrocitos que destacan por un mayor tamaño, corta vida y menor capacidad para transportar oxígeno, apreciándose la denominada anemia megaloblástica, más común incluso que la anemia ferropénica.

    La cantidad de ácido fólico en un triatleta podrían estar duplicadas (400 microgramos / día), por el mayor metabolismo del hematíe. Se ha observado en especialistas en larga distancia que consumen menos del 50% de la cantidad recomendada de vitaminas B6, B12, ácido pantoténico y ácido fólico.

    El índice más específico para determinar esta patología es la determinación del VCM, que expresa el promedio tamaño de los eritrocitos. Sin embargo hemos de tener en cuenta, como hemos vistos en otros apartados, que los especialistas de resistencia es característico un VCM elevado, por lo que para determinar este tipo de anemia proponemos un criterio exigente de 100 fl. En caso de que se sospeche un VCM límite, se recomienda incluir en las analíticas la medición de los niveles de ácido fólico y vitamina B12 con el objeto de prevenir posibles anemias megaloblásticas.

    Por último hemos de tener en cuenta que valores elevados de VCM con valores normales de Hg, no debe relacionarse con este tipo de anemia pues se ha encontrado una relación positiva entre el VCM y la HCM indicando que los valores elevados encontrados en deportistas de resistencia pueden tratarse más de una adaptación positiva ante el menor número de eritrocitos para mantener unos niveles óptimos de hemoglobina, que de una sintomatología de anemia megaloblástica.


2. Proteínas totales

    A. Concepto

    En el plasma circulan multitud de proteínas, entre las que se encuentran las siguientes:

  • Albúminas: Se sintetizan en el hígado. Ayudan a mantener el equilibrio hídrico en la sangre y los tejidos y regula el volumen de sangre. También actúan como proteínas de transporte para hormonas esteroides

  • Globulinas: Grupo de proteínas al que pertenecen los anticuerpos.

  • Fibrinógeno: Desempeña un papel fundamental en la coagulación de la sangre.


    B. Valores medios y variaciones

    Los valores normales se sitúan entre 6.6 y 8.7 %, si bien los triatletas deberían conseguir valores entre 7.8 y 8.2 %.

    Un porcentaje de proteínas demasiado bajo en la sangre puede depender sencillamente de una dieta demasiada escasa de proteínas.


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    La importancia de las proteínas para el deporte de resistencia como el triatlón, se ha considerado baja durante mucho tiempo. El entrenamiento y la competición producen multitud de desgastes y micro roturas en las fibras musculares; si los valores de proteínas son menores que los deseados influirá en el rendimiento.


3. Glucosa

    A. Concepto

    Es un hidrato de carbono simple y la principal fuente de energía de las células, por lo que nos hace referencia al metabolismo de los hidratos de carbono.


    B. Valores medios y variaciones

    Sus valores medios en sangre rondan entre los 70 mg / dl y los 110 mg / dl. Valores altos pueden indicar diabetes, si bien hemos de tener cuidado pues los datos pueden variar por las dietas, el entrenamiento intensivo, ayuno, etc.


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    En general se conoce que los entrenamientos prolongados caso del triatlón, tienden a disminuir los niveles de glucosa en sangre por depleción de las reservas de glucógeno hepático. Si realizamos entrenamientos intermitentes, esta disminución del glucógeno es menor a causa de los momentos de recuperación.


4. Urea

    A. Concepto

    La urea es un producto final del metabolismo proteico. Los valores de urea se relacionan con el volumen de la carga. Un incremento de la urea está relacionado con un mayor consumo de proteínas para recuperarme del entrenamiento: catabolismo muscular.


    B. Valores medios y variaciones

    La urea hemos de tomarla siempre por la mañana y en ayunas y siempre teniendo en cuenta la comida realizada el día anterior; si es una comida rica en proteínas se reflejarán en el análisis, por lo que recomendaremos ingerir hidratos de carbono.

    Los valores medios se sitúan entre los 20 y 50 mg / dl.


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    Un aumento acelerado de urea durante una fase de entrenamiento, puede ser el mejor indicador para una situación catabólica que puede requerir una reducción del entrenamiento (Lehmann y otros, 1985). A continuación señalamos unos valores a modo de referencia:

15 - 25 mg / dl: Persona sedentaria o sin entrenar.
30 - 40 mg / dl: Entrenamiento normal. Volumen asimilable.
40 - 50 mg / dl: Sobrecarga; entrenamiento límite. Bajar entreno.
+ 50 mg / dl: Sobreentrenamiento, no asimilable. Descanso 1- 2 días

    Parece que la urea reacciona más sensiblemente al trabajo aeróbico que al anaeróbico. Cargas de entrenamiento aeróbico mayores de 30 minutos (muy común en triatlón) llevan, frente a un incremento del volumen, a una mayor degradación de las proteínas, lo que produce un incremento de la urea en sangre. Este mayor nivel se puede interpretar como señal de una gluconeogénesis debido al déficit de glucógeno.

    Los valores de urea sólo se normalizan una vez acabada la carga. Por esta razón encontramos a menudo valores superiores en el transcurso del entrenamiento que en la mañana en reposo. Si durante la mañana, los valores no han descendido es sinónimo de gran destrucción proteica durante el descanso y recuperación incompleta. Recordemos que los procesos anabólicos se producen exclusivamente en el sueño nocturno.


5. Ácido úrico

    A. Concepto

    El ácido úrico tiene un comportamiento similar al de la urea. Relacionada con el metabolismo renal. Muchos autores estudian la urea y el ácido úrico, como indicadores bioquímicos del catabolismo proteico relacionado asimismo con el volumen del entrenamiento, aunque también puede acumularse a causa de enfermedad renal o por una dieta mal equilibrada.


    B. Valores medios y variaciones

    Sus valores medios se encuentran entre 2.6 y 7.2 mg / dl, si bien no es raro encontrar en triatletas valores de ácido úrico más elevados (7.5, 7.8 y 8).
    Ácido úrico alto puede ser indicador de un enfermedad renal y/o gota.


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    Hemos de reducir el entrenamiento si se sobrepasan los 8 mg / dl.


6. Amoniaco

    Paso inicial a la producción de urea; es un marcador más rápido que la urea para los mismos parámetros. Informa de la intensidad de la vía anaeróbica.

    La acumulación de amoniaco es el responsable de la fatiga del ejercicio por disfunción del sistema nervioso central (Brouns, Saris et al. 1990). En ejercicios intensos y de carácter láctico, ante el acúmulo de lactato se segrega amonio; sin embargo en estos casos el ejercicio ha de disminuir o finalizar, no por la presencia masiva de ácido láctico, sino por excesiva tensión de la fibra muscular que el sistema nervioso no puede relajar; sin embargo la investigación debe aclarar aún más el papel del amoniaco.

    Parece ser asimismo, que en combinación con el análisis de lactato (cociente amoniaco / lactato), se puede determinar el esfuerzo para los diferentes tipos de fibras musculares o bien la distribución de estos tipos, a través de la marcada producción de amoniaco en las fibras Iib.


7. Creatinina

    A. Concepto

    Relacionada con el metabolismo renal. La concentración de creatinina en sangre ha sido considerada como un indicador indirecto del uso de los fosfágenos como fuente de energía y también se ha encontrado que guarda relación muy estrecha con el índice de masa muscular activa del sujeto.


    B. Valores medios y variaciones

Valores medios: 0.70 - 1.50 mg / dl.
Hemos de relacionar sus valores con el ácido úrico:
Acido úrico alto y creatinina normal: No se soportan las cargas de entrenamiento, función renal adecuada
Acido úrico normal y creatinina alta: Fallo renal. También puede deberse a un déficit en la ingesta de agua o retenciones de líquido del riñón, por lo que la creatinina no se eliminaría en la orina.


8. CPK (Creatinfosfokinasa) / CK (Creatin kinasa) (enzima muscular)

    A. Concepto

    La creatin kinasa (CK) se presenta principalmente en el músculo esquelético, pero también en el corazón y el cerebro y su concentración en sangre puede aumentar notablemente después del ejercicio. La CK es una enzima del metabolismo fosfocreatínico vertida en plasma por ruptura de la banda Z del sarcómero, siendo la más sensible al daño muscular. Sus valores se relacionan con la intensidad de la carga.


    B. Valores medios y variaciones

    El límite del ámbito normal se sitúa en 80 U/l. Incrementos hasta 200 U/l pueden considerarse lógicos durante entrenamientos continuados. A partir de 300 U/l se ha de pensar en una permeabilidad celular no normal y con ello en cambios estructurales, debiendo reducir la carga de entrenamiento (Zintl, 1991). Hemos de tener en cuenta que su máximo no se presenta hasta unas horas más tarde de acabar la carga y se normaliza en 48 horas y en casi 12 horas en sujetos entrenados.


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    Después de esfuerzos musculares fuertes, principalmente de fuerza y velocidad, aparecen aumentos de CK y en los ejercicios excéntricos más tarde que en los concéntricos e isométricos.

    A la hora de valorar los resultados hemos de tener en cuenta muchos aspectos; en individuos desentrenados o en los primeros días del entrenamiento (agujetas) pueden suponer un aumento notable de la CK, a causa de la gran destrucción muscular que se da en esta fase del entrenamiento. Lo mismo ocurre si analizamos estos valores tras una consulta en el fisioterapeuta o incluso si nos damos un golpe. De ahí que valores elevados pueden ser indicativos de un alto cansancio muscular sin indicar cansancio metabólico.

    Si sus valores en épocas de entrenamiento siguen constantemente elevados incluso después del descanso nocturno, se puede diagnosticar una carga demasiado intensa.

    Señalar por último que es en la fase de carrera donde se producen los mayores incrementos de este encima, por ser donde mayor destrucción muscular se produce debido a que la producción de fuerza es mayor con la zancada que con la brazada y principalmente por el hecho de soportar en cada impacto el peso del triatleta.


9. LDH (Lactatodeshidrogenasa) (enzima muscular)

    El estudio de la LDH ha de relacionarse directamente con la CPK, pues el incremento de ambas nos indica una destrucción muscular importante.

    Tras una prueba de larga distancia (Ironman), los valores normales de ambas encimas pueden verse multiplicados por 6 (entre un 20% y un 300%), debiendo regresar a los valores de referencia en 2 - 3 semanas. Si esto no ocurriese debemos prolongar nuestra fase regenerativa.


10. Transaminasas: TGP o GPT (Transaminasas glutamínico pirúvica) y TGO o GOT (Glutamica oxaloacética)

    A. Concepto

    Son encimas del metabolismo de los aminoácidos presentes principalmente en el hígado y en el músculo, corazón, páncreas y cerebro en menor medida.


    B. Valores medios y variaciones

    Su valor se considera normal siempre que sea menor a 40 U/L

    Su aumento refleja un excesivo trabajo del hígado o la destrucción de tejidos (hepatitis, infarto de miocardio, miopatías, etc.). Asimismo también aumento con los ejercicios intenso, aunque dicho aumento es leve y no dura más de 24 horas.

    Podemos señalar de forma general que si GOT es menor que GPT, puede haber un inicio de hepatitis y si esta relación es contraria estaremos ante la respuesta por entrenamientos muy intensos.


    C. Modificaciones con el entrenamiento

    Con el entrenamiento regular el aumento de las transaminasas es mucho menor, pero una proporción de deportistas que soportan continuamente el peso corporal (como los triatletas), expresan un aumento enzimático crónico previo que debe ser tenido en cuenta.


11. Sodio

    Valores de referencia: 135 - 145 mEq / L


12. Potasio

    Valores de referencia: 3.5 - 5.0 mEq / L

    Valores mayores es consecuencia de lisis o roturas celulares


13. Fósforo

    Valores de referencia: 2.5 - 4.5 mg / dl


14. Calcio

    Valores de referencia: 8.5 - 10.5 mg / dl


15. Colesterol total y triglicéridos

    Es un componente fundamental de las membranas celulares y precursor de muchas sustancias necesarias para la vida. Circula en el plasma pues no es soluble en agua, junto a varias lipoproteínas. Las lipoproteínas más conocidas son la LDL, responsable del transporte del colesterol a los tejidos periféricos y que al aumentar puede contribuir a formar depósitos en las arterias (arterioesclerosis) y la HDL, conocido como el colesterol bueno, que retira el colesterol de los tejidos y lo lleva al hígado, reduciendo el riesgo cardiovascular.

    Con el entrenamiento de resistencia suele favorecerse el equilibrio entre el colesterol HDL y el LDL, incrementándose el primero con entrenamientos aeróbicos extensivos.

    Los triglicéridos transportan ácidos grasos. Tenerlos elevados es perjudicial para el triatleta, pues incrementa la viscosidad de la sangre. Lo ideal es tenerlos justo debajo del límite inferior.

Colesterol total: 135 - 220 mg / dl
C- HDL: + 35 mg / dl
C- LDL: - 150 mg / dl
Triglicéridos: 40 - 170 mg / dl


16. Cuadro - resumen


Estudio bioquímico de suero

1. Magnesio

    A. Concepto

    El magnesio es clave para el metabolismo de las proteínas y de los hidratos de carbono y lo encontramos principalmente en frutas, verduras verdes y en el pescado.


    B. Valores medios y variaciones

    Sus valores medios están entre el 1.90 y 2.50 mg / dl o 0.8 - 1.0 mmol/l. Los triatletas deben procurar un valor superior a 0.9 mmol/l.

    Valores bajos pueden provocar irritabilidad, calambres musculares, falta de apetito, alteraciones del sueño, falta de concentración, etc.


2. Cloro

    Valores de referencia: 90 - 115 mEq/l


3. Cuadro resumen


Bioquímica hormonal

1. Cortisol

    Hormona catabólica producida en las glándulas suprarrenales. Reacciona ante estrés y la fatiga a corto plazo.

    Sus valores medios se encuentran entre 50 y 250 ng / ml. Hemos de alejarnos de la franja superior puesto que niveles altos indican destrucción muscular así como que el entrenamiento no está bien asimilado por parte de nuestro triatleta. Si bien es muy individual, podemos marcar unos valores máximos en función de nuestro momento de la temporada:

  • Mesociclo Inicial: 100 ng / ml

  • Máximo volumen: 160 ng / ml

  • Máxima intensidad: 120 ng / ml

  • "Puesta a punto": 90 ng / ml


2. Testosterona

    Hormona con gran poder anabólico que puede ser un buen marcador a largo plazo. Sus valores medios están entre 0.4 y 5 nmol / L. Niveles bajos pueden conducirnos a medio plazo a un estado de sobreentrenamiento.

    Comparativamente, los triatletas y fondistas en general, tienen menores niveles de testosterona que los velocistas.

    Se suele estudiar la relación testosterona / cortisol. Una disminución en esta relación, parece indicar un entrenamiento duro y / o insuficiente regeneración o incluso sobreentrenamiento.


3. Cuadro resumen


Bibliografía

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